DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 102, de 11/06/2020
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 2020 XIV LEGISLATURA Núm. 102
PARA LA RECONSTRUCCIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA
PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. PATXI LÓPEZ ÁLVAREZ
Sesión núm. 9
celebrada el jueves,
11 de junio de 2020
Comparecencia de la señora ministra de Trabajo y Economía Social (Díaz
Pérez), para informar en relación con el objeto de la Comisión. Por
acuerdo de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica. (Número
de expediente 213/000441) ... (Página2)
Celebración conjunta de las siguientes comparecencias para informar en
relación con el objeto de la Comisión. Por acuerdo de la Comisión para la
Reconstrucción Social y Económica:
- Del señor presidente de la Confederación Española de Organizaciones
Empresariales, CEOE (Garamendi Lecanda). (Número de expediente
219/000125) ... (Página23)
- Del señor presidente de la Confederación Española de la Pequeña y
Mediana Empresa, CEPYME (Cuerva Valdivia). (Número de expediente
219/000126) ... (Página23)
Celebración conjunta de las siguientes comparecencias para informar en
relación con el objeto de la Comisión. Por acuerdo de la Comisión para la
Reconstrucción Social y Económica:
- Del representante de la Federación Nacional de Asociaciones de
Trabajadores Autónomos, ATA (Amor Acedo). (Número de expediente
219/000127) ... (Página44)
- Del señor presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores
Autónomos, UPTA (Abad Sabaris). (Número de expediente 219/000128) ... (Página44)
- De la representante de la Unión de Asociaciones de Trabajadores,
Autónomos y Emprendedores, UATAE (Landaburu Carracedo). (Número de
expediente 219/000129) ... (Página44)
Se abre la sesión a las dos y treinta y cinco minutos de la tarde.
MINUTO DE SILENCIO.
El señor PRESIDENTE: Buenas tardes, señorías.
Se abre la sesión y, como saben, esta Comisión siempre abre sus trabajos
recordando por qué estamos aquí y, por lo tanto, guardando un minuto de
silencio por los fallecidos por el COVID-19. (Pausa).
COMPARECENCIAS:
- COMPARECENCIA DE LA SEÑORA MINISTRA DE TRABAJO Y ECONOMÍA SOCIAL (DÍAZ
PÉREZ), PARA INFORMAR EN RELACIÓN CON EL OBJETO DE LA COMISIÓN. POR
ACUERDO DE LA COMISIÓN PARA LA RECONSTRUCCIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA. (Número
de expediente 213/000441).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señorías.
En el día de hoy continuaremos con las comparecencias que hemos acordado
celebrar en el seno de la Comisión para la Reconstrucción Social y
Económica, y la sesión como saben cuenta, en primer lugar, con la
comparecencia de la ministra de Trabajo y Economía Social. Después será
la comparecencia conjunta de don Antonio Garamendi Lecanda, presidente de
la CEOE, y de don Gerardo Cuerva Valdivia, presidente de la Confederación
Española de la Pequeña y Mediana Empresa. Y por último tenemos la
comparecencia conjunta de don Lorenzo Amor Acedo, representante de la
Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, que vendrá
con don Eduardo Abad Sabaris, presidente de la Unión de Profesionales y
Trabajadores Autónomos, y de doña María José Landaburu Carracedo,
representante de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y
Emprendedores. El problema es que vamos con bastante retraso sobre el
horario previsto, porque habíamos convocado la siguiente sesión a las
tres. Lo digo por sus agendas, ya que seguramente todo irá con una hora y
media de retraso sobre lo previsto.
Para no perder más el tiempo, agradecemos a la ministra de Trabajo su
presencia, que nos haya querido acompañar en los trabajos de esta
Comisión para la Reconstrucción Social y Económica de nuestro país y, sin
más, le damos la palabra.
La señora MINISTRA DE TRABAJO Y ECONOMÍA SOCIAL (Díaz Pérez): Graciñas,
presidente.
Permítame señalar que es un honor para mí comparecer en esta sala; es
especial, es simbólica, representa lo mejor de nuestro país y de nuestro
pueblo, y desde luego la evoco en el comienzo de mi intervención.
Recordar es siempre reconstruir, no reproducir, afirmaba el antropólogo
Oliver Sacks. Hago mío su pensamiento, porque cualquier reconstrucción se
debe sustentar en el recuerdo, y quiero -como ha hecho el presidente de
esta Comisión- que mis primeras palabras hoy aquí sean precisamente en
recuerdo de las víctimas de la COVID-19, de las personas que aún hoy
sufren, de sus familiares y sus allegados. Nuestra memoria estará siempre
con todas y con todos ellos. La pandemia, la gravedad de una situación
desconocida y extraordinaria como la que hemos vivido y estamos viviendo,
conlleva también exigencias. Tenemos una responsabilidad colectiva y un
deber con nuestra ciudadanía, una ciudadanía que con su comportamiento
ejemplar y solidario no nos pide otra cosa que colaboración y
entendimiento.
Soy consciente del ambicioso cometido de esta Comisión, generar una hoja
de ruta común de país, partiendo de posiciones muy diferentes. Nadie nos
pide que pensemos lo mismo, se nos piden acuerdos y colaboración en
aquello que es bueno para nuestro pueblo, y aquí está la clave a mi
juicio: la reconstrucción ha de ser un proyecto social compartido. Todo
el mundo ha de asumir su responsabilidad,
todo el mundo también ha de arrimar su hombro. No se limita a acuerdos
políticos, no se limita a pactos sociales, se trata de construir,
reconstruir un país entre todos. Hemos de saber entendernos y ser útiles
para la gente, políticos e interlocutores sociales. La tarea necesita un
país en marcha, activo y que coopera para recuperar su futuro. Un pacto
de país que puede empezar aquí, pero que rebasa las paredes de esta
Comisión.
Mi cometido hoy es hablar de la función del Ministerio de Trabajo y
Economía Social en este proceso colectivo, porque el trabajo es la
principal preocupación de la gente y su principal medio de vida. La hoja
de ruta en materia de trabajo será central en el futuro de este país. Ya
he comentado en varias ocasiones la situación del mercado laboral español
en esta Cámara y también en el Senado. Pero hoy quiero situar el contexto
en el que afrontamos esta tarea colectiva de reconstrucción. En toda
Europa y en todo el mundo la obligación del confinamiento ha producido un
desplome del PIB, y con él una caída del empleo constatable. España
también ha sufrido esto mismo; la característica diferencia durante esta
crisis ha sido en este momento la generalización de los expedientes de
regulación temporal de empleo. Los ERTE, como conocen, han permitido que
3 400 000 personas mantengan su relación laboral con las empresas, y que
cientos de miles de empresas se mantengan vivas en espera de la
reactivación económica. El esquema ERTE y las ayudas extraordinarias a
autónomos, a trabajadores temporales, a trabajadoras del hogar y a muchas
más personas han desarrollado protección para más de 6 millones de
personas. Prestaciones públicas que garantizan unos ingresos
fundamentales para mantener la demanda interna, impidiendo con ello un
mayor hundimiento de la economía, y minimizando los efectos de la crisis
en la capacidad productiva de nuestro país. Hemos evitado colectivamente
que el deterioro se convierta en un daño permanente, irreversible para
las empresas y para nuestros sectores productivos.
Lo he repetido muchas veces y lo vuelvo a hacer hoy: gracias a los
trabajadores del SEPE, gracias a las autoridades laborales, gracias a la
Inspección de Trabajo, gracias a la Tesorería General de la Seguridad
Social. Nuestro país no olvidará el esfuerzo que han hecho y que hoy en
día siguen haciendo. Quiero reconocer y agradecer igualmente, permítanme,
a las entidades financieras los convenios acordados con sus entidades
representativas -la CECA, la AEB y la UNACC- que, como saben, han
permitido el adelanto del cobro de muchísimas prestaciones. Les
agradezco, en nombre del Gobierno, su voluntad de colaborar en este
esfuerzo común de reconstrucción.
Por primera vez un desplome del PIB no conduce a una caída equivalente del
empleo; es un dato interesante. Hemos salvado millones de empleos y
nuestro mercado laboral se ha comportado, por primera vez, de forma más
semejante a los países europeos. En el ámbito laboral hemos dado una
respuesta europea a lo que ya es una anomalía española. Por primera vez
la respuesta a la crisis no consiste en devaluar el factor trabajo. Lo
hemos conseguido, en buena medida, con los trabajadores indefinidos,
pero, como ya he dicho en sucesivas ocasiones en esta Cámara y en el
Senado, la realidad de nuestro mercado laboral es la precariedad, y esta
lacra también está marcando la salida de esta crisis. Como conocen,
durante la segunda semana de marzo perdimos 898 822 empleos -no voy a
repetir lo ya dicho aquí- y es cierto que, con datos de ayer, como saben
ustedes, aunque estamos en términos de estabilización, la situación
parece que poquito a poco se va recuperando. Lo interesante es que veamos
a quiénes ha afectado y por qué se han visto afectados. De estos casi 900
000 empleos perdidos, cuatro de cada cinco eran precarios. Si entre los
indefinidos se ha perdido poco más del 1 % del empleo, entre los
temporales -y aquí está nuestra anomalía española- la caída ha sido
cercana al 15 %. Esta crisis nos ha vuelto a poner frente a la realidad
laboral española, ante cualquier turbulencia económica los contratos
precarios se convierten en desempleo. Una reacción común a todas las
crisis, pequeñas o grandes, que nos muestra lo inestable de nuestro
modelo laboral y lo vulnerables que son nuestros trabajadores y
trabajadoras.
Tenemos 3 800 000 personas en situación de desempleo, y la tasa de paro en
España siempre ha tenido dos dígitos en los casi cincuenta últimos años,
si me lo permiten. La actual tasa de paro es del 14,5 %, pero siempre ha
estado por encima del 10 %, llegando a superar el 26 % -recuérdenlo el
27,2 %- en el año 2013, año que marca un hito en la destrucción de empleo
de nuestro país. La tasa de temporalidad española es la más alta, duplica
la media europea, un 26,7 % frente a un 14,2 %. Una temporalidad y una
parcialidad, en su mayoría no deseadas, que afectan en gran medida a la
gente más joven, los nacidos a partir del año 1980 y también a las
mujeres. Reeditar la precariedad no puede ser la opción. Necesitamos un
horizonte que nos permita situar el trabajo en el corazón de un proyecto
de futuro para nuestro país. No habrá reconstrucción con proyectos
vitales en entredicho, con jóvenes precarizados y sin porvenir. No
podemos salir de una crisis para volver a otra crisis, en la que las
anomalías y las
injusticias permanezcan. Tenemos que reconstruir sobre nuevas y mejores
bases. La nueva casa que construyamos desde esta Comisión tiene que
levantarse sobre otra estructura, sobre otros materiales, tener otra
fortaleza, propiciarnos mayor cobijo y mayor seguridad. Una casa,
permítanme, más sostenible y eficiente. Quizá no podremos evitar que haya
crisis mundiales, pero sí aumentar nuestra resiliencia, generar un
entorno que nos permita salir mejor y más fuertes, con un empleo más
estable y con derechos. Guy Ryder, el director de la OIT, nos hablaba el
pasado mes del horizonte que se debe divisar desde esa casa, el de una
normalidad mejor. Eso es lo que necesitamos, no volver al paro o a la
precariedad. Una normalidad mejor, sobre la base firme de un trabajo
decente para todas y para todos.
La idea que sintetiza nuestra propuesta es una reconstrucción social y
económica con el trabajo en el centro; un trabajo estable y con derechos,
que sea motor de la reactivación económica y del progreso social; un
trabajo que sea el factor central del modelo productivo, y unas
relaciones laborales apartadas de la precariedad. Un problema, por
cierto, que el propio gobernador del Banco de España ha explicitado en
esta Cámara. Con salarios bajos y precariedad laboral no es posible tener
empresas que compitan con productos y servicios de calidad en sectores
avanzados. Nuestro país no puede competir con el trabajo barato, sino con
la mejora permanente de la productividad, y así lo hacemos, además, en
muchas actividades en las que las empresas españolas ocupan lugares
destacados en la economía global. El empleo estable y con derechos, la
formación continua, el aumento de la productividad y las condiciones de
trabajo son los fundamentos de la transformación que necesita nuestro
país. La centralidad del trabajo necesita una política sustantiva de
trabajo como pilar de la acción pública en la reconstrucción. Si el
trabajo es fundamental, su política ha de serlo igualmente.
Nuestra realidad laboral no es una maldición divina ni significa que
tengamos peores trabajadores o peores empresarios que en Europa; tenemos
un mal modelo de relaciones laborales, y por supuesto que podemos
mejorarlo, la sociedad no se resigna y nosotras tampoco debemos hacerlo.
En realidad, la anomalía española está basada en concepciones negativas
de la política del trabajo, son negativas porque consideran que para el
desarrollo del país lo único que importa son los estímulos empresariales,
donde el trabajo no cuenta como generador de riqueza ni las relaciones
laborales como un factor de productividad. Esta concepción negativa ha
tenido dos desarrollos legislativos que no puedo explicitar en esta
Cámara: más de cincuenta y dos reformas laborales. Por un lado, una no
política laboral, es decir, la renuncia a la política laboral como factor
de desarrollo, y como consecuencia la opción de no hacer nada, no actuar
en materia laboral. Por otro lado, una política antilaboral, la que más
se ha practicado en la última década, una política deliberada para
desmantelar los derechos laborales, para desregular el mercado laboral,
para desproteger a las personas trabajadoras, lo que la doctrina jurídica
ha denominado la huida del derecho laboral. Insisto, señorías,
desmantelar, desregular, desproteger.
Durante la crisis anterior la principal política económica ha sido esta
política laboral, pero justamente para desmontar el modelo laboral que
establecía nuestra Constitución española, vaciando de contenido el
derecho laboral, las políticas de trabajo, e impidiendo que los agentes
sociales puedan jugar su papel. Hemos visto los nefastos resultados de
esta política negativa del trabajo en tiempos de supuesta normalidad, con
precariedad generalizada y en tiempos de crisis con paro masivo. Podemos
hacer algo mejor, miremos a nuestro entorno, ya lo estamos consiguiendo
con los ERTE, hagámoslo también con la precariedad y con el paro.
Necesitamos una política económica que estimule la actividad empresarial,
una política social que garantice que nadie quede atrás, como dice
nuestro presidente, pero también una política laboral que promueva el
empleo de calidad; todas ellas son necesarias. Necesitamos situar una
política de trabajo ambiciosa en el corazón de la reconstrucción como
base para el desarrollo de nuestro país. No puede ser, permítanme, este
trabajo un salir del paso, de la emergencia de unos duros meses de la
crisis; necesitamos horizonte, futuro, y para ello necesitamos trabajo
que nos proporcione seguridad para nuestras vidas.
Necesitamos también reconstruir la esperanza. Gran parte de las medidas
que hemos puesto en marcha ya tienen esa voluntad de reconstrucción,
algunas de ellas, de hecho, ya han sido debatidas, han sido negociadas
con ustedes y han sido aprobadas por esta Cámara. Quiero darles
nuevamente las gracias a los grupos que han acompañado al Gobierno en
estas medidas, no son nuestras medidas, son las medidas que necesita
nuestro país, y en nombre del Gobierno les agradezco a los grupos que han
entendido la bondad de las mismas. Pero para dar cuerpo a estas ideas
centrales procedo a comentar las apuestas estratégicas. En primer lugar,
creemos que hay que sacar adelante un acuerdo social para la reactivación
económica y el mantenimiento del empleo. Como ya saben ustedes, los ERTE
han sido el principal mecanismo para salvar empresas; es cierto que no
estamos a nivel europeo, tenemos acogidos
3 400 000 trabajadores y trabajadoras afectadas, Alemania tiene 10
millones, Francia tiene más de 10 millones e Italia tiene casi 8
millones. Aún nos queda camino por recorrer, pero es cierto que es la
primera vez que se ha desplegado con magnitud interesante el mecanismo de
los ERTE. Como saben ustedes, fruto del diálogo social, se ha dispuesto
el Real Decreto 18/2020. Después comparecerán el señor Garamendi y el
señor Cuerva y los agentes sociales al completo, los cuales -vuelvo a
ponerlos de ejemplo en esta Comisión- han estado a la altura de nuestro
país. Nos han demostrado que hay que dejar a un lado las diferencias para
salvar a nuestro pueblo, y ellos han sido ejemplares. Hoy mismo se ha
reunido -está el secretario de Estado con nosotros- la Comisión
tripartida, y quiero aprovechar la ocasión para, desde la discreción que
conviene, obviamente, animarla a que lo antes posible -esto ha de ser,
como saben, antes del martes que viene- alcancemos un acuerdo próspero
para nuestro país. Desde luego, la vocación del ministerio y del Gobierno
de España es toda y, como saben, todos los equipos al completo, de
sindicatos y patronales y, por supuesto, del Ministerio de Trabajo y de
Inclusión, estamos trabajando para que esto salga adelante.
En segundo lugar, hay que establecer un gran acuerdo por el trabajo
estable, con derechos y contra la precariedad. Este acuerdo, como saben,
lo propuse ya en esta Cámara el 21 de abril, y necesitamos que salga
también de esta Comisión. Tenemos que devolver el mundo laboral al
imperio de la ley, volver al espíritu y a la letra de la Constitución.
Hemos de devolver el estatuto de la ciudadanía a las trabajadoras y a los
trabajadores. La figura de los trabajadores pobres, desconocida en
nuestro derecho laboral, como hoy conocemos intensamente, desde luego
debe ser absolutamente la excepción. Necesitamos seguridad y ley,
seguridad jurídica para unas relaciones laborales justas, seguridad
jurídica como fuente de estabilidad para personas trabajadoras y para las
empresas, garantizar derechos, convertir los contratos indefinidos en
norma, y recuperar la causalidad de los despidos y de los contratos.
Hemos de reconstruir el derecho laboral. En esta línea, el Gobierno de
España está desarrollando normativa para proteger a colectivos
especialmente precarizados. Por una parte, están las personas
trabajadoras de distribución en plataformas digitales, las denominadas
riders -son múltiples las fórmulas-, en relación con las cuales la OIT y
la Unión Europea ya han señalado a este colectivo por sus condiciones de
precariedad y por no tener adecuada protección, ni en el ámbito
preventivo ni en el de la Seguridad Social. Como saben, vamos a promover
una nueva normativa para recuperar su laboralidad y sus derechos
asociados. Por otra parte, están las trabajadoras del hogar. Lo he dicho
muchas veces. Hemos creado un subsidio extraordinario, pero hay que
ratificar el Convenio 189, y el Gobierno está empeñado en sacarlo
adelante. Esta misma semana en una reunión de trabajo con la ministra de
Asuntos Exteriores formalizábamos el despliegue de varios convenios, pero
este es uno muy importante para las relaciones laborales. Y también hay
que reconstruir una negociación colectiva equilibrada, recuperar el
diálogo social en términos de igualdad en los diferentes niveles. Como
saben, en los escasos meses de este Gobierno, hemos alcanzado acuerdos
como el del salario mínimo interprofesional o el de los ERTE, pero hay
que mejorar todavía lo que tiene que ver con el diálogo social. Y
aprovecho la ocasión para dar las gracias a los equipos, en este caso
casi de género, de las patronales y de los sindicatos. Estamos negociando
los dos reales decretos que despliegan la igualdad retributiva y los
planes de igualdad, y también, como saben, comenzaremos el diálogo
respecto de las normas que verán la luz en estos días.
En tercer lugar -muy importante-, están las políticas activas para generar
un nuevo empleo. El ministerio está promoviendo un programa para
convertir las políticas activas en una herramienta efectiva para la
generación de nuevo empleo. Se trata de reincorporar a las personas
desempleadas o precarias a empleos con derechos y con un horizonte de
estabilidad. Necesitamos promover otro empleo entre la gente más
precaria, que habitualmente suele ser la gente más joven. El paquete de
recuperación propuesto por la Comisión Europea, el Next Generation,
conocido por ustedes, va en esta línea, y eso es lo urgente: incluir a
las nuevas generaciones en la reconstrucción de este país, una generación
millennial cuya inserción laboral ha estado lastrada por dos crisis
sucesivas. Han llegado hasta aquí surfeando la ola de la precariedad y
nuevamente serán golpeados si no actuamos. Necesitamos desarrollar una
actuación que fortalezca sus carreras profesionales y les procure una
sólida vinculación con el mercado de trabajo. Tenemos que incentivar los
contratos indefinidos, generar acciones de formación para el empleo que
les otorguen prioridad e incentivar mecanismos de segunda oportunidad
para aquellas personas cuyos proyectos profesionales se hayan frustrado,
como consecuencia directa o indirecta de la COVID-19; ayudas de rescate a
proyectos empresariales o atención a nuevos proyectos empresariales de
personas que pueden tener experiencia o no tenerla. Nuestros jóvenes,
ellas y ellos, deben estar en la espina dorsal de nuestra estructura
productiva.
Además, se trata de alentar la creación de empleo en ámbitos emergentes o
con alto valor para la sociedad. El fondo de recuperación de la Unión
Europea, como conocen, está pensado para la transformación de la economía
europea, lo que significa orientar los fondos hacia los objetivos que nos
permitan mejorar nuestro desarrollo y nuestro progreso social. Las
apuestas de este Gobierno son compartidas: una transición verde que
vincule el Green New Deal a la creación de un vector de empleo asociado a
la estrategia contra el cambio climático, la transición energética o el
cuidado de nuestra naturaleza, y una transición digital que afronte la
nueva realidad que afecta transversalmente a toda nuestra economía y a
nuestros empleos. La robotización y los cambios en la industria están
mutando la forma de trabajar. No podemos ni queremos detener el cambio;
muy al contrario, queremos aprovecharlo de forma inteligente para mejorar
las condiciones laborales y ganar empleos en ámbitos de mayor valor
añadido. Tenemos que dirigir de manera inteligente la digitalización para
que los procesos de modernización mejoren el mundo del trabajo y el mundo
de la empresa, y no se vuelvan en contra de las personas trabajadoras más
vulnerables.
Hay que situar también la economía social y de proximidad como un factor
clave para atender los objetivos sociales desde la mirada del trabajo
decente. Como saben, tenemos una importante fortaleza en nuestras
cooperativas y en las empresas que sitúan el trabajo en el centro de su
modelo empresarial. La economía social es un ámbito de oportunidad para
atender también a los objetivos que nos marcamos como sociedad en el
ámbito de los cuidados, en la dinamización de las comunidades rurales, en
la producción primaria y en el cuidado del medio, y también en los
ámbitos más emergentes y más innovadores. España está apostando por la
economía social como una vía inteligente y segura para afrontar la
crisis, y lo estamos haciendo de la mano de todo el sector y en compañía
de los países europeos más avanzados. Confiamos mucho en el papel de la
economía social en la reconstrucción del país, y nos gustaría que esta
apuesta fuera compartida.
En cuarto lugar, el trabajo a distancia y la distribución de los trabajos.
Desde mi primera comparecencia en este Congreso antes de la pandemia -los
portavoces de la Comisión de Trabajo lo recordarán- me he empeñado en no
reducir el trabajo al empleo. Trabajo son también todas las tareas de
cuidados, cuando atendemos a nuestras hijas, a nuestros mayores o cuando
hacemos la compra. Sin ello, permítanme que lo recuerde, no funciona el
mundo y son tareas que están distribuidas de forma muy desigual. Este
reparto desigual de los cuidados implica también un reparto desigual de
los empleos. La discriminación de las mujeres en el mundo laboral tiene
en muchos casos un fondo de desigualdad profunda que sobrecarga a las
mujeres con un peso mucho mayor en el conjunto del trabajo. Esta es una
línea central de este ministerio y del Gobierno de España, y si no la
desarrollo hoy con más detalle es porque la propia ministra de Igualdad
comparecerá en esta Comisión para dar cumplida cuenta de los proyectos
que compartimos en este ámbito. Ya he comentado cómo la desigualdad de
género afecta a la precariedad, a la brecha retributiva, a las
condiciones laborales y a la brecha en las pensiones, pero es crucial
también en el reparto de los trabajos. No podemos ordenar el trabajo
productivo de una sociedad siendo ajenas al trabajo reproductivo que da
sustento. Muchas personas pueden acceder al mercado laboral actual,
porque tienen detrás a otras personas, habitualmente mujeres. Yo misma no
podría hacer lo que hago. Son mujeres que cuidan a nuestras hijas, a
nuestros hijos, a nuestros padres y madres, nuestros hogares o las tareas
escolares. Esta perspectiva ha estado siempre presente en este ministerio
y en este Gobierno para desarrollar un programa de corresponsabilización
de los cuidados desde el ámbito laboral que evite recluir a las mujeres
en el papel de únicas cuidadoras. Conocen el programa Mecuida, pero
permítanme señalar que la reconstrucción de nuestro país no puede ser
posible sin colocar en el centro la vida, sin colocar en el centro los
cuidados. También recordarán los portavoces de la Comisión de Trabajo que
antes de la pandemia señalé que era imprescindible ratificar el convenio
277 de la OIT, que regula el trabajo a distancia. No lo hicimos porque
fuéramos visionarios, lo hicimos porque entendíamos que las relaciones
laborales del siglo XXI han mutado, han cambiado, y ya antes de la
pandemia queríamos legislar sobre esta cuestión, como conocen los
portavoces y las portavoces de Trabajo. Es cierto que en el Real Decreto
8/2020, en su artículo 5, de manera precipitada hemos tenido que
anticipar esta medida, pero convendrán con nosotros que, efectivamente,
el despliegue de las medidas que se han acompañado en ese artículo 5
carecen de algunos elementos que son imprescindibles para la situación
actual. Por cierto, está ya contemplado en el libro blanco y está
legislado y contemplado en el seno de la Unión. Tiene que ver -no me
quiero extender- con los debidos derechos de compatibilidad, con los
descansos diarios semanales y mensuales del artículo 34 del estatuto,
pero tiene que ver también con los derechos de conciliación, tiene que
ver con los derechos de desconexión y tiene
que ver, obviamente también, con la prevención de riesgos laborales. Esta
misma semana nos veíamos el vicepresidente segundo y yo misma con los
ministros y ministras de Bienestar Social y de Trabajo, y todos y todas
ellas coincidían en que era urgente legislar sobre esta cuestión porque
los riesgos en alguna de las actuaciones son muy elevados. El
teleworking, efectivamente, conlleva riesgos, riesgo de aislamiento
social, riesgo de aislamiento digital, riesgos psicosociales y muchas
otras cosas que estoy segura que convendremos que hay que mejorar.
También un sistema de protección por desempleo que asegure la cobertura a
todas las personas que lo necesitan. Aunque desde el Ministerio de
Trabajo hemos desplegado todos los mecanismos posibles -ya lo conocen
también- para aumentar la cobertura y profundizar en la protección por
desempleo, hay márgenes y periferias de precariedad e informalidad
difíciles de amparar. La tasa de cobertura de desempleo, es decir, las
personas registradas como paradas que disponen de prestación o subsidio
era, en marzo de 2017, del 55 %. En estas fechas, en este año 2020,
alcanzamos con las normas que hemos desplegado el 62,5 %. Pero no es
suficiente, recordemos que antes de la anterior crisis la protección
social en materia de desempleo era próxima al 80 %. En la actual
situación hay que actuar de forma inmediata con medidas de protección que
nacen con carácter extraordinario pero que anticipan el primer paso del
cambio necesario en el sistema de protección de las personas
desempleadas. Además de implementar una protección extraordinaria de
carácter inmediato, nos proponemos reformular el sistema de protección en
su fase asistencial, con cambio en el subsidio de desempleo,
simplificando su estructura, llegando a más gente y facilitando los
criterios de acceso. Un nuevo modelo de subsidio que procure mayor
seguridad jurídica, que refuerce la protección, que mejore la cobertura,
evitando los riesgos de conflicto competencial con otros programas de
rentas y que nos pueda situar en línea con el modelo de protección social
de los países de nuestro entorno. Todo ello para avanzar en un gran
objetivo social, que es dar cobertura a todas las personas que lo
precisen.
Concluyo como empecé. Necesitamos un norte definitivo para salir de una
crisis que se ha convertido en económica y social. Y necesitamos acuerdos
que sostengan un verdadero pacto con la sociedad española, un pacto con
nuestra gente en sus diversas dimensiones, social, territorial e
intergeneracional, en el que todas y todos quepamos. La hoja de ruta para
el país debe ser la hoja de ruta de nuestro pueblo. Necesitamos cooperar
y alcanzar soluciones compartidas en esta Cámara porque la crisis solo se
superará con una sociedad que coopera y que construye en común. Confiemos
en nuestra gente, porque no hay porvenir sin su participación en las
futuras soluciones. Correspondamos a su esperanza, alimentémosla. La
filósofa María Zambrano nos habló de las crisis como uno de esos momentos
peligrosos en los que un ser ha de transformarse. La crisis nos exige esa
transformación y nos exige hacerla de otra manera, diferente a como ya se
ha hecho, mejor. Confiemos en la razón, como ella nos ha enseñado, para
encontrar en esta crisis un momento excepcional de creación. Razón y
lealtad, señorías, como la propia Zambrano nos enseñó. Cito literalmente:
Se trata de la lealtad, de la veracidad, se trata de que aunque la
historia sea a veces un conjunto de verdades, para que la historia
camine, y más en estos instantes críticos, tiene que haber una honda, una
profunda lealtad. Necesitamos esa lealtad. Nuestro pueblo ya lo está
haciendo. Alcancemos su altura. Ofrezcámosle soluciones y esperanza, no
furia ni ruido -no furia ni ruido, repito-. Es mucho lo que nos une y más
grande aún es el desafío. Saquemos lo mejor de nosotras mismas, como sabe
hacerlo nuestro pueblo ante la adversidad, y hagámoslo juntas, desde
aquí, desde el trabajo decente y hacia esa normalidad mejor, que, no lo
duden, seremos capaces de construir.
Muchas gracias. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, ministra.
Tiempo ahora para los grupos parlamentarios. Como ya saben, es un único
turno de cuatro minutos. Empezamos por el Grupo Mixto, que en esta
ocasión tiene tres representantes. En primer lugar, por Unión del Pueblo
Navarro, tiene la palabra señor García Adanero.
El señor GARCÍA ADANERO: Muchas gracias, señor presidente. Señorías,
buenas tardes. Agradezco la presencia de la ministra de Trabajo.
Empiezo por el final. ¿Le parece que para trabajar unidos y buscar un
acuerdo con lealtad y veracidad el mejor comienzo sea firmar un acuerdo
con Euskal Herria Bildu a escondidas, con el objetivo de derogar la
reforma laboral de forma íntegra? A partir de ahí, le diré que nos
preocupan mucho los ERTE. Ha hablado mucho de los ERTE, pero la gente
sigue sin cobrarlos. Hay todavía miles de ciudadanos en este país que no
han cobrado los ERTE, y hay que reconocer que cuando uno lleva sin cobrar
desde marzo se le hace muy difícil vivir, porque ya estamos en junio.
Espero que solucione esa cuestión antes de seguir
trabajando en otros menesteres. En ese sentido, también hay que decir que
llama la atención la autocomplacencia con la que hablan los diferentes
ministros y ministras del Gobierno cuando vienen aquí. Parece no ser
importante que haya un millón y medio de personas que se hayan quedado
sin trabajo y parece que tampoco importan nada las expectativas de futuro
que tengamos. Cuando se tiene tanta complacencia es muy complicado
adoptar medidas que sirvan para salir de esta crisis. Y, desde luego,
empezaron mal firmando ese acuerdo a escondidas con Euskal Herria Bildu
para derogar la reforma laboral con tanta lealtad y con tanta veracidad.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor García Adanero.
Por Coalición Canaria, tiene la palabra la señora Oramas González-Moro.
La señora ORAMAS GONZÁLEZ-MORO: Gracias, señor presidente.
Señora ministra, con el primer decreto yo dije lo que iba a pasar en
Canarias y una compañera suya, no usted, me llamo hiperbólica y
catastrofista. Pues, desgraciadamente, yo tenía razón: medio millón de
canarios, 250 000 y 220 000, entre ERTE y parados. Se han destruido en
estos tres meses 60 000 puestos de trabajo de manera definitiva. Y no
solo eso, es que ya estamos en fase 3 y solo se han sacado de los ERTE a
24 000 personas. Cuando hace un mes necesitaron mi voto dije que el
problema de Canarias era que nuestra temporada turística era el invierno,
que septiembre no nos servía de nada si se destruía el tejido empresarial
y que necesitábamos la prórroga de los ERTE hasta diciembre. Yo quiero
agradecerle a usted, al secretario de Estado y a su equipo que, aunque el
acuerdo no fuera con Trabajo, se pusieran a trabajar inmediatamente. Pero
tenemos un problema, y es que necesitamos que el Consejo de Ministros
apruebe el martes definitivamente cómo van ser las prórrogas de los ERTE
en el resto del país, pero sobre todo en Canarias.
No se puede abrir un hotel que se quiera abrir -ya se resolvió la semana
pasada en la negociación con la secretaría de Estado por parte de
Canarias-, porque si abrías un hotel, te obligaban a abrir treinta,
incluso algunos en Madrid, porque estaban en la misma sociedad; eso ya
está resuelto. Pero una empresa no puede tomar la decisión de abrir un
hotel, de preparar una apertura un día antes. ¡Se necesitan quince días!
¡Esto se acaba a finales de junio! Yo le ruego, le pido -porque ustedes
saben la importancia que tiene- que esto vaya al Consejo de Ministros del
martes, y que el sector empresarial sepa los términos exactos en los
cuales se van a hacer las prórrogas, que en el caso de Canarias tendrá
que ser hasta diciembre.
Y otra cosa, usted se comprometió conmigo hace dos meses y medio a que el
plan de empleo de Canarias, de 42 millones de euros, se iba a firmar ya
con la Comunidad Autónoma de Canarias. Son los convenios de los
ayuntamientos y los cabildos con la gente más vulnerable. Yo le pido que
hoy me diga cuándo se va a firmar el plan de empleo de Canarias y a
transferir los fondos.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Oramas.
Por la CUP, tiene la palabra el señor Botran Pahissa.
El señor BOTRAN PAHISSA: Gracias.
Hay un organismo que ha sido importante en las últimas semanas y que lo va
a seguir siendo, que es la Inspección de Trabajo. Por nuestra parte,
nuestro apoyo total ante las amenazas que ha recibido por parte de la
patronal cuando usted expresó su prioridad de terminar con la explotación
de los jornaleros, de los trabajadores agrarios.
Quiero señalar que en Cataluña hay varios sectores también muy afectados
por la explotación y que necesitan de esta priorización de la Inspección
de Trabajo. También en el sector de los temporeros, en Lleida, ha saltado
más a la vista la explotación a la que es sometida la gente que viene a
trabajar y a los que, incluso, no se les proporciona un lugar donde
alojarse; y esta es una situación de la que tienen mucha responsabilidad
las empresas de trabajo temporal. Recientemente, también, un documental,
llamado El cost de la fruita, ha puesto al descubierto y ha puesto cara
al tema de la explotación laboral.
En cuanto al sector de los mataderos -ya lo hemos dicho en reiteradas
ocasiones y siempre lo recordamos-, en muchos casos la explotación se da
a través de la forma de falsos autónomos. Las plataformas digitales
también se han citado como prioridad para cambiar la ley con el fin de
que termine el fraude en el tipo de relación laboral, pero si no va
acompañado de una mayor inspección laboral no se
conseguirá este propósito. Nosotros creemos que hay que priorizarlo. En el
caso de Cataluña, las competencias son compartidas y no es tanto la
iniciativa del propio cuerpo de inspectores, como la dotación necesaria
de la Inspección de Trabajo, también en Cataluña, que fue parcialmente
traspasada, para que la prioridad de terminar con la explotación laboral
en determinados ámbitos pueda tener la dotación necesaria.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Botran.
Por el Grupo Parlamentario de Euskal Herria Bildu, tiene la palabra el
señor Matute García de Jalón.
El señor MATUTE GARCÍA DE JALÓN: Gracias, señor presidente
Señora ministra, en primer lugar, quiero pedirle disculpas porque me he
incorporado tarde a su comparecencia y quizá alguna de las preguntas que
le pueda hacer ha tenido ya desarrollo en su intervención. Si es así, no
hace falta que me conteste. Intentaré ver el vídeo con posterioridad y
así le ahorro tiempo al resto de integrantes de la Comisión.
La primera cuestión tiene que ver con los riders. Usted se reunió con
ellos la semana pasada, si mal no recuerdo, o hace dos semanas. Sé que
tuvieron una reunión con diferentes colectivos, entre ellos, el de
"Riders x Derechos", y me gustaría conocer cuáles son las líneas de
trabajo que están desarrollando para dignificar su profesión. Supongo que
a nadie le es ajeno que forman parte también de los servicios esenciales
a los que se aplaudía desde los balcones, porque son los que llevan la
comida a mucha gente que, o no sabía cocinar, o no tenía deseo de
hacerlo. Esta gente, estos imprescindibles probablemente pueden ver en
este tiempo de oportunidades -como decía usted- un elemento para
dignificar sus condiciones laborales. Me gustaría saber qué cronogramas
tienen, si tienen alguno, o qué medidas están planteando.
La segunda cuestión tiene que ver con la flexibilidad laboral. A agentes
que participan en las mesas de diálogo social les estamos oyendo hablar
estos días de flexibilidad laboral. A mí me gustaría conocer la opinión
de su misterio, porque me parece -pero tal vez es porque yo soy de
carácter malpensante- que no están hablando de mejorar la conciliación de
la vida laboral y familiar. Me parece que cuando hablan de flexibilidad
laboral, hablan de cosas que ya hemos vivido en esta sociedad y que han
venido asociadas a otras reformas laborales que tenían que ver con la
precarización en el empleo y la depauperización de las condiciones
laborales y sociales. Quisiera saber -ya que participan de esos espacios
de encuentro, como es la Mesa para el diálogo social- si tienen alguna
noción de a qué se refieren. También se lo preguntaremos a ellos, pero
igual usted lo sabe.
Y termino con dos agradecimientos. Un agradecimiento por la labor que
están llevando a cabo con la Inspección de Trabajo en el campo, que creo
que es absolutamente necesaria. En más de una ocasión hemos denunciado
-porque nos llegaban a nosotros esas peticiones de denuncia para que las
trasladáramos aquí- las condiciones de semiesclavitud que se estaban
viviendo en el campo, no solo en el campo de Andalucía -pero allí de
manera muy protagónica-, sino también en otros lugares. De igual manera
queremos manifestarle nuestro respeto y nuestro agradecimiento por lo que
están realizando en ese terreno, así como nuestra adhesión y solidaridad
ante las amenazas que haya podido recibir.
Y termino ya agradeciéndole al representante de UPN -como se dice en la
redes sociales- la difusión del acuerdo que ha mencionado.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Matute.
Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene la palabra la señora Muñoz
Vidal.
La señora MUÑOZ VIDAL: Gracias, presidente.
Buenas tardes, ministra. Antes de nada, como siempre, vaya mi recuerdo por
las víctimas de esta pandemia y me sumo a ese minuto de silencio que
hemos realizado al inicio de la sesión. La verdad es que, mientras
seguimos librando la batalla para salvar vidas, hoy nos encontramos aquí
en otro frente, el de salvar empleos. Mi grupo parlamentario está muy
orgulloso de haber podido trabajar para conseguir la desvinculación de
los ERTE del estado de alarma y que se extendieran de momento hasta el 30
de junio. Es un paso importante, lo sabemos, pero creemos que es
insuficiente, por lo que debemos seguir avanzando y conseguir que
nuestras empresas y sus trabajadores estén protegidos. Por ello, quería
saber si se va a contemplar la posibilidad -ya que consideramos que esa
fecha tope del 30 de junio se puede quedar corta- de extender nuevamente
la duración de los ERTE por fuerza mayor, con carácter general, hasta el
30 de septiembre, como venimos reiteradamente solicitando, o incluso más
allá para sectores
especialmente afectados, como también ha comentado la señora Oramas, como
puede ser el sector del turismo.
Desde el punto de vista puramente operativo, no dejamos de ser conocedores
de que existen quejas por parte de trabajadores afectados por ERTE que
siguen, o bien sin cobrar su prestación, o con algún problema de datos en
los pagos, como hemos conocido también esta semana. Ha habido algún error
informático o algún error de comunicación en los datos con las entidades
bancarias y se está produciendo una situación quizá desagradable para
mucha gente al tener que reclamar a las entidades financieras pagos que
se han realizado indebidamente. Quería saber su opinión al respecto, qué
ha podido suceder exactamente. Y respecto a los trabajadores que aún no
han cobrado sus ERTE, nos gustaría saber si tienen alguna fecha y si se
puede comprometer a decirles cuándo los van a cobrar.
La segunda parte de mi intervención es para hablar de conciliación y
teletrabajo, cuestión que ha apuntado ya en su comparecencia. En lo que
respecta al Plan Mecuida, actualmente su vigencia se encuentra limitada a
los tres meses posteriores a la finalización del estado de alarma.
Entendemos que esta limitación no tiene mucho sentido, puesto que hay
circunstancias por las que se puede recurrir a ese plan, como es el
cierre de colegios, la cuarentena y el aislamiento para evitar al
contagio, que pueden seguir produciéndose con posterioridad a que termine
el estado de alarma. Siendo así, quería saber si valoran desde su
ministerio la posibilidad de modificar la duración de esta vigencia, de
modo que las medidas del plan Mecuida sean aplicables en el futuro,
siempre y cuando se produzcan circunstancias que habiliten su solicitud y
que se conceda el reconocimiento.
También en este aspecto, mientras se va produciendo poco a poco la vuelta
a esta normalidad y la vuelta al trabajo pero los colegios siguen
cerrados por falta de un plan definido por parte de las autoridades
educativas, una solución para muchos padres es, o bien recurrir a
cuidados profesionales en el propio domicilio, o reducir su jornada
laboral. Sin embargo, no todo el mundo puede permitirse económicamente
solicitar unos cuidados profesionales a domicilio o reducir salario por
reducción de jornada. No sé si han valorado la posibilidad, como
alternativa a estas medidas, de que las familias sean compensadas no solo
con una prestación económica, sino con los apoyos necesarios para
familias con menos recursos.
Y acabo ya, presidente. En cuanto al teletrabajo, como bien ha comentado
la ministra, estuvimos hablando de este tema antes de la pandemia. Ahora
mismo hemos pasado a multiplicar por tres las horas de trabajo a
distancia. ¿Puede hablarnos un poco más de las líneas generales, del
contenido de esta ley de trabajo a distancia que ya se planteaba y
decirnos si maneja algunos plazos concretos?
Pido disculpas, ya que no sé si voy a poder estar presente en sus
respuestas porque tengo que asistir a otra Comisión. Si no puedo, lo
seguiré en vídeo.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Muñoz.
El Grupo Plural también tiene tres representantes y empezamos con Més
Compromís, señor Baldoví Roda.
El señor BALDOVÍ RODA: Moltes gràcies, señor presidente.
Señora ministra, una pregunta, una petición y una reflexión. Primero, la
pregunta -porque no lo he oído muy bien-: ¿En qué año superamos el récord
de paro del 27 %? Me gustaría volver a oírlo. Segundo, la petición:
estamos en la Comisión para la Reconstrucción. No dejemos a nadie atrás.
Se lo dije ayer en una conversación que tuvimos en el pasillo. Estudien
prolongar las medidas más allá del 30 de junio para los sectores que no
han podido avanzar y miren también si se puede implementar para aquellos
sectores que se quedaron fuera el 14 de junio, que eran básicamente los
autónomos de temporada, venta ambulante, hostelería o atracciones de
feria. En última instancia, una reflexión: estamos en la Comisión para la
Reconstrucción, luego vendrá la patronal y también vendrán la semana que
viene otras personas. Creo que hay que escuchar a las empresas en
relación con la salida de esta crisis, pero entendemos que no solo se
tiene que escuchar a las empresas, también es muy importante que
escuchemos a los trabajadores y por eso Compromís quiso traer la voz de
las kellys a esta Comisión para que se escuchara también a los
trabajadores. Pero no olvidemos tampoco a los consumidores, a los
clientes de estas empresas y de estos trabajadores, porque al final son
muy importantes. Por último -dentro de esta reflexión- creo que la mejor
manera de reconstruir es que se siga avanzando en los diferentes acuerdos
de investidura, que no se retroceda, que sean ambiciosos y que por tener
algunos acuerdos puntuales no se desvíen de aquel acuerdo progresista.
Esta reflexión es para mí y para Compromís muy importante.
Por Más País-Equo, tiene la palabra la señora Sabanés Nadal.
La señora SABANÉS NADAL: Muchas gracias.
Bienvenida, señora ministra. No he observado ninguna autocomplacencia y
nos ha pedido lealtad. Mientras usted mantenga su compromiso con la
creación de empleo y la dignidad del mismo, desde luego tendrá la lealtad
para el trabajo de Más País-Equo y, además, tendrá nuestro apoyo ante
cualquier amenaza por cumplir la legalidad y la dignidad en las
relaciones laborales.
Dicho esto, me gustaría formularle varias preguntas. Tengo poco tiempo.
¿Cómo entiende usted que está la coordinación entre el sistema de
formación profesional para el empleo y la formación profesional reglada,
con el objetivo de la capacidad de generar empleo en nuevos sectores,
unido a las expectativas del paquete de la Unión Europea? En segundo
lugar, ¿cree que hay sectores de acción inmediata donde hay más
expectativas y capacidad de generar empleo? ¿Y sobre esos sectores
tenemos capacidad, preparación y fortaleza en las relaciones laborales?
Nosotros y el Partido Verde Europeo vemos que hay dos sectores que
parecen muy dinámicos y que tienen una gran fortaleza a la hora de
generar empleo: uno es la rehabilitación de edificios, construcción y
bioconstrucción; y otro es la energía, electrificación, tecnología y
vehículos eléctricos; me gustaría que nos indicara algo sobre esta
cuestión. Por último, ¿cómo ve el encaje entre las reformas internas y
las expectativas del paquete de reformas? Esto es también muy importante.
Y cómo valora el teletrabajo, la digitalización, la expansión de los
cuidados y los cambios horarios, y si nos pueden llevar a una reducción
del horario de trabajo justa, en el sentido de que los beneficios de esas
tecnologías sirvan para mejorar el potencial de los empleos y no para lo
contrario, para precarizarlos.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Sabanés.
Por el Grupo Parlamentario Junts per Catalunya, tiene la palabra el señor
Boadella Esteve.
El señor BOADELLA ESTEVE: Muchas gracias, señor presidente.
Señora ministra, antes apuntaba que si el acuerdo relativo a los ERTE se
prorroga más allá del 30 de junio, tiene que ir sí o sí al Consejo de
Ministros del martes, pero yo creo que incluso se tendría que anunciar
antes. Es decir, la certeza que necesita la gente para organizar las
líneas productivas, para organizar el trabajo que queremos preservar
requiere que esta información, más allá de que se apruebe o no en el
Consejo de Ministros del martes, si existe, llegue cuanto antes para
asegurar este mantenimiento de los puestos de trabajo. Y sobre todo en
qué sectores, porque todo el mundo habla de turismo, pero la pregunta es:
¿Abarcará también a la industria, abarcará también al sector cultural,
con teatros que no van a poder llenar el aforo de las salas, y a otros
establecimientos culturales?
La otra cuestión que le quería plantear es la relativa al teletrabajo, que
usted ha apuntado aquí. Nosotros creemos que es muy necesario un pacto
social y articular el futuro del teletrabajo, pero la gran pregunta es:
¿El teletrabajo va a ir también por real decreto-ley? Porque es urgente
hacerlo y yo le reconozco que hay que regularlo, pero el Gobierno ya ha
empezado una consulta abierta sobre las cuestiones relativas al
teletrabajo y sería interesante que, más allá del acuerdo social, también
existiera un acuerdo o al menos trabajara con los grupos parlamentarios.
Por tanto, ¿cómo va a combinar la urgencia de adoptar esta medida con
evitar un real decreto-ley que vuelva otra vez a poner a los grupos
parlamentarios ante la obligación de regularlo, pero sin tener espacio
para poder aportar muchas mejoras?
No tengo más tiempo; solo quiero pedirle, como apuntaba antes, la certeza
en las comunicaciones, que es esencial en lo que compete a lo urgente; lo
importante es lo que acabará concluyendo esta Comisión.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Boadella.
Por Grupo Parlamentario Republicano, tiene la palabra el señor Salvador i
Duch.
El señor SALVADOR I DUCH: Buenas tardes.
Gracias, ministra. Toda nuestra solidaridad por las amenazas recibidas y
siempre nos tendrá a su lado. Pienso que la Cámara se equivoca en el
diagnóstico cuando habla de volver a la nueva normalidad. La nueva
normalidad empezó en 2008 y estamos en una nueva era, no es una nueva
normalidad, no es una nueva crisis. Lo que ha hecho el coronavirus es
acentuar lo que había antes, nada más y nada menos. Le
voy a dar unas cifras que usted también ha citado, y que están
contrastadas, de lo que significa el modelo productivo que ha tenido el
Reino de España. Las competencias en este terreno son del Gobierno y del
Parlamento de España. El tema del empresariado lo dejaremos para cuando
vengan los compañeros del empresariado y el tema del modelo productivo
también para cuando toque, pero en cuanto al tema laboral es importante
decir que doce años después de 2008, y antes del coronavirus, nos
encontrábamos con un Estado con diferentes pueblos -no solo con un
pueblo, sino con diferentes pueblos-, en el que hay 2,3 millones de
personas en la miseria, en la miseria. Hay 12 millones de personas en la
pobreza, de los cuales muchos son trabajadores pobres -la figura del
precariado existe-, hay un 30 % de pobreza infantil, el paro nunca ha
bajado de dos dígitos, la temporalidad es del 26 %, el paro juvenil es
récord en Europa, y esto tiene responsabilidades. Son dos los partidos
que han estado en el Gobierno y parece que esto ha caído ahora del cielo.
No, no ha caído del cielo; hay responsables. Pienso que si no se parte de
este diagnóstico, de que el modelo productivo y el marco laboral
legislativo no son correctos, no vamos a salir.
A mí me preocupa porque nosotros tenemos una gran expectativa con el
Gobierno, sobre todo con Unidas Podemos. Con el PSOE no tenemos tanta,
porque siempre nos falla, pero espero que Unidas Podemos no nos falle, y
voy a decir por qué. Siempre han dicho que no quieren que pase lo que
ocurrió en 2008 y lo que pasó con las reformas que se hicieron entre 2008
y 2013, pero es que ustedes, su Gobierno, ya tienen una ventaja. Para
salir de lo que decían que era una crisis, que para mí es una nueva
realidad, hicieron varias cosas. Recuerdo que una fue que cambiaron la
Constitución, el artículo 135, y obligaron al pago de la deuda por encima
de la educación, la sanidad, políticas de empleo, etcétera; se hicieron
dos reformas laborales, una el Partido Socialista y otra el Partido
Popular, respecto de las cuales hicieron huelga general los sindicatos;
reformaron las pensiones -cada vez que se reforman las pensiones perdemos
alguna cosilla, en este caso fueron grandes cosas- y contra la disidencia
política que estas reformas implicaban se hizo la Ley mordaza, y sigue
vigente el artículo 315 del Código Penal para castigar a los
sindicalistas y a los disidentes políticos.
¿Por qué digo todo esto? Porque la realidad es que todo esto sigue
vigente. Es decir, ya no hace falta que ustedes cambien la Constitución
ni que hagan reformas laborales ni que hagan la Ley mordaza contra la
disidencia ni el artículo 315.3 contra los piquetes sindicales, etcétera,
porque ya está hecho. ¿Qué quiero decir? Aquí va la expectativa. Llegará
un momento en el que habrá que mojarse, y yo no creo que de aquí salga un
pacto. Viendo cómo está el Partido Popular, cómo está VOX, cómo está
Ciudadanos, cómo está Unión del Pueblo Navarro, yo no veo ningún pacto
posible, porque ellos no reconocen nada. Dicen que han creado tres
millones de empleos, que esto es Disneylandia... No, esto no es así, hay
doce millones de pobres. Las competencias principales en
infraestructuras, en todo lo que definen las políticas laborales y
económicas, son competencia del Reino de España. Luego ya no hacen falta
reformas, hacen falta revoluciones, en el sentido -no lo asocien al
procés y a la violencia, no- de que hay que hacer cambios estructurales
muy importantes, no pequeñas reformas. Ya no valen las pequeñas reformas,
porque, si no, la nueva normalidad va a ser esta que le estoy
describiendo, que la crisis del coronavirus solo ha acentuado.
Es decir, acabando -casi le imploro por mi confianza en su ministerio; no
en el Gobierno, pero sí en su ministerio-, si no se hace nada, dentro de
unas semanas todo este dispositivo que se creó entre 2008 y 2013 estará
ya preparado; de hecho, los empresarios ya están comunicando a muchos
trabajadores que dentro de poco el ERTE se va a convertir en definitivo.
La pregunta es: ¿Va usted a desmontar este dispositivo o a crear nuevos
para que esto no pase y para que realmente la salida a la crisis sea
diferente de la que se hizo entre 2008 y 2013? ¿O vamos a aprovecharnos
de lo que se hizo entre 2008 y 2013 para que dentro de unas semanas haya
un paro que no solamente pueda superar los dos dígitos, sino llegar a
cifras récord en la historia del Reino de España? Aquí me gustaría que se
mojaran.
Perdón, voy a estar todo el rato entrando y saliendo porque tengo otra
Comisión, pero no es por falta de cortesía, sino por necesidad.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Salvador.
Por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú
Podem-Galicia en Común, tiene la palabra el señor Rodríguez Rodríguez.
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ: Gracias, señor presidente. Gracias,
ministra, por su comparecencia.
Que estamos ante una situación dramática a todos los niveles, yo creo que
es evidente, y dentro de ese contexto, quería darle las gracias al
Gobierno en su conjunto, a su ministerio y también a la multitud de
trabajadores y trabajadoras públicos que se han matado a trabajar para
que mucha gente haya tenido una red de apoyo, para que haya tenido
cobertura en estos meses que han sido dramáticos. Yo soy el primero que
en sede parlamentaria ha insistido en que ha habido gente que se quedaba
fuera de la cobertura, en la insuficiencia de algunas medidas, en que
tenían que llegar más allá, en pequeños fallos. Yo he sido el primero que
he insistido en eso, pero viendo las intervenciones anteriores, ahora me
gustaría poner un poco de énfasis, que creo que no está de más, en lo que
se ha hecho bien y en la cobertura.
Cuando se habla de los ERTE, es verdad que hay un pequeño porcentaje de
gente que no está recibiendo esa cobertura, y en eso hay que trabajar y
solucionarlo. Evidentemente, no todo es imputable a las administraciones
públicas y al ministerio, hay multitud de casuísticas, pero vamos a poner
sobre la mesa, para que quede en el Diario de Sesiones y para poner en
valor las cosas que se hacen bien, que más del 98 % de los expedientes
han sido cubiertos. En la comparecencia de su compañero de Inclusión y
Seguridad Social la semana pasada o a principios de esta ya no lo
recuerdo con tanta comparecencia, se nos decía que han sido 5,7 millones
de personas trabajadoras en este país las que han sido cubiertas o bien
por los ERTE o bien por los ceses de actividad para los autónomos o por
otra serie de prestaciones, y esto es importante que lo pongamos en
valor, porque, si no, parece que lo de los ERTE es una entelequia y que
nadie los ha cobrado y nadie se ha visto cubierto por ellos, cuando la
realidad es diametralmente opuesta y, al contrario de lo que pasó en 2008
con las medidas de austeridad y con los recortes, ha habido mucha gente
que se ha visto cubierta. Esto no quita que la situación sea grave y
dramática y que estas medidas se tengan que extender en el tiempo, sin
duda, pero creo que es de justicia poner en valor este gran esfuerzo que
se ha hecho, también presupuestario, por parte de toda la ciudadanía y
por las administraciones públicas, en concreto por su ministerio, para
cubrir a la población.
Y ya entro lo más rápido posible en hablar respecto a la reconstrucción,
con unos ejes que para nosotros y nosotras son claves. Es evidente que la
precariedad ha sido un modelo impuesto en todos los ámbitos de la vida,
mucho más allá de lo laboral, y creo que eso hay que revertirlo y que la
crisis del COVID solo viene a acelerarlo todo.
En cuanto a los ejes, el primero, servicios públicos, es fundamental, pero
no solo hay que decirlo. Muchas de las cosas que voy a decir aquí exceden
de sus competencias y tienen que ver de manera transversal con todo el
Gobierno, pero si hablamos ahora de reconstrucción es imposible no
tratarlas. Los servicios públicos pasan por empleos de calidad, por
generar muchos más empleos de los que tenemos y por dar calidad a los que
ya tenemos, porque hay que gente que se está partiendo la cara para que
nuestro país salga adelante y que lo hace en condiciones de precariedad
absoluta.
Segundo: Cuidados. Hay que profesionalizar los cuidados, no cabe duda.
Como usted ya lo dijo, los cuidados los llevan a cabo principalmente las
mujeres, de forma totalmente invisible y no remunerada. Esto es una
barbaridad y es uno de los ejes centrales. Y aquellos servicios que ya
están profesionalizados hay que desprivatizarlos, porque están en manos
de grandes empresas de multiservicios.
Acabo ya, señor presidente, voy muy rápido.
Tres: todo lo que tiene que ver con la digitalización y robotización. Esto
va a suponer un cambio -ya lo está siendo- en multitud de empleos; se van
a generar empleos nuevos y va a haber empleos que se van a perder.
Nuestro país no puede estar en el vagón de cola de esto.
Cuatro: los salarios. Los salarios son muy importantes, por una cuestión
de dignidad de los trabajadores y también porque necesitamos un mercado
interior muy potente en nuestro país que dinamice la economía y que ayude
a cambiar ese modelo productivo que decía antes.
Quinto, y ya termino, señor presidente: No solo es una cuestión de
salarios, sino también de calidad en el empleo, de estabilidad, para dar
seguridad y garantía a la gente y para que si llega otra crisis -que,
visto cómo está el panorama en el siglo XXI, no estamos exentos de esa
posibilidad- el empleo pueda resistir y no haya temporalidad, parcialidad
y precariedad, porque cuando vienen mal dadas los trabajadores afectados
por ellas son los primeros que se quedan con una mano delante y otra
detrás.
Muchas gracias y perdón, pero el tiempo que tenemos es muy poquito.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Rodríguez.
Por el Grupo Parlamentario VOX, tiene la palabra el señor Aizcorbe Torra.
El señor AIZCORBE TORRA: Muchas gracias, señor presidente.
Señora ministra, buenas tardes. En cuatro minutos da muy poco tiempo para
hablar, aunque a veces el flechazo nace en un instante.
Ha hablado de la concepción negativa del trabajo y, efectivamente,
nosotros apostamos por una concepción positiva del trabajo, del empleo y
de la actividad económica.
Ha hablado también del diálogo con las fuerzas políticas para consensuar
las nuevas normas que desde el primer momento dijo que iban a cambiar.
Después cambió el baile y pasó del cambio y de la modificación del
Estatuto de los Trabajadores a la derogación mediante el pacto con Bildu.
Mi grupo le pide que se haga efectivo ese diálogo, ese consenso.
Estaremos siempre esperando su llamada y la llamada del resto de los
grupos para ver hasta dónde podemos ir en algo en lo que hay que ir de la
mano sí o sí.
Quisiera hacer tres reflexiones en cuanto a lo que ha dicho. En relación
con la prórroga de los ERTE, de lo que se ha hablado mucho, mi consejo es
que volvamos al texto del Real Decreto 8/2020, que marcaba el periodo
hasta que durase la situación de pandemia. Se modificó mediante el Real
Decreto 9, en la adicional primera, que lo limitó al periodo del estado
de alarma, y hubo aquella trifulca en el debate famoso para renovar dicho
estado de alarma, pero jurídicamente era inviable; igual que ahora
sabemos perfectamente que es inviable que cierren el 30 de junio los
ERTE, porque jurídicamente tampoco podríamos sostenerlo. El consejo es
que vuelvan al texto inicial del Real Decreto 8/2020.
Una segunda cuestión es en relación con la famosa disposición adicional
sexta, también del Real Decreto 8/2020, que recordemos que es de 17 de
marzo y que se modifica mediante el Real Decreto 18/2020, también en
disposición adicional sexta, que es sobre la salvaguarda del empleo. En
una pregunta que le hicimos en la Comisión de Trabajo, le preguntamos si
los ERTE de los artículos 22 y 23 estaban afectados por dicha disposición
adicional sexta, y usted nos dijo que sí. Sabíamos que los del 23 era que
no y, efectivamente, así fue, no estaban afectados por dicha salvaguarda.
Pero ahora nos encontramos con lo que ya la semana pasada le dijimos. Es
importante saber si para aquellas empresas que despidan a un trabajador,
la devolución de las cuotas y los recargos y sanciones que se han
acompañado en el Real Decreto 18/2020 ex novo corresponderán a la
devolución por ese solo trabajador o a lo que se ha recibido de toda la
plantilla. Sé -y usted también- que hay dos oficios de 27 de mayo de la
Dirección General de Trabajo -por cierto, felicite a la directora general
de Trabajo, que es una gran profesional- que son curiosos, y parece que
trasladan la responsabilidad a la Tesorería General de la Seguridad
Social. Entendemos que, por garantía y seguridad jurídica, la ministra,
sobre algo que está legislado, nos tendría que confirmar en qué medida
hay que devolver esas cuotas.
Por último, se ha hablado de la segunda oportunidad. Vuelvo a insistir en
la segunda oportunidad, el Real Decreto-ley 1/2015, desarrollado por la
Ley 18/2015. Sabe que todavía hay algunos procedimientos que todavía
siguen desde 2015 y no se han acabado, y me gustaría saber de qué forma
lo quieren abordar, cómo lo quieren abordar y, sobre todo, si también
entrarán los llamados créditos privilegiados, los créditos públicos, en
ese BEPI, en esa exoneración del pasivo insatisfecho, porque, si no,
estamos haciendo juegos florales que no sirven para nada. Hay miles de
cosas más, pero se ha acabado el tiempo.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Aizcorbe.
Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la señora Rodríguez
Herrer.
La señora RODRÍGUEZ HERRER: Gracias, presidente.
Señora ministra, usted ha empezado su intervención diciendo que recordar
es reconstruir, pero parece que usted ni siquiera recuerda lo que está
pasando hoy o lo que ha pasado ayer o anteayer.
Los españoles -porque somos los españoles- nos hemos gastado y nos estamos
gastando mucho dinero en los ERTE de fuerza mayor. Según las cuentas del
SEPE, a finales de mayo habían consumido el importe que habían calculado
para todo el año para prestaciones a los desempleados, casi 7500 millones
de euros, y eso que todos conocemos los retrasos injustificables en el
pago a multitud de perceptores que, desde el 15 de marzo, han tenido que
esperar -los más afortunados- hasta los primeros días de este mes para
cobrar; algunos miles siguen esperando. Quizá sea porque, según sus
mismas cuentas, a finales de mayo tenían un déficit sin cancelar en ese
organismo de 3500 millones de euros, diferencia entre sus ingresos y
gastos, si las cuentas que publican son correctas. Parece que no les
preocupa que muchos de los que componen las colas del hambre sean
precisamente los que están esperando a que les paguen aquello a lo que
tienen legítimamente derecho, aquello de lo que usted se jacta, con
perdón, en sus ruedas de prensa y hace parecer un éxito: que haya que
atender a más de siete
millones y medio de perceptores, también según sus últimos datos. Pero no
se trata de eso. En lugar de sacar pecho por pagar subsidios, de lo que
se trata es de que los españoles no tengan que cobrar; se trata de que
millones de compatriotas no pierdan el empleo. Para eso nos estamos
gastando el dinero, para que puedan mirar al futuro con esperanza -usted
usó esa palabra también-. Hay que luchar por tener una economía
productiva en lugar de una economía subsidiada.
Con los ERTE ustedes pretendieron hacernos chantaje político. Vincularon
su vigencia con el estado de alarma, como si fuera una condición
necesaria, aun cuando sabían que con una simple modificación legal podían
subsanarlo. Así lo hicieron, por cierto, después y así estaba en nuestras
enmiendas a los reales decretos-leyes 9 y 10, tramitándose como ley -ahí
muertos, en el olvido- pero corregidos por reales decretos-leyes
posteriores a modo de fraude de ley. No se deberían corregir con reales
decretos-leyes posteriores leyes que se están tramitando en esta Casa. En
fin, en este momento siguen teniendo fecha de caducidad, como han dicho
otros portavoces: el 30 de junio. Es una fecha que en muchos casos no se
adapta a las necesidades reales de las empresas, no se adapta al objetivo
que se perseguía cuando se establecieron, es decir, que las empresas no
cerraran y no se perdieran los puestos de trabajo. ¿Van a hacer algo para
solucionarlo? En esto hemos coincidido varios. ¿Lo van a hacer pronto? Si
no lo hacen o adoptan una postura que haga inviable la pervivencia de las
empresas, serán responsables de dilapidar miles de millones de euros de
todos los españoles y de frustrar las esperanzas de muchos.
Señora ministra, usted forma parte de un Gobierno al que soportan unos
partidos, entre ellos el suyo, que por cinco abstenciones vendieron la
legislación laboral, la regulación del mercado de trabajo, el principal
problema estructural que tiene España y que nos separa significativamente
de los países de nuestro entorno. La rigidez del mercado laboral provoca
que, cuando vienen mal dadas, nosotros nos veamos mucho más afectados que
nuestros vecinos, y esto no es un planteamiento macroeconómico, sino el
sufrimiento y la desazón de millones de españoles con nombre, dos
apellidos y documento nacional de identidad. La Unión Europea, el Banco
de España y los expertos que están compareciendo en nuestros grupos nos
piden que no deroguemos lo que tenemos, aunque debamos seguir avanzando
para mejorar y adaptarnos a las nuevas realidades. Se habla de
flexiseguridad, de teletrabajo flexible y sin condiciones artificiales,
de oportunidades de empleo basadas en las nuevas tecnologías, de puestos
de trabajo diferentes que, como tales, no deben de ser demonizados, de
formación dual, en fin, de atender a los que ofrecen trabajo -las
empresas-, pero también de atender a los que lo demandan -los
trabajadores-, es decir, una ecuación en la que ganan todos. ¿Cuál es la
posición de su ministerio? Nos ha adelantado una parte. ¿Están dispuestos
a trabajar con la mente abierta y no solo aplicando viejas fórmulas?
¿Dejarán sus dogmatismos a un lado y serán sensibles a las demandas de
los expertos?
Los problemas de los españoles, ministra, no se resuelven dándoles
subsidios o subvenciones o ingresos mínimos vitales; se resuelven
generando las condiciones necesarias para que haya empleo, no prohibiendo
los despidos ni criminalizando a los empresarios, no destruyendo empresas
y empleos existentes. ¿Le suena Alcoa, verdad, señora ministra? Usted es
casi de la zona y yo he pasado temporadas maravillosas en La Mariña
lucense, una comarca que va a sufrir una crisis sin precedentes por el
desapego y la falta de diligencia y de interés del Gobierno. De ninguna
de las maneras...
El señor PRESIDENTE: Señora Rodríguez, debe concluir.
La señora RODRÍGUEZ HERRER: Termino, señor presidente.
De ninguna de las maneras debemos cumplir con los escenarios más
pesimistas que estamos conociendo en estos últimos días y, para eso, se
deben poner los medios sin sectarismos ni decisiones sesgadas.
Usted ha venido y ha hecho una comparecencia al uso, de programa de
Gobierno. ¿Qué quiere? ¿Contratos de adhesión? Nosotros solo tenemos
cuatro minutos sin la segunda vuelta. En fin, mal procedimiento de esta
Comisión para que pudiéramos debatir. Espero que al menos conteste a
alguna de mis preguntas.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Ha tenido cinco minutos y medio.
La señora RODRÍGUEZ HERRER: Sí, me he excedido.
El señor PRESIDENTE: Y los cuatro minutos los pactamos todos los grupos.
(La señora Rodríguez Herrer pronuncia palabras que no se perciben).
Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor Simancas
Simancas.
El señor SIMANCAS SIMANCAS: Gracias, presidente.
Bienvenida, señora ministra. Mis felicitaciones por su labor. Gracias por
su comparecencia.
Tenemos que lamentar con usted que algunos grupos parlamentarios no acaben
de entender que esta no es una comisión de control más, es una comisión
para hacer propuestas de futuro. Esta no es una comisión de confrontación
más, es una comisión que aspira al entendimiento en relación con los
desafíos de futuro. Tampoco acaban de entender algunos grupos
parlamentarios de la oposición que no hay una política laboral única,
porque no hay un pensamiento único; hay políticas laborales diversas,
porque hay pensamientos, ideas e ideologías diversas. Las derechas
defienden legítimamente, por ejemplo, que las políticas laborales deben
subordinarse siempre al propósito de favorecer el crecimiento de la
economía -cualquier crecimiento- y la creación de puestos de trabajo
-cualquier tipo de puestos de trabajo- y que las ministras o los
ministros de Trabajo deben estar constantemente decidiendo si favorecer
el crecimiento económico o defender los derechos de los trabajadores, si
favorecer la creación de empleo o defender contratos estables y salarios
justos, en esa dialéctica: o una cosa o la otra. Hay otros que entendemos
que hay una política laboral diferente, que persigue el crecimiento
económico, pero un crecimiento económico sostenible en lo social y en lo
ambiental, no cualquier crecimiento económico; que queremos que se creen
puestos de trabajo, pero no nos vale cualquier puesto de trabajo, los
queremos con derechos, con estabilidad, con salarios dignos; que los
ministros o las ministras de Trabajo no tienen que elegir todos los días
entre crecer y crear empleo digno, entre crear puestos de trabajo y
favorecer salarios dignos, sino que deben procurar que el crecimiento
económico esté acompañado de la creación de puestos de trabajo dignos y
estables. Y ese es nuestro planteamiento, como el suyo, señora ministra.
Le preguntamos, por tanto, ¿qué papel va a tener la política laboral en el
cambio, en la modernización del modelo productivo que se ha propuesto su
Gobierno, nuestro Gobierno? Hemos hablado de transición ecológica, hemos
hablado de transformación digital, hemos hablado del fomento de la
industria y ¿qué papel va a jugar el factor trabajo?, porque hay quienes
consideran todavía que el factor trabajo es poco menos que una carga más
o menos inevitable, y nosotros entendemos que puede ser un factor
determinante para lograr productividad y competitividad. Hay que
convencer a las empresas en este país de que han de ganar productividad y
competitividad no a base de precarizar el mercado laboral, sino a base de
introducir otros factores que añaden valor añadido -valga la redundancia-
vía innovación, vía I+D+i y vía también cualificación, formación,
estabilización y cuidados en el factor trabajo.
Animamos a la ministra a impulsar un nuevo estatuto de los trabajadores,
el estatuto de los trabajadores del siglo XXI que se merece este país; un
nuevo estatuto que asegure el propósito de aunar crecimiento económico y
empleo con derechos, que afronte problemas estructurales relacionados con
ciertas falsedades: la falsedad de los contratos temporales falsos, la
falsedad de los contratos a tiempo parcial falsos, la falsedad de los
falsos autónomos, que esconden escenarios muchas veces de explotación; un
nuevo estatuto de los trabajadores que afronte retos de futuro: el
teletrabajo -se ha dicho aquí-, los entornos digitales, la
profesionalidad de los cuidados, la seguridad sanitaria, ahora en mayor
medida que nunca -hemos aprendido mucho en este tiempo-, la conciliación
para la igualdad real entre mujeres y hombres, y que deje atrás, sí,
algunas de las medidas lesivas para los derechos de los trabajadores que
introdujo la reforma laboral del Partido Popular, como el desequilibrio
en la negociación colectiva, como el subterfugio de la subcontratación
para esquivar el convenio de empresas y pagar salarios de miseria o como
la eliminación de la ultraactividad de los convenios. Hay que acabar con
esto, porque esto lesiona los derechos de los trabajadores.
Muy brevemente ya, tres frases: responsabilidad social de las empresas.
Señora ministra, los empresarios tienen que buscar ventas, beneficios,
reparto de dividendos, cotización bursátil, sí, pero también otras cosas
-y a lo mejor tenemos que hacer esa pedagogía entre el empresariado y en
el conjunto de la sociedad-: luchar contra el cambio climático, cuidar de
los derechos de los consumidores y cuidar de los derechos de los
trabajadores. Y a lo mejor los criterios de valoración de la sociedad
española, incluso decisiones de compra de los consumidores, tendrán que
ver en el futuro con este tipo de cuestiones. Esta sí que es un arma
interesante para la sociedad y para la clase trabajadora.
Ya finalizo. Nosotros no estamos en la autocomplacencia. Hay cosas por
mejorar, señora ministra; mi grupo ha gobernado más tiempo que el suyo.
Políticas activas de empleo: no lo hemos hecho bien. Hay que mejorar
mucho al respecto, hay servicios públicos de empleo en otros países de
Europa...
... que han funcionado mucho mejor que aquí; itinerarios laborales
asociados, por ejemplo, al ingreso mínimo vital; formación, inspección,
proteger a los más débiles. Y termino con el diálogo social. Sé que para
usted es importante; no es una herramienta, es una estrategia; no es el
camino, es parte de la meta. Prosiga por esa vía y ahí nos encontrará
siempre, señora ministra.
Muchas gracias. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Simancas.
Para dar las respuestas y las aclaraciones que considere convenientes,
tiene la palabra la ministra.
La señora MINISTRA DE TRABAJO Y ECONOMÍA SOCIAL (Díaz Pérez): Gracias
presidente.
En primer lugar, gracias a todos ustedes y a todas ustedes por el tono,
creo que es lo que se merece este país y lo quiero poner en valor. El
portavoz del Partido Socialista, el señor Simancas, señalaba -y
permítanme que lo personalice- que para mí es importante el diálogo
social; sí lo es. Me han enseñado en mi casa una manera diferente de
hacer las cosas; creo que es una casa que nos puede y nos debe pertenecer
a todos y, desde luego, creo que las formas han de caracterizar a los
representantes y a las representantes de la soberanía popular. Por tanto,
gracias de antemano por el tono que han empleado.
Al representante de UPN quería señalarle -permítame que me acoja a las
palabras de la señora Sabanés, que, si me permiten una licencia, junto
con el señor Santiago, me conoce desde que era joven- que no soy
complaciente y menos autocomplaciente; nunca, ni en mi vida ni en mi
proceder. El Gobierno de España tampoco. Si han escuchado mis palabras,
verán que he sido dura conmigo misma, con nuestra gestión y con la
gestión del Gobierno y, desde luego, me parece que es un poco valiente
que los gobernantes comparezcamos para describir una imagen próxima a la
realidad: los datos que le he dado cuando describí mi país, cuando he
hablado de precariedad y de que se han destruido 898 000 empleos en
quince días. Créame cuando le digo -no está aquí el señor Escrivá- que
tanto mi equipo, al que felicito, porque tiene una calidad profesional
magnífica, como el equipo del señor Escrivá, han trabajado para intentar
amortiguar a esos temporales y a esas personas asoladas por la
precariedad, pero no hemos sido capaces. Por tanto, desde luego,
complacencia y autocomplacencia ninguna.
Señora Oramas, la palabra de este Gobierno se va a cumplir. Se va a
cumplir por una realidad que usted conoce mejor que yo y que también
conoce el señor Rodríguez. Canarias es ultraperiférica; Canarias tiene
una realidad social y económica distinta; Canarias pesa y gira sobre sí
misma el 35 % del PIB, que lo es en el sector turístico no estacional;
Canarias depende de su tierra, el 40 % del empleo está vinculado a este
sector. Por tanto, no hago más que explicitar el compromiso de este
Gobierno, por supuesto, de que vamos a continuar con ese trabajo que
ustedes han instado.
Por supuesto, coincido con usted y con muchas intervenciones en que los
empresarios necesitan certezas, sin lugar a dudas. Sé que comparecen
después el señor Garamendi y el señor Cuerva y no voy a emitir una
palabra sobre la mesa intersectorial. El señor Boadella también lo decía.
Voy a instarles a que lleguen a un acuerdo, que es lo que me gustaría,
pero no puedo hacer nada más. Aprovechen ustedes para señalar a los
agentes sociales que apuren en esa negociación. Creo que es la manera de
hacer las cosas bien. Estoy segura de que el señor Garamendi, el señor
Cuerva, el señor Sordo y el señor Álvarez también están trabajando para
esto. Hacen falta certezas porque, efectivamente, necesitan una
planificación, saber cuántos trabajadores y trabajadoras tienen que
incorporar.
Con respecto a Canarias, han tenido un total de 231 537 personas acogidas
a los ERTE. En la actualidad hay 192 842, es decir, que ya han salido de
los ERTE 38 695 personas. Son muy poquitas, pero vamos con tranquilidad.
Es cierto que ya más de setecientas muy largas, casi ochocientas mil
personas en general se han incorporado con el mecanismo de los ERTE
flexibles a la actividad económica. Vamos con tranquilidad, con
prudencia, pero en este sentido es positivo. Y respecto a Pimec, el
Ministerio de Trabajo, como sabe, tiene todos los trámites listos.
Estamos pendientes de una ratificación del Ministerio de Hacienda y
créame que vamos a agilizar, como Gobierno, esta cuestión. La semana
pasada he conversado con la consejera sobre este extremo.
Gracias, señor Botran, por su solidaridad. Usted siempre nos plantea su
preocupación por la Inspección de Trabajo. La hacemos unívoca del
Gobierno. Justamente mi antecesora, la señora Magdalena Valerio, había
emprendido una negociación de la RPT para mejorar los servicios en la
Inspección. En el caso de Cataluña, como sabe, no son nuestros. Ahora
mismo estamos con el tratamiento de la pandemia, pero una vez que nos lo
permita la situación de excepcionalidad emprenderemos estas reformas.
Quiero señalar que el trabajo que está haciendo la Inspección de Trabajo
respecto de un plan
muy positivo del equipo anterior va a continuar, y no solo se está
haciendo en el sector del campo, sino en todos los sectores. Ustedes
convendrán conmigo en que la Inspección de Trabajo, la Guardia Civil y el
Ministerio del Interior han de cumplir con la ley. Ojalá nunca me vea en
la obligación de tener que aplicar el artículo 177 bis, como la semana
pasada ha tenido que hacer el Ministerio del Interior con una detención
de diecinueve personas; hoy también pasaba lo mismo. Estoy segura de que
esta Comisión quiere que la ley se cumpla y ojalá nunca más nos tengamos
que ver en una circunstancia semejante en un sector que es clave, igual
que otros muchos sectores. La Fiscalía General del Estado en el año 2018
apercibía sobre esta situación del artículo 177 bis en España justamente
en esta actividad. Por tanto, creo que hay que dar la enhorabuena a la
Inspección de Trabajo. Daremos cuenta de las inspecciones que se están
desplegando y del resultado de las mismas y, desde luego, todos los
inspectores y las inspectoras lo que hacen es cumplir con la ley.
Me dirijo ahora al señor Matute de Bildu y contesto primero en general
para aclarar al señor Boadella que di por supuesto que, toda vez que
arrancamos con el procedimiento administrativo y con la consulta pública
del 133, entendían ustedes que no va a ser vía Real Decreto-ley. Va a ser
un proyecto que espero y deseo que ustedes trabajen, mediten y, como
siempre hacen, se lo tomen muy en serio. Por lo tanto, no va a ser vía
Real Decreto-ley. También les anticipo a la cuestión que nos formulaba el
señor Matute que, obviamente, los portavoces de la Comisión de Trabajo
-usted es de Trabajo- van a conocer el texto a modo de borrador y, por
supuesto, deseamos como siempre que lo enmienden, lo mejoren y se
trabaje. Asimismo, les anticipo que este texto, igual que el del trabajo
a distancia, va a estar sujeto al diálogo social. Esta es la marca de la
casa -permítanme la expresión- y así va a ser. Por tanto, va a seguir el
curso ordinario como proyecto de ley y espero y deseo que lo trabajen
bien.
Señor Matute, me pregunta por las líneas de trabajo. En lo que estamos
planteando sabe usted que hay muchos modelos: el modelo francés, la ley
de California, etcétera. Lo que hay es un compromiso importante por parte
del comisario de Empleo de la Unión y también de los ministros y
ministras de Trabajo de la Unión y mucha preocupación por esta situación
de vulnerabilidad de las plataformas, muy especialmente como consecuencia
de la COVID-19. Ya digo que esta semana hemos tenido otra reunión de
trabajo en este sentido. Nosotros vamos a hacer un modelo nuestro, que
siga el camino de la realidad que tenemos en nuestro país y que siga el
camino de ser una norma declarativa. Con todo y con esto, ya digo que va
a ser importante que ustedes trabajen bien y que acertemos. No es
sencillo este tema -me está observando mi equipo- por lo que tiene que
ver con las inclusiones y las exclusiones en el texto normativo, pero les
adelanto que conocerán el borrador. Intentaremos hacerlo lo mejor
posible, pero va a quedar en sus manos el trabajo final. Por lo tanto,
esperemos acertar.
Respecto a la flexibilidad laboral, hago una única afirmación. Si algo ha
hecho el Gobierno de España en la salida de esta crisis es no
flexibilizar el mercado de trabajo. Esta es la característica de esta
salida. Lo que ha hecho el Gobierno de España no solo en esta materia,
sino en todas las materias de manera transversal, es dar una respuesta
completamente diferente y nadie se atreve a cuestionar lo que se ha
hecho, excepto dos partidos, y lo siento bien. A todos los portavoces que
están hoy aquí les quiero dar las gracias -no está la señora Muñoz-,
porque todos ustedes han aportado a todas las medidas; todos ustedes, el
señor Matute también. Ya se lo he dicho a la señora Oramas, pero se lo
agradezco a todos ustedes porque han entendido que estas medidas no eran
de nadie y que estas medidas servían para salir de la crisis. Ya digo que
la característica no ha sido flexibilizar el mercado de trabajo y, más
allá de eufemismos, si algo hemos hecho es no practicar la flexibilidad
externa que se practicó en la anterior crisis. También le doy las gracias
por lo que ha dicho. Y desde luego, en relación con la inspección,
intentaremos mejorar la situación de los inspectores y las inspectoras.
No veo en este momento a la señora Muñoz, pero quiero contestarle
igualmente a lo que tiene que ver con la preocupación, que creo que es
común. Yo creo que el Ministerio de Trabajo está callado, no está
diciendo nada porque se está negociando, pero creo que es conocido que
hemos entendido con prontitud que las medidas de los ERTE sirven para
amortiguar, en una situación de extrema incertidumbre, a las empresas y,
por ende, a los trabajadores. Yo creo que, más allá del juego político,
todo el mundo ha entendido muy bien, y también los agentes sociales, cuál
era la pretensión del ministerio, incluso cuál es ahora mismo. No sabemos
lo que va a pasar en agosto, en septiembre, no sabemos qué va a pasar
después de esas fechas; ojalá -lo deseo profundamente- estemos bien y
caminemos como esperamos, pero no lo sabemos. La vocación de este
ministerio es acompañar a las empresas y a los trabajadores, porque no
tendría mucho sentido que hubiéramos desplegado este gran esfuerzo, que
es de todos y de todas, para finalmente dejarlo caer todo, si me permiten
la expresión. Por tanto, creo que no me
corresponde a mí, voy a dejar que los agentes sociales trabajen, pero, en
respuesta a todos ustedes, desde luego, esta es la vocación, insisto, del
Gobierno y del ministerio.
En cuanto a la cuestión que usted propiciaba, que es muy interesante,
respecto de incidencias en el SEPE y la banca, quiero contestarle con
claridad, lo único que puedo decir en nombre propio, en nombre del
Gobierno de España con respecto a la banca es gracias. Esto se lo quiero
decir así, porque han arrimado el hombro. Ustedes saben como yo que lo
normal es que el Servicio Público de Empleo Estatal y la Administración
pública, igual que cualquier empresa, emitan su nómina una vez al mes.
Saben ustedes que el SEPE en nuestro país pagaba su nómina el día 10 a
mes vencido. Hemos podido anticipar los pagos y hacer pagos diarios
gracias a la colaboración de la banca. Por tanto, quiero ponerlo en
valor, porque es de bien nacida ser agradecida, me lo han enseñado
también en mi casa. He de decirle que, primero, todo continúa igual con
la banca, exactamente igual.
En segundo lugar, quiero explicarles algunas cosas, porque me parece,
señor presidente, que este es el seno y sería bueno que colectivamente lo
comprendiéramos. A mí me causa mucha sorpresa, sobre todo con mis colegas
europeos. Claro, en Alemania no están discutiendo sobre los ERTE, sobre
si se pagan o se dejan de pagar, ni si esto ni si lo otro; en Alemania,
en Italia, en Francia nadie hace esto, no se le ocurre a nadie.
Permítanme, pero esto es quizás también la anomalía española, hacer
política en el peor sentido del término respecto de esta cuestión, y no
hablo de la señora Muñoz, la representante de Ciudadanos, no se dé por
aludida, porque han trabajado con este Gobierno, igual que Junts per
Catalunya, Esquerra y los grupos que apoyan al Gobierno, no hablo de
ustedes, pero es extraño que realmente hagamos política con esto. Ya les
digo, yo a veces se lo comento a los homólogos y quedan perplejamente
sorprendidos, y no quiere decir que sea bueno.
Les quiero comentar cómo funciona el sistema que ustedes mismos han
ideado. Hemos hecho desde en el Real Decreto-ley 8/2020 hasta en el
último de ellos un sistema de ERTE -permítanme la expresión-, que creo
que fue un gran acierto, a la carta, que permite una flexibilidad
intensiva, y les voy a poner ejemplos. Les acabo de dar un dato, más de
setecientas mil personas ahora mismo se han incorporado a la actividad
laboral. ¿Qué estamos haciendo? Este es un criterio operativo, no es
político, pero creo que conviene explicarlo aunque es una cuestión
técnica de cómo funciona el sistema. Lo que está pasando es que a diario
las empresas están ahora mismo comunicando su situación. Por ejemplo,
incorporamos a la actividad laboral a una persona a media jornada,
incorporamos a otra a tiempo completo y dejamos a una parte sustancial de
la plantilla en ERTE. A la semana siguiente, cambiamos todos estos
conceptos. ¿Qué está sucediendo a día de hoy? Que el Servicio Público de
Empleo, al que le vuelvo a dar las gracias, transmite en tiempo real una
nómina provisional con un concepto equis; por ejemplo, que una
trabajadora está hoy a tiempo completo en el ERTE, pero la semana
siguiente no está a tiempo completo.
Les pongo otro ejemplo, el de una empresa muy importante y muy conocida,
que no voy a nombrar. La autoridad laboral madrileña denegó el ERTE a
esta empresa -ustedes pueden imaginar cuál es-, con buen criterio y
siguiendo el juicio de la autoridad laboral madrileña. Pero la empresa
interpuso acciones y ganó ese recurso. El SEPE ya había comunicado a las
entidades financieras que los trabajadores de la misma no tenían derecho
a la prestación ni las empresas a la exoneración. En ese ínterin, resulta
que gana su posición y, por tanto, tuvimos que reconocerles nuevamente
las prestaciones y, por supuesto, las exoneraciones. Esto pasa en muchos
supuestos, aunque este sea un caso muy importante en Madrid. Se lo digo
para que vean la complejidad del sistema. Por tanto, aprovecho esta
ocasión para decirles que hay pequeñas incidencias. El 98 % de los
expedientes temporales están reconocidos y pagados y hay,
aproximadamente, un 2 % de incidencias que son de estas características e
incidencias por la pura gestión, por errores que cometan las empresas en
las hojas de Excel en el número de cuenta de cotización, que hacen que el
sistema ya no funcione. Aprovecho para decírselo, señora Muñoz. Pero
convendrán conmigo en que no es discutible que el SEPE ya haya abonado la
nómina a 9 886 864 personas, de las cuales 3 387 280 son prestaciones
COVID, y que haya supuesto, sin la nómina del Ministerio de Inclusión
Social, 5120 millones. Cuando interviene la Intervención General del
Estado esto ya no es discutible. Hay que poner esto en valor,
sinceramente lo digo, porque es, si me permiten la expresión, excepcional
que un servicio como el SEPE haya gestionado este volumen de expedientes
administrativos. Cuando pasen los años, nos daremos cuenta de que esto ha
sido histórico. Me gustaría que en esta sala, presidente, se reconozca la
labor de estas funcionarias y estos funcionarios públicos que se han
dejado la piel, al igual que los sanitarios, las cajeras y mucha gente en
este país.
Quisiera decir a la representante de Ciudadanos que, efectivamente, vamos
a trabajar esas propuestas, en las que tienen ustedes mucho interés, y
digo lo mismo que le he contestado al representante
de Bildu respecto del anteproyecto de ley de las plataformas digitales. Ha
salido la consulta de arrancar un procedimiento para el trabajo a
distancia, y espero y deseo que colaboren en esta cuestión. Me plantea el
tema de la reforma laboral. Yo creo que este es un temazo que la Comisión
de Trabajo debe debatir. Desde luego, el Ministerio de Trabajo les
escuchará con muchísima atención. No me compete ahora mismo señalar este
tema, pero sí les digo que está todo estudiado en mi entorno: reducción
de jornadas y productividades. Solo le doy un dato. Por el diseño que se
ha hecho rápido y precipitado del artículo 5 del Real Decreto 8/2020 del
trabajo a distancia, del teletrabajo, nos consta que ha aumentado la
productividad. Esto está todo estudiado, el uso y la duración de las
jornadas y el tiempo de trabajo, y en muchos países. Creo que es
interesante que trabajemos en este sentido.
Señor Baldoví, respecto a la primera pregunta que me formula, le indico
que no lo dice el Gobierno de España, sino que lo dice el Banco de
España. Le diré después exactamente el boletín del Banco de España en el
que afirma que la cifra récord de paro en la España democrática se
alcanzó en el año 2013. Llegó a ser del 27,3 % -insisto en que no lo digo
yo, lo dice el Banco de España- y continuó todo ese periodo en el 26 %.
Solo lo recuerdo. Sobre el tema que le preocupa de los ERTE, por
supuesto, doy por reproducido lo que le señalé. Sobre los autónomos de
temporada, ya le he transmitido en varias ocasiones al señor Escrivá esta
preocupación.
En relación con las Kellys, hago una pequeña reflexión. Recordemos que,
antes del Real Decreto 3/2012, eran camareras de piso y estaban en la
plantilla de los hoteles. Lo que también le digo, señor Baldoví, es que
vamos a trabajar en este tema y, por supuesto, nos gustaría que
colaboraran mucho, igual que los portavoces de todos los partidos
políticos, porque no es decente -y permítanme que lo digan femenino,
porque es así- que haya mujeres que estén limpiando una habitación de un
hotel a razón de 2 euros y medio; o aunque fueran 4 euros o 6 euros, da
igual, desde luego, no se puede permitir.
Sin lugar a duda, señora Sabanés, el tema que plantea de la formación es
una de nuestras debilidades. La ministra de Educación siempre nos
recuerda los datos de abandono escolar que tenemos, que son dramáticos.
No veo complacencia ni autocomplacencia de este Gobierno en ninguna
parte, y créame que estamos, desde el Ministerio de Educación, trabajando
para lo que usted ha denominado como una gran fortaleza. Esto es también
una anomalía española. Lo señalaba el señor Simancas, que terminó su
intervención con una reflexión sobre las políticas activas de empleo; y
permítame que le diga que van de la mano lo que usted proponía y la
reflexión interesantísima que formulaba el portavoz socialista. Es
imprescindible; creo que o cambiamos -esto sí les pediría que lo
afrontemos colectivamente- o volveremos a fracasar, porque son las dos
anomalías que tenemos: la precariedad y la diferente eficacia de las
políticas activas. Sin embargo, tenemos ejemplos en nuestro país de
comunidades que lo están haciendo bien. Por tanto, hay que mejorar y, por
supuesto, ya le digo que sí.
Yo siempre digo que el Ministerio de Trabajo no crea empleo, no crea
trabajo, ya nos gustaría. Estas son una serie de políticas transversales.
Usted ha citado una serie de sectores estratégicos, que me consta -no sé
si comparecerá el señor Ábalos, y la señora Ribera creo que ya lo ha
hecho- que se está trabajando en esta línea dentro del Gobierno. Ya hay
distintos proyectos muy interesantes que pueden servir para, poco a poco,
cuidando los sectores tradicionales de la industria, que no los podemos
desatender de ninguna manera, ir tranquilamente caminando hacia los
nuevos sectores.
Usted también preguntaba sobre la reducción de la jornada, que la doy por
reproducida, porque creo que es un gran tema; igual que he hecho con la
representante de Ciudadanos.
Al señor Boadella le he contestado ya sobre el real decreto. En el trabajo
a distancia, la consulta pública se ha hecho y, por lo tanto, si quieren
hacernos llegar ideas, pónganse a ello; y, en cuanto tengamos el
borrador, se lo haremos llegar a los portavoces de Trabajo para que
dispongan de ellos.
En cuanto a los ERTE, permítame que sea, como he dicho, discreta, porque
creo que ha de ser en el seno del diálogo social, que son los que están
trabajando. A veces, se frivoliza con esto del diálogo social, pero yo lo
quiero poner en valor, porque ayer estuvieron cuatro horas los equipos
técnicos de los agentes sociales, y entre hoy y mañana volverán a
trabajar por los reglamentos de igualdad. Y quiero dar las gracias a los
agentes sociales porque, realmente, están trabajando por todos nosotros.
Por eso, le quería señalar que me permita la discreción.
Señor Salvador, gracias por sus palabras. He citado a Guy Ryder, porque
creo que la nueva normalidad no está bien calificada. Creo que el señor
Guy Ryder tiene razón, es una normalidad mejor. Esto es lo que hemos de
hacer, porque si salimos con la misma precariedad y el mismo paro o con
las mismas deficiencias, no haremos nada.
En cuanto a los cambios estructurales, señor Salvador, creo que hemos
hecho todo lo contrario a lo que se hizo en la salida de la crisis
anterior, completamente todo lo contrario. Fíjese, en la crisis anterior
hubo un total de 60 000 personas acogidas -permítanme- a los antiguos
ERTE; tenemos 3 800 000 personas y tenemos 550 000 empresas. Nada se ha
hecho igual. Tenemos un debe, y es que no somos capaces de agarrar a esas
personas que tienen un contrato de siete días o de cuatro horas al día.
Este es el problema que tenemos y que yo les pido que aborden con
prontitud.
El Ministerio de Trabajo, igual que el Gobierno de España, recobra su
agenda legislativa y yo creo que es conocido el apartado 1.3 de esa
agenda legislativa y del acuerdo de Gobierno del Partido Socialista con
Unidas Podemos. Digo más, hoy hay partidos políticos que defienden el
Real Decreto-ley 3/2012 que no son capaces de hacer bandera del mismo.
Hoy mismo ustedes aprobaban el trámite legislativo para derogar el
artículo 52 d). Cuando yo en mis comparecencias -ustedes lo saben- con
imágenes proyecto la realidad del mercado laboral español, nadie, ni los
autores del Real Decreto-ley 3/2012, pueden sostener que eso es positivo.
Las empresas españolas no quieren precariedad, las empresas españolas
quieren trabajos con calidad, quieren trabajadoras y trabajadores
implicados en los proyectos empresariales. Por tanto -creo que estoy
siendo clara-, la agenda continúa y, por supuesto, le quiero dar las
gracias a su grupo, como he hecho con los demás, porque han sido
proactivos y han trabajado duramente y han entendido la bondad de muchas
medidas.
Señora Rodríguez, gracias por su tono. Yo creo que ustedes y nosotros
tenemos una concepción diferente, y luego iré con el señor Simancas
porque ha dicho cosas interesantes en su reflexión sobre la protección
social. Yo creo que esto es muy legítimo y muy bueno en política, tenemos
una distinta concepción de la protección social. Yo no presumo de nada,
señora Rodríguez, de nada, pero me parece que es muy importante que el
Gobierno de España les haya dado protección a más de 6 millones de
personas. Yo ya sé lo que han hecho ustedes, las han dejado caer.
Nosotros, no.
Fíjese, a usted le preocupaba la gestión presupuestaria del SEPE. Lo que
sí le digo en materia de protección social es que este Gobierno no va a
hacer lo que hizo el Gobierno de Mariano Rajoy. En 2015 ustedes tenían un
presupuesto público de 25 000 millones para la protección social que
dejaron sin ejecutar, con 4 millones de personas en desempleo. Esto es
una discrepancia política, yo siempre discuto con amigos y amigas que
tengo del Partido Popular sobre la distinta concepción de la protección
social. No sucede nada, este Gobierno de España va a seguir protegiendo a
la gente que lo necesite. Fíjense tanto es así que, en uno de sus
principales decretos, aparte del 3/2012, del 16/2012 y del clave, el
20/2012, ustedes lo que han hecho -ya lo recuerdan- ha sido recortar la
protección pública por desempleo en 25 puntos. Es una disquisición
ideológica, es un modelo, como en su reflexión apuntaba el señor
Simancas. Nosotros no lo vamos a hacer, ya lo estamos demostrando, y no
lo compartimos, pero creo que es muy positivo que pensemos de manera
diferente.
También decía usted que había chantaje político con los ERTE. Yo no me
siento representada, yo creo que ustedes tienen un problema y es que no
han acompañado al Gobierno de España en su política. Yo a sus portavoces
de Trabajo siempre les he preguntado -y son, junto con otro grupo, los
únicos que no han hecho propuestas que llegaran a este ministerio- cuál
es su modelo, qué harían ellos si estuvieran gobernando, porque, de
verdad, insisto, todos los grupos que he nombrado aquí -y no me dejarán
mentir- han hecho aportaciones y han trabajado. Yo creo, insisto, que no
se trata de chantajes; yo creo que ustedes han decidido no apoyar una
serie de medidas. Me alegro mucho de que el Real Decreto-ley 18/2020 lo
hayan aprobado, se lo digo sinceramente, y sobre todo no por nosotros
sino por respeto a los agentes sociales y al diálogo social. Por tanto,
creo que es positivo que se haga.
Respecto a la reforma laboral, señora Rodríguez, hoy ustedes no han sido
capaces de votar con VOX para que se mantenga el artículo 52.d) en su
modificación legislativa en el Real Decreto 3/2012. No han sido capaces.
Y yo sé que ustedes, aunque no lo digan, saben los elementos de
precariedad que rezuma el Real Decreto 3/2012, junto con la devaluación
salarial que ha expuesto el gobernador del Banco de España aquí,
señalando que tres de cada cuatro trabajos son precarios. Y creo que
ustedes no lo comparten, se lo digo sinceramente. Por tanto, es
imprescindible para acabar con la anomalía española terminar con temas
que no ayudan a la construcción del nuevo país. No soy una mujer de
viejas fórmulas, créame; aunque soy un poco conservadora, no soy de
viejas fórmulas. Creo que no hay nada más viejo, como dice el informe del
Banco de España, que la pobreza laboral se haya incrementado tras la
reforma laboral en un 24 %. No hay nada más viejo que tener trabajadores
pobres. Esto sí que es viejo, es tan viejo que ya no es que recuerde los
tiempos de mi padre, es que recuerda unas épocas que nadie quiere
siquiera recordar. Decía que recordar es reconstruir, reconstruyamos con
otro tipo de paradigmas mucho más modernos y, desde luego, mucho más
esperanzadores.
Respecto a Alcoa, me gusta que la cite. Creo que el señor Feijóo gobierna
en mi comunidad autónoma desde el año 2009 y le puedo decir aquí las
industrias que ha dejado caer: empezando por Poligal, Vulcano, Barreras
-le recuerdo el recurso, que usted conoce bien, que ha interpuesto el
señor López Veiga para que no se mantenga el astillero en el puerto de
Vigo- o Alcoa. ¿Me quiere usted decir, señora Rodríguez, que el
presidente de la Xunta no tiene competencias exclusivas en materia
industrial? (Rumores). ¿No tiene? ¿No está vigente el estatuto de
autonomía? Me alegra mucho que me lo diga. Le podría dar un largo
recorrido de industrias, y se lo dice una mujer que proviene de una
comarca que lo pasa muy mal, muy mal, créame.
Señor Rodríguez y señor Simancas, gracias por sus palabras. Señor
Rodríguez, respecto a la digitalización, como soy una mujer moderna no le
temo a los nuevos retos ni a la digitalización. Creo que hemos de
abordarlos y son una gran oportunidad. Usted señalaba que es cierto que
hay riesgos inherentes que, como decía la señora Sabanés, tenemos que
abordar en cuanto a la formación, pero creo que hay que ser valientes y
hacerlo. Reproduzco lo que ha señalado: la clave es la estabilidad en el
empleo y la calidad.
Señor Simancas, me quedo sobre todo con la reflexión final -pienso que hay
que trabajarlo bien- de las políticas activas, porque me parece que es
uno de los grandes retos que tenemos en nuestro país. Me preguntaba usted
cuál es el papel en la reconstrucción. Lo he dicho en mi intervención: si
me permiten desde el papel que humildemente me toca, el factor trabajo
tiene que ser central en la reconstrucción de nuestro país. Le agradezco
mucho esta reflexión. Yo he hablado con casi todos los ministros y
ministras que me han antecedido y en esa disputa que siempre hay entre el
ministro o la ministra de Economía y de Trabajo, desde luego, creo que es
muy acertado que el trabajo es clave, el trabajo es todo. Por tanto, esa
es la centralidad que tenemos.
Me quedaba el portavoz de VOX. Somos juristas los dos y seguro que
tendremos debates importantes o entendimientos diferentes sobre los
planteamientos que usted hace.
Para terminar, vuelvo al señor Simancas diciéndole que lo que ha dicho
usted al final sobre la responsabilidad social es clave; lo digo en serio
y así lo pienso.
Querría terminar, presidente, con unas pequeñas palabras para
agradecerles, insisto, su tono, pero también sus reflexiones. Todas ellas
son bienvenidas, todas suman y todas deben participar de la
reconstrucción que hoy nos convoca y nos impone una obligación suprema, y
estoy convencida de que compartirán conmigo, que es, como se ha dicho
aquí, la de aportar certidumbres a las personas trabajadoras y a las
empresas en este escenario, que es muy incierto y, además, muy difícil.
Sé que estarán de acuerdo conmigo en que todos nuestros esfuerzos valdrán
la pena y en que vale la pena continuar, persistir, corresponder al valor
y a la entrega de nuestro pueblo. En el confinamiento hemos aprendido
muchas lecciones, hemos entendido que vivir es tener espacio -fíjense,
cosas tan pequeñas-, pero también hemos aprendido que pertenecemos a un
cuerpo social en el que somos corresponsables de nuestras vidas, que nos
necesitamos todos y todas, que somos sujetos y objetos de cuidado, que
defender lo público, la sanidad pública, la educación pública, es no
solamente un deber irrenunciable como Gobierno, sino una garantía de vida
y de futuro para nuestra sociedad. Hemos comprobado que no siempre la
valoración de los trabajos corresponde con su valor real -creo que esas
cajeras de supermercados, la gente del campo, la gente de los taxis, toda
esa gente nos ha salvado-, que nada puede crecer sobre la tierra baldía
de la precariedad y la temporalidad y hemos aprendido que democratizar
nuestra sociedad y luchar contra la desigualdad en cualquier ámbito solo
será posible si eliminamos la exclusión, las brechas y las barreras. Esa
voluntad se expresa claramente en ese horizonte de dignidad y justicia
social que es el ingreso mínimo vital, que ayer mismo aprobaron en esta
Cámara, porque nada de lo que queremos para este país será posible sin
nosotras y sin nosotros, todas, todos, sin dejar a nadie atrás, porque
esa construcción del nosotras y del nosotros, señorías, es también
nuestra tarea y nuestra responsabilidad. Decía el escritor Carlos Fuentes
que destruimos a la otra persona cuando somos incapaces de imaginarla.
Pongamos su pensamiento en el espejo y leamos el reverso de esta
afirmación. Solo construiremos un futuro colectivo si somos capaces de
imaginarlo. Y esa es también su tarea, nuestra tarea, imaginar y llevar
adelante esta reconstrucción colectiva. En esa reconstrucción no podemos
quedar fuera las mujeres, porque ningún país puede salir adelante,
señorías, sin sus mujeres, es materialmente imposible. Esa reconstrucción
no puede obviar a los jóvenes, su energía, su potencial creativo; ningún
país puede salir adelante sin su juventud, porque ellas y ellos son la
materia misma de
cualquier nuevo comienzo. Una reconstrucción no puede relegar a los
márgenes, a las orillas de la protección y de los derechos a los sectores
más vulnerables y castigados de nuestra sociedad. Imaginemos y hagamos
realidad una reconstrucción que apele a nuestra conciencia colectiva con
sensibilidad e inteligencia, con empatía, con diálogo social; una
reconstrucción -termino como empecé- sin ruido ni furia, sin noticias
falsas; una reconstrucción sin olvidos, que tan solo extraiga del pasado
la memoria, y no los errores; una reconstrucción -y recuerdo de nuevo a
nuestra ilustre y querida María Zambrano- que se fundamente en la razón y
en la lealtad, porque sí, señorías, en esta Comisión creo que ustedes van
a fraguar la reconstrucción de nuestro país, nuestro país tiene que estar
en esta Comisión, en mi voz, en la suya, en la de todos y en la de todas.
Muchas gracias y les deseo, de corazón, que tengan fructíferos trabajos,
porque no es para nosotros, es para nuestro pueblo, que, creo,
sinceramente, que no quiere ruidos, no quiere discordancias, quiere
serenidad, paz, calma y muchas propuestas políticas.
Gracias, presidente.
El señor PRESIDENTE: En nombre del conjunto de la Comisión, le damos las
gracias a la ministra de Trabajo y Economía Social por haber estado aquí
esta tarde con nosotros, por sus palabras y sus aportaciones, que
usaremos para mejorar nuestras conclusiones para la reconstrucción
económica y social de nuestro país.
Los siguientes comparecientes ya están aquí, con lo cual suspendemos dos
minutos la sesión y volvemos a empezar. (Pausa).
CELEBRACIÓN CONJUNTA. POR ACUERDO DE LA COMISIÓN PARA LA RECONSTRUCCIÓN
SOCIAL Y ECONÓMICA:
- DON ANTONIO GARAMENDI LECANDA, PRESIDENTE DE LA CONFEDERACIÓN ESPAÑOLA
DE ORGANIZACIONES EMPRESARIALES (CEOE). (Número de expediente
219/000125).
- DON GERARDO CUERVA VALDIVIA, PRESIDENTE DE LA CONFEDERACIÓN ESPAÑOLA DE
LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA (CEPYME). (Número de expediente 219/000126).
El señor PRESIDENTE: Señorías, reanudamos la sesión. Como saben el
siguiente punto del orden del día es la comparecencia conjunta de don
Antonio Garamendi Lecanda, presidente de la Confederación Española de
Organizaciones Empresariales, y de don Gerardo Cuerva Valdivia,
presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa,
a quienes agradezco en nombre de la Comisión que hayan tenido la
amabilidad de acompañarnos en este objetivo nuestro de la reconstrucción
social y económica de nuestro país y con quienes ya me he disculpado
fuera por el retraso. Y por esta razón, para no perder más tiempo, les
cedo ya la palabra. En primer lugar, a don Antonio Garamendi Lecanda,
presidente de la CEOE.
El señor PRESIDENTE DE LA CONFEDERACIÓN ESPAÑOLA DE ORGANIZACIONES
EMPRESARIALES (CEOE) (Garamendi Lecanda): Muy buenas tardes, estimado
señor presidente de la Comisión, señorías y medios de comunicación que
están siguiendo esta comparecencia. A modo de introducción, quisiera
hacer un repaso de los temas que voy a tratar antes de ponerme a su
disposición para todo aquello que me quieran plantear. En primer lugar,
en tanto que vengo a hablar en clave empresarial, haré un breve
diagnóstico del impacto económico que ha tenido la pandemia del COVID-19;
haré un repaso también de las que deberían ser las vías de salida de la
crisis a corto, medio y largo plazo, enfocando los esfuerzos en el
mantenimiento e impulso del tejido empresarial y el empleo, y,
finalmente, haré referencia al clima que debe imperar para que la
actividad económica fluya de la mejor manera posible en beneficio de
todos.
Quiero aprovechar esta ocasión para destacar que el hecho de que estemos
hoy aquí con espíritu constructivo, lealtad y sentido de Estado es el
resultado de una doble legitimidad: por un lado, la que nos otorga la
Constitución en su artículo 7, que reconoce el papel de las
organizaciones sindicales y empresariales en la defensa y promoción de
sus intereses, y en nuestro caso porque somos la organización que
representa a los empresarios y empresarias españoles, con más de 2,5
millones de empresas y autónomos representados tanto a nivel territorial
como sectorial en 4500 organizaciones base y presentes en más de 5000
mesas de diálogo social y en 93 órganos consultivos.
En segundo lugar, estamos seguros de que la crisis del COVID-19 ha
cambiado muchos planteamientos para siempre, y uno de ellos es la imagen
que hasta ahora se tenía de las empresas y los empresarios. Hemos
demostrado que desarrollamos una contribución económica y social
fundamental con responsabilidad y también que cuando se nos necesita
mostramos nuestra cara más solidaria. Quisiera que lo que voy a exponer
aquí no se tome como una aportación más, sino como la voz, las
necesidades y las propuestas del tejido empresarial español, es decir,
nada menos que el engranaje que hace posible la generación de actividad
económica, la producción de bienes y servicios, la creación de empleo, el
consumo de esos bienes y servicios, el ingreso de miles de millones de
euros en impuestos al año, en resumen, el bienestar de la sociedad.
Entrando ya en la materia propiamente dicha de esta Comisión, quisiera
recordar que estamos ante una crisis sanitaria provocada por el virus
COVID-19 que ha derivado después en una crisis económica y social sin
precedentes en la historia reciente. El parón de la actividad derivado de
las decisiones gubernamentales para contener la pandemia ha supuesto que
nuestra estructura productiva haya operado al 40 % de los niveles previos
a la crisis del COVID-19. Y como resultado, en un reciente informe
elaborado en CEOE, con colaboración de Deloitte y ESADE, titulado
Estrategia España para la recuperación de la crisis del COVID-19,
estimamos una importante caída del PIB para este año, con un repunte
mínimo en 2021, es decir, que la crisis económica será más profunda que
la de 2008 y la salida no será en V, sino que en 2021 aún no habremos
recuperado los niveles del PIB de 2019. Es previsible, por tanto, que
muchas empresas caían a lo largo de esta crisis.
Hecho este diagnóstico, quiero precisar que la crisis del COVID-19 está
dañando especialmente a algunos sectores. Se trata de los que no fueron
considerados esenciales, cuya actividad se ha visto paralizada durante el
confinamiento, los que se han visto y aún se ven afectados por las
restricciones de movilidad o los que requieren de proximidad con el
cliente, y, finalmente, también aquellos a los que afecta más
directamente la elevada incertidumbre existente. A continuación, nombraré
alguno de estos sectores, aunque soy consciente de que hay muchos más;
insisto, muchos más. Respecto al turismo y la hostelería, estas
actividades han parado prácticamente. Para que nos hagamos una idea, cada
semana perdida en el turismo en los meses de verano la pérdida tiene un
coste de unos 5000 millones de euros. Respecto a la industria, el índice
de producción industrial, IPI, correspondiente al mes de abril arrojó un
descenso del 33,6 % en términos interanuales, la mayor caída de la serie
histórica. Dentro del sector industrial, se ha visto afectado
especialmente el sector de la automoción. En el mes de mayo se redujeron
las ventas de automóviles un 72,7 % en relación con el año anterior,
aunque peor aún fue el dato de abril, cuando la caída alcanzó el 96,5 %.
En cuanto al transporte, y me refiero al transporte en sentido amplio,
este sector contempla un amplio abanico de segmentos de actividad, como
les decía, con afecciones muy diversas. El impacto ha sido especialmente
elevado en el transporte de pasajeros, un sector muy vinculado al
turismo, a la movilidad de los ciudadanos, al transporte público y a los
viajes de negocios. Respecto al comercio, según las últimas valoraciones,
se ha producido una caída interanual del consumo de alrededor del 60 %.
El sector de la sanidad privada, que ha estado a la vanguardia también en
la reacción ante el COVID-19, paradójicamente, ha sufrido pérdidas de
ingresos por las actividades habituales que no ha podido mantener, así
como por retrasos en los pagos por parte de las Administraciones públicas
por los servicios obligados que ha tenido que asumir. También hay que
señalar las actividades relacionadas con la cultura, el deporte, el
entretenimiento, que también se han visto seriamente afectadas. Por
último, me gustaría resaltar una expresión que define bastante el tema:
las actividades afectas a estas actividades. Cuando pensamos en un
sector, no pensamos que hay sectores que están afectos a ese sector. Por
lo tanto, las actividades afectas a esas actividades.
A la hora de trazar las líneas de actuación que nos permitan salir de esta
crisis, tenemos claro que los aspectos humanitarios y sanitarios deben
prevalecer sobre cualquier otra consideración, pero debemos mirar hacia
el futuro y comprender que es compatible seguir combatiendo la epidemia
con una reactivación de la economía, tal y como ha sucedido en aquellos
países que van por delante de nosotros, dejando atrás el periodo de
parálisis económica. Ambos vectores no dejan de compartir la misma
dirección, que no es otra que la protección de las personas dentro del
ámbito sanitario y desde el económico a través del sostenimiento de las
empresas y sus plantillas. Pues bien, como les decía, a corto plazo esto
significa que lo más urgente es mitigar los riesgos sanitarios existentes
y preservar el tejido productivo, en especial de los sectores más
afectados. Hay que señalar que nuestras empresas se han preparado para
minimizar el riesgo de contagio y la detección precoz de nuevos casos.
Han seguido las recomendaciones emitidas permanentemente por las
autoridades sanitarias y han establecido protocolos de reinicio o
continuidad de
la actividad, en muchas ocasiones de carácter sectorial pactados con los
sindicatos más representativos y, en todo caso, compartidos con la
representación de los trabajadores.
A medio y largo plazo habría que incorporar a nuestro modelo productivo
aquellas actividades con mayor crecimiento potencial, que son las que
cuentan con mayor efecto arrastre, son más intensivas en tecnología,
tienen más capacidad exportadora y, en la medida de lo posible, están más
alineadas a las prioridades europeas. Entre este tipo de actividades,
cabe señalar, entre otras, la transición energética y la digitalización
de nuestro tejido productivo, ambas como palancas de competitividad del
resto de actividades industriales; el sector financiero, que es crítico
para la movilización de recursos financieros hacia el tejido productivo y
las familias; las infraestructuras y la construcción, por su capacidad de
movilizar empleo e inversión para el desarrollo de las infraestructuras
que vertebran el territorio y mejoran la competitividad de nuestra
economía, y, todo ello, sin olvidar al turismo, que sigue siendo
fundamental para impulsar nuestro sector exterior y, con ello, la
recuperación económica.
Una vez dibujado este escenario, insistimos en que las medidas puestas en
marcha por el Gobierno para asegurar la supervivencia del tejido
empresarial durante esta crisis han ido en la buena dirección. Por eso,
requieren, en mayor o menor medida, de una continuidad y una mejora en
algunos casos. En primer lugar, han sido fundamentales las medidas para
garantizar la liquidez de las empresas. Nuestro tejido empresarial ha
experimentado una repentina contracción de los ingresos por causa de la
paralización de la actividad y el confinamiento, al tiempo que tenía que
seguir afrontando buena parte de sus obligaciones de pagos. Esto ha dado
lugar a un estrangulamiento de la liquidez de las empresas, que, de
extenderse, podría terminar provocando cadenas de impagos y riesgo de
inestabilidad financiera. Hasta el 30 de abril han cerrado 133 000
empresas, según la Seguridad Social, con una leve mejoría en mayo, y en
la anterior crisis, señorías, se destruyeron 350 000 empresas en España.
En respuesta, las entidades financieras, a 31 de mayo, habían superado ya
el millón de operaciones avaladas por el Instituto de Crédito Oficial, el
ICO, a empresas, pymes y autónomos, que suman una financiación al tejido
productivo de 63 144 millones de euros, pese a que el volumen total
comprometido de momento es de 100 000 millones de euros. Del total
inyectado, 48 224 millones de euros han sido garantizados por el Estado,
según los últimos datos disponibles referidos hasta el pasado 31 de mayo
y facilitados por el Ministerio de Asuntos Económicos. En concreto, se
han firmado algo más de 500 000 operaciones, el 98 % del total con
autónomos y pymes, un colectivo al que se da una cobertura del 80 % del
crédito. Por tanto, las líneas del ICO están funcionando razonablemente,
debido a que nuestro sector financiero también se encuentra en una
posición sólida y está actuando como una palanca clave en el acceso a la
financiación de empresas y familias en estos momentos tan difíciles.
Ahora bien, estas cifras tienen también una importancia vital si se tiene
en cuenta el efecto multiplicador que tiene cada euro dispuesto en apoyo
a las empresas. Además, al formalizarse a través de préstamos, no
impactarán en el déficit ni comprometerán la consolidación
presupuestaria, a la que me referiré más adelante. En resumen, si hiciera
falta disponer de mayores recursos para salvaguardar el tejido
productivo, creo que no me equivoco diciendo que este sería el
presupuesto mejor empleado.
Por otro lado, el diálogo social y la flexibilidad son las dos
herramientas imprescindibles para facilitar la reincorporación a la
actividad de las personas trabajadoras de forma segura, tal y como
comparte en este caso -y siempre lo dice- la Organización Internacional
del Trabajo, la OIT. La flexibilidad está reconocida como un factor
decisivo para la competitividad de nuestras empresas y el mantenimiento
del empleo frente a las exigencias de la economía de la globalización,
como ya demostró en su día la reforma laboral de 2012, que constituyó el
elemento de más valor para afrontar con éxito la salida de la crisis.
Ahora a las exigencias del mercado global se imponen las impuestas por la
pandemia, por lo que va a ser indispensable dotar a las empresas en estos
momentos de mecanismos flexibles que permitan adaptar las condiciones de
trabajo a la seguridad de las personas trabajadoras en sus turnos de
trabajo, jornadas, horarios, así como para lograr la conciliación
correspondiente y corresponsable de la vida laboral y familiar desde el
equilibrio entre las necesidades de las personas trabajadoras y de la
gestión de las empresas, sin olvidar en estos momentos la implantación de
modalidades de trabajo emergentes, como en este caso está siendo el
teletrabajo. La mejora de la capacidad organizativa de las empresas
resulta imprescindible a la hora de conjugar las dificultades económicas
y productivas que nos impone esta pandemia, para lo que se requiere en
estos momentos incrementar las alternativas de organización empresarial,
como la movilidad geográfica y funcional, el descuelgue de las
condiciones del convenio, la distribución irregular de jornada, y todo
ello con la finalidad de salvaguardar la pervivencia de las empresas y,
por tanto, del empleo. Y no podemos tampoco olvidar que para proteger el
empleo será decisivo avanzar en las medidas
excepcionales de los ERTE, prolongar su vigencia de forma automática al
menos hasta diciembre y dotarlos de mayor adaptabilidad para acompañar a
las empresas y a los trabajadores hasta la plena recuperación. Y todo
ello, como hemos venido defendiendo, dentro de la necesaria seguridad
jurídica y certidumbre para los empresarios y los trabajadores.
En tercer lugar, otra línea de ayudas puestas en marcha por el Gobierno,
en la que, sin embargo, queda mucho por hacer, serían las moratorias
fiscales. La situación acuciante de cientos de miles de empresas hace
necesario mantener y ampliar esta vía de apoyo, entre otras cosas para
dar mayor capacidad a las empresas para planificar sus costes. Lo mismo
ocurre con las facturas pendientes de cobro y las devoluciones
tributarias pendientes para las empresas. En un momento como el actual es
más necesario que nunca no generar otra gran bolsa de morosidad de las
administraciones con las empresas, que después tenga un reflejo en mayor
morosidad comercial.
Y antes de cerrar el capítulo de propuestas en el corto plazo, quiero
incidir en que tenemos ante nosotros el reto de construir una economía a
medida de las personas. El compromiso del mundo empresarial con estos
valores ha quedado patente con el liderazgo empresarial de la Agenda 2030
que marca la ONU. Los ODS tienen tres ejes: la sostenibilidad económica,
el medio ambiente y, en el centro, las personas. Para lograr avanzar en
la construcción de una sociedad inclusiva y cumplir con la Agenda 2030,
tenemos que reconocer la centralidad del trabajo. El acceso al trabajo y
el apoyo a los mecanismos de fomento de la empleabilidad son esenciales
para combatir la exclusión social y las situaciones de vulnerabilidad
económica. En resumen, lo que reduce realmente la desigualdad y genera
una verdadera inclusión es el empleo. El COVID-19 ha puesto sobre la mesa
la importancia social de la economía de los cuidados. Debemos apostar
también decididamente por un sistema de atención integral centrado en la
persona y con el reconocimiento expreso de los cuidados a las personas
dependientes desde la dignidad, el desarrollo de su autonomía y la
protección de sus derechos. El sistema de dependencia debe garantizar la
prestación de servicios profesionalizados como un principio básico de
actuación de la colaboración público-privada que constituye su modelo.
Y ya en el medio y largo plazo, tenemos que pensar que esta crisis debe
ser una palanca para dar los pasos necesarios hacia una economía más
competitiva, en la que crezca la productividad y genere más y mejores
empleos, todo ello desde el escenario de un enfoque de la sostenibilidad.
Y para ello, uno de los ejes principales va a ser el refuerzo de la
industria. Hablo de la segunda rama de actividad más importante de
nuestra economía, tras el sector servicios, tanto por su contribución al
producto interior bruto como en términos de empleo. Tanto es así,
señorías, que en aquellas comunidades autónomas más industrializadas las
tasas de desempleo se reducen a la mitad. Debemos, por tanto, ponernos
como meta elevar el peso de la industria del 14 % del PIB al 20 %, como
marcaban los retos del 20-20-20. Si lo conseguimos, querrá decir que
tendremos más empresas con alto valor añadido, con vocación exportadora,
más capacidad de innovación y empleo de mayor calidad. Para ello, la
industria necesitará del apoyo de todos, y en especial de la
Administración y de los grupos parlamentarios. Son muy numerosas las
medidas que desde CEOE proponemos. Avanzaré algunas de las más
destacables. En estos momentos, la necesidad de normalizar importaciones
y exportaciones y el tránsito de mercancías y trabajadores para fronteras
europeas, asegurando el acceso a materias primas. La reactivación y
mantenimiento de las inversiones y licitaciones de construcción,
contrataciones, infraestructuras y otros proyectos públicos será otro
punto muy importante. Y también necesitaremos adoptar medidas que
permitan reducir los costes energéticos de la industria, aumentado su
competitividad. Una vez recuperada una cierta normalidad, necesitaremos
medidas que atraigan la inversión industrial mediante programas de apoyo
e incentivos, acompañada de programas de activación del consumo en línea
con los Renove y de la agilización de trámites administrativos. Por otro
lado, nos encontramos inmersos en el camino de la transición energética
hacia la neutralidad climática en 2050 y de ella deberíamos salir
reforzados como país y como economía, con un suministro garantizado y
asequible. Para ello, necesitaremos elementos como el progresivo
despliegue renovable, el almacenamiento, la integración de sectores
energéticos, el refuerzo de redes e interconexiones y la digitalización.
Señorías, el sector exterior ha sido en los últimos años uno de los
principales factores de crecimiento de nuestra economía. En la situación
generada por la crisis sanitaria, el apoyo de la Administración es ahora
fundamental. España tiene que ser una firme defensora del comercio
internacional y del multilateralismo. Adicionalmente, son necesarios unos
instrumentos de apoyo a la internacionalización que respondan a las
circunstancias actuales. Cabe recordar que España es uno de los países
con mayor deuda externa, lo que requiere de un sector exterior potente
para poder reducirla. En este sentido, tengo
que decir que el turismo también juega un papel crucial. No olvidemos que
se trata de un sector que representa el 12,3 % del PIB nacional, que
contribuye con 2,6 millones de empleos y que sigue siendo una parte muy
relevante del turismo internacional. Nuestras empresas turísticas
necesitan medidas laborales, fiscales y financieras diferenciadas que
tengan en cuenta la singularidad de este negocio. Necesitan que haya
movilidad, que se cuente con medidas sanitarias que garanticen un turismo
seguro y necesitan un apoyo de manera expresa, como la digitalización, la
formación y la sostenibilidad de los negocios. Del mismo modo,
necesitamos que España vuelva a ser un país atractivo para los turistas y
de la misma manera que debe serlo para los turistas lo debe ser también
para los inversores. Es el momento de focalizar esfuerzos en la atracción
de inversiones y capitales, con un sistema fiscal que atraiga el talento
y que sea competitivo frente a terceros, con un esfuerzo renovado en
infraestructuras y algo que es fundamental, una seguridad jurídica con
mayúsculas.
Por otro lado, la situación que hemos vivido en los últimos meses no he
hecho sino poner de manifiesto la importancia que tiene para nuestro
tejido empresarial y para nuestra sociedad en general lo que entendemos
por digitalización. No solo hemos podido trabajar desde nuestras casas y
sostener así muchas actividades gracias a las redes de comunicaciones,
sino que también muchas de nuestras industrias han podido seguir
funcionando en remoto. Los empresarios llevamos ya algunos años poniendo
sobre la mesa propuestas en este ámbito con la elaboración del Plan
digital 2025, que pretende ser la hoja de ruta que desde hace tiempo se
necesita para avanzar en la digitalización de la sociedad española, pero
ninguno de estos avances tecnológicos que tanto facilitan nuestro día a
día hubiera sido posible sin que hubiera detrás un minucioso proceso de
investigación y desarrollo y sin la innovación, innovación que traslada
los esfuerzos investigadores al mercado y que los hace accesibles a los
ciudadanos y a las empresas. De hecho, la I+D+i debe ser un ejemplo de
colaboración entre las instituciones del sector público y privado, entre
el mundo académico investigador y las empresas, con el objetivo final de
trasladar los resultados de las investigaciones a la sociedad. El
objetivo de España debe ser el de alcanzar la media de inversión de I+D+i
de los países europeos más avanzados en el menor tiempo posible para no
perder competitividad internacional. Estamos en el 1,3 % del PIB cuando
debiéramos estar en el 3 %, como marcan los acuerdos de Lisboa. Y si
hablamos de digitalización e innovación, es preciso insistir en el valor
del aprendizaje. La educación y la formación van a constituir
instrumentos de un valor indiscutible a la hora de adaptarse al futuro
complejo que nos espera, por lo que deben considerarse una apuesta
estratégica de primer orden, dado que son el medio para lograr más y
mejor empleo y mejor remunerado, en tanto que están ligadas a las
ganancias de productividad, crecimiento económico y cohesión social.
Estamos convencidos de que la educación y la formación están llamadas a
ser un catalizador crítico en la salida de la crisis, pero para ello
tenemos que acometer urgentemente una serie de acciones entre las que
destaco la necesidad de que el sistema de educación y de formación
impulse la innovación y las competencias relacionadas con la cultura del
esfuerzo y el emprendimiento, y que la formación dual sea una realidad,
tanto en el ámbito de la formación profesional como en el universitario,
adaptándose a las posibilidades reales de las empresas.
Quiero decir también que se debe transitar hacia un modelo eficaz y
moderno de formación profesional para el empleo, desburocratizado y
flexible, basado en la empresa y en el que se respete el carácter
finalista de los fondos procedentes de la cuota de formación profesional
que pagan trabajadores y empresarios, con una gobernanza de los
interlocutores sociales y con una formación que dé respuesta a las
necesidades sectoriales reales e inmediatas que ahora está reclamando el
tejido productivo para poder salir de la crisis ocasionada por la
pandemia.
Finalmente, quiero hablar de acción social en las empresas y quiero poner
en valor el esfuerzo de las empresas por su contribución responsable y
solidaria en estos momentos de crisis. El sector empresarial una vez más
ha demostrado que las personas están en el centro de las cosas, como
hemos mostrado a través del proyecto "Empresas que ayudan" que, en este
caso, está desarrollando la propia Fundación CEOE.
Hecho este recorrido, también quiero dejar constancia de que será
fundamental en el futuro volver a pensar en la vuelta a la consolidación
presupuestaria para poder enfocar los esfuerzos presupuestarios en lograr
incrementar el crecimiento potencial de nuestra economía y para ganar
credibilidad en el exterior en un momento en el que tenemos que empujar
hacia una Unión Europea más completa, empezando por la unión bancaria y
la unión del mercado de capitales. Nos encontramos ante una oportunidad
inigualable. La respuesta de la Unión Europea y del BCE a la crisis ha
sido rápida y contundente y está logrando frenar como nunca antes un
incremento acelerado en las primas de riesgo nacionales. La ingente
cantidad de
recursos puestos a disposición debe canalizarse ahora de forma eficaz y
España necesitará hacer un buen uso de los mismos y no cargar con mayores
gastos estructurales en las cuentas del déficit sino para apuntalar el
crecimiento económico en el futuro. Asimismo, va a ser necesario para
crear el ambiente propicio para el desarrollo empresarial abordar una
simplificación y una mejora del marco regulatorio, garantizar el
ejercicio de la empresa privada y la libertad de empresa, el derecho a la
propiedad y a la seguridad jurídica, y que estas dos se configuren como
instituciones básicas sobre las que se asientan las sociedades más
modernas y prósperas.
Por último, el diálogo y la concertación social entendemos que son una
pieza clave dentro de nuestro marco democrático para el avance social y
económico y, ahora más que nunca, elementos indispensables para combatir
la pandemia, sostener la economía y respaldar la recuperación. El éxito
de las medidas que se apliquen dependerá de que tengamos un diálogo
social de calidad y efectivo que permita alcanzar soluciones de forma
conjunta. Desde la Comisión Europea, en sus recomendaciones a España para
los años 2020 y 2021, se insiste en el papel crucial de los
interlocutores sociales en el camino hacia la recuperación y el apoyo al
empleo. Como decía antes, también la Organización Internacional del
Trabajo viene haciendo un llamamiento claro y contundente en favor de un
diálogo social tripartito eficaz y de la cooperación entre los Gobiernos,
las organizaciones empresariales y sindicales para diseñar estrategias y
políticas efectivas. La búsqueda de soluciones mediante el diálogo social
es uno de los cuatro pilares en los que debe fundamentarse la lucha
contra esta pandemia, según señala la Organización Internacional del
Trabajo. En definitiva, dentro y fuera de nuestras fronteras hay consenso
y defensa del diálogo social y del tripartismo, porque se sabe que
impulsan la competitividad, la estabilidad y el crecimiento, que es lo
que necesitamos.
No me extenderé más, señorías. Los empresarios estaremos a la altura con
sentido de Estado y seguiremos demostrando que somos capaces de alcanzar
acuerdos que redundan en beneficio de la sociedad. Desde CEOE apelamos a
la unidad de todos los agentes económicos, sociales y políticos para
hacer juntos el camino hacia la salida de la crisis y también a la
responsabilidad desde cada uno en su ámbito, porque el objetivo debe ser
que, de la misma manera que la economía española se ha enfrentado a esta
pandemia mejor preparada que de las demás, también salga de esta
situación fortalecida.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Garamendi.
Señor Cuerva, suya es la palabra.
El señor PRESIDENTE DE LA CONFEDERACIÓN ESPAÑOLA DE LA PEQUEÑA Y MEDIANA
EMPRESA, CEPYME (Cuerva Valdivia): Muchísimas gracias, señor presidente.
Señorías, quiero que mis primeras palabras sean para mostrar mis
condolencias y mi respeto por los miles y miles de españoles fallecidos
como consecuencia de esta trágica enfermedad, y mi solidaridad con sus
familias y con su dolor.
Creo que la primera misión de quienes estamos encargados de reconstruir
España política, social y económicamente es recordar siempre a quienes
perdieron la vida y a quienes no pudieron acompañarles en su último
momento ni despedirse de ellos convenientemente. Quiero también agradecer
a esta Comisión para la Reconstrucción Social y Económica el haberme dado
la oportunidad de transmitir en representación de la Confederación
Española de la Pequeña y Mediana Empresa algunas reflexiones en relación
con el futuro económico y empresarial de España.
Señoras y señores diputados, en esta grave crisis sanitaria, social y
económica generada por el COVID-19 lo más importante son sin lugar a
dudas los miles de españoles que han fallecido. Sin embargo, en el
aspecto económico y social no podemos olvidar que España ha tenido otras
perdidas, empresas y puestos de trabajo, y unos están estrecha e
indisolublemente ligados a los otros. Hoy, como decía el presidente de la
CEOE, según los datos de Seguridad Social, hay 133 000 empresas menos que
al principio de la crisis. La caída entre las empresas más pequeñas ha
sido en tan solo dos meses del 9 %. Así es, muchos no van a poder volver
a abrir su negocio y con ello decenas de miles de trabajadores que no
podrán incorporarse a sus puestos de trabajo sencillamente porque no
existirán.
Señora y señores diputados, crisis social y crisis empresarial son las dos
caras de una misma moneda. Por eso reconstruir un país -y no será fácil-
no es otra cosa, no puede ser otra cosa que reconstruir su tejido
empresarial, y muy especialmente el que conforman sus empresas más
pequeñas. Por eso mi primera y principal reflexión esta tarde es pedirles
a sus señorías que no se olviden de eso. No se lo dice el presidente de
una confederación empresarial con un nítido papel institucional en
España, que también,
se lo dicen hoy por mi boca los más de tres millones de pequeños y
medianos empresarios españoles. En su legítimo deseo de legislar para
plasmar una u otra visión ideológica o incluso de modelo de Estado, no
olviden que antes deben defender a sus pequeñas y medianas empresas. Sin
ellas no hay empleo, generamos algo más del 60 %, sin ellas no habrá
riqueza, generamos algo más del 71 % del PIB, y no habrá ingresos para
acometer aquellas políticas que se quieren o se deben implantar en
España. La reconstrucción de una economía que puede llegar al 24 % del
paro y a una pérdida del PIB de entre el 9 % y el 16 % les debería
inducir a hacerlo buscando acuerdos en lugar de hacerlo tensionando
nuestras estructuras. Eso es lo que esperan la mayor parte de los más de
tres millones de empresarios que siguen confiando en la capacidad de
entendimiento entre españoles. Como toda reconstrucción, la que España
afronta en el escenario del post-COVID 19 requiere perspectiva y audacia
para configurar el futuro desde el presente. Sin embargo, el trabajo es
tan ingente que obliga a hacerlo empezando por lo urgente y acabando por
lo imprescindible, pero pasando por lo necesario.
Déjenme que les resuma en breves líneas lo que para Cepyme es urgente, lo
que es necesario y lo que es imprescindible en la reconstrucción
económica y social de España. A corto plazo, con urgencia, España
necesita salvar a sus empresas, a sus pequeñas y medianas empresas. Como
les decía, algunas decenas de miles ya han cerrado. Algunas estimaciones
apuntan a que el 20 % no volverá a abrir y es imposible calibrar cuántas
lo intentarán durante meses para acabar lamentablemente teniendo que
rendirse. Tres son los grandes ejes que las pymes españolas requieren
como tratamiento de urgencia. El primero de ellos es la liquidez
inmediata para poder afrontar hoy problemas derivados de la falta de
actividad y la caída del consumo. Esta generación de tesorería para la
empresa les permitirá hoy afrontar gastos y les deberá permitir mañana
afrontar nuevas inversiones, puesta en marcha de nuevos proyectos y
transformaciones que, como diremos adelante, resultan vitales para el
futuro. Generar liquidez no solo implica articular fondos para programas
de avales o de créditos, sino establecer sistemas sencillos y ágiles para
que las empresas puedan solicitarlo y recibirlo. ¡Ojo! a la
implementación real de la medida, la empresa española sigue necesitando
moratoria o exenciones fiscales, suspensión de impuestos, deducciones en
el de sociedades, exenciones en las cotizaciones del sociales,
devoluciones tributarias. Ya le adelanto que muchas de estas medidas
deberán sostenerse en el tiempo. Y desde luego liquidez implica un plan
de pago a proveedores. La Administración debe ser la primera impulsora de
la mejora de la tesorería de las pymes.
En segundo lugar, necesitamos también de forma urgente flexibilidad en el
entorno laboral. Un empresario nunca quiere despedir a un trabajador
porque sí. El modelo de ERTE recogido en la llamada reforma laboral de
2012 es necesario y, de manera inminente, debe incorporar los principios
de flexibilidad, adaptabilidad, simplificación y certidumbre. Mientras la
empresa, cada empresa analizada caso a caso, objetivamente los requiera,
deben seguir vigentes. No tiene sentido establecer plazos por sectores o
territorios, ya que la actividad económica no se va a reactivar por
decreto. Las empresas deben poder ir recuperando a sus trabajadores,
ajustando sus plantillas a las necesidades objetivas. Ninguna empresa va
a dejar de recuperar a su plantilla si el negocio lo permite.
En tercer lugar, entre lo urgente quiero apuntar la vuelta a una actividad
económica normalizada. La obvia prevención respecto a la enfermedad y la
imprescindible estrategia para evitar rebrotes graves no pueden alargar
ni dificultar la reactivación de determinados sectores. Desde ese punto
de vista, es necesario seguir consensuando acuerdos y protocolos, sector
por sector, como tras unos inicios complejos se ha terminado haciendo con
el inestimable trabajo tanto de la ministra de Industria como del
ministro de Transporte, en sus respectivas competencias. Una vez que
España haya afrontado el plan de choque urgente para salvar a decenas de
miles de empresas y cientos de miles de empleos, tendremos que afrontar
lo necesario. A juicio de Cepyme, lo necesario es establecer un marco
estable para la actividad empresarial, y eso implica generar certidumbre
y seguridad jurídica. Como hemos señalado en muchas ocasiones, el mayor
riesgo para la empresa española es la incertidumbre, el cortoplacismo y
la parálisis. No podemos reconstruir la economía española si no se genera
certidumbre y confianza tanto interna como externa en nuestro país. Creo
que no les desvelo nada si les digo que no ha sido el escenario que hemos
vivido en los últimos tres meses, sino en los últimos años. Sin confianza
externa no atraeremos inversión, no habrá estrategia de marca ni de
diplomacia económica y empresarial que pueda tener éxito. Sin confianza
interna se retraerá la iniciativa y la inversión empresarial. Señoras y
señores diputados, es imprescindible para invertir en España, ya sea
desde fuera o desde dentro, que las reglas de juego estén claras y sean
estables. La seguridad jurídica tiene que ver con la confianza
institucional en el papel de la empresa. No reconstruiremos la economía
solvente y fuerte que puede ser España si no fortalecemos el
papel del empresario como creador de riqueza y bienestar, huyendo de
desconfianza y menosprecio. Tengan claro que no podremos construir una
economía fuerte si el empresario sigue siendo visto con recelo. Esa
integridad empresarial no depende, por supuesto, del número de empleados
o de la facturación de la empresa. No hay empresas grandes que sean malas
y empresas pequeñas que sean buenas. Eviten caer en esa dicotomía pueril.
Hay un tejido empresarial serio, capaz, arriesgado y esforzado, sin el
que el objetivo de esta Comisión será inalcanzable.
Otra medida necesaria es la recuperación de la fortaleza del diálogo
social. El diálogo social bipartito, entre sindicatos y organizaciones
empresariales, o tripartito, con el Gobierno, es una de las grandes
infraestructuras sociales y económicas de España. Ponerlo en riesgo con
imposiciones, legislando por real decreto-ley o con pactos políticos al
margen no ayudará a reconstruir la economía española. En este sentido,
quiero expresar firmemente en esta sede parlamentaria la lealtad
institucional de Cepyme enmarcada en ese diálogo social, nuestro
compromiso inquebrantable con la Corona, la Constitución Española y los
principios e instituciones que emanan de ella.
En resumen, España necesita, en primer lugar, salvar las empresas y, con
ello, el empleo. En segundo lugar, generar un marco estable, amable y
atractivo para la actividad empresarial. Y, en tercer lugar, necesita
modernizar su estructura económica y empresarial con visión de futuro. Es
lo que he llamado imprescindible, que he enumerado en un orden que no
implica en absoluto prioridad.
Señoras y señores diputados, en los próximos meses -y quiero agradecer el
trabajo realizado por la vicepresidenta tercera del Gobierno- España va a
recibir una importante cantidad de fondos europeos para afrontar esta
reconstrucción. Mis primeras reflexiones sobre ello tienen que ver con
que ese marco de solidaridad y de apoyo comunitario a la reconstrucción
económica y empresarial de España pasa por Europa, por más Europa, nunca
por menos. Son los mecanismos de solidaridad, también las obligaciones,
los que ofrecen a nuestros ciudadanos ya nuestras empresas un escenario
de garantía y fortaleza.
En este mismo sentido, quiero subrayar que, desde el punto de vista de
Cepyme, España no debe caer en la tentación de utilizar esos fondos
europeos para generar más gastos, sino para realizar inversiones
productivas que modernicen y garanticen el futuro de nuestra economía y,
por lo tanto, de nuestra sociedad. En todo caso, España requerirá de
reformas estructurales. Si esta salida de la crisis puede obligarnos a
adoptar medidas coyunturales, incluido el incremento del endeudamiento
para lograr una salvación de nuestras empresas, de los puestos de
trabajo, y la atención de miles de ciudadanos sin recursos, de manera
inmediata, debemos volver a la senda de la ortodoxia. Para eso, es
necesario generar reformas estructurales. Por ejemplo, la mejora de la
normativa laboral, incidiendo en la flexibilidad de las empresas y en la
seguridad del trabajador; pero, en ningún caso, acometiendo reformas
integrales y contrarreformas que crean incertidumbre e inseguridad,
máxime si son al margen del diálogo social. El ejemplo es claro, todo el
arco parlamentario lo ha validado en esta crisis y ha utilizado medidas
que no hubieran existido si se hubiera derogado íntegramente la reforma
laboral del año 2012. La necesaria reforma del sistema de pensiones y la
Seguridad Social, especialmente, en busca de su sostenibilidad. La
reforma de la fiscalidad empresarial, en contra de lo que suele decirse,
la fiscalidad empresarial española es superior a la. Es necesario, por
tanto, acompasar esa realidad y establecer, especialmente, una fiscalidad
que permita el crecimiento de las empresas.
Señoras y señores diputados, España tiene un problema del tamaño de las
empresas, no solo porque la mayoría sean pequeñas, sino, sobre todo,
porque no les permitimos crecer hasta su tamaño idóneo dentro de su
mercado. En este sentido, hay que adoptar medidas de índole fiscal y
normativo que no penalicen el crecimiento de nuestras empresas.
Necesitamos, también, ejecutar un plan nacional contra la economía
sumergida, que supera hoy el 20 % de nuestro PIB, y un plan contra la
morosidad, que no se puede convertir, de nuevo, en un mal endémico para
nuestra economía.
Finalmente, entre las reformas estructurales, también creemos necesaria la
simplificación de la Administración y de la normativa y, en consecuencia,
la promulgación de una ley de unidad de mercado. Dentro de las decisiones
imprescindibles para la recuperación económica de España, necesitamos
potenciar, sin duda, la innovación y la transformación digital. Nuestras
empresas, especialmente las pequeñas, adolecen de innovación y tienen
niveles muy bajos de digitalización. España necesita un plan para que la
innovación y la transformación digital lleguen a las pymes.
La crisis del COVID-19 nos ha demostrado que un alto porcentaje de
nuestras pequeñas empresas no estaban preparadas para el teletrabajo o
para acometer soluciones con base tecnológica en su procedimiento. No se
trata solo de inversión en tecnología y en procesos tecnológicos; se
trata de que la innovación forme parte de la mentalidad empresarial,
atrayendo talento, y formando a nuestros equipos
humanos. También es imprescindible incrementar la inversión -como decía el
presidente de la CEOE- en investigación y desarrollo; actualmente ese 1,3
queda lejos del 3 % del objetivo de Lisboa.
Igualmente, necesitamos un acuerdo por la formación. España requiere de un
gran pacto nacional por la educación y la formación, que alcance todos
los niveles. En lo que a la empresa respecta, resulta imprescindible la
correcta adecuación entre la formación y las necesidades de las empresas;
el papel de la Formación Profesional y, especialmente, el fortalecimiento
de la Formación Profesional dual, con mecanismos que permitan acogerse a
las pymes. La innovación, la transformación digital y la formación están
estrechamente ligadas entre sí, y son condiciones necesarias para que
España mejore en aspectos básicos para la reconstrucción económica, la
mejora de la productividad y la mejora de la competitividad de nuestras
empresas.
España requerirá, igualmente, de un plan ambicioso de fomento de la
internacionalización para las pymes. Las pymes españolas han
protagonizado el crecimiento del sector español en los últimos años. Sin
embargo, por tamaño, por estructura y por recursos económicos la mayor
parte de las pequeñas y medianas empresas españolas están lejos de poder
acometer procesos exportadores. En ese sentido, resulta esencial no solo
establecer planes de apoyo a la internacionalización de nuestras pequeñas
y medianas empresa sino la creación de mecanismos de apoyo entre grandes
empresas exportadoras y pymes con potencial internacional.
Finalmente, la economía y el tejido empresarial español tienen que
evolucionar hacia la sostenibilidad, de acuerdo con la Agenda 2030. El
mundo avanza hacia modelos económicos sostenibles y circulares y España
puede y debe reconstruir su economía conforme a esos criterios,
especialmente en sectores estratégicos como la energía o la movilidad. En
todo caso, hace unos minutos les hablaba de la necesidad de utilizar los
fondos para la recuperación en inversiones que generen riqueza y en un
modelo empresarial de futuro para España. Porque -permítanme decirlo-,
ningún modelo económico se construye de la noche a la mañana ni tiene
sentido renunciar a sectores en los que somos líderes mundiales. Por
ello, creo que de la agudeza de la precisión con la que apliquemos esos
fondos y d resto de nuestros esfuerzos en la modernización de nuestros
mejores sectores y en la gestación de sectores que van a ser estratégicos
en todo el mundo en este siglo dependerá que la reconstrucción económica
y social en España sea o no un éxito.
Señorías, a lo largo de los tres últimos meses España, al tiempo que
perdía a miles de sus ciudadanos -muchos de los cuales han construido la
España del siglo XXI-, ha perdido también decenas de miles de empresas y
de puestos de trabajo, pero han sido otras decenas de miles de empresas
del sector agrícola y pesquero, de la logística y la distribución, del
sector industrial, agroalimentario y energético, comerciales, del sector
servicios, las que han mantenido y pueden mantener este país en marcha.
La mayor parte de ellas son pymes, la mayor parte de ellas lo han hecho
con notable sacrificio y muchas veces sorteando zozobra, incertidumbre y
falta de claridad en las decisiones. Otras muchas, por decreto, han
mantenido sus puertas cerradas con la esperanza de recuperar la actividad
cuando acabara el confinamiento y están ahí fuera esperando volver a
construir esa economía fuerte y solvente; están ahí fuera construyendo
una economía que permitirá afrontar los retos sociales de igualdad, de
investigación o el modelo económico que cada uno de ustedes tiene en su
agenda política. Señorías, España tiene un magnífico tejido empresarial,
les pido, les ruego, que estén ustedes a la altura haciendo posible, en
primer lugar, lo urgente, luego lo necesario y finalmente lo
imprescindible.
Muchas gracias, estoy a su entera disposición.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Cuerva.
Vamos al turno de los grupos. Empezamos por el Grupo Mixto, que tiene dos
intervenciones, y por Coalición Canaria tiene la palabra la señora Oramas
González-Moro.
La señora ORAMAS GONZÁLEZ-MORO: Gracias, señor Presidente.
Gracias señor Garamendi y señor Cuerva. Tenía un montón de cosas, pero
solo tengo dos minutos, entonces, voy a ir al grano. Primero quería
preguntarle cómo influye tanto en las decisiones empresariales de
inversión y de futuro como en las inversiones extranjeras la falta de
consenso y la crispación política en este momento. Lo digo porque esta
mañana el señor Álvaro Pereira, director de estudios económicos de la
OCDE, donde se han actualizado los datos a peor, pedía pactos de Estado
y, bueno, la situación del día a día aquí en vez de ir mejorando va
empeorando la posibilidad de acuerdos, y quiero que ustedes expliquen qué
consecuencias tiene eso.
Segundo, hay un tema muy importante que son los ERTE, y es como si usted
me hubiera escuchado cuando hablé justo en la comparecencia anterior con
la ministra, a la que le pedí que el martes que viene este tema tiene que
estar aprobado en Consejo de Ministros, porque hay que planificar como
mínimo con diez días o con quince días y hay que saber hacia dónde se va
con la prórroga de los ERTE, la flexibilidad de los mismos y hay que
tener certeza jurídica y certidumbre porque en este momento se acaba el
plazo y tiene que estar todo el martes -usted sabe que el caso de
Canarias es distinto, porque en el sector turístico estamos reclamando
que el plazo sea hasta diciembre dado que es temporada alta y tenemos al
50 % de la población activa en paro o en ERTE, pero quedan el resto de
los sectores económicos de Canarias y de este país-, y nos remitió a que
hoy le metiéramos prisa a usted -hace media hora-respecto al resto de la
negociación de los ERTE y que esto pueda ir el martes. le pregunto cómo
está eso. Tercero, ¿cómo influyen también, interna y externamente, los
distintos mensajes de diferentes ministros sobre la reforma laboral?
Porque hoy también la OCDE ha hablado de eso.
Por último, hay un tema que le quería plantear al señor Cuerva que es muy
importante, que es la morosidad de las administraciones y cómo influye en
las pequeñas y medianas empresas. En este momento usted ha hablado del
transporte por carretera del turismo y yo le digo que el transporte
escolar lleva tiempo sin cobrar, y que en este momento los ayuntamientos
no pagan, las comunidades no pagan, el Estado no paga; las grandes
empresas el primer trimestre no pagan tampoco a las pequeñas y medianas
empresas. Entonces, me pregunto si la morosidad de las administraciones
va a generar que tengamos otra vez un problema de liquidez de las
pequeñas y medianas empresas, y si son suficientes las líneas ICO.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Oramas.
Por las CUP, tiene la palabra el señor Botran Pahissa.
El señor BOTRAN PAHISSA: Buenas tardes. Gracias a los comparecientes.
Decía el señor Garamendi que probablemente esta crisis ha cambiado la
visión que teníamos de los empresarios, pero no es así, al menos en
nuestro caso. Nosotros lo que hemos visto ha sido el comportamiento
típico de las patronales que es que en momentos de bonanza los beneficios
se privatizan, son para los empresarios, y en momento de crisis lo que se
exige es el rescate al sector público, la socialización de las pérdidas,
en definitiva. Les felicito porque durante la crisis han demostrado el
poder que tienen. Ustedes tienen mucho poder, lamentablemente, a nuestro
parecer, demasiado poder; el poder que tiene la patronal, la oligarquía,
en el Estado español es muy grande. Ustedes incidieron -seguramente,
veladamente o no, o explícitamente- en que se retrasara la orden de
confinamiento total para no parar la economía. Se llegó tarde, como
mínimo quince días tarde, a ordenar que la inmensa mayoría de los
trabajadores debieran haberse quedado en casa. Ustedes han podido incidir
también en que los ERTE tengan algunas excepciones, porque lo que era al
principio muy garantista de que los ERTE no se convirtieran en ERE, con
el segundo real decreto-ley, fruto del acuerdo entre patronal y
sindicatos, ya crea algunas preocupantes excepciones que nos dan un
panorama en el que pueden darse despidos. Finalmente, ahora están ustedes
planteando una serie de exigencias, y esperemos que no salgan adelante
las que son lesivas para el mundo del trabajo. Planteaban que sería
necesario, por ejemplo, el descuelgue de los convenios; solo faltaría
eso, que en un momento en el que se van a complicar las cosas para la
clase trabajadora, las condiciones de esos derechos laborales se vean
todavía más perjudicadas. No podemos compartir la inmensa mayoría de las
metas que ha planteado.
Dicho esto, me excuso porque tengo una reunión a las seis y seguiré la
segunda parte de la comparecencia por vídeo.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Botran.
Por Euskal Herria Bildu tiene la palabra el señor Matute García de Jalón.
El señor MATUTE GARCÍA DE JALÓN: Muchas gracias. Buenas tardes a los dos
comparecientes.
El señor Garamendi, en la parte final de su exposición, hacía un alegato
en defensa del derecho a la propiedad privada, a la empresa, etcétera. Yo
vengo con ánimo constructivo y hoy -tal vez solo hoy- no voy a pedir la
socialización de los medios de producción, porque voy a intentar que
podamos avanzar algo. Decía también el señor Cuervas que las crisis
sociales y las crisis empresariales son dos caras de
la misma moneda. Puede ser, pero convendrá conmigo en que la crisis social
muchas veces paga también la crisis empresarial y que puede haber bonanza
empresarial existiendo crisis social, porque los mercados laborales no
son entes etéreos que solo regulen las condiciones del mercado, sino que
también regulan las condiciones laborales.
Señalaba también que hay que retornar a una actividad económica
normalizada. He dicho que vengo hoy con ánimo constructivo pero también
voy a ser sincero, como lo soy siempre. Nosotros no queremos retornar a
la normalidad anterior a la pandemia, porque no era una normalidad que
los trabajadores y trabajadoras vieran con agrado y buenos ojos, era una
normalidad marcada por una depauperación de las condiciones laborales de
los y las trabajadoras depauperadas desde la reforma laboral de 2012.
Ustedes han hecho una alabanza de la reforma laboral del 2012 y no me doy
por aludido especialmente -y habrá quien lo señale después, con lógica
del acuerdo suscrito con el Partido Socialista y Unidas Podemos-, pero sí
le diré una cosa: si la reforma laboral del 2012 era tan buena y si el
acuerdo o el diálogo social tripartito es tan bueno, ¿por qué no hicieron
la reforma laboral del 2012 cumpliendo con el diálogo social en acuerdo
con el tripartito? Porque creo que los sindicatos no estaban muy de
acuerdo con esa reforma laboral. Luego, no vale jugar con que la
exigencia del dialogo social sea condición sine qua non cuando no me
gusta lo que puede salir, y no me es preciso el diálogo social con el
acuerdo tripartito, y no lo sea cuando lo que puede salir me vale aunque
no les guste a los sindicatos, porque de eso en el Estado español hay
unos cuantos ejemplos. Ni siquiera la reforma laboral de 2012 es la única
reforma laboral que ha tenido este Estado, porque ha tenido más de
cuarenta. El señor Cuerva planteaba una apelación sobre la reforma
laboral que yo recojo, cuando decía que teníamos que hacer urgente, lo
necesario y lo imprescindible, porque nuestra posición con la derogación
de la reforma laboral intenta conjugar esas tres necesidades: creemos que
es urgente, creemos que es necesario y creemos que es imprescindible
derogar la reforma laboral de 2012.
Hablaban de la flexibilidad laboral, y yo ahí comparto lo que acaba de
decir la ministra de Trabajo en esta misma Comisión. Ella ha señalado que
la característica de esta salida de la crisis no va a ser flexibilizar el
mercado laboral y que su ministerio no va a practicar la flexibilidad
externa. Yo me quedo con eso, porque desde luego no comparto las lecturas
de flexibilidad del mercado laboral que hacen, ya que me llevan a la
siguiente reflexión. Ustedes han hablado de los ERTE y de la necesidad de
sostener su duración. Pero si tenemos que aplicar más flexibilidad
laboral y moratorias fiscales a las empresas, como así han manifestado,
alguien me tendrá que explicar de dónde va a salir el dinero. Parece
evidente que el dinero que no está aquí, y que está en Suiza o donde
fuera, no va a venir; si ese dinero no viene, parece que no va haber
dinero para todo; si existe la tentación de que los recursos se obtengan
otra vez cargando el pago de la crisis en las espaldas de los y las
trabajadoras, pues con la misma sinceridad con la que he manifestado que
me iba expresar al inicio y con ánimo constructivo, les diré que nos
tendrán enfrente. No se puede hablar de moratorias fiscales, no se puede
hablar de sostener los ERTE, que es más dinero público del Estado, si a
la vez no se dice de dónde se van a obtener los ingresos y si a lo único
que se apunta es a la flexibilidad laboral, porque eso puede sonar a que
los trabajadores y las trabajadoras van a pagar las consecuencias de esta
crisis.
Y termino con una cuestión. Para nosotros y para nosotras, y creo que para
ustedes -por eso decía lo del ánimo constructivo-, la sanidad y la
educación son elementos fundamentales. Habrá que destinar recursos para
la sanidad y la educación y probablemente todos tengamos que arrimar el
hombro, fundamentalmente, los que más tienen. Señalaba usted la
importancia de la empresa y le ha otorgado una serie de valores, hablaba
de la capacidad de producción, de la capacidad de elaboración, de la
capacidad de consumo. Es verdad, pero no es menos cierto que detrás de
todas las empresas, detrás de esas personas jurídicas, están las personas
físicas, y sin personas y sin el cuidado de las personas, sin poner la
dignidad de las personas en el centro, es imposible que se produzca todo
eso.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Matute.
Por el Grupo Parlamentario de Ciudadanos tiene la palabra la señora
Martínez Granados.
La señora MARTÍNEZ GRANADOS: Muchísimas gracias, presidente.
Quería dar las gracias al señor Garamendi y al señor Cuerva porque creo
que han hecho un análisis muy correcto de lo que ha sucedido durante este
tiempo. Yo creo que han marcado una línea muy interesante que todos
tendremos en cuenta y que puede ayudar a los trabajos de esta Comisión
para la Reconstrucción. Desde Ciudadanos hemos pensado siempre que salvar
vidas y salvar empleo eran lo primero, y por ese orden. Y yo creo que
para salvar empleos, tenemos que apoyar a las empresas. Aquí
se han escuchado muchas opiniones, incluso algunas medidas del Gobierno, y
parece que no saben lo que es una empresa. En una empresa se arriesga
dinero, se invierte dinero y el objetivo es crecer, crear empleo y poder
seguir creciendo y seguir llevando la actividad para que tanto los
empleados como las personas que han invertido y han creado esa empresa
puedan desarrollar su vida. No es más que eso. A veces, cuando se
criminaliza a las personas que crean empleo, nos estamos haciendo todos
un flaco favor.
Querría preguntarles sobre algunas medidas, como los créditos ICO. Los
créditos ICO no dejan de ser un crédito que se tiene que devolver porque
viene como una medida salvadora, única y que está funcionando
maravillosamente, pero sabemos que no es así. Tanto otros comparecientes
como otras asociaciones de todos los sectores del primario y del turismo
nos están diciendo que no llega a todo el mundo. Nosotros hemos
solicitado información sobre los créditos ICO tanto a la ministra de
Hacienda como a la ministra de Economía y no nos llega esa información.
Queremos saber si están de acuerdo en que se solicite esa información,
que los bancos reporten tanto a quién no se les concede y por qué no se
les dan los créditos ICO, como a quiénes sí y cuánto necesitan, así como
qué sector lo necesita más. A partir de ahí, se pueden crear nuevas
líneas y mejorar la gestión.
Asimismo, quería hablarle sobre el IVA de las facturas impagadas. Nosotros
pensamos que podría ser un buen momento para que se modificara la Ley de
IVA, para que todo tipo de empresas, grandes, pequeñas y medianas,
pudieran beneficiarse de la devolución de ese IVA de facturas impagadas,
dado que ahora, en momentos de crisis, va a crecer la morosidad y sería
un buen momento para solucionar este problema, que hace que no se pueda
acceder a ese IVA de facturas impagadas por la dificultad que el
articulado de la ley conlleva.
También quería preguntarle por el turismo. A nuestro país vienen ochenta y
cuatro millones de turistas, pero creemos que no existe un plan real de
desescalada. Nosotros ya hemos solicitado al Gobierno y se ha
comprometido con nosotros, con Ciudadanos, para poner en marcha un plan
que ayude al turismo y sobre todo a que el consumidor y el turista
vuelvan a recuperar la confianza en nuestro país. El turismo está unido a
la industria y ambos necesitan una planificación. Nosotros le hemos
pedido a la ministra de Industria, Comercio y Turismo que nos diga cuál
es esa planificación. ¿No creen que van tarde en esa planificación?
Porque todo tipo de empresas, incluidas las de la industria, tenían
problemas de base anteriormente. No se ha apostado por la industria en
este país. ¿No creen que ahora sería el momento de utilizar esta salida
de la crisis como una oportunidad para planificar la industria española?
Porque siempre pensamos que la industria son solo empresas grandes, pero
alrededor de esa gran industria están las pequeña y medianas industrias
que aportan servicios adicionales a la gran industria. Me gustaría que
valoraran este tema. Por supuesto, desde Ciudadanos apoyamos que un buen
plan nacional de educación, que lo hemos solicitado en numerosas
ocasiones y se lo hemos puesto encima de la mesa al señor Sánchez en
alguna que otra negociación, es imprescindible para el crecimiento
económico futuro de nuestra sociedad, sobre todo, en momentos de crisis
como este.
Muchísimas gracias a los dos comparecientes.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Martínez.
Por Junts per Catalunya, tiene la palabra el señor Bel Accensi.
El señor BEL ACCENSI: Muchas gracias, presidente.
Muchísimas gracias al señor Garamendi y al señor Cuerva por su
comparecencia, por sus aportaciones y sus reflexiones. Vamos a intentar
tener en cuenta alguna de las medidas que ustedes entienden que son
urgentes y necesarias en las conclusiones de esta Comisión. Ya les digo
que muchísimas me han parecido interesantes, con algunas quizá discrepe,
pero, en todo caso, quiero hacer algunas aclaraciones y puntualizaciones
muy rápidas.
Señor Garamendi, en su diagnóstico establecía que desde su perspectiva
esta crisis va a ser peor que la de 2008 y que muchas empresas caerán en
ella. Yo creo que el señor Cuerva también aportaba que en estos momentos
quizá el 9 % de las pymes habían pasado a una situación ya de
inactividad. Si ustedes nos tuvieran que recomendar tres medidas básicas
y fundamentales para que las empresas no continúen cayendo -porque yo soy
de los que creen que el empleo lo crean las empresas y sin empresas no
habrá empleo, de eso no tenemos ninguna duda-, ¿cuáles serían estas tres
medidas?
Respecto al tema de los ERTE, que también les quería preguntar su
posición, la verdad es que la ministra, que ha comparecido antes, nos ha
dejado tranquilos. Yo no diría, como la señora Oramas, que nos haya dicho
que les metiéramos prisa a ustedes, pero ella ha dicho que estaba a la
expectativa del
resultado del diálogo social, cosa que nos tranquiliza. En todo caso, no
les voy a pedir que nos desvelen qué están dialogando, pero, como ha
dicho mi compañero anteriormente, por seguridad jurídica de todos yo les
diría que acuerden algo rápido para que las empresas sepan a qué
atenerse.
Respecto al tema de la morosidad, esta es una cuestión que nosotros
consideramos fundamental. La morosidad de la administraciones públicas en
relación con la crisis de 2008, debemos ser claros, se ha reducido de
forma significativa, no lo suficiente, pero se ha reducido. La morosidad
empresarial continúa siendo muy elevada. Nosotros hemos presentado una
iniciativa para que exista un régimen sancionador a la morosidad y que se
modifique el artículo 80 de la Ley del IVA, precisamente para que las
empresas no tengan que hacer ingreso de aquel IVA que no han cobrado, lo
que hoy está pasando. Por tanto, nos gustaría conocer su opinión sobre si
es necesario un régimen sancionador o no.
El señor Garamendi nos apuntaba la necesidad de establecer a corto plazo
una estrategia de consolidación fiscal. Nos gustaría que nos dijera,
desde su perspectiva, cómo se debería hacer esta consolidación fiscal.
Para finalizar, el señor Cuerva ha hecho una manifestación que yo
personalmente no comparto. Ha dicho que existía un compromiso de su
organización con la Corona, y yo lo que le puedo decir es que mi
percepción es que ese compromiso de las pymes en Cataluña con la Corona
no existe. En todo caso, nos gustaría ese compromiso de la Corona con las
pymes, pero les aseguro que eso no lo vamos a resolver ni usted ni yo.
Repito, muchísimas gracias por sus aportaciones y esperemos que esas
conclusiones también les sean de utilidad a ustedes porque, al fin y al
cabo, ustedes son los que van a generar el empleo que nos va a sacar de
esta crisis.
Muchísimas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Bel.
Por el Grupo Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común,
tiene la palabra el señor Rodríguez Rodríguez.
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ: Gracias, señor presidente.
Gracias a los comparecientes, como no podía ser de otra manera, y también
por su claridad. Ustedes no lo saben, pero yo vengo del mundo sindical y
de la industria, he tenido que negociar convenios colectivos y he tenido
sentados en frente a miembros de su organización. Hablo de memoria, pero
he negociado el convenio colectivo del sector del petróleo con sus
compañeros, que estaban en sus órganos de dirección, y acabo de vivir un
revival de lo que pasaba, sobre todo, cuando se hablaba de flexibilidad.
Siempre que llegábamos a la negociación del convenio colectivo, se ponía
sobre la mesa la flexibilidad. Todas las partes estábamos de acuerdo en
tener una mayor flexibilidad, hasta que llegábamos a concretar qué
entendíamos por flexibilidad. De ahí una de las preguntas que les quiero
trasladar hoy. Desde nuestro punto de vista, flexibilidad son los pasos
que se han empezado a dar en estos reales decretos contra la pandemia en
lo que tiene que ver con la jornada, con los horarios y también con el
trabajo a distancia, siempre de manera acordada entre la plantilla y la
representación empresarial. Yo creo que esta flexibilidad de que se pueda
modificar la jornada y los horarios para adaptarse a la nueva realidad es
positiva para ambas partes. Sin embargo, ustedes cuando han hablado de
flexibilidad -sobre todo el representante de Cepyme, que yo diría que ha
sido menos moderado que el representante de CEOE al respecto- veo que han
puesto sobre la mesa el descuelgue de convenios, la movilidad geográfica
y funcional, la distribución irregular de la jornada... Nuestra gran
pregunta es: ¿no creen que ha quedado palpable los efectos negativos que
esto produce? Al final todo esto se traduce en una menor parte de la
tarta para la gente trabajadora, y por tanto en una menor parte de la
tarta del PIB para los salarios, lo que tiene que ver directamente con
una pérdida poder adquisitivo. Si la gente trabajadora, que somos la
mayoría, tenemos menos poder adquisitivo, al final son las empresas las
que se ven dañadas en último término, porque sin un mercado interior
potente en nuestro país la cuenta de resultados de las empresas se ve
dañada, aunque no en primera instancia, pero sí al final de la rueda
económica.
Esto tiene mucho que ver con poner en valor el diálogo social. Desde
nuestro grupo parlamentario ponemos en valor el diálogo social, pero es
importante también que pongamos sobre la mesa la situación en la que
estamos actualmente, hablando normativa y legislativamente tanto de lo
laboral como de pensiones, porque viene de una realidad no pactada; viene
de una realidad en la que saltó por los aires el diálogo social y fue
precisamente nuestra parte, la parte social y sindical, la parte de los
trabajadores, la que vio cómo se le imponían una serie de medidas.
Nosotros creemos que tenemos que recuperar ese diálogo social, pero que
ahí hay que ceder porque si no, va a ser imposible llegar a acuerdos. Si
queremos conseguir crear estabilidad, debería ser algo -o por lo menos
eso creíamos- en lo que ustedes deberían estar de acuerdo, porque si el
empleo es más estable da seguridad, aumenta la productividad y también
aumenta algo que ustedes nombran mucho: la competitividad. Nosotros
creemos que es fundamental acabar con la prevalencia de los convenios de
empresa sobre los de sector, recuperar la ultractividad y que no haya la
flexibilidad en el despido que hay actualmente, porque provoca, entre
otras cosas, una parcialidad no deseada con tres millones de horas extra
a la semana que se hacen y no se cobran. Eso no lo digo ya desde el punto
de vista de la parte social sino desde su parte, porque eso es
competencia desleal. Que haya empresas que sí las paguen y sí las
coticen, pero haya otras empresas que estén situadas en el fraude supone
para ustedes una competencia desleal.
Con esto termino, señor presidente. Me gustaría saber qué opinión tienen
con respecto a la llamada nueva economía, a la laboralidad y a los falsos
autónomos desde el punto de vista empresarial, teniendo en cuenta que
también es competencia desleal con las empresas que sí pagan, sí cotizan
y sí respetan los derechos laborales de los trabajadores. Respecto a la
fiscalidad, me gustaría que aclarase una afirmación que usted hizo cuando
decía que la carga fiscal en nuestro país es gigantesca, porque he de
decirles que el impuesto sobre sociedades ahora mismo -estos son datos de
Gestha, no son datos nuestros sino de los técnicos de la Administración
tributaria- es un 44 % menor que en 2017, es decir, se recaudan 19 819
millones de euros menos que en 2017...
El señor PRESIDENTE: Debe concluir, señor Rodríguez.
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ: Sí, concluyo ya.
... y la diferencia con respecto a la zona euro es de 77 000 millones de
euros. Nos gustaría que explicara qué datos son los que manejan ustedes,
porque estos son los que manejamos nosotros.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Rodríguez.
Por el Grupo Parlamentario VOX, tiene la palabra el señor Espinosa de los
Monteros.
El señor ESPINOSA DE LOS MONTEROS DE SIMÓN: Muchas gracias, señor
presidente. Gracias a los ponentes, al presidente de CEOE y al presidente
de Cepyme.
Después de escuchar algunas intervenciones de mis colegas aquí, yo les iba
a decir que les compadezco, que siento que hayan tenido que escuchar
cosas como que son un frente de poder, que son una oligarquía, que
socializan ustedes las pérdidas o que hay socializar los medios de
producción. Eso lo hemos llegado a escuchar aquí en estos últimos
minutos. Es realmente impresionante, y no porque quienes lo digan sean
separatistas, comunistas o filoetarras, no es eso; es porque son
ignorantes, pero ignorantes no en plan mal, sino porque no han trabajado
nunca. No digo que hayan puesto una empresa, no digo que hayan tenido un
puesto de pipas, digo que no han trabajado nunca y les es absolutamente
ajeno el mercado laboral, viven en un mundo paralelo, en un mundo de
fantasía. Les iba a decir que los compadezco por haber escuchado esto,
pero no, porque ustedes lo han escuchado solo una vez, un día, vienen por
aquí y se van, pero esto nos toca escucharlo todos los días en distintos
ámbitos, no solo en el económico sino también en el social y en el
político. Realmente, nos compadezco a nosotros mismos, es tremendo que
este sea el nivel de este Congreso.
Pero lo que voy a hacer es pedirles tres cosas. La primera es tener
paciencia. Ustedes se han levantado dos veces de la mesa del diálogo
social, y yo lo entiendo, porque tratar con este Gobierno debe ser muy
difícil. Ustedes no lo pueden decir, pero me resulta realmente increíble
las cosas que escucho decir a este Gobierno, así que mucha paciencia para
proseguir con el diálogo social, que es necesario por el bien de España.
El segundo es tener constancia; constancia en algunas de las cosas que
están ustedes diciendo aquí. Díganlas en muchos sitios, díganlas muchas
veces hasta que esto empiece a generar una cierta cultura en nuestro
país. Sigan hablando de la estabilidad jurídica, que es un concepto que
está absolutamente aceptado en todos los países modernos del mundo, en
todos los países occidentales. Sigan hablando de la importancia de la
propiedad privada, porque todavía hay gente que eso no lo ha entendido y
cómo la propiedad privada y su defensa es absolutamente imprescindible
para el crecimiento económico y, a su vez, para la creación de empleo.
Sigan hablando de la ortodoxia presupuestaria, porque aquí se ha perdido
por completo el santo temor al déficit. Como estamos en una situación
excepcional, todos comprendemos que este año puede haber un presupuesto
excepcional o un incumplimiento
excepcional del déficit, pero sigan explicando, por favor, en muchos
sitios y en muchos ámbitos, la importancia de implementar un presupuesto
equilibrado para no dejar a nuestros hijos una deuda aún superior a la
que hemos heredado. Sigan hablando, por favor, de la importancia de la
educación y de la formación profesional dual, así como de la
interconexión entre educación y FP con el mundo empresarial para que la
educación y la FP genere personas que tengan habilidades que son las que
se buscan en el mercado laboral, y no estemos generando todos los días
diplomados en materias que nada tienen que ver con el mundo laboral y que
no sirven para los intereses de las empresas, que no pueden encontrar
muchas veces empleados, a la vez que hay universitarios o licenciados en
FP que no son capaces de encontrar un puesto de trabajo.
Siguen en general hablando de la necesidad de un marco estable y amable,
como ha dicho el presidente de Cepyme, porque todavía hay mucha gente que
no ha entendido la función del creador de empleo. En esta casa hay mucha
gente que piensa que son los políticos o los gobernantes los que crean
empleo y, obviamente, no lo son. Como estaba diciendo alguien
anteriormente, los creadores de empleo son los pequeños autónomos, los
que deciden arriesgar su patrimonio, su vida, su tiempo; aquellos que,
creciendo un poco más, se convierten en pequeñas empresas y consiguen
crear algo de empleo; algunas las pequeñas empresas -pocas- consiguen
convertirse en medianas empresas y van generando un tejido productivo de
ese que se está destruyendo ahora, y de esas, solo unas pocas -pero ojalá
fueran más- consiguen convertirse en empresas grandes y exportadoras, que
son, efectivamente, las que generan divisas para contrarrestar nuestra
enorme deuda externa. Así que sigan por esa vía, háganlo con más
frecuencia, y sean constantes
Hay que añadir un factor más, que yo creo que se habla poco de él, que es
el factor de la Administración pública. Tenemos una Administración
pública elefantiásica en este país, que es un lastre para la
competitividad de nuestros autónomos, de nuestras pymes, de nuestros
comercios, de nuestras empresas. Esta es una oportunidad absolutamente
singular, la que tenemos como consecuencia del COVID, para reformar
nuestra Administración y para hacer de ella no un factor de lastre, sino
un factor de competitividad y crear una Administración que ayude a
nuestras empresas a crecer, que las ayude a exportar, que las ayude en el
reto de la digitalización y, en general, que deje de ser un lastre y pase
a ser, como digo, un factor de competitividad.
Así que paciencia y constancia, y por último, ánimo y optimismo. Eso es lo
que hace falta para sacar adelante a España.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Espinosa de los Monteros.
Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la señora Pastor
Julián.
La señora PASTOR JULIÁN: Muchas gracias, señor presidente.
Muchas gracias al señor Garamendi y al señor Cuerva por su intervención.
Voy a empezar recordando, como hizo el señor Garamendi, que ellos forman
parte de la arquitectura de nuestra Constitución en su artículo 7 y que
las asociaciones empresariales son el elemento imprescindible para la
creación de riqueza y oportunidades en nuestro país. Por eso, muchas
gracias por estar aquí y, sobre todo, quiero darles las gracias y que las
transmitan a los sectores empresariales y a los trabajadores que, desde
los servicios esenciales, han hecho que el confinamiento y la crisis del
COVID hayan sido una cosa llevadera. Me estoy refiriendo al sector
agroalimentario, fundamentalmente, que ha hecho posible, con tanta gente
que tuvo que salir de su casa a trabajar -en muchos casos con miedo o
dejando a una persona enferma en su casa-, que tuviéramos calidad de vida
dentro del confinamiento. Quiero que se lo trasladen.
La pandemia, señoras y señores, ha traído, como saben, una dramática caída
de productividad y del consumo, el cierre de empresas, la pérdida de
empleo. Esa es la situación en la que estamos. Hay más de 3,5 millones de
trabajadores que han tenido que acogerse a los ERTE y tenemos unas
perspectivas, según todos los organismos nacionales e internacionales,
que son bastante lamentables en cuanto a crecimiento y generación de
deuda. Cuando escucho a algunos parece ser que el dinero crece en los
árboles y es verdad que también se ha dicho que el dinero público no es
de nadie. A lo que me refiero es que -ya que estamos aquí, en esta
Comisión para reconstruir y, sobre todo, para recuperar lo que hemos
perdido- ustedes hablaron en marzo ya de tres necesidades: liquidez, ERTE
y aplazamiento de impuestos. En cuanto a la liquidez, mi pregunta es para
los dos: ¿Esa liquidez ha llegado a todos? ¿Está llegando? ¿Hasta dónde
está llegando? ¿Está llegando a la pequeña empresa, al pequeño comercio,
al señor del bar o de la peluquería?
La señora ministra nos ha dicho hace un momento que la reforma laboral de
2012 fue nefasta, pero se ha olvidado de que se crearon tres millones de
puestos de trabajo y ha sido reconocida como una reforma muy buena y
positiva, y no porque lo digan ustedes o yo que soy del Partido Popular.
Por cierto, yo estuve en diciembre de 2011 en el Consejo de Ministros
hasta el final y vi cómo estaba la economía española. Se debía solamente
al sector farmacéutico de este país y al sector de la industria
farmacéutica 15 000 millones de euros, y además tuvimos que hacer un pago
a proveedores de más de un millón de facturas. Asimismo, les pregunto
también por la morosidad. ¿Les están pagando las administraciones
públicas en este momento? ¿Están teniendo problemas?
Con respecto a los ERTE, si no hacemos algo los ERTE se pueden convertir
en paro. ¿Qué aconsejan hacer para que esto no suceda y qué propuestas se
pueden hacer en ese diálogo con el Gobierno? Aquí se habla de todo,
aunque algunos dicen que de eso no se puede hablar. No sé qué secretos
tendrán algunos, pero, desde luego, yo no tengo ninguno, estoy en el
Parlamento y aquí hay total transparencia. Nos pueden decir cómo va el
diálogo social, cómo va el tripartido con los empresarios y la
Administración.
Ustedes han hecho un repaso desde luego admirable de todos los sectores, y
hay un sector que han señalado que es el turismo. Me gustaría que nos
dijeran medidas que podamos poner en marcha de forma inmediata para
apoyar a este sector tan castigado, que representa más del 13 % del
producto interior bruto. Me gustaría también que nos dijera si le parece
que la desescalada que ha hecho el Gobierno es la adecuada -siempre
preservando la salud, porque la salud es lo primero- para que las
empresas no pierdan competitividad y se destruyan puestos de trabajo.
El siguiente tema es el de la flexiseguridad y el empleo decente. Hay
gente que habla del empleo decente y parece como que solo a unos les
gusta el empleo decente y a otros nos debe gustar otro tipo de empleo.
Para mí lo peor que puede haber es que no haya empleo y, por lo tanto,
creo que a eso nos tenemos que dedicar, y por eso les pregunto: ¿ustedes
estarían de acuerdo con la reforma laboral que pretenden los señores que
han hecho un pacto, tres partidos políticos, aquí en la Cámara?
Por último, con permiso del señor presidente, hay dos temas que me
preocupan especialmente: ¿creen que Europa nos pondrá los deberes
fiscales para poder acceder a los nuevos fondos de reconstrucción
europeos? También me gustaría saber qué piensan ustedes de que en un país
como España, próspero, con riqueza, nos hayamos dado cuenta de que el
sector industrial relacionado con el tema sanitario -estoy hablando, por
ejemplo, de los respiradores-no tuviera estructura suficiente para poder
fabricar de forma inmediata respiradores -aunque tenemos unas cuantas
empresas que han hecho un esfuerzo impresionante-, que no tengamos
desarrollado ese tejido industrial en esa u otra materia tan importante
como es la producción de vacunas. ¿Qué elementos y qué incentivos -además
del Profarma que tenemos en España y que yo creo que hay que modernizar-
nos aconsejarían ustedes?
Por último: creo que sería bueno que trasladáramos aquí, a esta Cámara,
algunas medidas que han tomado algunos países y Gobiernos europeos. Si no
les da tiempo hoy, porque nos ponen limitación de tiempo a todos, pueden
hacérnoslas llegar. Les agradecemos todas las propuestas y les decimos
que es un placer escucharles.
Muchísimas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Pastor.
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el Señor Casares Hontañón.
El señor CASARES HONTAÑÓN: Muchas gracias, presidente.
Quiero agradecer a los dos comparecientes representantes de las empresas
de este país su presencia hoy aquí y también el trabajo que han hecho
durante todas estas semanas de crisis sanitaria. Han dado ustedes, junto
a millones de trabajadores de este país, un ejemplo importante.
Sinceramente les digo que me habría gustado tener el mismo apoyo que
hemos recibido de la sociedad en su conjunto de las fuerzas políticas de
esta Cámara para afrontar, señorías, no lo olviden nunca, la mayor crisis
sanitaria, económica y social de la historia democrática de España.
(Aplausos).
En ese contexto -sí, por decreto-, el Gobierno ha tomado iniciativas muy
importantes para salvar miles de empresas y miles de puestos de trabajo,
porque un decreto ha hecho posible que millones de trabajadores no se
vayan al paro con los ERTE. Un decreto, señorías, ha hecho posible que 1
millón de autónomos de este país cobren una prestación por cese de
actividad y no tengan que pagar cuotas. Y un decreto, señorías, ha puesto
en marcha la mayor línea de avales y de financiación pública de la
historia de este país. Sí, con decretos, señorías, para salvar miles de
empresas. Si no hubiese sido por la acción del Gobierno, las
consecuencias de la crisis económica hubiesen sido mucho mayores. Y todo
esto, señorías, con diálogo social, es el eje sobre el que asentar la base
de la reconstrucción del futuro. No podemos pedir a la sociedad civil, a
los empresarios y a los trabajadores diálogo si ustedes no se aplican
aquí el cuento, en esta Comisión de Reconstrucción. Por eso es tan
importante que seamos capaces de ponernos de acuerdo en esta Comisión y
por eso también le lanzo un mensaje al empresariado: que desde el
Gobierno y desde el Partido Socialista vamos a seguir firmes en la
defensa del diálogo social, porque creemos en la unidad de acción para
salir de esta crisis económica. Y para el futuro, señorías, también nos
parece fundamental que se sigan tomando medidas como las que se han
tomado durante todas estas semanas, y por eso estamos convencidos de que
algunas medidas van a continuar más allá del estado de alarma, porque es
un compromiso del Gobierno de España con el tejido productivo de este
país.
Hay que destacar también la importancia de lo público, porque esta crisis,
una vez más, ha puesto encima de la mesa la importancia de lo público,
que esté el Estado ahí como garantía ante la adversidad para salvar a
empresas y también millones de puestos de trabajo. Hay políticas de
inversión y también una implicación europea fuerte frente al pasado,
cuando, como recordarán, hubo recortes y una nula implicación de la Unión
Europea para salir de la crisis. Por tanto, también hemos aprendido en
esto para que la crisis económica no sea todavía más profunda de lo que
ha sido. También hay confianza, señorías, confianza en la sociedad
española, en nuestra economía, en el tejido productivo y en millones de
empresas de este país y en millones de autónomos para afrontar el futuro.
Es la misma confianza que nos dan los mercados internacionales, como los
mercados de deuda y de capitales, que están avalando hoy la actuación de
la economía española y del Gobierno de España.
Haré una reflexión final que me parece muy importante. Es una reflexión
que también dirijo hacia las empresas. En el Grupo Parlamentario
Socialista y en el Gobierno creemos fundamental apoyar al tejido
productivo, pero también creemos que es fundamental apoyar a la clase
trabajadora. No podremos salir de esta crisis si mucha gente se queda por
el camino, si miles de familias se quedan por el camino. Por tanto, es
tan importante apoyar a las empresas como apoyar a la clase trabajadora.
Cuenten con nosotros, cuenten con el Gobierno de España, cuenten con el
principal partido político en esta Cámara para trabajar, señores
empresarios, señorías, en el futuro de este país. Es tan importante la
tarea que tenemos por delante que, aunque ya me lo han escuchado muchas
veces, de verdad les digo que merece la pena el acuerdo político y
social.
Muchísimas gracias. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Casares.
Señor Garamendi, señor Cuerva, suya es la palabra para dar respuestas o
hacer las consideraciones que crean oportunas.
El señor PRESIDENTE DE LA CONFEDERACIÓN ESPAÑOLA DE ORGANIZACIONES
EMPRESARIALES, CEOE (Garamendi Lecanda): Creo que hay muchos temas que se
han repetido. Hay algo que sí me gustaría comentar: nosotros no mandamos
tanto, entre otras cosas, porque no tenemos el BOE. Lo digo porque se
plantea que tenemos mucho poder, pero no lo sé. Yo, desde luego, no lo
tengo. En este sentido, quiero decir -y eso lo digo ya más en serio- que
desde el primer momento, y creo que los hechos lo demuestran, hemos
estado permanentemente siguiendo las instrucciones de Sanidad y de las
autoridades sanitarias. Aguas abajo en todas nuestras organizaciones y en
todas las empresas hemos transmitido permanentemente y hemos apoyado
totalmente los planteamientos que se han hecho en el plano sanitario,
porque el problema principal en este momento es la crisis de la pandemia.
Lo digo porque se ha llegado a decir que nosotros estamos impulsando
otras cosas, que yo desde luego no he visto. Eso quiero aclararlo, porque
creo que es muy importante.
Ha habido una pregunta de cómo influye lo que vemos en la política
últimamente en la confianza. La verdad es que hay que reconocer -y
permítanme, señorías, que lo diga estando en esta sede- que a veces uno,
cuando ve la televisión, se sonroja. Cuando en estos momentos se debiera
ver a toda España unida y trabajando en una línea común, como he dicho
antes -a la clase política, al Gobierno, a los empresarios y a los
trabajadores, a todos-, hay veces en que echamos de menos que fuéramos
todos en la misma línea. En ese sentido, tengo que decir una cosa. Ha
preguntado la señora Oramas cómo influía en la confianza. La estabilidad
es la base de la confianza y, por lo tanto, claro que influye en la
confianza.
En cuanto a los ERTE, y contesto a todo el mundo con respecto al tema de
los ERTE, nosotros tenemos un tema claro por algo que se ha repetido y
que es, entre otras cosas, la protección primero del
empleo y, a consecuencia de ello, hay que hibernar las empresas. En estos
momentos estamos en ese efecto que yo llamo de vasos comunicantes entre
la desescalada y los ERTE. Tenemos que ver cómo poco a poco llegamos a
esa desescalada transitando entre los consejos sanitarios y la protección
que tenemos que hacer al mundo del trabajo para llegar a incorporar a
todos los que podamos a ese mundo. No nos olvidemos de que ya han caído
133 000 empresas. También quería decir en sede parlamentaria una cosa, y
es que siempre se habla de una parte, pero nunca se habla de los
empresarios y de las empresarias de este país que se quedan sin la
empresa. Pues detrás de estas 133 000 empresas no duden ustedes de que
hay 133 000 personas también; 133 000 personas que han arriesgado su
patrimonio, que han puesto la ilusión en su vida, que posiblemente han
generado empleo y que en estos momentos no les ha quedado otro remedio
que quedarse ellos en la calle y en muchos casos también sin la vivienda,
porque posiblemente la tenían hipotecada para levantar esa pequeña
empresa. Eso Gerardo lo sabe, y yo en su día fui presidente de Cepyme y
lo conozco. Por tanto, haría también en este caso un reconocimiento a ese
mundo que está ahí. Por eso nosotros pensamos que los ERTE debieran
llegar mínimo hasta diciembre. Pensamos que tiene que haber una
estabilidad en este sentido en los ERTE. Y en este caso hay un ejemplo
muy claro, todo lo que sería el turismo y la hostelería, por ejemplo, en
Canarias, donde realmente la temporada empieza en octubre.
¿Qué estamos pidiendo también dentro de esos ERTE? Flexibilidad. ¿A qué
llamamos flexibilidad? A veces la palabra flexibilidad la hemos
demonizado, yo por eso a veces en vez de hablar de flexibilidad hablo de
adaptabilidad. Voy a poner un ejemplo -y además eso incluso al Estado le
costaría menos-: en un hotel donde igual hay veinte recepcionistas no
tiene sentido aplicar a tres y que los otros diecisiete no tengan derecho
a poder rotar, o en un momento donde pueda venir mucha gente desde el
punto de vista de que hay unos contratos de dos semanas no tiene mucho
sentido -y se suele hacer en las reconversiones industriales también- que
entren los trabajadores y vuelvan a salir de una forma flexible durante
ese tiempo, porque yo creo que es bueno para la empresa y además es un
ahorro para el Estado. Es decir, yo creo que ahí es donde estamos
trabajando en esta área de los ERTE. Tengo que decirlo también alto y
claro, porque creo que es evidente, nosotros hemos firmado acuerdos y lo
hemos demostrado; firmamos acuerdos con Gobiernos de otro color y
firmamos acuerdos con Gobiernos de este color. Porque resulta que cuando
hablo con un color me dicen que soy amigo de ese color o de un señor de
ese color, y cuando hablo con otro color me dicen que soy amigo del otro
color. Nuestra obligación realmente es hablar con todos porque es lo que
tenemos que hacer. En este sentido, nosotros firmamos hace un mes y medio
o hace un mes largo un acuerdo de prolongación de los ERTE hasta finales
de junio para ponernos los deberes de ver qué es lo que había que hacer,
y yo tengo que decir que en estos momentos están nuestros papeles y están
los papeles de los sindicatos, pero yo quiero ver los papeles del
Gobierno, habrá que verlos en la mesa. Por lo tanto, tampoco me vale que
me digan que yo he pedido que el día 15 estén los ERTE, pero es muy
difícil que el día 15 estén los ERTE si hoy es jueves y son las seis y
cuarto de la tarde. Señorías, también les digo: no tiene mucho sentido
que a la CEOE se la acuse de hacer trabajar a los demás y a los
trabajadores de la CEOE se les quiera hacer trabajar el domingo por la
tarde o el sábado por la noche. Por lo tanto, deberíamos haber tenido más
papeles hace tiempo. Porque yo sí creo que no es bueno llegar a los ERTE
el último día, ya que las empresas necesitan organizarse, necesitan una
predictividad para gestionar sus tiempos. Pero, bueno, nosotros
intentaremos llegar a esos acuerdos. Yo ahora mismo he coincidido con la
ministra a la salida y hemos quedado, tenemos una buena relación.
Podremos coincidir o no, pero vamos a trabajar en esa línea. Insisto:
diciembre y flexibilidad. Es algo importante.
Se ha hablado mucho de reforma laboral, y voy a hacer un esquema rápido de
la misma. La señora Pastor ha dicho algo que yo quiero simplemente
matizar. Ya no va a hablar el presidente de la CEOE, es que ayer mismo el
presidente de la OCDE dijo que la reforma laboral es muy positiva; es que
el vicepresidente de la Unión Europea dijo la semana pasada que por qué
no mirábamos los aspectos positivos de la reforma laboral. Repito, no lo
estoy diciendo yo, también el FMI está diciendo que fue positiva. No
quiero que sean mis palabras, pero que quede claro que hay terceros
conocedores que lo dicen. En ese sentido, con el Gobierno anterior, en la
anterior legislatura, hablábamos con la ministra Valerio de cambios que
podría haber en la ley laboral, porque además el señor Matute, con razón,
ha dicho que ha habido del orden de cuarenta reformas. Hay dos formas de
verlo: una es ver los aspectos negativos, la otra es ver cómo la
mejoramos. Nosotros en ningún caso hemos planteado que no se pueda
mejorar y en ningún caso hemos dicho que no se pueda hablar, pero sí
hemos dicho algo que es importante, y es que con el estado de alarma no
es el momento para hacerlo. A nosotros no nos gustan
los reales decretos, porque estamos con el artículo 7 de la Constitución y
cuando son proyectos de ley tenemos derecho de audiencia a poder
participar, a poder opinar, como agentes sociales que somos. Está claro
que sus señorías representan la soberanía del pueblo, pero debemos tener
la capacidad de explicar nuestras razones. Los reales decretos son, por
así decirlo, contratos de adhesión, o lo apruebas o los dejas, y no hay
ni media posibilidad de cambiar una coma.
Por tanto, no estamos evitando el diálogo social en este sentido, lo digo
con toda claridad, lo que estamos diciendo es que estamos en un momento
difícil, que hemos estado en otro momento más grave pero que ahora
tenemos otro complicado y tenemos que trabajar en lo que hay que hacer a
corto plazo. Pero nadie está diciendo que nos sentemos a la mesa y
hablemos de lo que haya que hablar. También digo claramente que nosotros
en la mesa intentaremos llegar a acuerdos. Si no llegamos a acuerdos, con
la legitimidad de las urnas, la legitimidad del Parlamento, la
legitimidad del Gobierno, se tendrá que hacer lo que se tenga que hacer,
pero lógicamente será dentro de un desacuerdo dentro del diálogo social,
en este caso tripartito. Es decir, en este caso yo no estoy en ningún
caso discutiendo la legitimidad de las urnas, si hay que cambiarla se
cambiará, lo que yo sí digo, en nombre de los empresarios, las
empresarias y autónomos de ese, es que si se hace y no se hace bien igual
hay más paro todavía; lo tengo que decir abiertamente, porque esto es
así. En este sentido, cuando se hacen anuncios -no solo en la economía
influyen los números- de desestabilizar un sistema se genera falta de
confianza. Yo he dicho el otro día -y, por tanto, lo puedo repetir en
sede parlamentaria- que las ideologías no generan confianza en el mundo
de la economía, esa es una realidad, que son legítimas, pero que no
generan confianza en los inversores. Somos el segundo país del mundo con
más deuda en manos extranjeras. Las empresas españolas, en la gran
mayoría, también tienen capital extranjero y nuestros colegas en el
exterior -soy vicepresidente de los empresarios de Europa- oyen noticias
de este tipo, aunque luego se maticen. Se me ha pedido antes que les
trasladáramos qué están haciendo en Europa, en Alemania, en Francia,
etcétera, pues es un problema cuando vas a los roadshows, a las
compañías, a por dinero.
Les quiero comentar otro tema importante, y es que hay que agradecer muy
especialmente a Europa -yo creo que es un momento de más Unión Europea-
que el BCE esté comprando la mitad de los bonos españoles, lo que afecta
a la prima de riesgo. Hay que agradecerlo, tenemos que ser conscientes de
que gracias a que Europa se está insuflando mucho dinero. Creo que ha
habido una muy buena gestión en la firma de ese acuerdo de los 750 000
millones de euros, de los que 150 000 o 140 000 largos van a ir para
España. Es una muy buena noticia y, por eso, tenemos que ser muy
reflexivos, muy firmes, con ese rigor presupuestario y con esa ortodoxia
económica para poner el país en marcha en una economía moderna, donde
realmente habrá que hablar del futuro del trabajo. Llevamos hablando ya
en la OIT y bilateralmente con los sindicatos desde hace mucho tiempo.
Me gustaría hacer un comentario. En España hay más de 230 000
representantes de los trabajadores que están en esos cinco mil convenios
colectivos que tenemos. Y la realidad es que cuando se mira el diálogo
social estamos viendo la parte de arriba. Pero -lo comentaba el
presidente de Cepyme- la paz social, que la generan los convenios
colectivos, que la genera el diálogo social, es la mejor infraestructura
que tiene un país. Y yo creo que se demuestra ampliamente, muchas veces
con muchas dificultades, pero la realidad es que esos convenios se firman
y se siguen firmando y, en estos momentos, muchos y grandes convenios se
están sacando adelante. Esa es la realidad del día a día de nuestro país.
En cuanto a los impuestos, sí me gustaría hacer un comentario. Nosotros
hicimos un estudio con la Tax Fundation, con el Instituto de Estudios
Económicos -y el presidente de Cepyme lo ha comentado-, y si se hace un
planteamiento de que en España se pagan menos impuestos que en el resto
de Europa, es verdad. Pero si hacemos la cuenta y dividimos entre cuánta
gente pagamos los impuestos, nos damos cuenta de que es diferente. ¿Por
qué? Porque en el resto Europa la economía sumergida es el 13 % y en
España es el 24 %. En este caso, desde el mundo empresarial, yo les pido
que se ataque profundamente la economía sumergida y que todo el mundo
pague y sea responsable de sus impuestos. Porque si llegáramos al GAP de
Europa serían 50 000 millones de euros más en impuestos, pero, además, es
exactamente un dumping en vena, especialmente para las pequeñas empresas.
Por tanto, yo creo que es algo que hay que tener presente y que es una de
las bases fundamentales también de esa recaudación que, a veces, no se
suele calcular.
Me gustaría hablar de la industria. Yo creo que la industria es clave.
Hablamos ahora de los objetivos 2030, y nos olvidamos muchas veces del
Objetivo 20-20-20. Y les recuerdo a sus señorías que el Objetivo 20-20-20
era que en el año 2020 -que ya lo hemos cumplido- el 20 % de la energía
fuera renovable, que creo que en eso vamos en una buena dirección y lo
vamos a trabajar bien. Pero el último
punto es que el 20 % del PIB fuera industrial. En España, con la energía,
estamos hablando de un 15 % o de un 14,5 %. Nos queda un recorrido enorme
para llegar a ese 20 %. Y hay una reflexión que lo pone en valor. ¿Y qué
es lo que pone en valor? Aquellas comunidades autónomas, aquellos
territorios donde el PIB industrial supera el 20 %, el paro antes del
COVID, lógicamente, era menor del 10 %, y estamos hablando de unos
salarios que no son esos que nos cuentan siempre, son otros, y hay unos
convenios, etcétera. Estoy hablando de Navarra, donde el PIB industrial
es el 29,5 % y el paro era inferior al 9 %. Estoy hablando de mi tierra,
de la del presidente, de la del señor Matute, del País Vasco, con el 24,5
% de PIB industrial y un paro que no llegaba al 10 %; o puedo hablar de
la provincia de Burgos o de La Rioja. Sin embargo, en cuanto nos vamos
desplazando de ese PIB, nos damos cuenta de que el paro se nos dispara
realmente de una forma estratosférica. Yo creo que ese es un tema que hay
que tener muy presente. Por eso es por lo que hay que trabajar en la
industria.
¿Y en su día que habrá que hacer? Bueno, cuando era joven y era el
presidente de Jóvenes Empresarios del País Vasco había un plan que el 3R,
y lo que se hizo fue ayudar a las empresas que tenían futuro a seguir en
él, por eso había que apostar por ellas, y se hizo; ayudar a las empresas
que tengan que cerrar a cerrar bien para proteger a los trabajadores, y
trabajar intensamente en cuál es el futuro de las empresas. Y hay que
hablar de la innovación, de los sectores donde hay que invertir con este
dinero que va a venir de Europa. Es fundamental, y por eso los
empresarios queremos participar. Queremos participar porque creemos que
podemos aportar, de verdad, cuáles son los espacios reales para hacerlo.
Por eso, mañana anunciaremos que, durante la semana que viene, en CEOE
muchísimos líderes empresariales explicarán cuál es la España que
pretenden de futuro, y también lo digo en positivo.
No sé si me ha quedado con algo más. Creo que he hablado un poco de todo,
pero también le quiero dejar al presidente de Cepyme un espacio.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Garamendi.
Señor Cuerva.
El señor PRESIDENTE DE LA CONFEDERACIÓN ESPAÑOLA DE LA PEQUEÑA Y MEDIANA
EMPRESA, CEPYME (Cuerva Valdivia): Yo sé, señorías, que llevan una
jornada de trabajo ardua -como acostumbran en estas últimas etapas-, es
tarde y no voy a ocupar más tiempo, pero sí me gustaría hacer alguna
reflexión, y si cualquier cosa no queda contestada o tienen ustedes
alguna inquietud con respecto a alguna faceta, me pongo a su entera
disposición desde la organización Cepyme para estar abiertos las
veinticuatro horas y los siete días y poder colaborar con todos ustedes
en cualquier aspecto que se pueda quedar en el cajón.
Permítame que tenga que reincidir en algunas de las cuestiones -no lo voy
a hacer en todas las que ha dicho el presidente de la CEOE- que son
claras y evidentes. A mí me duele mucho como empresario que soy, como
represente de la pequeña y mediana empresa española, que se cree la duda
en la sociedad de que la empresa está empujando a que haya una
inseguridad sanitaria que provoque muertes en nuestro país. Yo me rebelo
ante eso. Lo siento mucho, señorías, no lo admito. La empresa es muy
seria, el mundo empresarial es muy serio y responsable y hemos estado
siempre, en cada momento, a las órdenes en este caso del Ministerio de
Sanidad, que ha sido el que marcaba las pautas. Por tanto, de verdad, no
creemos esa duda en la sociedad de que la empresa es irresponsable e
induce a que haya más muertes en España.
Hay otra cosa que yo creo que contesta a muchas de las preguntas que se
han puesto de manifiesto, y lo hacía el representante de Bildu, y le
pediría, por favor, que ahondara en este último planteamiento que hizo de
que empresa es igual, similar, a persona. Esa es la esencia, señorías,
esa es la esencia. Muchas veces, cuando hablamos de empresas parece que
estamos hablando de agentes etéreos, de alguien que se come el mundo.
Detrás de la empresa -como se dicho en esta sala- hay personas, hay
familias, hay seres humanos, por eso yo quería ofrecerles a ustedes,
señorías, ese paralelismo que existe entre la sociedad y la propia
empresa.
A mí me gustaría entrar ahora en algún detalle de alguna medida por la que
el presidente de CEOE quizás ha pasado más a vuelapluma. Se ha preguntado
en esta sala cuáles son las medidas que se necesitan ahora. En estas
últimas etapas, en estos años electorales sucesivos que hemos tenido, las
intentaba resumir en una frase: conviertan en el centro de sus políticas
a la empresa, pongan en el centro de sus políticas a la empresa; no la
pongan en la diana. Esas son las medidas, y si quieren me ofrezco a
pormenorizarlas una por una, pero como esencia, como síntesis, pongan en
el centro de sus políticas a la empresa, no la pongan en la diana.
Se ha preguntado por los ICO. Los ICO eran una necesidad. Como bien se ha
dicho -y el presidente de la CEOE lo ha dicho-, son un endeudamiento que
adquirimos, un compromiso de pago a posteriori; no es un dinero que se
regala, es un endeudamiento que el mundo de la empresa adquiere para
pagar poco a poco y en el plazo establecido. Yo intentaba hacer énfasis
en mi intervención en que hay que tener cuidado con la implementación de
las medidas en el comienzo de la actividad, porque la pequeña y la
mediana empresa, la pequeñita empresa, no tiene un departamento
económico, no tiene un departamento jurídico para hacer click y tener su
estado financiero al segundo. Necesitamos que cuando se legisle se piense
en la pequeña y mediana empresa, que se piense en el grande pero teniendo
en cuenta al pequeño, porque luego al implementar muchas de las medidas
se convierten en tediosas o imposibles para la pequeña y mediana empresa.
Con respecto a los ICO, nosotros desde la pequeña y mediana empresa hemos
estado reclamando un incremento de la garantía. Hay muchas empresas que
están teniendo problemas para la obtención de esa financiación, hay
algunas comunidades que están incrementando el aval que el propio
Gobierno está dando, e incluso el propio Gobierno ha establecido un canal
paralelo que también potencia la garantía, como son las sociedades de
garantía recíproca, que llegan a esa última milla. Nosotros en las
últimas negociaciones estamos pidiendo que, de alguna manera, relacionado
con los temas de ICO -y perdonen que baje a ese nivel- haya tickets de
pequeño importe, de 10 000, 12 000, 15 000, 50 000 euros, que se concedan
prácticamente de forma exprés. Eso es lo que necesita el pequeñito,
porque realmente su estructura no le acompaña para la burocracia asociada
muchas veces a los expedientes necesarios para algún tipo de medida.
De los ERTE no voy a hablar, lo ha dicho perfectamente el presidente de
CEOE, pero, señorías, me gustaría meterles en la cabeza una idea: hay que
acompasar la situación mirando las variables del entorno. Podemos poner
muchas fechas ciertas de calendario, pero, si no tenemos una evaluación
de qué es lo que está ocurriendo en el entorno, no tendrán adaptabilidad
los ERTE y no serán susceptibles de tener efecto. Habremos tirado un
montón de dinero a la basura y pondremos en riesgo muchos puestos de
trabajo.
Se ha hablado del pago de las administraciones. Creo que cualquier medida
que incremente la liquidez de las empresas es necesaria. En este caso es
muy importante que no se rompa, como se ha dicho -lo decía el presidente
de CEOE-, la cadena de pago. Ojo, ojo, que la Administración en algún
caso, en alguna situación, en algún entorno pueda ser responsable de la
ruptura de la cadena de pagos, y entonces estaremos ante un problema
mucho más severo. Por tanto, cualquier medida en ese sentido es buena.
Sobre la morosidad ya se ha hablado. Creo que es un problema, un problema
de la Administración y un problema que tenemos que resolver entre las
empresas. Estamos trabajando para ello, pero mal ejemplo es que la
Administración, en cualquier caso, demore los pagos necesarios para los
servicios de las empresas.
Acabo con algo que creo que es muy importante. Se ha hablado de Europa, de
solidaridad, y yo intentaba convencerles, señorías, de que tiene que
haber una parte de solidaridad y tiene que haber una parte de compromiso,
de obligación. Hay que ser muy responsables. España está en un momento
crítico y hay que elegir en qué vectores nos vamos a subir para el futuro
de nuestro país. Hay que elegir dónde invertir. Yo decía que hay que
contener el gasto; hay que acompañar, por supuesto, a los más
desprotegidos, pero hay que contener el gasto y hay que invertir en algo
que produzca a futuro. Ese es el reto que tiene este país en estos
momentos. De verdad, hay que elegir los vectores adecuados donde invertir
para que el Estado del bienestar realmente pueda ser sostenible en el
tiempo.
Yo me ofrezco a sus señorías, desde la organización que tengo el orgullo
de presidir, para recorrer esa última milla para llegar a la empresa del
último recóndito lugar de nuestra geografía; para eso estamos nosotros,
utilícennos, estamos a su servicio y, como decía el presidente de CEOE,
espero, deseo y estoy convencido de que la responsabilidad y la capacidad
que tienen ustedes, señorías, hará que lleguen a los suficientes y
necesarios acuerdos que este país necesita para salir de la situación que
tenemos.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: En nombre de la Comisión, les agradecemos al
presidente de la CEOE y al presidente de Cepyme que hayan estado esta
tarde con nosotros en este objetivo compartido de reconstrucción social y
económica de nuestro país. Les agradecemos sus ideas, sus propuestas, su
disposición y les deseamos suerte en ese diálogo social que creo que sí es
avalado por la unanimidad de todos los que estamos aquí.
Muchas gracias.
Suspendemos un minuto porque ya tenemos a los siguientes comparecientes
aquí mismo. (Pausa).
CELEBRACIÓN CONJUNTA DE LAS SIGUIENTES COMPARECENCIAS PARA INFORMAR EN
RELACIÓN CON EL OBJETO DE LA COMISIÓN. POR ACUERDO DE LA COMISIÓN PARA LA
RECONSTRUCCIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA.
- DEL REPRESENTANTE DE LA FEDERACIÓN NACIONAL DE ASOCIACIONES DE
TRABAJADORES AUTÓNOMOS, ATA (AMOR ACEDO). (Número de expediente
219/000127).
- DEL PRESIDENTE DE LA UNIÓN DE PROFESIONALES Y TRABAJADORES AUTÓNOMOS,
UPTA (ABAD SABARIS) (Número de expediente 219/000128).
- DE LA REPRESENTANTE DE LA UNIÓN DE ASOCIACIONES DE TRABAJADORES,
AUTÓNOMOS Y EMPRENDEDORES, UATAE (LANDABURU CARRACEDO). (Número de
expediente 219/000129).
El señor PRESIDENTE: Reanudamos la sesión.
El último punto que tenemos en el orden del día es la comparecencia
conjunta de don Lorenzo Amor Acedo, representante de la Federación
Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), don Eduardo
Abad Sabaris, presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores
Autónomos (UPTA), y doña María José Landaburu Carracedo, representante de
la Unión de Asociaciones de Trabajadores, Autónomos y Emprendedores
(Uatae), a los que en nombre de la Comisión les agradecemos, primero, la
espera, por la que les pedimos disculpas, y, segundo, que hayan querido
acompañarnos en este objetivo que tenemos de buscar acuerdos para la
reconstrucción social y económica de nuestro país y que aporten su punto
de vista.
Como no queremos perder más tiempo, les cedemos la palabra. En primer
lugar, don Lorenzo Amor Acedo, representante de ATA.
El señor REPRESENTANTE DE LA FEDERACIÓN NACIONAL DE ASOCIACIONES DE
TRABAJADORES AUTÓNOMOS, ATA (Amor Acedo): Muchas gracias, presidente de
la Comisión.
Buenas tardes. Mis primeras palabras, como no podía ser de otra forma, son
en recuerdo de esas víctimas que desgraciadamente nos han dejado durante
estos últimos meses y sus familiares.
En segundo lugar, quiero agradecer a esta Comisión su amable invitación
para comparecer hoy en nombre de muchos autónomos españoles con el fin de
que entre todos encontremos vías para lograr una pronta recuperación de
la situación sanitaria y económica que ha provocado la epidemia.
Ya les adelanto que, en mi opinión me imagino que también será la de
muchos que como yo van a estar ocupando esta tribuna, la erradicación de
los efectos del virus y la reconstrucción de nuestro tejido productivo
será lenta y dolorosa. Sinceramente me gustaría decir otra cosa, pero los
indicadores muestran el huracán ya está soplando sobre el consumo, sobre
el empleo, sobre la inversión, sobre los negocios y las empresas, no solo
españolas, sino de todos los países desarrollados. Eso afectará
gravemente a la economía. No les descubro nada si les digo que los países
se sustentan, como bien apuntaron los últimos informes de la OIT o de la
OCDE, en los autónomos y en las pymes, que constituyen el 98 % del tejido
productivo y buena y gran parte del empleo. Este colectivo es justamente
el que terminará más dañado por esta crisis. Precisamente me gustaría
empezar poniendo el acento en un hecho que a vedes se olvida: los
autónomos españoles hemos mostrado durante estos últimos meses de
confinamiento una lealtad y una unión ejemplar con toda la sociedad
poniéndonos al frente de la batalla contra los contagios. Hemos dado
sobradas muestras de prudencia, de solidaridad, de sacrificio, acatando
todas y cada una de las normas de prevención y confinamiento que han
dictado el Gobierno y el resto de las administraciones, aun en perjuicio
de nuestros negocios, que sustentan nuestras familias.
Por otro lado, muchas actividades de autónomos han sido esenciales durante
todo el periodo de confinamiento, como todo el sector agroalimentario,
muchos comercios, los despachos y asesorías profesionales, las farmacias,
los médicos, el transporte, la logística y el taxi. A todos ellos les
debemos, junto al sector sanitario y la as Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
del Estado, haber podido sobrellevar estos meses tan duros. Al mismo
tiempo, desde la organización que represento hemos hecho otro ejercicio
que creíamos imprescindible para nuestro país, pero también para los
autónomos, aunque muchas veces
no ha sido bien entendido. Hemos trabajado mucho en estos meses para que
las medidas que se han implementado, que se iban aprobando, fueran útiles
y sirvieran para que los negocios no se vieran abocados al cierre y para
que los autónomos tuvieran un colchón que les permitiera aguantar hasta
que todo volviese a la normalidad. Eso nos ha llevado a poner de relieve
todo aquello que desde la Administración del Estado, la Administración
autonómica o algunas veces desde la Administración local se estaba
haciendo bien en favor de los autónomos y todo aquello que se estaba
haciendo mal. Porque, como ha sido siempre, la mayor muestra de lealtad
con el país y con su tejido productivo es ser claro y transparente,
indicando con la mejor voluntad y objetividad lo que a nuestro juicio se
estaba haciendo correctamente y lo que eran errores que podían traernos
consecuencias irreversibles, no solo para los autónomos sino también para
todo el país.
No creo que deba insistir en que ATA, que cumple este año veinticinco
años, se debe a los 3,2 millones de autónomas españoles que lo están
pasando verdaderamente mal en esta crisis y que confían en nuestra
organización para que trabaje con el objetivo de que las medidas que se
implementen desde cualquier Gobierno -central, autonómico o local- les
sirvan para aguantar un poco más esta crisis, salir de ella lo antes
posible y volver realmente a la normalidad, no para lo contrario. Una
muestra de este servicio han sido los más de 90 000 autónomos y autónomas
que hemos atendido en ATA durante estos tres meses: el 3 %, tres de cada
cien autónomos de nuestro país, que han confiado en nosotros para recibir
asesoramiento, ayuda. Nuestros equipos han estado trabajando con ahínco
para intentar solventar sus dudas y sus problemas.
Dicho esto, tengo que reconocer con satisfacción que la puesta en marcha
de la prestación por cese de actividad ha ayudado y está ayudando a que
muchos autónomos no estén peor de lo que ya están. Desde aquí también
quiero felicitar, agradecer y aplaudir a las mutuas de accidentes de
trabajo por su enorme esfuerzo para que la gestión de esta prestación
fuera flexible y rápida. Ya nos hubiera gustado, como reclamábamos y
advertíamos, que no se hubieran cobrado a los autónomos beneficiarios de
la prestación las cotizaciones de marzo y abril, que ahora -hay que
decirlo- se están empezando a devolver, pero no estábamos los autónomos
en aquel momento para hacer frente a esas cotizaciones, para prestar al
Estado, aunque sean cuarenta y cinco o cincuenta días.
También hemos visto que muchos autónomos se han quedado fuera de esta
prestación porque no tenían esa caída del 75 % en su facturación. Casi
800 000 autónomos han tenido pérdidas del 40, del 50, del 60 % y se les
ha dejado sin esta ayuda. Ustedes como ya saben que, como en cualquier
casa, cuando se ingresa la mitad y se tienen los mismos gastos, se tiene
un problema. Estos autónomos que han caído en un 50 % tienen un problema
y van a tener un problema a lo largo de los próximos meses. Es verdad que
la prestación ha llegado a 1,5 millones autónomos, nos ha sorprendido a
todos. Creo que hay que celebrar que ese colchón haya llegado a tanta
gente, pero hemos dejado a 800 000 personas, que hoy están en una
situación quizás más complicada que otros.
Asimismo, hemos valorado muy positivamente la posibilidad de aplazar los
tributos, medida que está dando un respiro a miles de autónomos, por lo
menos durante estos primeros meses. Y también creo que ha sido un éxito
la nueva regulación de los ERTE, a pesar de que también ha ocasionado
dificultades de interpretación y ajuste. Las líneas de avales ICO han
sido una vacuna de liquidez para muchos autónomos, aunque no está
llegando a todos los que lo necesitan. Además, pensamos que el último
tramo de la línea ICO recientemente aprobado apenas si va a llegar a
cubrir la demanda de ayuda que están lanzando los autónomos. Sería
necesario aumentar las líneas de avales en otros 50 000 millones y
prolongar la posibilidad de acogerse a estas líneas ICO más allá del 31
de octubre. Incluso sería conveniente destinar una línea de alrededor de
20 000 millones de euros a microfinanciación exclusivamente para
autónomos y con una garantía que, de manera excepcional para este
colectivo, pudiera llegar al 90 o 95% del aval. ¿Y por qué lo digo?
Porque obtener liquidez marca la diferencia entre un negocio con
posibilidades de capear la crisis y otro que puede estar condenado al
cierre. Todo esto lo menciono para resaltar más si cabe el hecho de que
esta Comisión haya llamado a los representantes de los autónomos. Si
queremos reconstruir este país es necesario que nos oigan, porque sin los
autónomos y sin la opinión de los que estamos aquí -y aprovecho para
saludar a mis compañeros que están hoy en la mesa-, escuchando sus
problemas todos los días, esta reconstrucción sería imposible.
Y paso sin más a someter a su consideración una serie de propuestas, más
de una veintena, que podrían servir a este fin de reconstruir el tejido
productivo y la economía real del país. Desde ATA consideramos que la
recuperación económica debe articularse en dos fases: una fase hasta el
31 de diciembre y otra más allá, a partir de 2020, con el fin de
reorientar y adaptar nuestra economía y capacidad
de producción a una realidad que ya no tendrá nada que ver con lo vivido
antes de esta crisis sanitaria. Dichas fases deben establecerse en
función de la evolución temporal de la pandemia y de una concepción
realista de cómo se vayan sucediendo los acontecimientos. He dicho
realista porque deberíamos partir del peor de los escenarios. En una
primera fase sería urgente evitar la destrucción de tejido empresarial y
del empleo. Habrá que continuar con las ayudas ya establecidas,
procurando que estas lleguen a todos los autónomos que las necesitan para
garantizar su estabilidad hasta que la economía se recupere. En un primer
momento, y de manera inmediata, habría que tener en cuenta que la
economía española es tremendamente estacional. Sería necesario que las
distintas administraciones entiendan que los meses de verano son
esenciales para cientos de miles de negocios. Por tanto, insisto, sería
necesario por el bien de la economía, del empleo y, en general, del país
prorrogar de forma automática los ERTE de causa mayor con origen del
COVID-19 hasta el 31 de diciembre. Es la única forma de que autónomos y
empresas puedan mantener empleo. Es cierto que nueve de cada diez
autónomos ya se han activado, se han incorporado a la actividad, pero no
es menos cierto que esta reactivación está siendo lenta y moderada. La
mayoría de los autónomos tienen una caída de actividad del 60 % en estos
cinco primeros meses del año con respecto al pasado año. Por ello se hace
necesario, para aquellos autónomos que tienen asalariados a su cargo,
ayudarles con la suspensión temporal de sus trabajadores mientras no se
recupere poco a poco esa actividad.
Y no solo se tienen que tener en cuenta los sectores -insisto en esto
mucho-, sino también los negocios que han sufrido caídas de ingresos. Hay
que aprender de los errores que hemos podido cometer. Hemos dejado fuera
a mucha gente en el cese de actividad, pero también en los ERTE por causa
de fuerza mayor por el tema de fijar determinados CNAE. Por eso, insisto,
no solamente hay que fijarse en sectores, sino también en la caída de
actividad. Prorrogar los ERTE de forma automática hasta el 31 de
diciembre salvaría en este año 500 000 empleos y a 200 000 empleadores.
Ligado a esto, sería necesario prorrogar ya la prestación por cese de
actividad extraordinaria para todos aquellos autónomos cuya actividad
estuviera afectada por cualquier tipo de restricción sanitaria que se
haya puesto en marcha no solo en el ámbito de la Administración central
sino ahora, a partir de la llamada nueva normalidad, cualquier
Administración, o bien también para todos aquellos autónomos que hoy son
beneficiarios porque tienen caída de actividad del 75 % y,
desgraciadamente, no van a poder mejorar su actividad. Insisto también,
como he dicho en cuanto a los ERTE, prorrogar el cese de actividad
extraordinaria hasta el 31 de diciembre reduciría a la mitad la perdida
de autónomos que puede haber en 2020, salvaríamos a casi 250 000
autónomos.
Pero hay un nutrido grupo de autónomos que se han quedado atrás y se han
quedado sin ayuda. Yo lo he hablado con muchos de ustedes y mis
compañeros también. Me estoy refiriendo a esos autónomos de temporada, a
esos autónomos estacionales: músicos, feriantes, comercio, hostelería;
son autónomos que habitualmente se dan de alta el Domingo de Ramos o el
viernes antes del Domingo de Ramos y se dan de baja el 31 de octubre. Con
el real decreto solo se han podido acoger aquellos autónomos que estaban
de alta el 14 de marzo, con lo cual más de 150 000 familias que tienen su
actividad en temporada se han quedado ahora mismo fuera de esa ayuda. Sin
embargo, por ejemplo, se ha protegido a aquellos que están en el régimen
de artistas. Incluso en un acuerdo al que hemos llegado las dos
organizaciones, ATA y UPTA, proponíamos al Gobierno que se buscará la
posibilidad de que, teniendo en cuenta la cotización del año anterior,
como se ha hecho con el régimen de artistas, todos aquellos autónomos que
hayan cotizado noventa días entre el 1 de abril y el 31 de octubre puedan
tener acceso a esta prestación. De verdad les digo que esta es una de las
materias pendientes y que es, junto a la prórroga de los ERTE y la
prórroga por cese de la actividad, algo fundamental.
Paralelamente a esta prórroga y al acceso para este colectivo, deberíamos
extender y hacer una reforma en profundidad del cese de actividad
ordinario. El cese de actividad ordinario se aprobó en el año 2011 por
unanimidad en esta Cámara y en el Senado, fue reformado y mejorado en
2017 por unanimidad de esta Cámara y se hizo universal cotizando todos
los autónomos en 2019, votado aquí por unanimidad de la Cámara. Sin
embargo, ustedes saben que, por mucho que hemos ido mejorándolo, a la
mitad de los autónomos que lo han ido solicitando antes de la pandemia se
les ha denegado porque es muy difícil acreditar las pérdidas. Pediríamos
que en estos momentos, para no dejar a nadie en el camino -porque somos
conscientes de que muchos autónomos después de la financiación o de
cualquier tipo de ayuda van a ver imposible poder mantener su negocio o
su actividad-, no los dejemos. Facilitemos que todo el que ha sido
beneficiario de la prestación por cese actividad extraordinaria pueda ser
beneficiario, que sea una de las causas para poder acceder a la
prestación por cese de actividad ordinaria cuando cese en su actividad o
cese en su negocio.
Será necesario implementar medidas fiscales. Voy a ir muy rápido -y en
este tema de medidas fiscales permítanme que me salte alguna-, pero sí
quiero hacer referencia a una. España es el país de la Unión Europea
donde todavía no existe el IVA franquiciado. Lo han hecho todos los
países, quedaba Holanda y quedaba España. Lo del IVA franquiciado es
fundamental para aflorar la economía sumergida, es fundamental para que
la gente esté dentro del sistema.
La tarifa plana ha dado una respuesta a muchas personas para que salgan de
la economía irregular y entren en el sistema. Todas las crisis nos traen
mucha economía sumergida y en estos momentos tenemos que intentar que
aflore, invitar a la gente a que esté en el sistema. Estas medidas son
fundamentales. Miren, uno de cada cuatro autónomos que tienen empleados a
su cargo ha aguantado su plantilla a pulmón, sin ERTE. Creo que en 2008
se establecieron incentivos fiscales a las empresas que mantenían a sus
trabajadores y a su plantilla. De verdad, creo que a este tipo de
empresas que han aguantado su plantilla a pulmón, sin despidos y sin
ERTE, habría que ayudarles de alguna manera.
El IVA de caja está en todos sus programas electorales. Les pido que sea
una realidad, que pasemos ya de una vez por todas a que podamos pagar el
IVA cuando cobremos la factura, no cuando la devengamos.
Decía antes que es necesario un control fiscal. Es importante el control
del efectivo, pero no solamente el efectivo entre empresas y
profesionales, sino también entre particulares. Muchas veces hemos dicho
a la propia Agencia Tributaria, con la que trabajamos y dialogamos, que
habría que ver muchas empresas de suministros, porque encontramos que,
como se ha dicho en la anterior comparecencia, hay algunos que pagan a
duras penas y otros que no contribuyen. Habría que buscar mecanismos para
que todos estén dentro del sistema. Sí les digo que consideramos que, en
materia de Seguridad Social, se debería estudiar una tarifa plana para
muchos autónomos que en este momento van a tener muchas dificultades para
mantenerse; se debería estudiar una tarifa plana, de la cantidad que
acordemos con Inclusión y Seguridad Social, pero una tarifa plana para
aquellos autónomos que, estamos seguros, no van a poder pagar los 283
euros de cotización durante los próximos seis o doce meses. De no
hacerlo, sí les digo que va a haber muchas actividades a las que les va a
ser más rentable estar fuera que pagar 283 euros, porque la actividad no
va a dar para pagar, a día de hoy, esa cotización.
No quiero desaprovechar esta materia que estamos tratando para decir que
debería ser el momento a partir de 2020, con diálogos, acuerdos, lo hemos
hablado muchas veces, pero con un debate sereno, tranquilo, viendo los
pros y los contras, de estudiar e implementar mecanismos que faciliten
que los autónomos podamos adecuar en cada momento nuestra cotización a
nuestros ingresos, empezando incluso por flexibilizar. Que, como se hace
en un plan de pensiones privado, uno pueda hacer aportaciones, que en
estos momentos podamos hacer también aportaciones a la Seguridad Social,
aportaciones extraordinarias. ¡No podemos! Y tienes que elegir una base
de cotización que es la que tienes hasta que te llega otro momento. Se ha
de permitir también a los autónomos societarios, que son 1 200 000, que
su cotización sea un gasto deducible de la sociedad, eso haría que
subiera la cotización de ese 1 200 000 autónomos societarios.
Les felicito, y les digo que creo que es necesario el ingreso mínimo vital
en estos momentos, pero ha habido un olvido, y esperamos que se repare:
un autónomo societario en España -ese 1 200 000 que quedan fuera del
ingreso mínimo vital- no piensen que es el señor de sombrero y puro. En
España hay 1 200 000 autónomos societarios que en la mayoría de los
casos, en el 90 % de los casos, son familias, cónyuges, hijos, que están
en un taller, que están en una peluquería, etcétera; y a veces quiebran
nuestros negocios. Ya en la anterior crisis el 30 % de los visitantes de
los comedores de Cáritas fueron trabajadores autónomos. Espero que en
esta crisis no volvamos a ver lo mismo, pero sí les digo que va a haber
muchas empresas que van a quebrar y que van a perderlo todos. Por favor,
corrijan eso, no los dejen fuera. También hay autónomos mayores de
cincuenta y dos años, y les pido que flexibilicen para que puedan acceder
a los subsidios que tienen los trabajadores asalariados.
Miren, desgraciadamente, calculamos que se van a perder 300 000 autónomos
este año; ya en los datos que tenemos del primer trimestre, datos que ha
publicado la Seguridad Social, en el ámbito de los autónomos se han
perdido 168 000 empleos; 41 000 autónomos del 1 de enero al 31 de marzo,
y 126 000 empleos, casi todos desgraciadamente en esa quincena fatídica.
Hemos pasado de tener 870 000 trabajadores por cuenta de los autónomos
propiamente dichos a tener 750 000. En España hace falta una verdadera
ley de segunda oportunidad, donde se puedan establecer quitas en materia
de Seguridad Social, en materia de Hacienda, los llamados créditos
públicos que te permitan respirar, que no lleves para siempre colgado el
cartel de: arruinado.
Permítanme que les hagan una referencia a lo que es la morosidad. Sí, en
España tenemos un problema de morosidad, y además un problema grave. Se
salió al rescate de facturas que muchas eran del siglo pasado y en
pesetas en el año 2012. Me da miedo. A día de hoy hay ayuntamientos de
grandes ciudades en este país que pagan a 400 días a sus proveedores, y
yo lo único que les voy a pedir, se lo rogaría, es que las
administraciones tengan el mismo trato -el mismo trato- que tenemos los
ciudadanos. Si a mí por no pagar a tiempo me ponen un recargo, que la
Administración que no pague a tiempo tenga su recargo; y un régimen
sancionador para aquellas empresas que están financiándose a costa de los
pequeños, de autónomos y de pymes. Pero no puede ser, de verdad se lo
digo, que en estos momentos un autónomo tenga que esperar 414 días para
cobrar las facturas de una Administración.
No nos olvidemos de esa España vaciada. Es verdad que en estos momentos
tenemos muchas otras cosas, pero hay que fomentar el emprendimiento en
esas zonas, el emprendimiento femenino, porque asienta población.
Y concluyo, señorías. Hay que poner el acento en la formación, es
fundamental la formación para el colectivo de autónomos. La crisis
sanitaria que estamos padeciendo tendrá graves consecuencias económicas y
sociales, es por tanto imprescindible diseñar desde ahora y hasta que
España se recupere todo un plan de reactivación empresarial, para cubrir
los huecos que va a dejar esta crisis del coronavirus. Se trata,
señorías, de anticiparnos ahora y no de llorar luego por la leche
derramada. De los que estamos aquí depende intentarlo al menos, porque si
no lo hacemos, podemos dejar detrás de nosotros un reguero de negocios
cerrados y de trabajadores en paro. Y si lamentablemente sucediera, sería
imposible reconstruir este país, justo el objetivo que creo que tiene
esta Comisión.
Muchas gracias. He intentado telegrafiar lo que era mi intervención.
El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias, señor Amor.
Señor Abad, tiene la palabra.
El señor PRESIDENTE DE LA UNIÓN DE PROFESIONALES Y TRABAJADORES AUTÓNOMOS,
UPTA (Abad Sabaris): Muchísimas gracias, presidente.
Señor presidente, diputados, señorías, y sobre todo María José y Lorenzo,
muchísimas gracias, en nombre de las organizaciones, por darnos la
oportunidad de poder llegar con la voz de los autónomos al Congreso, y
poner un granito de arena en esta dura trayectoria que nos queda por
delante.
Después de analizar cómo se han desarrollado las distintas líneas de
ayudas que por parte del Gobierno central se han puesto en marcha para
tratar de aliviar las consecuencias económicas de esta crisis del
COVID-19, en mi opinión, como en todas las gestiones políticas, hay luces
y hay sombras. Es evidente que una situación de esta complejidad no es
fácil de gestionar para ningún Gobierno, no hay precedentes ni contextos
semejantes en ningún país del mundo y, por lo tanto, la complejidad es
tremenda. La pandemia sanitaria está siendo abordada por los Gobiernos de
forma diferente, de igual manera que se están tomando distintas
decisiones para afrontar las consecuencias y las mejoras en las
situaciones económicas desprendidas de esta pandemia. En este sentido, el
Gobierno de España ha conseguido poner un primer parche en la herida
abierta en nuestra economía; el diálogo social como instrumento de
acuerdo entre los intereses empresariales y los laborales ha servido para
desarrollar un sistema de protección, a través de los ERTE, que cumple
con el objetivo de aliviar las cargas empresariales para las empresas,
pero también cumple con los objetivos para que no se vulneren los
derechos de los trabajadores de nuestro país.
La segunda gran medida -evidentemente la conocen ustedes sobradamente- es
la que se ha tomado como consecuencia de poner en marcha lo que llamamos
la prestación económica por cese extraordinario de actividad. Decía antes
Lorenzo que más de 1 400 000 trabajadores autónomos han sido
beneficiarios de este que es sin duda el mayor rescate al trabajo
autónomo en democracia, el mayor rescate al trabajo autónomo que se ha
llevado a cabo por un Gobierno del Estado, el mayor rescate del trabajo
autónomo que se ha llevado en el conjunto de Europa. Pero esta medida que
es tan eficaz y positiva para el mantenimiento del tejido productivo no
puede quedar empañada con la falta de seguridad jurídica. Actualmente
soporta el colectivo beneficiario una falta de seguridad jurídica, puesto
que en ningún sitio, en ningún lugar, ninguna ley, ningún real decreto
recoge que la compatibilidad del cobro de la prestación con el desarrollo
de la actividad sea precisamente compatible, cosa que ustedes tendrán que
mejorar y tendrán que redactar para que a lo largo de los próximos cuatro
años ningún autónomo pueda ser objeto de reclamación ante una situación
efectivamente padecida por ellos.
Además, hay otras cuestiones de vital importancia que aún no han sido
puestas en marcha. Determinados reales decretos establecen en sus
articulados disposiciones que son totalmente inoperativas para el
colectivo del trabajo autónomo. El caso de las moratorias del pago de
alquileres de los locales afectos a la actividad de negocio, de las
moratorias de los préstamos o del bono social son tres de los grandes
fiascos que hemos padecido en esta crisis, siendo inactivas e inválidas,
puesto que hay que cumplir un requisito que nos han puesto a todos los
autónomos, que es que tengamos que causar baja efectiva en la Agencia
Tributaria, es decir, totalmente cerrada la actividad. Esto tenemos que
repararlo, porque de verdad es una situación que perjudica tremendamente
y que pone al pie de los caballos a millones de trabajadores autónomos de
nuestro país. Por otra parte, la gestión de los sistemas de avales de los
préstamos del ICO que gestionan las entidades de crédito está resultando
un auténtico despropósito, en las fórmulas utilizadas y por la tardanza
en la que se están poniendo en marcha estos créditos, incluso por la
tardanza en llegar la liquidez a nuestros trabajadores autónomos en los
créditos que ya han sido concedidos. Aquí hay una dualidad que no
acabamos de entender, al menos desde nuestra organización. ¿Cómo es
posible que la primera remesa de los avales de los créditos ICO haya
desaparecido, volatilizada, prácticamente en cinco días? Pues hay una
explicación perfectamente lógica, y es que las entidades de crédito han
cambiado riesgo privado por riesgo público, y este es un elemento que a
nosotros nos ha perjudicado y ha hecho que tengamos que hacer un
esfuerzo, un sobreesfuerzo económico, desde la Administración, desde el
Gobierno de España, para volver a inyectar liquidez de verdad a los
autónomos y a las pequeñas empresas que lo necesitan.
Por otro lado, ha sido y sigue siendo un dislate la falta de coordinación
entre las ayudas que desde distintas administraciones autonómicas y
locales se han puesto en marcha, muchas de ellas superpuestas a las que
desarrolla el Ejecutivo central, y que en la mayoría de los casos no
responden a las verdaderas necesidades del sector. Sirva como ejemplo que
muchos ayuntamientos y alguna Administración autonómica han subvencionado
algo que ya estaba de alguna manera contingentado por el Ejecutivo
estatal, como es el pago de la cuota mensual al RETA. Por tanto, hay una
auténtica desazón por parte de todos para interpretar qué es lo adecuado
y qué es lo válido a la hora de poner el mecanismo de ayuda por parte de
las administraciones, que al final es la Administración al servicio de
los autónomos y de las empresas.
Hemos repasado lo que ha pasado, pero hablemos de futuro. Antes Lorenzo
hacía referencia a la cantidad de autónomos que va a desaparecer en esta
crisis, que realmente va a ser tremenda en los próximos meses. Hay
estudios que dicen que, prácticamente, el 10 % de los trabajadores
autónomos y trabajadoras autónomas de nuestro país van a desaparecer a lo
largo de este año 2020. Tenemos que encontrar de forma urgente mecanismos
de protección para las personas trabajadoras autónomas que están en
peores condiciones y se están enfrentando a la crisis, aquellos que han
perdido gran parte de la facturación respecto al año anterior, aquellos
que están en unas condiciones que les van a hacer prácticamente imposible
recuperar su actividad económica a lo largo de este año 2020: fotógrafos;
músicos; agentes comerciales; profesionales liberales; peluquerías;
pequeñas empresas de eventos. En fin, son una amalgama de actividades
económicas que vamos a tener que asentar y para las que debemos crear un
sistema proteccionista que les permita continuar con las actividades en
marcha. Y lo más duro está por llegar. Ahora es necesario tomar las
decisiones adecuadas y preparar el sistema para que una pérdida de empleo
sin precedentes, incluyendo el desempleo muy significativo y la pérdida
de trabajadores autónomos, sea lo menos lesiva posible para la economía
de nuestro país. La toma de decisiones concretas para que miles de
familias estén bajo el amparo de una renta mínima vital es un claro
ejemplo de ello, un gran avance en el camino de la protección social y de
la igualdad de derechos; al menos las necesidades básicas deben estar
cubiertas, personas entre las que encontraremos a muchos trabajadores
autónomos que en estos momentos ya están en serias dificultades, y que
les será de aplicación la renta mínima vital. Sin embargo, tengo que
decir que los autónomos societarios se quedan fuera de esta medida tan
importante, sufriendo las mismas situaciones de supervivencia que sufren
los autónomos personas físicas.
Es imprescindible que en estas próximas semanas se apruebe la ampliación
de la duración del cese de actividad extraordinaria, al menos en aquellas
actividades más vulnerables o aquellas que no generan los recursos
económicos suficientes para poder ser viables a lo largo de este año.
Estaremos de acuerdo en que es algo que no admite discusión.
Tampoco podemos olvidarnos de los autónomos fijos discontinuos o de
temporada, que no han podido darse de alta, además, antes del 14 de
marzo, fecha declarada como estado de alarma y, por lo tanto, no
han podido acogerse al cese de actividad extraordinaria. Son unos
colectivos que en nuestro país prácticamente están en 150 000 o 200 000
personas, no sabemos muy bien en qué cifra ampararnos. Pero lo que sí
sabemos es que los feriantes, que los autónomos y autónomas de
chiringuitos, autónomos y autónomas del sector de la pequeña hostelería
estacional, personas que se dedican estrictamente a trabajar y a
desarrollar su actividad económica, desde el mes de abril hasta el mes de
octubre, están fuera de ningún sistema de protección. Es más, no hay
creado un sistema de protección similar al que ya disfrutan los
trabajadores por cuenta ajena. Por lo tanto, necesitamos imperiosamente
crear un subsidio especial que, por lo menos, dote de recursos económicos
a estos y a estas autónomas, que son los que con más violencia van a
sufrir la crisis que estamos padeciendo.
La prioridad en esta crisis debe ser la protección de todos y cada uno de
los autónomos. Este país no puede dar la espalda al principal tejido
productivo, al motor de la economía de los pueblos y de las ciudades. Y
ustedes, señorías, deberán actuar en consecuencia. Para poder
reestructurar el trabajo autónomo español, entre todos, tendremos que
acordar y acometer una verdadera revolución industrial de nuestro
colectivo. La transformación también tiene que ser enfocada desde la
perspectiva de género, como no podía ser de otra forma, propiciando la
igualdad de oportunidades entre autónomas y autónomos. Sin duda, esta es
una de las materias pendientes y más importantes a resolver en este año
2020.
Por otro lado, la digitalización ha irrumpido en todos los procesos, y ha
sido una de las grandes revelaciones del largo confinamiento. Esta
realidad no puede permanecer ajena a nuestro colectivo. Los cambios en
los mecanismos de producción, a través de herramientas digitales, la
comunicación, la visibilidad, la respuesta a las necesidades que nos
plantea un mercado de consumo cada vez más exigente, deben ser uno de los
principales ejes por donde reestructuremos el trabajo autónomo.
Necesitamos que los trabajadores y trabajadoras autónomos y autónomas de
nuestro país valoren los beneficios de la digitalización, incluso en las
tareas más cotidianas; incluso en las tareas más cotidianas.
El desarrollo rural como elemento diferenciador en materia de trabajo
autónomo es, sin duda, otro de los ejes fundamentales por el que se debe
apostar; dotar a los entornos menos urbanos de todas las condiciones
técnicas y tecnológicas, para que miles de profesionales puedan
desarrollar su actividad, es una ventana abierta al fomento del empleo
autónomo de calidad. Los profesionales vinculados a sectores altamente
cualificados, freelance, las actividades profesionales de sectores
ligados a la formación, entre otras, son los mejores ejemplos de trabajo
a distancia que, en condiciones de conectividad adecuadas, podrían
potenciarse y desarrollarse en estos espacios territoriales.
También sería importante lograr que, entre estos objetivos, el fomento de
iniciativas y mecanismos fiscales que incentiven, de forma ventajosa,
actividades en los ámbitos menos urbanos, está claro que va a mejorar no
solamente en la calidad del empleo autónomo, sino en la calidad de vida
de las personas que lo desarrollan.
Pero de cara al futuro, las actuaciones no deben pasar por otro sitio que
no sea un cambio en el modelo de formación para el empleo y el
autoempleo. Sin formación no hay transformación. El conocimiento y
aprovechamiento de las nuevas tecnologías para transformar los mecanismos
de producción de las actividades de nuestros autónomos y autónomas es el
primero de los pasos que tenemos que dar. La formación adaptada a las
necesidades del sector, sectorializadas, es la espina dorsal de la
transformación, por ello, es necesario redoblar los esfuerzos en
formación cualificada en el trabajo autónomo. Solo así seremos
productivos, asentaremos las actividades en cimientos más sólidos, y
podremos afrontar la necesaria transformación del trabajo autónomo con
ciertas garantías de éxito en el futuro. En definitiva, solo si
reaccionamos a tiempo y con políticas activas eficaces y adaptadas a la
realidad del colectivo podremos mantener el empleo autónomo de miles de
familias, que esperan que las medidas que se adopten respondan a las
necesidades del momento. Ahora más que nunca se deben garantizar y
proteger los derechos de toda la sociedad, pero también los derechos de 3
250 000 trabajadores y trabajadoras de nuestro país, y termino ya,
presidente. Los 3 250 000 autónomos y autónomas esperamos con impaciencia
las conclusiones que salgan de esa Comisión. Necesitamos sentir con
hechos que ustedes son capaces de ponerse de acuerdo en la toma de
decisiones. Les exigimos que den respuestas claras y concretas que
resuelvan las dificultades que estamos atravesando y que está atravesando
la sociedad en general. Las organizaciones representativas del trabajo
autónomo que hoy comparecemos somos el mecanismo de diálogo que deben
utilizar para tratar de acertar en la toma de decisiones de futuro. No
duden ustedes que UPTA estará siempre dispuesta a colaborar, al igual que
el resto de mis compañeros y de las organizaciones que representamos.
Confiamos de verdad plenamente
en ustedes para que tomen las decisiones adecuadas, y seamos capaces de
salir de este oscuro túnel, pero todos juntos.
Muchísimas gracias, presidente.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Abad.
La señora Landaburu cierra estas intervenciones.
La señora REPRESENTANTE DE LA UNIÓN DE ASOCIACIONES DE TRABAJADORES,
AUTÓNOMOS Y EMPRENDEDORES, UATAE (Landaburu Carracedo): Gracias,
presidente.
Buenas tardes. Yo dudo que nos vuelvan a invitar, así que voy a intentar
ser breve, respetando los tiempos. Algunas de sus señorías nos han
transmitido que llevan muchas horas -apenas han comido-, apreciamos el
esfuerzo, así que voy a intentarlo. Si ven que no, me avisan y me
reporto.
Lo primero que quiero hacer, por supuesto, es unirme al dolor de esta
Cámara, de mis compañeros y de toda la sociedad española por la
lamentable y enorme cifra de fallecidos que hemos tenido, por los
enfermos, y también al orgullo de tantos otros que han dado su vida por
los demás durante este tiempo. Dicho esto, quiero también reconocer su
trabajo, agradecerles que nos hayan invitado, pero no porque seamos
nosotros y porque representemos a organizaciones, sino porque sin duda es
una puesta en valor de la gente a la que representamos y que lo merece, y
luego -si me permiten- tendré ocasión de decirles algo en ese sentido.
Tampoco nos sorprende mucho, y quiero hoy precisamente mostrarles,
además, una gratitud expresa, porque ayer aprobaron ustedes una PNL que,
si no recuerdo mal, presentó el Grupo Republicano y a la que se adhirió
la práctica totalidad de los grupos de la Cámara. Se lo agradezco,
sabemos que una PNL apenas es una declaración de intenciones, pero que
nos tengan en sus pensamientos y en su trabajo diario no deja de ser un
elemento de esperanza, y más que nos llamen a esta Comisión, que debe ser
un elemento clave. El Parlamento tiene que ser un elemento de
transformación, también de reflexión, de acuerdo y de trabajo compartido
para este proceso tan duro que como sociedad abordamos. Por tanto, les
deseo de verdad lo mejor, les deseo toda la capacidad de consenso que
puedan tener, y no me cabe duda de que sus reflexiones serán -ya les
digo- un elemento fundamental para todos.
Mis compañeros han hecho un prolijo análisis de un montón de cuestiones
técnicas que en su mayoría comparto, y que voy a intentar no repetir.
Quizá me gustaría más hacer alguna reflexión un poco más global. Creo que
merece la pena que echemos la vista atrás, que recordemos la crisis de
2008, que recordemos las políticas de austeridad, los recortes y las
consecuencias que eso nos ha traído. Como sociedad hemos tenido enormes
déficits sanitarios y sociosanitarios -ahí están las lamentables cifras
de las residencias y el atasco hospitalario-; el empleo sufrió y la
sociedad en su conjunto, pero nosotros como colectivo también. Nosotros
perdimos entonces nada más y nada menos que 500 000 trabajadores
autónomos que se quedaron, como diría Lorenzo, en la cuneta. Pero,
además, convertimos el régimen de trabajo autónomo en un régimen refugio,
porque todos aquellos que quedaban en el desempleo venían al trabajo
autónomo, sin preparación, sin financiación, sin recursos, sin formación,
y la consecuencia de todo eso ha sido un enorme desastre: cientos de
miles de familias que han tenido que cesar en la actividad con las
consecuentes deudas, etcétera. Por tanto, si intentamos aprender de
aquello, no lo repitamos, y creo que ustedes han tenido el acierto de no
repetirlo. De hecho, las medidas adoptadas por el Gobierno y convalidadas
por ustedes en los sucesivos reales decretos van en esa dirección:
mantener las rentas, mantener el empleo, mantener el autoempleo, intentar
mantener lo poco que nos pueda quedar de Estado del bienestar para luego
recuperarlo. Por tanto, hay que reconocerlo así, hay que reconocer el
esfuerzo público, tanto del Gobierno como de las restantes
administraciones como de esta Cámara, y hay que intentar seguir por ese
camino, redefiniendo las medidas que no han sido efectivas, intentando
multiplicar el alcance de las que sí lo han sido: una es obvia, la
prestación extraordinaria por cese de actividad, que ha llegado a 1,5
millones de trabajadoras y trabajadores autónomos; intentemos que llegue
a más, intentemos que aquellos olvidos, que aquellas circunstancias que
se han quedado fuera se incorporen. Hagamos lo posible. Lo han repetido
mis compañeros, pero hay que decirlo hasta la saciedad: están los
autónomos de temporada, que seguramente es la gente más precaria, que si
no puede trabajar esta temporada se le irá todo el año, todo el año.
Piensen ustedes en esto y ayúdennos. Esta mañana he oído al ministro de
Inclusión y Seguridad Social decir que estaban considerándolo y que se
iba a implementar. Es una buena noticia, pero les animo a que empujen con
nosotros en esa dirección. Con algunos de ustedes lo he podido hablar
personalmente y han mostrado su apoyo; esperemos que se haga efectivo
cuanto antes.
Respecto a la financiación, tengo alguna discrepancia con alguna opinión
que se ha vertido aquí. Si se han puesto en el peor de los momentos de
las crisis que conocemos 60 000 millones de avales para pymes y
autónomos, en un esfuerzo extraordinario, que se prevé aproximadamente en
el 10 % del PIB, y solamente se han gastado el 60 %, es que algo está
pasando, y lo que está pasando -lo ha dicho bien Eduardo- tiene que ver
con prácticas bancarias que debemos vigilar, porque no es su voluntad la
que debe definir el devenir del colectivo, es la voluntad del Gobierno,
la voluntad de ustedes, que son el Legislativo, y el trabajo diario de la
gente a la que nosotros representamos y que necesita esta financiación.
Pero ahora viene la desescalada. Parece que estamos en otro momento y hay
que tomar otras medidas. Por supuesto, nosotros estamos absolutamente
comprometidos en la tarea de aportar nuestra opinión, nuestra
experiencia, nuestra información, en los marcos de negociación, en los
marcos de reflexión y en los marcos de acuerdo. Es muy importante, a
nuestro juicio, hacer un giro y saltar quizá estas políticas de tarifa
plana. Fíjense ustedes que la pérdida del 75 % de la prestación no es lo
mismo si ganas 10 000 euros -que todavía puedes seguir viviendo con lo
que te queda- que si ganas 1000, y recuerden ustedes que el perfil del
trabajo autónomo en este país es de personas que están en el entorno de
los 1000 euros; es decir, estamos hablando de mucha, mucha gente que vive
al día y que, por tanto, son elementos de intervención que hay que tener
ahora en cuenta.
No quiero que se me pase una cosa que tiene que ver con la prestación por
cese de actividad. Lorenzo felicitaba a las mutuas, pero yo tengo que
denunciar lo que están haciendo las mutuas, porque el artículo 17 de la
ley se lo permite: están pidiendo a las trabajadoras y a los trabajadores
autónomos que devuelvan los ingresos del mes de marzo, porque
contabilizan las pérdidas contando todo el mes de marzo. Es
automáticamente imposible. Piensen ustedes en personas que han trabajado
hasta el día 14 con normalidad, y del 14 al 30 tienen que justificar que
han perdido el 75 %. Es que no es posible. Y luego, ¿les parece razonable
que a esta gente, a gente que ha cerrado, a los taxistas, por ejemplo,
que es un gremio que ha tenido que seguir prestando servicios mínimos
pero sin facturar, se les pida la devolución de los 200 míseros euros del
mes de marzo? Y hablo de 200 míseros euros desde la perspectiva de las
mutuas, no desde la perspectiva de las trabajadoras y trabajadores
autónomos. A mí me parece un escándalo y espero que entre todos podamos
dar marcha atrás.
Les decía que estamos en el momento de la reconstrucción y que nos
gustaría que entre todos pudiéramos acertar, no solamente en lo relativo
a los sectores, sino también en las actividades y en las personas que más
lo necesiten. En este sentido, quiero llamar la atención sobre un
colectivo que es fundamental, que es el del comercio. El comercio supone
el 25 % del trabajo autónomo de este país y ya arrastra un problema
estructural porque entre 2015 y 2019 se perdieron 35 000 autónomos;
imagínense ustedes lo que va a pasar ahora. Además, es un sector que va a
tener que hacer inversiones para salvaguardar la salud, que va a tener
que luchar contra un cambio de cultura del consumo y que va a tener que
entrar en la digitalización. Para este colectivo en concreto va a ser
necesario un plan específico, teniendo en cuenta, además, que defender el
comercio es defender nuestros barrios, nuestras ciudades y el valor de
nuestras casas. Por tanto, les animo también a que piensen ya en esos
procesos.
Tenemos que recuperar la agenda, porque teníamos una agenda prevista como
colectivo antes de la crisis. Lo primero es lo primero, lo urgente se
lleva lo necesario, pero quiero recordarles que es fundamental que
recuperemos la vieja idea; y digo vieja porque ponen sobre la mesa todas
las resoluciones de los pactos de Toledo y luego, por hache o por jota,
seguimos teniendo un régimen de cotización a la Seguridad Social que es
insolidario, que es injusto, que es deficitario y que produce una
protección de mínimos que no llegan a la gente que más lo necesita y en
los momentos que más lo necesita, como ahora. ¿Se imaginan ustedes si en
el RETA, en lugar de estar el 90 % del colectivo en la base mínima, se
hubiera cotizado en función de sus ingresos y ahora hubieran podido
recibir una prestación, en vez de 600 euros, de 1500, de 1600 o de 1800?
Cuánto habría cambiado, ¿verdad? Pues sobre esto tenemos que trabajar. Si
hubiéramos tenido una prestación por cese que funcionara, no hubiéramos
tenido que inventarnos una extraordinaria.
En cuanto al tema de la lucha contra los falsos autónomos, no puede ser
que el empleo autónomo se instrumentalice para esclavizar,
fundamentalmente a las personas más jóvenes. Yo me congratulo mucho de
que el otro día la ministra de Trabajo anunciara una ley para que estos
hombres, estas mujeres, estos chicos, nuestros hijos, nuestros jóvenes
salgan del trabajo autónomo y vuelvan al trabajo asalariado, de donde no
debieron salir nunca. Por supuesto que sí a la ley de segunda
oportunidad, donde se comprometa al Estado. Y, señorías, también un
sistema tributario justo, porque aquí tiene que tributar más quien más
ingresa. No es posible que las grandes empresas tengan un tipo del 25 % y
tengan todo tipo de
desgravaciones; no es posible que un taxista tribute más que Uber; no es
posible que un comerciante tribute más que Amazon; no es posible. Vamos a
necesitar ingresos -esto todos lo sabemos-, pues hagamos que los que más
tienen paguen más.
Le voy a dar un dato que a mí me ha puesto los pelos de punta y que me
contaban los riders el otro día. Mientras que Amazon se forraba y las
cuotas que Deliveroo, Glovo, etcétera, ponían a los comercios y a los
restaurantes eran del 50 % del precio de cada producto o de cada comida,
los hosteleros y los comerciantes han seguido ahí, yo creo que por
desesperación, por no perder, por seguir, por tener la cabeza ocupada,
pero es matemáticamente imposible vivir así. Han hecho su agosto y Amazon
ha multiplicado sus ingresos. Yo creo que está bien que paguen algo.
Tengo que hablar de las mujeres muy rápidamente, señorías. La verdadera
brecha de la presencia de la mujer en el trabajo está aquí. Solo uno de
cada tres autónomos somos mujeres, en treinta años no hemos crecido en
porcentaje y eso no es posible, y seguimos ubicadas en franjas de
ingresos más bajos y en sectores muy concretos. Tenemos que hacer un plan
específico para que la mujer participe activamente y en términos de
igualdad.
Y ahora sí, quiero sacar pecho y hacer un reconocimiento expreso, por
supuesto a los autónomos de la sanidad, pero también a los
transportistas, que han trabajado con pérdidas, porque podían llevar una
carga pero no la podían traer de Europa; a los taxistas, que además se
han jugado la vida llevando a nuestros sanitarios y a los enfermos; a los
artistas, que han salido a su balcón a atendernos a todos, y a los
agricultores, que han seguido cultivando con pérdidas, por debajo del
precio de venta al público. Hay que enorgullecerse de toda esta gente, de
todos estos compañeros, pero, además de eso, hay que reconocerles sus
derechos, hay que conseguirles la dignidad, el trabajo justo y el trabajo
digno del que habla la OIT y del que hablan la Unión Europea, la Carta de
Derechos Fundamentales y nuestra propia Constitución.
Me gustaría que le preguntaran a un rider sobre seguridad y salud en el
trabajo, o a un taxista sobre el tiempo de descanso, o a una profesional
liberal como yo, que no he podido nunca tener baja por maternidad y tengo
tres hijos, qué es esto de la conciliación. Me gustaría, señorías, que
pensaran en todos estos colectivos, en que todos esos derechos también
deberían sernos aplicables a nosotros, que los merecemos, y que se nos
incluya en este proceso nuevo que se va a abrir de reflexión sobre la
reforma laboral, sobre la elaboración de un nuevo estatuto; que el manto
protector del derecho del trabajo nos llegue, que llegue fundamentalmente
a los más débiles, porque el desequilibrio existe. ¿Qué equilibrio puede
haber entre un rider y Deliveroo? ¿Qué equilibrio puede haber entre un
conductor de Uber y Uber? todo esto hay que ordenarlo. Necesitamos
acceder al Estado del bienestar como ustedes, como los trabajadores
asalariados y como todos los demás ciudadanos.
Y también queremos los derechos colectivos, claro. Imagínense ustedes la
autotutela, poder negociar colectivamente la sindicación, la huelga, todo
esto que los trabajadores por cuenta ajena llevan siglos disfrutando y
por eso han mejorado su situación. Nosotros también los queremos y los
necesitamos. Por supuesto también, y se lo dice un representante del
colectivo, queremos elegir a nuestros representantes. Solamente así
estaremos legitimados, porque lo que nosotros decimos lo estamos diciendo
nosotros, pero se trata de que alguien diga que lo digamos. Por tanto,
consideren también introducir la democracia en los ámbitos de
representación, y no solo en el trabajo autónomo. Tenemos estructuras de
representación patronal que constituyen, como decía un interviniente aquí
hace unos días, un déficit democrático que, entre todos y con tiempo,
tenemos que resolver.
Solo una cosa más y termino, presidente. Creo que no he cumplido mi
promesa. Normalmente soy una mujer de palabra, pero me parece que esta
vez no. Quiero hablar de la morosidad, porque se ha mencionado: 130 000
millones. ¿Pero saben ustedes quién los debe? Pues 120 000 las empresas
cotizadas y 10 000 solamente las administraciones. Por favor,
obliguémoslos a que paguen lo que deben; si solo se trata de que paguen
lo que deben, que pongan en funcionamiento la cadena, no queremos nada
más. Miren ustedes, hasta sin intereses. Hemos recibido 36 000 millones
de avales públicos, y 130 000 son de deudas. Esto no perjudica al Estado,
no perjudica a nadie. Simplemente que el que debe, pague, por favor.
Finalmente, ahora de verdad, les quiero decir que nosotros no somos un
lobby, no somos un grupo de interés, no venimos a hablar de lo nuestro
exclusivamente. Nosotros representamos a los trabajadores autónomos, pero
vamos de la mano de los trabajadores asalariados, de los pensionistas, de
las mujeres, de los jóvenes, de todos. Somos una sociedad que tiene que
salir de esto en conjunto. Sabemos bien que se necesita un equilibrio
entre todos y que todos tenemos que poner, las empresas también, todo el
mundo. Pero también queremos opinar, y si no le importa al presidente, le
diré que nuestra organización quiere que el futuro que diseñemos, el
futuro que diseñen, el que de aquí salga, fortalezca la sanidad pública,
inicie el camino de una industrialización de este país, que sea a través
de la energía verde, y que el resultado de todo esto, si es posible -a
ver si entre todos lo conseguimos-, sea una sociedad más justa y más
solidaria.
Muchísimas gracias, de verdad, por su atención.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Landaburu.
Usted piensa que no, pero yo estoy convencido de que se les volverá a
invitar porque su voz es fundamental, aunque es posible que el formato
sea el de telegrama. (Risas).
Iniciamos el turno de los grupos y empezamos por el Grupo Parlamentario
Ciudadanos. Tiene la palabra la señora Martínez Granados.
La señora MARTÍNEZ GRANADOS: Muchas gracias, señor presidente.
Doy las gracias a los tres comparecientes. Hoy tenía especial ilusión en
esta comparecencia -y agradezco que mi compañera María Muñoz, que es la
portavoz de Empleo y lleva el tema del trabajo autónomo, me haya
permitido estar aquí- porque yo he sido autónoma antes de llegar a la
política y a Ciudadanos, el partido de los autónomos, el partido que puso
en el centro a los autónomos y los ha ayudado desde el primer momento. En
Andalucía tenemos ejemplo de ello, y en otras muchas comunidades y
lugares donde hemos estado.
Si ha habido héroes antes de llegar a una pandemia han sido, y son, los
autónomos; esos autónomos -y hablo por mí- que no nos poníamos malos
aunque lo estuviéramos. Y ahora tenemos que ayudarlos porque los
autónomos, como bien ha dicho el señor Amor, durante todo el
confinamiento han pasado de tener ingresos por su trabajo a tener cero
ingresos y todos los gastos fijos, porque, claro, cuando se contraen
ciertos gastos fijos de servicios para tu empresa -alquileres o cualquier
otro tipo de gasto fijo- los tienes que mantener. Así que creo que ahora
es cuando hay que ayudarlos y hay que ayudarlos bien.
Antes de la crisis los autónomos comenzaban el mes normalmente con menos
281 euros y, a partir de ahí, empezaban a contar. Tenían dificultad los
más pequeños -sobre todo los que comenzábamos- para encontrar
financiación y dificultad también para contratar, porque es muy difícil
crecer si no puedes contratar. Pero es que ahora, después de la crisis,
tenemos otros problemas, y partimos de esos problemas de base. El
problema con los códigos CNAE ha sido algo terrible. A mí me ha afectado
directamente: a mi madre, veinticinco años cotizando como autónoma, le
ponían problemas con un CNAE, y no es que ella no quiera acogerse a uno,
es que no tiene a qué CNAE acogerse.
El cese de actividad ha sido un pequeño salvavidas para los autónomos,
pero no entendemos que solo se haya aplicado a autónomos que hayan
perdido el 75 %. No sé qué opinan, pero creo que un autónomo que haya
perdido el 40 % de sus ingresos, como bien ha dicho la última
compareciente, ya está sufriendo, porque en muchas ocasiones no tienen
grandísimos ingresos. Muchos autónomos tienen un sueldo que generan con
el autoempleo.
Queremos la tarifa plana para volver. Desde Ciudadanos así lo hemos
propuesto y queríamos saber su opinión -creo que el señor Amor lo ha
comentado-. Si no van a volver las grandes empresas de cero a cien, los
autónomos tampoco van a volver de cero a cien, sobre todo los que se
dedican al sector servicios, que necesitan tener a las personas más
cerca. Va a haber muchos autónomos que no van a poder volver de cero a
cien. Se necesita una tarifa plana que dé un amplio margen. Ha dicho que
de seis meses; habría que estudiar cómo funciona la desescalada y,
dependiendo del tipo de autónomo, habrá que ver cómo podemos ayudarlo.
En cuanto a la llegada de los ICO, muchos autónomos no han podido acceder
a los ICO porque les dicen que no son solventes. Hombre, si paras tu
actividad, ¡cómo vas a ser solvente! Muchísimos autónomos de mi sector y
de muchos sectores han pasado a cero. Hay empresas que han podido
mantener una parte de su actividad, pero muchas están en cero. ¡Claro que
no somos solventes! Porque hemos parado. Habrá que establecer mecanismos,
como bien ha dicho el señor Amor, que nos den un aval público mayor y que
hagan más fácil acceder a sus préstamos ICO. Antes era difícil acceder a
la financiación, ¿ahora, sin actividad? Y todos esos autónomos que han
tenido que estar parados tres meses con cero ingresos, manteniendo los
gastos fijos, ahora han tenido que invertir para reconvertir su
actividad. Tengo muchos compañeros que están haciendo inversiones para
reconvertir su actividad habiendo partido de cero y sin créditos ICO.
Díganme ustedes cómo lo hacen. Pues como empezamos todos los autónomos,
con la ayuda de la familia y de los amigos que tienen más medios.
Una de las cosas muy positivas ha sido la aprobación del ingreso mínimo
vital. Desde Ciudadanos lo hemos defendido y creemos que debe estar
ligado al empleo, al acceso al empleo. Una pregunta para terminar. ¿Creen
que el ingreso mínimo vital podría también estar unido de alguna manera
al autoempleo, para la creación de autoempleo? Porque el autónomo tiene
una actividad, una profesión, por sus estudios, por las circunstancias
que vive, porque ha decidido emprender, pero ¿podría emprender desde el
ingreso mínimo vital? Me gustaría saber su opinión.
Muchísimas gracias y mucho ánimo, y estén seguros de que haremos todo lo
posible. Desde Ciudadanos estamos convencidos de que los autónomos
saldrán victoriosos de esta crisis.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Martínez.
Por Junts per Catalunya, tiene la palabra el señor Bel Accensi.
El señor BEL ACCENSI: Muchas gracias, presidente.
En primer lugar, quiero agradecerles a los tres su presencia aquí y que
nos traigan la voz de los autónomos. También trasladar a todos los
autónomos, a través de ustedes, nuestro agradecimiento, desde Junts per
Catalunya, por el trabajo hecho en circunstancias muy difíciles a lo
largo de los últimos meses. Y no solo a lo largo de los últimos meses,
porque el trabajador autónomo está al pie del cañón durante todo el año,
lo ha estado y lo va a continuar estando. Voy a ser casi telegráfico por
falta de tiempo y también quiero pedirles excusas porque voy a seguir sus
respuestas a través de streaming, ya que deberé ausentarme.
Voy a referirme a algunas cuestiones. El señor Amor ha dicho: hay
ayuntamientos que pagan a cuatrocientos días. Y yo voy a defender a los
ayuntamientos. Habrá algún ayuntamiento que paga a cuatrocientos días,
pero la mayoría de ayuntamientos están pagando dentro de unos plazos
razonables y mucho menores que en la crisis anterior. Aun así,
coincidimos en que el tema de la morosidad afecta a todos, afecta a las
pymes y afecta también a algunas grandes empresas, pero si a alguien
afecta es a los trabajadores autónomos, que son los más indefensos y los
que sufren un mayor periodo de pago. Nosotros en estos momentos tenemos
presentada una iniciativa legislativa para establecer un régimen
sancionador para la morosidad empresarial. Quisiéramos también conocer su
opinión.
El señor Abad ha dicho una verdad -nosotros llevamos tiempo
denunciándolo-: una parte de los avales ICO han servido para suplantar el
riesgo privado por un riesgo público y eso ha generado que no haya una
inyección de liquidez real. Venimos reclamando al ministerio que actué en
este sentido.
Respecto a algunas de las intervenciones, también de la señora Landaburu,
yo casi estaría de acuerdo con el señor Amor. Yo defiendo el trabajo que
han hecho las mutuas a lo largo de estos últimos meses. El problema que
usted me plantea es absolutamente real, pero esto lo hacen las mutuas
porque tienen el amparo legal de un real decreto. Lo que tenemos que
hacer es modificar este real decreto, porque es evidente que es absurdo
intentar justificar una pérdida del 75 % de tus ingresos mensuales en
quince días de parón. Pero eso genera lo que decía el señor Abad,
inseguridad jurídica, porque no sabes si a lo largo de los próximos
cuatro años va a venir alguien a reclamarte estas cantidades. Por tanto,
ahí nos queda trabajo pendiente por hacer a través de las enmiendas y,
obviamente, si lo pudiese hacer el Gobierno a través de un real decreto,
perfecto.
Hay algunas cuestiones que exponía la señora Landaburu y sobre las que
tendríamos interés en conocer la opinión de los tres comparecientes,
aunque sea por escrito a lo largo de los próximos días. Una cuestión es
el tema de la cotización a la Seguridad Social de acuerdo con los
ingresos reales. Estamos hablando de una Comisión para la Reconstrucción
a medio y largo plazo, y, por tanto, nos gustaría conocer su opinión al
respecto. Otra cuestión que, desde nuestra óptica, también está haciendo
mucho daño a los trabajadores autónomos es la economía sumergida. Hay
muchos tipos de economía sumergida, pero hay una economía sumergida que
es una competencia desleal absoluta respecto a los trabajadores autónomos
que están cumpliendo con sus obligaciones. Nos gustaría conocer también
su opinión sobre esta cuestión. Respecto a los demás temas, tomamos nota.
También nos consta el tema de los autónomos societarios.
Señor presidente, ya para finalizar y solo a beneficio de inventario, para
que quede constancia en el Diario de Sesiones de esta Comisión, yo soy
independentista, no me duelen prendas decirlo, pero llevo trabajando toda
la vida. No todos los independistas, como se ha dicho aquí, no han
trabajado nunca. Yo empecé a trabajar a los diecisiete años, he trabajado
en el sector privado, en el sector público, he sido autónomo, he creado
varias empresas, he creado muchos puestos de trabajo y también he estado
en el servicio público a lo largo de muchos años. No me gustan estas
referencias personales pero se nos ha acusado de que no hemos trabajado
nunca.
Muchísimas gracias y repito mis excusas. Voy a seguir sus respuestas por
streaming.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Bel.
El señor PRESIDENTE DE LA UNIÓN DE PROFESIONALES Y TRABAJADORES AUTÓNOMOS,
UPTA (Abad Sabaris): Presidente, una cuestión. El último AVE que hay a
Zaragoza se marcha en media hora. Me vais a perdonar, de verdad, que me
vaya, porque si no, no lo cojo y me tengo que quedar aquí hasta mañana.
El señor PRESIDENTE: Sí, la culpa ha sido nuestra por el retraso. Muchas
gracias por habernos acompañado, de verdad.
Por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú
Podem-Galicia en Común, tiene la palabra la señora Franco Carmona.
La señora FRANCO CARMONA: Muchas gracias, presidente.
Gracias también a los comparecientes, a los representantes de ATA, Uatae y
UPTA. Creo que es fundamental que hoy hayáis estado en esta Comisión para
la Reconstrucción. Nosotras nos tomamos esta Comisión como una referencia
principal para conseguir que, de esta crisis que ha traído la pandemia de
la COVID-19, salgamos más fuertes, salgamos más unidos y, sobre todo, con
una economía que no sea igual que la anterior, sino mejor; y no solamente
que la economía sea mejor, sino también que haya más derechos laborales,
tanto para los trabajadores y trabajadoras del régimen general como
también para los autónomos y para aquellas personas que, por desgracia,
se encuentran sin empleo y que, en muchas ocasiones, caen en una
situación de pobreza insuperable.
El colectivo de autónomos, como bien nos habéis recordado aquí, es uno de
los colectivos más maltratado de nuestra economía y también de las
instituciones y de nuestro Estado. Es muy bonito escuchar muchas veces
hablar a ciertas personas de las bondades del autoempleo, pero se olvidan
que cuando una persona se autoemplea carga con toda la responsabilidad y
con todos los riesgos. En la mayoría de los casos, la mayor parte de los
trabajadores y trabajadoras autoempleados o autónomas son trabajadores y
trabajadoras en unas condiciones muy precarias. Era imprescindible en
esta crisis hablar de los problemas reales y dejar de lado otras
referencias, como pasó en la crisis de 2008 con la prima de riesgo,
etcétera, que casi todo el mundo hizo un máster en economía y, sin
embargo, no se hablaba de los problemas reales de la gente. Creo que en
esta Comisión lo estamos haciendo y, por tanto, estoy agradecida de que
hayáis comparecido, pero también agradecida porque esta democracia les dé
por fin voz a los trabajadores y trabajadoras autónomos.
Habéis señalado cosas con mucho acierto como, por ejemplo, que el trabajo
autónomo después de la crisis de 2008, de la larguísima crisis que empezó
en 2008, fue el lugar refugio de mucha gente que se quedó sin trabajo.
Habéis señalado también, con mucho acierto, que precisamente esas medidas
de protección social para los trabajadores y trabajadoras autónomas y
para los trabajadores y trabajadoras por cuenta ajena son fundamentales,
precisamente, para que no se precarice más esa situación de los
trabajadores y trabajadoras que terminan tomando el trabajo autónomo como
refugio. El cese de actividad ha sido uno de los grandes aciertos de este
Gobierno, y la ampliación de ese cese de actividad, no solamente para
aquellos autónomos y autónomas que cesaban la actividad, sino también
para los que veían reducidos drásticamente sus empleos o sus ingresos. Es
cierto que no ha llegado a todo el mundo, como nos hubiese gustado. Esta
crisis ha sido sobrevenida, nadie la preveía; se han tenido que tomar
unas decisiones muy rápidas y que, en algunas ocasiones, no han llegado a
todo el mundo que nos hubiese gustado. Por eso es tan importante,
precisamente, ese diálogo social que está manteniendo el Gobierno con
todas las organizaciones sociales y, en concreto, ese diálogo social que
está manteniendo -y que debe seguir manteniendo- con las organizaciones
de autónomos para abordar la desescalada, pero también para esa llamada
nueva normalidad.
En concreto, quería que nos diesen propuestas a corto, pero también a
largo plazo, sobre cuestiones que han señalado y que son realmente
importantes y problemáticas. Por un lado, en la hostelería, sobre todo en
la pequeña hostelería, esa hostelería de menús o de tapas, qué medidas
concretas se pueden tomar para apoyar a esos autónomos y autónomas. Sobre
la morosidad ya han hablado, pero querría saber qué cosas concretas se
pueden hacer. Es cierto que la mayor parte de la morosidad está en las
grandes empresas, que se financian a través de los autónomos, que son los
que peor lo están pasando.
Pienso que son acertadas vuestras declaraciones en cuanto a hacer un
régimen sancionador con el objetivo de parar esta situación.
Sobre los avales ICO, ¿qué medidas se pueden poner en marcha para que sean
realmente efectivos? Y con estoy voy terminando. Es cierto que mucha
financiación con avales ICO no está llegando a los autónomos, pero
también es cierto que en muchas ocasiones es porque los bancos están
imponiendo cláusulas abusivas. Los bancos, que fueron los grandes
ayudados y financiados en la crisis de 2008, ahora deberían estar
poniendo de su parte.
Y por último...
El señor PRESIDENTE: En telegrama. Esto sí que en telegrama.
La señora FRANCO CARMONA: En telegrama.
Por último, si pudiesen darnos alguna idea más sobre la perspectiva de
género, que también ha sido muy acertada la referencia a esta cuestión...
El señor PRESIDENTE: Debe concluir.
La señora FRANCO CARMONA: Las mujeres somos las que ocupamos las
posiciones más precarias, también en el trabajo autónomo, y me gustaría
que hablasen de ello, igual que de la modificación del RETA.
Gracias.
El señor PRESIDENTE: Muy bien. Gracias, señora Franco.
Por el Grupo Parlamentario VOX, tiene la palabra el señor Espinosa de los
Monteros.
El señor ESPINOSA DE LOS MONTEROS DE SIMÓN: Muchas gracias, presidente.
Antes de empezar, me gustaría señalar que he tomado nota de una cosa que
ha dicho el señor Bel Accensi y quiero que conste en el Diario de
Sesiones. Ha dicho que no es verdad que ningún 'indepe', ningún
separatista haya trabajado nunca jamás; hay algún separatista que ha
trabajado alguna vez en su vida, y tomo nota de eso y queda constancia.
Doy las gracias a los ponentes, a los intervinientes de hoy. Creo que
España está todavía en deuda con los trabajadores autónomos por el papel
protagonista que tuvieron en la anterior recuperación; lo que arrancó en
2008 como una crisis tremenda, la empezamos todos a remontar porque
fueron precisamente los autónomos los primeros en comenzar a crear
empleo, y además potenciaron de manera extraordinaria su capacidad de
contratación. De hecho, en el mejor momento llegó a haber cuatro millones
de autónomos en España, si no me equivoco, y ese es un escenario que nos
gustaría que se repitiera en el futuro, que los autónomos fueran los
primeros en volver a generar empleo, en volver a generar actividad
económica y en volver a relanzar a España. Por tanto, esta Comisión para
la Reconstrucción creo que tiene una deuda con el pasado de los autónomos
y la esperanza de que vuelvan a tener ese papel protagonista.
Desgraciadamente, los autónomos son también los más sensibles a la hora de
perder dinamismo y confianza en la economía, y son los primeros que pagan
el pato cuando las cosas van mal, y es lo que estamos viendo hoy. Cuando
la economía estornuda, el autónomo es el primero que se constipa. Por
eso, la caída de la afiliación de los autónomos realmente no se inicia
con la crisis del COVID, sino que venía de un poco antes; la economía ya
venía arrastrando signos preocupantes de decrecimiento, aunque no todos
los políticos lo quieren reconocer, pero es verdad que finalizamos el año
pasado con el primer registro negativo de trabajadores por cuenta propia
desde la recuperación, y eso significa que algo ya no se estaba haciendo
bien antes de la crisis. En cualquier caso, como decía, este empuje de
los autónomos va a ser vital para volver a salir adelante en esta
recuperación, ya lo está siendo, ya están empezando a liderar la
actividad. Me parece que ha dicho el señor Amor que ya hay más de un 80 %
de autónomos que han comenzado su actividad y yo creo que eso es una muy
buena señal, aunque todavía no haya, desde luego, el dinamismo ni el
nivel de actividad que nos gustaría.
Cuando los autónomos se ponen a trabajar es cuando la economía empieza
realmente a arrancar. Por ello, queremos que haya más actividad y
queremos que se apoye más a los autónomos. En ese sentido, las medidas
que VOX ha venido proponiendo coinciden en gran medida con algunas de las
reivindicaciones históricas y con algunas de las nuevas. Nosotros pedimos
desde el primer momento que no se cobraran las cotizaciones de marzo y
abril, y no se nos hizo caso; hubiera sido un momento óptimo para
inyectar liquidez o, por lo menos, para no sustraer liquidez de un
sistema que ya estaba bastante endeble. Pedimos
desde el principio el aplazamiento de tributos e impuestos, y en este tema
tampoco se nos hizo mucho caso al principio. Llevamos pidiendo desde el
principio, desde hace años, la liquidación de IVA por el concepto de caja
y no por el concepto de devengo, que es una reivindicación clásica de los
autónomos y que los políticos que no han sido autónomos no pueden
comprender. Esto de que un autónomo tenga que adelantar el IVA que
todavía no ha cobrado es algo que no les cabe en la cabeza, porque no
entienden lo difícil que es salir a trabajar, no entienden lo difícil que
es salir a vender, y lo que resulta aún más difícil, que es cobrar, y
cuando no has cobrado pero tienes que adelantar impuestos es cuando mejor
lo entiendes. Aquí de eso hemos visto poco. Hemos pedido también una
tarifa plana para autónomos desde hace muchos años, y con más motivo hoy
estamos pidiendo que se rebaje la cuota de autónomos y que se establezca
una tarifa plana, por lo menos hasta finales de 2021, porque nos parece
que la recuperación no va a ser inmediata, sino que tardaremos bastantes
meses. Hemos pedido también adaptar en el futuro las cotizaciones a la
facturación de los autónomos, como tiene todo el sentido y como se ha
dicho aquí. Hemos pedido sistemáticamente una ley de segunda oportunidad
para que aquellas personas que han tenido un tropezón en la vida se
puedan recuperar. En otros países esos tropezones se consideran un
aprendizaje, se consideran un activo, se consideran algo que, aunque haya
sucedido de manera desafortunada, enriquece el conocimiento de la persona
que lo ha sufrido porque, probablemente, no caerá en los mismos errores
en el futuro.
Por último, el tema de la morosidad es una cosa que claramente hemos
defendido aquí siempre, y no solo por los ayuntamientos, sino porque las
administraciones públicas en general son muy malas pagadoras y, además,
se hacen trampas, porque cuando se habla de si se paga a trescientos o
cuatrocientos días, nunca es fecha a factura, sino a fecha del momento en
el que la Administración pública decide pagar. Es decir, que un autónomo
puede haber presentado esa factura cien o doscientos días antes y se
guarda en un cajón, y no digamos si hay cambio de ciclo y hay un nuevo
Gobierno que entra en el ayuntamiento, porque entonces se puede quedar
durmiendo el sueño de los justos.
En VOX, queremos agradecerles su actividad y queremos animarles a que
sean, como lo fueron la otra vez, los primeros que empiecen a recuperar
la actividad económica en España.
Y cerramos ya con una sola pregunta. Queríamos saber qué impacto les
parece que puede tener en el conjunto de la economía española y también
para los autónomos el previsible hachazo fiscal que está preparando este
Gobierno; si piensan que esa es una buena manera de recuperar la economía
española y, en caso contrario, qué tipo de impacto puede tener, como
digo, en la economía y en los autónomos.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Espinosa de los Monteros.
Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Echániz
Salgado.
El señor ECHÁNIZ SALGADO: Muchas gracias, señor presidente, y muchas
gracias a los comparecientes, al señor Amor y a la señora Landaburu, que
han permanecido hasta el final de la comparecencia.
Esta comparecencia se produce en un momento en el que el Banco de España
ha publicado nuevas previsiones económicas, con un escenario que dibuja
una caída de hasta el 15 % del producto interior bruto; dibuja un paro
cercano al 25 %, lo que significa una cuarta parte de nuestra población
activa, y anticipa además tres años de crisis. La OCDE dice que seremos
el país más afectado de toda la zona euro y nos sitúa a la cabeza de la
destrucción de empleo de todos los países de la OCDE, incluso más que
Italia. Eurostat dice que el primer trimestre vamos a terminarlo con una
destrucción diez veces mayor que la media de la Unión Europea en términos
de empleo. Por tanto, salimos de esta crisis, como es evidente, más
débiles, con más paro, con menos afiliados, con más pobreza, con más
problemas económicos y sociales, sin hablar de los políticos, causados
por la inestabilidad que ha generado este Gobierno, y -más allá de lo que
significan los datos económicos- con más de cuarenta mil muertos y un
récord en afectados y en profesionales sanitarios infectados. Es una
situación realmente complicada, ante situaciones políticas en las que se
anuncian derogaciones de reformas que la Comisión Europea, la OCDE o el
Fondo Monetario Internacional están diciendo que han sido no solo
positivas para España, sino que pueden ser una palanca para seguir
trabajando en la construcción de empleo y en el crecimiento económico de
nuestro país.
Los trabajadores autónomos y de las pequeñas y medianas empresas en
nuestro país suponen aproximadamente el 99 % de nuestro tejido
productivo, suponen además el 73 % del empleo. Los autónomos, más de
cuatro millones, generan una parte muy importante de nuestra economía
productiva
todos los días. Eso da una idea de la relevancia que tiene para el futuro
este sector y, por tanto, de la importancia que tiene para un Gobierno
darle soporte para que pueda colaborar en la construcción de empleo. Sin
embargo, en el año 2019, el incremento del número de trabajadores
autónomos ya se ralentizó, pasando de cerca de 50 000 a aproximadamente
14 500, es decir, se redujo una cuarta parte; en este ejercicio ya
estamos viendo, según los datos -creo que ha sido el señor Amor el que lo
ha dicho al principio de su intervención-, que en el primer trimestre
estamos en cerca de 41 000 autónomos menos y en cerca de 126 000
empleados de autónomos menos, es decir, aproximadamente 168 000 menos, y
ya veremos cómo evoluciona esta situación a lo largo de los próximos
trimestres.
Por tanto, me gustaría que profundizaran en la valoración de las medidas
adoptadas durante este tiempo por el Gobierno. No deja de sorprender que
haya algunos partidos que todavía hagan discursos adanistas y que crean
que los trabajadores autónomos nacieron con ellos. Yo lamento decirle a
la señora Martínez -intentaré abrirle los ojos sin quitarle mucha
ilusión- que yo ya era autónomo probablemente antes de que ella naciese,
porque es muy joven. Los trabajadores autónomos existen desde hace
décadas. El Estatuto de los Trabajadores Autónomos es del año 2007, pero
la primera vez que se regula a los trabajadores autónomos en nuestro país
es en el año 1970, aunque el autoempleo existe desde hace décadas en
nuestro país.
Quisiera que los comparecientes me resolviesen algunas preguntas
brevísimas que les quiero formular para profundizar en este asunto, que
me parece que es de extremada relevancia para la reconstrucción de
nuestro país.
En relación con la ayuda al alquiler, las noticias que tenemos es que solo
ha llegado al 2 % de los autónomos. Por tanto, el requisito de registrar
la baja censal en Hacienda ha sido un impedimento muy importante. Todo el
mundo sabe que si uno se da de baja en Hacienda, evidentemente, no puede
tener acceso a las ayudas por cese de actividad. Parece un contrasentido
que el Gobierno haya actuado de esta manera. Me gustaría conocer su
opinión sobre esta cuestión.
Por otro lado, ¿cómo están viviendo la afectación los empleados de los
autónomos que no han ingresado por los ERTE todavía? ¿Cómo está
funcionando la prestación extraordinaria por cese de actividad en
términos de demora? ¿Cómo está afectando a la calidad de vida, a la
estabilidad de los negocios, etcétera? ¿Cómo han vivido que cada domingo,
a las once de la noche, tuvieran que estar esperando al Boletín Oficial
del Estado para saber lo que tenían que hacer solo unas pocas horas
después en sus trabajos o en sus negocios? ¿Cómo está el ámbito de la
confianza?, porque, al final, la confianza es el combustible de la
economía, el combustible de la creación de empleo, del bienestar de una
sociedad. ¿Cómo se está viviendo, en estos términos, especialmente cuando
se anuncian instrumentos que han sido muy positivos para el empleo? ¿Cómo
funcionan las líneas de avales del Estado vía ICO? Creo que alguno de
ustedes ha puesto de manifiesto que harían falta nuevas líneas, de 50 000
más 20 000 millones de euros más, para dar soporte a los autónomos.
Respecto a la tarifa plana, ¿cuánto, para cuántos y hasta cuándo? Esos
serían los elementos que podrían abrirnos los ojos sobre su posición en
estas cuestiones tan importantes para la Comisión. En definitiva, nos
gustaría que valoraran todas estas medidas.
Agradecemos su presencia hoy aquí, porque entendemos que apoyar a los
autónomos es apoyar al empleo de este país. Muchísimas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Echániz.
Para finalizar, por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la
señora Perea i Conillas.
La señora PEREA I CONILLAS: Gracias, presidente. Intentaré ser breve.
Después de esta jornada en la que han comparecido todos los sectores,
desde el sector empresarial hasta el de ustedes ahora, creo que podemos
sacar una conclusión clara, y es que estamos todos en el mismo barco. En
este sentido, déjenme que haga un comentario previo. Yo creo que nunca se
ha puesto a disposición de la economía española -y lo ha dicho el señor
Abad- una cantidad tan importante de recursos económicos. Efectivamente,
hay luces y sombras. Estamos hablando de tres meses. Quiero que seamos
todos conscientes de que desde el día 23 de abril, tan solo nueve días
desde el Decreto del estado de alarma, el Gobierno empezó ya a funcionar
con ingentes reales decretos que han permitido implementar acciones
urgentes, porque no estamos en una situación normal, como han dicho
todos, estamos en una situación de pandemia, donde lo urgente es proteger
la salud de las personas y la actividad productiva. Evidentemente, se han
tenido que adoptar medidas duras, como el confinamiento, como la
hibernación, pero nadie discute que estas medidas eran necesarias,
primero, porque han salvado
vidas y, después, porque nos han permitido sostener la actividad
productiva, con dificultades, claro que sí, pero es que no es una
situación normal. Por tanto, hemos de enmarcar la situación en la que
estamos. Los objetivos eran garantizar las rentas y la liquidez a las
empresas y aliviarlas de gastos recurrentes para mantener el empleo y la
actividad productiva, para que no cayeran las empresas ni los empleos.
Evidentemente, los autónomos son un sector clave, tienen un peso
específico. Si nos comparamos con la Unión Europea, en nueve días el
Estado español dio la mayor protección a los autónomos: un 45 % estaban
protegidos; el 35 % era la media europea. Ese es un signo a tener en
cuenta. Evidentemente, hemos de mejorar, porque hay 3,2 millones
personas, con cara, con ojos, con nombres y apellidos y que tienen detrás
a sus familias, pero es importante dejar constancia de este grado de
protección en una situación excepcional. ¿Por qué? Porque en otras crisis
hemos vivido cómo se estrangulaba la economía y, en esta ocasión, se ha
sido expansivo en la protección de las vidas y de las familias.
Evidentemente, queda mucho camino por delante. Las cotizaciones por
ingresos están encima de la mesa. Es una grave anomalía que los autónomos
no coticen por los ingresos reales. Esta es la voluntad del Gobierno de
coalición, por tres razones: porque mejora su protección, que es un punto
muy importante; porque abundará en la equiparación de los regímenes que
el Pacto de Toledo recomienda insistentemente, -decía la señora
Landaburu: recomendación tras recomendación- y, efectivamente, ese es el
camino que vamos a consolidar, y porque mejorarían los ingresos de la
Seguridad Social.
Aquí quiero recordar que, con el ministerio en manos de la ministra
Valerio, hubo un acuerdo muy importante en la mejora de la protección de
los autónomos: el cese de actividad. ¿Qué lo hemos de mejorar? Por
supuesto, estas y muchas otras cuestiones, y para esto el diálogo social
es básico. Y yo creo que, en esta breve legislatura que llevamos, el
acuerdo del salario mínimo interprofesional, por la ministra Yolanda
Díaz, o los ERTE son acuerdos importantes que generan confianza.
Y, fíjense, algún compareciente ha dicho: Por favor, a ver si de esta
sala, de esta Cámara, sale un acuerdo. Ayer hubo un acuerdo muy
importante con el Grupo Republicano, que presentó una iniciativa; el
Grupo Socialista hizo una enmienda transaccional y se acogieron todos los
grupos, menos el Partido Popular, que no lo entendemos. ¿Por qué no se
acogen a algo tan importante como es poner los puntos encima de la mesa y
llegar a acuerdos? ¡Si lo están diciendo ustedes! Oiga, estas medidas nos
han servido para ahora, pero necesitamos más. Valoremos y acordemos.
Voy acabando, fíjense, han hablado de diferentes colectivos, y estamos de
acuerdo. Los feriantes, por ejemplo, son un colectivo que se ha quedado
descolocado; y ahí hablaban de los mutualistas que están acogidos a una
mutualidad alternativa. Pero, fíjense, es el ejemplo claro -y acabo- de
por qué el sistema de protección social y el sistema de pensiones es
importante y también su cotización. Por eso, lo de las tarifas planas, yo
no lo veo claro. El ejemplo claro de los mutualistas alternativos es que,
si hubieran cotizado en el RETA o tuvieran el riesgo cubierto por la
mutualidad, hoy estarían protegidos. El Grupo Socialista ha presentado
una iniciativa para que el Gobierno dé una respuesta a este colectivo,
porque, efectivamente, está desprotegido, y esperamos una respuesta por
parte del Gobierno. Es el ejemplo claro de por qué hemos de cotizar, no
solo por la mejora de los ingresos, sino, desde luego, por la mejora de
la protección de los autónomos. Como decía la señora Landaburu, si en vez
de cotizar por la mínima, el 90 %, cotizaran un poquito más, seguramente,
se verían mejor protegidos.
El señor PRESIDENTE: Señora Perea, debe concluir.
La señora PEREA I CONILLAS: Acabo, presidente.
El diálogo social y el acuerdo son muy importantes y la lealtad es básica,
la lealtad de los agentes económicos y sociales y, evidentemente, la
lealtad del resto de grupos políticos.
Muchas gracias por su comparecencia. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Perea.
Para dar la respuesta o hacer las consideraciones oportunas, voy a dar la
palabra a los comparecientes, pero no sé si es justo hacerlo en el orden
inverso para que no siempre uno pise los argumentos y las respuestas del
otro. Así que tiene la palabra la señora Landaburu.
La señora REPRESENTANTE DE LA UNIÓN DE ASOCIACIONES DE TRABAJADORES
AUTÓNOMOS Y EMPRENDEDORES, UATAE (Landaburu Carracedo): Muchas gracias.
La ilusión que me hace y es la primera vez que me pasa. Este mundo es
bastante de hombres y no suelen cederte el paso, que ya lo iremos
ocupando nosotras, pero muchísimas gracias, en serio.
Creo que la primera intervención ha sido de la señora Martínez Granados.
Yo le agradezco mucho la consideración que hace de los autónomos como
héroes y heroínas, pero le aseguro que no queremos serlo. Queremos ser
trabajadores como los demás, con nuestros derechos, ciudadanos de
primera; queremos ser jubilados no pobres, que es lo que somos ahora;
queremos ser capaces de cuidar a nuestros hijos. Lo que hay detrás del
mito del heroísmo es sacrificio, esclavitud y malas condiciones. Nosotros
queremos ser ciudadanos como los demás. No somos ni mejores ni peores, se
lo aseguro; usted quizá sí lo sea, porque veo que me dice que no. A lo
mejor, su experiencia es que usted es mejor, pero yo le aseguro que me
siento exactamente igual que usted o que cualquier otro trabajador. Pero,
vamos, le agradezco sus palabras.
Respecto a las tarifas planas, como ha salido en las distintas
intervenciones, ya se lo digo: estamos absolutamente en contra. Es que no
puede ser; no puede ser que, sin analizar si las necesitas o no,
cualquiera pueda no cotizar a la Seguridad Social, porque la Seguridad
Social es el elemento básico del bienestar y está previsto para cuando
las personas lo necesitan, y, para eso, ha de dotarse de recursos
suficientes. Por tanto, ayudas, pero no tarifa plana. Y el que no pueda
cotizar, pues que no cotice; una tarifa simbólica: 5 euros, 2,3,1 euro,
no lo sé, porque habrá mucha gente que, desgraciadamente, no pueda, que
ya no podía: jóvenes, personas que caían en un bache, etcétera. Pero
¿porque sí tarifas planas? ¿Saben lo que significa eso? ¿Sabe, señora
Martínez Granados, lo que supusieron las políticas de tarifas planas?
Empobrecimiento del sistema y empobrecimiento y precariedad de las
personas que estábamos y estamos acogidas a este régimen. Por tanto, de
lo que se trata es de cotizar por los ingresos reales. Mire usted, si uno
no tiene y no puede, cotiza menos, y según vaya pudiendo, cotiza más.
Así, efectivamente, como ha dicho la señora Perea, todos estaremos más
protegidos -todos, porque el que pague más estará también más protegido-
y podremos atender las contingencias que desgraciadamente la vida trae y
que colocan a los ciudadanos y a los autónomos, en este caso, en
situación de debilidad.
Respecto al ingreso mínimo vital, claro que es una enorme medida que yo
aprovecho para agradecerles, pero los autónomos no queremos cobrar el
ingreso mínimo vital, si es posible, lo que queremos cobrar son
prestaciones. Hablaba usted de su madre -no recuerdo exactamente,
disculpe, si eran veinticinco o treinta años de trabajo-; naturalmente
que su madre merece una prestación, no un ingreso mínimo vital. (La
señora Martínez Granados: No va por ahí. Era al revés). Bueno, bien, no
la habré entendido, disculpe. La medida es buena, pero, fíjese, el otro
día -no sé si han tenido ocasión de verlo, pero les animo a que lo hagan-
salía precisamente una autónoma de temporada, una artesana de Ibiza, que
grababa un vídeo sobre esto y además se lo dirigía a sus señorías, y les
decía: Gracias por lo del ingreso mínimo, pero, por favor, yo lo que
quiero es que me dejen que me dé de alta, que me dejen seguir cotizando
estos meses y recibir alguna prestación, y que el ingreso mínimo vital se
lo dejen a otras personas que, por sus circunstancias personales, no han
podido cotizar o no pueden incorporarse al mercado laboral.
Los préstamos ICO. Yo creo que todos tenemos la experiencia, todos hemos
oído, todos hemos visto. Nosotros abrimos un buzón de denuncias y lo que
vimos es lo que vemos y lo que sabemos: Han aprovechado para colocar
otros instrumentos financieros y han aprovechado para refinanciar a sus
buenos clientes. El problema aquí, en mi opinión, es que se les ha dejado
demasiada libertad. Ellos pueden decidir cuáles son los criterios de
riesgo, ellos pueden decidir los intereses, ellos pueden decidirlo todo
y, además, ni siquiera sabemos qué es lo que están haciendo, porque,
fíjese, señora Martínez Granados, resulta que comunican al ICO las
operaciones que aprueban, pero no las que deniegan. Nos encontramos
-supongo que mis compañeros también lo habrán visto- con que hay un
montón de personas a las que ni les contestan. ¿Qué soluciones se nos
ocurren a nosotros? Se lo hemos pedido al Gobierno, pero,
lamentablemente, todavía no se ha producido esa situación: que el aval
que otorga el Estado sea del cien por cien para que por lo menos no
tengan esa excusa del riesgo, y luego, vigilancia. Oiga, que tengan que
dar cumplido informe de qué aprueban y de qué deniegan, y a los que
denieguen porque sí y se estén inventando cosas y estén derivando a la
gente, a esos se les saca de los acuerdos, digo yo ¿no? Parece que podría
haber, no lo llamaría yo un mínimo régimen sancionador, pero sí
consecuencias, porque, si no, van a seguir haciendo tapón y lo vamos a
necesitar.
El señor Bel hablaba de las mutuas. Igual yo no me he expresado bien. Las
mutuas es verdad que empezaron poniendo problemas. Cuando el Gobierno
empezó a remitir -el Ministerio de Seguridad Social en este caso-
instrucciones, fueron agilizando el pago de las prestaciones y lo han
venido haciendo ahora ya con cierta normalidad. El problema es que se han
ido normalizando poco a poco para pagar, pero han empezado
rapidísimamente a pedir a la gente que lo devuelva, y además con unos
escritos que a nosotros nos parecen amenazadores. Le dicen a la gente:
asegúrese usted -tache la casilla tal- de que va a poder demostrar
fehacientemente... Pero, oiga, si soy un trabajador de módulos. Claro, la
gente se asusta. El otro día un taxista de Barcelona me decía: Yo tengo
un informe del ayuntamiento y de la Generalitat -creo- que dice que la
actividad se ha paralizado y que solo hemos podido cumplir un 30 %.
Claro, pero ya no sé si esto es suficiente o no, porque me dicen:
fehacientemente. Por favor, la de gente que ha llamado a los programas de
radio, de televisión, que nos llama a las organizaciones. No deberíamos
estar perdiendo ni un minuto en esto. Es una prestación mínima para
atender una situación de necesidad, por favor. Por tanto, les decía que
algunas mutuas están utilizando unas prácticas persuasivas, desde luego
nivel maestro, y están generando estrés, tensión y angustia en personas
que no lo merecen.
A la señora Franco también le digo un poco lo mismo, lo del heroísmo, no;
trabajadores y trabajadoras con derecho es lo que queremos ser. Luego, la
protección -lo hemos repetido todos y lo diremos- tiene que extenderse
también, al igual que se extiende para las empresas o para los
asalariados, a quien lo necesite. Creo que las políticas tienen que
discriminar y huir de las tarifas planas.
Lo de los avales creo que lo he contestado con anterioridad. Hay una
cuestión financiera que también le planteamos a la vicepresidenta
económica y en la que nos gustaría que nos ayudaran, y es la siguiente:
los préstamos, los instrumentos financieros, como leasing o renting,
vinculados a la actividad. El objetivo sería que se estableciese una
moratoria en el pago de las cuotas periódicas que se producen todos los
meses por este tipo de préstamos vinculados a la actividad hasta donde se
extiendan las ayudas: en septiembre o en diciembre. Porque -ahora hablaré
de los alquileres-, ¿ustedes se imaginan al que reciba -si la puede
recibir- una prestación mínima, pagando el alquiler -la mayoría de los
autónomos desarrollamos las actividades en locales alquilados-, pagando
la maquinaria, el vehículo, el taxi, el camión o la máquina de hacer
pasteles? Es que es muy difícil. En este caso, el Estado no tendría que
poner más dinero, simplemente se retrasaría el cumplimiento; es una
moratoria a la finalización del compromiso bancario. Nos gustaría que lo
analizaran, que lo valoraran y, si lo ven adecuado, que nos apoyaran en
esa dirección, por favor.
Respecto a las políticas de género, tenemos ya experiencia de cuáles son
las políticas que funcionan, que desgraciadamente no son más que las de
discriminación positiva. Desde luego, una protección social suficiente.
Mi vida es muy aburrida, pero lo voy a volver a decir: yo no pude tener
descanso de maternidad con ninguno de mis tres hijos, con ninguno. Eso ha
ido mejorando, pero no lo suficiente. Si eres un profesional -alguna de
sus señorías será abogado como yo y sabe lo que es tener que ir a juicio,
tener que atender a los clientes, tener y tener y tener-, es necesario
garantizar mínimamente que eso se pueda paralizar. Voy terminando.
Prioridad en la contratación pública, en los consejos de administración
de las empresas. Las políticas de género las conocemos y solo se trata de
ponerse a ello, analizar el colectivo y establecer un plan de ingreso y
de desarrollo de las trabajadoras autónomas. Estaba pensando ahora
-supongo que lo conocen, porque habrán visto las cifras de los ERTE- que,
aunque las mujeres todavía estamos un poquito por debajo en el empleo con
respecto a los hombres, las que más hemos ido a los ERTE hemos sido
nosotras y las que menos nos hemos incorporado a la hora de la
reincorporación hemos sido nosotras. El siguiente salto en esto es el
trabajo autónomo. Si no tienen preparación, si no tienen financiación y
si no saben lo que van a hacer, lo siguiente de lo siguiente es la ruina.
Por favor, les rogaría que pusiéramos los ojos en esto.
En cuanto al RETA, tiene que cambiar, porque no encaja ni en la
Constitución ni en los sistemas de nuestro entorno de protección social
ni siquiera en el sentido común de que cada uno elija lo que quiera
cotizar y que pueda cotizar lo mismo la señora Botín que yo o que un
rider. Naturalmente, esto es una anomalía democrática.
El señor Espinosa de los Monteros creo recordar que ha hablado de la
segunda oportunidad. Les agradeceríamos mucho que reflexionaran sobre
esto, porque la Ley de segunda oportunidad que se aprobó no ha llegado a
tener el efecto deseado, a nuestro juicio, porque no se han comprometido
Hacienda y Seguridad Social. Ustedes saben bien que en muchas ocasiones
los principales acreedores de los autónomos son Hacienda y Seguridad
Social, que además no paran. Todavía con un banco puedes transaccionar,
renegociar, pero Hacienda cuando va a por ti -no lo quiero expresar así-,
cuando inicia el procedimiento de recaudación ejecutiva, eso suele
terminar muy mal. Además, no estamos inventando la Coca-Cola, tenemos el
modelo francés y hay muchos modelos que permiten lo que usted decía, que
tener deudas y que tu actividad vaya mal no sea la muerte civil, y en
este país efectivamente lo es.
Lo de los arrendamientos y los préstamos, creo que ya se lo he comentado.
Lo de los arrendamientos es verdad, no está funcionando, porque la
filosofía de las medidas que se han establecido es el acuerdo entre las
partes, y a veces se produce y a veces no, y no se está produciendo
mucho, sobre todo en el caso de los grandes tenedores. Deberíamos buscar
una solución parecida a los arrendamientos de locales de vivienda y
obligarles automáticamente a que elijan entre una reducción o una
moratoria, un aplazamiento de cierta entidad para poder ir asumiendo esta
situación. Y en el caso de los pequeños tenedores, que también son
personas que pueden estar viviendo de esto, son importantes las ayudas
directas, al igual que en el caso de la vivienda, desde préstamos ICO
hasta que las administraciones vuelquen ahí una cierta cantidad para
hacerlo posible; para quien lo necesite, por supuesto, porque habrá
actividades que hayan ido bien y que, por tanto, no lo necesitan.
Preguntaba usted por el impacto fiscal. Aquí, qué quiere usted que le
diga, si se prevé una reforma fiscal que consiste en lo que le decía yo
antes, en que en España no pague lo mismo un taxista que Uber y que no
pague lo mismo un comerciante que Amazon, pues naturalmente que
necesitamos una reforma fiscal, y si eso es un palo, tiene que serlo,
pero tiene que ser un palo para quien lo pueda llevar a efecto; no para
las pequeñas empresas, no para los autónomos, no para los trabajadores,
sino para quien en estos momentos está haciendo su agosto, que lo
sabemos, y además con políticas de tierra quemada, que cuando les parezca
se irán de aquí y dejarán deudas con la Seguridad Social. Tenemos aquí
los ejemplos que todos conocemos de estas últimas semanas, de Nissan,
etcétera. Eso lo tenemos que intentar evitar.
Señor Echániz Salgado, lamento no compartir la posición sobre la reforma
laboral. No sé qué estudios ha visto usted, pero si nos referimos a
aquella reforma que dijo el ministro entonces, muy dura, durísima en el
Eurogrupo, pues fue muy dura durísima para los trabajadores, y si es
posible esta vez, vamos a intentar que los trabajadores pasen y pasemos
este trago en las mejores condiciones de dignidad, sin precarizar el
mercado laboral, sin abaratar el despido, sin convertir esto en un erario
de desregulación y de temporalidad, que se va a convertir en endémica si
no la cambiamos cuanto antes. Yo abogo por que el cambio, la derogación
de la reforma laboral sea cuanto antes, construyendo un modelo social,
como trataba de explicarle anteriormente, que fuera protector de todos
los trabajadores, incluidos nosotros, si puede ser.
Ya he contestado sobre la ayuda al alquiler. Ha preguntado por algunas
reflexiones generales, por ejemplo, sobre la prestación por cese de
actividad. Es obvio que ha funcionado, como es obvio que no ha
considerado todos los supuestos y como es obvio también que estamos en
una situación de pandemia, o sea, que las cosas pueden salir mal y se
deben rectificar. Se debe rectificar lo que decíamos respecto de los
autónomos de temporada, se debe rectificar la prestación del mes de
marzo. Fíjense ustedes, yo no había caído, pero el otro día el Consejo de
Colegios de Agentes Comerciales me llamó y me contó que ellos no pueden
acceder a la prestación porque facturan trimestralmente, por lo que en
marzo resulta que han cobrado las facturaciones de diciembre, a la sazón
Navidad, con lo cual ninguno ha podido cobrar ni en marzo ni en abril.
Bueno, pues habrá que contemplar estos colectivos, porque habrá agentes
comerciales que hayan podido funcionar -por ejemplo, los sanitarios-,
pero ha habido otros, como ya se imaginan ustedes, que no.
El señor PRESIDENTE: Tiene que finalizar.
La señora REPRESENTANTE DE LA UNIÓN DE ASOCIACIONES DE TRABAJADORES
AUTÓNOMOS Y EMPRENDEDORES, UATAE (Landaburu Carracedo): De acuerdo.
En cuanto a la confianza, yo creo, señorías, que aunque nos separen
posiciones y determinadas maneras del ver el mundo, la confianza la
tenemos que recuperar, la tenemos que tener, no solo en el Gobierno, sino
también en ustedes. Nosotros queremos su compromiso, queremos creer en el
resto de los actores, pero también les ruego que crean en nosotros,
porque vamos a seguir trabajando; queremos que crean en las propuestas
que les hacemos, que no son de contenido político, sino exclusivamente de
contenido social, para intentar mejorar las condiciones de nuestra gente
y del resto de la sociedad. Yo personalmente, como representante del
colectivo, les aseguro que tenemos plena confianza en ustedes y estoy
segura de que van a hacer lo mejor posible para que salgamos adelante.
Finalmente, a la señora Perea, le tengo que decir que sí, que claro que se
ha establecido un escudo social muy importante y que hay que intentar
seguir manteniéndolo y que hay que intentar recoger la experiencia de
2008 para mantenernos en una posición de sostenimiento de rentas, de
sostenimiento de
empresas, de empleo, de autoempleo. Hay que seguir por esta línea,
dialogando, viendo los errores, avanzando en esta dirección, y seguiremos
aquí, en el seno del diálogo social.
Decía el señor Echániz -para que vea que no en todo estamos en desacuerdo-
que cómo veíamos lo de acostarnos leyendo el BOE. Pues mal, claro, mal,
pero me imagino que los que lo estaban redactando estaban peor y los que
lo estaban negociando, que en muchos casos serían ustedes, también. O
sea, que son momentos... (El señor Echániz Salgado: No, nosotros no).
Bueno, pues usted no. Mal hizo, mal hizo. (La señora Borrego Cortés: No
nos han dado juego). Bueno, pues mal hicieron, quien fuera. Además, yo no
creo en la culpa, pero en el arrepentimiento sí, fíjese usted, señor
Echániz. Creo en el arrepentimiento. Dicho esto, estamos en una situación
muy complicada. Yo recuerdo esa noche del BOE. Tenía un programa de
televisión, concretamente en La 1, a las nueve de la mañana y me quería
morir, porque además entendía poco o por lo menos yo lo entendía poco,
pero insisto en que me imagino que quien lo redactó lo pasó peor. En este
contexto, todos tenemos que hacer -ahora sí que termino- lo mejor que
podamos y dar lo mejor de nosotros mismos.
Muchísimas gracias, de verdad, por todas sus preguntas y por escucharme
con paciencia y al presidente sobre todas las cosas.
El señor PRESIDENTE: No, no, ha estado muy bien.
La señora REPRESENTANTE DE LA UNIÓN DE ASOCIACIONES DE TRABAJADORES,
AUTÓNOMOS Y EMPRENDEDORES, UATAE (Landaburu Carracedo): Gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Landaburu.
Señor Amor.
El señor REPRESENTANTE DE LA FEDERACIÓN NACIONAL DE ASOCIACIONES DE
TRABAJADORES AUTÓNOMOS, ATA (Amor Acedo): Gracias, presidente.
Voy a ser muy breve. Voy a hablar de autónomos. A lo largo de estos
minutos ustedes han hecho una serie de reflexiones, pero permítanme que
no me refiera a nadie y que, en primer lugar, haga una reflexión general.
Prácticamente, todos los portavoces que han hablado han señalado la
morosidad y yo quiero hacer una reflexión. Si en este país no se ha
mejorado la Ley de morosidad, a lo mejor hay que analizar por qué las
iniciativas legislativas tardan tanto en tramitarse. El Real Decreto
8/2020 se iba a tramitar con carácter de urgencia como proyecto de ley y
los feriantes están esperando desde hace mucho tiempo las enmiendas
presentadas. Esto se lo traslado a ustedes como una reflexión. Si ahora
tenemos que esperar a adecuar las cotizaciones a los ingresos, teniendo
en cuenta el tiempo que han tardado otras iniciativas legislativas, por
el camino se queda un reguero de autónomos. Solo les voy a decir una
cosa, porque es bueno refrescar la memoria. Entre 2008 y 2012 se
perdieron cuatrocientos mil autónomos. En 2012 se impulsó la tarifa plana
y a finales de 2012 fue la primera vez que los autónomos empezaron a
crecer. Yo no hablo de una tarifa plana generalizada, sino de una tarifa
plana para el momento actual, un momento en el que los autónomos no
tienen liquidez. Esta crisis le ha costado a los autónomos 19 000
millones de euros -19 000 millones de euros-, en torno a 6000 euros por
autónomo. Las ayudas de la prestación extraordinaria por cese actividad
ascienden a 5000 millones de euros y el resto son préstamos y moratoria
que hay que pagar. Hay que pagarla, señores. Hoy es una alegría, pero
mañana hay que pagarla y, cuando haya que pagar esa moratoria, va a venir
también la cuota de 283 euros. Aquí hay dos cosas: o esperamos a tener y
a adecuar la cotización por los ingresos reales -en la legislatura pasada
se creó una subcomisión que no concluyó los trabajos- o lo arreglamos
para que los autónomos en estos momentos no se vean abocados a darse de
baja y a trabajar en la economía sumergida, que, francamente, es la que
hay.
El señor Bel ha dicho que esto lo iba a ver, pero es que ya no me quiero
referir a los ayuntamientos, que pagan todo en cuatrocientos días. Ahora,
sí digo una cosa. Según los últimos datos publicados por Hacienda, los
ayuntamientos prácticamente triplican lo que establece la ley y las
comunidades autónomas de media tampoco están en lo que dice la ley, que
habla de treinta días. Como comprenderán, lo que no se puede hacer es
obligar a los ciudadanos a cumplir la ley mientras que las
administraciones miran hacia otro lado, y no hacen lo que tenemos que
hacer. No parece muy lógico, porque si una determinada empresa ve que a
un ayuntamiento o a una comunidad autónoma no le pasa nada por no pagar o
por no cumplir la ley, dirá ¿y por qué tengo yo que cumplirla? Cuidado.
Creo que el ingreso mínimo vital es compatible. Ya hay autónomos que
pueden compaginar el cobro del desempleo con el emprendimiento. Pues creo
que sería importante que el ingreso mínimo vital fuera compatible con el
inicio de una actividad. Creo que sería importante, porque la mejor ayuda
que podemos dar a una persona que esté cobrando el ingreso mínimo vital
es un itinerario para que trabaje, o por cuenta propia o por cuenta
ajena. Yo creo que ese tiene que ser el objetivo.
A mí sí me preocupa la economía sumergida, claro que me preocupa, porque
es una competencia desleal con los que a duras penas pagan sus impuestos
y sus cotizaciones. Si ustedes preguntan ahora mismo a la mayoría de los
autónomos -pueden hacer ustedes una encuesta o la puede hacer el CIS-
cuál es su principal preocupación, y no digo en estos momentos
coyunturales, ¿saben lo que les va a contestar la inmensa mayoría? La
competencia desleal de la economía sumergida, aquellos que están
trabajando, que hacen una actividad profesional sin pagar cotizaciones y
sin pagar impuestos. Lo ha dicho el señor Garamendi aquí, tenemos una
tasa de economía sumergida del 24 %. No todos pagamos impuestos.
A la pregunta de qué haría para la hostelería y para otros sectores, de
momento lo más necesario y urgente es prorrogar los ERTE antes de que ese
hostelero se vea obligado a cerrar o a tener que despedir porque no pueda
pagar esas nóminas. Ahora bien, insisto en lo que he dicho antes. Con los
ERTE, cuando se quieren focalizar en un sector, nos puede pasar lo que
nos ha pasado, por ejemplo, con las lavanderías, que han sido
consideradas actividades esenciales. Pues sepan ustedes que hay pequeños
autónomos que tienen una lavandería que trabaja para dos o tres hoteles,
pero como era una actividad esencial se les ha denegado el ERTE por
fuerza mayor, y ahora mismo no pueden aguantarlo. El problema de los
CNAE, como se ha dicho aquí, es que hay muchísimos CNAE, hay mucha
actividad.
¿Saben ustedes lo que nos ha pasado con las floristerías? Las floristerías
en sus CNAE tienen también venta de comida de animales, y esa era una
actividad esencial, por lo que les estaban denegando la prestación por
cese de actividad, porque no estaba contemplado, era de los CNAE que no
estaban contemplados como una causa de cierre de fuerza mayor, y estaban
todas las floristerías cerradas. Hay escritos de las policías locales.
Ese es el miedo que me da cuando se habla de sectores. Es verdad que
todos somos conscientes de que hay sectores más perjudicados, pero un
fotógrafo, un reportero -aquí han entrado un par de ellos-, ahora mismo
tienen actividad, pero el fotógrafo de bodas, bautizos y comuniones no
tiene actividad. ¿Qué pasa? ¿Que dejamos a los fotógrafos fuera porque
unos tienen actividad y otros no? No, tenemos que vincular esa pérdida de
actividad.
Para mí esta crisis se ha presentado para todos sin manual de
instrucciones, y nosotros los primeros. Ahora bien, yo tengo que decir
que las medidas que se han adoptado, supongo que con la mejor voluntad,
al principio han carecido, por lo menos con la organización que yo
represento, que es la mayoritaria -nos medimos todos los años desde el
año 2012 y representa el 53 % de los autónomos españoles-... (La señora
Landaburu Carracedo, representante de la Unión de Asociaciones de
Trabajadores, Autónomos y Emprendedores, Uatae, pronuncia palabras que no
se perciben). Nos medimos todos los años, María José, artículo 22 del
estatuto, basta leerlo, no vamos a cambiar, fue aprobado aquí por
unanimidad. (La señora Landaburu Carracedo, representante de la Unión de
Asociaciones de Trabajadores, Autónomos y Emprendedores (Uatae): Se hizo
una vez y no se volvió a hacer, como tú sabes). Pero fue aprobado aquí
por unanimidad. Yo no voy a decir a los representantes del pueblo.
Mientras las leyes estén como estén... ¿Que hay que cambiarlas? Pues
inicien ustedes el modelo para cambiarlas, pero ahora mismo la
representatividad de las organizaciones se mide por el artículo 21 del
Estatuto del trabajo autónomo. Pero a partir de ahí...
El señor PRESIDENTE: Un momento. Dejemos esta controversia y avancemos.
El señor REPRESENTANTE DE LA FEDERACIÓN NACIONAL DE ASOCIACIONES DE
TRABAJADORES AUTÓNOMOS, ATA (Amor Acedo): Esté tranquilo, que no voy a
entrar en ese tema porque nosotros lo que vamos a hacer es respetar
siempre la legislación vigente que salga de estas cámaras legislativas, y
la ley establece lo que establece.
Nosotros también nos hemos equivocado, y también hemos visto que en esta
crisis en muchas ocasiones hemos tenido que tomar decisiones que a lo
mejor no han sido las adecuadas. Ahora bien, lo que echamos de menos es
la falta de diálogo al inicio de todo. Luego lo ha habido, ha habido
correcciones, se ha mejorado. Pero también digo una cosa, desde el mes de
abril -y estamos ya en junio, cuando se han suspendido todas las ferias
de España-, ¿no se ha podido solucionar la vida a doscientas mil familias
que son feriantes y que ya no están en la caravana de feria en feria? A
veces los trámites
parlamentarios, presidente, son muy lentos. Si en este país no se ha
arreglado la morosidad es porque ustedes no se han puesto de acuerdo
cuando aquí se había presentado una Ley de morosidad. Y es así; y si no
se da solución a los feriantes o a otras cosas del Real Decreto 8/2020 es
porque todavía está en trámite de enmiendas, aunque se va a tramitar por
vía de urgencia. Esta reflexión la hago porque no solamente lo pienso yo,
sino creo que lo piensan muchos ciudadanos y todos estamos para
enriquecer las cosas.
Concluyo. La confianza es fundamental. Alguien preguntaba sobre el tema de
los impuestos. Yo coincido con lo que ha dicho el presidente de la CEOE.
Creo que ahora tocan unas cosas y ya llegará el momento de otras, pero
hay que construir el país y hay que construir la economía. Quizá haya que
aumentar en estos momentos la deuda y el gasto, pero no creo que sea
momento de subir impuestos. Sí creo que hay que tomar medidas fiscales
cuando llegue su momento para recuperar la economía, pero, cuidado,
mientras que otros países están bajando el IVA a la hostelería, y están
reduciendo el impuesto sobre sociedades -como nuestros vecinos de
Portugal-, llegar aquí ahora y empezar a hablar de subida de impuestos
puede ser un problema para la confianza y para la inversión en nuestro
país. Y no olviden una cosa, los autónomos vivimos del consumo, de la
actividad que tiene el consumo y, desde luego, para eso es fundamental la
confianza. Cuando se genera confianza, hay actividad. Cuando hay
actividad, a los autónomos nos va bien. Y por eso es tan importante la
confianza.
Muchas gracias, presidente, y gracias por invitarnos.
El señor PRESIDENTE: En nombre de la Comisión les damos las gracias a la
señora Landaburu, al señor Amor y al señor Abad -que se ha tenido que ir-
por traernos la voz plural, como hemos visto, pero también las
preocupaciones, las urgencias y, sobre todo, las propuestas porque es
sobre lo que trabajaremos en esta Comisión para enriquecer nuestras
conclusiones. Así que muchísimas gracias.
Al resto les recuerdo que el martes que viene tenemos una nueva sesión,
empezaremos a las nueve de la mañana con la UGT, luego tendremos a la
AIReF y acabaremos con Jon Azúa, que está convocado a la una; es decir,
otro día que no comemos.
Se levanta la sesión.
Eran la ocho y cincuenta minutos de la noche.
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