DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 133, de 31/08/2020
cve: DSCD-14-CO-133
CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 2020 XIV LEGISLATURA Núm. 133
EDUCACIÓN Y FORMACIÓN PROFESIONAL
PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. SERGIO GUTIÉRREZ PRIETO
Sesión núm. 5 (extraordinaria)
celebrada el lunes,
31 de agosto de 2020
ORDEN DEL DÍA:
Comparecencia de la señora ministra de Educación y Formación Profesional
(Celaá Diéguez):
- A petición propia, para informar sobre las previsiones para el inicio
del curso escolar 2020-2021. (Número de expediente 214/000065) ... (Página2)
- Para informar de las medidas del Gobierno que aseguren un inicio del
curso escolar 2020-2021 en las mismas condiciones de seguridad para todos
los alumnos, profesores y personal de los centros educativos. Por acuerdo
de la Diputación Permanente. (Número de expediente 213/000591) ... (Página2)
Se abre la sesión a las cuatro y cinco minutos de la tarde.
El señor PRESIDENTE: Buenas tardes, se abre la sesión.
Espero que todos hayan pasado unos felices, dentro de lo posible, días
estivales. Nos reincorporamos a esta Comisión de Educación en una reunión
extraordinaria para una doble comparecencia: la primera, a petición
propia, para informar sobre las previsiones para el inicio del curso
escolar 2020-2021 por parte del Gobierno de España y, la segunda, para
informar de las medidas del Gobierno que aseguren un inicio del curso
escolar 2020-2021 en las mismas condiciones de seguridad para todos los
alumnos, profesores y personal de los centros educativos, a propuesta de
la Diputación Permanente.
Es la segunda ocasión que tenemos de hablar de la vuelta al colegio en
esta Comisión de Educación. Si no recuerdo mal, la primera fue el 28 de
julio, con la presencia del secretario de Estado de Educación, don
Alejandro Tiana, y, sin ninguna duda, hoy, con la presencia de la
ministra de Educación y Formación Profesional, la señora Isabel Celaá -a
la que damos la bienvenida una vez más a esta Comisión del Congreso de
los Diputados, su Comisión- marcamos la importancia y la prioridad que
este Congreso de los Diputados da al debate que existe en el conjunto de
la sociedad sobre la vuelta al colegio.
Por tanto, como hemos dicho, en esta segunda comparecencia por parte del
Gobierno de España en esta Comisión de Educación, cedo muy amablemente la
palabra en esta ocasión a la señora ministra de Educación y Formación
Profesional. Bienvenida, señora ministra.
La señora MINISTRA DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN PROFESIONAL (Celaá Diéguez):
Gracias, señor presidente.
Buenas tardes, señorías. Es un placer estar con todos ustedes de nuevo y
es un honor, efectivamente, volver a comparecer en esta Comisión de
Educación y Formación Profesional del Congreso de los Diputados.
En mi última presentación ante ustedes, el pasado 21 de mayo, les di
cuenta de las actuaciones desarrolladas en el ámbito de la educación
frente a la pandemia que obligó a la suspensión de la actividad educativa
presencial en todos los centros y etapas, ciclos, grados, cursos y
niveles de enseñanza. Comparezco hoy de nuevo, a petición propia, para
exponerles el trabajo desarrollado por el Ministerio de Educación y
Formación Profesional, que ha permitido culminar de manera razonablemente
satisfactoria el curso escolar 2019-2020, y sobre el que desde mayo
estamos desarrollando para la preparación del curso escolar 2020-2021.
Señorías, permítanme que comience mi intervención con un emocionado
recuerdo para los afectados, amigos y familiares de los compatriotas que
padecen las consecuencias de esta enfermedad. En los tres meses pasados
desde nuestro último encuentro el número de afectados en el mundo se ha
multiplicado por cinco, superando hoy los 25 millones de personas
infectadas y casi 850 000 fallecidos. Esta tragedia, efectivamente, está
marcando a la humanidad de una manera profunda, y de manera particular a
los escolares, afortunadamente, no tanto desde el punto de vista
epidemiológico, porque una de las evidencias que parecen consolidarse,
señorías, aunque de manera no concluyente aún, es que los más jóvenes se
contagian menos, padecen de manera más leve la enfermedad y hasta, según
algunos estudios, la transmiten menos que los adultos.
Desde el punto de vista educativo, sin embargo, los efectos de la COVID
son dramáticos. Según la Unesco, el 94 % de la población estudiantil
escolar a nivel mundial -unos 1 600 millones de alumnos- se ha visto
afectado por el cierre de los colegios. En España, la educación de más de
8 millones de estudiantes se ha visto profundamente alterada, pero no
interrumpida. Quiero reconocer nuevamente con profundo orgullo y sincero
agradecimiento el extraordinario esfuerzo del profesorado, de las
familias y de los propios estudiantes para adaptarse a la nueva situación
y mantener el proceso de enseñanza y aprendizaje en medio de enormes
dificultades prácticas, incertidumbres personales y no pocas situaciones
familiares muy duras. El profesorado y los equipos directivos supieron
adaptarse de manera rápida a un cambio radical en el modo de educar, que
les separó de sus alumnos y en el que han debido desarrollar destrezas
digitales inéditas de manera acelerada, responder a desafíos
desconocidos, sostener emocionalmente a sus estudiantes, acompañarles en
sus aprendizajes, adaptando los contenidos y los métodos de evaluación y
trabajando muchas veces sin horario. También el personal no docente y de
servicios de los centros ha realizado una tarea ímproba y vital en
relación con los procesos de admisión del nuevo curso, de emisión de
boletines de calificaciones, de certificados y de la documentación
necesaria para becas, así como de preparación de los centros y de su
limpieza en la reapertura que se produjo durante la desescalada del
estado de alarma y ahora para el nuevo curso. Las familias convirtieron
sus hogares en escuelas, compatibilizando situaciones laborales muy
complicadas y exigentes con un apoyo
académico y emocional a sus hijos e hijas, que muchas veces les ha
generado no poco estrés y que con seguridad también ha ayudado a valorar
la importancia insustituible de los docentes. Las familias han sido
fundamentales para que la inmensa mayoría de los estudiantes continuaran
con sus aprendizajes, y, por supuesto, los niños, las niñas, los
adolescentes y jóvenes, que vieron abruptamente interrumpido el contacto
directo y personal con sus docentes, que son sus referentes fundamentales
para el aprendizaje, y con sus iguales, con los que construyen su mundo
de relaciones. En estos meses su esfuerzo por mantener los hábitos de
aprendizaje ha sido fundamental, como lo ha sido la madurez emocional que
esta experiencia vital ha permitido, haciendo a la gran mayoría crecer en
responsabilidad y en civismo.
Por último, permítanme que destaque también la profesionalidad de los
equipos técnicos del Ministerio de Educación y Formación Profesional y de
todas las consejerías de Educación de las comunidades autónomas. Su
entrega y el esfuerzo de coordinación permanente para asegurar una
colaboración eficaz entre todas las administraciones educativas es otra
de las páginas de esta etapa que debemos valorar.
Señorías, este reconocimiento a los actores de la comunidad educativa es
sincero y, estoy convencida, muy compartido, como debiera ser compartido
también el reconocimiento de que tenemos un buen sistema educativo. La
exigencia a la que se ha visto sometido nos ha ayudado a identificar
mucho mejor algunos aspectos clave que deben ser modernizados con
urgencia, pero confío en que también haya cambiado la mirada que sobre él
tenían quienes lo valoraban de manera siempre negativa y en ocasiones
despectiva. Algunas críticas no reflejaban con justicia todo el valor que
la educación española atesora. Este reconocimiento no es en absoluto una
invitación a la complacencia, más bien al contrario, va de la mano del
convencimiento, ampliamente mayoritario en la sociedad española, de que
necesitamos servicios públicos de calidad, con recursos y con medios
suficientes, que necesitamos una educación mucho más contemporánea, que
asegure la excelencia de los aprendizajes y que garantice que nadie se
queda atrás.
La tercera convicción que quiero compartir con todos ustedes, señorías, es
que la sociedad espera que la gestión eficaz de este servicio se haga
desde la cercanía que establece precisamente el Estado autonómico
consagrado en nuestra Constitución y con coordinación y cooperación leal
entre las instituciones estatales, autonómicas y locales, que tienen
diferentes responsabilidades para con los ciudadanos. Señorías, así hemos
trabajado y así venimos trabajando durante esta pandemia, lo que nos ha
permitido culminar un dificilísimo curso escolar 2019-2020 y preparar un
no menos desafiante curso 2020-2021 que garantice la seguridad de las
personas y la continuidad de los aprendizajes.
Como sus señorías recordarán, antes de la declaración del estado de alarma
ya remitimos a los centros las primeras recomendaciones sanitarias
escolares y autorizamos a las administraciones educativas en un real
decreto-ley a adaptar su calendario lectivo y la suspensión de
actividades presenciales. En el mismo real decreto-ley de declaración del
estado de alarma establecimos el mantenimiento de las actividades
educativas a través de las modalidades a distancia y online mientras
durase la suspensión de la actividad educativa presencial. Esta
transición a la educación online fue acompañada de una intensa actividad
de apoyo a los docentes, a los estudiantes y a las familias. Abrimos el
acceso a los materiales de educación a distancia que tiene el ministerio,
creamos el nuevo portal web Aprendo en casa, con materiales, enlaces y
herramientas para videoconferencias y el programa educativo Aprendemos en
casa, que ha estado emitiendo Televisión Española, con una emisión de
cinco horas diarias de programación educativa hasta junio, más de tres
mil piezas educativas seleccionadas de entre las decenas de miles cedidas
gratuitamente por un centenar de creadores, editoriales y canales
educativos. Abrimos además, a través del Instituto Nacional de
Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado, el Intef, un portal
reforzado para la formación docente y gestionamos la entrega gratuita de
materiales, de tarjetas de acceso a Internet de alta capacidad,
smartphones, tablets, equipos informáticos y calculadoras científicas
cedidos gratuitamente por varias empresas. De estas primeras actuaciones
quiero rescatar y subrayar la rápida movilización de empresas
tecnológicas, editoriales y creadores de contenidos audiovisuales, que
respondieron con genuino compromiso y generosidad a una situación
extraordinaria. La sociedad española ha dado importantes lecciones en
estos duros meses y el espíritu de colaboración y los ofrecimientos para
arrimar el hombro retratan lo mejor de nuestro país.
Además, desde el sistema educativo también contribuimos directamente con
el titánico esfuerzo del Sistema Nacional de Salud, poniendo a
disposición de la red sanitaria 39 560 estudiantes de Formación
Profesional de último año de Cuidados auxiliares de enfermería y de otras
especialidades del ámbito de sanidad y servicios socioculturales y a la
comunidad.
Señorías, la coordinación y la cooperación entre las instituciones y la
interlocución directa con los actores de la comunidad educativa ha sido
constante en todo este proceso. He podido mantener personalmente
reuniones con sindicatos, asociaciones de padres y madres, directivos de
centros escolares, representantes de la concertada, de la privada y de
las cooperativas, la Conferencia Episcopal y asociaciones por la
inclusión educativa y de educación especial. La coordinación ha tenido
además una importante dimensión internacional, que nos ha permitido
conocer y articular diversas actuaciones con otros países e instituciones
multilaterales. Así, hemos tenido cuatro videoconferencias de ministros
de Educación de la Unión Europea para tratar de analizar el impacto de la
COVID-19 en Europa y hemos participado en dos videoconferencias con
ministros iberoamericanos y representantes de la OEI, de la Unesco y de
Unicef para tratar del impacto de la COVID en Iberoamérica. Todo ello
está documentado, son hechos y están a su disposición. Además, hemos
organizado con la OCDE y Education International, la Federación
Internacional de Sindicatos Docentes, la cumbre internacional sobre la
profesión docente, centrada en el impacto de la pandemia, y participé
además en la Conferencia Internacional Virtual Educa Connect el 21 de
julio. Este mismo sábado tenemos la reunión de ministros de Educación del
G-20, convocada por la Presidencia saudí, y el 16 de septiembre
participaré en el próximo Consejo Europeo de educación, convocado por la
Presidencia alemana.
La cooperación y coordinación entre las instituciones públicas que tenemos
atribuidas por nuestro sistema constitucional responsabilidades en la
gestión y funcionamiento del sistema educativo español ha sido
particularmente intensa y especialmente fructífera. En estos cinco meses
hemos mantenido seis conferencias sectoriales de educación, siete
comisiones generales de educación, seis comisiones de formación
profesional y una comisión de personal, en total veinte reuniones de
coordinación interterritorial en las que han participado siempre todas
las comunidades autónomas, todas. Reitero que han participado todas las
consejerías en todas las reuniones y quiero resaltar el ambiente
constructivo y de alto nivel de acuerdo que ha existido siempre,
reuniones que han permitido que las iniciativas del Ministerio de
Educación y Formación Profesional se convirtieran en propuestas
construidas en diálogo con las consejerías y pudieran tomar la forma de
acuerdos adoptados con amplio respaldo, cuando no unánime, con las
comunidades autónomas.
En primer lugar, en la conferencia sectorial del 25 de marzo, acordamos
por unanimidad continuar el curso escolar cuando muchas voces ya clamaban
para entonces darlo por finalizado y decidimos las nuevas fechas y los
ajustes al examen de la EvAU y a las pruebas de acceso a Formación
Profesional, ajustando también los requisitos para las prácticas en
centros de trabajo. Dimos respuesta a la situación de los estudiantes
españoles que cursaban estudios en otros países para que pudieran
continuarlos, habiendo llegado antes de tiempo, como ustedes bien saben,
desde el extranjero. En la conferencia sectorial de 15 de abril, segunda
conferencia, se adoptó el documento presentado por el ministerio Acuerdos
para el desarrollo del tercer trimestre del curso 2019-2020 y el inicio
del curso escolar 2020-2021. Este acuerdo mantenía la duración del curso
escolar, adaptaba la actividad lectiva a las circunstancias,
flexibilizaba la aplicación del currículum a las adaptaciones
programáticas y adaptaba la evaluación y promoción para que se hiciera la
promoción de manera colegiada y se basara en la evolución del estudiante
en el conjunto de las materias y su madurez académica. Recogía, además,
el compromiso de las administraciones educativas para organizar planes de
recuperación y adaptación del currículo y de las actividades educativas,
es decir, adaptaciones programáticas, no modificaciones curriculares.
Estos acuerdos fueron adoptados por las doce comunidades autónomas,
aunque he de decirles -y esto ha sido reconocido también por ellas- que,
por la vía de los hechos, todas las comunidades autónomas utilizaron
estos mismos criterios para asegurar la finalización adecuada del curso.
En la tercera conferencia sectorial, del 14 de mayo, corroboramos que el
curso terminara a finales del mes de junio, mediante un uso intensivo de
la educación a distancia, y confirmamos las fechas de la EvAU. Nos
atrevimos a hacer exámenes presenciales. Acordamos comenzar ese mismo mes
y, en el marco de la desescalada, también acordamos una apertura prudente
y controlada de los centros educativos para la realización de
determinadas actividades, como trámites administrativos, atención a los
estudiantes que se enfrentaban al final de una etapa educativa y
recuperación y apoyo al alumnado que más lo necesitaba. Para esta
reapertura, el mismo 14 de mayo hicimos llegar a las comunidades
autónomas dos guías de recomendaciones higiénico-sanitarias y de
seguridad, que están a su disposición -las tengo en la carpeta-,
elaboradas conjuntamente por el Ministerio de Educación y Formación
Profesional y el de Sanidad: una primera guía para la adecuación de los
espacios y organización del retorno parcial a la actividad presencial y
una segunda guía para la realización de la EvAU. Permítanme que les
recuerde que
tras la celebración de esta conferencia sectorial el ministerio convocó
dos reuniones más con los agentes educativos para avanzar conjuntamente
en la adecuada planificación del curso 2020-2021. El 19 de mayo el
ministerio celebró la reunión de la Mesa de Negociación Sindical y el 4
de junio la reunión de la Mesa de la Enseñanza Concertada.
En cuarto lugar, en la conferencia sectorial del 11 de junio, posterior ya
a mi última comparecencia en esta Comisión, las comunidades autónomas
adoptaron por práctica unanimidad -solo decidieron quedarse fuera País
Vasco y Madrid- los acuerdos educativos planteados por el ministerio, que
sentaban las bases comunes de la organización pedagógica del curso
escolar 2020-2021 en toda España. Los catorce puntos de este acuerdo son
los siguientes.
Uno. El curso 2020-2021 comenzará en las fechas habituales del mes de
septiembre y seguirá unas pautas temporales similares a las de otros
cursos académicos. Todas las comunidades autónomas, como hacen cada año,
han presentado sus calendarios de inicio de curso con mínimas diferencias
en la mayoría de los casos respecto a cursos anteriores. Todas ellas
saben que han de mantener un calendario de 175 jornadas lectivas, que es
el calendario legalmente establecido, adaptando su aplicación en los
centros educativos a las circunstancias concretas que puedan producirse
en los mismos.
Dos. La actividad lectiva presencial se adoptará como principio general
durante todo el curso 2020-2021. La experiencia de este curso nos ha
confirmado la importancia de la presencialidad para el desarrollo
habitual de las tareas educativas y formativas, por lo que las
administraciones educativas realizarán todos los esfuerzos necesarios
para asegurar la modalidad presencial en todas las enseñanzas, niveles y
etapas educativas.
Tres. Los centros educativos adaptarán en todas las etapas y enseñanzas
sus programaciones didácticas de las diversas áreas, materias, ámbitos o
módulos para el curso 2020-2021, en el marco de lo que establezcan al
respecto las administraciones educativas, con el fin de recuperar los
aprendizajes imprescindibles no alcanzados y permitir al alumnado el
logro de los objetivos previstos. Así, las comunidades autónomas han
venido estableciendo y ya han dictado sus instrucciones para la
adaptación de los programas educativos de centro y la programación
general anual a la realidad de cada comunidad educativa, así como a la
necesidad de alcanzar esos aprendizajes que no pudieron alcanzarse el
curso anterior.
Cuatro. Las administraciones educativas establecerán las directrices
necesarias para que los centros docentes elaboren planes de seguimiento y
apoyo para el alumnado que experimente mayores dificultades en las
circunstancias actuales. Por tanto, esto garantiza que los centros han de
prever planes de seguimiento y apoyo para aquellos alumnos que se han
visto en situaciones de mayor vulnerabilidad, que manifiesten necesidades
específicas de apoyo por cualquier circunstancia de diferente naturaleza.
En este sentido, el ministerio ha aprobado el programa PROA Plus
impulsado a través de un programa de cooperación territorial al que más
adelante podré referirme.
Cinco. Las administraciones educativas fomentarán el trabajo colaborativo
entre los docentes de los centros educativos para permitirles dar una
respuesta coordinada en las nuevas circunstancias. Entre las lecciones
aprendidas tras la finalización del curso pasado hay que destacar una: el
valor imprescindible de la colaboración entre el profesorado; una
innovación que ya teníamos en marcha y en la que estamos trabajando con
intensidad.
Seis. En el inicio y desarrollo del curso 2020-2021 las administraciones
educativas seguirán las indicaciones establecidas por las autoridades
sanitarias estatales y autonómicas, respetando lo dispuesto en el Real
Decreto-ley 21/2020, de 9 de junio, así como la distribución competencial
existente. En la conferencia sectorial del 11 de junio se entregó una
propuesta del documento de medidas de prevención, higiene y promoción de
la salud frente a la COVID-19 para centros educativos en el curso
2020-2021, realizado de manera conjunta entre el Ministerio de Sanidad y
el Ministerio de Educación, tras recoger las aportaciones de las
comunidades autónomas. Por tanto, fue cerrado tras recoger esas
aportaciones por ambos ministerios y remitido a las comunidades autónomas
y al conjunto de la comunidad educativa: interlocutores sociales,
asociaciones, asociaciones de padres. La guía está disponible en la
página web de los ministerios desde entonces, desde el 22 de junio. Por
tanto, 11 de junio y 22 de junio son dos fechas esenciales para el
comienzo del curso.
Siete. Las administraciones educativas trabajarán con los servicios
propios de prevención de riesgos laborales, en el marco de las
indicaciones antes mencionadas de las autoridades sanitarias estatales y
autonómicas, para adoptar las medidas más aconsejables en el desarrollo
de las actividades educativas.
A estos efectos, han de adoptarse medidas específicas para la atención a
las personas incluidas en los grupos de riesgo, para el tratamiento de
casos sospechosos en condiciones de seguridad y para reducir al mínimo
los riesgos para el conjunto de la comunidad educativa. Las directrices
que emanan de los diferentes protocolos involucran el ámbito educativo,
el ámbito sanitario y el de prevención de riesgos laborales, garantizando
de esta manera una adecuada actuación para mitigar o reducir los riesgos
de salud laboral derivados de la pandemia.
Ocho. Las administraciones educativas proporcionarán al profesorado y a
los centros docentes la información y los medios de formación necesarios
acerca de los requisitos higiénicos-sanitarios establecidos y a la
utilización de las instalaciones escolares en condiciones de seguridad.
Quiero destacar que esta tarea de dar formación e información ha empezado
a realizarse ya; información a las familias y formación a los
profesionales. Quiero destacar aquí igualmente la apuesta que se hace por
la educación para la salud como elemento no solo de prevención de esta
pandemia, sino impulsor de una vida saludable.
Nueve. En el marco que establezcan las administraciones educativas, los
centros educativos dispondrán de un plan de inicio de curso que
establezca la organización del centro que mejor se adapte a las
condiciones de la nueva normalidad. Este plan ha de incluir, obviamente,
las medidas de higiene, limpieza y control sanitario que deban aplicarse
-la distancia de seguridad, la distribución de horarios, la distribución
de espacios- para evitar contactos masivos. De acuerdo con sus
condiciones concretas y en el marco de lo dispuesto por las
administraciones educativas, cada centro habrá de adoptar las previsiones
acerca del uso de los espacios disponibles -horarios, protocolos,
agrupamientos de alumnos- para adaptarse del mejor modo posible las
condiciones de la nueva normalidad.
Diez. Las administraciones educativas prepararán los planes de
contingencia necesarios para que los centros docentes puedan hacer frente
a las eventualidades que se produzcan en el curso 2020-2021. Quiero
reconocer de nuevo aquí el trabajo que, en virtud de su autonomía
pedagógica, están desarrollando los equipos directivos y docentes de los
centros educativos en la elaboración de su programación general anual:
flechas en el suelo, círculos en los patios o separación de pupitres; el
refuerzo de contenidos; el acompañamiento del alumnado con mayores
dificultades; el desarrollo de actividades de formación y prevención de
la salud; atención a la diversidad y puesta en marcha de programas de
educación emocional, entre otros. Todo ello forma una amplia oferta de
adaptaciones para el inicio del presente curso.
Once. Las administraciones educativas adoptarán las medidas necesarias
para que los centros puedan ofrecer sus servicios complementarios
habituales -es decir, el de transporte y comedor escolar- en condiciones
de seguridad.
Doce. Las administraciones educativas adoptarán medidas orientadas a la
reducción de la brecha tecnológica y la limitación de sus consecuencias.
La transición de la educación presencial a una educación online de la
noche a la mañana ha puesto sin duda de manifiesto la existencia de una
brecha digital que responde a una brecha social y que puede ahondar en
una brecha educativa. El programa Educa en digital, al que luego me
referiré con más detalle, es muy importante, constituye un gran paso para
acelerar la digitalización de la educación y nos va a ayudar sin duda a
cerrar esta brecha.
Trece. El Ministerio de Educación y Formación Profesional y las
consejerías responsables de la educación en las comunidades autónomas
colaborarán para el desarrollo y la oferta de recursos para el refuerzo
de la competencia digital. Fruto de esta colaboración, el pasado 2 de
julio se publicó en el Boletín Oficial del Estado el acuerdo sobre el
marco de referencia de la competencia digital docente con el fin de
profundizar en la formación permanente del profesorado en competencias
digitales. Igualmente, desde el Intef, el Instituto Nacional de
Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado, se ha ampliado de
manera significativa la oferta tanto de formación como de recursos
educativos para poder ser utilizada en el aula por los propios docentes.
Catorce. El Ministerio de Educación y Formación Profesional y las
consejerías responsables de la educación en las comunidades autónomas
pondrán en marcha programas de cooperación territorial orientados a dar
respuesta a la nueva situación. En el curso 2020-2021 se pondrán en
marcha programas de cooperación territorial cofinanciados y orientados
especialmente en dos direcciones: por un lado, la recuperación de los
grupos escolares estudiantiles que más han sufrido las dificultades
vividas y, por otro, el refuerzo de los centros afectados por las mismas
y la dotación de equipamiento tecnológico que permita mantener el vínculo
educativo y formativo en las nuevas circunstancias. El ministerio ha
aprobado el programa mencionado PROA Plus para el refuerzo, cuenta con
otros diez programas de cooperación
territorial que gestiona la Dirección General de Evaluación y Cooperación
Territorial, que están vigentes, y con otros cinco planes de cooperación
territorial de formación profesional. Acabamos de aprobar el Plan de
choque para la formación y la empleabilidad. En total, señorías,
dieciséis planes de cooperación territorial activos.
Como les acabo de indicar, junto con todos estos acuerdos pedagógicos -son
hechos-, el Ministerio de Educación y Formación Profesional remitió a las
comunidades autónomas el 22 de junio, solo un día después de la
finalización del estado de alarma, la Guía de medidas de prevención,
higiene y promoción de la salud para centros educativos curso 2020-2021.
Se trata de un detallado documento de veinticinco páginas aproximadamente
que, elaborado conjuntamente de nuevo entre los ministerios de Sanidad y
de Educación y Formación Profesional, recogía las aportaciones de las
comunidades autónomas para una vuelta a la escuela en septiembre segura,
saludable y sostenible. Esta guía que, además de a las comunidades
autónomas, se remitió, como les digo, a toda la comunidad educativa
-sindicatos, asociaciones de padres y madres, concertada, cooperativas,
etcétera- está disponible en la web y plantea medidas para asegurar la
creación de entornos escolares saludables y seguros a través de medidas
de prevención, higiene y promoción de la salud adaptadas a cada etapa
educativa y que se posibilite la detección precoz de casos y gestión
adecuada de los mismos a través de protocolos de actuación claros y de
coordinación de los agentes implicados. Los principios básicos que se
plantean en esa guía son claros: la limitación de contactos -ya sea
manteniendo la distancia de 1,5 metros y ahora la mascarilla
obligatoria-; la higiene de manos, como medida básica para evitar la
transmisión, así como la higiene respiratoria; la ventilación frecuente
de los espacios y la limpieza del centro; y una gestión adecuada y precoz
ante la posible aparición de un caso. Les recuerdo algunas de las medidas
planteadas entonces -ya en junio, en junio- y que tuvieron amplia
difusión: distancia entre puestos escolares -hay ya un real decreto-ley
aprobado que establece la distancia interpersonal de 1,5 metros-; grupos
de convivencia estable; utilización de espacios al aire libre; entrada y
salida escalonada del centro educativo; reducción al mínimo del
desplazamiento de grupos de alumnos por el centro; fomento del transporte
activo; higiene de manos de forma frecuente y meticulosa; utilización de
mascarilla; protocolo de limpieza y desinfección en cada centro; tareas
de ventilación frecuente; y también, añadíamos, no asistirán al centro
aquellos estudiantes, docentes y otros profesionales que tengan síntomas
compatibles con la COVID-19, así como aquellos que se encuentren,
obviamente, en aislamiento por diagnóstico ya efectuado. La propia guía
establece de manera inequívoca que estas medidas se irán actualizando
cuando sea necesario; es una guía viva, dinámica, adaptable a la
evolución de la pandemia si los cambios en la situación epidemiológica
así lo requieren. Como les digo, señorías, estos dos documentos, que son
clave, además de todos los elaborados desde marzo, son verificables,
acreditables y son los que precisamente establecen las guías básicas para
que las comunidades autónomas hayan podido empezar a articular sus
propios protocolos, que se empezaron a presentar ya en junio.
Tras los acuerdos educativos, por tanto, del 11 de junio y con la Guía de
medidas de prevención, higiene y promoción de la salud, las comunidades
autónomas comenzaron, en el propio mes de julio, a elaborar los planes y
protocolos de inicio de curso, como han hecho cada año durante las
décadas en las que llevan gestionando las competencias de gestión
educativa -unas desde hace cuarenta años y las últimas cuatro desde hace
veinte-. Este año, eso sí, con las imprescindibles adaptaciones que nos
impone la pandemia. Sirvan de ejemplo resoluciones como las de las
consejerías de Educación valenciana, navarra o gallega, que fueron
publicando las instrucciones para la organización y funcionamiento de los
centros educativos. Así, por ejemplo, Valencia trasladó distintos
protocolos: uno para 0-3, otro para infantil y primaria, otro para
secundaria y bachillerato, el cuarto para la FP, acordándolos al mismo
tiempo con los interlocutores sociales, direcciones de los centros,
padres y madres. La última comunidad en presentar sus planes -también
esto es conocido- para el curso 2020-2021 fue la Comunidad de Madrid, que
los hizo públicos el pasado martes 25 de agosto. Pero todas las
comunidades -y esto es lo significativo y lo fundamental- han
desarrollado sus competencias, todas han presentado sus protocolos; su
actuación, como la de todos los responsables políticos, podrá y deberá
ser objeto de escrutinio y valoración, pero el hecho innegable es que
todas las comunidades autónomas han ejercido sus competencias y
desarrollado los planes de inicio de curso sobre las propuestas que el
ministerio planteó y fueron acordadas en los órganos de cooperación
territorial.
Pero el Gobierno de España, además de desarrollar y propiciar el acuerdo
de los criterios comunes para el inicio del curso escolar, ha hecho un
esfuerzo de financiación de la educación sin precedentes, porque
consideramos que la educación no es un gasto, sino la inversión
fundamental para asegurar el
crecimiento personal de los ciudadanos, el fortalecimiento de la
convivencia democrática y la construcción de una economía sólida y
sostenible para garantizar precisamente una prosperidad compartida. Así,
hemos aprobado transferir 2000 millones del Fondo COVID para la educación
a las comunidades autónomas. Este Fondo COVID -así lo hemos expresado y
acordado con las comunidades autónomas, obviamente- tiene un carácter
finalista: la educación, la contratación de profesorado para refuerzos,
apoyos, desdobles, medidas de tutoría, orientación y acompañamiento, así
como algunas obras menores de adaptación de espacios. Además, hemos
incrementado un 22 % las becas y las ayudas en un momento muy
excepcional, muy importante: 386 millones de euros más en la convocatoria
general del curso 2020-2021, un total de mil novecientos y pico millones.
Asimismo, hemos aprobado el plan de modernización de la Formación
Profesional, que va a suponer la inversión de 1498 millones de euros en
cuatro años, de los que en 2020 se invertirán 316 millones, que
permitirán comenzar a acreditar competencias laborales de trabajadores
sin titulación, aumentar la oferta modular de formación, digitalizar los
títulos que actualmente se ofrecen, crear nuevas titulaciones vinculadas
a los sectores más dinámicos y crear en cuatro años doscientas mil nuevas
plazas de FP -este año ya sesenta mil-, también acordadas con las
diecisiete comunidades autónomas y distribuidas conforme a los criterios
comunes. Por otro lado, está la puesta en marcha del Programa Educa en
digital, que se desarrolla a través de Red.es. Va dirigido a hacer frente
a uno de los problemas que más nos ha preocupado en estos meses: la
llamada brecha digital de una parte del alumnado. Este programa invertirá
260 millones de euros procedentes de los fondos europeos y el resto de
fondos puestos por el ministerio y por las comunidades autónomas y
permitirá a las comunidades autónomas disponer de quinientos mil
dispositivos digitales para hacer posible la incorporación efectiva del
aprendizaje en línea y la utilización de los recursos digitales
necesarios y el desarrollo de la competencia digital. También está la
próxima puesta en marcha del programa de cooperación territorial
denominado PROA Plus 2020-2021. Tendrá una inversión inicial de 40
millones, que mejorará a través de los fondos europeos, y está destinado
a proporcionar orientación, avance y enriquecimiento a aquellos centros
sostenidos con fondos públicos y que se encuentran con mayor complejidad
y peor situación de su alumnado a partir del inicio del próximo curso
2020-2021. Se trata de una inversión, señorías, sinceramente -ustedes
conocen la educación-, sin precedentes en la misma, que sitúa la
respuesta a esta crisis en las antípodas de lo que fue la respuesta a la
crisis de 2008, una inversión que además esperamos incrementar gracias al
histórico acuerdo de la Unión Europea en el consejo que finalizó en julio
y que permitirá que España reciba 140 000 millones de euros para tareas
políticas de transformación.
Quince. La conferencia sectorial del 17 de julio certificó la unánime
satisfacción por la culminación del curso -así lo fueron expresando las
distintas comunidades autónomas- y por la realización de la EvAU y se
aprobaron por unanimidad las propuestas para el desarrollo del plan de
modernización de la Formación Profesional impulsado por el Ministerio de
Educación y Formación Profesional, que, como se ha señalado, supondrá una
inversión en el año 2020 de 316 millones de euros. Los datos de la EvAU,
además, avalan la razonable satisfacción con la que la conferencia
sectorial valoró la finalización del curso. Sirvan dos datos para
justificarlo. La proporción de los matriculados en la EvAU ordinaria con
respecto a la matrícula de segundo de bachillerato de régimen ordinario
pasaron de un 75,9 % en 2019 a un 90,2 %; es decir, 14 puntos
porcentuales más que el año pasado. Esto significa que, teniendo
prácticamente el mismo número de matriculados en segundo de bachillerato
que el año anterior, se han titulado en bachillerato y se matricularon en
la convocatoria ordinaria de la EvAU 41 500 jóvenes más que en el año
2019. Además, el porcentaje de aprobados de la EvAU respecto al número de
estudiantes presentados pasó de un 92,94 % en 2019 a un 93,15 % en 2020;
es decir, 22 125 jóvenes más que el año pasado continuarán su formación
en la universidad. La universidad les ha abierto las puertas. Pese a las
enormes dificultades del año, los estudiantes de segundo de bachillerato
han obtenido resultados incluso mejores que los de años anteriores,
manteniendo los buenos resultados en la EvAU. Repito, un 93,15 % de
aprobados. Sin duda, señorías, esto es una muestra objetiva del esfuerzo
de los estudiantes, de las familias, de los docentes y de todo el sistema
educativo.
Señorías, el pasado 5 de agosto el Ministerio de Educación y Formación
Profesional creó un grupo de trabajo para el seguimiento de la COVID-19
con el objetivo de analizar y evaluar la evolución y el impacto de la
pandemia en el ámbito de la educación no universitaria y de la formación
profesional. Este grupo está ya constituido. Hoy, precisamente, ha
celebrado su segunda reunión y está preparado para que, una vez comenzado
el curso escolar, pueda obtener datos del impacto de la pandemia en el
sistema educativo
y ofrecer información que permita adoptar las decisiones necesarias en
respuesta a las situaciones que se produzcan. Precisamente, la evolución
de la pandemia durante las últimas semanas y su previsible impacto en el
inicio del curso escolar ha sido objeto de análisis y de la interlocución
que he mantenido durante el mes de agosto con todos los consejeros y
consejeras de Educación. También les comunico que seguiremos con las
conferencias sectoriales durante el mes de septiembre. Una vez iniciado
el curso, celebraremos una comisión general y una conferencia sectorial.
Señorías, la conferencia sectorial del 27 de agosto -seguimos en el
calendario- fue convocada para poder concretar y precisar las medidas que
fueron presentadas a las comunidades autónomas en junio, que están ya
recogidas en los protocolos y en los planes de las comunidades autónomas
para el inicio de curso. El incremento de las cifras de diagnosticados
por la enfermedad en buena medida responde a un notable incremento de la
capacidad de diagnóstico y a la realización selectiva y muy amplia de
pruebas diagnósticas, pero también demuestra, como está sucediendo en
Europa, que estamos sufriendo un incremento en las cifras de contagiados
importante. Por responsabilidad -que irresponsable hubiera sido lo
contrario-, se hace necesario revisar para actualizar las medidas de
prevención, higiene y promoción de la salud dictadas en junio y
actualmente vigentes. Y también porque el 27 de agosto era la fecha que
se acercaba más a la situación real con la que íbamos a contar y a
enfrentarnos en septiembre. El concienzudo trabajo realizado por los
especialistas de los ministerios de Educación y de Sanidad con la
participación de los especialistas de las comunidades autónomas nos
permitió el pasado día 27 elaborar una propuesta de actuaciones
coordinadas en salud pública frente a la COVID-19 para centros educativos
y el curso 2020-2021. Esta propuesta fue discutida y aprobada en una
reunión conjunta de la Conferencia Sectorial de Educación y de Sanidad,
como ustedes bien conocen. Esta reunión, este encuentro de dos
conferencias, es decir, del Consejo Interterritorial de Salud y de la
Conferencia Sectorial de Educación, representa un precedente, precedente
del que no podemos prescindir. Hubo en 2001 una reunión de Sanidad,
cuando se produjo la crisis europea provocada por la encefalopatía
espongiforme bovina, con Agricultura, pero Sanidad y Educación para
enfrentarse a una pandemia -permítanme decirles, señorías- es la primera
vez. La reunión se saldó con un acuerdo total respecto de las veintitrés
medidas -veintinueve con las incluidas para la vacuna de la gripe- y las
cinco recomendaciones que propusieron los ministerios de Educación y
Sanidad. Todos los votos fueron a favor y hubo una sola abstención, la
del País Vasco.
El acuerdo contiene elementos compartidos que aumentan la exigencia
respecto a las medidas aprobadas en junio y contenidas en muchos planes
autonómicos, porque la evolución de la pandemia así lo aconseja. Algunas
medidas se ajustan y actualizan las decisiones de los protocolos que,
reitero, están vigentes y renovadas con el ajuste del día 27, son los
siguientes: con carácter general, la actividad lectiva será presencial
para todos los niveles y etapas del sistema educativo priorizándolas
siempre para el alumnado de menor edad, entendiendo por tal infantil y
primaria, por lo menos hasta los catorce años. Los centros educativos se
mantendrán abiertos durante todo el curso escolar, asegurando los
servicios de comedor, así como apoyo lectivo a menores o vulnerables,
personas con necesidades especiales o pertenecientes a familias
socialmente vulnerables siempre y cuando la situación epidemiológica lo
permita. Se construirá un grupo de coordinación y seguimiento de la
evolución de la pandemia por parte de las consejerías competentes en
materia de sanidad y educación a nivel autonómico. Todos los centros
educativos además designarán a una persona responsable para los aspectos
relacionados con la epidemia, y esa persona deberá estar familiarizada
con todos los documentos relacionados con centros educativos y COVID-19
vigentes. Estos responsables tendrán conexión directa con los servicios
sanitarios. De forma general se mantendrá una distancia interpersonal de
al menos 1,5 metros en las interacciones entre las personas en el centro
educativo. El uso de mascarilla será obligatorio a partir de los seis
años de edad. Los eventos deportivos o celebraciones que tengan lugar en
los centros educativos se realizarán sin asistencia de público. Se
realizará una higiene de manos de forma frecuente y meticulosa al menos
cinco veces al día. Se ventilarán con frecuencia las instalaciones del
centro al menos durante 10-15 minutos al inicio y al final de la jornada,
durante el recreo, tras cada lección, siempre que sea posible entre
clases, manteniéndose las ventanas abiertas todo el tiempo que sea
posible. Se tomará la temperatura corporal a todo el alumnado y el
personal de forma previa al inicio de la jornada. Hay una doble
posibilidad, que esta toma de temperatura se haga en el centro educativo,
o bien que efectivamente se formule en el ámbito familiar teniendo
información fehaciente de la misma. Ante la aparición de casos en el
centro educativo, las medidas de prevención y control se llevarán a cabo
por parte de la unidad de salud pública de la comunidad o ciudad autónoma
sobre la base del documento técnico para la actuación ante la
aparición de casos COVID-19 en centros educativos. Este es un documento
aprobado, como pueden ustedes saber, por la ponencia de alertas y planes
de preparación y respuesta.
En conclusión, y como pueden ver sus señorías, la preparación del inicio
del curso escolar tanto en sus aspectos educativos como en lo relacionado
con la seguridad e higiene se está preparando desde mayo, y desde marzo a
mayo estuvimos concluyendo medidas educativas para el trimestre y
finalización del curso escolar. Por lo tanto, se está preparando desde
mayo. Se ha actualizado con los últimos datos para que sea plenamente
eficaz cuando comience el curso y se ha coordinado de manera estrecha -y
esto sí que me parece que es una tarea conjunta de la que debemos estar
satisfechos todos, aquí no ha habido colores políticos- entre el
Ministerio de Educación y Formación Profesional y el Ministerio de
Sanidad y desde luego con las comunidades autónomas, que han trabajado
alcanzando un acuerdo importantísimo. Así que, señorías, todo el trabajo
realizado en permanente contacto con la comunidad educativa y estrecha
colaboración entre las administraciones educativas nos deja importantes
aprendizajes que quiero compartir con ustedes. Primero, que lo mejor es
dar una respuesta proporcional, flexible, según etapas, territorios y
centros, ágil y acordada. Segundo, que acertaremos si trabajamos los
contenidos esenciales adoptando, eso sí, las medidas complementarias de
profundización o de refuerzo necesarias para los estudiantes o grupos de
estudiantes según sus circunstancias. Tercero, que las actividades de
refuerzo y apoyo curricular deberán extenderse durante todo el curso
vinculándose a las evaluaciones formativas que se hagan en el centro al
inicio del curso. Cuarto, que debe garantizarse la atención a los
colectivos más vulnerables con becas de comedor, material didáctico,
actividades de tutoría, contacto y acompañamiento al alumnado y a sus
familias dándoles el apoyo emocional necesario. Quinto, que será
necesaria una gran flexibilidad para la gestión de los horarios, y en la
organización de los centros; espacios y tiempo del alumno y profesorado
serán diversos y adaptados a las circunstancias de cada centro, unos
pequeños, unos grandes, unos más espaciosos y otros menos, además de las
posibilidades que tengan de por sí y en relación con otros agentes que
puedan brindar espacios. Hemos recordado conjuntamente la necesidad de
compartir, de solicitar espacios en ayuntamientos, en parroquias y en
centros culturales. Sexto, que el aprendizaje de los estudiantes requiere
adaptar la enseñanza, reforzar la formación del profesorado en
competencia digital, trabajo en equipo y la toma de decisiones
colegiadas.
Termino ya, señorías. Lo actuado en estos meses y, en particular, la
preparación del inicio del curso escolar en una situación de
incertidumbre y temor por la pandemia ha requerido un esfuerzo
extraordinario, una gran profesionalidad y dedicación de muchos
especialistas, muchos; del Ministerio de Educación y Formación
Profesional, del de Sanidad, de todas las consejerías de Educación y
Sanidad. Es de justicia reconocer este trabajo de unos servidores
públicos que se han volcado en este tiempo; un esfuerzo que ha
acompañado, el de los docentes y el de los equipos directivos. Los
docentes han estado midiendo distancias, estableciendo flechas en el
suelo. Las direcciones han venido acordando las posibilidades de
espaciarse y de contar con más recursos educativos. Soy consciente de la
incertidumbre que muchas familias, docentes y estudiantes tienen ante el
inicio de un nuevo curso escolar lleno de interrogantes y con la amenaza
de la COVID. Es comprensible, porque en este caso ni en ninguno existe el
riesgo cero. Pero quiero dirigirme a ellos con un mensaje muy claro: las
medidas que estamos adoptando y los recursos que estamos movilizando van
a permitir que los centros educativos que tenemos en España sean lugares
lo más seguros posible, lugares seguros, más seguros que cualquier otro
alternativo para nuestros niños, niñas y jóvenes. Su derecho fundamental
a la educación debe ser cuidado con esmero, protegido, por lo que van a
poder seguir aprendiendo y recuperar el impacto del cierre de los
colegios durante los últimos meses. Los beneficios de asistir a la
escuela, al colegio, son mucho mayores que los posibles riesgos asociados
a la pandemia que puedan acontecer. Por eso es imprescindible que hagamos
el mayor esfuerzo para que las escuelas funcionen, se abran y permanezcan
abiertas en los próximos meses. Para este esfuerzo necesitamos la fuerza
de todos.
Permítanme concluir con una reflexión nacida del reconocimiento del
esfuerzo que las administraciones educativas de nuestro país han
realizado en estos meses y que les acabo de presentar; un esfuerzo
articulado sobre el engranaje institucional de un Estado compuesto, el
Estado autonómico, que se basa en la distribución de competencias, la
cooperación, la colaboración entre las instituciones y la lealtad de
todos los actores para que las políticas públicas sean eficaces y
respondan a los desafíos locales o globales que cada día afrontan los y
las españolas. Como les he dicho, las comunidades autónomas tienen
transferidas desde hace cuarenta años las competencias exclusivas en
materia de educación. Las cuatro últimas en asumirlas lo hicieron en
1999, hace más de veinte años. Y pese a los no pocos desafíos que tiene
nuestro sistema educativo, no cabe duda de la importante mejora que ha
experimentado la
educación en los cuarenta años de vida democrática, y de cómo la asunción
de las competencias educativas y la organización autonómica del sistema
educativo ha permitido reducir las diferencias territoriales. Estas
competencias educativas han permanecido intactas en manos de las
comunidades autónomas durante estos meses, y quiero reiterar que las
comunidades autónomas han trabajado con enorme esfuerzo por ejercer estas
competencias con responsabilidad para con la ciudadanía.
El Ministerio de Educación y Formación Profesional ha desarrollado las
suyas iniciativa, cooperación, planes de inversión, impulsando, como
digo, la cooperación y la colaboración entre las administraciones,
tomando la iniciativa para propiciar acuerdos, y convocando en veinte
ocasiones a lo largo de estos cinco meses a los órganos de cooperación
interterritorial para alcanzar compromisos compartidos y efectivos. Son
hechos, cada una de las conferencias sectoriales está llena de
contenidos, ustedes lo pueden comprobar. Si la coordinación y la
cooperación son piedra angular del sistema autonómico, ante situaciones
como las que hemos vivido y seguimos afrontando son sencillamente
cruciales, y la lealtad es justo la argamasa que sujeta el edificio
institucional, basado en la ejecución responsable de las competencias y
la cooperación, porque la lealtad entre las instituciones es en realidad
lealtad con la ciudadanía, que espera de sus autoridades locales,
autonómicas y estatales respuestas cercanas y eficaces a sus
preocupaciones. Pero si hay un elemento singular del sistema educativo
que hemos de subrayar, analizando los sistemas que más han avanzado en
las últimas décadas, es que están construidos sobre el principio de la
confianza, confianza ante todo en el personal que los atiende, comenzando
por el profesorado y siguiendo por todo el personal de apoyo y
complementario; confianza en los centros educativos, en las metas que se
fijan para su actuación y en la calidad de su funcionamiento, confianza
en el apoyo que reciben de las familias y de toda la sociedad y confianza
en la gestión que llevan a cabo las administraciones educativas, y es que
la educación es una tarea compartida en la que todos tenemos una valiosa
función que cumplir, cada uno la nuestra, bajo un principio de
cooperación. De ahí deriva la necesidad de fomentar el principio de
confianza, y para conseguir dicha confianza debemos trabajar todos en la
misma dirección, mostrando que por encima de cualquier otra circunstancia
situamos la educación y la formación de nuestros niños y jóvenes.
En este sentido quiero terminar mi intervención reiterando mi sincero
ofrecimiento de trabajo conjunto, de cooperación, de acuerdo, de
confianza y de reconocimiento compartido de que la educación es tan
importante que debemos dejarla al margen de las legítimas confrontaciones
partidarias. Hoy hace ciento cincuenta años nacía María Montessori,
hablando de su método educativo. Decía: la esencia de la educación es
ayudar al niño en su desarrollo y ayudarle a adaptarse a cualquier
condición que el presente le requiera. Pongamos quienes compartimos una
verdadera pasión por la educación nuestro mayor empeño en asegurarnos de
que cada niño, cada niña, cada joven, cada adolescente, pueda desarrollar
al máximo su talento -todos tienen un talento, diverso, sí, y hoy el
derecho a la educación es el derecho a una educación inclusiva, para que
nadie quede atrás-, que puedan contar con la dedicación y el esfuerzo de
un sistema educativo que busca la excelencia y que les permita adaptarse
a las excepcionales condiciones que el presente les requiere. Nuestro
trabajo conjunto, el de todos los que estamos aquí, con el objetivo común
de lograr lo mejor para el presente y el futuro de nuestro país, será sin
duda el mejor ejemplo.
Muchas gracias, señorías, por su amable atención. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora ministra, por sus
explicaciones. Es fundamental generar confianza, siempre, y más en estas
circunstancias tan excepcionales en las que vivimos.
Pasamos inmediatamente al turno de intervención de los grupos
parlamentarios, de menor a mayor, por tiempo de nueve minutos. Intentaré
ejercer la Presidencia con cierta flexibilidad, dada la importancia del
debate, pero no sugiero que se aprovechen de la confianza, nunca mejor
dicho, de este presidente los portavoces de los grupos parlamentarios.
Tiene la palabra, en primer lugar, el señor Sayas López, por el Grupo
Parlamentario Mixto.
El señor SAYAS LÓPEZ: Gracias, presidente.
Buenas tardes, señorías. En primer lugar, quiero agradecer la presencia de
la ministra en esta Comisión, y decirle que creo que su falta de
liderazgo ha generado una enorme incertidumbre en las familias, en los
docentes, en el personal no docente, por supuesto en los alumnos y en los
equipos directivos de los centros. Usted ha estado durante semanas
prácticamente desaparecida. Yo creo que pensó que las vacaciones
escolares también eran para la ministra, y total cuando ha vuelto lo ha
hecho para no hacer nada, para no decir nada, para no tomar una sola
medida ni dar ni tan siquiera una sola
directriz. A los alumnos se les va a pedir ahora que se laven cinco veces
las manos y la ministra se las lleva lavando cinco meses, porque ha
trasladado toda la responsabilidad a las comunidades autónomas. Yo creo
que la reunión de la semana pasada vino a decir, en resumen y
coloquialmente, que cada comunidad haga lo que le dé la gana, y si cada
comunidad puede hacer lo que le dé la gana sin unas directrices por parte
del Gobierno, si el ministerio no asume ninguna responsabilidad, la
pregunta es para qué queremos un Ministerio de Educación. ¿Para qué
queremos una estructura que cuesta cientos de millones de euros a todos
los españoles, si nos los podemos ahorrar y nos podemos ahorrar también
el sueldo de la ministra y el de todos los asesores? Yo creo que no nos
lo debemos ahorrar, creo que sí es importante un Ministerio de Educación
y sí creo que tiene tareas encomendadas el Ministerio de Educación. El
problema es que hay que ejercerlas.
Yo creo que si algo nos ha enseñado todo este recorrido es que estamos
ante un nuevo fracaso del Gobierno, porque la semana pasada, para
maquillar que había un acuerdo, lo que hicieron fue un acuerdo sin
contenido realmente. Para que pareciera que había un consenso, que todo
el mundo estaba por la labor de hacer lo mismo, directamente decidieron
no hacer nada y, como no había nada que aprobar, no había nadie que se
saliese del acuerdo, porque las medidas que ahí se planteaban eran
ninguna en materia educativa. Faltan medidas en materia educativa, pero
es que falta una estrategia de país en materia de educación y sobre todo
falta que alguien coja el timón.
Las medidas aprobadas la semana pasada son de carácter sanitario, pero no
de carácter educativo, además de ser de Perogrullo, por otro lado, porque
lo de lavarse las manos, lo de ventilar las aulas, lo de la distancia de
seguridad o lo de las mascarillas son cuestiones totalmente de
Perogrullo, y básicamente fueron esas las medidas que se tomaron, por no
hablar luego ya de comentarios como que a las clases de educación física
no asista público o que los padres lleven en bicicleta a los alumnos a
las clases. Eso ya ni lo comento, porque creo que se define por sí solo.
Pero en materia educativa la propuesta del ministerio es barra libre e
improvisación. Esa es la propuesta del Ministerio de Educación. De las
ratios ni una palabra por parte del ministerio, que cada comunidad haga
lo que le dé la gana. Sin embargo las ratios se regulan en la Ley
Nacional de Educación. ¿Qué pasa? Que cuando haya comunidades que puedan
decidir que la mitad de los alumnos asistan a clase, otras comunidades
que puedan decidir que unos alumnos vayan unos días y otros alumnos vayan
otros días, y otras comunidades puedan decidir que todos los alumnos
vayan todos los días, se contagian menos los alumnos de unas comunidades
que otras, señora ministra. ¿Qué va a pasar cuando en muchas aulas de
este país no se pueda cumplir una medida de distancia de un metro y medio
si asisten todos los alumnos a clase? Porque hoy reconocía usted que no
ha visitado colegios, pero creo que sería bueno que lo hiciese, porque se
daría cuenta de que hay aulas en las que todos los alumnos no pueden
mantener una distancia de un metro y medio. Por otro lado, el año pasado
el último trimestre muchos alumnos directamente, si no lo perdieron,
prácticamente lo perdieron, porque el contenido se dio de manera
deficitaria en la mayoría de los casos. Evidentemente también ahora se
dice que las comunidades autónomas van a revisar esa programación, pero
no hay una directriz del ministerio al respecto, que debería ser mucho
más consensuada, porque de materia educativa es de lo que se tendría que
haber hablado la semana pasada, y sobre materia educativa es sobre lo que
deberían haber versado los acuerdos.
Ustedes parten de la premisa de que, en términos generales, este año el
curso se va a hacer de manera presencial y, por tanto, no va a haber
nuevos confinamientos, pero yo creo que no estamos preparados para la
eventualidad de que pudiera confinarse a la población. Y considero que ya
son muchos meses en los que el ministerio no tiene una estrategia clara
para que la educación pueda ser no presencial, porque ni todos los
alumnos de este país tienen el mismo acceso a la educación ni los
profesores tienen un acceso claro a los contenidos en materia digital.
Evidentemente, los contenidos en materia digital no se hacen en un día y,
por tanto, todos podemos entender que el último trimestre del año pasado
hubiera deficiencias en este tipo de contenidos, pero, hombre, estamos
casi en septiembre, y ya deberíamos haber avanzado a un ritmo mucho
mayor, tanto en hacer que todos los alumnos puedan acceder a contenidos
digitales como en tener una educación preparada para la eventualidad de
que tengamos que recurrir a la digital.
Usted habla de un presupuesto que no tiene precedentes -y estoy de
acuerdo-, pero, claro, es que esta situación tampoco tiene precedentes,
señora ministra; es que esto no es comparable con una situación económica
de crisis; es que estamos hablando de una pandemia, es que nadie de los
que estamos aquí hemos vivido esto, pero tampoco nadie de los que estamos
aquí hemos vivido que el producto interior bruto de nuestro país caiga en
seis meses más de 20 puntos. Por supuesto que hay que
hacer un enorme esfuerzo presupuestario que no tiene precedentes en
nuestra historia. Oiga, es que la situación no tiene precedentes; es que
el Gobierno parece no enterarse de la situación que estamos viviendo. Por
otro lado, como le digo, falta estrategia de país, y falta estrategia de
país porque el Gobierno no quiere asumir la responsabilidad de impulso y
de directriz que tiene también encomendada, para no enfadar a los
nacionalismos. Creo que no es momento de nacionalismos; es momento de
igualdad de oportunidades; es momento de calidad de la educación; y es
momento de que, de verdad, nadie se quede atrás y de que ese nadie se
quede atrás no se limite a un eslogan que no se está cumpliendo, porque
hay mucha gente y muchos alumnos que se están quedando atrás. También
falta, evidentemente, que alguien coja el timón, porque si algo nos está
demostrando esta pandemia es que tenemos un Gobierno tan extenso como
incompetente. Tenemos una ministra de Educación que ha estado
prácticamente desaparecida y las medidas sanitario-educativas las hemos
terminado de perfilar cuando quedan apenas días para empezar el curso
escolar. Además, el ministro de Sanidad se ha convertido más en un
comentarista de datos que en alguien que realmente tome alguna medida en
materia sanitaria. El ministro de Universidades creo que se califica por
sí solo, y soy generoso si digo que ha estado desaparecido. La nueva
burguesía acomodada se ha limitado a dar entrevistas en los medios de
socialité. Al vicepresidente de Asuntos Sociales lo hemos visto
justificando esos procedimientos judiciales que se han puesto en marcha
por una financiación más que opaca de su partido y de sus campañas
electorales. Y tenemos a todos los ministros practicando el deporte de
clavarse cuchillos en el Consejo de Ministros; (Un señor diputado:¡Por
favor!). Yo creo que tienen que salir ustedes con más agujeros que un
colador. Mientras tanto, lo que tenemos es un país que está...
El señor PRESIDENTE: Debe acabar.
El señor SAYAS LÓPEZ: Acabo en un minuto, señor presidente. Gracias.
Tenemos un país, señora ministra, que no puede aguantar más rebrotes;
tenemos un país que no puede aguantar más una caída del producto interior
bruto. Tenemos a mucha gente en paro, a mucha gente sin cobrar el ERTE, a
mucha gente bajando la persiana de sus negocios. Tenemos a muchas
familias preocupadas porque no saben si van a poder conciliar, y tenemos
a muchos alumnos que no saben si van a poder aprovechar un curso escolar.
Por eso lo mínimo que se le puede pedir a alguien que está en el
Ministerio de Educación es que asuma su responsabilidad. Impulse, dirija
y busque el acuerdo, pero marque directrices; o si no, deje que lo haga
otro. Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: gracias, señor Sayas.
Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu, la
señora Pozueta Fernández.
La señora POZUETA FERNÁNDEZ: Buenas tardes a todas y a todos.
Señora ministra, en Euskal Herria Bildu estamos preocupadas, estamos
preocupadas porque aún a día de hoy no tenemos certezas por parte de las
autoridades, no tenemos medidas que convenzan. Las familias, el
profesorado y los equipos directivos siguen recibiendo las noticias,
preferentemente por la prensa, y la mayoría de las veces contrapuestas
entre sí. No hay certidumbre; los brotes en el caso de la Comunidad
Autónoma Vasca están en máximos históricos. El viernes empezamos en
Navarra y el lunes en la Comunidad Autónoma Vasca. Se lo digo
sinceramente, señora ministra, en Euskal Herria Bildu estamos muy
preocupadas.
Quiero iniciar mi exposición realizando un reconocimiento inmenso a toda
la comunidad educativa por su trabajo ingente, llevado a cabo desde antes
de la finalización del curso anterior, y sus esfuerzos para que el inicio
del curso que tenemos por delante se realice de la manera mejor posible;
esfuerzo, dedicación y responsabilidad. Al finalizar el curso anterior ya
mostraban su preocupación por lo vivido en la situación de confinamiento,
su gestión y las consecuencias negativas que conllevó para el alumnado de
todas las edades, profesorado, otros profesionales de la educación y
personal no docente. Quiero mostrar mi reconocimiento también para las
familias que, además de ser partícipes de la educación, se ven de nuevo
ante la incertidumbre y la tesitura de la conciliación.
Incertidumbre e improvisación son las dos palabras que definen lo que la
comunidad educativa siente ante lo que va a ocurrir dentro de cuatro o
siete días en las aulas. Estamos hablando de dentro de cuatro días. Ha
hablado usted de las veinte reuniones sectoriales con las comunidades
autónomas. El pasado jueves 27 de agosto conocimos las veintinueve
medidas y cinco recomendaciones para la prevención, higiene y promoción
de la salud para una vuelta a las aulas segura, pactadas con las
comunidades
autónomas en la conferencia sectorial. A día de hoy, 31 de agosto, la
comunidad educativa de Navarra y la Comunidad autónoma vasca no tienen
las respuestas necesarias para garantizar esas premisas. La tarea no es
fácil, lo sé; reconozco que no está usted ante una situación que resulte
fácil, pero hemos tenido meses para preparar esta vuelta de un modo
pedagógico y seguro, y todavía tenemos que escuchar que el inicio de
algunos va a ser escalonado para que les dé más tiempo para prepararse.
No sé si recuerda que en mayo comentamos que se había aprovechado la
situación para imponernos un mando único educativo, un 155 encubierto en
Educación; aspecto que en aquel momento usted negó, pero no por negarlo
esto no es cierto. Hoy más que nunca el respeto escrupuloso de nuestras
competencias en educación es un imperativo no solo porque así debe ser,
sino porque en este ámbito la visión más cercana a la realidad es la más
eficiente para definir las necesidades y las dificultades. Así, al
Gobierno de Navarra le toca escuchar lo que el Foro de la comunidad
educativa surgido ante esta realidad que vivimos le diga y le esté
solicitando. Y no podemos olvidar que queremos y necesitamos competencias
exclusivas en Educación, porque allí donde no haya llegado el ministerio
habrían llegado las administraciones locales, y usted también se ha
referido a los ayuntamientos. Nos parece que los ayuntamientos han sido,
son y serán también una pieza clave para dar respuestas a las necesidades
que tenemos.
Podríamos entrar en el tema del límite de gasto, la posibilidad del gasto
del superávit, pero nos meteríamos en otro debate -también importante-,
que daría respuestas a las necesidades actuales. La educación de la
ciudadanía navarra y de la Comunidad Autónoma Vasca se tiene que decidir
en Navarra, en Álava, Vizcaya y Guipúzcoa, en el sur de Euskal Herria.
Dijimos que se había confirmado nuestra teoría de que el sistema
educativo actual había caducado y de que no responde a las necesidades
que tenemos. No compartimos su visión de que tenemos un buen sistema,
como acaba de decir hace unos minutos. El COVID-19 ha golpeado de lleno
al sistema educativo. Así, desde marzo a junio la educación presencial se
convirtió de un día para otro en enseñanza telemática, con todo lo que
ello conllevó, y volvemos al mismo debate. Compartimos la necesidad de
que la educación sea presencial.
La conclusión ha sido clara: el modelo y el sistema educativo, que ya
arrastraba grandes carencias e imposibilidades, se ha encontrado con
graves complicaciones para hacer frente a la situación creada. En mayo
dijimos que gracias a la implicación de la comunidad educativa se habían
podido superar algunas dificultades que nombramos, y reconocimos que la
comunidad educativa estaba trabajando en condiciones precarias que no se
podían demorar más en el tiempo. Tres meses después mucho nos tememos que
se han dado muy pocos cambios. Se han perdido unos meses muy valiosos.
Así las cosas, dijimos que se habían agudizado los problemas
estructurales que tiene el sistema y que era mucho el alumnado que se
había visto aún más desplazado del sistema en aquellos meses, sobre todo
el alumnado más vulnerable. Se ha querido seguir con toda la maquinaria
educativa, si bien es verdad que oímos palabras bonitas en algunas
ocasiones que solo han sido declaraciones de intenciones. Esperamos que
muchas de las declaraciones que ha realizado hoy usted se concreten.
En mayo, tanto en la Comunidad Autónoma Vasca como en Navarra planteamos
una propuesta a los agentes educativos y a la ciudadanía, en base a un
plan de choque, un plan de emergencia educativa para hacer frente al
curso que venía. Decíamos -y seguimos diciéndolo- que, siendo la
educación pilar fundamental para el sostenimiento de las vidas, había que
tomar medidas para situar al alumnado en el centro y no dejar a nadie
atrás. Tenemos muy claro que el sistema educativo tiene que recuperar su
función compensatoria, socioeconómica, lingüística, cultural y de género,
y en esa dirección hay que planificar y poner en marcha medidas
extraordinarias urgentes. Mayo era el momento de analizar la situación,
aprender de lo ocurrido y prepararnos, ya que no podemos seguir
improvisando y con inercias. Eso solo traerá daños y no solo a las
personas protagonistas del proceso educativo, también a los pueblos.
Le planteamos varios puntos: es necesario consensuar las medidas que se
vayan a plantear este curso que viene entre todos los sectores que
conforman el sistema educativo y la Administración, también la local.
Usted ha estado hablando de este consenso pero vemos, día tras día, que
los actores de la comunidad educativa están solicitando esto. O existen
dos realidades paralelas o no entendemos que se esté solicitando y no se
responda. Los ratios: aumentar la plantilla del profesorado y del
personal educador es un imperativo. La reducción de los ratios, que es
clave necesaria para garantizar el desarrollo de un proceso educativo de
calidad, se ha convertido ahora en una cuestión inevitable si se van a
asegurar unas condiciones sanitarias para el alumnado, profesorado y
trabajadores y trabajadoras en general. Esto supone un aumento de
profesorado y personal educador en pro de garantizar la calidad
educativa. Usted
ha dicho que consideraba que era una inversión -no un gasto en educación,
sino una inversión- y compartimos ese punto de vista; hay que invertir
más.
Se ha hablado mucho de los fondos extraordinarios a aportar en el sistema
educativo y del Fondo COVID y de la gestión de los 2000 millones para
educación. Nos parece adecuado que se destinen 2 000 millones de euros a
las autonomías, pero esto no puede ser ni un requisito para imponer
ningún plan estatal ni un cheque en blanco para que algunas no hagan sus
deberes como deben. Con respecto al currículum, metodologías y
evaluación: el currículum requiere necesariamente una adaptación y, en
consecuencia también, metodologías y evaluaciones. Tal y como señalan
numerosos expertos, esta flexibilidad requiere centrarse más en los
objetivos y competencias a alcanzar que en la transmisión de materias y
contenidos. En el contexto del COVID-19 se están produciendo...
El señor PRESIDENTE: Nueve minutos, señora Pozueta.
La señora POZUETA FERNÁNDEZ: Sí, voy terminando.
... graves retrocesos en la enseñanza y en el uso del euskera. Para miles
de estudiantes de entornos sociales familiares no vascoparlantes durante
meses se han reducido gravemente las posibilidades de escuchar y de
utilizar el euskera. Nosotras tenemos que tener la capacidad de decidir
nuestras políticas lingüísticas, políticas que dejen atrás la inmersión y
los modelos lingüísticos de la Comunidad Autónoma Vasca, así como la
zonificación lingüística que se ha dado en estos momentos en Navarra.
Para finalizar, me gustaría que aclarara las siguientes dudas: si usted
dice que las comunidades autónomas tenemos competencia plena en
educación, más allá de repartir cuantías económicas, ¿qué función tiene
entonces el ministerio? Con respecto a los 2000 millones de euros para
las comunidades autónomas, ¿de qué manera se van a repartir? ¿Cuánto será
para Navarra y cuánto para la Comunidad Autónoma Vasca? ¿Qué seguimiento
hará de esta inversión el ministerio? La inspección, más allá de
controlar el absentismo, ¿qué labores pedagógicas realizará en ese inicio
de curso? Por último, en cuanto al currículum, le hemos escuchado que
sigue siendo el mismo, es decir, el de la Lomce, y que cada centro podrá
variar las programaciones por la situación generada. De acuerdo. Pero el
problema que vemos es ese, es el currículum, porque sigue siendo el de la
Lomce. ¿Qué intenciones tiene la ministra respecto a la derogación de la
Lomce y, por tanto, seguirá con el proceso de la Lomloe?
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Pozueta.
Tiene la palabra, por parte del Grupo Parlamentario Vasco, la señora
Gorospe Elezcano.
La señora GOROSPE ELEZCANO: Gracias, presidente.
Buenas tardes, ministra; buenas tardes a todas y a todos y también al
equipo que ha venido a acompañarla.
Desde que empezó la crisis sanitaria, allá por marzo con fuerza -antes,
pero con el confinamiento y demás-, probablemente será ahora y en los
próximos días cuando atravesemos uno de los momentos más críticos en la
gestión de esta crisis sanitaria. Por eso, desde nuestro grupo
parlamentario pensamos que es momento para que todas y todos estemos
absolutamente centrados en lo que son las prioridades, lo que exige que
se abandonen discursos de trazo grueso, discursos hostiles que muchas
veces no llevan más que a la esterilidad del debate político.
Consideramos que hay espacio indudablemente, y tiene que ser así, para la
crítica, para la corrección y para las propuestas, porque de otra forma
no habría espacio para mejorar. La semana pasada escuché una entrevista
que le hicieron a usted en una radio y afirmaba que nada la iba a
distraer. Nosotros deseamos también que sea así, porque creo que es muy
importante que seamos todos conscientes de la responsabilidad que a cada
uno nos toca y para eso, insisto, es muy importante que estemos centrados
en la tarea.
En cuanto a la forma en la que se ha tejido esa relación
interinstitucional, usted en su intervención ha apelado una y mil veces a
la colaboración interinstitucional. Ha hablado usted de la lealtad
institucional necesaria, y sabe que el Partido Nacionalista Vasco es un
partido que considera la estabilidad institucional un valor en sí mismo,
que actúa con lealtad institucional, y más en una situación como la que
estamos viviendo, pero para nosotros es absolutamente necesario insistir
en que esa lealtad institucional no debe entenderse como subordinación
institucional o como si hubiera un rol secundario. Por tanto, nuestra
crítica en algunos ámbitos, como en la conferencia sectorial, a veces
viene de ese déficit, a nuestro juicio, en la forma. Creemos que se
trabaja mucho por la vía de oídas las comunidades autónomas y a nosotros
realmente nos gustaría mucho que se pasara al discurso de: en colaboración
con las comunidades autónomas. Es un trabajo en el que se exige más
colaboración, interactuar más entre las distintas instituciones para que
efectivamente esa coordinación y colaboración entre todas pueda fluir.
Difícilmente puede darse ese escenario si, por ejemplo, el documento que
es objeto de la conferencia sectorial se facilita a los distintos
representantes de las comunidades autónomas con muy, muy poquitas horas
de antelación para poder analizarlo en profundidad. No obstante, sí es
verdad que en cuanto al fondo de la cuestión, de las medidas que se están
proponiendo, se ha dicho que hay propuestas contrapuestas pero a nuestro
juicio no es así. Muchas de ellas son coincidentes, porque prácticamente
todas las administraciones educativas están actuando siguiendo las
indicaciones de las autoridades sanitarias, cada una en su lugar. Lo que
están haciendo es ir adecuándolas a su realidad socioeconómica, a los
espacios arquitectónicos que cada una de ellas tienen, o al profesorado
que en cada centro pueda existir.
Se ha dicho que hay mucha improvisación. Nosotros consideramos que no.
Usted se ha referido en su intervención a distintos documentos que
estaban y están colgados en la página web del ministerio y a otras
autoridades administrativas. En nuestro caso, por ejemplo, en Euskadi,
donde tenemos responsabilidades de Gobierno en educación, se habían
realizado ya antes de verano esos protocolos de actuación, esos
planteamientos y protocolos de seguridad de riesgos laborales para que
las escuelas fueran entornos seguros donde poder ofrecer esa enseñanza
presencial, esa modalidad presencial que, a nuestro juicio, es muy
importante. Por tanto, improvisación no; hay planificación.
También se ha referido -es muy importante insistir- a que lo que no se
puede pretender -es muy difícil, desafortunadamente, en un entorno tan
cambiante, en unas circunstancias de crisis sanitaria que cambia
continuamente, que está mutando continuamente, que es dinámica y no
sabemos cómo va a ir evolucionando- es que todas las medidas que se
propongan tengan que ser flexibles. Esa tiene que ser una de las
características de las medidas propuestas: que sean flexibles. Todos los
protocolos y procedimientos tienen que estar continuamente sujetos a
renovaciones para ir adaptándose a la realidad que en cada momento se
está viviendo. Entendemos perfectamente la incertidumbre con la que
muchas familias y agentes del sistema educativo están viviendo la
situación actual. Efectivamente, es una situación absolutamente
complicada y crítica, como anteriormente decíamos, pero es muy importante
trasladar el discurso de que las escuelas son espacios seguros, que las
autoridades sanitarias están vigilando para que eso sea así y que
seguirán adoptando todas y cada una de las medidas que sean necesarias en
cada momento para que esos entornos seguros realmente permitan
desarrollar la educación en modalidad presencial.
Es muy importante insistir también en que se han adoptado durante el
confinamiento y se están adoptando ahora medidas para que los colectivos
más vulnerables, porque viven una realidad socioeconómica y sociocultural
más compleja, más frágil, puedan tener materiales, apoyo didáctico y
acceso a los comedores escolares con carácter prioritario frente al resto
de compañeras y compañeros. Todas las autoridades administrativas se
están empleando a fondo en ello. Es un mensaje que tenemos que trasladar:
que todas las autoridades administrativas están actuando con diligencia,
que están centradas en esto, que se corregirán los errores que en un
momento dado puedan surgir porque se haya pensado que la pandemia iba a
evolucionar en un sentido y haya cambios y que va a haber capacidad para
reaccionar con prontitud.
Me gustaría terminar como usted ha iniciado su intervención, mostrando
nuestro agradecimiento a todos y cada uno de los agentes de la comunidad
educativa -familias, profesorado, personal no docente-, a las autoridades
y a las administraciones educativas, animándolos para que sigan
trabajando con mucha fuerza para poder avanzar. Y a usted, señora
ministra, le pido que trabaje en colaboración con las instituciones, en
colaboración real; que pase del oír a las instituciones -porque alguien
podría entender que oír, dependiendo de cuál sea la voluntad de la
contraparte, es que entre por un lado y salga por el otro; no digo que
sea el caso- a un trabajo de colaboración continuo. Pensamos que es
absolutamente necesario. La colaboración y la coordinación
interinstitucional han dado muy buenos resultados y así deben seguir. Y a
las familias quiero trasladarles la confianza en lo que se está haciendo.
Gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias, señora Gorospe.
Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, la señora Martín
Llaguno.
La señora MARTÍN LLAGUNO: Gracias, señor presidente.
Muchas gracias, señora ministra, por sus explicaciones. Nos toca empezar
el curso escolar después de siete meses con los colegios cerrados. Los
portavoces que han hablado antes que yo han mencionado reiteradamente una
palabra que flota en el ambiente y que tienen en la cabeza los padres,
los niños, los directores, los profesores e incluso entiendo que usted
misma: incertidumbre.
Quiero empezar diciéndole que no me da usted ninguna envidia, porque la
situación es realmente muy complicada. La pandemia que hemos vivido, que
estamos viviendo, es algo sin precedentes y debe ser muy difícil de
gestionar. Ni mi grupo parlamentario ni yo somos sospechosos de no haber
demostrado responsabilidad y de no haber estado en lo que se ha
necesitado, pero en el caso de la vuelta al colegio no me pueden decir
que no se veía venir, que no se podía prever. Lo han visto venir los
padres y las madres. Lo hemos visto venir cuando se abrían los locales de
ocio y veíamos que no se hablaba demasiado de las aulas. Lo han visto
venir los profesores, cuando veían que se hablaba de planes para otros
sectores muy afectados y no se hacía hincapié en la importante
responsabilidad que tienen ellos cuando manejan la educación de nuestros
hijos. Esto da cuenta del papel que la educación tiene que tener en un
país, que tendría que haber sido mucho más importante.
Hace unos días -usted está siendo, la verdad, bastante criticada por su
actuación- se sumaba a algunas quejas de padres y docentes el Sindicato
de Inspectores, que me merece mucho respeto. Voy a leer textualmente,
porque le reprocharon su falta de realismo y de compromiso con la
educación, su carencia de liderazgo y su negativa a tomar decisiones
relevantes y concretas, amén de su incapacidad para coordinar las
políticas educativas territoriales. Habiéndole dicho que entiendo que
creo que es difícil, tengo que decirle que en este caso coincido con
USIE.
Usted, con toda su buena intención, probablemente se ha escudado en un
mantra que no es cierto. Ha estado durante mucho tiempo -hoy por primera
vez la he escuchado en una entrevista en radio reconocer cosas que yo le
había pedido anteriormente- diciendo que las competencias educativas
estaban transferidas a las comunidades autónomas, es decir, que, en
sentido literal, usted se ha declarado incompetente para llevar el timón
de la educación en este país; incompetente en el sentido de las
competencias. No quiero hacer de esto un arma arrojadiza, pero se lo he
repetido en distintas comisiones y es así. Conozco perfectamente la
distribución competencial en educación, y las competencias en educación
no están transferidas, sino que son compartidas. Le voy a remitir al
artículo 149 de la Constitución, donde se habla de que el Estado tiene
dos funciones fundamentales: en primer lugar, expedir los títulos y, en
segundo lugar, garantizar la satisfacción del artículo 27 de la
Constitución. Por tanto, es su responsabilidad, en primer lugar, plantear
las condiciones de igualdad para la expedición de estos títulos y, en
segundo lugar, efectivamente, garantizar que ese derecho a la educación
se satisface en condiciones de igualdad y de equidad en todo el
territorio. No entiendo que usted -además, sé que no lo cree- diga que es
incompetente para gestionar la vuelta al colegio en una situación de
pandemia educativa y, sin embargo, que sí tiene competencias para
tramitar una reforma educativa en plena pandemia. Le voy a decir una
cosa: entiendo que a lo mejor es una estrategia de su Gobierno, pero a
nosotros nos preocupa. Nos preocupa muchísimo que en esta segunda ola del
COVID estén ustedes con el eslogan del descargo de responsabilidades.
Cada vez que usted o el presidente del Gobierno dicen que no tienen
competencias y convierten algo en un conflicto competencial, los
ciudadanos sienten incertidumbre. A la gente no le importa quién le tiene
que resolver la papeleta, lo que le importa es que se la resuelva -que
bastantes problemas tiene ya- y, además, pronto. Nosotros, los políticos,
no podemos convertirnos en un problema más.
Le he hablado de la distribución competencial y de las funciones que le
corresponden como ministra, pero, más allá de las funciones que están
estipuladas en la Constitución, es cierto que usted, como ministra de
Educación, tendría que ejercer siempre una función de liderazgo, pero
especialmente en las circunstancias en las que nos encontramos. Además,
dispone usted de instrumentos para ello, como el Instituto de Evaluación
Educativa o el Cidead. En este sentido, tengo que decirle que no ha sido
así. El día 13 de abril, hace cinco meses, registré una proposición no de
ley pidiéndole que, por favor, preparara la vuelta al curso escolar. La
semana pasada realizaron ustedes una conferencia conjunta -nos ha
detallado todas las que ha habido- entre Sanidad y Educación, la
definitiva. Yo le confieso que tenía un montón de esperanzas y esperaba
que realmente nos fueran a dar más respuestas que incertidumbres, pero la
realidad es que han decepcionado a todos, porque han conseguido un triste
consenso, porque han conseguido poner de acuerdo a padres, a profesores,
a familias, a sindicatos, a inspectores e incluso a gente de su propio
Gobierno en un mayúsculo cabreo con el tema de la vuelta al colegio. Por
mucho que
se intente justificar y por mucho que haya detallado veinte reuniones
-sinceramente, creo que no han cundido lo que tendrían que haber
cundido-, le voy a decir lo que se hubiera esperado en estos momentos del
ministerio. Tres cosas: primero, que fueran ustedes capaces de unificar
protocolos; segundo, que implantaran acciones y dotaran de recursos a las
comunidades autónomas y a los centros, y tercero, que hubieran anunciado
el desarrollo de medidas normativas que se van a necesitar para adaptar
la situación.
Voy a empezar por lo primero, que ya se lo han dicho algunos de los
portavoces anteriores. Lo que presentaron el otro día fue más un
protocolo sanitario -un conjunto de medidas sanitarias- que de carácter
educativo. En cualquier caso, yo tengo que decir respecto al trabajo del
señor Illa que hay algo positivo, y es que por primera vez en siete meses
hemos tenido algunas normas mínimas para saber qué hacer en caso de un
brote o cómo actuar con respecto a los espacios. Pero este protocolo que
presentaron ustedes la semana pasada tenía que haber estado en mayo, para
que los colegios hubieran podido hacer los planes de contingencia de
acuerdo con unas directrices mucho más claras que las que dieron ustedes
en ese momento, y aun así hay grandes vacíos. Tengo preguntas que me han
hecho los padres. En primer lugar, siguen ustedes sin establecer un
estudio de prevalencia a nivel nacional en el ámbito educativo. En
segundo lugar, siguen ustedes sin determinar qué mecanismos se van a
establecer para la supervisión y el seguimiento de los planes de
contingencia sanitarios. ¿Va a recaer esta función en el coordinador
COVID? ¿Van a decirles a los inspectores educativos que se tienen que
encargar de esto cuando no es su trabajo? ¿Va a hacer la inspección
sanitaria esta supervisión? ¿Cómo se va a garantizar que esos protocolos
se siguen? En tercer lugar, una cuestión logística muy básica que me
preguntan todos los padres: ¿Qué tipo de mascarillas tienen que llevar
los niños al colegio? Porque dicen ustedes que dos, pero ¿tienen que ser
de algodón?, ¿sanitarias? Esto me lo preguntan todos los padres en los
chats, pues yo soy mamá de un niño pequeño, y es una cuestión que me
gustaría que respondiera.
Con respecto a las medidas educativas -no las sanitarias- que usted
tendría que haber dado, siento decirle que el diagnóstico estaba. Sí, el
diagnóstico yo también lo comparto, hay que unificar protocolos, pero hay
que unificarlos. No han dicho nada sobre el contenido curricular mínimo
que debe priorizarse en cada uno de los escenarios que se puedan
producir, no han consensuado nada sobre los criterios mínimos de
evaluación para cada uno de los escenarios -ya sé que dijeron que había
que consensuarlos, pero tocaba que los hubiera consensuado-, no han dado
orientación a los centros ni a las comunidades autónomas de cómo adaptar
estos contenidos con respecto a las pérdidas que se han producido. ¿A qué
fórmulas ha llegado usted para la supervisión y el seguimiento de los
planes de contingencia educativos?
El señor PRESIDENTE: Señora Martín, nueve minutos.
La señora MARTÍN LLAGUNO: ¿Han establecido procedimientos para el acceso y
la comunicación con los niños si tienen que confinarse? Además, ustedes
no han implementado ninguna medida. Habla usted del Fondo COVID de 2000
millones; señores, este fondo no se ha transferido, se transferirá en
septiembre. Habla usted de 40 millones del plan PROA, cuando el año
pasado ya estaba presupuestado con 81 millones; por favor, acláreme si
son 40 millones adicionales o son los fondos que no se habían ejecutado
en la etapa anterior. Y terminaré hablándole después de las medidas
normativas.
Gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias, señora Martín.
Por el Grupo Parlamentario Plural, tiene en primer lugar la palabra doña
Inés Sabanés, por un tiempo de seis minutos, y luego se la cederá al
señor Miquel i Valentí, por un tiempo de otros tres minutos.
La señora SABANÉS NADAL: Gracias, presidente. Gracias, señora ministra.
Me voy a permitir ser crítica, desde la coherencia que nos da a Más
País-Equo haber mantenido la misma posición todo el tiempo y, por tanto,
no haber cambiado cada cinco minutos de responsables y responsabilidades
entre las comunidades autónomas y entre el Gobierno y no haber empleado
un argumento distinto en cada momento. Desde ese punto de vista, me voy a
permitir decirle a usted, a su equipo y a los equipos de las comunidades
autónomas que, a pesar de reconocer el trabajo, cuando nadie nos entiende
hay que tender a pensar que no nos explicamos, no que no se enteran
aquellos colectivos o aquella gente a la que nos tratamos de dirigir.
Luego, ha fallado con toda seguridad; yo no dudo de la voluntad, pero
está claro que ha fallado la capacidad de transmitir, la capacidad de
informar, la capacidad de generar confianza, la capacidad de acordar con
el conjunto de la comunidad educativa no solo las
medidas, sino las distintas fases de transmisión y actuación en cada una
de las medidas. Esto es importante.
Me quiero referir ahora a tres cuestiones esenciales en la gestión de una
crisis que no tiene nada que ver con una situación habitual ni conocida
por nosotros. Estas tres cuestiones se necesitan de forma esencial y
están sobre la mesa: fondos, gestión, competencias y gobernanza en una
crisis y prioridades. Estos son tres elementos que me parece fundamental
tener en cuenta. El error que se suele cometer en estos tres elementos es
verlos de forma separada: por un lado, los fondos, por otro lado, las
competencias y, por otro lado, las prioridades. No; están y deben estar,
para gestionar una crisis en condiciones, claramente interrelacionados,
si no es imposible, porque es imposible atender una cosa y su contraria.
Para garantizar el derecho a la educación y a la no discriminación en el
contexto de una crisis de esta magnitud hay que relacionar estos tres
elementos, teniendo en cuenta, evidentemente, que estamos en un Estado
complejo y con un modelo de competencias perfectamente establecido. En
cuanto a los fondos, según nuestro criterio, debe haber suficiencia y
condicionalidad a los objetivos y capacidades para hacer un seguimiento y
que estos fondos se adecuen realmente a cada paso que tenemos que dar. En
cuanto a las competencias, cogobernanza, gobernanza, para nosotros es
fundamental que haya estructuras que permitan la corresponsabilidad,
desde el respeto a la responsabilidad de las comunidades autónomas, el
seguimiento y la evaluación, así como mecanismos que tienen que generarse
de forma continua en un contexto de estas características. Y en cuanto a
las prioridades, lo que más nos preocupa en este momento y lo que está en
juego es el derecho a la educación en una situación de vulnerabilidad. Lo
dijo Naciones Unidas, se repite y lo debemos repetir. Son muy importantes
la contratación de profesorado, los servicios complementarios, la ayuda
individual, etcétera. Hay una serie de cuestiones que pueden afectar al
sistema -que yo difiero de usted, porque creo que es un sistema educativo
que tiene sesgos de desigualdad y de segregación-, y en una situación de
estas características o se interviene de una forma contundente y clara o
el sesgo de desigualdad y de segregación se puede convertir en una brecha
realmente insuperable. Esa es la parte más importante que, como grupos
políticos, deberíamos abordar. Le pregunto: ¿qué ocurre cuando Naciones
Unidas lo ha dicho ya y la realidad es que algunos barrios están más
castigados que otros? Es de suponer que en esos barrios los centros
educativos estarán más castigados que en otros. ¿Cuáles son las medidas?
Quisiera saber cuáles son las medidas, pero no en general, sino cómo
vamos a mantener el equilibrio en una situación de riesgo de
vulnerabilidad y de sesgo de vulnerabilidad. Este es un tema en el que yo
creo que hay que relacionar, como les decía antes, los fondos, la
cogobernanza, cómo entran los ayuntamientos que tienen capacidad y cómo
todos construimos un sistema de protección a la vulnerabilidad con el
riesgo y el sesgo que tenemos en este momento. Señora ministra, no va a
escuchar a Más País-Equo ni una sola palabra que incentive la crispación,
pero tenemos una enorme preocupación por una situación de desequilibrio
en un sistema frágil que en una pandemia puede realmente convertirse en
una tragedia.
Queremos hablar también de la conciliación. Nosotros somos conscientes -o
por lo menos yo lo soy- de que en todo el tema de la conciliación
llevamos un retraso inmenso en este país. Es un papel que muchas veces se
asigna a la escuela, cuando corresponde a otros servicios, corresponde al
conjunto de la sociedad, corresponde a la modificación horaria de las
empresas, entre otros, corresponde a la racionalidad del conjunto para
que la conciliación sea una realidad. Pero estamos en una situación de
crisis y, aunque el horizonte sea trabajar -termino, señor presidente-,
en una crisis de estas características tenemos que establecer medidas de
conciliación que permitan saber qué hacer en una situación en la que los
padres o madres tienen que cuidar de un niño que se ha contagiado o en la
que ellos mismos están en cuarentena. Tenemos que ver qué medidas hay
para la conciliación desde ese horizonte. Ya le he dicho cuál es mi
criterio para la conciliación, pero ahora, en un momento de emergencia de
estas características, hay que tomar medidas.
Nada más. Me gustaría que me contestara a los temas de vulnerabilidad y de
conciliación fundamentalmente, porque hay medidas importantes que a corto
plazo hay que ahormar mejor con los fondos, con las competencias, con los
instrumentos para la cogobernanza y con las prioridades.
El señor MIQUEL I VALENTÍ: Gracias, presidente. Gracias, ministra, por
comparecer esta tarde aquí.
Como esto no ha sido siempre así y cuando no ha sido así se lo he
reprochado, déjeme que empiece por agradecerle que reconozca y respete la
distribución competencial en materia educativa. Lo ha hecho durante estos
meses, lo ha apuntado ahora y me parece de recibo agradecérselo, porque
cuando no ha sido así, como he dicho, se lo he comentado.
A lo largo de estos meses, durante los que han pasado por aquí, en el
marco del grupo de trabajo de políticas sociales y de cuidados, distintos
expertos en materia educativa, les he preguntado a todos lo mismo, si
estábamos preparados para un segundo confinamiento total, centrándonos en
la cuestión educativa, que es la que nos ocupaba en sus comparecencias, y
la mayoría respondía que no, porque había un problema estructural que
había que resolver. Eso seguramente es verdad y es así. Nosotros pudimos
entender que frente a aquellas cuestiones que abordamos por primera vez
podemos improvisar o podemos necesitar un poco de tiempo para aprender.
Eso es comprensible y respetable y creo que así lo hemos hecho. Lo que no
sería comprensible es que casi siete meses después, en una segunda ola de
estas características, no hubiéramos hecho los deberes para abordar de
forma diferente y en mejores condiciones una situación como la que nos
podríamos encontrar.
Nosotros somos partidarios de evitar a toda costa un confinamiento total,
pero eso no depende de nosotros ni de nuestra voluntad, con lo cual creo
que sería interesante conocer si el trabajo del ministerio y de las
comunidades autónomas tiene que ver con prepararse frente a un posible
confinamiento total como el que hemos abordado, sea para esta crisis
sanitaria, sea para cualquier otra crisis de otras características. Yo
apunto solo tres cosas que para nosotros son importantes.
En primer lugar, desde el 14 de marzo hasta hoy han tenido ustedes
prácticamente seis meses para abordar cuestiones como qué pasa o qué
soluciones damos a las familias que necesitan quedarse con uno de los
hijos en casa porque el menor de edad se encuentra en una situación de
cuarentena. Hoy, 31 de agosto, ha amanecido sin una respuesta clara a ese
problema. Conocíamos hace unos días cuál era su posición, también
conocemos la de la ministra de Trabajo, pero no ha habido una posición
unánime del Gobierno, al menos hasta hoy, sobre cómo abordar esta
situación. Esto genera inseguridad e incertidumbre en las familias, que
necesitan programarse y prepararse para el curso que empieza estos días.
El señor PRESIDENTE: Tiene que terminar.
El señor MIQUEL I VALENTÍ: Termino, señor presidente.
En segundo lugar, me gustaría que abordara un poco más la cuestión de la
distribución de fondos, que ha apuntado por encima. Me gustaría saber, si
es que los tienen, más detalles sobre cómo se va a gestionar esta
distribución de fondos.
En último lugar, usted apuntaba hace un par de días que la cuestión de las
actividades extraescolares estaba un poco en el aire en función de cómo
evolucionasen las pequeñas crisis que se pudieran producir en
determinados lugares. Quería saber si tienen ustedes controlado, con los
Gobiernos autonómicos, algún avance en ese sentido, porque necesitan
programarse, puesto que muchas de ellas empiezan en apenas quince días.
Muchas gracias, ministra.
El señor PRESIDENTE: Gracias.
Tiene la palabra ahora, por el Grupo Parlamentario Republicano, la señora
Bassa Coll.
La señora BASSA COLL: Gracias, presidente. Buenas tardes, señora ministra.
Estamos de acuerdo en que toda cautela es poca, de ahí nuestro acuerdo con
todas las medidas imprescindibles que deben acompañar necesariamente este
próximo curso y que usted ha detallado. Estamos totalmente de acuerdo con
todo lo que ha contado usted, pero hay un tema con el que quería empezar,
porque nos preocupa muchísimo en Esquerra Republicana y no está resuelto.
Desde el estado de alarma venimos reclamando el permiso retribuido para
las familias que, por un lado, deben asumir el cuidado de sus hijos e
hijas en situaciones de aislamiento forzoso, mientras que, por otro lado,
se les obliga a ir a trabajar. Llevamos meses esperando esta medida por
parte del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, pero ahora que van a
empezar las clases presenciales esta medida es absolutamente necesaria.
Se lo digo a usted, ministra de Educación, porque esta es la principal
medida que compete resolver a su Gobierno para evitar los contagios en
las escuelas. Me explico. El Gobierno español lo que debe hacer es
garantizar que las familias necesitadas pueden quedarse en casa con sus
hijos en caso de
enfermedad, es más, incluso antes, con la aparición de los primeros
síntomas, con la finalidad de minimizar el riesgo de contagio.
Afirmaba el ministro Illa hace pocos días -ustedes lo habrán visto por las
redes- que no concebía que un padre o una madre llevase a un niño a la
escuela sabiendo que no está en condiciones de ir al centro escolar,
poniendo en riesgo la salud de su hijo y del resto de los alumnos y
personal que está trabajando, pero lo que nos preguntamos es: ¿acaso no
hay ejemplos de empresarios obligando a trabajadores a saltarse la
cuarentena o de trabajadores yendo a trabajar enfermos? Todos sabemos que
esto está pasando. En algunos casos es por avaricia y falta de ética,
pero en la mayoría de casos es por necesidad. Mientras el Gobierno PSOE y
Unidas Podemos no resuelva esta necesidad, estará manteniendo uno de los
principales focos de contagio, insisto, especialmente ahora con la
apertura de los colegios. Un Gobierno progresista debe dar respuestas más
rápidas, más claras y más contundentes ante las necesidades reales de las
clases trabajadoras. Un Gobierno progresista debería tener como prioridad
la inversión educativa, especialmente en unos momentos como estos; sin
embargo, sigue habiendo mayor compromiso en este Gobierno con el gasto
militar que con la inversión educativa.
Si la primera medida que ha de adoptar el Gobierno es la de reconocer
permisos retribuidos para el cuidado de menores en confinamiento, la
segunda debe ser la financiación de las medidas extraordinarias que
requieren las escuelas para garantizar el derecho básico a la educación
de todas y todos en una situación extraordinaria como la que estamos
viviendo, en primer lugar, respecto a las medidas de prevención a
adoptar, que requieren de recursos extraordinarios materiales,
organizativos y humanos, y en segundo lugar, respecto a las medidas para
garantizar el aprendizaje a la familias más necesitadas, que son quienes
más están padeciendo esta crisis en todos los aspectos y que están en
riesgo de padecer una brecha educativa; mejor dicho, nuestra sociedad
está en riesgo de padecer una brecha educativa.
Debe ser prioridad que la epidemia no fracture la educación de toda una
generación, que no fracture el futuro de nuestra sociedad. Es nuestro
deber garantizar el trabajo educativo, social, afectivo y comunitario
propio de los centros educativos, incluyendo esta es otra gran prioridad
la función de comedor social que cumplen muchas escuelas para familias
necesitadas y a la que usted, ministra, ha hecho referencia. Por ello, el
Departament d'Educació tiene claro el objetivo: reivindicar la escuela
como espacio seguro para alumnos, familias, profesores y demás
trabajadores de los centros. Para ello, para que sea un espacio seguro,
para que podamos aplicar las políticas de salud también a las escuelas,
se necesitan muchos recursos extraordinarios. Por ello, Esquerra
Republicana de Catalunya cree que las escuelas deben abrir. Desde hace
muchos días estamos dando ruedas de prensa en las que decimos que escoles
obertes sí o sí. Para nosotros el debate no es el qué, sino el cómo. Ante
las críticas de aquellos que no creen que sea una buena idea abrir las
escuelas, el conseller Bargalló anunció hace pocos días una idea
fundamental: abrimos las escuelas porque somos un servicio público, y lo
haremos con el esfuerzo de todos los profesionales para garantizar la
educación de nuestro alumnado en una situación que no es la normal, y aún
más, que no es como la que preveíamos hace tan solo quince días. Por ello
debemos ser capaces de actuar con flexibilización, adaptándonos en cada
momento, y para ello, insisto, se necesitan recursos.
En consecuencia, en el curso 2020-2021 hemos de priorizar los aprendizajes
teniendo una visión más global del currículum, donde el trabajo de la
acción tutorial sea más importante que nunca, donde la gestión de las
emociones sea la clave y donde las competencias digitales sean
fundamentales. Por ello, y ante esta necesidad, apostemos por una clara
revisión del currículum y de las metodologías que pongan en el centro del
estudio lo que realmente es cultural y socialmente relevante: todo lo que
concierne a la condición humana, al bien de la comunidad, a la libertad y
la igualdad, a los derechos humanos y a la conciencia social y
medioambiental, local y planetaria; educar, en definitiva, para la
sostenibilidad de la igualdad entre hombres y mujeres, respetando la
diversidad, fomentando el espíritu crítico y la cultura de la paz y la no
violencia.
Aprovechemos esta oportunidad, dado que la situación del virus nos obliga
a repensarnos, para entender que hasta el momento los contenidos de
nuestro currículum son excesivamente rígidos y sobrecargados; currículum
además obligado desde la centralidad del Gobierno español que nos exige
unas enseñanzas mínimas que no compartimos por ser un ataque no solo a
nuestras competencias, sino y sobre todo a la libre elección de los
proyectos educativos de nuestros centros. Pedimos que no se prescriba ni
generalice, sino que se oriente, sugiera y permita.
A las puertas de este nuevo curso, a las puertas de un nuevo otoño
pandémico, anticiparnos a la realidad va a ser complicado, lo sabemos. El
lema `distancia, manos, mascarillas´ lo tenemos ya muy
interiorizado, pero no es suficiente. En Cataluña cada centro ya ha
elaborado su plan para garantizar de la mejor manera el inicio de su
curso. Ratios, espacios y tiempos son excepcionalidades importantes,
además de ser al mismo tiempo oportunidades para innovar en educación.
Transformar espacios, reagrupar alumnos no necesariamente por edad,
diseñar trabajos colaborativos o experimentales, motivar ambientes de
aprendizaje según intereses o fijar tiempos según la actividad, y no al
revés, son elementos que deberán imponerse si apostamos por la calidad
educativa. Y es que la pandemia nos obliga a repensar la educación, tanto
en el ámbito escolar como extraescolar, explorando otras formas más
imaginativas, más pedagógicas, más actuales y, sobre todo, más
eficientes. Y tampoco es suficiente asegurar ratios, controlar la entrada
y salida de los centros o la distribución de horarios y espacios o la
permanencia de grupos estables de alumnos y profesores. Ni siquiera es
suficiente disponer de planes educativos esenciales como el Plan de
Digitalización o el Plan de Mejora de Oportunidades Educativas para
asegurar al máximo la equidad; medidas necesarias sí, pero suficientes
no.
Esta crisis sí puede ser una oportunidad si se decide por fin destinar los
recursos públicos al bien común. Consigamos entre todas convertir la
nueva realidad que se impondrá en una oportunidad; oportunidad que
evidencie de una vez por todas que la educación solo debería entenderse
como una inversión. De ahí mi afirmación anterior cuando me refería a que
las medidas son necesarias, pero no suficientes. Necesitamos más
recursos, repito, muchos más recursos, porque la educación no solo es
presente, es nuestro futuro.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Bassa.
Tiene la palabra ahora por parte del Grupo Parlamentario Confederal de
Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común el señor Mena Arca.
El señor MENA ARCA: Gracias, presidente.
Buenas tardes, señora ministra. Gracias por las explicaciones que nos da
usted hoy. En primer lugar, quería poner en valor la importancia de esta
comparecencia y del debate que estamos teniendo hoy aquí. Es en los
momentos de incertidumbre cuando más importante es que los responsables
públicos demos la cara, desde la voluntad de lanzar un mensaje claro y
útil a la ciudadanía. Permítame decirle, señora ministra, que otra cosa
no, pero es cierto que incertidumbre respecto a la vuelta al cole ha
habido mucha, seguramente no más que la que ha habido en otros países de
nuestro entorno como, por ejemplo, Alemania, que cinco días después de
empezar el curso ya estaba cerrando colegios, o como Francia, donde las
medidas van a ser mucho más abiertas y mucho más laxas que en nuestro
país. A mí, sinceramente, señora ministra, me espantan aquellos que
vienen a dar lecciones de cómo se gestiona una pandemia, que ha sido
inesperada, que ha sido global y que ha tenido un impacto mundial, y
sobre todos aquellos que luego, cuando la han tenido que gestionar desde
sus respectivos Gobiernos autonómicos, han demostrado que la cosa no era
tan sencilla.
Hoy podríamos venir aquí a respondernos mutuamente y lanzarnos los trastos
a la cabeza, y yo podría hablar largo y tendido de la mala gestión de la
señora Ayuso en la Comunidad de Madrid o de la nefasta gestión del
Gobierno de Junts y de Esquerra Republicana en Cataluña, pero creo que no
es ni lo que espera ni lo que se merece la comunidad educativa. Si me
permiten, hoy probablemente hablaré más como profesor interino que soy -y
usted lo sabe- de un barrio humilde de mi ciudad y no solamente como
diputado de Unidas Podemos-En Comú Podem. ¿Por qué? Porque me pasa como
nos pasa seguramente a todos los que estamos en esta sala: empatizamos
muchísimo con las dificultades de inicio de curso que debe estar
experimentando el profesorado estos días.
Señorías del resto de partidos que también gestionan y también gobiernan
sus respectivas comunidades autónomas, nadie entiende que no se hayan
aprovechado los meses de verano para hacer públicas las indicaciones a
centros educativos y también al profesorado. Siendo honestos -porque hay
que serlo- solamente una comunidad autónoma ha elaborado un proyecto para
el inicio de curso dialogado con el conjunto de la comunidad educativa, y
es el Gobierno del País Valencià. La sensación que tiene el conjunto de
la ciudadanía es que después del estado de alarma las administraciones
educativas han llegado tarde al inicio de curso, pero más tarde aún
estamos asistiendo a analizar -y a mí eso me preocupa muchísimo- las
repercusiones y las consecuencias que ha tenido un final de curso
abrupto, el 2019-2020, para el conjunto del alumnado, y eso es tarea que
deben hacer las comunidades autónomas. Y hay que hacerlo ya; hay que
corregir de manera inmediata la brecha que el final de curso y la
educación on line puedan haber provocado en aquellos niños y niñas que no
tienen la posibilidad de
disponer de un ordenador, una habitación y unos tutores que puedan estar
veinticuatro horas pendientes de ellos. Hablamos poco de eso, y es
urgente también hacer ese análisis. Esa es nuestra responsabilidad como
Administración porque, a pesar de nuestras diferencias -me refiero a los
que estamos aquí-, creo que todos y todas en esta sala estamos de acuerdo
en que la educación presencial no es una opción, sino una obligación
política de un país que apuesta por la igualdad de oportunidades. Lo que
no se puede permitir, señorías, es que durante semanas se haya estado
acusando al profesorado de intentar boicotear el inicio del curso. Hasta
se han dedicado indignas portadas en algunos medios de comunicación que
seguramente todos tenemos en la cabeza. Hay que tener, permítame que lo
diga, la cara muy dura, ya sea un periódico o algunos responsables
políticos que también hemos escuchado, para decir a los profesores y
profesoras, que durante la pandemia han estado doblando su jornada
laboral, aprendiendo nuevas competencias en el ordenador, haciendo skypes
con sus alumnos, y todo en una educación completamente mermada por diez
años de recortes, que la culpa de la incertidumbre ante la vuelta al cole
es precisamente del profesorado. Eso lo hemos escuchado de responsables
políticos y ha ocupado portadas en algunos medios de comunicación de este
país. Seamos serios, no hace falta que salgamos cada día, como hemos
hecho durante la pandemia, a aplaudir a un sector para que los
responsables políticos y los medios de comunicación se hagan cargo de la
importancia del esfuerzo que está haciendo la comunidad educativa.
Ministra, el diálogo que se produjo la semana pasada con las comunidades
autónomas, así como la inyección que usted nos ha explicado de 16 000
millones de euros a los Gobiernos autonómicos creemos que van en la
dirección adecuada. Sin embargo, hace falta ampliar ese diálogo por parte
de todos los responsables -especialmente de las comunidades autónomas- a
las AMPA, al profesorado, a los centros educativos, a los sindicatos y a
todo el personal educativo; en definitiva, al conjunto de la comunidad
educativa. Nosotros mismos, desde Unidas-Podemos, nos hemos reunido hace
poco tiempo con todos los actores de la comunidad educativa, y quiero
pensar que las reclamaciones que se están haciendo nos pondrían de
acuerdo a prácticamente todos los que estamos hoy sentados en esta
comparecencia, porque son, sinceramente, propuestas de sentido común las
que vienen de la comunidad educativa. Los Gobiernos autonómicos, que son
los que tienen mayores competencias en este inicio de curso, deberían
escuchar a la comunidad educativa de sus territorios porque eso es
imprescindible. Y, como también le hemos dicho, ministra, en numerosas
ocasiones y en las reuniones que hemos estado haciendo en estas últimas
semanas, para nosotros estas medidas de sentido común que ya hemos
trasladado al ministerio, pero también a las diferentes consejerías de
Educación de los diferentes Gobiernos autonómicos, son básicamente
cuatro: rebaja de las ratios a quince o veinte alumnos por aula,
dependiendo de la etapa y de las dimensiones del aula, para facilitar la
distancia recomendada y también la ventilación necesaria. Contratación de
más profesorado y personal educativo, porque la ratio no se rebaja por
arte de magia, se tiene que hacer incorporando más profesorado y más
personal educativo; hay que ampliar esas plantillas y, por tanto, hemos
defendido, como usted sabe, que los 2000 millones de euros que el
ministerio ha destinado a las comunidades autónomas, ellas, dentro de sus
competencias, lo utilicen para poder habilitar más profesorado que
garantice la rebaja de las ratios en las aulas, aunque hay comunidades
autónomas que no están haciendo esos deberes. La garantía de material
necesario: mascarillas, geles hidroalcohólicos, pero también herramientas
telemáticas para que ningún alumno se quede atrás si tiene que sufrir un
nuevo periodo de cuarentena. Y también coincidimos en estudiar alguna
fórmula de permiso retribuible, asimilable a una baja laboral, para
aquellas personas que se tengan que hacer cargo de un hijo o de una hija
confinado por COVID. Es cierto que ya hay programas que se están
ampliando desde el Gobierno, como es por ejemplo el Programa Me cuida,
que usted conoce perfectamente, que va en la línea de garantizar esos
cuidados, pero hay que ver cómo hacemos que nadie se quede atrás y que
lleguemos a todos los hogares de este país.
Repito, son medidas sencillas de entender y también sencillas de aplicar.
Hacen falta recursos económicos. El Gobierno de coalición ha puesto 2000
millones de euros sobre la mesa, y estaría bien que las comunidades
autónomas dijeran de qué manera van a complementar esos 2000 millones de
euros. Es verdad, como decía, que las comunidades autónomas tienen esas
competencias y, como usted sabe, nosotros somos claramente defensores de
un Estado plurinacional y, por tanto, de competencias repartidas, como el
que tenemos. Defendemos que la Administración no invada competencias,
sino que se coordine en una necesaria cogobernanza con los Gobiernos
autonómicos, pero también es cierto, como usted ha explicado, que el
Ministerio de Educación ha tenido y tiene margen para poder aplicar
medidas que hoy son imprescindibles, como usted nos ha explicado. No voy
a citarlo porque no voy a tener mucho más tiempo, pero usted ha hablado
de esa necesidad de estudiar cómo rebajamos las ratios.
Recuerdo -usted también lo recordará- cómo el ministro Wert hizo un
decreto precisamente sin diálogo con la comunidad educativa para aumentar
la ratio, y quizá ahora sería el momento de estudiar con el conjunto de
la comunidad educativa qué podemos hacer legislativamente para poder
realizar esa rebaja de ratio que es imprescindible por emergencia
sanitaria.
Respecto al currículum educativo, a la parte estatal que usted ha
comentado -y acabo, presidente-...
El señor PRESIDENTE: Nueve minutos, señor Mena.
El señor MENA ARCA: Gracias, presidente.
Hay que actuar bajo el diálogo con la comunidad educativa. Le decía que el
acuerdo al que llegó la semana pasada el ministerio con la mayoría de
consejerías de Educación es el camino. Eso es el diálogo y hay que hacer
lo mismo también con la comunidad educativa, con sindicatos y
asociaciones en defensa de la educación pública, y hace falta algo muy
importante que creo que hay quien no lo tiene claro, y es que el saber y
el conocimiento científico y sanitario es el que tiene que entrar en las
aulas y también tomar decisiones, ¿por qué? Porque la comunidad educativa
sabemos -algunos saben mucho- de pedagogía, pero no somos los que debemos
tomar decisiones estrictamente sanitarias; eso les toca a los expertos
sanitarios. Lo que tienen que hacer las administraciones públicas
educativas es garantizar que haya las herramientas suficientes para que
las decisiones de expertos científicos sanitarios se puedan aplicar en
las aulas.
Acabo, presidente. Decía esta mañana el presidente del Gobierno que le
gustaría un nuevo clima político en nuestro país, marcado por la unidad.
Es cierto que eso sería muy bueno para hacer frente a una emergencia
social, sanitaria y económica como la que tenemos. Ya vemos, señora
ministra, quién está dispuesto a hacer críticas constructivas desde la
oposición -eso es muy legítimo, porque todas las formaciones políticas
tienen el derecho de hacer críticas constructivas desde la oposición- y
quién tiene una única finalidad en su cabeza, que es la de cargarse al
Gobierno de coalición utilizando también esta pandemia para eso. Por
tanto, tenemos dos herramientas que son pilares fundamentales para el
futuro...
El señor PRESIDENTE: Señor Mena, ahora tiene que acabar.
El señor MENA ARCA: Acabo, presidente.
Tenemos dos herramientas: la Ley de Educación que nos tiene que garantizar
un sistema educativo inclusivo y adecuado a la tecnología actual; y unos
presupuestos generales del Estado que nos tienen que dar más recursos
para educación. Estoy de acuerdo con el presidente: es el momento, señora
ministra, de empezar esa unidad por el bloque de la investidura para ser
capaces de dar la vuelta a esta situación.
Gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Mena.
Tiene la palabra el Grupo Parlamentario VOX. Empieza la señora Trías.
La señora TRÍAS GIL: Buenas tardes, señora ministra.
Señorías, vivimos momentos serios donde ya no vale estar haciendo pruebas
e improvisando. Afrontamos un grave problema de salud pública que tiene
consecuencias educativas a nivel nacional. La realidad se impone con 50
000 muertes a nuestras espaldas, infinidad de familias en situación de
grave crisis económica y muchos corazones rotos de personas que, con
impotencia, no han sido capaces ni de rendir homenaje a sus seres
queridos que ya les han dejado. Podríamos sumar un sinfín de calamidades.
De este escenario dantesco, fruto del fraude de la gestión del Gobierno
que representa, tampoco se escapa la educación en España. El ámbito
educativo se vio seriamente golpeado desde marzo por la COVID-19. Sin
embargo, el problema esencial no está en la enfermedad sino en su
incapacidad de dar soluciones a este sector que afecta a cientos de miles
de familias y a más de ocho millones de alumnos. Estamos a las puertas de
comenzar el curso escolar y todavía no hay protocolos claros de actuación
frente a esta grave crisis de la vida humana; no es una simple crisis de
salud, no se equivoquen.
Desde nuestro grupo parlamentario hemos presentado en los últimos días
decenas de preguntas en las que recogemos la voz de padres, profesores y
alumnos, muchos de los cuales ven con inmensa ansiedad la vuelta al
colegio. Recibimos llamadas y mensajes incesantes de padres angustiados,
indignados, impotentes ante la incertidumbre que su ministerio ha marcado
ante la vuelta a las aulas. Necesitamos un criterio cierto de que
nuestros hijos van a volver en condiciones de seguridad avaladas por la
comunidad científica, y cuando digo comunidad científica no me refiero,
por supuesto, ni al
señor Simón ni al ministro Illa. Ese comité de expertos fake está costando
ya demasiadas vidas. Dejen de jugar con nosotros. Y de la impotencia,
padres, profesores y estudiantes están pasando a la insumisión y a la
huelga. Hasta sindicatos de profesores de izquierda piden su dimisión y
han convocado una huelga en dos semanas. El sábado leíamos que profesores
catalanes amenazan a Torra con acudir contagiados a las oposiciones si no
las retrasan. Por otro lado, hay padres que reclaman el derecho a elegir
educación presencial o educación on line. Los conflictos se multiplican.
Y luego, ¿qué harán? Una vez más recurrir al bastión social más
importante, el más sólido y el menos manipulable: la familia, célula
básica de toda sociedad, única e insustituible. La familia, de la que su
Gobierno solo se acuerda en momentos de crisis y que una vez más en esta
ocasión ha sido ejemplar. La familia que, aunque haya visto mermados sus
recursos y a veces vea en peligro su supervivencia, es capaz de centrarse
siempre en lo esencial y amparar a los suyos. Eso, señorías, es riqueza
social. Por ello, ya es hora de que sea más reconocida y menos
criminalizada.
El jueves pasado hizo alarde de coordinación entre ministerios -sin
precedentes, dijo- y, sin embargo, se le ha olvidado algo tan elemental
como es coordinarse con el Ministerio de Trabajo para el tema de la
conciliación laboral, y con el de Hacienda para que acelere el pago a las
comunidades autónomas de los 2000 millones de euros del Fondo COVID para
educación. Lógicamente, los centros escolares para poder comenzar el
curso en los próximos días necesitan presupuesto para invertir en las
reformas que esta situación requiere: profesores, aulas, educación
digital. ¿Qué pasará con los niños en cuarentena? ¿Quiénes los cuidarán
si los padres trabajan? ¿Quién velará por su salud? ¿Tendrán los
familiares permisos de trabajo retribuido, reducción de jornada, baja
laboral? ¿Qué pasará con las escuelas de educación infantil, muchas a
punto de cerrar? A día de hoy todo esto sigue sin resolverse.
Señora ministra, en la vuelta a las aulas confluyen tres vectores
esenciales: la salud, la viabilidad económica y la conciliación. Urge la
coordinación y debe ser más amplia y efectiva. A 31 de agosto seguimos
igual. El ministerio no establece un criterio cierto en un protocolo
adecuado y las comunidades autónomas lanzan mensajes contradictorios.
Valga de ejemplo este muy reciente sobre los test PCR. El Principado de
Asturias pospone el inicio del curso al 22 de septiembre para hacer PCR a
todo el profesorado, siendo la comunidad con menos contagios en términos
relativos en esta segunda ola. Cantabria considera que hacer test masivos
al profesorado no tiene sentido. Galicia se plantea mascarillas en niños
de tres a seis años. Y así hasta el infinito, en lo que a disparidad
autonómica hace referencia. ¿Tan difícil es entrar en el detalle de un
criterio unánime de salud pública en lo que se refiere a la vuelta a las
aulas?
El documento que se presentó el jueves es del todo insuficiente. Ni
siquiera ha tenido en cuenta la posición de la OMS desaconsejando la
apertura de los colegios en zonas con alta transmisión del virus. Las
casuísticas siguen y las comunidades autónomas las resuelven de modos
demasiado diversos en temas que no deberían ser objeto de debate, sino de
criterio sanitario, de salud pública. La falta de criterio es constante.
Cuando no había stock, las mascarillas no eran obligatorias; ahora que
hay stock son esenciales. Cuando había Remdesivir, era un fármaco muy
aconsejable; ahora que estamos a punto de quedarnos sin él, tampoco hay
que magnificarlo. El criterio para la salud de los españoles es el mismo
principio con el que gobiernan, el de la oportunidad. Lo mismo pasa aquí,
en Educación. Veamos un ejemplo. Oímos ahora que los niños contagian seis
veces menos, cuando en abril leíamos que los niños eran un vector
importante de transmisión. Son solo titulares. Los detalles, si uno va
leyendo, son que los niños que contagian seis veces menos pertenecen a un
muestreo de campamentos de verano, al aire libre, de grupos con un máximo
diez, algo bastante diferente de lo que nos vamos a encontrar en las
aulas de los colegios. Así podríamos enumerar un sinfín de cuestiones. Es
un suma y sigue de improvisación, diletancia e ineficiencia, que afecta a
la población de riesgo o más vulnerable. ¿Qué ocurrirá con los centros de
educación especial, con los alumnos TDH? ¿Cómo se va a mantener la
docencia, aunque no sea presencial? ¿De veras no se ha pensado en un
acceso diferente a la educación para las familias y docentes que se
identifiquen como población de riesgo: niños, padres y profesores con
afecciones especiales, síndrome de Down, problemas circulatorios,
respiratorios, de corazón, cardiopatías, personas trasplantadas,
inmunodeprimidas, embarazas, etcétera? ¿De veras no se ha pensado en una
alternativa para los niños que convivan con población de riesgo, con sus
abuelos, o para las familias cuyos mayores tienen dependencia directa de
ellos? No hay medidas para educación infantil, formación profesional o
educación especial, ámbitos educativos que por sus características
necesitan normativa específica. No se ha fijado reducción de ratios y se
mantienen números de alumnos por aula que contradicen las propias normas
de distanciamiento y seguridad que se decretan por el Gobierno y las
autonomías para otros
ámbitos sociales y laborales. Sinceramente, estamos más que perplejos;
indignados. ¿Cómo no se han incluido todos estos supuestos en el
protocolo de la vuelta al colegio que anunció el jueves pasado? ¿Cómo no
se ha establecido un número de casos por municipio, por áreas, para tener
criterios claros y precisos para tomar medidas en caso de propagación de
la pandemia? ¿Acaso el virus no es el mismo en Madrid que en Teruel?
Estamos una vez más a verlas venir.
Y con respecto de la brecha digital, que tanto nos preocupa a todos, ¿cómo
no han aprovechado la oportunidad para liderar esa formación on line y
así poder garantizar una alternativa a la educación presencial? El dato
que tenemos es que España, según un estudio publicado en agosto, está a
la cola de la OCDE en accesibilidad a la educación on line. La tremenda
realidad es que no hay plan B para asegurar el derecho a la educación.
Bajen, por favor, del metarrelato en el que nos quieren confinar.
Ya sabemos que el Gobierno socialcomunista que usted representa desprecia
la vida y la muerte. (Protestas). A nuestras espaldas 50 000 muertes -20
000 en residencias de ancianos- dan prueba de ello, pero saberlo no nos
lleva a conformarnos. Hoy también le hablo como madre y puedo decirle que
estamos hartos de palabras vacías y discursos para el tendido. Estamos
hartos de reuniones y declaraciones que no aportan valor. El Grupo
Parlamentario VOX da voz a la gente que trabaja, que madruga todos los
días para sacar adelante a su familia, y que ahora está pasándolo mal,
desde el desconcierto a la ruina literal. ¿Qué queremos? ¿Qué necesitamos
los padres de los más de ocho millones de escolares que se van a
reincorporar a las aulas estos próximos días? Necesitamos un contexto de
seguridad y de confianza, contexto que ustedes no han logrado crear. No
han sabido ser catalizadores de la confianza, porque la confianza se gana
con trabajo, dedicación y amor. En definitiva, con buen hacer. Ustedes
son adictos al poder y todo lo hacen en razón de...
El señor PRESIDENTE: Señora Trías, lleva diez minutos.
La señora TRÍAS GIL: No se han ganado la autoridad de los españoles, cada
día más pobres, más desamparados y más desesperanzados. Hoy vivimos una
situación excepcional, que asoma a recrudecerse en las próximas semanas.
¿Qué hacen ustedes? Evadir la realidad, contarnos cualquier cosa e irse a
casa. Lo que les pedimos desde hace meses es que se vayan
definitivamente.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Trías.
Es verdad que hay libertad de expresión, pero he de decir que en esta
Comisión de Educación, por ser precisamente la Comisión de Educación, me
resultan demasiado gruesas frases como la de despreciar la vida y la
muerte que ha pronunciado, dirigiéndose a otro diputado o a un miembro
del Gobierno. (Aplausos). Les rogaría, por favor, que al menos en esta
Comisión de Educación esas expresiones, que obviamente entran dentro de
su libertad y no se las puedo prohibir, intentemos evitarlas.
Tiene la palabra ahora, por tiempo también de nueve minutos, con esta
flexibilidad, el diputado del Grupo Parlamentario Popular, el señor
Clavell López.
El señor CLAVELL LÓPEZ: Muchas gracias, señor presidente.
Bienvenida de nuevo, señora ministra. Finalizaba su intervención mostrando
su confianza en los docentes, en los centros educativos, en las familias
y en las administraciones educativas. Pues estamos casi en todo de
acuerdo con usted, señora ministra, en esta afirmación. Estamos
totalmente de acuerdo en nuestra confianza en los docentes, en los
centros educativos y en las familias, pero no en todas las
administraciones educativas, porque no podemos confiar en usted. No
podemos confiar en el Ministerio de Educación del Reino de España. Le voy
a leer literalmente una cita que dice así, del día 25 de agosto, es
decir, de la semana pasada: Deberíamos coordinar más las cosas para que
sea todo más semejante. ¿Sabe usted quién dijo esto? Su número dos, el
secretario de Estado de Educación, presente en la última fila de esta
sala, el señor Tiana, además de la cita ya leída por otra compañera de
los inspectores, de USIE, que repito: Decepcionante la falta de realismo
y compromiso con la educación y la carencia de liderazgo del Ministerio
de Educación. Tengo que añadir dos citas más de este mismo colectivo, de
los inspectores de Educación. Una: Todo se ha organizado no tarde ni
tardísimo, sino extremadamente tarde. Y otra que dice: La educación en
España no es considerada un asunto de Estado. Posiblemente sea el mejor
resumen de su gestión como ministra de Educación. Pero es que ahora
Concapa también dice literalmente: Falta de coordinación y liderazgo en
la toma de decisiones y en la elaboración de protocolos que faciliten una
incorporación segura a las aulas válidas para todo el territorio
nacional. El Defensor
del Pueblo -no hace falta que le diga la procedencia ideológica del actual
Defensor del Pueblo- le exige pautas comunes a usted, señora ministra,
pautas comunes en todo el territorio nacional. Y qué decirle de su jefe,
de su vicepresidente del Gobierno de España, que la tacha de falta de
liderazgo e inacción del ministerio. Como ve, ninguna de estas
afirmaciones las dice nadie del Partido Popular, pero las podríamos decir
perfectamente. Ante estas declaraciones que ha hecho el Ministerio de
Educación, ha bajado los brazos, ya se lo dije en su última comparecencia
aquí, se ha lavado las manos reiteradamente, se ha rendido y ha hecho
dejación de sus funciones. Después de más de veinte reuniones
interterritoriales, de no sé cuántas internacionales, posiblemente
algunas interplanetarias, que usted ha mantenido durante todo este
tiempo, aquí hoy, 31 de agosto, no ha aportado ninguna novedad, no ha
aportado ningún dato nuevo que solucione este problema que tenemos
encima. Si contamos desde mediados de marzo, son casi seis meses el
tiempo con el que ha contado usted para presentar medidas consensuadas
con todos los actores involucrados en la educación, y han tenido que ser
las comunidades autónomas las que le hagan el trabajo y la salven en el
tiempo de descuento. Los Gobiernos autonómicos han ido mucho más allá y
han conseguido transmitir más seguridad a las familias y a la comunidad
educativa que el Ministerio de Educación.
¿Sabe, señora ministra? Hoy es 31 de agosto, las seis y media de la tarde
aproximadamente. Mañana los profesores estarán en su puesto de trabajo
-día 1 de septiembre- y todavía les falta mucho por saber de cómo va a
ser esa vuelta al cole. Es que usted no puede venir aquí el último día de
agosto a las seis y media de la tarde a darnos unas explicaciones sobre
medidas, algunas de ellas tomadas hace cuatro días, cuando mañana, día 1
de septiembre, los profesores vuelven a su puesto de trabajo; haya niños
o no los haya, los profesores estarán mañana en su puesto de trabajo. ¿Ha
calculado el Gobierno el escaso margen que da a los centros y personal
docente para actuar?
Mire el BOE del 24 de abril, esa revista de propaganda partidista de su
partido, del Partido Socialista. Dice: El Ministerio de Educación y
Formación Profesional constituirá, contando con la colaboración de las
comunidades autónomas, un grupo de expertos para analizar la experiencia
acumulada en este periodo y emitir recomendaciones para la transición a
la escuela digital y para estar en las mejores condiciones ante
situaciones similares. ¿Cuáles son las conclusiones de ese comité de
expertos? ¿O es otro comité de expertos inexistente, de esos a los que
nos tiene acostumbrado el actual Gobierno, señora ministra? Pero es que
además en agosto se constituyó otra comisión de trabajo para el
seguimiento del COVID-19 y no sabemos absolutamente nada de ella,
absolutamente nada; posiblemente sea otro comité de expertos fantasma de
los que andan o vagan por los diferentes ministerios del Gobierno.
Desde el documento que presentó en junio y se modificó días después, ¿no
cree usted que la situación ha empeorado, y bastante, durante los meses
de julio y agosto? ¿Por qué no ha presentado ningún documento con medidas
más contundentes y eficaces que mejorasen el de junio y se adaptasen a la
nueva realidad de julio y agosto, señora ministra? Usted se ha convertido
en una experta en delegar responsabilidades, primero, en las comunidades
autónomas y, ahora, en profesores y padres. ¿Tiene usted alguna
responsabilidad como ministra de Educación y Formación Profesional? ¿Por
qué se niega a actuar frente a un problema común con soluciones comunes
para todos los españoles? ¿Está contenta usted con la disparidad de
criterios de las comunidades autónomas ante la ausencia de un liderazgo
del Ministerio de Educación?
Usted, señora Celaá, es una mala copia del presidente del Gobierno, que
renuncia a su obligación de gobernar. ¿En qué otro país existe la figura
de presidente del Gobierno que no gobierna? Pero es que además de negarse
a gobernar invierte todas sus energías en torpedear a los que sí
pretenden hacerlo, como son las comunidades autónomas. ¿Por qué puso
tantos impedimentos para que la Comunidad de Madrid presentase su plan de
vuelta al cole? (Rumores). No se me revuelvan que aún queda bastante.
Incluso siendo el ministerio el competente, con delegación absoluta en
Ceuta y Melilla, ¿cuáles han sido los planes del ministerio en estos
territorios? El día antes de la conferencia sectorial se desconvocó a los
consejeros de Educación de estos dos territorios, de Ceuta y Melilla
-repito, el día de antes-. ¿Qué ha pasado con los 1600 millones de euros;
porque son 1600, no son 2000? Cuatrocientos se los lleva el ausente
Castell, que nadie sabe dónde está. ¿También es otro anuncio falso de
este Gobierno? Se habla del tercer tramo de reparto total de los fondos
COVID-19, cuya distribución se aprobará en septiembre, cuando ya está
iniciado el curso, señora ministra. El sistema educativo fue apartado de
los trabajos de la Comisión para la Reconstrucción Nacional del Congreso
de los Diputados al no ser considerado un servicio esencial. ¿Es
consciente de que las declaraciones del Gobierno generan mayor confusión
e intranquilidad en las familias, como la propuesta que después
desmintió de retrasar el inicio del curso? Solo ha reaccionado ante la
petición del PP para venir usted aquí a comparecer. Posiblemente si el
Partido Popular no hubiese solicitado previamente su comparecencia, usted
no estaría aquí, señora ministra.
Sigue existiendo inseguridad jurídica para aplicar los protocolos. Y qué
me dice usted de la conciliación familiar para los que puedan tener
problemas. ¿Existe algún plan común que luche contra el absentismo
escolar? ¿Cómo recibirán la educación los alumnos que tengan que
aislarse? Habla de tomar la temperatura a los niños antes de entrar en
clase, pero ¿quién lo va a realizar? Porque aquí ha sembrado las dudas,
los centros, las familias, ¿quién lo va a realizar? Habla de cerrar
centros cuando se encuentren en una situación de transmisión
descontrolada, pero ¿cuál es el baremo que marca ese descontrol? ¿Lo
marca usted, lo marca un consejero de cierta comunidad o de otra
comunidad?
Nada se dice ya, señora ministra, de las ratios, sean quince, veinte o
veinticinco alumnos por clase. Le decía que mañana los profesores estarán
en su centro de trabajo.
El señor PRESIDENTE: Señor Clavell, lleva diez minutos y medio.
El señor CLAVELL LÓPEZ: Acabo, señor presidente, diez segundos.
¿Sabe usted, señora ministra, que mañana en los claustros de los colegios
seguramente se elegirán los grupos y no se sabe los tutores que debe
haber porque no se conoce el número máximo de alumnos por clase, que
dependerá del número de aulas según el número total de la ratio?
Y finalizo, señor presidente. Estamos, señora ministra, ante un Gobierno
de corta y pega, como la tesis de su jefe, de Pedro Sánchez; un Gobierno
que decepciona, que se niega a trabajar y con muy poca ambición.
Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Clavell.
Tiene la palabra para usar el turno de réplica la señora ministra de
Educación y Formación Profesional. (Rumores.-La señora Martínez Seijo
pide la palabra). ¡Ah!, perdón, dicen en mi pueblo que la mejor mula se
queda sin manta. Señora Martínez Seijo, perdóneme. Tiene la palabra la
portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, la señora Martínez Seijo.
La señora MARTÍNEZ SEIJO: No hay ningún problema, señor presidente. Sé que
ha sido un olvido desde luego no voluntario.
Buenas tardes, señora ministra. Muchísimas gracias por su detallada
explicación sobre todas las actuaciones que el Ministerio de Educación y
Formación Profesional ha venido realizando a lo largo de estos últimos
meses para coordinar una vuelta a las aulas, en un principio en el mes de
junio y ahora también en el mes de septiembre, con seguridad, certidumbre
y garantías para alumnos, alumnas y docentes. Y digo con seguridad,
certidumbre y garantías, que yo creo que es lo que deberíamos desear
todos los diputados presentes en esta comparecencia, pero después de
haber escuchado algunas intervenciones de distintos grupos
parlamentarios, parece que hay algunos diputados que están instalados en
generar miedo y en utilizar mucho la demagogia y las verdades a medias.
Yo pediría un poquito más de responsabilidad, porque hay miles y miles de
familias que están pendientes de la vuelta a los centros educativos.
Se ha realizado un trabajo magnífico por parte de comunidades autónomas y
centros escolares, por supuesto, bajo la coordinación del Ministerio de
Educación y con la participación también del Ministerio de Sanidad en
aquellas cuestiones que afectan a la salud. Desde luego, ha habido un
trabajo seguido, un trabajo intenso y con toda la seriedad que la vuelta
a las aulas reclama. A mí no me parecen en absoluto adecuadas algunas de
las afirmaciones que se han hecho negando un trabajo, negando una
coordinación y, desde luego, negando una serie de competencias educativas
que recaen claramente en las comunidades autónomas, de lo que hablaré
posteriormente.
Me gustaría también recordar que en aspectos educativos no hay grandes
novedades. Todos estamos acostumbrados, o deberíamos estarlo, a una
vuelta al cole en septiembre, en la que se tienen que trabajar de manera
habitual las programaciones, en la que se tienen que realizar
adaptaciones didácticas, en la que se tienen que hacer adaptaciones
curriculares para aquellos alumnos que tienen necesidades educativas
especiales, en la que los centros educativos acoplan y ajustan la ratio
en función de los cupos de docentes que las propias administraciones
educativas les otorgan cada año. Por tanto, el inicio de este curso en
cuanto a lo educativo, en cuanto a lo didáctico, en cuanto a la
organización de los centros, en
cuanto a lo que tiene que pasar dentro del aula y en el proceso de
enseñanza-aprendizaje debe ser el mismo que en otros cursos, eso sí,
retomando las programaciones, porque es cierto que nuestros alumnos y
alumnas han tenido que pasar una fase de desconexión de la enseñanza
presencial, con a ese modelo a distancia, y en estos momentos se tiene
que hacer una mayor evaluación y un proceso de seguimiento
individualizado de nuestros alumnos. Pero es que todo esto ya fue
acordado en la conferencia sectorial del 11 de junio y está acordado en
esos catorce puntos que la ministra nos ha recordado a lo largo de su
intervención. Me parece que ha habido una serie de diputados y diputadas
que han venido a esta comparecencia con la lección ya aprendida, sin
haber querido escuchar absolutamente nada y con su discurso ya preparado.
Si hubiesen escuchado atentamente, habrían visto que todos los protocolos
que se han estado elaborando en las comunidades autónomas con estas
instrucciones desde el 11 de junio para la vuelta al colegio y a los
institutos de manera segura estaban ya acordados, tanto en lo educativo
como en lo sanitario, el 11 de junio. Por tanto, pediría que cuando se
hacen ciertas afirmaciones se revise por lo menos la documentación que ya
ha sido acordada y trabajada por las comunidades autónomas.
Visto ya que hay determinados grupos parlamentarios que están en la
crítica sistemática y que dicen que no se han hecho los deberes
adecuadamente, me gustaría recordar que no todas las comunidades
autónomas han trabajado de la misma manera. Es cierto que ha habido
comunidades que ya en el mes de julio, casi a principios del mes, tenían
sus protocolos y sus planes de actuación claramente definidos, trabajados
y trasladados a la comunidad educativa, y otras, como la Comunidad de
Madrid, señor Clavell, que han hecho los deberes tarde y mal, hasta el
punto de negarse a comparecer en su propio Parlamento. Yo creo que es de
agradecer a la señora ministra que no sea la primera vez que comparece;
curiosamente, el consejero de la Comunidad de Madrid y todos los
consejeros y consejeras de las comunidades autónomas gobernadas por el
Partido Popular se han negado a comparecer en sus respectivos
parlamentos, cuando, que yo sepa, la competencia es de las comunidades
autónomas. La responsabilidad de la organización del curso es de las
comunidades autónomas. La responsabilidad de la ratio y de los
profesores, de las plantillas, es de las comunidades autónomas, también
durante esta crisis. Se está pidiendo una varita mágica para solucionar
lo que usted ha llamado problema, que yo llamaría pandemia. No es lo
mismo, señor Clavell; no es lo mismo un problema puntual que una
pandemia, con unos problemas asociados a toda la sociedad española,
incluyendo también a los centros educativos, de unas dimensiones
absolutamente desproporcionadas y desconocidas hasta el momento. Por
tanto, creo que lo que debería salir de esta comparecencia es un poco más
de colaboración, de empatía con lo que se está trabajando, de
responsabilidad hacia la opinión pública, que está escuchando y tiene el
derecho a conocer lo que se ha estado trabajando desde el Ministerio de
Educación y desde las comunidades autónomas, que ha sido mucho y muy bien
realizad, eso sí, repito, por unos más y por otros menos.
Señora ministra, usted ha venido con los deberes plenamente hechos. Nos ha
trasladado esa tranquilidad y esa seguridad que nosotros esperábamos,
porque queríamos saber y necesitábamos saber que se va a volver a la
educación de manera presencial. Creo que es una demanda absoluta. Es
necesario. Se ha visto a lo largo de estos meses que la enseñanza a
distancia no puede sustituir a la enseñanza presencial, que nuestros
niños y niñas tienen que tener ese derecho a lo que la enseñanza
presencial les proporciona, todos esos beneficios. Hablamos de la
socialización, de la capacidad de interacción con sus docentes a la hora
de resolver ciertas dudas, de poder realizar actividades más
colaborativas. Eso es lo que me gustaría haber escuchado de otros grupos
parlamentarios que están verdaderamente convencidos de la necesidad de la
vuelta al aula de manera presencial, porque con todos esos temores que
nos han trasladado parece que lo que quieren es que los niños se queden
en su casa y sigan sometidos a esa enseñanza a distancia. Somos
conscientes de que con la enseñanza a distancia no se pueden tener los
mismos beneficios y que no todos los alumnos van a poder tener
garantizado el derecho a la educación mediante la enseñanza no
presencial. Para eso usted ha comentado ese plan de digitalización con
todos los fondos y todos los recursos que se han asignado por parte del
Ministerio de Educación y Formación Profesional y que han sido también
repartidos entre las comunidades autónomas para que, a su vez, puedan
llevar adelante sus planes de digitalización en sus propios territorios y
puedan garantizar que ningún niño se quede atrás en el caso de que se
tenga que realizar una enseñanza semipresencial. Por tanto, yo creo que
sí se han tomado las medidas adecuadas.
Hay algo que hemos podido aprender todos como sociedad con la experiencia
que se ha tenido a lo largo de estos últimos meses. Es cierto que hace
meses no se conocían los riesgos y los peligros que tenía el contacto
entre niños, pero la evidencia internacional y las investigaciones han
permitido de alguna manera vislumbrar que no hay tanto riesgo de
contagio, sobre todo en los menores de diez años, y que,
además, los problemas que pueden derivarse de contraer la enfermedad no
son tan complicados ni tan peligrosos como en una población de más edad.
Yo creo que de lo que se trata es de que los colegios y los institutos,
si se toman las medidas adecuadas, si las comunidades autónomas y los
centros han establecido esos protocolos de actuación adecuados, sean
centros seguros. Todos tenemos que tener nuestra máxima responsabilidad,
también como familias y docentes, para conseguir que todas estas medidas
se puedan llevar a cabo. Como algunos compañeros han comentado
anteriormente, las tres normas básicas -el uso de mascarillas, la
ventilación y las medidas de higiene y limpieza extrema en todos los
centros- son medidas imprescindibles con las que, junto con la
responsabilidad de las familias para no llevar a los niños en caso de que
tengan cualquier síntoma y la detección y el control que se pueda
realizar en los centros educativos, conseguiremos que nuestros centros
educativos sean seguros y sean los lugares que tienen que ser, lugares de
enseñanza y aprendizaje en momentos complicados como los que estamos
viviendo.
Yo querría añadir que durante todo el verano los niños han estado
socializando, han estado jugando en grupos y posiblemente hayan estado
expuestos a más riesgos en esos grupos que lo que vayan a estar en los
centros con el uso de mascarillas y esos grupos de convivencia o grupos
burbuja. Pero tampoco podemos obviar que los niños y las familias van a
seguir teniendo riesgo, porque van a seguir conviviendo en sociedad, en
sus entornos laborales y, por tanto, el contagio del virus puede venir
por distintos ámbitos.
El señor PRESIDENTE: Nueve minutos.
La señora MARTÍNEZ SEIJO: Finalizo recordando una cuestión clara, ya que
se ha hecho referencia en varias ocasiones a la Constitución española. Es
cierto lo que decía la señora Martín, que aparece recogido en el artículo
149.30, en el que se establecen las competencias exclusivas del Estado,
pero lo que usted no ha comentado es que el artículo 149.3 establece que
las materias no atribuidas expresamente al Estado por la Constitución
española podrán corresponder a las comunidades autónomas si así lo
establecen sus estatutos, y, que yo sepa, todas las comunidades autónomas
tienen recogidas las competencias en educación en cada uno de sus
estatutos de autonomía. Por tanto, yo le preguntaría a toda la derecha
-con esto finalizo- dónde está la confusión, cuál es el motivo para
confundir a los padres y a los alumnos en este sentido. Pues pasar esta
responsabilidad al ministerio cuando no le corresponde, y con eso creo
que no hacen un favor absolutamente a nadie, porque cada uno tiene
derecho a saber a quién tiene que rendir cuentas y cada uno de los
ciudadanos y ciudadanas de este país tenemos derecho también a exigir
rendimiento de cuentas cuando de eso se trata. Yo soy profesora, soy
madre de un alumno en Castilla y León y a fecha de hoy todavía no tengo
ningún conocimiento de qué va a suceder en mi comunidad autónoma, cuando
sé que es plenamente competente en la realización de las gestiones
educativas. Por tanto, dejemos ya de apelar a quien no tiene la
responsabilidad y miremos cada uno donde nos corresponde, que muchas
veces es tan cerca como nuestra propia casa.
Nada más. Gracias, señor presidente. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Martínez Seijo. Vuelvo a reiterar mis
disculpas por este olvido totalmente inesperado.
Tiene la palabra, para dar réplica a los grupos parlamentarios, la señora
ministra de Educación y Formación Profesional.
La señora MINISTRA DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN PROFESIONAL (Celaá Diéguez):
Muchas gracias, señor presidente.
Señorías, es posible que compartamos con todos los países de nuestro
entorno europeo y del mundo una desgracia, que es la pandemia, pero lo
que ya no es tan claro es que grupos de oposición, en estos momentos tan
excepcionales, en otros países europeos se comporten de tal manera. La
oposición política es legítima; la oposición basada sobre los prejuicios,
intentando utilizar la educación como soporte para la discrepancia
ideológica, no es tan adecuada. (Aplausos).
¿Usted consideraría, señor Sayas, que esto (muestra un documento) es una
hoja de servicios propia de alguien que ha estado dos meses -usted dice
dos meses- desaparecido? Puede que usted no haga caso a todo esto, pero
yo le aseguro, y lo podemos acreditar y documentar, que cada una de estas
líneas se corresponde con muchas medidas educativas de fondo acordadas en
el Estado, en el Estado, porque las comunidades autónomas son Estado y,
por tanto, merecen todo el respeto.
Usted ha hablado de medidas insignificantes o de Perogrullo, pero usted no
ha aportado ni una sola. ¿Cuál falta, señor Sayas? ¿Cuál falta? Atrévase
usted a decir: Nos gustaría que esta medida educativa se considerara.
Porque yo le puedo asegurar que ninguna de las comunidades autónomas de
un color o de otro ha puesto nada más sobre la mesa que lo que hay. Y le
puedo garantizar que el Ministerio de Educación y Formación Profesional y
todos sus equipos hemos venido trabajando con ellas permanentemente y
abiertos a sus posibilidades, a sus propuestas, que, como le he dicho
anteriormente, hemos convertido en acuerdos.
Usted me habla de prejuicios. Me dice que yo mando a los niños en
bicicleta a las clases, y esto me parece muy poco serio para una Comisión
de Educación. A mí me gustaría hablar de cuestiones de fondo, señor
Sayas. Esto verdaderamente desmerece una Comisión de Educación. Porque yo
sé dónde lo ha leído usted. Usted lo ha leído en un medio de
comunicación; no le diré el nombre porque lo conoce, pero esto no tiene
nada que ver con la expresión de la ministra. Por tanto, que usted zurza,
que usted pretenda aquí tejer un discurso sustentado en prejuicios y en
titulares de medios de comunicación para arruinar esta hoja de servicios
me parece bastante inaceptable. Yo le digo: pídame usted todo lo
correspondiente a esto. Pídalo. Usted puede perdido; usted es
parlamentario de esta casa y puede pedirlo, pero no me venga con que la
ministra pide que los niños vayan en bicicleta, o peor, que los padres
digan que tienen que llevarlos en bicicleta, porque esto enturbia el
debate y lo que hace es aportar falsedades a las familias. (Rumores).
Esta es la clase de cosas que realmente genera confusión en las familias
y no otras.
Yo ya sé que hay gente que tiene mucha nostalgia del ordeno y mando, mucha
nostalgia de Estados centralistas. Lo lamento -y lo he dicho en otras
ocasiones en esta misma Comisión-, pero el que tenga esa nostalgia, que
es legítima, tiene que venir al Congreso de los Diputados, es decir venir
a esta casa, con la mayoría suficiente para lograr que se resuelva ese
modelo de Estado y no el que tenemos.
Nosotros hemos estado trabajando en formación profesional, hemos estado
trabajando en contenidos digitales, hemos estado trabajando en convenios
con las comunidades autónomas para mejorar la formación del profesorado
en educación digital, para contenidos en educación digital y para
soportes o herramientas digitales, y es muy poco aceptable que venga
alguien a decir: Aquí no se ha hecho nada; mire usted, aquí no se ha
hecho nada; usted marque directrices. No; nosotros hemos marcado
iniciativa, hemos trabajado en la iniciativa, hemos trabajado en la
coordinación y la colaboración en un ámbito de lealtad, que ha sido
correspondido por las comunidades autónomas de uno y otro signo, y quiero
que eso quede bien claro.
Me dice usted: Es que solo falta que usted no traiga recursos si ha caído
el PIB. Pues sí que es muy coherente, señor Sayas. Es decir, ha caído el
PIB y, por tanto, usted trae recursos. Es supercoherente. Generalmente,
cuando a ustedes o a otros antes que a nosotros se les ha caído el PIB,
lo que han hecho ha sido recortar en Educación y en Sanidad, soportes
básicos de un sistema de bienestar, y luego le diré cómo.
Señora Pozueta, qué quiere que le diga. Este señor me dice que no acepto
que tengo que establecer un mando único y usted me dice que yo soy el
mando único educativo y que no permito que la comunidad autónoma respire.
Yo le digo que ni lo uno ni lo otro. De nuevo estamos en otro modelo de
Estado, estamos en un Estado autonómico con una distribución de
competencias. Es tan claro como esto, es decir, esto es más Alemania que
Francia. Toda Francia va a iniciar el curso escolar el 1 de septiembre,
pero esto no es Francia, esto es más Alemania, porque nuestra
Constitución se inspiró en la alemana. Esto es así. Hay una distribución
de las competencias, hay una distribución del poder que está en el
artículo 149, pero que está en el título VIII. Esto es lo que logró el
consenso en 1978, esto es lo que logró el gran pacto constitucional y a
esto nos debemos sin confundir a nadie.
Entiendo que usted hable de la defensa del euskera. Es una lengua
cooficial y la tenemos que respaldar, porque así lo dice el artículo 3 de
la Constitución, como todas las lenguas cooficiales. Entiendo
perfectamente que me pregunte a mí sobre cuestiones que han de ser
aclaradas en la Comunidad autónoma vasca. He de decirle que,
efectivamente, el reparto de los 2000 millones lo tienen que hacer las
comunidades autónomas tras la distribución que ya dijo la ministra de
Hacienda que haría en septiembre. Luego, no hay retraso ninguno. Es un
anuncio realizado hace varios meses. Y si ustedes -no me refiero a usted,
señora Pozueta-, si algún parlamentario quiere confundir también con
esto, no me parece que sea la mejor manera de aproximarnos a una solución
en una etapa tan excepcional como la que vivimos. No me lo parece. Las
competencias educativas están en las comunidades. Por mucho que quiera el
Estado, no puede entrar en la organización de los centros. Es más, los
centros educativos tienen reconocida la autonomía por ley y los centros
educativos son diferentes; los treinta mil que hay en España
son distintos, diversos. Y le diré más -no a usted, sino en general-,
todas las medidas que hemos adoptado, cuatro o cinco, son únicas, son las
mismas para los treinta mil centros educativos. Por lo tanto, cuando se
hace todo este discurso sobre los diecisiete sistemas, debería hacerse
sobre los treinta mil, porque son las mismas medidas, y no solo en
España, sino también en los países de nuestro entorno europeo y, si me
apuran, internacional.
Por tanto, no se ha perdido nada, no se ha perdido el tiempo. Ustedes lo
pueden comprobar minuto a minuto. Y si ustedes quieren, pueden solicitar
-estamos a su disposición- copia de todos estos documentos (muestra unos
documentos), que no son escritos a humo de pajas, sino que cada medida
tiene su correspondiente en cada centro educativo, y así lo han estimado
las comunidades autónomas. ¿O es que las comunidades autónomas no saben
de educación? ¿Es que nos han dicho "Sí, estamos de acuerdo", pero en
realidad es porque no saben lo que dicen? No, señorías, esto no es así.
Son profesionales, son competentes y saben lo que dicen, y han sentido en
todo momento -y nosotros en relación con ellas- el acompañamiento y el
respaldo de las administraciones educativas. Así que la inversión está
ahí precisamente, y a pesar de la bajada del PIB que podemos tener, como
otros países también, está la inversión que llegará a los centros
educativos, a las comunidades autónomas el mes que viene, es decir, ahora
ya, en septiembre.
Respecto a la Inspección Educativa ustedes saben perfectamente que depende
de las comunidades autónomas; la única inspección del Estado es la Alta
Inspección, cuya función es: comprobar la adecuación de las normas de la
comunidad autónoma a las leyes que a todos nos obligan. Y el currículum
de la Lomce, señora Pozueta, es el currículum de la Lomce. Si usted me
preguntaba sobre nuestra intención de seguir -creo que también ha sido la
señora Gorospe la que me lo ha preguntado-, obviamente nosotros
continuamos con nuestro proyecto que, entre otras cosas, derogará los
efectos perversos que ha tenido la Lomce sobre el sistema educativo.
La señora Gorospe me pide colaboración y le digo que en eso justamente
estamos, en la colaboración. Le agradezco que me hable de confianza, le
agradezco que me diga que realmente ustedes también prepararon los
protocolos antes de las vacaciones estivales, porque era así,
precisamente así como lo acordamos; es decir, que nadie se fuera de
vacaciones estivales sin haber hecho el plan de inicio de curso y el plan
de contingencia. Esto es lo que han venido haciendo las comunidades -la
Comunidad Autónoma Vasca entre ellas- para, antes del verano, tener las
cuestiones preparadas. Por tanto, cuando se vaya a los centros educativos
estos sí saben lo que tienen que hacer. Esto de decir desde una sala como
esta que no saben lo que tienen que hacer... ¿Y usted cómo sabe que no
saben? (Rumores). No le digo a usted, señora Gorospe, no se lo digo a
usted. Realmente esta es una cuestión sobre la que francamente creo que
merecemos un debate un poco más de fondo, un poco más de fondo; con la
crítica que se quiera hacer y con la discrepancia que se quiera expresar,
pero desde luego atinente a la cuestión.
Señora Llaguno, pues eso le digo. Usted habla de incertidumbre, ¿pero
usted conoce algún ámbito dentro de la pandemia, intrapandemia, en el que
no haya incertidumbre? Mire, señora, esto es así y viene siendo así.
(Rumores). No, usted ha hablado de incertidumbre, yo lo tengo apuntado.
Dice usted: ¿pero es que no se veía venir? ¿Qué es lo que no se veía
venir? Esta frase realmente es antológica, señora, porque, ¿qué es lo que
no se veía venir? Es que la comunidad científica tampoco lo veía venir.
(Rumores). Pero, mire usted, todo el trabajo que se ha hecho en Educación
es porque se veía venir; se veía venir y por eso existe todo este trabajo
detrás. Pero si usted me está preguntando científicamente, desde una
perspectiva epidemiológica, si se veía venir, pues he de decirle que ahí
tiene a la comunidad científica para que le responda a usted. Dice: Y
están ustedes así y me gustaría saber... Me pregunta usted a mí, me
pregunta a ver si sabemos nosotros cuáles son las competencias del
Estado. Pues sí, señora, sí las sabemos, como reiteradamente he podido
comentárselas. Las sabemos. Sabemos lo de la expedición de títulos, yo
creo que llegamos hasta ahí. (Rumores). Sí, señora, sí. (Risas). Y
también sabemos que el artículo 27 de la Constitución es el mejor pacto
educativo que se ha hecho y por eso lo respetamos, porque es
constitucional y porque es pacto y acuerdo. Respetamos todas y cada una
de las líneas del artículo 27, todos y cada uno de los contenidos, los
diez, los diez; los respetamos todos. Por eso todo lo que nosotros
legislamos o acordamos es conforme a la Constitución; es conforme.
Ustedes lo tendrían muy fácil: si hubiera algo disconforme con la
Constitución, pues mire usted, señora, afortunadamente este es un Estado
de derecho que tiene instituciones capaces de juzgarlo. Pero no, son
conforme a la Constitución.
Y ahora me dice que unifiquemos protocolos. ¿Pero qué otra cosa hemos
estado haciendo? Mire usted, el día 27 de agosto no es un día tarde para
nada, es un día de ajuste. Quiero que usted me
comprenda, de verdad, quiero que usted me comprenda -se lo digo con mucho
afecto, sí-, pero es un día de ajuste. ¿Por qué es un día de ajuste?
Porque el protocolo ya estaba hecho, estaban hechos desde el 11 de junio.
El protocolo docente estaba hecho y acordado el 11 de junio por todo el
Estado, con excepción de dos comunidades: una, porque dijo que estaba de
acuerdo con el contenido pero pensaba que se vulneraba su estatuto, y
otra, Madrid. Todo el protocolo educativo estaba hecho el 11 de junio, y
ese mismo día se pasó para consulta el protocolo sanitario. Ese mismo día
11 de junio -creo que fue el día 10- se pasó a las comunidades autónomas
para consulta, y el 22 de junio se cerró. Por tanto, esos protocolos
están vigentes, están vigentes, son las herramientas para poder abordar
el comienzo de curso, las herramientas básicas. ¿Qué se hace entonces el
día 27 de agosto? Ese día se hace una labor de ajuste, ¿por qué? Porque
queremos hacerlo igual que otros países europeos de nuestro entorno, que
el 29 de junio y a mediados y finales de julio todavía no tenían los
protocolos porque estaban esperando a ver cómo se comportaba la pandemia.
Nos debemos a la evolución de la pandemia, porque el control sanitario,
el protocolo sanitario es una condición necesaria, aunque no suficiente,
para seguir animando nuestro ciclo educativo; es condición necesaria, y
por eso había que esperar hasta el 27 de agosto para acordarlo con todos
y, además, para buscar y encontrar la temperatura de lo que iba a ser el
inicio de curso en septiembre. Quiero que usted me interprete bien,
porque yo tengo buena intención, se lo puedo asegurar, y no es una
cuestión de decir: no, si yo creo que usted tiene buena intención,
pero... No, mire, generalmente he podido recorrer mi vida en puestos de
muy difícil desempeño, como usted bien sabe, no solo en Madrid, también
en el País Vasco, y nunca he eludido mi responsabilidad. Usted me puede
encontrar otros defectos, pero ese no.
Medidas normativas. Pues, claro, fíjese usted si tenemos una medida
normativa sobre la mesa residenciada en esta casa. Le animo a que nos
ayude a mejorar esa medida normativa. Hemos trabajado mucho, señorías,
pero mucho; mis equipos han trabajado denodadamente y no en cuestiones
insignificantes.
Inés Sabanés, me propones un debate serio sobre dos cuestiones que nos
preocupan: una es la desigualdad. Efectivamente, esta es una cuestión
seria. Sabemos que hay desigualdad de origen y nos preocupan sobre todo
las desigualdades socioeconómicas más que otras, pero nos preocupan
también las desigualdades de origen migrante, de orientación
afectivo-sexual y de discapacidad o diversidad funcional. Todas esas
desigualdades nos preocupan sobremanera, y por eso en el protocolo del 11
de junio incluimos a fuego una propuesta que sí o sí ha de ser llevada a
la práctica, y es el cuidado de los grupos más vulnerables. Nosotros
sabemos que hay más diferencias. Mire, por razones de acompañamiento a
visitas institucionales, estuve en Palma de Mallorca y visitamos un
centro social, acompañando al jefe del Estado, y allí me informaron de
que había algunos niños en ese lugar que no habían visto el mar, y
estábamos en Palma de Mallorca. Es decir, hay más diferencia entre un
alumno de la periferia en determinados barrios desarraigados que entre un
alumno de Barcelona y de Madrid, siendo ambos del centro y con
circunstancias o ambiente socioeconómico parecido.
Nos preocupa muchísimo la vulnerabilidad. Sabemos que, al margen de la
titularidad de los centros, hay vulnerabilidad, en centros públicos y en
algunos centros concertados también. Nos preocupa la vulnerabilidad y
hacia ahí queremos orientar los mayores recursos, hacia esa
vulnerabilidad, y que los centros tengan un tratamiento pedagógico de esa
vulnerabilidad porque sin equidad no habrá calidad. Esta sí que es una
cuestión importante. Es decir, la calidad se sustenta en este binomio
absolutamente virtuoso de lo que significa la excelencia y la equidad, y
esto no es contrario, no se contradice. No se contradicen un elemento y
otro; al revés. Se compenetran y además se ajustan, porque la excelencia
es el desarrollo máximo de cada uno de los alumnos y la equidad es de
todos. Todos y máximo desarrollo del talento de cada uno. Esta es una
preocupación muy importante para el Ministerio de Educación, muy
importante, y no es fácil, como usted bien ha dicho, arreglarla, pero
desde luego tenemos puesta la mirada en qué actuaciones hay que llevar a
cabo, y en el documento educativo está situada en el corazón del
documento, porque esto nos importa.
Ha hecho otra reflexión, también de fondo e importante, cual es la
conciliación, una tarea no especifica del sistema educativo, como bien
sabemos, pero que le viene siendo atribuida por la sociedad. Nos hemos
organizado de tal manera que la conciliación es algo que se reclama de la
educación. He de decirle con toda sinceridad que esta es una cuestión que
está siendo pensada y trabajada por los distintos ministerios del
Gobierno. El Gobierno si por algo se ha destacado ha sido por no
abandonar en ningún momento a las familias, en ningún momento a los
trabajadores y en ningún momento a la empresa. Es decir, desde el
principio de la pandemia nos hemos preocupado por los que trabajan, nos
hemos preocupado de que las
empresas tengan liquidez para poder sostenerse financieramente, y nos
hemos preocupado por las familias. En el Ministerio de Trabajo -yo he
mantenido una conversación- hay un programa abierto todavía.
Efectivamente, se cancelaba o terminaba el 22 de septiembre -creo
recordar- y se está pensando en todo esto. Es una tarea compleja, una
tarea que importa al Ministerio de Educación por lo que estamos hablando,
que importa competencialmente al Ministerio de Trabajo, y en la que
también entrará el Ministerio de Sanidad e incluso el de Inclusión, pero
son temas serios.
Sergi, te agradezco mucho... Se ha marchado ya. Me preguntaba por el
confinamiento, pero si se ha marchado ya no le voy a contestar.
Señora Bassa, estoy de acuerdo con buena parte de su discurso pedagógico.
Creo que lo puedo firmar prácticamente todo. Estamos de acuerdo en
trabajar también en muchas cosas por ámbitos. Es parte de la innovación
que estábamos abordando y, como dice usted -nosotros estamos de acuerdo-,
realmente hemos de aprovechar también este turno para no solo no perder
tiempo, sino para avanzar, para procurar salir por una puerta distinta a
la que entramos a la pandemia. Esto creo que lo decía también Einstein:
Intentemos en una crisis salir por una puerta diferente a esa por la que
hemos entrado. Es decir, aprovechemos esto en términos de innovación.
Vamos a aprovecharlo. En cuanto a los recursos, a todos nos gustaría
tener muchos más recursos. Esto es así y los recursos públicos son
escasos por naturaleza. Ahora, fíjese que 2000 millones dan para mucho.
Aquí, en la sala, he querido acotar, pero he de decirles que los 2000
millones son hasta dieciséis, pero luego iban los cuatrocientos de
dieciséis a lo que fuere. Pero al margen de esta cuestión, he de
manifestar que 2000 millones dan para mucho, para muchos contratos. Y la
orientación que ha venido dando el ministerio es, obviamente, que eso que
va a Educación sea para conseguir más recursos humanos, más adaptación de
espacios en pequeñas obras que se necesiten perentoriamente, pero también
pensamos que las comunidades autónomas han de poner algo en Educación,
como se ha venido estableciendo. La educación es lo suficientemente
importante como para repensarla constantemente. Es un organismo vivo,
dinámico, y trabajar por ámbitos, por ejemplo -no sé si usted ha
mencionado ese término, pero sí distintas edades-, forma parte de nuestra
reflexión, igual que utilizar hiperaulas o el hecho de estimular que los
docentes trabajen colegiadamente. Nuestra fijación no es tanto este
reparto, que luego hablaré de él para no irme de la cuestión, pero sí de
una mirada de futuro. Vamos a ver cómo realmente podemos conseguir
mejorar la calidad de la educación española. Por tanto, innovación y
ámbitos sí. Muy buena parte de este discurso pedagógico que compartimos.
Señor Mena, le agradezco también estas dos relaciones que usted hace,
tanto con Alemania como con Francia. En Alemania el curso se abrió en uno
de los lander el 3 de agosto, y otros todavía no se han abierto, pero
nadie habla de caos. No se habla de caos en Alemania por esto. Nosotros
sabemos que la entrada al curso que algunas comunidades de distinto signo
han alterado en fechas no va a ninguna parte. Serán 175 días lectivos.
Vayamos a lo sustantivo. Yo les pediría un esfuerzo para poder coordinar,
acordar un discurso -decía esta mañana el presidente del Gobierno- en
unidad, que no quiere decir uniformidad, pero si ustedes no lo quieren
hacer así, al menos no emborronen. ¿Por qué? Porque los sufridores son
las familias, como ustedes bien han dicho. Los sufridores, las sufridoras
son las familias y sería muy interesante que por lo menos el discurso, si
no acordado por todos, al menos no estuviera emborronado cuando sabemos
que hay cuestiones que no son así. Nuestra responsabilidad no se exige.
Cívicamente digamos cómo es o no digamos nada. Ustedes aquí pueden decir
todo lo que quieran, pero decirles a las familias cosas que no son no
resulta muy útil. Señor Mena, 16 000 millones de euros y usted me habla
de rebajar las ratios. En eso estamos de acuerdo. Por la vía de los
hechos va a haber una rebaja de ratios con toda claridad, con toda
seguridad. Con toda seguridad, pero además les quiero recordar que la
primera actuación que tuvo el ministerio que tengo el honor de dirigir
fue la derogación del Real Decreto 14/2012, que incrementaba por real
decreto-ley un 20 % la posibilidad de que se incrementara la ratio en
cada uno de los cursos. Lo que hicimos fue derogar ese real decreto-ley.
Algunas comunidades todavía están en ello. Eso fue en automático, al
igual que desapareciera la posibilidad de que la sustitución en un centro
educativo a un profesor fuera a los diez días. Eso desapareció en
automático. Y también mejoramos las horas de docencia directa del
profesorado, si ustedes se acuerdan. Los de dieciocho de secundaria se
habían puesto en veintiuno y los de veintiuno de primaria se habían
puesto en veinticinco. Todo eso fue derogado -creo- el año pasado. No lo
recuerdo en este momento, porque no lo tengo en la cita, pero esto fue
así. Por tanto, ese 20 % está fuera. Además de estar fuera ese 20 %, este
incremento de contratación de recursos humanos puede llegar, y entiendo
que podrá llegar, según el anuncio que hizo la Comunidad de Madrid el
otro día -espero que así sea-, a algo más de 41 000 profesores, lo que
significaría un incremento de un 5 %. Es muy importante que las
direcciones de los centros escolares puedan contar con esos recursos
humanos para dotar de recursos las aulas o los espacios que ellos
consideren más necesitados. Repito, es importante, pero eso no quiere
decir que terminemos ahí, vamos a seguir trabajando, vamos a seguir
trabajando con las comunidades autónomas el mes que viene, y vamos a
seguir trabajando también con nuestro proyecto de ley. Por tanto, ya le
digo que queremos que se acuerden los Presupuestos Generales del Estado,
señor Mena, porque los necesitamos no solo para combatir las necesidades
de la pandemia perentorias, sino también porque hay que repartir los
fondos europeos y los necesitamos. Y la nueva ley de educación va
poniendo en evidencia que esto que realmente ha emergido con tanta
claridad como deficiencias del sistema tiene que ser arreglado de manera
rápida, para ello es el proyecto de ley.
Señora Trías, ¿sabe usted que yo también tengo familia? Yo también tengo
hijos e hijas y tengo nietas. ¿Lo sabe usted? No me resulta nada cómodo
que usted me diga que yo desprecio la vida y la muerte, que lo único que
hago es destrozar a la familia, etcétera. Señora Trías, con la misma
contundencia que usted me dice esto, yo le digo que usted está
equivocada, que este ministerio no va contra la familia, todo lo
contrario, tiene interés en educar a los hijos e hijas y en educar
también a sus padres informándoles de lo que hacen los hijos y las hijas.
Ahora es muy importante esto, es decir, estamos dando formación en
educación para la salud con un acompañamiento emocional a los niños y
niñas cuando entren a clase, y ya hay muchas comunidades autónomas, entre
ellas la andaluza, que no solamente han empezado ya a formar, sino a
informar a las familias de lo que significan las medidas de higiene. A mí
no me resulta nada agradable que usted utilice un lenguaje tan fuerte, y
no porque me resulte a mí agradable o desagradable le voy a decir que no
lo utilice, pero sí que piense usted con un poco de solidaridad que
familia tenemos todos, y la queremos mucho, se lo puedo garantizar.
(Aplausos).
Y a usted, señor Clavell, qué quiere que le diga. Si hablamos de
financiación, hay que decir que con ustedes bajó el PIB. Claro, cuando
tuvieron que gestionar la crisis bajó el PIB, cómo no. Pero, ¿saben lo
que ustedes previeron para esa bajada del PIB? Ustedes tomaron el gasto
público en Educación -que efectivamente es computada como gasto, pero
vamos a llamarlo por lo menos inversión educativa, puesto que es progreso
de país- en un 4,4 % del PIB en el año 2011. Encima con ustedes cayó el
PIB, pero lo llevaron al 3,89 en el año 2018. Es más, ¿sabe usted qué
previsiones mandaron para la actualización del Programa de Estabilidad
2018-2021 a Europa? Pues mire, llevaron una senda descendente, que es
esta: año 2018, un 3,89 % para Educación; 2019, un 3,82 % para Educación;
2020, un 3,75 % para Educación; 2021, un 3,70 % para Educación. ¿Y ahora
usted me viene diciendo que nosotros no hacemos nada? (Rumores). Es que
mire, señor Clavell, yo creo que las palabras igual lo resisten todo en
un ámbito parlamentario. Pero, ¿sabe lo que le digo? Que frente a las
palabras están los hechos, y de hechos podemos hablar, por eso le digo
que si usted nos pide cada una de estas líneas, nosotros se las damos,
porque son hechos. Palabras podemos decir las que queramos, y podemos
hablar de disparidad de criterios, podemos hablar de impedimentos para la
vuelta al cole, podemos decir que realmente los docentes no saben qué
hacer, ni las direcciones de los centros educativos, ni cómo gestionarlo,
pero eso no es así, porque afortunadamente -y si no, no tendríamos un
sistema educativo español digno de merecer tal nombre- tenemos
profesionales. Al igual que a los médicos, a los cirujanos no ha habido
que decirles desde este Parlamento ni desde los Gobiernos cómo han tenido
que gestionar la cantidad de enfermos por la pandemia que les llegaban a
los hospitales y a las UCI, tampoco nosotros vamos a decirles a los
profesores, que son unos profesionales, en qué consiste su función, cómo
hacer las adaptaciones curriculares. Oiga, ese es justo el corazón de su
profesión, esa es la profesión. Por tanto, tenemos un sistema educativo
que merece la pena llamarse así, y no creo que debamos en este ámbito
parlamentario, siendo todos serios, decir que no saben lo que hacer. Han
medido distancias, han puesto flechas en el suelo y círculos en los
patios. Y si ahora decimos esto, ustedes me contestarán, sí, pero eso es
sanitario. Claro, eso es sanitario. Y si les decimos -que yo no lo he
dicho, pero venimos diciéndolo- que los niños no son superdiseminadores
del virus, me dicen que de dónde lo saco, señora Trías, que ahora digo
eso porque me interesa, pero, ¿de dónde se saca? Pues mire usted, se saca
de Harvard, mire usted, se saca de Oxford, mire usted, se saca de la
comunidad científica internacional. ¿Lo sacamos del ministerio? No. ¿Cómo
lo vamos a sacar nosotros del ministerio? Pero sí que es evidencia
acumulada en la comunidad científica, al menos así nos lo comunican los
que saben.
El señor Clavell también me habla de Ceuta y Melilla. Me dice que nosotros
les desconvocamos, y está usted totalmente equivocado, está usted
completamente equivocado. Nosotros nunca hemos convocado a Ceuta y
Melilla (rumores) -no me sonría, señor Clavell, como diciendo que eso no
es así-.
La Conferencia Sectorial de Educación no está institucionalizada con las
ciudades de Ceuta y Melilla. ¿Quiere decir que eso será así para siempre?
No, ellos han solicitado estar y ya lo veremos, pero hoy por hoy son
ciudades, igual que otras ciudades de España, y nunca han estado en la
conferencia sectorial, ni con nosotros ni con mis antecesores. Por tanto,
no es que nosotros les desconvocáramos. Y me habla del retraso del inicio
de curso y del absentismo escolar. Nosotros no queremos poner en marcha
medidas coercitivas, obviamente si se necesitaran, habrán de cursarse,
porque es obligación atender el derecho a la educación de cualquier niño
o niña, pero preferimos que sea por convencimiento, preferimos que las
familias sepan que la educación es un beneficio, y que los niños felices
se hacen en la escuela, abriendo precisamente la escuela a lo que
significa su acompañamiento emocional, a que realmente nos cuenten cuál
ha sido su experiencia porque han madurado mucho; los niños y niñas que
van a recibir los profesionales no son los mismos que dejaron en marzo. A
veces ha habido necesidad de toda una generación para llegar a esa
madurez, y esa madurez es la que vamos a recibir en los centros
educativos. Por tanto, con todo el respeto, el profesional sabe que lo
que tiene que hacer es abrirse a la confianza del alumno para que pueda
ayudarle, acompañarle, enseñarle en definitiva, para que el alumno
aprenda a aprender. Ustedes saben perfectamente, porque también les gusta
la educación, que tres meses en la vida de una persona no son nada, pero
no queremos que siga. Por eso queremos mantener los centros abiertos,
pero no por lo que hayan perdido en contenidos en tres meses, sino porque
sabemos que el afianzamiento de una persona es con la interacción, con la
socialización, con sus iguales, con el profesor, y queremos abrir las
escuelas a eso. No podemos perder una generación. Nuestra solidaridad con
el presente y el futuro se plasma ahí, en la educación.
Con respecto a las ratios, que varios de ustedes me han hecho esa
pregunta, yo ya les he dicho que las ratios evidentemente descienden por
mor de la mayor cantidad de personas o de recursos humanos que se
contratan. Entre ellos, la Comunidad de Madrid ha anunciado una
contratación, que seguro cumplirá, y esto va a permitir reducir la ratio
en la Comunidad de Madrid. No obstante, vamos a seguir trabajando. En el
mes de septiembre, cuando todo arranque, anuncio que tendremos otra
comisión general preparatoria de otra conferencia sectorial.
En relación con su preocupación, que me parece legítima, con respecto al
comité de seguimiento, le diré que se configuró en agosto, no para no
hacer nada, sino para hacer, para gestionar cuál es el impacto de la
evolución de la pandemia en el sistema educativo, para hacer
comparaciones, para hacer mediciones, y sobre todo para extender buenas
prácticas entre las comunidades autónomas, y así lo han entendido ellas.
Usted me pide resultados cuando hoy estamos a finales de agosto y todavía
no ha empezado el curso escolar, y yo le digo que este comité ya se ha
puesto en marcha y que ha tenido dos reuniones. Seamos severos para lo
que merece la pena serlo.
Gracias. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.
Para el turno de réplica, tiene la palabra, en primer lugar, por tiempo de
tres minutos, el señor Sayas López. Aviso a los grupos que en estos tres
minutos seré un poco más estricto que en el anterior turno, precisamente
para no irnos demasiado en tiempo. Señor Sayas, tiene usted la palabra.
El señor SAYAS LÓPEZ: Gracias, presidente. Me daré prisa porque son muchas
las cosas que tengo que decir.
Dice la señora ministra que en Europa no ve una oposición como esta. Yo lo
que le digo es que no hay en Europa un Gobierno más incompetente que el
que tenemos en España (protestas), y eso a lo mejor puede explicar por
qué tenemos esta oposición. (Rumores). A mí me gustaría que me respetasen
el turno de palabra, porque le aseguro que yo también oigo muchas cosas
en esta Comisión que no comparto y las escucho con educación y con
respeto. Me gustaría tener lo mismo. Muchas gracias.
Me pregunta de dónde me saco que haya una incertidumbre. Yo entiendo que
usted no vaya a los colegios y que no se entere de lo que pasa. Yo creo
que viven mucho más apartados de la realidad de lo que ya pensaba, porque
yo hablo con muchos directores de centros y tienen mucha incertidumbre.
También tienen mucha incertidumbre muchas familias. Basta poner cualquier
medio de comunicación para ver durante estas semanas cómo mucha gente no
se podía explicar que a días de empezar el curso el Ministerio de
Educación no hubiera reunido a las comunidades autónomas todavía y haya
esperado a la última semana de agosto, cuando quedaban apenas días para
hacerlo. Por si no escucha a los padres y a los docentes, fíjese. ANPE:
lo peor son las medidas y las contramedidas. CSIF: son continuas las
improvisaciones. Usted ha recibido críticas de la Federación de Enseñanza
de Comisiones Obreras,
de UGT, de los inspectores y hasta de sus socios de Gobierno, señora
ministra. Yo lamento mucho que haciendo las cosas tan bien y haciendo
tanto usted sea tan incomprendida, la verdad es que lo lamento.
Me pedía medidas. Nosotros ya hemos hecho públicas algunas de esas
medidas. Yo entiendo que la repercusión que tiene un grupo pequeño es
escasa. Nosotros hemos pedido personal de enfermería en todos los centros
educativos, porque creemos que los docentes no tienen por qué ser
expertos en cuestiones sanitarias, y que ese refuerzo tiene que estar en
los centros. También hemos pedido un acuerdo a nivel de todo el país
respecto a cuál es la ratio aconsejable, porque la ratio no puede
depender de si se tienen recursos o no para tener más profesores o menos,
porque estamos hablando de un tema de seguridad sanitaria. Por tanto,
tendremos que tener un criterio común, porque los niños tienen los mismos
riesgos en Navarra que en Andalucía. Esto no es una cuestión de ser un
partido que tenga ansias generalistas. Le recuerdo que nosotros somos un
partido regionalista precisamente, que cree en las competencias de las
comunidades autónomas, pero en lo que no creemos es en que el Gobierno de
España haga dejación de funciones para no molestar a los nacionalismos.
Eso es en lo que no creemos. Lo que tuvimos la semana pasada fue un
acuerdo sin contenidos para buscar la unanimidad.
El señor PRESIDENTE: Señor Sayas, tiene que ir terminando.
El señor SAYAS LÓPEZ: Acabo muy brevemente.
Se refería al presupuesto. Preguntaba cómo puedo decir que vivimos en una
situación excepcional, y decía que el Gobierno ha puesto este
presupuesto. Nosotros nunca hemos gobernado en el Gobierno de España, UPN
no lo ha hecho nunca, quizá algún día pueda vernos por ahí, pero lo que
sí le puedo decir es que nosotros hemos gobernado en Navarra. Cuando nos
fuimos del Gobierno de Navarra, éramos los primeros en educación, en
sanidad, en asuntos sociales y en la menor tasa de paro de toda España.
Hoy tenemos un Gobierno socialista y ya no somos los primeros en nada,
con lo cual el socialismo lo que hace es dar pasos atrás, y ya no le digo
nada si va acompañado del nacionalismo, que, además de darlos para atrás,
los da cuesta abajo y sin freno.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias.
Tiene la palabra la señora Pozueta.
La señora POZUETA FERNÁNDEZ: Considero que con el tiempo que hemos
dedicado hemos tenido suficiente información y suficiente posibilidad de
compartir nuestras opiniones y agradezco a todas y a todos haber podido
compartirlo.
Gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Pozueta.
Tiene la palabra la señora Gorospe.
La señora GOROSPE ELEZCANO: Gracias de nuevo, presidente.
Tomo la palabra solo para, en nombre del grupo, reforzar un poco el
mensaje de confianza, que las familias sepan que los protocolos estaban
antes del verano, que durante el verano ha habido mucha gente trabajando
en distintos sitios vinculados con las administraciones educativas,
trabajando mucho, que siguen trabajando mucho; que se han comprado muchos
materiales relacionados con la higiene para garantizar mascarillas, geles
hidroalcohólicos, todo el material que sea necesario; que hay personal
contratado, se van a reforzar los equipos de aquellos centros que más lo
necesitan; que hay coordinadores COVID-19 en los centros que van a
trabajar de forma coordinada continuamente con las organizaciones
sanitarias integradas, que de eso seguro que sale algo que será un valor
en el futuro para trabajar también entre distintos ámbitos de la
Administración; que tengan confianza. Pero sí es cierto que vivimos y
vamos a vivir durante un tiempo en un contexto de incertidumbre
cambiante, variable, y que el examen empieza mañana, por lo menos el
primer parcial, y siempre antes de un examen hay un montón de
incertidumbres, pero que confíen en la gente que está trabajando. Todo el
profesorado y el personal no docente que está en los centros escolares
seguro que va a estar tan a la altura como todo el personal del ámbito
sociosanitario lo ha estado, que confíen igual que confiaron en ellos.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Gorospe.
La señora MARTÍN LLAGUNO: Señora ministra, usted sabe que el afecto que
nos profesamos es mutuo, yo también le tengo afecto (rumores), y yo, que
no dudo de su intención, entiendo que usted tampoco va a dudar de la mía.
Yo la sigo siempre que habla y esta mañana he escuchado la entrevista con
Alsina, y Alsina le ha preguntado qué nota se pondría usted, y ha dicho
que era de Bilbao y que prefería que se la pusieran los demás. Pues como
yo soy docente se la voy a poner: suspenso. Pero, como le tengo afecto y
como creo que hay una buena intención también por mi parte, le digo que
no se desanime porque puede usted recuperar.
Yo le digo tres cosas con toda honestidad, y me pongo a su disposición y
pongo a su disposición a mi grupo parlamentario para ayudar en esto, tres
deberes: Primero, trabaje para unificar los protocolos. Los que me ha
dicho del día 11 de junio son para el cierre del curso pasado, y estamos
empezando otro. Segundo, implante recursos, pero para que se puedan
utilizar ahora, que el curso comienza en cuatro días. Si licita los
ordenadores para dentro de dos años, no vale; es para ya. Y tercero,
efectivamente, céntrese en lo importante para planificar medidas
normativas. El único debate que debe haber en estos momentos es solventar
la situación de urgencia.
Una tercera receta, reúnase con la comunidad educativa, pero con toda, no
solamente con la que le dice a usted: qué bien, señora ministra. Reúnase
con los inspectores, que no los ha recibido. Reúnase con los estudiantes.
Escúchelos porque tienen cosas que aportar. Si no los atiende y si no los
escucha, los está abocando usted a una situación de absoluto desamparo.
No les está dejando ninguna salida; porque sí, hay incertidumbre. Si
usted va a un colegio o entra en un chat de padres -por cierto, no me ha
contestado a lo de la mascarilla que le tengo que poner a mi hijo-, sabrá
que hay muchas preguntas, hay muchas dudas y hay muchas inseguridades
también desde las comunidades autónomas porque han sentido que usted se
ha inhibido.
Yo creo que todavía está a tiempo de rectificar. Le he hecho un montón de
proposiciones a través del grupo parlamentario, y en Ciudadanos quedamos
a su disposición para trabajar, como siempre, pero tiene usted que tomar
las riendas en esta situación, que es una situación muy excepcional y que
necesita, efectivamente, de toda su experiencia y de todo el trabajo que
ha desarrollado en todos los sitios a lo largo de su vida. Creo que usted
puede hacerlo muy bien si se pone a ello.
Gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Martín.
Tiene la palabra la señora Sabanés.
La señora SABANÉS NADAL: Muchas gracias.
En primer lugar, ministra, señorías, yo creo que la solución no es ni
unificar ni uniformar ni recentralizar. El que quiera otro modelo
nacional, que es legítimo -contrario a la Constitución, por cierto-, que
lo proponga y que saque la mayoría o las alianzas suficientes para
defenderlo. Hoy por hoy el modelo de Estado constitucional que tenemos da
competencias y capacidad a las comunidades autónomas. Por tanto, la
añoranza de la recentralización creo que no aporta nada a este debate.
Es muy importante que las comunidades autónomas cumplan con sus
responsabilidades; no es necesario uniformar. Ha habido propuestas muy
interesantes en Valencia, en Euskadi, en Navarra y en otras comunidades
sobre aspectos sanitarios y aspectos organizativos que aportan, suman y
son muy importantes. Sigo diciendo que es muy relevante que todos en
general atendamos de forma muy especial la vulnerabilidad y la
conciliación como dos elementos en los que nos jugamos mucho.
Termino. Es muy importante la contratación de profesorado, transferir
fondos a los ayuntamientos. Hay quien lo ha hecho para actividades
extraescolares, para mejorar las actividades complementarias, para el
refuerzo del comedor. Eso es lo que realmente nos va a resolver la
situación.
Señor Clavell, no puedo evitar terminar diciendo de forma decidida que yo
no había hablado de Madrid; no había hablado del desastre de Madrid para
que venga usted a comentarnos y a poner como ejemplo una comunidad que ni
en comedores, ni en actividades extraescolares, ni en equidad ni en las
medidas tomadas es un ejemplo. Ya que ha hablado usted de notas y apoyan
ese Gobierno, señoría, deberían mejorar muchísimo, por decirlo de forma
suave.
La señora BASSA COLL: La verdad es que no tenía intención de intervenir,
pero necesito explicar cómo me siento. Después de escuchar a las
derechas, no puedo comprender cómo tienen esta visión de centralismo. Y
no me voy a defender, como lo ha hecho muy bien mi compañera Mariluz o
quien acaba de hablar, porque lo han explicado perfectamente. Os voy a
hablar de sentido común.
Tenemos un problema que nos afecta a todo el Estado español y ustedes
mismos -a ver si encuentro la frase- han dicho: Nadie de los que estamos
aquí ha vivido esto. Lo ha dicho uno de los portavoces de las derechas,
es decir, nadie ha vivido esto anteriormente. ¿Por qué tienen en la
cabeza que, ante un problema enorme, haya solo una solución? Es que ya no
hablamos de nacionalismos ni de partidos políticos ni de comunidades
autónomas. Si la Comunidad de Madrid, la Comunidad de Andalucía o la
Comunidad de Castilla-La Mancha encuentran una manera de hacer su trabajo
mejor que la que hemos encontrado en Cataluña, no solo las voy a
felicitar, sino que además les pediré el modelo para que lo copiemos. Es
que se trata de sentido común. Ante un problema, no busquemos una sola
solución. Me he dedicado muchos años a la docencia, he estado en gestión,
en dirección, en el Departamento de Educación, y siempre ha habido
problemas. Solo faltaría que, ante un problema, solo escucháramos una
solución. De verdad lo encuentro gravísimo porque yo no estoy hablando de
política; estoy hablando de sentido común. Este es el primer punto que me
duele.
El segundo punto que me duele, y lo voy a decir desde la buena fe y con
cariño -como hace el compañero Mena, que en cada intervención siempre me
dice que no es personal, pero luego me viene el zasca; ¿verdad, Joan?-,
es que pienso que un sitio como este no es el lugar para atacar la
gobernabilidad de Esquerra Republicana, del Gobierno catalán, porque yo
también podría hacer campaña. No es el momento de sacar vídeos. Vendrán
elecciones y allí ya hablaremos de nuestros programas. Se lo pido con
todo el cariño del mundo, y aun así os puedo contestar con números. Yo no
comparto que haya habido una mala gestión del Gobierno catalán en el tema
educativo. Además, ha salido cuando la señora ministra ha contestado
acerca de los fondos económicos y como se habían invertido, que también
las comunidades autónomas tenemos que colaborar. Tengo los números que lo
indican claramente. No sé si me da a tiempo, pero distribuimos dos mil
tarjetas monedero a los beneficiarios de las becas comedor y más de
veinte mil packs para dar conectividad a los alumnos más vulnerables. Lo
que va a hacer el Gobierno catalán es invertir 370 millones de euros: 273
millones para reforzar las plantillas de profesorado, 33 millones...
El señor PRESIDENTE: Señora Bassa, tiene que acabar.
La señora BASSA COLL: No continúo.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.
Señor Mena, no convierta esto es una réplica. (Risas). Tiene la palabra.
El señor MENA ARCA: Lamento, presidente, no poder hacerle caso.
Precisamente hoy, señora Bassa, no he hablado del Gobierno de Cataluña
porque creo que no es el día. Podría haber hablado del Gobierno de la
señora Ayuso y del Gobierno del señor Torra y habríamos puesto en
evidencia lo que es una mala gestión en el ámbito sanitario y en el
ámbito educativo. (La señora Bassa Coll: De Esquerra Republicana: ¿No?).
Pero voluntariamente no lo he querido hacer. Le recomiendo que lea usted
en la prensa de estos días lo que ha dicho la comunidad educativa de
Cataluña -los sindicatos, el profesorado, Ustec, Comisiones, la UGT-
sobre la gestión del señor Bargalló.
Quería hacer tres reflexiones, ministra. La primera. A mí, sinceramente,
me apena muchas veces salir de esta Comisión de Educación con la
sensación de que no tenemos un debate pedagógico a la altura de lo que
necesita la sociedad española en este momento. Llevo poco tiempo como
diputado -es verdad que llevamos muchas legislaturas porque han sido unas
legislaturas muy abruptas-, pero creo que necesitamos debates de rigor.
No se puede venir aquí con medias verdades que lo que pretenden es
ensuciar el debate político. Yo eso lo puedo entender en algunos
momentos, no lo compartiría, pero lo podría incluso entender. Pero ahora,
que estamos haciendo frente a una pandemia que nos puede dejar a la
sociedad española muy debilitada para el futuro en un elemento tan
sensible como es la educación y la educación de los más pequeños de
nuestras casas, sinceramente eso no lo entiendo.
Segunda reflexión. Ante la incertidumbre, que yo decía que es verdad que
la tenemos como la tienen todos los países de Europa y me atrevería a
decir que todos los países del mundo, hay dos caminos: generar todavía
más incertidumbre, que es a lo que han venido algunos grupos a esta
Cámara, o dar
confianza a la ciudadanía. Creo que tenemos que tener claro el papel de
responsabilidad política que tenemos los que estamos sentados en estas
comisiones.
Tercera reflexión. Si comparamos la respuesta del Gobierno a la crisis de
2008 con la respuesta del Gobierno a la crisis de la COVID-19, está
claro. El Gobierno del Partido Popular se cebó en recortes brutales a la
educación y a la sanidad pública y, además, se arrodilló ante la troika.
El Gobierno de coalición ha conseguido 16 000 millones de euros para
inyectar a las comunidades autónomas, 9000 millones para la sanidad y
2000 millones para la educación. Eso es totalmente opuesto a lo que hizo
el Gobierno del Partido Popular cuando tenía que gestionar una crisis. Y
mientras que el Gobierno del Partido Popular se arrodilló ante la troika
en la crisis del 2008, lo que ha hecho el Gobierno de coalición ha sido
ir a Europa a batallarse unos fondos europeos pese a la deslealtad de
muchos partidos que cuando tienen que sacar la bandera española la tienen
más grande que nadie. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Mena.
Tiene la palabra en esta ocasión el señor Robles.
El señor ROBLES LÓPEZ: Muchas gracias.
La verdad es que, para hablar con rigor, resulta que no estamos en un
Estado federal, como Alemania, estamos en un Estado autonómico y no se
trata de centralismo sino de soberanía; la soberanía no está en el
centro, la soberanía está en toda la nación, está en el centro y en la
periferia. Por tanto, no hablamos de debate de centralismo y la prueba
evidente es que este Gobierno asumió un mando único y decretó el
confinamiento en todas las comunidades autónomas, no se fue pidiendo
autorización a cada presidente autonómico para que el Gobierno decretara
el confinamiento. Pues lo que estamos pidiendo ahora es un criterio de
salud común para todos los españoles, y esto está en la Constitución
también. Está en el artículo 14 de la Constitución, que nunca lo
mencionan por aquí, que dice claramente que no puede haber ningún tipo de
diferencia en función del sexo, de la raza, o de cualquier otro criterio.
Y en cuanto al sistema educativo, la otra vez le dije a usted que había
diecisiete subsistemas y usted me dijo que no, señora Celaá, me dijo que
había un único sistema educativo, pero hoy parece que lo que conviene es
decir lo contrario. Ahora, en materia de salud, en mitad de una pandemia,
se hace necesario un mando único para que no haya discrepancias entre las
comunidades autónomas -para que no pase lo que le ha dicho mi compañera,
que en Asturias se hacen test PCR a los profesores y en Cantabria no-, se
hace necesario un criterio común. Entonces, ahora resulta que sí nos
interesa hablar de diecisiete modelos diferentes. Yo no soy
constitucionalista, pero habría que aclarar si esto vulnera o no vulnera
el artículo 14 de la Constitución que establece la igualdad de todos los
españoles. Esto se está vulnerando constantemente, por ejemplo, con el
uso del español, que lo garantiza la Constitución y sin embargo no se
cumple; usted lo sabe perfectamente. Estamos en un modelo autonómico, no
en un modelo federal, como el modelo federal alemán. Este no es un Estado
federal, aunque parece que vamos camino de ello. De momento, este es un
Estado autonómico y la soberanía nacional está en Madrid igual que en la
periferia.
Estoy seguro de que usted no es responsable de la incertidumbre, la
incertidumbre viene porque no sabemos el comportamiento del virus, pero
sí son ustedes responsables de la desconfianza, porque en marzo nos
decían que iba a haber dos o tres casos, que la transmisión iba a ser muy
limitada... (Rumores). Nos lo decía el Gobierno, en el mes de marzo estoy
diciendo. La confianza en el Gobierno no existe Los cambios de criterio
han sido continuos y entonces nos enfrentamos a un inicio de curso. Yo he
hablado también con muchos directores de muchos centros que conozco y no
saben muy bien qué es lo que van a hacer. Un 5 % más de profesorado es
claramente insuficiente para reducir las ratios a la mitad; esto lo sabe
usted perfectamente. Entonces, si va a haber un modelo semipresencial hay
que decirlo claramente porque no saben si ese modelo va a ser
semipresencial o no. También sabemos que hay otros problemas que no se
han tratado aquí como, por ejemplo, los problemas acuciantes que tiene la
educación infantil.
El señor PRESIDENTE: Señor Robles, tres minutos.
El señor ROBLES LÓPEZ: Sí, termino.
En la educación de 0 a 6 años los padres por miedo no van a llevar a sus
hijos a estos colegios y muchos tendrán que cerrar. Entonces, tampoco se
les ha dado una solución.
Termino ya. No se ha hablado de los profesores. Muchos de ellos son
población de riesgo, por patologías o por edad. ¿Se les va a hacer PCR?
¿Se va a implementar algún tipo de medidas para que no caigan enfermos?
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Robles.
Tiene la palabra el señor Clavell.
El señor CLAVELL LÓPEZ: Gracias, señor presidente.
Bien, tan malos eran los números y los presupuestos del Partido Popular
que todavía este Gobierno de izquierdas continúa trabajando con el último
presupuesto del Partido Popular del 2018. (Aplausos.-Rumores). No serían
tan malos.
Mire, no hay que inventarse ningún país nuevo ni ninguna carta magna
nueva, solamente hay que aplicar la que hay. El Partido Popular sí que es
constitucionalista y un gran defensor de la Constitución española.
Aplique la Constitución española. Es que cuando hablamos de los artículos
27 y 149 parece que les dan picores a ustedes, a los de la izquierda.
Aplíquelos, señora ministra.
Nosotros sí estamos en la calle, sí atendemos a los colectivos, sí
visitamos colegios, sí escuchamos a los profesores y a los directores,
cosa que usted ha reconocido que no hace, pero los diputados del Partido
Popular sí que lo haremos. (Rumores). Para acabar, si me lo permite el
nerviosismo socialista, unas propuestas muy claras, señora ministra:
protocolo específico de protección al profesorado con pruebas serológicas
y PCR a los profesores con carácter prioritario y al resto del personal
del centro educativo, al igual que las pruebas necesarias a los alumnos y
su seguimiento. Programa específico destinado a centros de educación
especial y a todos aquellos centros que escolaricen alumnos con
necesidades educativas específicas. Incorporar e incrementar los
servicios sanitarios de enfermería. Planes de formación y sensibilización
a las familias y personal docente. Planes de refuerzo y apoyos
personalizados. Adecuación de las programaciones didácticas con un nuevo
ordenamiento curricular más exigente y menos extensivo. Y potenciar el
uso de recursos tecnológicos como el streaming en caso de confinamiento o
cierre temporal de algún aula o centro.
Estas propuestas que el Partido Popular le lanza, señora ministra, espero
que sean estudiadas, que sean analizadas y que sean tomadas en
consideración.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Clavell.
Tiene la palabra -esta vez sí- la señora Martínez Seijo.
La señora MARTÍNEZ SEIJO: Gracias, presidente.
Señor Clavell, la verdad es que todas esas sugerencias que ha hecho al
Ministerio de Educación creo que se las podrían aplicar en sus
comunidades autónomas, que para ello son plenamente competentes.
(Aplausos.-Rumores). Pero, bueno, ya sabemos lo que sucede en Madrid, en
Galicia, en Andalucía, en Castilla y León. ¿Dicen que se reúnen con la
comunidad educativa? Pues a mí me gustaría conocerlo, porque precisamente
en todas estas comunidades autónomas si ha habido incluso amenazas de
huelga ha sido por no haber acordado ni haber tenido ningún tipo de
diálogo ni con sindicatos, es decir, con representantes de docentes, ni
con representantes de la familia, ni de la pública ni de la concertada.
Ustedes tienen la parte correspondiente de esos 1600 millones de euros a
repartir, igual que el resto de las comunidades autónomas, que, por
supuesto, pueden gestionarlo, como bien ha dicho la ministra
anteriormente, para contratar docentes. Eso sí, habría sido preferible
que lo hubiesen anunciado antes para que pudiese ser factible y no
generase todas las dudas que está generando entre la comunidad educativa
de que eso pueda suceder, porque en la Comunidad de Madrid y en otras
comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular nos tienen muy
acostumbrados a anunciar cosas, como lo de los rastreadores, que luego no
se cumplen. Pero, bueno, ya es un hábito y una costumbre en la Comunidad
Autónoma de Madrid.
Señora ministra, creo que aquí hay una clara diferencia de gestión y de
prioridades en la educación. Cuando nos comentaba el señor Clavell que
seguimos con los presupuestos del señor Montoro, debería recordarle que
aquí estamos hablando de educación y de educación vamos a hablar. Hay que
decir unos datos muy claros: cuando estuvo gobernando el Partido Popular
en la crisis, se perdieron 9 000 millones de euros para el sistema
educativo; en unos meses simplemente, el Gobierno de España va a dar 2
500 millones
extraordinarios a la educación española. Eso sí que sitúa la educación
como una cuestión de Estado, señora ministra. Pero, frente a los 40 000
profesores que se van a contratar con esos fondos COVID, resulta que en
la gestión del Partido Popular se perdieron 35 000 profesores del sistema
educativo, de la educación pública, porque en la educación concertada
curiosamente se incrementaron en 19 000. Creo que esa es una clara
diferencia entre la gestión y la prioridad de la educación del Partido
Socialista y la de un Gobierno progresista y de lo que ha supuesto la
derecha cuando ha gestionado la educación en este país.
Señora ministra, voy a finalizar diciendo que hay que reconocer ese
esfuerzo extraordinario que se ha realizado por esa coordinación a nivel
nacional y apelo a lo que decía en mi primera intervención, que de lo que
se trata es de dar certidumbre, garantías y que nuestros centros sean
entornos seguros para que los docentes puedan realizar el trabajo de esa
enseñanza presencial que millones de niños españoles llevan reclamando y
deseando día a día desde que tuvieron que afrontar la pandemia en sus
vidas. Hay que garantizar el derecho a la educación y estamos
absolutamente convencidos de que la única manera de garantizar ese
derecho es mediante la enseñanza presencial y la corresponsabilidad de
todas las administraciones, y también incluyo a las familias y a las
personas que están implicadas en el sistema educativo.
Muchísimas gracias otra vez. Gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Martínez Seijo.
Para cerrar esta comparecencia, tiene la palabra la señora ministra de
Educación.
La señora MINISTRA DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN PROFESIONAL (Celaá Diéguez):
Voy a ser concisa, habida cuenta de la hora que es.
Señor Sayas, yo no he dicho que no voy a los colegios. Usted me ha
preguntado y yo le digo que he ido a los colegios. Yo voy a los colegios,
naturalmente, y creo que tengo previstas tres visitas para el próximo mes
de septiembre. Por tanto, voy a los colegios y conozco los colegios, no
se preocupe.
Usted habla del personal de enfermería. Es una propuesta. Es una propuesta
y, por cierto, no es nueva. Hay muchos centros educativos que tienen
previsto compartir algún sanitario, y no es nuevo. Es decir, ha habido
fisioterapeutas y personal sanitario en los centros compartidos, pero
esto no quiere decir que un responsable de la COVID no sea capaz de
realizar ese cometido. El personal de la COVID, esa persona responsable
de la COVID que pondrán los centros educativos tendrá la información y
formación correspondientes para poder hacer un seguimiento de los
documentos, la relación con Sanidad, etcétera. Hay muchas cosas que son
deseables en términos de recursos para nuestro sistema educativo, no cabe
duda. No hemos acabado el ciclo con esto, pero sí les digo que realmente
la inversión que tiene prevista el Gobierno para el sistema educativo es
cercana a los tres mil millones más, con formación profesional 316, con
las becas, con todo. Todo esto, obviamente, configura un conjunto que
hace que la inversión del sistema educativo se incremente. ¿Con qué fin?
Con la orientación de ir alcanzando ese 5 % del PIB que tenemos como meta
para nuestra educación, para que el sistema esté en el promedio de los
sistemas europeos.
No hay los mismos riesgos, señoría, en Navarra que en Andalucía. No es
así. Si usted sigue la evolución científica de la pandemia -no nos vamos
a meter en temas sanitarios-, entrará todos los días en la información de
que en un sitio la pandemia evoluciona de una manera y en otro sitio de
otra. Obviamente, hay distintas pautas para hacer ese seguimiento de la
pandemia en un lugar y en otro.
Los Gobiernos socialistas han hecho avanzar la educación. Usted me va a
decir que no -me lo ha dicho-, pero yo le digo que los Gobiernos
socialistas la han hecho avanzar. De nuevo ahí tiene usted los hechos
para acreditarlo. Los Gobiernos socialistas progresistas han avalado
leyes de progreso que han sido respaldadas por las distintas fuerzas
políticas. De nuevo, los hechos. No me voy a detener en más.
Agradezco, señora Pozueta, su resumen en el sentido de que, efectivamente,
hay muchas cuestiones que en torno a la pedagogía compartimos. Señora
Gorospe, efectivamente, en la Comunidad Autónoma Vasca, como en otras, se
ha trabajado, se está trabajando y hay confianza. Y, señora Martín, usted
me dice que siga sus recetas. Bueno, las voy a estudiar y ya veremos.
Señora Sabanés, efectivamente, coincidimos en que la vulnerabilidad es una
cuestión que importa y tenemos que centrarnos ahí. Lo relaciono con la
consideración que hacía el señor Mena. Yo creo que debemos invitarnos
recíprocamente a tener un buen debate pedagógico la próxima vez, incluso
recogiendo todo esto de la pandemia, pero no perdamos el tiempo, no nos
distraigamos con descalificaciones inanes. Ustedes ya las van haciendo en
los medios de comunicación, que es lo que le interesa a alguna gente.
Procuren no sembrar mayor desconfianza en las familias. Las familias
están sufriendo, y están sufriendo sobre todo porque alguien vaticina
mucho riesgo, porque alguien vaticina muchos peligros, porque alguien
vaticina que no está preparado, que no hay preparación. La incertidumbre
existe, pero que no hay preparación vamos a retirarlo, porque no es así y
no sería justo aumentar el sufrimiento de las familias.
Señora Bassa, lo que decimos: invitémonos a un buen debate pedagógico, que
yo creo que es lo que corresponde a esta Comisión. He contestado también
al señor Mena en este sentido. Y, señor Robles, no he mencionado Estado
federal ni tampoco la soberanía. Todo el mundo sabe dónde está la
soberanía, y Estado son el Gobierno central del Estado y las comunidades
autónomas, que también son Estado. Esa es la Constitución. Usted me dice
que no es constitucionalista. Bueno, es legítimo, pero estamos en este
Estado. (El señor Robles López: Yo he dicho que no soy experto en
constitucionalismo). Yo he anotado esto, pero no pasa nada, no pasa nada.
Usted tiene todo el derecho a sentirse y a percibir como lo considere.
Tiene todo el derecho. Y con respecto a las lenguas, usted sabe lo que
dice el artículo 3 de la Constitución: que el español es la lengua
oficial del Estado, pero que las lenguas cooficiales lo son en sus
respectivas comunidades autónomas también, y por tanto están amparadas
por lo que significa la necesidad del desarrollo y el respaldo a una
riqueza común.
Reducir las ratios a la mitad nada menos se dice en una frase fácil, pero
ya sabe usted que si tenemos setecientos mil profesores, dígame dónde
podemos encontrar a otros trescientos cincuenta mil más, y además
espacios para poderlos ubicar. Usted es profesor y sabe de lo que estamos
hablando. Y en cuanto a los riesgos laborales, me parece una pregunta
pertinente, pero es una pregunta más del ámbito sanitario que del ámbito
educativo. No obstante, está previsto, en este protocolo de Educación y
Sanidad efectivamente, y es un recurso necesario, aunque no suficiente
para asegurar y garantizar el curso educativo. Es necesario, y colaboran
educación, sanidad y prevención de riesgos laborales, por lo que aquella
población que realmente se considere de riesgo tiene garantizada una
conexión con riesgos laborales, aparte de otras pruebas que están
previstas por Sanidad.
Señor Clavell, yo aplico el artículo 27 de la Constitución española every
day, cada día, cada día -créame-, y el 149 también. Lo he hecho en toda
mi vida política. Y con respecto a las propuestas que me hace, las
pruebas serológicas, que son las que ha propuesto Madrid, de esto
estábamos hablando el señor consejero y yo, que hablamos con frecuencia
de manera cordial, y esto quedó fuera del ámbito del protocolo, pero eso
no quiere decir que Madrid no lo pueda hacer. Sin embargo, yo estuve
presente, como ustedes también imagino, y lo podrán encontrar en la
fonoteca, cuando Sanidad le contestó que eso no era precisamente útil,
pero eso no quiere decir que ustedes no lo puedan hacer en la Comunidad
de Madrid, precisamente por la competencia que la comunidad tiene
reconocida. Y en relación con las adaptaciones curriculares, como ya le
he dicho, son propias de los profesionales. Los seminarios hacen
adaptaciones curriculares. Es una función propia de un profesional.
Señora Martínez Seijo, lamento no haberle contestado en la anterior
intervención, pero estaba absolutamente de acuerdo con lo que usted ha
dicho. Efectivamente, con lo que dice ahora y con lo que concluye creo
que podríamos alinearnos todos: garantizar el derecho a la educación.
Para ello se necesita la corresponsabilidad de todos los agentes:
familias, docentes, alumnos que han de aprender y sobre todo la clase
política, es decir, sus señorías y yo misma. Les tiendo la mano para
atender sus consideraciones, estudiar sus recomendaciones y seguir
trabajando con ustedes.
Muchas gracias. (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias, señora ministra.
Gracias a todos los portavoces de los grupos parlamentarios. Buen viaje de
regreso, pasen un buen día -lo que queda-. Se levanta la sesión.
Eran las ocho y diez minutos de la noche.
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