DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 681, de 11/12/2018
cve: DSCD-12-CO-681
CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 2018 XII LEGISLATURA Núm. 681
SANIDAD, CONSUMO Y BIENESTAR SOCIAL
PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. PATXI LÓPEZ ÁLVAREZ
Sesión núm. 32
celebrada el martes,
11 de diciembre de 2018
ORDEN DEL DÍA:
Ratificación de la ponencia designada para informar sobre:
- Proposición de ley de derechos y garantías de la dignidad de la persona
ante el proceso final de su vida. Presentada por el Grupo Parlamentario
Ciudadanos. (Número de expediente 122/000051) ... (Página2)
Emitir dictamen a la vista del informe elaborado por la ponencia sobre:
- Proposición de ley de derechos y garantías de la dignidad de la persona
ante el proceso final de su vida. Presentada por el Grupo Parlamentario
Ciudadanos. (Número de expediente 122/000051) ... (Página2)
Se abre la sesión a las diez y cuarenta y cinco minutos de la mañana.
RATIFICACIÓN DE LA PONENCIA DESIGNADA PARA INFORMAR SOBRE:
- PROPOSICIÓN DE LEY DE DERECHOS Y GARANTÍAS DE LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
ANTE EL PROCESO FINAL DE SU VIDA. PRESENTADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO
CIUDADANOS. (Número de expediente 122/000051).
El señor PRESIDENTE: Buenos días. Se abre la sesión.
Hoy corresponde a esta Comisión finalizar los trámites de la proposición
de ley de derechos y garantías de la dignidad de la persona ante el
proceso final de su vida. Antes de empezar, explicaré cuál va a ser el
procedimiento. En primer lugar, tenemos que ratificar la ponencia
designada para informar de la proposición de ley, que supongo que será
por asentimiento. Después, daremos un turno de quince minutos a cada uno
de los grupos, empezando por los grupos que mantienen vivas enmiendas. En
este turno defenderán sus enmiendas y también se posicionarán sobre las
enmiendas de otros grupos. A continuación, vendrá el turno de aquellos
grupos que no mantienen enmiendas y que utilizarán el tiempo para fijar
su posición. Como se ha renunciado a muchas de ellas, antes de dar la
palabra a cada grupo, diré las enmiendas que mantienen vivas para ver si
los datos que tenemos son correctos, enmiendas que luego se pasarán a
votar. Mientras tenga lugar el debate, intentaremos agruparlas para así
hacer más rápido el trámite de las votaciones.
Sin más, sometemos a la Comisión la ratificación de la ponencia designada
para informar la proposición de ley de derechos y garantías de la
dignidad de la persona ante el proceso final de su vida. ¿Queda
ratificada? (Asentimiento). Queda ratificada por asentimiento.
EMITIR DICTAMEN A LA VISTA DEL INFORME ELABORADO POR LA PONENCIA SOBRE:
- PROPOSICIÓN DE LEY DE DERECHOS Y GARANTÍAS DE LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
ANTE EL PROCESO FINAL DE SU VIDA. PRESENTADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO
CIUDADANOS. (Número de expediente 122/000051).
El señor PRESIDENTE: Pasamos a la defensa de las enmiendas presentadas,
por un tiempo de quince minutos. En primer lugar, tiene la palabra el
Grupo Mixto y, en su nombre, el señor Salvador Armendáriz, que mantiene
vivas todas sus enmiendas: de la 128 a la 153, de la 155 a la 159 y de la
161 a la 164. ¿Es correcto? (Asentimiento). En teoría, habría otro
miembro del Grupo Mixto que mantiene vivas enmiendas, pero no está. Por
tanto, todo el tiempo es suyo, señor Salvador. Tiene la palabra.
El señor SALVADOR ARMENDÁRIZ: Muchas gracias, señor presidente.
Quiero que mis primeras palabras sean para agradecer a mis compañeros del
Grupo Mixto que me hayan permitido tomar la palabra sin ser miembro de
esta Comisión. También quiero agradecer el trabajo de todos los miembros
de la ponencia, porque es lo que toca. Ha sido una ponencia larga, no
diré tortuosa -o sí-, y sesuda. Y no solo quiero agradecer su trabajo y
su interés, sino también todo lo que he aprendido con ellos tras muchos
debates y muchas reuniones. También quiero dar las gracias a don Luis,
que nos ha ayudado mucho en esta labor y para que hoy podamos tener aquí
una cierta claridad de ideas y orden en el debate.
En segundo lugar, quisiera decir que nosotros no dudamos de la buena fe de
todos ni del interés de los que hemos participado y de los grupos que
también participarán en mejorar la normativa existente, aunque todavía
discrepemos en muchos puntos. Por tanto, ojalá -lo digo de corazón- esta
norma sirva para universalizar los cuidados paliativos y, desde mi punto
de vista, dejar sin sentido, ser una alternativa eficaz a una regulación
proactiva, como ya existe en tramitación, a favor de la eutanasia. Pero,
como digo, son muchas las dudas que nos genera esta nueva regulación y,
por desgracia, yo me temo que no será así.
Las dudas más grandes sobre lo que vamos a votar y a debatir no tienen que
ver con el carácter básico de la norma, que es obvio, y es el interés por
cubrir una laguna, en la medida en que pudiéramos pensar que es bueno
tener en toda España una regulación similar, pero es verdad que, tal y
como está a fecha de hoy y tal y como puede quedar a resultas del debate
y de las distintas aprobaciones de las enmiendas planteadas, no sé si va
a existir esa igualdad de tratamiento en un tema tan importante como este
en toda España. Tendremos una normativa básica, si finalmente se aprueba,
pero es verdad que
seguirán existiendo unas comunidades autónomas con normativa autonómica y
otras comunidades autónomas sin normativa autonómica. Por lo tanto, ¿cómo
saber cómo se aplicará esta norma? ¿Cuál debe regir en el momento en que
se produzca alguna incoherencia, alguna falta de concordancia o alguna
contradicción? ¿Cuál será la Administración a la cual acudir para
solucionar estos conflictos de interpretación? Esas son las dudas que nos
genera esta norma, que creemos que va a provocar más problemas de los
que, en principio, con la buena fe de todos, podría solucionar. Estas son
las dudas principales sobre esta norma. Uno, el desarrollo normativo: qué
Administración será la encargada de hacer que esta normativa se cumpla;
el seguimiento de la misma, obligaciones, derechos y garantías; la
evaluación, quién y cómo; y las correcciones, en su caso, y, si me lo
permiten, también las mejoras que pudieran plantear. Incluso, si ya se
anticipa lo que de esta Comisión puede surgir, la eliminación de todo un
título que recoge las infracciones y sanciones correspondientes a esta
normativa establecidas en la legislación básica. A partir de ahí, nos
encontramos con que en las diecisiete comunidades autónomas se pueden
aplicar diecisiete regímenes sancionadores distintos, lo cual -si me lo
permiten- es muy muy disfuncional.
Nosotros teníamos clara una cosa en la ponencia. Navarra tiene una
normativa similar a esta desde el año 2011, que fue aprobada en el
Parlamento foral de Navarra por unanimidad. Por tanto, el norte de
nuestra actuación en la ponencia ha sido intentar respetar esa
unanimidad, y en la medida en que la normativa que hemos estado
estudiando -no sé cómo decirlo eufemísticamente- traslada muchas de las
normativas, o es un compendio de las normativas autonómicas en una
básica, nosotros defendimos en ponencia que se mantuviera lo que dice la
regulación navarra, que es base de esta regulación. Por eso, les traslado
una cierta frustración, porque no es así. Más allá de que
sistemáticamente se parezca mucho, más allá de que la estructura de la
norma sea similar, al final, el contenido no responde específicamente a
lo que en su día se aprobó en Navarra, que es una normativa que ya tiene
unos años de experiencia. Por un lado, les traslado esa cierta
frustración y, por otro lado, confirmo que no recoge el espíritu de las
demandas de mi grupo ni el texto de la normativa autonómica navarra. Por
tanto, nosotros nos sentimos liberados de esa unanimidad que en su día
hubo con una regulación similar en Navarra. Para nosotros todos estos
inconvenientes y dudas hacen que esto sea un pequeño Frankenstein
legislativo bienintencionado, pero que nace un poquito muerto; una
legislación zombi.
Como digo, no hemos querido romper el equilibrio que en su día supuso y
permitió esa unanimidad en Navarra. Confiábamos en que así fuera la
regulación que surgiera de aquí y, en ese sentido, las enmiendas que
nosotros hemos defendido y que mantendremos vivas tienen que ver con ese
espíritu que en su día inspiró la legislación navarra. Nosotros somos
partidarios de los cuidados paliativos, sin duda; creemos que además son
y deben ser la alternativa a la eutanasia. Es verdad que puede que en
España no haya un 50 % de personas que perciban en sus respectivas
administraciones este servicio como debieran, y eso yo creo que es bueno
que se regule y que nos lo planteemos. Pero, como les digo, nosotros
tenemos muchos reproches.
El principal reproche que nosotros tenemos sobre esta normativa es la
proscripción de la lex artis. En Navarra no creo que fuera un punto
controvertido en los debates, pero aquí, copiando -si me permiten la
expresión- la normativa navarra, lo que se ha hecho ha sido eliminar esa
parte. Es una copia defectuosa de lo que allí provocó la unanimidad, de
tal forma que la lex artis se proscribe o queda sujeta a un límite
temporal cuando una persona está desahuciada, en el final de su vida. Ahí
digamos que no tendría un papel que jugar. No sé hasta qué punto se da
carta de naturaleza a un prejuicio sobre la actuación médica, queriendo
evitar el encarnizamiento terapéutico, una frase que se ha utilizado en
distintas ocasiones; pero queriendo evitar esto, que yo entiendo que es
una absoluta excepción, al final, podemos legitimar lo que yo llamaría
una cierta indiferencia terapéutica, un corolario médico -si me lo
permiten- de lo que el papa Francisco llama la cultura del descarte. No
sabemos por qué motivo último proscribimos en esta norma la participación
del médico en el proceso final y la exclusión -como digo- de la buena
práctica médica, la denominada lex artis, tal y como se augura en algunas
regulaciones autonómicas que hoy siguen vigentes. Por tanto, hay una
legislación básica que dice una cosa y hay unas legislaciones autonómicas
que dicen otra distinta, lo cual no deja de provocar y provocará -ya
anticipo- bastantes problemas.
No voy a entrar en el contenido de las enmiendas, porque creo que los
miembros de la ponencia conocen perfectamente cuáles son los puntos de
discrepancia. He entregado a la Mesa las que voy a mantener agrupadas en
función de los temas que más nos preocupan: enmiendas a la exposición de
motivos, enmiendas para recuperar la lex artis, enmiendas en las que
establecemos unas definiciones distintas de las que se recogen en la
norma; otras sobre planificación programada, objeción de conciencia,
flexibilización de los deberes respecto a la educación terapéutica, y
sobre una serie de temas que todos los que han estado en la ponencia
conocen y que defienden nuestra postura.
Pero como digo -y termino-, nos genera inquietud el espíritu, los
conceptos, la indefinición, la falta de claridad, las incoherencias, las
contradicciones, la prelación de normas que van a resultar y las
garantías de su cumplimiento, en especial la proscripción de los
profesionales en el proceso final de la vida. En cuanto al acompañamiento
efectivo del médico, no sé por qué se traslada un mensaje perverso sobre
el papel de los médicos, una presunción contraria a su juramento pero que
desapodera e inhibe a los responsables de la función de cuidar -a
nosotros no nos parece bien, no lo compartimos-, y en el futuro al propio
Estado de su función de garante del bienestar de todos. Hoy decimos que
respetamos la soberanía de elegir morir en condiciones de
irreversibilidad y cercanía de la muerte. Mañana no tendremos argumentos
lógicos y sólidos para evitar el suicidio o para no colaborar en el
suicidio.
Termino, señor presidente. Mantendremos nuestras enmiendas que, como digo,
pretenden recuperar el sistema de valores de la ley navarra y la
unanimidad política con la que esta se aprobó en 2011. Nosotros creemos
que en esos términos supone una alternativa mucho más eficaz contra la
eutanasia. Esta norma, por desgracia, supone un paso previo a la
instauración de la eutanasia en España, en vez de una alternativa eficaz
a la filosofía y a la sociología que la inspira.
Si me lo permiten, en términos deportivos, es una meta volante hacia su
regulación, un paso adelante que nosotros no compartimos. Por eso,
mantenemos las enmiendas y, en la medida en que no somos partícipes -yo
no soy miembro de esta Comisión-, las mantendremos en su día en Pleno,
así como nuestra posición.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Salvador Armendáriz.
Ahora, antes de darle la palabra al portavoz del Grupo Vasco, PNV, le diré
que, según nos consta, mantiene las enmiendas 3 a 11, 12 a 14 y 17, 18,
20, 21 y 23. ¿Es correcto?
El señor AGIRRETXEA URRESTI: Señor presidente, ha habido una pequeña
modificación. Le comento cómo quedaría el asunto. Evidentemente, mantengo
las enmiendas de la 3 a la 9, esta última por separado porque, si se
aprobara la 9, la 10 y la 11 no tendrían sentido. Es decir, sobre la base
de lo que ocurra con la 9, mantengo o no la 10 y la 11; después, retiro
la 12 y la 14, y las demás quedarían como ha dicho usted.
El señor PRESIDENTE: Antes de darle la palabra para defender sus enmiendas
y para que quede claro, en lo relativo a las enmiendas 3 a 11, si se
aprobara la 9, decaerían la 10 y la 11, pero mantenerlas las mantiene, y
luego estarían las enmiendas 13, 17, 18, 20, 21 y 23.
El señor AGIRRETXEA URRESTI: Eso es.
El señor PRESIDENTE: Muy bien. Ahora tiene la palabra para defenderlas.
El señor AGIRRETXEA URRESTI: Gracias, señor presidente.
Llegamos a esta sesión tras grandes debates en la ponencia, trámite en el
que yo también quiero agradecer la implicación y la buena voluntad de los
diferentes grupos en este tema. Yo, por motivos obvios, no he podido
asistir a todas las sesiones que me hubiera gustado. Mi grupo presentó
muchas enmiendas, pero antes de nada me voy a retrotraer al inicio,
porque mi posición de hoy guarda mucha relación, es consecuencia y
coherente con la posición mantenida por mi grupo respecto a la propia
toma en consideración el día que se presentó esta proposición de ley en
el Pleno.
Los argumentos que esgrimíamos poco o nada tienen que ver con el contenido
de la misma, en el sentido de si estamos o no a favor de que existan los
cuidados paliativos y una regulación en esta materia -por supuesto que
sí-, sino que la pregunta que nos hacemos y que nos hacíamos en aquel
momento era si esta ley tiene sentido o no existiendo ya normativa básica
general sanitaria a nivel del Estado, así como las diferentes
regulaciones que en esta materia se han dado, se están dando y se darán
en las comunidades autónomas. Ante esa tesitura, mi grupo parlamentario
decía que esta proposición que presenta el Grupo Ciudadanos no aporta
nada nuevo, no aporta nada que no esté ya regulado en las comunidades
autónomas. Es más, no aporta nada que no podamos buscar ya en las
diferentes regulaciones generales sanitarias del Estado español. Por
tanto, nuestra posición fue contraria a la toma en consideración.
Alguien se podría preguntar si el PNV está en contra de los cuidados
paliativos, planteamiento que es una sinsorgada. De lo que estamos en
contra es de que se regule de esta manera o se pretenda regular desde una
perspectiva estatal algo que en su mayoría concierne a las comunidades
autónomas, y las enmiendas que hemos presentado conllevan esa lógica,
porque plantean criterios escalonadamente. Es decir, si no se acepta, por
ejemplo, una enmienda de supresión de algo que consideramos que ya está
contemplado, para enriquecer el proyecto de ley presentamos otras que,
aceptando esa situación, pudieran mejorar el texto.
En cualquier caso, quiero señalar cuáles eran los tres criterios generales
que planteábamos en la toma en consideración. Creemos que esta iniciativa
es normativamente innecesaria, porque ya existe regulación en este
sentido. Aunque debo reconocer que en el trabajo de ponencia se ha pulido
muchísimo el texto original y se ha modificado la excesiva regulación que
el mismo traía, que el mismo se ha visto enriquecido y que se le han
quitado muchas de las aristas regulatorias que tenía, seguimos pensando
que en campos muy fundamentales plantea una notoria invasión en cuanto al
ámbito competencial, porque quieren asumirse para el Estado competencias
de las comunidades autónomas. En este sentido, puedo entender el
argumentario de algunos cuando me preguntan: ¿Qué pasa cuando algunas
comunidades autónomas no regulan este aspecto? ¿Quién va a hacerlo? Pues
que lo haga el Estado.
Señorías, yo me rebelo ante esa negligencia de algunas comunidades
autónomas, porque lo que no se puede hacer es dejación de competencias.
Yo no voy a aceptar que en Euskadi tengamos que aceptar una regla básica
porque otras comunidades autónomas sean incapaces de regular, no quieran
o no puedan hacerlo. Por tanto, las comunidades que ya hemos regulado en
esta materia -podría decir incluso que en el origen esta proposición de
ley hay mucho de la ley vasca en este ámbito- creemos que no hace falta
que ahora el Estado con otras leyes básicas entre en un ámbito que no le
corresponde.
Por tanto, el criterio general de mi grupo parlamentario, aceptando la
premisa inicial de posicionarnos en su momento en contra por considerar
que no hacía falta, es el de que, una vez pasado este trámite, tampoco
nos vamos a quedar quietos. Por eso hemos presentado enmiendas en el
ánimo de enriquecer y delimitarle al Estado su actuación, porque ya
tenemos leyes sanitarias que regulan suficientemente. Incluso podría
decir que el nivel de detalle al que baja en algunas cuestiones esta
propuesta no solamente supone inmiscuirse en el ámbito competencial, sino
incluso regular excesivamente algunas cuestiones que de por sí ya están
reguladas. En este sentido, frente al criterio del compañero de Unión del
Pueblo Navarro de que entonces vaya a haber diecisiete leyes, quiero
decirle que el Estado autonómico es el que es y cada comunidad autónoma,
sobre la base de su capacidad, regula como mejor estime oportuno, según
su criterio y su forma de hacer.
Dicho esto -no voy a alargarme más-, creo que mi posición a favor de los
cuidados paliativos y de que las personas tengan un final de su vida
digno es clara. Es más, mi grupo considera incluso que lo que se plantea
aquí no es ni de por sí cuestionable en cuanto a perspectiva sanitaria.
Esto se ha de dar sí o sí, e incluso tenemos que tener la capacidad de ir
más allá, porque la problemática de las personas que ni pueden vivir ni
pueden morir supone un ámbito en el que estamos obligados a legislar.
Espero que próximamente podamos atajar este problema desde una
perspectiva seria, con todas las garantías jurídicas y sanitarias, sin
cerrar los ojos a esta realidad y sin hacer demagogia barata. Por tanto,
mi grupo se abstendrá hoy respecto al dictamen, defenderá sus enmiendas
y, según quede el texto al final, el día que tengamos que ratificarlo en
el Pleno marcaremos nuestra posición final.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Agirretxea.
Sería ahora el turno del Grupo de Esquerra Republicana, que mantiene vivas
tres enmiendas, la 37, la 38 y la 39, las cuales decaerán si nadie las
defiende, como ocurre con las enmiendas que también mantenía vivas el
propio señor Campuzano. Por tanto, pasamos al turno del Grupo
Parlamentario Ciudadanos, que mantiene la enmienda 35 con la voluntad de
que se convierta en una transacción entre el suyo y algunos otros grupos.
Señor Igea, tiene la palabra.
El señor IGEA ARISQUETA: Muchísimas gracias, señor presidente.
Ha pasado ya un año y medio desde el 29 de junio, momento en el que se
tomara en consideración en el Pleno esta propuesta de ley, una propuesta
que era nuestra pero que ahora yo creo que es de la inmensa mayoría de
los grupos parlamentarios, porque todos los grupos parlamentarios que han
participado en la ponencia han contribuido con sus enmiendas, con sus
comentarios y con un trabajo por el que no puedo sino felicitar al
conjunto de la misma.
¿Por qué presentamos esta ley hace año y medio? Porque, a pesar de lo que
se dice de que ya existe regulación en este sentido, hay que señalar que
la Sociedad Española de Cuidados Paliativos calculaba entonces que había
unos 50 000 pacientes que morían al año sin cuidados paliativos. Pero
esta ley no es una ley de cuidados paliativos y yo a veces me canso de
referirme una y otra vez al título: es una ley de derechos y garantías de
las personas al final de la vida. Por esa razón es necesaria una ley
básica, una ley que trate de garantizar unos derechos de los españoles
que, como dice el título I de nuestra Constitución, han de ser iguales
para todos. Por eso es necesaria, porque esta ley no entra en las
competencias del sistema sanitario ni en cómo organizamos nuestros
servicios de cuidados paliativos ni en cómo organizamos nuestros
hospitales ni en cómo organizamos nuestros centros de salud ni nuestra
asistencia continuada; la ley no entra para nada en eso, por eso no es
una invasión competencial, es una ley que viene a garantizar derechos de
los españoles. De eso se trata y por esa razón -porque los derechos han
de ser iguales- era necesaria esta ley.
Hay comunidades donde está regulado, por ejemplo, el derecho a la
información, que no tiene nada que ver con los cuidados paliativos, pero
en el informe del Defensor del Pueblo Andaluz de diciembre de 2017 se
dice que solamente el 55 % de los pacientes que se enfrentan al final de
su vida se sienten o están bien informados; que los testamentos vitales,
las instrucciones previas -que no tienen nada que ver con los cuidados
paliativos, tienen que ver con los derechos-, no se respetan en más del
50 % de los casos en su integridad. Esto no tiene nada que ver con los
cuidados paliativos. Pero, si hablamos del ofrecimiento de los mismos,
solo en un 51 % de los casos se les habían ofrecido cuidados paliativos.
Por todo ello, insisto, no se trata de invadir las competencias de nadie,
no se trata de hacer el trabajo de otro, sino de garantizar a todos los
españoles que los derechos se ejerzan por igual, también al final de la
vida.
Me gustaría utilizar las frases del portavoz del Partido Socialista en el
debate del Pleno diciendo que es necesario extender el derecho a todos y
mejorar el amparo legal a las buenas prácticas al final de la vida,
porque de eso se trata, de las buenas prácticas, por eso la ley define
qué son buenas prácticas y por eso no aparece la lex artis, porque la lex
artis es la traducción escrita en la ley de lo que nosotros hemos escrito
en esta ponencia. Por tanto, estamos de acuerdo en que había que extender
el derecho y unificarlo, lo que no podemos entender -nos cuesta mucho
entenderlo- es que, en una ley que trata de derechos y garantías, la
garantía principal del ejercicio de este derecho, que es el régimen
sancionador -no existe ley si no existe poder coercitivo; en este país no
hace falta extenderse mucho en esto para que los ciudadanos lo
entiendan-, se remita a las disposiciones de las comunidades autónomas.
Eso es, en una ley que trata de garantizar la igualdad, establecer la
desigualdad; es una contradicción en sí misma porque ¿dónde dejaríamos a
los pacientes o a los familiares que quieren que se respeten los derechos
que existen en esta ley -como el derecho a la información, el derecho en
casos reiterados a la retirada de medidas de soporte vital- si les
obligamos, porque no tenemos un régimen sancionador claro, a acudir a la
justicia, a la justicia administrativa o incluso a la justicia penal?
¿Ustedes creen que eso es lo que esperan los españoles de nosotros?
¿Ustedes creen que los pacientes, que los familiares de los pacientes que
se enfrentan a sus últimos días lo que merecen es no tener una ley clara
que les permita exigir sus derechos de acuerdo a un régimen sancionador
igual para todos? Pero no solamente eso, ¿dónde dejaremos a los
profesionales si nos remitimos a las leyes autonómicas o a la Ley General
de Sanidad, en cuyo artículo 35, que habla de las sanciones, se dice
específicamente que serán graves o muy graves aquellas que dicte la norma
específica? Eso es lo que dice la Ley General de Sanidad; lo primero que
dice para calificar una falta grave o muy grave es que será grave o muy
grave aquello que dicte la norma específica. Estamos haciendo una norma
específica, una ley básica y no cumplimos con la propia Ley General de
Sanidad a la que hacemos alusión. Por lo tanto, nuestros profesionales
quedarían al albur de las administraciones autonómicas, sin saber cuáles
son sus responsabilidades, cuáles son sus obligaciones y cuáles son sus
sanciones en el caso de incumplir sus obligaciones. Pero, aún peor,
dejaríamos también a quienes se encargan de administrar las sanciones al
albur de la norma autonómica o de la interpretación de la Ley General de
Sanidad. Por todo ello, no podemos entender cómo además se cambia la
argumentación, porque al principio de la discusión de la ponencia se
argumentó que ya estaba en la Ley General de Sanidad y ahora se presenta
una enmienda que dice que lo remite a la Ley General de Sanidad o a las
disposiciones de las comunidades autónomas. Es una contradicción en los
propios términos de la misma argumentación que se utilizó. En esto, como
en todo, nuestro partido es partidario de la igualdad de los españoles
ante la ley, de la igualdad de derechos. Si somos iguales en derechos y
en deberes, también, por lógica, debemos ser iguales ante las sanciones.
No existe igualdad de derechos ni igualdad de deberes si las sanciones no
son las mismas, independientemente del territorio
en el que uno habite. ¿Es este el último de los pagos que tenemos que
hacer? ¿Es esta la última de las contraprestaciones que tenemos que hacer
los españoles para mantener en el gobierno a un Gobierno agonizante?
¿También aquí? ¿También para esto vamos a usar a los españoles? ¿También
para esto? ¿También los últimos días de los españoles están al albur de
las necesidades de quien quiere mantenerse en el Gobierno? Eso es lo que
nosotros vamos a decidir hoy. Es absolutamente incomprensible que desde
una perspectiva de izquierdas, que cree en esencia en la igualdad de los
hombres y en la igualdad de derechos, se mantenga la diferencia, el
privilegio y la arbitrariedad; es absolutamente incomprensible. Nosotros
vamos a defender la igualdad de los españoles desde el nacimiento hasta
el último de sus días, y el que no lo haga así tendrá que explicar a los
españoles cuál es la razón por la que no aboga por la igualdad de
derechos también en los últimos días de la vida.
Dicho esto, nosotros creemos que el trabajo que se ha hecho en la ponencia
es excelente, que el informe de la ponencia es un buen informe. Hemos
retirado todas nuestras enmiendas, salvo una para transaccionar sobre
armonización de cuidados paliativos. Creemos que los españoles se merecen
que alguna vez pensemos en ellos y no solamente en nuestro próximo
horizonte electoral. Esta es una buena ocasión para decir a los españoles
que somos capaces de ponernos de acuerdo para defender sus derechos y sus
garantías al final de sus días. Espero que así sea al final de esta
Comisión.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Igea.
Por último, como grupo que mantiene enmiendas, está el Grupo Parlamentario
Socialista que, según tengo entendido, mantiene las enmiendas números 57,
62, 76, 79, 87, 88 y 90.
El señor FERNÁNDEZ DÍAZ (Jesús María): Yo iba a hacer en la intervención
una referencia al orden porque nosotros hemos presentado una enmienda
técnica asumiendo que se entendía que era una enmienda de mejora de
redacción y que los cambios afectan sobre todo a la exposición de motivos
y en una mínima parte al articulado, pero lógicamente, si no se acepta -y
ese criterio lo hemos conocido hoy-, podríamos mantener abiertas nuestras
enmiendas originales a la exposición de motivos con objeto de poder
modificar la redacción; insisto, lo que nosotros hemos presentado como
enmiendas técnicas no son más que mejoras de la redacción en las cuales,
estoy seguro, el resto de grupos coincidirían.
El señor PRESIDENTE: Pero es que las enmiendas técnicas son las que
mejoran técnicamente la redacción, pero cuando se cambian términos,
cuando se cambian estructuras, ya no son enmiendas técnicas, son otra
cosa. Usted tiene derecho a mantener las enmiendas, pero no pueden ser
consideradas por la Mesa como enmiendas técnicas más que las que se hacen
a los puntos 7 y 8.
El señor FERNÁNDEZ DÍAZ (Jesús María): Yo no quiero entrar en formalismos,
pero el propio Reglamento del Congreso diferencia entre las enmiendas a
la exposición de motivos y las enmiendas al articulado. En ese sentido,
podría mantener todas las enmiendas que hemos presentado -tendría que
volver a hacer una enumeración- con objeto de hacer esas modificaciones
al texto, que, insisto, son modificaciones que mejoran y aclaran la
redacción, no modifican los contenidos del texto.
El señor PRESIDENTE: Serán distintas pero, para que se haga una idea, el
señor Salvador Armendáriz mantiene ocho o nueve enmiendas a la exposición
de motivos, pero son enmiendas. Por lo tanto, la Mesa espera que cuando
acabe su intervención nos pase las enmiendas que mantiene vivas, para que
lo sepa todo el mundo.
El señor FERNÁNDEZ DÍAZ (Jesús María): Muy bien.
Me gustaría empezar haciendo referencia a este trabajo oscuro, largo y a
veces tedioso que hacemos en el Congreso de los Diputados y que muchas
veces no tiene tanta visibilidad como otras intervenciones que reflejan
los medios de comunicación. Quiero recordar las jornadas de Puertas
Abiertas que celebramos la semana pasada, en que tuve la oportunidad de
dialogar con muchos ciudadanos que vinieron al Congreso y lo que les
queda son las imágenes de trifulcas, sobre todo en las sesiones de
control de los miércoles. Muchos preguntaban: pero, ¿en qué trabajáis?
Creo que este es un ejemplo de cómo un trabajo oscuro da frutos y hemos
podido llegar a un dictamen que creo que va a tener un respaldo
mayoritario. Por cierto, unas opiniones que vienen de los ciudadanos pero
que, lamentablemente, también promueven algunos diputados y diputadas
-concretamente diputadas de esta Comisión este pasado fin de semana-
cuando contribuyen a este movimiento de deslegitimación de las
instituciones democráticas diciendo que en este Congreso de los Diputados
no se trabaja. Yo me he tomado la molestia de contar el
número de comisiones, subcomisiones y ponencias que están ahora mismo
abiertas en el Congreso de los Diputados y hay nada menos que cincuenta y
cuatro entre comisiones permanentes, no permanentes, legislativas, no
legislativas, subcomisiones y ponencias -y no hablo de ponencias
legislativas-; cincuenta y cuatro comisiones y subcomisiones. Por eso es
falso que se diga que el Partido Socialista está en contra de la puesta
en marcha de una subcomisión de estudio en esta Comisión de Sanidad,
porque siempre hemos votado -las dos veces que se ha propuesto esa
subcomisión- a favor, simplemente hay un Reglamento del Congreso, una
capacidad de trabajo y un orden en la planificación de las sesiones de
trabajo de este Congreso. Si no se está de acuerdo con él, lo que hay que
proponer es la modificación del Reglamento pero no denostar a las
instituciones y al trabajo que hacemos todos los diputados y diputadas de
todos los grupos parlamentarios, como se trata de hacer en las redes
sociales.
Y ya entro directamente en el debate de este dictamen. Quiero reconocer,
como ha hecho el portavoz del Grupo Ciudadanos, el trabajo de todos los
ponentes en la Comisión. Ha sido un trabajo largo -catorce meses- en el
que hemos dado la vuelta dos veces, artículo por artículo, a la ley y
hemos debatido 164 enmiendas. Creo que el dictamen recoge el trabajo de
todos los grupos y es, en definitiva, un buen texto para una ley que es
necesaria en España porque es una ley que regula los derechos y garantías
de las personas en el proceso final de su vida. Lo logramos después de
siete años y cuatro intentos del Grupo Socialista en este Congreso de los
Diputados. Recuerdo, como ya dije en una intervención reciente en el
Pleno, que fue el Gobierno socialista en el año 2011 el que aprobó un
proyecto de ley de estas mismas características, que no pudo llegar a
aprobarse por la finalización de la legislatura. Posteriormente, en los
años 2012 y 2015, dos proposiciones de ley del Grupo Socialista para
regular esta misma materia fueron rechazadas por el voto del Partido
Popular, que en aquel momento disponía de mayoría en el Congreso, y en
esta misma legislatura volvimos a presentar una nueva proposición de ley.
En definitiva, nos felicitamos y felicitamos al resto de grupos por
sumarse a este esfuerzo del Grupo Socialista en estos ocho años para
llegar a disponer en España de una ley que regule de manera clara los
derechos y las garantías de las personas en el proceso final de la vida.
El Grupo Socialista presentó treinta y ocho enmiendas, de las cuales
veinte han sido aceptadas total o parcialmente a lo largo del trabajo de
la ponencia, y nos sentimos contentos de esa contribución. Si tuviera que
resumir cuál ha sido la aportación del Grupo Socialista al texto
original, creo que ha sido fundamentalmente -por supuesto, contando con
el acuerdo de los demás grupos porque, si no, no se hubiera incorporado
al dictamen- la prevalencia indubitada de la autonomía del paciente en la
toma de decisiones en el proceso final de la vida por encima de opiniones
técnicas o éticas de los profesionales. Hemos conseguido corregir esa
referencia ambigua a la lex artis que, por ejemplo, figuraba en algunas
de las enmiendas del Grupo Popular. La extensión del alcance de estos
derechos y garantías no solamente al ámbito sanitario, sino también al
ámbito social y al espacio de prestación de servicios sociales y
sanitarios privados. Una mejora en la calidad y una actualización del
cuadro de definiciones de la ley, incorporando también el concepto de
planificación anticipada de la atención en el final de la vida. La
incorporación de los profesionales de enfermería como profesionales
necesarios en el proceso de atención, de información y de ayuda a la toma
de decisiones. La incorporación del papel del voluntariado en el
acompañamiento y cuidado de las personas en situación de morir.
Evidentemente, algunos de estos aspectos también aparecían en enmiendas
de otros grupos; no quiero hacer una apropiación exclusiva al Grupo
Socialista. O también el papel de asesoramiento -que no de decisión- de
los comités de ética para ayudar en la toma de decisiones cuando existen
discrepancias entre la manifestación de la voluntad de las personas o sus
familiares y la de los profesionales o de las instituciones. Y, por
último, ceñir la ley nacional a la estricta estipulación de los derechos
de los pacientes, de los deberes de los profesionales y de las
obligaciones de las administraciones, dejando al desarrollo legislativo
autonómico los aspectos que tienen que ser más instrumentales; esto es,
cómo llevar adelante y hacer valer estos derechos y garantías, y cómo
vigilar su cumplimiento, evitando en definitiva una invasión de
competencias que es innecesaria dado que efectivamente, como ustedes
conocen, ya son diez las comunidades autónomas que disponen de
legislación autonómica propia.
Quiero también agradecer su participación a las numerosas asociaciones que
nos han hecho llegar a la ponencia y al Grupo Socialista sus opiniones y
sugerencias, entre otras, la Organización Médica Colegial, el Consejo
General de Colegios Oficiales de Enfermería, las asociaciones y
plataformas de pacientes, la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, la
Asociación por el Derecho a una Muerte Digna, el Cermi y otras. Quiero
agradecer también el trabajo del letrado de la ponencia, don Luis Peña, y
de los asesores técnicos de los grupos parlamentarios, en especial del
Grupo Parlamentario Socialista,
que han llevado una parte poco conocida pero absolutamente fundamental
para el buen trabajo de la ponencia.
Para finalizar, quiero referirme a las enmiendas que proponemos como
enmiendas transaccionales con otros grupos. En primer lugar, una enmienda
al artículo 5 que trata de acotar ese derecho a una segunda opinión a lo
que es factible en ese momento final de la vida: una segunda opinión
sobre aquellos cuidados paliativos que pueden contribuir justamente al
bienestar y al bien morir de las personas. No se trata de abrir aquí un
nuevo proceso de segunda opinión sobre el diagnóstico o el tratamiento de
la enfermedad de esta persona, ámbito que ya está regulado en muchas
comunidades autónomas y que lógicamente debe ocurrir y debe ejercerse en
momentos previos, cuando todavía las alternativas terapéuticas están
abiertas. No tiene sentido que en una ley que se limita a regular el
proceso final de la vida abramos un nuevo proceso diagnóstico y de
alternativas terapéuticas que pueden contribuir precisamente a lo
contrario de lo que pretende la ley, a la obstinación terapéutica.
Hay una segunda enmienda transaccional al artículo 17 en la que pedimos
que el médico responsable de tomar la decisión de adecuación del esfuerzo
terapéutico deba contar con la opinión del profesional responsable de los
cuidados de enfermería, pero sin complicar innecesariamente la toma de
decisiones en estas situaciones con referencias a otros profesionales que
pueden tener un papel más circunstancial o marginal en la atención del
paciente. Una tercera enmienda es una disposición adicional nueva, la
sexta, que hace mención específica a las necesidades de las personas con
discapacidad para que puedan tener una información que puedan comprender
de acuerdo con sus circunstancias específicas y una toma de decisiones
que permita garantizar que esta decisión es personal, genuina e
informada, y que espero que cuente con el mayor respaldo del resto de
grupos parlamentarios. Hay una cuarta enmienda al título cuarto, del
régimen de infracciones y sanciones, que proponemos sustituir por una
disposición adicional que haga referencia al régimen de infracciones y
sanciones que ya establecen las leyes autonómicas. Quiero recordar aquí
que las diez leyes autonómicas vigentes disponen de un capítulo de
infracciones y sanciones, que es específico y detallado en ocho de ellas
mientras que en las otras dos hace referencia al régimen sancionador de
sus propias leyes de ordenación sanitaria; concretamente, estas dos
autonomías son Madrid y País Vasco. Por tanto, nos parece innecesario y
contraproducente introducir un régimen especial de infracciones y
sanciones dado que iba a crear una situación de gran confusión entre
regímenes sancionadores. Y quiero decirle al portavoz del Grupo
Ciudadanos que esto nada tiene que ver con la composición y los apoyos al
Gobierno socialista de Pedro Sánchez porque nosotros hemos defendido la
no necesidad de este régimen de infracciones y sanciones hace ya catorce
meses, cuando presentamos nuestras enmiendas. Por tanto, un poco de
rigor, señor Igea, y menos demagogia.
Presentamos una quinta enmienda técnica que incluye una serie de mejoras
en el redactado de la ley, sobre todo en la exposición de motivos y
específicamente en el apartado uno, y también en alguno de los artículos,
que, insisto, no buscan más que una mejora de la redacción y no una
modificación de los términos o de los contenidos de la enmienda; en caso
de que no se aceptase su carácter técnico, mantendremos como vivas
algunas de las enmiendas originales del Grupo Socialista con objeto de
poder someter a votación esta propuesta de mejora. Aquí se incluye la
adenda de un apartado 1 al artículo 21 que transaccionaremos con el Grupo
Ciudadanos, que también ha presentado una enmienda a ese artículo, y que
busca explicar el alcance de ese artículo 21, que habla del asesoramiento
en cuidados paliativos. Se trata, como digo, de explicar el alcance y el
ámbito de dicho asesoramiento, con objeto de dar sentido al redactado del
apartado 2, que sin ese apartado primero, a nuestro juicio, queda colgado
sin demasiada explicación.
Por tanto, es un dictamen que ha costado pero que va a tener el respaldo
mayoritario de esta Comisión con el fin de contar con una ley que es
necesaria para extender el derecho a una muerte digna a todos los
ciudadanos de todas las autonomías y de todas las regiones. El paso de
hoy es un paso trascendental, pero no el último. Esperamos que el trabajo
de deliberación y el tiempo transcurrido en la ponencia sirvan para que
el trámite en el Senado sea más ágil y más rápido porque todas las
discusiones entre los grupos las hemos hecho la ponencia. Finalizo
diciendo que esta ley no es una meta volante ni una puerta de entrada a
la eutanasia; son dos regulaciones diferentes que tienen fundamentos
jurídicos, éticos y médicos diferentes. Por tanto, no es un subterfugio
para la ley de eutanasia, señor Salvador, y lamento que UPN se sitúe aquí
en una situación más conservadora incluso que sus aliados del Partido
Popular.
Esperamos las cinco enmiendas transaccionales más la enmienda número 35
del Grupo Ciudadanos para poder someterlas a votación, al igual que
esperamos que cuanto antes nos diga definitivamente cuáles son las
enmiendas que mantienen vivas.
A continuación, corresponde el turno a los que no mantienen enmiendas pero
que van a fijar la posición, empezando por el Grupo Parlamentario
Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, para lo cual tiene
la palabra la señora Botejara.
La señora BOTEJARA SANZ: Gracias, señor presidente.
Al igual que el resto de los portavoces que han intervenido, creemos que
se ha hecho un trabajo importante durante este año, y fruto de ello son
las pocas enmiendas que siguen vivas. Asimismo, hemos comentado en
diversas ocasiones que la atención en cuidados paliativos está en nuestra
cartera básica, pero que la desigualdad tanto estructural como en lo que
corresponde al cuidado de los pacientes es la norma, incluso dentro de la
misma comunidad autónoma, por lo que esperamos que esta ley pueda servir
para mejorar la calidad de la situación sanitaria en los últimos momentos
de la vida del paciente.
Me van a permitir que haga alguna consideración. Los cuidados paliativos
-y estamos ante una ley de derechos de cuidados paliativos, no en otra
cosa- recuerdan un poco lo que decía Saramago de los ordenadores, que
estarán desarrollados cuando nadie hable de ellos. Cuando los cuidados
paliativos estén integrados en los cuidados de salud, en la atención
primaria, en la atención en los domicilios, hospitales y urgencias y
cuando sean los profesionales, según su papel y las necesidades del
paciente, los que marquen la pauta, habremos conseguido nuestro objetivo.
Es decir, cuando los cuidados paliativos estén integrados como un paso
más dentro del proceso, como puede ser la prevención, el diagnóstico, el
tratamiento y, finalmente, el paliar. Es necesario que existan equipos de
apoyo o de referencia para que los profesionales se formen y apoyen en
determinadas situaciones dependiendo de la complejidad de la situación
clínica, siempre en el contexto de que el abordaje paliativo se debe
desarrollar e impregnar a todos los profesionales sanitarios. No sé si
queda claro lo que estoy comentando, pero antes de crear un área más de
capacitación dentro de la medicina es fundamental enfocar los cuidados
paliativos como una atención integral en el sistema. Hace años, las
personas finalizaban sus días mayoritariamente en los domicilios rodeados
de sus familiares; hoy en día, esta cultura se ha modificado y se muere
más en los hospitales. Tenemos, por tanto, que humanizar los hospitales
para que todo el mundo esté satisfecho, tanto los pacientes como los
profesionales.
Para finalizar, no aceptamos que las personas de esta Comisión estén
mirando el horizonte electoral. La única persona que modifica su posición
según motivo electoral, como hemos visto a lo largo de toda su
trayectoria, es el portavoz de Ciudadanos. Si está tan interesado en
decir que siempre nos quedamos en el titular de la desigualdad, ha debido
considerar unir a esta ley una memoria económica. Hubiera sido
interesante para finalizar toda su argumentación.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Botejara.
Es ahora el turno del Grupo Parlamentario Popular, que, según tengo
entendido, va a repartirse el tiempo. Empieza la señora Navarro.
La señora NAVARRO LACOBA: Muchas gracias, presidente.
Señorías, más de un año de trabajo llega hoy a su fin. El informe de la
ponencia que esta mañana sometemos a votación de la Comisión ha sido un
ejemplo de construcción y de consenso, gracias a lo que presentamos un
texto enriquecido y vitaminado con la aportación que todos los grupos
parlamentarios para cumplir así con nuestra labor en el Legislativo y dar
servicio a los españoles, a más de 308 000 españoles y sus familias que
cada año necesitan cuidados paliativos en el proceso final de su vida.
Hoy el Grupo Parlamentario Popular quiere dirigirse especialmente a los
casi 75 000 españoles que cada año mueren con sufrimiento y dolor; algo a
lo que la Sociedad Española de Cuidados Paliativos denomina morir mal.
La exposición de motivos de esta ley comenzaba diciendo que la muerte es
la única certeza del ser humano. Siendo tan imponente esta verdad, bien
merecía afanarse acometerla. En una sociedad avanzada, con una medicina
innovadora, con un afán imperativo de curar y donde la investigación ha
de ser una pieza fundamental para el diagnóstico y el tratamiento, el
médico podía aparecer como un taumaturgo capaz de obrar prodigios o
milagros. De ahí que a las puertas de la UCI se suplicara: "Doctor,
haga todo lo posible". De esto no hace ni apenas cincuenta años. Hoy las
posibilidades terapéuticas han crecido tan exponencialmente que han
invertido la frase y hoy se dice: "Doctor, no haga todo lo posible". La
necesidad de limitar las terapias, la necesidad de adecuar el esfuerzo
terapéutico hoy se abre paso y es la nueva necesidad a la que nos
enfrentamos y a la que se acercan los ciudadanos que la padecen, sus
familias y los profesionales de la sanidad que necesitan cuidar con
mayúsculas cuando ya no es posible curar.
Pues bien, este texto habla de derechos y garantías ante el proceso final
de nuestra vida. Muchos han sido ya los parlamentos autonómicos que con
anterioridad han legislado al respecto, lo que avivaba todavía más la
necesidad de una legislación común con carácter básico en todo el
territorio nacional para evitar que en el futuro tal dispersión normativa
acabara siendo interpretada por juzgados y tribunales ante los conflictos
que a la justicia pudiesen llegar. Cumplimos con ello con nuestro mandato
como legisladores y seguramente también los antecedentes legislativos han
servido para mejorar el presente texto.
Iniciamos la ponencia protegiendo la decisión y la voluntad del paciente
como punto convergente, pero desde posiciones tan alejadas como, por un
lado, la objeción de la conciencia médica y, por otro, la lex artis. Hoy
la ley se circunscribe al derecho a una buena muerte dentro de una buena
práctica médica. Si no, señorías, estaríamos hablando de otra cosa y ya
saben a lo que me refiero. El éxito de esta ley será que no hacer todo lo
posible no sea percibido como abandono del paciente y que, por lo tanto,
se cuide del paciente hasta el final de su vida. De ahí la insistencia
del Grupo Parlamentario Popular en la terminología de algunos de sus
preceptos como adecuación del esfuerzo terapéutico, dosis indicada o la
buena práctica médica. Porque, señorías, estamos convencidos del criterio
médico que atiende a cada paciente que está a las puertas de su último
viaje, convencidos de que la virtud moral de los médicos y la
comunicación con el paciente conseguirán una toma de decisión acertada
que el paciente requiere en cada caso, porque son los deseos y los
valores del paciente los que han de orientar la acción asistencial de los
profesionales. Y la información acerca del estado clínico del paciente,
las intervenciones y sus efectos le deben servir para determinar su
voluntad sobre si hay que limitar o no un determinado tratamiento. Todo
este proceso requiere, además de tiempo, comunicación, información y
reflexión que nos lleven precisamente a hablar de las instrucciones
previas, que es una garantía del paciente que prepara la maleta para
emprender el viaje. Sin duda esta ley servirá también para sensibilizar,
concienciar y empoderar al paciente en la toma de decisión sobre su
cuidado, que decide quién quiere que herede su reloj y decide también
cómo quiere ser atendido en el momento final de su vida.
Quería agradecer muy especialmente desde el Grupo Parlamentario Popular la
adaptación de todo el texto normativo a la Convención de Naciones Unidas
de los derechos de las personas con discapacidad, y por ello anuncio el
voto a favor de este grupo parlamentario a la enmienda transaccional que
presenta el Grupo Socialista en pro de las personas discapacitadas.
No podemos dejar pasar el elenco de obligaciones que la ley recoge. Y
recoger en positivo las obligaciones está bien, pero la buena práctica
jurídica requiere también de un señalamiento negativo y esta ley debería
incluir un buen régimen sancionador, lo que desde este Grupo
Parlamentario Popular seguimos defendiendo en aras de la correcta
aplicación de esta ley. Nuestra única voluntad ha sido desde el inicio de
la elaboración de la ley consensuar con todos los grupos políticos la
respuesta a una demanda social ante una situación por la que todos,
absolutamente todos y con certeza, como dice la exposición de motivos,
vamos a pasar tarde o temprano.
Ante las incorporaciones al texto de gran parte de nuestras enmiendas y de
otras que, con transaccionales, han quedado reflejadas, retiramos todas
nuestras enmiendas y votaremos sí al informe de la ponencia. Eso no será
obstáculo para presentar en el Senado otras que pudieran mejorar la ley
para salvaguardar el derecho a no sufrir, el derecho a decidir y la buena
práctica médica. Le pido al Grupo Socialista que, dado que son enmiendas
técnicas las que presenta a la exposición de motivos, reflexione sobre
dejar vivas algunas de ellas -lo que puede retrasar nuestro trabajo esta
mañana aquí- y deje que el Senado tenga también la posibilidad de
realizar sus funciones presentándolas allí.
En nombre de todos los ponentes del Grupo Parlamentario Popular quiero
destacar que esta ponencia, vuestra aportación al debate y las largas
sesiones nos ha servido de enriquecimiento personal, sin duda. Así que
muchas gracias a todos nuestros compañeros.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Navarro.
Buenos días, señorías. En primer lugar, quisiera agradecer a mi grupo
parlamentario haberme permitido participar en este laborioso proyecto en
esta ponencia. Con esta ley de derechos y garantías de la dignidad de las
personas ante el proceso del final de la vida creo que hemos hecho un
gran trabajo en común todos los grupos parlamentarios que estamos en el
Congreso. Era una ley necesaria y demandada por la sociedad y por los
profesionales sanitarios, que supone una garantía en el proceso final de
la vida de las personas.
El recorrido ha sido largo y laborioso hasta llegar al día de hoy aquí. En
mi grupo parlamentario hemos tratado con rigor esta norma para que sea
una garantía del pleno respeto a la dignidad de las personas en el
proceso final de la vida. Han sido, como bien ha dicho el señor Igea,
muchos meses de reuniones, y yo he aprendido mucho, sobre todo porque
cuando una persona está en el proceso final de su vida tenemos la
obligación -en este caso los políticos- de asegurar que ese proceso tenga
todas las garantías y derechos. Ya bastante doloroso es perder a un ser
querido si además no tiene lo que con esta ley se pretende conseguir. Por
eso debemos hacer todos los esfuerzos posibles para garantizar una muerte
digna.
Reitero mi agradecimiento a todos los grupos parlamentarios y a mis
compañeras Pilar y Carmen por haberme permitido decir unas palabras en
esta Comisión. A los compañeros de todos los grupos parlamentarios quiero
decirles que para mí ha sido un honor. Aunque sea una ley un poco
llamativa, al final tendremos que pasar todos por ese trance. Para mí ha
sido un honor compartir con todos ustedes tantas horas de trabajo que han
sido muy enriquecedoras.
Quiero terminar, como se dice en la exposición de motivos, con algo que
resume muy bien lo que hemos trabajado durante tantos meses. Morir
constituye la última de las etapas de la biografía personal de cada ser
humano y, así como es aceptado por todos que el ordenamiento jurídico
debe procurar que todas las personas disfruten de una vida digna, también
debe asegurar que todos tengamos derecho a una muerte digna.
Muchísimas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Cabezas.
Se nos ha acercado a la Mesa tanto la señora Sorlí como el señor Olòriz
para decir que mantienen vivas sus enmiendas.
El señor OLÒRIZ SERRA: Yo no, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Perdón, son las enmiendas del señor Campuzano.
La señora SORLÍ FRESQUET: Sí, efectivamente, las del PDeCAT se mantienen
vivas.
El señor PRESIDENTE: Vamos a suspender dos minutos para ver si nos llegan
las transacciones, que son las primeras que tenemos que someter a
votación, y así ordenamos las votaciones. (Pausa).
En primer lugar, vamos a votar las enmiendas transaccionales. Las primeras
que sometemos a votación son las que están hechas a la exposición de
motivos, presentadas por los grupos parlamentarios Socialista y
Confederal de Unidos PodemosEn Comú PodemEn Marea y que se refieren a las
enmiendas 50, 60 y 71, del Grupo Parlamentario Socialista. Son enmiendas
que antes se habían presentado como técnicas pero que no lo son.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 20; en
contra, 17.
El señor PRESIDENTE: Quedan aprobadas.
Pasamos a la transaccional que afecta al artículo 5 firmada por los grupos
parlamentarios Socialista y Confederal de Unidos PodemosEn Comú PodemEn
Marea y que afecta a la enmienda número 62, del Grupo Parlamentario
Socialista.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 20; en
contra, 3; abstenciones, 14.
El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.
Votamos ahora la enmienda transaccional a la enmienda original 76, del
Grupo Parlamentario Socialista, que afecta al artículo 17, firmada por
los grupos parlamentarios Popular, Socialista y Confederal de Unidos
PodemosEn Comú PodemEn Marea.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 31; en
contra, 3; abstenciones, 3.
El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.
Pasamos a votar la enmienda transaccional a la enmienda 35, del Grupo
Parlamentario Ciudadanos, que afecta al artículo 21 y que está firmada
por los grupos parlamentarios Popular, Socialista, Confederal de Unidos
PodemosEn Comú PodemEn Marea y Ciudadanos.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 35;
abstenciones, 2.
El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.
Pasamos a la enmienda transaccional que tiene su origen en la enmienda 88,
del Grupo Parlamentario Socialista, afecta a la disposición adicional
primera bis y está firmada por los grupos parlamentarios Socialista y
Confederal de Unidos PodemosEn Comú PodemEn Marea.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 20; en
contra, 17.
El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.
La última transaccional es la que tiene origen en la enmienda número 90,
del Grupo Parlamentario Socialista, afecta a la disposición adicional
sexta y está firmada por los grupos parlamentarios Popular, Socialista,
Confederal de Unidos PodemosEn Comú PodemEn Marea y Ciudadanos.
Efectuada la votación, dijo
El señor PRESIDENTE: Queda aprobada por unanimidad.
Pasamos ahora a votar las enmiendas que permanecen vivas, empezando por
las del señor Salvador Armendáriz, del Grupo Parlamentario Mixto. Si no
hemos entendido mal, podríamos votar todas las que afectan a la
exposición de motivos en un bloque, que son las que van desde la número
128 a la número 136.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: en contra, 22;
abstenciones, 15.
El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.
Votamos en otro bloque las enmiendas que afectarían al lex artis, que son
las enmiendas números 139, 152, 159 y 164.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: en contra, 23;
abstenciones, 14.
El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.
Votamos ahora en un bloque las que tendrían que ver con otro tipo de
definiciones, de la 141 a la 145.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos en contra, 23;
abstenciones, 14.
El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.
Enmiendas que tienen que ver con la planificación anticipada. Votamos
conjuntamente las enmiendas 147 y 151.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos en contra, 23;
abstenciones, 14.
El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.
Votamos la enmienda 158.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 17; en
contra, 20.
El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.
Votamos el resto de enmiendas en un bloque. Enmiendas 137, 138, 140, 146,
148, 149, 150, 153, 155, 156, 157, 161, 162 y 163.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos en contra, 23;
abstenciones, 14.
Pasamos ahora a las enmiendas del señor Campuzano, también del Grupo
Mixto, que se han dado por mantenidas. Las votamos en un bloque, si nadie
tiene opinión en contra. Votamos de la 48 a la 53.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 2; en
contra, 35.
El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.
Pasamos ahora a las enmiendas del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV).
Primero votamos la enmienda número 9, porque de ella dependerán algunas
otras.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 2; en
contra, 35.
El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.
¿Podemos agrupar, tal como nos había dicho al principio, la 6, 7, 8, 10 y
11? (Asentimiento).
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 2; en
contra, 35.
El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.
Votamos ahora las enmiendas 3, 4 y 5, del Grupo Vasco (EAJ-PNV).
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 2; en
contra, 35.
El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.
Ahora votamos las enmiendas números 13, 17, 18, 20, 21 y 23.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 2; en
contra, 35.
El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.
Del Grupo Socialista no quedan enmiendas. Por tanto, ahora tenemos que
votar el texto del informe de la ponencia con las enmiendas que, en su
caso, se hubiesen incorporado como consecuencia de la votación. Les
recuerdo también que, según el artículo 117 del Reglamento, los grupos
tienen cuarenta y ocho horas para comunicar a la Presidencia de la Cámara
si mantienen alguna de sus enmiendas como votos particulares para poder
ser tratadas en el Pleno correspondiente.
El señor IGEA ARISQUETA: ¿Puede quedar como enmienda el texto de la
ponencia? Es decir, ¿lo podemos solicitar en esas cuarenta y ocho horas?
El señor PRESIDENTE: ¿El regreso al texto original? Sí.
Votamos el texto del informe de la ponencia con las enmiendas que, en su
caso, se han incorporado como consecuencia de estas votaciones
anteriores.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 35;
abstenciones, 2.
El señor PRESIDENTE: Queda aprobado.
Les recuerdo que ahora hay una reunión de dos minutos de Mesa y
portavoces.
Se levanta la sesión.
Eran las doce y veinte minutos del mediodía.
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