DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 29, de 30/03/2017
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DE LAS CORTES GENERALES
COMISIONES MIXTAS
Año 2017 XII LEGISLATURA Núm. 29
PARA LA UNIÓN EUROPEA
PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª MARÍA SORAYA RODRÍGUEZ RAMOS
Sesión núm. 11
celebrada el jueves
30 de marzo de 2017
en el Palacio del Congreso de los Diputados
ORDEN DEL DÍA:
Comparecencia:
- Del señor vicepresidente primero de la Comisión Europea (Timmermans),
para tratar asuntos relativos a su competencia. Por acuerdo de la
Comisión Mixta para la Unión Europea. (Número de expediente del Congreso
de los Diputados 219/000364 y número de expediente del Senado 713/000143)
... (Página2)
Debate sobre control de subsidiariedad de iniciativas legislativas de la
Unión Europea:
- Propuesta de directiva del Parlamento Europeo y del Consejo sobre la
lucha contra el blanqueo de capitales mediante el derecho penal [COM
(2016) 826 final] [2016/0414 (COD)]. (Número de expediente del Congreso
de los Diputados 282/000052 y número de expediente del Senado 574/000050)
... (Página16)
- Propuesta de reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo sobre el
respeto de la vida privada y la protección de los datos personales en el
sector de las comunicaciones electrónicas y por el que se deroga la
Directiva 2002/58/CE (reglamento sobre la privacidad y las comunicaciones
electrónicas) (texto pertinente a efectos del EEE) [COM (2017) 10 final]
[2017/0003 (COD)] [SWD (2017) 3 final] [SWD (2017) 4 final] [SWD (2017) 5
final] [SWD (2017) 6 final]. (Número de expediente del Congreso de los
Diputados 282/000055 y número de expediente del Senado 574/000053) ... (Página17)
Se abre la sesión a las cuatro y quince minutos de la tarde.
COMPARECENCIA:
- DEL SEÑOR VICEPRESIDENTE PRIMERO DE LA COMISIÓN EUROPEA (TIMMERMANS),
PARA TRATAR ASUNTOS RELATIVOS A SU COMPETENCIA. POR ACUERDO DE LA
COMISIÓN MIXTA PARA LA UNIÓN EUROPEA. (Número de expediente del Congreso
de los Diputados 219/000364 y número de expediente del Senado
713/000143).
La señora PRESIDENTA: Buenas tardes, señorías. En primer lugar, en nombre
de la Comisión quiero agradecer al señor comisario su presencia y que
haya encontrado tiempo, en su ajetreada y ocupada agenda en España, para
tener este encuentro o intercambio de opiniones con los miembros de la
Comisión Mixta, Congreso y Senado, para la Unión Europea. Muchísimas
gracias por estar hoy aquí con nosotros. Estimados colegas, vamos a
celebrar, por tanto, la comparecencia del vicepresidente primero de la
Comisión Europea, don Frans Timmermans, para tratar asuntos relativos a
su competencia.
Tiene la palabra el señor comisario.
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO DE LA COMISIÓN EUROPEA (Timmermans):
Muchas gracias, señora presidenta.
Lamento mucho que mi español no sea lo suficientemente bueno como para que
les pueda hablar en su idioma. El problema de hablar una lengua pero un
poquito nada más es que, en vez de decir lo que uno quiere decir, uno
empieza a decir lo que puede decir, y eso quizás puede no ser lo mismo.
Quiero evitar cualquier tipo de error, y lo lamento mucho pero tendré que
dirigirme a ustedes en inglés. Muchísimas gracias por recibirme en esta
Comisión Mixta para la Unión Europea.
Cuando viajo a un Estado miembro es para mí un deber ir al Parlamento,
¿por qué? Porque estoy convencido de que una de las principales
soluciones de nuestro problema de déficit democrático es incrementar el
papel y la participación de los Parlamentos nacionales en la toma de
decisiones a nivel europeo. He luchado por esto apasionadamente toda mi
vida, sobre todo mientras fui miembro del Parlamento de mi país. Sé que
uno está donde está y que cuando deja el Parlamento tiene otras
prioridades, pero sigo creyendo fervientemente en que esto es uno de los
principales puntos de nuestra agenda. Lo he comentado hace unos minutos
con la presidenta de su Parlamento, que coincide conmigo y, además, me ha
pedido que vuelva en el futuro para hablar de estos temas.
Por supuesto, en un día como hoy todos estamos muy preocupados con
cuestiones como el brexit y los debates en torno al mismo. Ayer recibimos
la carta de la presidenta May en la que el Reino Unido solicita que el
procedimiento de salida se ponga en marcha. Vamos a ver qué ocurre ahora,
los veintisiete Estados miembros que quedan van a leer esta carta, y se
reunirán en el Consejo en Bruselas para establecer también unas
directrices de cara a las negociaciones. La Comisión Europea iniciará las
negociaciones en nombre de la Unión Europea y sus veintisiete miembros.
Queremos hacerlo de una manera que refleje claramente los intereses de
los Veintisiete. Voy a decirles algunas cosas al respecto desde mi
perspectiva: lo vamos hacer por nuestros ciudadanos de manera que, en
primer lugar, debemos mirar por sus intereses vivan donde vivan; sea cual
sea su nacionalidad son ciudadanos europeos y son sus intereses los que
defendemos. En segundo lugar, debemos asegurarnos de que en este divorcio
haya acuerdos justos, de manera que cada uno se responsabilice de los
acuerdos que previamente había contraído. Esto no significa castigar a
nadie, no es una visión punitiva, simplemente es lo que hay que hacer de
acuerdo con una ética; uno establece un acuerdo, luego se separa pero los
acuerdos que se habían contraído hay que respetarlos. En tercer lugar hay
otra cuestión que va llevar a negociaciones y debates difíciles, y es qué
vamos hacer con las fronteras. Y aquí hay una cuestión muy específica que
va a ser difícil de manejar, que es la situación de Irlanda del Norte y
la frontera que separa la República de Irlanda. Creo que nuestra actitud
en todo ello debe ser la de hacer el menor daño posible, y esa va a ser
la mejor manera de servir y ser útiles a los ciudadanos de Europa.
También estoy convencido de que los veintisiete Estados miembros deben
estar unidos en todo esto. Todos sabemos que el brexit no afectará a
todos los Estados miembros de la misma manera, algunos se verán más
afectados que otros -ya he hablado del caso de Irlanda-, y la única
manera en la que podemos negociar en nombre de los Veintisiete es que
todos nosotros reconozcamos nuestra posición en la forma en que
negociamos. Lo digo en este Parlamento porque presupongo que ustedes
también a veces tienen posiciones diferentes a la del Gobierno y
negocian. Ayer don Alfonso Dastis hizo una declaración en nombre del
Gobierno. El Gobierno
y ustedes pueden tener posiciones distintas, la Comisión y el Gobierno
español a veces también tenemos posiciones distintas. Esto es lo que
quería decir acerca del brexit, y si ustedes tienen cualquier duda o
pregunta al respecto estaré encantado de responderles.
Hace dos años yo era bastante pesimista respecto al futuro porque pensaba
que las personas no veían que esta Unión Europea podría desmembrarse.
Esto me sucedió hace dos años por primera vez y llevo trabajando a favor
de Europa durante toda mi vida profesional, desde el mismo día en que
dejé el Ejército y me convertí en diplomático en 1987 -Dios mío, son
treinta años, me acabo de dar cuenta-, y en estos treinta años sin duda
han pasado muchas cosas, algunas son milagrosas. Quizás ustedes no lo
puedan ver porque España sale ahora mismo de esta crisis tan terrible,
pero si nosotros nos pudiéramos teletransportar a un punto hace treinta
años y observáramos lo que era España para después volver al presente -no
estoy diciendo que esto lo haya conseguido la Comisión Europea, ha sido
el pueblo español-, nos daríamos cuenta de que ha sido una historia de
éxito claramente. Si fuéramos ahora a Europa del Este -yo como soldado
fui entrenado para luchar contra los países del Este en Europa y tengo
importantes recuerdos de qué aspecto tenían en 1990 y en toda esa década-
veríamos que el cambio ha sido extraordinario. Lo que realmente supone
hoy un reto es el peligro moral y político, el hecho de que los países ya
no confían unos en otros, parece que el otro país está pensando
únicamente en su propio interés sin tener en cuenta a los demás. Mirarnos
unos a otros con estos estereotipos, con estos tópicos en mente, nos está
matando. Si contemplamos Europa desde una perspectiva global no hay
Estados grandes, hay dos tipos de Estados: Estados miembros pequeños y
otros que no saben todavía que son pequeños. En este mundo que cambia a
una velocidad tan acelerada vamos a ser muchísimo más fuertes si estamos
juntos. Nuestras diferencias son tan nimias comparadas con las
diferencias que tenemos frente a otros lugares, que verdaderamente
deberíamos superar nuestras diferencias internas. El brexit es un
episodio que me parece muy triste, a mí me ha entristecido mucho, pero al
mismo tiempo debería despertarnos en el sentido de que hay que estar
unidos, porque el mundo está cambiando de una forma tan vertiginosa que
hay muchas personas que tienen la sensación de que se les va a dejar
atrás, de que el futuro es sombrío y van a estar mucho peor que hoy.
Tenemos que hacer algo al respecto para que las personas recuperen el
optimismo. En cambio, la opción de dejar Europa y convertirse al
populismo no nos va a salvar, no va a hacer nada bueno por nosotros. Por
eso soy un europeísta convencido.
Creo que tenemos que utilizar el libro blanco para un debate pleno sobre
el presente y futuro de Europa. El libro blanco es un intento de la
Comisión de invitar a los Estados miembros a debatir el futuro de nuestro
proyecto europeo común; en qué dirección debemos ir, qué debemos dejar
atrás, qué debemos cambiar e introducir en este barco. Y espero que
ustedes también aprovechen esta oportunidad en el Parlamento Europeo y
debatan. No sé si ustedes se van a basar o no en el libro blanco o en
otras directivas, ustedes elijan y lleven esta elección a la mesa de
negociaciones en Europa para convencer a otros miembros. Creo que esa es
la manera en que habría que trabajar. Y ahora estoy encantado de recibir
cualquier pregunta o comentario sobre cualquier asunto que les parezca
bien.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias por su intervención.
Pasamos ahora a las intervenciones de los portavoces de los grupos
políticos, por un tiempo de cinco minutos. En primer lugar, por el Grupo
Parlamentario Mixto tiene la palabra el señor Martínez Oblanca.
El señor MARTÍNEZ OBLANCA: Muchas gracias.
Buenas tardes, me sumo, señora presidenta, a sus palabras de bienvenida
con mi agradecimiento por la oportunidad de escuchar de primera mano en
este momento histórico, tras la activación ayer de la salida del Reino
Unido, el testimonio de un cargo tan relevante y, sobre todo, de uno de
los europeístas más tenaces tal y como acredita su trayectoria política
de treinta años en la Unión Europea.
Señor vicepresidente primero, a finales de febrero de 2015, hace poco más
de dos años, ya estuvo usted aquí mismo para informar sobre el programa
de la Comisión Europea. En su anterior visita a las Cortes se habló mucho
de la integración europea, hoy por el contrario se habla de amenazas y de
riesgo de desintegración. En aquel entonces usted puso énfasis en la
necesidad de trabajar con los Parlamentos nacionales en la preparación de
la legislación comunitaria, y apelaba a fortalecer un puente entre los
ciudadanos europeos y las instituciones. Le pregunto si este propósito se
está cumpliendo, sobre todo cuando tenemos tan recientes las lamentables
declaraciones del presidente del Eurogrupo, el señor Dijsselbloem,
descalificando a los países del sur. Aunque el pasado sábado celebramos
los sesenta años del Tratado de Roma, el europeísmo sufre achaques y
magulladuras que son peores aún si encima las
atizan con frases irresponsables. Por cierto, me alegró mucho leer que no
se anduvo usted con rodeos o titubeos para reprocharlas, le felicito.
Señor Timmermans, su experiencia le acredita como un profundo conocedor de
los entresijos de la Unión Europea, de sus instituciones y procedimientos
de funcionamiento. Usted conoce a la perfección los principios
inspiradores de la Unión Europea para impulsar políticas económicas,
sociales y territoriales, orientadas a la consecución de los objetivos de
convergencia y de cohesión que tienen su base en la solidaridad. Recalco
lo de la solidaridad porque para mí, que aquí en las Cortes Generales de
España soy uno de los representantes de Asturias, una comunidad en
acusado proceso de decadencia, la clave de la Unión Europea y de nuestra
Constitución española es precisamente esa, la solidaridad; o sea, que los
que más tienen repartan entre los que tienen menos y lo necesitan. Mi
tierra va peor porque en España los criterios europeos de convergencia,
cohesión y solidaridad no se están aplicando. Llevo a todas partes este
interesantísimo documento recientemente difundido por la Comisión
Europea. (Muestra un documento). Se trata del Índice de competitividad de
las regiones, elaborado cada tres años tras analizar y comparar una
diversidad de factores que permiten establecer rangos entre las 263
regiones europeas. Asturias en materia de infraestructuras está en la
cola de Europa, puesto 222 de 263, con una nota de 9,10 sobre 100; si,
han oído bien, 9,10 sobre 100. Sepa usted, señor vicepresidente -y ya se
lo hace saber también a la comisaria de Transportes, la señora Bulc-, que
el Gobierno español quiere sustraernos la alta velocidad ferroviaria en
los túneles de Pajares, en los que ya se han invertido más de 3.000
millones de euros; para Asturias ni competitividad ni solidaridad ni
convergencia europea.
Por otra parte, en el mapa producto de este indicador oficial de la
Comisión Europea se aprecia claramente que hay como mínimo dos Europas:
por un lado, la de las regiones que entre otros aspectos tienen buenos
niveles macroeconómicos, de infraestructuras, de salud, de educación
tanto básica como especializada, de eficiencia en los mercados y de
innovación. Por otro lado, las demás regiones europeas que están peor o
mucho peor. (Muestra un gráfico). Los colores permiten distinguirlo con
detalle, una parte de las regiones europeas están respecto a este índice
de la mitad hacia abajo, o sea, en el bloque menos competitivo. Y esa es
una realidad que compartimos con Italia, Portugal y los países miembros
del Este europeo como Polonia, los peores son Grecia y Rumania. Pero lo
más relevante es que si cotejamos este índice con el que se elaboró hace
tres años, queda en evidencia que lejos de cerrarse la brecha entre
regiones europeas se ha profundizado; los que iban mejor se han mantenido
o han mejorado, y los que estaban mal han ido a peor, lo que como mínimo
refleja que los mecanismos de solidaridad europeos hay que afinarlos
porque, de lo contrario, la identidad europea va a sufrir muchos
varapalos. Indudablemente, si el bienestar de los europeos pasa por el
crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo, hay regiones
que tienen perfecto derecho a sentirse preocupadas por lo que se ha
denominado la Europa de dos velocidades, porque para las que están detrás
significa que no tendrán expectativas de salir de la segunda o tercera
división. Y eso sería malo para una parte sustancial de los 500 millones
de europeos y, por tanto, para la Unión Europea en la que todos creemos.
En todo caso, señor vicepresidente, le deseo a usted y a toda la Comisión
Europea los mejores éxitos en los próximos años.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Martínez Oblanca.
Por el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), tiene la palabra don Aitor
Esteban.
El señor ESTEBAN BRAVO: Muchas gracias, señora presidenta.
Muchas gracias, señor Timmermans, por su presencia y por sus palabras. Ha
hablado usted de Europa en términos optimistas y yo lo saludo porque
también soy optimista. Le habla el representante de un partido
nacionalista, pero un partido nacionalista muy europeísta y que está
dispuesto a llegar al final en ese proceso de unión. Creemos que es el
futuro de todos nosotros. Yo sí creo que esta situación, que no
esperábamos hace muy poco tiempo, debe ser un acicate y una auténtica
oportunidad para Europa en todos los sentidos. Me ha gustado oírle decir
que es importante el papel de los Parlamentos en la toma de decisiones y,
sobre todo, para recibir el input ciudadano. Ahí cada Parlamento tiene un
rol y unas competencias que asume y debería llegar su voz en todos los
niveles. Creo que ahora tenemos unas estructuras que están bien para ese
proceso de elaboración y transposición de las directivas y para que las
voces parlamentarias lleguen, pero sería bueno desarrollarlo más. De
todas maneras, ante esta nueva situación me gustaría saber si cree que la
Declaración de Roma del fin de semana pasado constituye un verdadero
impulso para una mayor y más integrada Europa, cómo podemos conseguir que
tenga
repercusión en un corto plazo. Por otra parte, uno de los ámbitos en los
que hasta ahora el Reino Unido suponía un lastre ha sido el capítulo de
defensa y seguridad. Quizás es uno de los capítulos que exige una mayor
integración con más urgencia, pero ¿en qué otros aspectos en los que
exista un núcleo, al menos en parte de los Estados miembros, sugiere
usted que se podría avanzar? En este proceso y ante esta situación, qué
esfuerzo les pide a los Estados miembros, cómo podemos mejorar la imagen
de la Unión Europea ante los ciudadanos europeos, y cómo hacer que
vuelvan a confiar en la Unión Europea.
La declaración del brexit del Gobierno británico de ayer me sorprendió, yo
quiero entender que no querían decir que ponían en la mesa de la
negociación como un instrumento a utilizar el asunto de la seguridad,
creo que sería muy grave. En ese sentido no solo atañe a Europa, Europa
como unidad debe conseguir desempeñar un papel cada vez mayor pero,
utilizando una frase que ya está un poco pasada de moda y que todavía
tiene su valor, concierne a todo el mundo libre, es una responsabilidad
de todos. Por tanto, sinceramente me sorprendió. Desde su punto de vista,
el conjunto de los países que quedan dentro de la Unión Europea ¿cómo
debe afrontar ese tema en las discusiones con el Reino Unido?
Por otra parte, voy a hacerle un comentario sin esperar una respuesta
porque tampoco le quiero poner en un compromiso. Simplemente creo que es
mi obligación decirlo porque es algo que pienso, pero ni le estoy
pidiendo una respuesta ni le quiero poner en un compromiso porque,
además, estamos en el Parlamento que estamos. Pero creo que usted ha
dicho antes algo muy importante que hablaba de Irlanda del Norte y decía
no importa la nacionalidad que tengan nuestros ciudadanos, pero son
ciudadanos europeos y les debemos una respuesta. Hay procesos en marcha
que pueden acabar de una u otra manera, está el tema escocés. No sé la
respuesta que va a dar ahora el Parlamento británico a Holyrood en cuanto
a su segunda petición de un referéndum. No sé cómo van a desarrollarse
los asuntos en Cataluña, etcétera. Simplemente, esto lo hago como
reflexión. Insisto, no espero que me dé una respuesta. Lo hago como
reflexión, como parlamentario y como alguien que cree conocer algunas
realidades de naciones dentro de Europa que tienen unas ciertas
inquietudes y con serenidad y en un momento más tranquilo Europa va a
tener finalmente que pensar en dar una respuesta a una posible, en su
caso, ampliación interior. Quiero decir, al final, la respuesta, en mi
opinión, que se puede dar a unos ciudadanos como a los escoceses -voy a
hablar de algo que queda un poquito más lejos, a más kilómetros de
distancia- que parece que quieren mostrar una voluntad clara de seguir
perteneciendo a Europa y que son ciudadanos europeos de ayer, simplemente
te quedas fuera, te quedas a la cola incluso de países que no han sido
nada europeístas y que ahora están pidiendo la entrada en la Unión, me
parece que es una discriminación de trato. Lo dejo simplemente ahí, pero
quería manifestarle estas reflexiones.
Me gustaría conocer su opinión sobre el ámbito exterior de la Unión
Europea. Uno es algo que debería preocuparnos a todos, aunque me parece
que en España queda también muy lejos, que es Rusia y la geoestrategia
con respecto a Rusia. Voy acabando, señora presidenta. Me gustaría
conocer su opinión sobre los últimos movimientos que se han dado, sobre
la importancia de mantener una política común y unida con respecto a
Rusia y también en todo esto la importancia que tiene la materia
energética. Por ejemplo, la dependencia que en estos momentos el Este y
el Centro de Europa tienen del gas ruso. Creo que ahí Europa debería
trabajar más efectivamente, porque además países como España pueden
aportar soluciones.
Termino, señora presidenta. Voy simplemente a mencionarlo. Nueva política
con respecto a Estados Unidos. Cuál ha sido la diferencia que desde la
Comisión se ha notado con respecto a la nueva administración, imagino que
del TTIP ya ni se habla, pero también con respecto a otras materias. Por
último, si tiene tiempo y quiere entrar en la cuestión Turquía.
La señora PRESIDENTA: Acabe ya.
El señor ESTEBAN BRAVO: Turquía, simplemente las últimas declaraciones y
las tensiones sobre todo con un socio tan importante como es Alemania.
Acabo, señora presidenta, pero oiga no tenemos al señor Timmermans todos
los días aquí, hay que aprovechar la ocasión. Lo entiendo, no hace falta
que me dé explicaciones.
La señora PRESIDENTA: El problema es que el comisario trae un tiempo
limitado y si no controlamos el tiempo de las intervenciones de los
portavoces él no tendrá tiempo de responder. Es mejor que responda a
algunas cuestiones, aunque no sea a todas. Tiene la palabra ahora, en
nombre de Esquerra Republicana, la señora Castel.
Señor Timmermans, celebro la oportunidad que nos brinda su presencia en
esta Cámara y le doy la bienvenida. Sus responsabilidades en materia de
Estado de derecho y derechos fundamentales le sitúan en el corazón del
debate existencial de esta Unión Europea que acaba de celebrar sesenta
años de sus tratados constitutivos. Porque son estos principios y valores
fundacionales los que habría que rescatar hoy para reivindicar la
vigencia de la construcción europea y enderezar su rumbo para reconectar
con sus ciudadanos.
El pasado 27 de septiembre de 2015 el pueblo de Cataluña votó
mayoritariamente a fuerzas políticas favorables a la independencia de
Cataluña. Durante los últimos años más del 80% del pueblo catalán ha
manifestado querer resolver este conflicto político mediante un
referéndum acordado con el Gobierno español, como ha sucedido con el
Reino Unido y Escocia. De manera que se permita al pueblo de Cataluña
decidir su futuro político. Sin embargo, y a pesar de las peticiones
enmarcadas en movilizaciones masivas, pacíficas y repetidas desde hace
cinco años, con la participación de más de 2 millones de catalanes,
ciudadanos europeos, el Gobierno de España se niega a acordar este
referéndum. Ante esta reiterada negativa, el Gobierno de Cataluña convocó
una consulta participativa que no tenía consecuencias jurídicas y cuyo
objetivo era dilucidar la voluntad de los catalanes, ciudadanos europeos.
Participaron más de 2.300.000 personas, de las cuales más del 80% votaron
a favor de la independencia de Cataluña. La reacción de las instituciones
españolas ha sido la suspensión y posterior nulidad de esta consulta
democrática, por parte de un Tribunal Constitucional politizado. La
exigencia de responsabilidades penales a miembros del Gobierno catalán y
algún miembro de estas Cortes, Francesc Homs, ayer expulsado en el
transcurso del Pleno. Miembros elegidos democráticamente, representantes
nuestros, que solo cumplían el cometido electoral por el que fueron
elegidos e incluso la exigencia de responsabilidades penales a la
Presidencia y a miembros de la Mesa del Parlamento catalán para debatir
-repito, debatir- en sede parlamentaria la independencia de Cataluña,
violando las prerrogativas parlamentarias que toda democracia consolidada
debería proteger y defender y conculcando los derechos de libertad de
opinión, libertad de expresión y derecho a la representación política. El
Gobierno español no permite canalizar la voluntad de la inmensa mayoría
de catalanes de decidir democráticamente su futuro político mediante un
referéndum acordado y legal. Actuando de manera reiterada, al menos en
este asunto, contra los propios principios democráticos establecidos y
aceptados por la Unión Europea.
En julio de 2013, el Parlamento Europeo pidió que se evaluara a los
Estados miembros en cuanto a su cumplimiento de los valores fundamentales
de la Unión y de los requisitos de democracia y Estado de derecho. La
comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo Europeo
titulada Un nuevo marco de la Unión Europea para reforzar el Estado de
derecho, responde a estas peticiones para garantizar una protección
eficaz y coherente del Estado de derecho. Entre los principios y normas
que se derivan del Estado de derecho se incluyen entre otros, según esta
propia comunicación, la prohibición de la arbitrariedad de los poderes
ejecutivos, unos tribunales independientes e imparciales y el respeto a
los derechos fundamentales, porque garantizan el cumplimiento y el
respeto de la democracia y los derechos humanos. Como establece esta
comunicación, el marco se activa cuando las autoridades de un Estado
miembro están adoptando medidas que pueden afectar sistemática y
negativamente al funcionamiento de las instituciones y mecanismos que
garantizan el Estado de derecho. Para que se active debe afectar al
ordenamiento político, institucional o jurídico de un Estado o bien a la
separación de poderes o a la independencia e imparcialidad del Poder
Judicial o incluso a su sistema de control judicial incluida la justicia
constitucional.
Por todo lo expuesto, señor Timmermans, creo que estará de acuerdo conmigo
en que hay suficientes indicios de una amenaza sistémica para el Estado
de derecho en España, conculcándose los derechos del pueblo catalán, una
minoría nacional. Desde Esquerra le pedimos que active el marco y que la
Comisión recopile y analice la información pertinente, de manera que le
permita dirigir recomendaciones concretas al Gobierno español. Los
catalanes esperamos que la Unión Europea sea fiel a su tradición, que
ejerza su papel, ese papel transformador, que favorezca el diálogo entre
el Estado y Cataluña, que no se esconda tras los Estados miembros y sea
el elemento catalizador de ese diálogo neutral, pero constructivo.
Cataluña mantiene una gran vocación europea y un compromiso activo con la
Unión Europea. Queremos recuperar la plena soberanía para compartirla con
nuestros socios europeos en aquellos ámbitos en que juntos somos más
fuertes. Nuestro proyecto no es excluyente, sino integrador. No es de
extremos, sino transversal. No es euroescéptico, sino proeuropeo.
Para concluir, quiero decirle que estaremos encantados de recibirle en
Barcelona, donde por cierto la Comisión Europea tiene una representación.
Muchas gracias, presidenta. Muchas gracias, señor Timmermans.
La señora PRESIDENTA: Gracias.
Tiene la palabra ahora por Ciudadanos, el señor Maura Barandiarán.
El señor MAURA BARANDIARÁN: Gracias, señora presidenta.
Quiero unirme a la bienvenida al vicepresidente de la Comisión Europea,
señor Timmermans. Quiero empezar coincidiendo con el diagnóstico que él
hace sobre la situación de la Unión Europea y la necesidad que tiene la
Unión de afrontar este momento político importantísimo tras el brexit
para reforzar la cohesión de la Unión Europea hacia el futuro. La palabra
futuro es la palabra que debe presidir todas las actuaciones de la Unión
sobre la base de una integración más justa de todos los países miembros
que quedamos. No le voy a plantear ninguna pregunta respecto del brexit
sobre el cual ya debatimos ayer en esta Comisión y seguiremos debatiendo
en el futuro.
En relación con el white paper me gustaría saber si la Comisión Europea
está preparando algunos estudios más desarrollados sobre los cinco
escenarios que nos presentaron ustedes en el white paper y, en su caso,
cuándo los van a hacer públicos. Tenemos noticia desde nuestro grupo
parlamentario ALDE en el Parlamento Europeo que el white paper ha
producido un cierto rechazo en algunos países del Este de Europa. Querría
saber si van a añadir ustedes algún nuevo escenario a los cinco del white
paper y si este nuevo escenario va a producirse en relación con el
rechazo de algunos países del Este, rechazo que tiene que ver con los
escenarios cuatro y cinco del white paper y si es así, si lo van a
presentar qué criterio tiene usted respecto de ello.
Hay un punto importante que se sitúa en la escena política actual europea
que es la seguridad común y la OTAN. ¿Qué expectativas tiene la Comisión
respecto de la cumbre de la OTAN del próximo 25 de mayo y cómo están
ahora las relaciones con el Ejecutivo, con la Administración Trump,
respecto de la OTAN? ¿En este mismo sentido qué pasos está dando hacia la
creación de una verdadera política europea de seguridad común en
desarrollo de una defensa europea tras la salida del Reino Unido? Por
cierto, que siempre bloqueaba avances en esta área.
Como estamos en el Parlamento español y ya se han producido algunas
intervenciones sobre Cataluña, debo decirle, señor Timmermans, que
nuestro grupo observa con preocupación desde España la deriva que está
tomando el Gobierno de la Generalitat de Catalunya y su obstinada
persecución de apoyos políticos tanto en Europa como en Estados Unidos.
¿Podría usted, que es una voz autorizada de las instituciones europeas,
explicarnos las consecuencias de una Cataluña que pretende ser
independiente en lo que se refiere a su situación en la Unión Europea?
¿Podría usted explicarnos si perdería o no esa condición de miembro de la
Unión Europea? ¿En lo que se refiere al asunto de la ciudadanía europea,
que está asociado a la permanencia de un país en la Unión Europea de la
misma manera, podrían ser considerados los catalanes ciudadanos europeos
fuera de España?
Para terminar, señor Timmermans, esta Comisión ha estudiado con mucha
preocupación el asunto grave, a veces tremendo, desde el punto de vista
humano, de los refugiados. Quería preguntarle: ¿Cuál es la situación
respecto a los países que están pidiendo cortar los fondos europeos a
aquellos Estados miembros que no cumplan con las cuotas de refugiados?
Una pregunta concreta en relación con lo que hace referencia a España:
¿Está España cumpliendo con su compromiso? Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Maura.
Tiene la palabra ahora por el Grupo Confederal de Unidos Podemos-En Comú
Podem-En Marea, el señor Gómez-Reino.
El señor GÓMEZ-REINO VARELA: Muchas gracias, señora presidenta.
Muchas gracias y bienvenido, señor Timmermans. Quiero agradecerle su
visita, pero también decirle que es cierto que pensábamos que íbamos a
escuchar una intervención breve, pero un poco más detallada sobre asuntos
que creemos relevantes y lo decimos evidentemente con el máximo respeto,
pero es cierto que teníamos ganas de escuchar más cosas. Desde nuestro
grupo creemos que Europa no se construye sin europeístas y que muchas
veces son precisamente aquellos que más golpean la propuesta y el
proyecto de Europa y a la ciudadanía europea los que se quieren arrogar
de ese papel y no queremos que sea así. En todo caso, creemos que Europa
no se puede construir sin un proyecto y rumbo definido y,
sobre todo, con propuestas que en muchos casos, bien sea desde la Comisión
o desde los Estados miembros van contra la voluntad mayoritaria y en
muchos casos contra el día a día y la realidad de las vidas de las
personas que construyen Europa y la Unión Europea. El más claro y no es
evidentemente un radical, pero después de la reunión de Roma de hace unos
días fue probablemente el papa Francisco, que fue quien dijo que cada
organismo que pierde el sentido de su camino, que pierde el mirar hacia
delante, sufre una involución y al final corre directamente el riesgo de
morir. Europa está en un momento clave, pero también en un momento de
crisis y creo que hay que afrontarlo de esta manera. Nuestra Europa, la
Europa en la que nosotros creemos es la de los derechos humanos, la de
los derechos sociales, la de la solidaridad y la de la profundización de
la democracia y el bienestar. En ese sentido creemos que últimamente,
tanto las instituciones europeas, como decía antes, como algunos de los
Estados miembros no caminan en ese sentido, sino en muchas ocasiones en
el contrario.
Tenemos poco tiempo con lo cual le voy a hacer simplemente cinco
consideraciones y cinco preguntas concretas sobre temas que nos parecen
fundamentales: la democracia; la Europa de los derechos sociales;
derechos humanos; el sector primario, que nos preocupa especialmente, y
el papel que piensan que tiene que tener Europa en este mundo tan
cambiante. Sobre lo primero, creemos que tanto la emergencia de partidos
no populistas, diría directamente xenófobos, de extrema derecha, y, por
otra parte, esta fuerza centrífuga que está llevando a algunos países a
abandonar o a bien a cuestionarse su papel dentro de la Unión Europea
está directamente relacionado con la enorme desafección de la ciudadanía
sobre las instituciones que entiende como distantes. Además de eso,
creemos que también va en este sentido la captura en muchos casos de las
políticas europeas por parte de poderosos lobbies y por un tecnocratismo
bajo desde nuestro punto de vista muchas veces ciego. Junto a esto, la
falta de decisión directa de la ciudadanía en materias clave
evidentemente no ayuda. A este respecto dos preguntas. En primer lugar,
¿cuál cree que debe ser la alternativa institucional que permitiría que
la ciudadanía pueda definir el destino de la Unión Europea? En segundo
lugar, ¿creen ustedes que las reformas de la Unión Europea, aquellas que
son realmente relevantes, deben de ser votadas en referéndum por los
pueblos y la ciudadanía de cada uno de los países europeos?
En cuanto a los derechos sociales, la crisis ha golpeado de una forma
brutal a la mayoría de las sociedades europeas y frente a esto en muchos
casos la Unión Europea ha decidido el camino de la austeridad, del
austericidio que decimos nosotros, defendiendo intereses en muchos casos
de bancos, de acreedores, frente a las necesidades de la mayoría. Las
limitaciones del déficit público, de la deuda que impide que los Estados
puedan realizar políticas anticíclicas promoviendo el gasto público para
combatir la crisis o practicar la solidaridad, pero también apostar por
un desarrollo pensando en las personas. Todo esto evidentemente para
nosotros son grandes problemas. En ese sentido, una pregunta. ¿Cree que
la Unión Europea, en contra de lo que han hecho otros países avanzados,
debe mantener políticas austericidas que impidan el desarrollo de los
países, en especial de los países del sur?
Sigo con el tercer tema, sector primario, como le decía, la Unión Europea
ha dedicado históricamente una gran parte de su presupuesto a la política
agraria, situándose en este momento el presupuesto en política agrícola
común en un 40%. En el caso español, desde nuestro punto de vista, ha
servido para enriquecer a terratenientes y a grandes empresas de la
alimentación, en vez de fortalecer y renovar a los pequeños y medianos
agricultores. A este respecto, otra pregunta, ¿qué tienen pensado hacer
la Comisión y la Unión Europea para que su política agraria actúe
realmente a favor de los pequeños productores del sector primario que
debieran de ser protagonistas, junto a calidad alimentaria y medio
ambiente, de las políticas agrarias y pesqueras?
Derechos humanos, y ya voy llegando al final, todos los días mueren
alrededor de ocho personas de media en el Mediterráneo, convirtiendo el
mar que nos es común con otros países hermanos en una fosa común. La
Unión Europea que se está constituyendo como una Europa fortaleza incapaz
de gestionar la situación de los refugiados. Una Unión Europea que se
construyó precisamente con refugiados y con emigrantes. ¿Cree que nos
podemos permitir la muerte de gente todos los días queriendo acceder a
nuestros territorios? Finalmente, qué opina de las condiciones de vida de
los campos de refugiados que nos recuerdan en muchos casos a Lagers,
auténticos campos de concentración.
Última pregunta, estamos en tiempos de cambio en el contexto
internacional, creemos que desgraciadamente Europa está perdiendo
posiciones netamente en lo económico, además en su incapacidad como actor
político por no tener un rumbo, como decíamos inicialmente, además
estamos diluyendo nuestro modelo social y nuestra pretendida superioridad
moral como espacio de derechos y libertades.
La señora PRESIDENTA: Perdóneme, tiene que finalizar ya. Haga la pregunta,
por favor.
El señor GÓMEZ-REINO VERELA: ¿Cuál cree que va a ser la posición de la
Unión Europea respecto a la relación con el Gobierno Trump? ¿Cuál cree
que tiene que ser la actuación de la Unión Europea en lo que tiene que
ver con Oriente Medio, el conflicto sirio y otros conflictos?
Y ya acabo. Simplemente, quiero decirle...
La señora PRESIDENTA: Tiene que acabar -lo siento-, porque, si no, el
señor comisario no tendrá tiempo de contestar a nada.
El señor GÓMEZ-REINO VARELA: Quiero decirle no solo que sea contundente,
sino que le pida al señor Dijsselbloem que dimita.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Estoy siendo flexible hasta un minuto más, pero, les pido, por favor, que
sean conscientes de que tenemos un tiempo limitado.
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Pere Joan Pons.
El señor PONS SAMPIETRO: Buenas tardes y muchísimas gracias por estar en
esta Comisión. Usted decía que lleva treinta años en esto de Europa.
Estaba pensando que nosotros llevamos treinta y un años en la Unión
Europea y, pese a todo, somos un país democrático, moderno y en el que
impera la ley. Es una reflexión porque tenemos un debate un poco agitado.
Usted ha sido, efectivamente, muy conciso y yo me he quedado con dos
grandes ideas. Parece como si estuviésemos empezando de nuevo, desde el
optimismo, desde esa sensación de unidad y haciendo de los ciudadanos el
epicentro. Sus palabras me han hecho enlazar con un artículo de Jacques
Delors, Enrico Letta, Pascal Lamy de este fin de semana en el que se
habla de que estamos en un momento de confusión pero hay que rebelarse y
avanzar. Para ir directamente a las preguntas, en este artículo se dice
que no es necesario reformar los tratados. Usted ha hablado de déficit
democrático y considera que hay que reformar los tratados para avanzar.
Delors, Letta, Lamy hablan de que no hay que tener miedo a la famosa
Europa de diversas velocidades. No sé si usted se encuentra cómodo con
esa afirmación o no.
Esta mañana ha dado usted una conferencia titulada Inventando el camino de
Europa -esta tarde tiene otra- y el mensaje de Roma en el fin de semana
fue el de que el futuro está en nuestras manos, un mensaje optimista.
Ahora que tenemos estos dos años de brexit, después de las elecciones
alemanas y francesas, después de las holandesas, ¿ve usted un periodo de
estancamiento por esas negociaciones o ve un periodo compatible con la
aceleración del proyecto europeo del que ha hablado?
Usted ha hablado de hacer el menor daño posible. A mí me pareció ayer que
la banda sonora de Theresa May era heavy metal. Me pregunto cómo vamos a
poder mitigar el dolor que se puede producir y si no van a ser los
ciudadanos europeos los grandes perdedores de este proceso. Me gustaría
conocer su opinión.
El día 18 de marzo se cumplió el primer año del Acuerdo entre la Unión
Europea y Turquía. Usted dijo el día 26 de septiembre que, efectivamente,
se había conseguido el objetivo primario, que era alejar de los
conflictos a las personas que huían. Quiero preguntarle si usted cree que
esa gestión de la crisis ha conseguido generar mayor afección entre la
ciudadanía hacia el proyecto europeo, si cree que la gestión de la crisis
de los refugiados es un mal presagio para la gestión de lo que va a pasar
con respecto al brexit durante los dos próximos años.
Tiene esta tarde usted una conferencia cerca de aquí. Yo estuve en la
última, en que Javier Solana hablaba del déficit de dignidad que sufre
una parte importante de la sociedad. Usted ha hablado de déficit
democrático. El señor Solana decía que en muchos países de la Unión ha
habido crecimiento económico y que no se entiende cómo ha crecido tanto
el populismo, a lo que un periodista le contestaba que el problema es que
hay mucha gente que se siente abandonada. Ya que va a estar esta tarde en
ese mismo foro, en un foro que sigue ese debate, le pregunto si usted
cree que estos años, esta década perdida se ha entendido en Bruselas y
hay una cierta corrección, para que no haya tanta gente que sienta ese
déficit de dignidad. Basta ver el informe de la OCDE de noviembre de
2016, que dice que en España hay crecimiento pero que las políticas de
recortes siguen aumentando la brecha de la desigualdad. ¿Cómo hacemos
para que la gente no sienta ese déficit de dignidad tan fuerte?
Para terminar, quería preguntarle -esta claro que las declaraciones del
presidente del Eurogrupo fueron muy desafortunadas- si, de verdad, existe
hoy capacidad para entenderse norte y sur. Usted habló en Praga de que la
denominación este-oeste solo tiene carácter geográfico y ya no es una
nomenclatura moral. ¿No cree que hoy hay dificultad para entender norte y
sur, después de lo que hemos visto, la crisis de Grecia, esa crisis
existencial, etcétera? Me gustaría que contestara a esta cuestión, porque
esas declaraciones dan la sensación de que se ha entendido poco acerca de
lo que se ha sufrido en estos años.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, también por ajustarse al tiempo,
señor Pons.
Para finalizar, en nombre del Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra la señora Santa Ana Fernández.
La señora SANTA ANA FERNÁNDEZ: Muchas gracias, señora presidenta.
Señor Timmermans, en primer lugar, quiero agradecer su visita a nuestro
país y su comparecencia ante esta Comisión Mixta para la Unión Europea,
donde queremos manifestar la importancia de mantener un diálogo fluido
entre el Parlamento nacional y la Comisión Europea.
Quiero decirle, señor Timmermans, que no se puede convocar un referéndum
en Cataluña sencillamente porque es ilegal.
Dicho esto, el pasado 25 de marzo asistimos a la conmemoración del 60.º
aniversario del Tratado de Roma con unos compromisos muy importantes para
el futuro de la Unión Europea, donde, desde luego, todos hemos de
trabajar con ahínco, con esfuerzo y estar más comprometidos que nunca con
una Europa segura y protegida, próspera y sostenible, una Europa social y
una Europa más fuerte en la escena mundial. Nos encontramos en un momento
en que la Unión Europea debe posicionarse y decidir su futuro. Hace casi
un mes recibíamos con satisfacción el libro blanco de la Comisión y
quiero decirle que nuestro grupo parlamentario está a favor de más y
mejor integración y creemos que solo unidos y poniendo a los ciudadanos
como el centro del proyecto político europeo podremos defender
eficazmente nuestros valores y nuestros intereses. Estamos convencidos de
que la Unión Europea es el mayor logro histórico de paz, libertad,
democracia, seguridad, respeto a los derechos humanos y al Estado de
derecho. Pero, además, la Unión Europea es también un importantísimo
poder económico, con niveles de protección social y de bienestar sin
precedentes.
Nos encontramos en el momento en el que Europa se enfrenta a sus mayores y
más complejos desafíos y tenemos grandes retos por delante: una
recuperación económica que aún tiene que aportar beneficios a todos los
ciudadanos y llegar a todos los estratos de nuestra sociedad para poder
reducir la desigualdad, con una referencia especial a la creación de
empleo, sobre todo, para los jóvenes; unos flujos migratorios que han
puesto a prueba nuestras fronteras exteriores y que siguen constituyendo
un reto importantísimo en lo que se refiere a la capacidad de la Unión
Europea para aportar más solidaridad; un incremento de los populismos y
del sentimiento antieuropeo; una amenaza terrorista, que, obviamente,
preocupa también a los ciudadanos; el reto de la seguridad exterior y del
fortalecimiento de la política común de seguridad y defensa -y quiero
decirle, señor comisario, que estamos en un momento crucial para la
construcción de la defensa europea y también resaltar que España lidera,
junto con Alemania, Francia e Italia, el avance de la seguridad y defensa
en Europa-; y, además, el enorme desafío del brexit, acerca del cual ayer
el Gobierno británico invocaba el artículo 50 del Tratado de Lisboa para
comenzar con ese proceso de salida. Qué duda cabe de que los ciudadanos
europeos buscan respuestas a estos desafíos, buscan protección frente a
estas amenazas y buscan sus propias perspectivas, y todo ello constituye
el gran reto que tenemos todos los europeístas, porque a todo esto es a
lo que tiene que responder Europa.
Señor comisario, estamos convencidos de que España ha de tener un papel
fundamental en la nueva Unión Europea a Veintisiete. En estos momentos
estamos a la cabeza de Europa y el Gobierno de España viene trabajando
activamente por el liderazgo de nuestro país en la Unión, algo que además
nos corresponde por territorio, por población y por peso económico.
Además, España es un país mayoritariamente europeísta, lo que también
creemos que supone un valor añadido de cara a nuestros socios y las
instituciones europeas.
Ayer fue un día trascendental para Europa. Es la primera vez que un Estado
miembro decide abandonar la Unión y quiero decirle que en el ámbito de
esta Comisión Mixta hemos constituido una ponencia para estudiar las
consecuencias de la salida del Reino Unido tanto para nuestro país como
para
la Unión Europea, en su conjunto, y, como usted bien sabe, ayer era
inaugurada por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, el
señor Dastis. Aprovechando hoy su presencia en esta Comisión y tras el
día histórico de ayer, me gustaría plantearle dos preguntas, que además
creemos que son absolutamente relevantes. En primer lugar, ¿cuál es su
visión de esa Europa a Veintisiete? Me gustaría transmitirle que, a
nuestro modo de ver, una de las mayores fortalezas de este nuevo proyecto
europeo tiene que ser la unidad de los Veintisiete. En segundo lugar,
¿cuál es su valoración sobre este proceso de salida del Reino Unido y
cómo cree usted que puede ser esa futura relación entre el Reino Unido y
la Unión Europea?
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Santa Ana. También le
agradezco que haya cumplido con su tiempo.
Tiene la palabra la palabra el señor comisario.
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO DE LA COMISIÓN EUROPEA (Timmermans):
Muchas gracias por todas estas preguntas. Hay algunas provocadoras.
Quiero hacerles justicia y voy a contestar de la mejor manera que pueda.
Quizás me falte alguna observación y, si es así, quiero que me lo
recuerden.
Voy a empezar con la cuestión que se ha suscitado sobre los prejuicios,
los tópicos a partir de las observaciones del señor Dijsselbloem,
presidente del Eurogrupo, y el efecto que han tenido estos comentarios,
sobre todo, en España, y, por supuesto, en Portugal, Italia... Durante
todo el tiempo que he venido trabajando en estas cuestiones he visto que
los prejuicios y los estereotipos han sido siempre una forma de
dividirnos, no nos unen. Debido a la crisis que hemos tenido, la crisis
bancaria, seguida por esta tremenda crisis económica, devastadora,
también la de la migración, también los problemas con el terrorismo,
Europa ha empezado a preguntarse: ¿puedo confiar en que mis vecinos
entiendan mis problemas? Esta es una preocupación que ha surgido en toda
Europa. Quizás a veces surge cuando hablamos de migración, de bancos, de
sur y norte, pero tengo que decir que no solo ocurre entre Estados
miembros, lo vemos también en el seno de nuestras sociedades. Si me
permiten ustedes que insista en esto, creo que el problema es mucho más
profundo que solo un problema entre Estados miembros. Por primera vez en
dos generaciones, quizás tres, las personas, sobre todo, de las clases
medias, están empezando a pensar que sus hijos no lo van a tener mejor
que ellos, sino posiblemente peor. Temen que a sus hijos les vaya peor de
lo que nos va hoy, que tengan menor calidad de vida, y temen también que
sus hijos no vayan a prosperar en la escala social, sino que posiblemente
bajen. Temen esto y este temor quizás no sea solamente imaginario, puede
que sea real, podría pasar; las personas tampoco están totalmente locas,
está pasando en toda Europa.
Estamos ante la cuarta Revolución Industrial, que va a ser más brutal que
la tercera, la segunda y la primera. El mundo va a cambiar, va a cambiar
mucho, y la pregunta que se están haciendo muchas personas de las clases
medias en Europa es: ¿y quién está cuidando de mí?, ¿por qué me quedo
atrás? La pregunta decisiva en el referéndum sobre el brexit no fue sobre
la cuestión relativa a demasiada democracia, etcétera, la cuestión
esencial y el lema que les llevó a votar la salida fue: vamos a volver a
tener control sobre nuestros asuntos. Especialmente en las clases medias,
las personas no tienen la sensación de que puedan dirigir su propio
destino, y un reflejo que sigue a esto, debido a nuestra historia, es
dirigir entonces los ojos hacia la comunidad más pequeña, la
nación-Estado, como un refugio, un lugar donde uno se puede sentir
protegido. Pero, hagamos lo que hagamos, ¿creemos verdaderamente que
volver atrás y cerrarnos en una unidad más pequeña cambiará los
paradigmas de la cuarta Revolución Industrial, cambiará las condiciones?
¿El nacionalismo nos traerá algo mejor que trabajar unidos más allá de
las fronteras, como naciones europeas? Creo que no. El único problema que
encuentro es que no lo hablamos suficientemente. A lo largo de toda la
sociedad hay quienes abogan por ello, y dicen que nuestro problema es el
otro y que en cuanto quitemos al otro de delante estaremos encantados de
nuevo, que desaparecerán todos los problemas. Lo veo incluso en mi país,
también entre personas cercanas a mí. El señor Wilders tiene cierto
atractivo: vamos a quitarnos de en medio a todos los islamistas y todos
los problemas se van a solucionar. Pero es que las personas están
desesperadas y no les estamos dando soluciones mejores que estas, por
otro lado. Estos movimientos sí lo hacen, en cambio, sí les dan ciertas
respuestas. Cuando las personas se enfadan -y lo hacen por las cosas que
dijo el señor Dijsselbloem- es por esto, por la sensación de sentirse
responsable: me estás culpabilizando de algo y no tengo que ver con ello,
no quiero que me pongas en esta posición. Y esta es una actitud por la
que siento una gran simpatía, la verdad.
Por tanto, si no arreglamos las cosas en nuestras propias sociedades, en
nuestra sociedad, tampoco vamos a arreglar los problemas de Europa.
Europa no es más que la expresión de la voluntad de nuestros ciudadanos y
de nuestros Estados miembros, eso es lo que es. Bruselas no es ese
monstruo imaginario que lo hace todo mal y al que podemos echar la culpa
cada vez que algo no funciona en casa. Arreglar Europa empieza por que
los políticos nacionales dejen de jugar a este estúpido juego, al que
todos hemos jugado en algún momento. Cuando algo va bien, lo hemos hecho
nosotros; cuando algo va mal, es Bruselas la que tiene la culpa. ¿Qué
piensan ustedes? Si esto sucede durante muchos años, ¿qué va a pensar la
gente? Pues no tienen ideas positivas sobre Europa. Todo tiene un
principio y empieza en casa.
Tenemos un problema muy importante en nuestras sociedades con la
solidaridad. Lo siento mucho, no conocía la situación de Asturias en
detalle. Voy a tomar nota sobre lo que ha dicho y me gustaría que me
diera más información, para que lo pudiera estudiar más a fondo. Creo que
lo que usted ha hecho una vez más es presentar la misma situación. La
solidaridad no es altruismo. La solidaridad necesita un meollo de interés
propio, porque uno comparte su destino con otro. Uno cree que la otra
persona nos va a ayudar cuando lo necesitemos y también por eso la
ayudamos. Y en este punto tenemos un problema en Europa. Hay un peligro
moral, un peligro ético. Los jóvenes, los desempleados en Europa
posiblemente se preguntan qué pasa con Europa: no tengo trabajo, esto qué
es, y lo entiendo. Y también posiblemente haya personas en Alemania y en
Suecia que se pregunten qué pasa ahora con Europa: ahora que estamos
frente a este problema, con tantos refugiados, ¿tenemos que apechugar, y
los demás no hacen nada? Esto es lo que tenemos que solucionar. Se está
convirtiendo en un problema político dentro de los Estados miembros.
En nuestras sociedades vivimos gracias a establecer acuerdos. ¿Y qué
hacemos en la política ahora? No, los compromisos, no; negociar, no;
ceder, no. Nuestras sociedades son demasiado diversas, demasiado
diferenciadas como para tener un sistema político donde todos ganen. El
señor Trump está intentando hacerlo, pero creo que no le está funcionando
muy bien. Lo vi después de las elecciones. Todo el mundo estaba contento
en su esquinita, muy contento, pero la gente ya no hablaba entre sí, es
decir, las esquinas ya no se comunicaban. ¿Cómo se puede organizar una
sociedad si no se habla, si cuando alguien dice algo uno siente que ha
sido insultado, se siente ofendido y no quiere responder? ¿O si eres tan
insensible como para no creer que tus palabras van a verse como un
insulto? Este es el problema que debemos abordar en todos los niveles, en
nuestras sociedades y también en la Unión Europea.
En muchos Estados miembros no ha habido convergencia. Al salir de la
crisis se han incrementado las desigualdades, efectivamente. Las personas
que sufrían antes de la crisis sufrieron algo menos y luego salieron bien
parados, pero las personas que han pagado las facturas tampoco están
viendo muchas mejoras. Lo estamos comprobando en las estadísticas: aquí
hay más crecimiento económico, aquí hay menos desempleo, pero muchas
personas dicen: ¿y yo qué?, yo no tengo la sensación de que las cosas
estén mejorando; por lo menos, para mí, no. Si no ofrecemos un proyecto
de Europa social, las personas no regresarán, no estarán convencidas de
que el proyecto merece la pena. Este es el problema. ¿Qué pasa ahora en
la sociedad? Por ejemplo, hemos tenido hijos mucho más tarde que nuestros
padres y mis hijos también tendrán hijos más tarde. De manera que el
grupo de personas que están entre treinta y cinco y cincuenta y cinco
años tienen hijos jóvenes, dos empleos y sus padres son muy mayores.
También hay que apoyarles porque estas familias tienen una gran presión:
los trabajos no son seguros; la casa es cara; los servicios sanitarios en
algunos países son muy caros; qué pasará con sus padres cuando no se
puedan valer y qué pasara con sus hijos. Tenemos que encontrar soluciones
para todos estos problemas porque la presión es enorme, no solo sobre los
desfavorecidos sino incluso también sobre las clases medias de nuestra
sociedad. Europa tiene que formar parte de esto. Cuando hablamos del
libro blanco creo que debemos hablar de esto. ¿Este es un sector en el
cual Europa puede hacer más? Yo aliento a que su Parlamento debata sobre
este asunto y nos presente sus ideas.
La cuestión que ha suscitado sobre la no convergencia ocurre dentro de los
países entre los Estados miembros, pero también dentro de las sociedades
entre diferentes grupos y requiere nuestra atención. Yo soy optimista y
creo que esto quizás pueda ser una ocasión para Europa. El brexit quizás
nos sirva para unirnos. No va a ser fácil, pero pienso que hay una
posibilidad. También creo que los parlamentos nacionales van a tener un
papel cada vez mayor. Hay un viejo mantra que dice que existe un déficit
democrático y que hay que dar más poder al Parlamento Europeo. Sin
embargo, esto no está funcionando, esto no sirve. El Parlamento Europeo
es un Parlamento muy poderoso que funciona bien, pero esto no lo pueden
reconocer todos los ciudadanos europeos. Los Parlamentos nacionales están
más próximos al ciudadano hoy y ellos tienen que desempeñar un papel
mayor. Desde que yo estoy en política esto ha ido
cambiando. Cuando yo entré en el mundo de la política y me eligieron
parlamentario, ahí estaba el beso de la muerte. Te retirabas yendo a
Europa, a Bruselas, pero eso ha cambiado y es bueno. Todavía tenemos
mucho que hacer y a mí me gustaría trabajar con ustedes, trabajar con su
Comisión y su Parlamento, para ver los modos en los que podamos destacar
más el papel de los Parlamentos, también desde la Comisión. He visto que
hay muchos colegas míos que han venido a comparecer ante su Comisión
también.
La Declaración de Roma. En primer lugar, es bueno que hubiera una
declaración al menos, porque había una confrontación anterior importante
sobre la reelección del presidente Tusk. De manera que esto no era una
conclusión a la que pudiéramos llegar en esta declaración. Por tanto, hay
un acuerdo de los Veintisiete. ¿En qué áreas vamos a trabajar más? En
general, vamos a trabajar más en el campo de lo social, concretamente en
la lucha contra el desempleo, en el objetivo transicional de la energía y
en el mercado único digital. Es decir, vamos a trabajar en las nuevas
oportunidades de la nueva economía; ahí es donde tenemos que estar como
europeos.
La seguridad va a ser vital, por supuesto. Hay unanimidad a este respecto:
este, oeste, norte y sur. Tenemos que ser cada vez más responsables de
nuestra seguridad. ¿Esto ocurre con el señor Trump? Sí, ocurre. A lo
mejor con Clinton habría ocurrido algo parecido, aunque quizás no en los
mismos términos y al mismo ritmo. Pero creo que sí, que los americanos
hubieran presionado en este sentido. Europa necesita responsabilizarse
más en su seguridad, esto no significa que tengamos que gastar mucho más
dinero, como parece que sugiere Trump. El gran problema es que no nos
hemos organizado suficientemente bien. Tenemos que aprovechar nuestros
puntos fuertes mucho más y podremos tener mucha más protección y
seguridad por el mismo dinero de los contribuyentes. Ahí tenemos que
trabajar un poquito más.
No creo que haya maneras artificiales de mejorar nuestra imagen, como ya
he dicho. Algo que se ha estropeado y que sufre desde hace décadas, es
algo que no se arregla de la noche a la mañana. No creo en esa idea de
que tengamos que hacerlo. Yo creo que Europa es buena para uno. Quizás
hayamos estado haciendo promesas muy grandes y dando pocas cosas durante
mucho tiempo. Si hacemos lo contrario, posiblemente la confianza
regresará. Las personas están empezando a comprender que estamos juntos
en este barco. Miren qué seguimiento han tenido las elecciones holandesas
-yo nunca he visto esto- en toda Europa. Las personas saben que los
resultados de unas elecciones en un solo país tienen implicaciones para
todos. Miren cómo está todo el mundo siguiendo ahora las elecciones
francesas. Hay una esfera política común que se está desarrollando en
Europa. La gente está cada vez más interesada y se siente más unida. Una
de las razones por las cuales están preocupados es porque sabemos que
dependemos unos de otros. Otra de las razones por las cuales la gente se
ofende ante las observaciones de una persona es porque sabemos que
estamos juntos, y ya no nos podemos permitir esto. Hay esa sensación de
que ya no se trata de norte o sur, o de este u oeste. Todos somos Europa
y todos dependemos los unos de los otros. No hay manera de lograr
beneficiarse de esta cuarta Revolución Industrial si no estamos unidos.
No hay forma de protegernos contra los desmanes de Putin, si no estamos
unidos. Hay una razón por la cual Putin apoya a los ultraderechistas,
porque sabe que eso nos debilita y nos divide. Una Europa dividida
significa que Putin va a ser jefe de todo. Yo no quiero esto, yo quiero
una Europa unida, unificada. Yo no quiero tener conflictos con el señor
Putin, no me interesa para nada tenerlos. Conozco Rusia porque he
trabajado allí tres años y medio y creo que se puede tener una buena
relación con este país, si uno es fuerte y actúa con determinación, si
uno les mira de igual a igual. Hay 142 millones de rusos y 500 millones
de europeos. Putin está tratando de destruir esta unión con la invitación
de la señora Le Pen al Kremlin y con el apoyo a toda clase de partidos y
movimientos ultraderechistas.
Por otra parte, están los Estados Unidos. Cuando en la Casa Blanca lleguen
a la conclusión de que no se pueden hacer tratos individuales con Estados
miembros, vendrán a hablar con Europa en su conjunto. A mí eso no me
preocupa. La visita de la señora Merkel fue muy curiosa. La señora Merkel
le dijo al señor Trump que no podía hacer tratos bilaterales con él, que
es Europa quien tiene que hacerlo y él acepto esto. De manera que desde
una posición de fuerza podemos mirar por los intereses de nuestros
ciudadanos, mejor que si lo hacemos dividido.
En cuanto a la cuestión de Cataluña, tengo que decir un par de cosas. No
hay una amenaza sistémica del Estado del derecho en este país, creo que
no la hay. Una de mis responsabilidades es detectar estos peligros, y
creo que el Estado de derecho en este país no peligra. En este país la
separación de poderes está perfectamente organizada: los tribunales son
independientes, el Parlamento es independiente y
autónomo y el Ejecutivo también lo es. Montesquieu está vivo y coleando en
España. De manera que no tengo nada que reprocharle en ese punto a
España. La cuestión de Cataluña es un tema que hay que tratar en el marco
constitucional español; es decir, es responsabilidad de todos los
implicados. La Comisión Europea no tiene aquí que desempeñar ningún
papel. Por otra parte, Barcelona es una de mis ciudades favoritas en el
mundo, yo llevo a mis hijos con frecuencia allí. El fútbol entró en
Barcelona, gracias a los holandeses. Cruyff era holandés y hablaba
español perfectamente. Estoy muy orgulloso de él y creo que los
barceloneses también. A mí me toca mucho el hecho de que el Barcelona dé
a su estadio el nombre de Johan Cruyff, gracias a este compatriota mío.
Continuando con los valores fundamentales, a medida que hacemos más
estudios basándonos en el libro blanco vamos adentrándonos en
determinados sectores, como por ejemplo la unión monetaria. Habrá
propuestas a finales de abril sobre el pilar social, seguridad social y
globalización. Espero que, después del debate que haya dentro de los
Estados miembros -espero que también en este Parlamento-, podamos
conjugar todos los resultados y el señor Juncker podrá sacar las
conclusiones en el sentido de dónde estamos para que podamos tomar
decisiones.
Respecto a la Cumbre de la OTAN soy muy optimista. Cuanto más unidos
estemos como europeos, más éxitos tendrá la OTAN. No hay competición
entre unos y otros. La Unión Europea tiene que unirse y en este sentido
la OTAN tendrá mayores éxitos. Por eso, tenemos que evitar todo lo que
debilite a la OTAN.
En cuanto a los refugiados es cierto que la situación del Mediterráneo
sigue siendo una situación escandalosa. Tenemos que hacer todo lo que ya
hemos decidido o lo que vayamos a decidir, la cuestión es saber si lo
hacemos todo. La Unión Europea tiene que ser solidaria, tiene que seguir
siendo un país de refugio para las personas que tienen el derecho a la
protección internacional. Este es nuestro deber político, legal y sobre
todo moral. Respecto a las personas que no tienen derecho a la protección
internacional -la verdad es que es la mayoría de las personas que están
llegando ahora a Libia deben retornar a sus países de origen-, hay que
hacer lo posible también. Necesitamos planes estructurados para que se
desarrollen mejor los lugares de los que proceden estas personas.
Asimismo, necesitamos proteger nuestras fronteras. Hay que establecer
acuerdos con los países que atraviesan estas personas, como por ejemplo
Libia. Hay que insistir en que los Estados miembros también cumplan con
lo que han prometido. No sé si España ha admitido a los refugiados que se
comprometió a admitir. (Varios señores diputados hacen gestos negativos).
No, ya lo sé. Pero sé que también está dando pasos para poder hacerlo.
Hay muy pocos países que hayan cumplido sus compromisos, España no es el
único país.
La única forma en que podemos convencer a países como Grecia e Italia es
inscribiendo y registrando a todos los que llegan porque así se sabrá y
en caso de emergencia habrá solidaridad desde el resto de los miembros.
Si países como Grecia o como Italia piensan que el resto queremos que se
queden con un millón de refugiados, se preguntarán qué van a hacer. En
este caso, ellos no querrán hacer nada, ni hacer las cosas bien y les
dejarán pasar. De manera que todos los Estados miembros tienen que asumir
sus responsabilidades.
Digo esto también a aquellas personas en Europa que dicen, por razones
comprensibles de tipo emocional o quizás político, que hay que permitir
que vengan todos a Europa. Si lo que quieren realmente es que suba al
poder la ultraderecha en la mayor parte de los países, entonces abramos
las fronteras totalmente. Eso es lo que va a pasar. Las personas en
Europa van a mostrar solidaridad con aquellos que necesitan protección
internacional, pero la mayoría no quiere que vengan todos los migrantes
buscando una vida mejor. Por supuesto, que todos los que vienen
legítimamente quieren esto, pero no tenemos ninguna obligación legal de
ofrecer asilo a las personas que no cumplen esos requisitos. Hay que
ofrecerles otras soluciones y esas se refieren a los países de los que
proceden. Será costoso, sí, pero menos que no solucionar este problema.
Por eso pienso que tenemos que hacer todas estas cosas y además hacerlas
simultáneamente. Es la única manera de que podamos proteger los derechos
fundamentales de los refugiados, ya que es la única manera en que podemos
mejorar de una forma estructural los campamentos de los refugiados en
Turquía y en Grecia.
¿Si hay reformas del tratado, deberá haber referéndums al respecto? Eso lo
deben decidir los países, es prerrogativa nacional decidir esto. Nosotros
no tenemos que opinar al respecto, no tenemos ningún derecho.
Reforma de la PAC. Phil Hogan está haciendo un trabajo excelente. Tenemos
que tener una agricultura más verde, más ecológica. Tenemos que tomar en
cuenta también las tendencias globales, de manera
que podamos emplear menos agua, tener una industria más sostenible. Por
ejemplo, en un país como España la cuestión de la certificación va a ser
un desafío importante, porque ahí van a cambiar cosas. Esos son puntos
capitales de la reforma de nuestra política agraria.
Austeridad. Debemos observar cómo ha salido España de la crisis. Esto se
ha podido hacer gracias a las reformas; se debe al coraje, a la audacia
del sistema político español que ha pasado por reformas dolorosas, no muy
populares, pero que todo el mundo sabe que fueron necesarias. Creo que
ahora están viendo ustedes los resultados; lo creo sinceramente. Me
parece que no es un enfoque muy sano pensar que la única manera de salir
de una crisis es acumulando deuda. Como socialdemócrata, jamás he
comprendido lo que dice la izquierda sobre acumular deuda, porque esto te
hace más esclavo de los mercados financieros. Cuanto más te tengas que
plegar a la deuda, menos puedes gastar en educación, en política social,
en salud, en políticas para todos. Es una carga. La deuda es una
maldición. Es verdad que en determinadas situaciones económicas hay que
endeudarse para evitar lo peor, pero no se puede pensar que uno se puede
deshacer de esa deuda estructural fácilmente. El crecimiento económico es
producto de dos cosas: crecimiento de la población y crecimiento de la
productividad. Podemos hacer crecer la productividad, pero si la
población no crece, ese crecimiento va a ser modesto. Un 2% como media
puede estar muy bien, pero si tienes una gran deuda, un crecimiento
estructural del 2% acaba por darte problemas. En Japón hay más gasto
público y se gasta más en la deuda, en devolver dinero que en invertir.
Eso no es ser de izquierdas, eso no es propio de socialistas, esto no le
hace ningún favor a tus hijos ni a tus nietos. No creo que haya que ser
tan estricto y tener una deuda cero. No es cierto que un déficit del 3%
equivalga al 0%. Piensen ustedes en sus hijos y en sus nietos, hay que
estar vigilantes. No sé si esto se debe a la austeridad, pero sí a
políticas sabias.
Transformar nuestra economía ahora mismo es esencial para nosotros y
encontrar nuevas formas para que los jóvenes puedan trabajar. Alguien
dijo: Hay un déficit de dignidad en nuestra sociedad. Sí, lo hay. Hay un
déficit de dignidad porque las diferencias no han decrecido, sino que van
en aumento. Hay un problema de distribución, y la cuestión política es
cómo se redistribuye. En un Estado lo decide el Parlamento nacional,
nadie más. Si no enseñamos a nuestras sociedades a aprender, si no
modificamos nuestros sistemas educativos de forma que tengamos capacidad
de seguir aprendiendo durante toda nuestra vida, crearemos nuevos
analfabetos. En la primera Revolución Industrial, los analfabetos eran
los que no sabían leer ni escribir; en esta revolución industrial los
analfabetos serán las personas que ya no tengan capacidad de aprender
cosas nuevas. Tenemos que seguir aprendiendo e innovando toda nuestra
vida. Creo que ahí es como puede regresar la dignidad. Si damos a las
personas la capacidad, las empoderamos para que aprendan cada vez más y
puedan subir en la escala social.
Creo que sobre el brexit no hay mucho más que añadir. No sé si habrá una
diferencia si esto ocurre antes o después de las elecciones alemanas. Las
elecciones capitales este año van a ser las de Francia y falta muy poco.
Vamos a empezar a trabajar en el brexit porque dos años es muy poco
tiempo y hay muchísimo que hacer.
Para concluir, quiero decir algo sobre el papel de España. Una
construcción política como la Unión Europea es como un sistema
planetario, todos los países tienen relaciones unos con otros y suele
haber un equilibrio. Si de este sistema planetario se retira un planeta,
los demás tienen que realinearse, tienen que ajustarse. En este nuevo
alineamiento España está en una posición excelente, porque va a haber un
cambio del punto de gravedad y va a ser hacia el sur. Aquellos países que
aprovechen este momento como oportunidad, subirán, se beneficiarán. El
discurso que ha presentado el señor Rajoy hace poco, verdaderamente habla
de un compromiso, y creo que esa es la mejor manera de beneficiar hoy al
pueblo español, porque, si no me equivoco, hay un enorme potencial para
establecer un programa proeuropeo basado en la solidaridad en este país,
y el futuro pertenece a las personas que crean en esta agenda; estoy
convencido. Quienes lideren esto hoy serán los líderes de mañana; y,
créanme, España está en una posición inmejorable para ello.
Muchas gracias. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias por su intervención.
Suspendemos la sesión brevemente mientras despedimos al comisario. Después
continuaremos con los informes de subsidiariedad. (Pausa).
DEBATE SOBRE CONTROL DE SUBSIDIARIEDAD DE INICIATIVAS LEGISLATIVAS DE LA
UNIÓN EUROPEA:
- PROPUESTA DE DIRECTIVA DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO SOBRE LA
LUCHA CONTRA EL BLANQUEO DE CAPITALES MEDIANTE EL DERECHO PENAL [COM
(2016) 826 FINAL] [2016/0414 (COD)]. (Número de expediente del Congreso
de los Diputados 282/000052 y número de expediente del Senado
574/000050).
La señora PRESIDENTA: Reanudamos los trabajos de la Comisión con el debate
sobre control de subsidiariedad de iniciativas legislativas de la Unión
Europea. En primer lugar, propuesta de directiva del Parlamento Europeo y
del Consejo sobre la lucha contra el blanqueo de capitales mediante el
derecho penal.
Tiene la palabra el ponente, señor Zaragoza, del Grupo Socialista. Dispone
de un turno de intervención de cinco minutos, que no es necesario agotar
en todos sus extremos.
El señor ZARAGOZA ALONSO: Me hubiese gustado que ya hubiese sido.
Entro rápidamente en materia. Daré una pequeña descripción de a qué hace
referencia esta directiva. La propuesta de directiva del Parlamento
Europeo y del Consejo sobre la lucha contra el blanqueo de capitales
mediante el derecho penal es un gran avance en la lucha común europea
contra la financiación del terrorismo y la delincuencia organizada. Es un
paso importante en la necesaria modernización y actualización continua
del marco jurídico vigente para combatir las amenazas terroristas y las
ligadas al uso de las nuevas tecnologías en las transacciones
financieras. Las innovaciones en los servicios financieros son
constantes, generando claros beneficios a la sociedad en general, pero
también entrañan nuevas oportunidades de financiación de actividades
delictivas, principalmente en la financiación del terrorismo, dada la
creciente globalización de las organizaciones terroristas.
La propuesta de directiva avanza en aspectos muy importantes, como la
armonización de la tipificación como delito del blanqueo de capitales que
impedirá que las organizaciones delictivas aprovechen las diferencias
entre las legislaciones nacionales. También se eliminan los obstáculos a
la cooperación judicial y policial transfronteriza y se aproximarán las
normas de la Unión Europea a sus obligaciones internaciones, establecidas
por el Convenio de Varsovia del Consejo de Europa. Además, se refuerzan
los controles sobre los flujos de dinero en efectivo, sobre personas que
entren o salgan con más de 10.000 euros, y cuando existan sospechas de
actividades delictivas podrá actuarse incluso si la cantidad es inferior.
Estos controles también incluirán el dinero en efectivo enviado en
paquetes postales o transporte de carga, así como bienes preciosos como
el oro. Además, la propuesta de directiva ofrece un único instrumento
jurídico para el reconocimiento de las resoluciones de embargo y decomiso
en otros países de la Unión Europea que mejorará la rapidez y eficacia de
las órdenes de embargo en toda la Unión, así como facilitará el derecho a
la compensación de las víctimas y a la restitución de sus bienes. Además,
la normativa propuesta no generará obstáculos al uso normal del sistema
financiero e incluye salvaguardias adecuadas de las libertades económicas
y los derechos fundamentales, en particular la protección de datos.
Por tanto, ampliar los recursos jurídicos a disposición de la Unión
mediante el refuerzo de los controles y el rastreo de las operaciones
financieras, así como una cooperación más estrecha y el intercambio de
información policial, ayudarán a obstaculizar y, en muchos casos, a
detener la financiación de estas actividades, a detectar redes
terroristas y a apoyar las investigaciones.
En definitiva, la propuesta de directiva del Parlamento Europeo y del
Consejo sobre la lucha contra el blanqueo de capitales mediante el
derecho penal es una actualización muy necesaria de la normativa vigente
en el imprescindible esfuerzo de coordinación y cooperación internacional
para reducir los sistemas de blanqueo de capitales o rentas ilícitas y su
posible uso por organizaciones criminales.
Por todos estos motivos, por la explicación política, pero sobre todo por
las razones técnicas que se dan en el informe, entendemos que la
propuesta es conforme al principio de subsidiariedad establecido en el
vigente Tratado de la Unión Europea.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Zaragoza.
¿Algún grupo parlamentario tiene una posición contraria al informe del
ponente? (Pausa) ¿Se puede aprobar por asentimiento? (Asentimiento).
Queda aprobado.
- PROPUESTA DE REGLAMENTO DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO SOBRE EL
RESPETO DE LA VIDA PRIVADA Y LA PROTECCIÓN DE LOS DATOS PERSONALES EN EL
SECTOR DE LAS COMUNICACIONES ELECTRÓNICAS Y POR EL QUE SE DEROGA LA
DIRECTIVA 2002/58/CE (REGLAMENTO SOBRE LA PRIVACIDAD Y LAS COMUNICACIONES
ELECTRÓNICAS) (TEXTO PERTINENTE A EFECTOS DEL EEE) [COM (2017) 10 FINAL]
[2017/0003 (COD)] [SWD (2017) 3 FINAL] [SWD (2017) 4 FINAL] [SWD (2017) 5
FINAL] [SWD (2017) 6 FINAL]. (Número de expediente del Congreso de los
Diputados 282/000055 y número de expediente del Senado 574/000053).
La señora PRESIDENTA: Debatimos ahora la propuesta de Reglamento del
Parlamento Europeo y del Consejo sobre el respeto de la vida privada y la
protección de los datos personales en el sector de las comunicaciones
electrónicas y por el que se deroga la Directiva 2002/58.
Tiene la palabra la ponente de este informe, doña Mercedes Mallol Gil, del
Grupo Popular, también por un tiempo de cinco minutos.
La señora MALLOL GIL: Muchas gracias, señora presidenta.
Las medidas presentadas hoy tienen por objeto actualizar las normas
vigentes y ampliar su ámbito de aplicación a todos los proveedores de
servicios de comunicaciones electrónicas. También están encaminadas a
crear nuevas posibilidades para tratar datos de comunicación y reforzar
la confianza y seguridad en el mercado único digital, un objetivo clave
de la estrategia del mercado único digital. Al mismo tiempo, la propuesta
adapta las normas aplicables a las comunicaciones electrónicas y a las
nuevas normas mundiales del Reglamento general de la protección de datos
de la Unión Europea. Asimismo, la Comisión propone nuevas normas para
garantizar que cuando los datos personales sean tratados por
instituciones y organismos de la Unión Europea la privacidad se proteja
del mismo modo que en los Estados miembros, en virtud del Reglamento
general de protección de datos, y establece un enfoque estratégico para
las cuestiones relativas a las transferencias internacionales de datos
personales.
El Reglamento sobre la privacidad y las comunicaciones electrónicas que se
ha propuesto aumentará la protección de la vida privada de los ciudadanos
y brindará nuevas oportunidades a las empresas. Hay que decir que el 95%
de los europeos afirma que es importante que sus correos electrónicos y
mensajes en línea mantengan la confidencialidad. Sin embargo, la actual
Directiva sobre la privacidad y las comunicaciones electrónicas se aplica
únicamente a los proveedores de telecomunicaciones tradicionales. En
adelante, las normas de privacidad también tendrán por objeto los nuevos
proveedores de servicios de comunicaciones electrónicas, como Whatsapp,
Facebook, Messenger, Skype, Gmail, iMessage o Viber. Al actualizar la
vigente directiva con un reglamento directamente aplicable, todos los
ciudadanos y las empresas de la Unión Europea disfrutarán del mismo nivel
de protección de sus comunicaciones electrónicas. Las empresas también
disfrutarán de un único conjunto de normas en toda la Unión Europea. La
privacidad estará garantizada para el contenido y los metadatos derivados
de las comunicaciones electrónicas, por ejemplo, hora y lugar en el que
se efectúa una llamada. Ambos tienen un alto componente de privacidad y,
en virtud de las normas propuestas, deberán anonimizarse o suprimirse si
los usuarios no han dado su consentimiento, salvo que se necesiten los
datos, por ejemplo, para la facturación. Una vez que se ha dado el
consentimiento para que se procesen los datos de las comunicaciones,
contenido o metadatos, los operadores tradicionales de telecomunicaciones
tendrán más oportunidades para utilizar los datos y prestar servicios
adicionales. Por ejemplo, podrán elaborar mapas términos que indiquen la
presencia de personas para ayudar a las autoridades públicas y a las
empresas de transporte a la hora de desarrollar nuevos proyectos de
infraestructuras.
Se racionalizará la denomina disposición sobre cookies, que ha dado lugar
a un exceso de solicitudes de autorización a los usuarios de Internet.
Las nuevas normas permitirán a los usuarios un mayor control de sus
entornos y proporcionarán una vía fácil para aceptar o rechazar el
seguimiento de cookies y otros identificadores en caso de riesgo para la
privacidad. La propuesta aclara que no es necesario obtener el
consentimiento para las cookies invasivas ajenas a la privacidad que
mejoran la experiencia de Internet, por ejemplo, recordar el historial
del carrito de la compra.
La propuesta presentada hoy prohíbe las comunicaciones electrónicas no
solicitadas por cualquier medio, por ejemplo, mediante correos
electrónicos, mensajes de texto y, en principio, también mediante
llamadas telefónicas si los usuarios no han dado su consentimiento. Los
Estados miembros podrán optar por una solución que otorgue a los
consumidores el derecho a oponerse a la recepción de llamadas comerciales
de voz, por ejemplo, mediante el registro de su número en una lista "no
llame". Quienes
realicen llamadas comerciales deberán indicar su número de teléfono o
utilizar un prefijo especial que indique se trata de una llamada de este
tipo. Por otro lado, la garantía de cumplimiento de las normas de
confidencialidad del reglamento competerá a las autoridades nacionales de
protección de datos.
También hay que decir que la propuesta de Reglamento relativo a la
protección de datos personales por las instituciones y los organismos
europeos tiene por objeto adaptar las normas vigentes que se remontan a
2001, a las normas más nuevas y rigurosas establecidas por el Reglamento
general de protección de datos de 2016. Cualquier persona cuyos datos
personales sean tratados por las instituciones u organismos europeos
disfrutará de unas normas de protección más estrictas.
Para finalizar, diré que en este caso la propuesta es conforme con el
principio de subsidiariedad, ya que los objetivos de la acción pretendida
no pueden ser alcanzados de manera suficiente por los Estados miembros ni
a nivel central ni a nivel regional ni a nivel local y pueden alcanzarse
mejor a escala de la Unión Europea debido a la dimensión y a los efectos
de acción que tendrían.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
¿Algún grupo parlamentario quiere intervenir en contra del informe?
(Pausa). ¿Se puede aprobar por asentimiento? (Pausa). Queda aprobado.
Se levanta la sesión.
Eran las cinco y cincuenta minutos de la tarde.
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