DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 174, de 14/10/2020
cve: DSCD-14-CO-174
CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 2020 XIV LEGISLATURA Núm. 174
JUSTICIA
PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª ISAURA LEAL FERNÁNDEZ
Sesión núm. 9
celebrada el miércoles,
14 de octubre de 2020
ORDEN DEL DÍA:
Ratificación de la ponencia designada para informar sobre:
- Proposición de ley de modificación del Código Penal para la erradicación
de la esterilización forzada o no consentida de personas con discapacidad
incapacitadas judicialmente (orgánica). Senado. (Número de expediente del
Congreso de los Diputados 124/000001 y número de expediente del Senado
622/000002) ... (Página2)
Comparecencia del señor secretario de Estado de Justicia (Zapatero
Miguel):
- Para informar de las medidas adoptadas para combatir el COVID-19 y para
impulsar la transformación del servicio público del sector justicia. A
propuesta del Gobierno. (Número de expediente 212/000471) ... (Página2)
- Para dar cuenta de la gestión de la ORGA (y del centro directivo que la
sustituyó asumiendo sus funciones en el Ministerio de Justicia entre
junio de 2018 y enero de 2020) y de los resultados de su actividad
correspondiente a las anualidades de 2018 y 2019, para dar cumplimiento
al artículo 17 del Real Decreto 948/2015, de 23 de octubre, modificado
por el Real Decreto 93/2018, de 2 de marzo. A petición del Grupo
Parlamentario Popular en el Congreso. (Número de expediente 212/000012)
... (Página2)
Se abre la sesión a las cuatro y diez minutos de la tarde.
RATIFICACIÓN DE LA PONENCIA DESIGNADA PARA INFORMAR SOBRE:
- PROPOSICIÓN DE LEY DE MODIFICACIÓN DEL CÓDIGO PENAL PARA LA ERRADICACIÓN
DE LA ESTERILIZACIÓN FORZADA O NO CONSENTIDA DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD
INCAPACITADAS JUDICIALMENTE (ORGÁNICA). SENADO. (Número de expediente del
Congreso de los Diputados 124/000001 y número de expediente del Senado
622/000002).
La señora PRESIDENTA: Buenas tardes, señorías.
Conforme al orden del día que les ha sido comunicado para esta sesión de
la Comisión de Justicia y al acuerdo adoptado por la Mesa y portavoces de
la Comisión, vamos a proceder a la ratificación de la ponencia designada
para informar la proposición de ley de modificación del Código Penal para
la erradicación de la esterilización forzada o no consentida de personas
con discapacidad incapacitadas judicialmente. Someto a la aprobación por
asentimiento de la Comisión esta ratificación. (Asentimiento).
Así se acuerda. Muchas gracias, señorías.
COMPARECENCIA DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO DE JUSTICIA (ZAPATERO
MIGUEL):
- PARA INFORMAR DE LAS MEDIDAS ADOPTADAS PARA COMBATIR EL COVID-19 Y PARA
IMPULSAR LA TRANSFORMACIÓN DEL SERVICIO PÚBLICO DEL SECTOR JUSTICIA. A
PROPUESTA DEL GOBIERNO. (Número de expediente 212/000471).
- PARA DAR CUENTA DE LA GESTIÓN DE LA ORGA (Y DEL CENTRO DIRECTIVO QUE LA
SUSTITUYÓ ASUMIENDO SUS FUNCIONES EN EL MINISTERIO DE JUSTICIA ENTRE
JUNIO DE 2018 Y ENERO DE 2020) Y DE LOS RESULTADOS DE SU ACTIVIDAD
CORRESPONDIENTE A LAS ANUALIDADES DE 2018 Y 2019, PARA DAR CUMPLIMIENTO
AL ARTÍCULO 17 DEL REAL DECRETO 948/2015, DE 23 DE OCTUBRE, MODIFICADO
POR EL REAL DECRETO 93/2018, DE 2 DE MARZO. A PETICIÓN DEL GRUPO
PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO. (Número de expediente 212/000012).
La señora PRESIDENTA: A continuación y conforme al acuerdo adoptado en
Mesa y portavoces, tenemos el placer de recibir al secretario de Estado
de Justicia, al señor Zapatero Miguel, para su comparecencia a petición
propia y también de grupos parlamentarios.
Señor secretario de Estado, bienvenido a esta Comisión en esta su primera
comparecencia, que no tenemos duda de que será la primera de otras muchas
que realizará ante la misma.
El señor SECRETARIO ESTADO DE JUSTICIA (Zapatero Miguel): Muchas gracias,
presidenta.
Es la primera vez que comparezco ante una Cámara como secretario de
Estado. Es para mí un gran honor dar cuenta en la sede de la soberanía
popular sobre las medidas adoptadas para combatir el COVID e impulsar la
transformación del servicio público de justicia desde la anterior
comparecencia del ministro Justicia, Juan Carlos Campo, en mayo de 2020.
Antes de empezar, quiero agradecerles de forma expresa y muy destacada el
amplio apoyo parlamentario a la Ley 3/2020. Sin la convalidación de este
real decreto-ley por su parte el pasado 13 de mayo no podríamos haber
respondido eficientemente al desafío que supuso esta crisis en los
últimos meses, y, al tiempo, su conversión en ley el 18 de septiembre
permite que sentemos entre todos las bases de un proyecto compartido de
mejora de eficiencia técnica en el sector que dará resultados muy
positivos. Emplearemos las posibilidades de gestión que la nueva norma
nos ofrece para producir más y mejores resultados. Gracias, por tanto.
Como saben, comparezco a petición propia, es un compromiso adquirido como
dación de cuentas regular de los compromisos del Ministerio de Justicia,
pero también lo hago para tomar nota de sus recomendaciones, propuestas y
críticas, que asumo que serán en su mayoría constructivas.
Dividiré la intervención en dos bloques para explicar mejor los avances y
medidas adoptadas. El primero se refiere a qué medidas hemos adoptado
para combatir el COVID-19 y el segundo a qué estamos haciendo ya para
mejorar la eficiencia del servicio público.
En lo que respecta a las medidas adoptadas, debo empezar destacando que la
crisis del COVID y la declaración del estado de alarma se produjeron
cuando llevábamos apenas dos meses en nuestros
cargos. Estábamos inmersos en un proceso de análisis y consultas para
lanzar un plan de trabajo para nuestra Administración de Justicia, el
denominado Plan Justicia 2030, del que ya han oído hablar. La crisis nos
mostró abruptamente las carencias del sistema e hizo impulsar con mayor
vigor si cabe su transformación a pesar de las circunstancias o
precisamente porque lo que era urgente en ese momento se había convertido
en una exigencia necesaria. Por ello, como saben, entendimos que el
Proyecto Cero de Justicia 2030 debía dar una respuesta adecuada desde la
Administración de Justicia a la crisis, y lo hicimos en esencia
articulando una respuesta coordinada y alineándonos con todas las
administraciones competentes en los siguientes aspectos: por un lado,
para garantizar la continuidad de la actividad jurisdiccional y, por
otro, para reforzar a medio y largo plazo nuestra respuesta económica y
social en relación con la actividad de la jurisdicción. En ello hemos
estado concentrados en los últimos meses y a este respecto les voy a
hablar de dos iniciativas destacadas que creo que son relevantes: el
Proyecto Cero de Justicia 2030, como les decía, que es nuestra hoja de
ruta para responder a las implicaciones del COVID, y la nueva estructura
de cogobernanza que hemos creado para hacer realidad los diferentes
cambios, dotándonos entre todos de una coordinación entre instituciones
reforzada.
El primero de ellos, el Proyecto Cero, contiene seis elementos
interrelacionados: tres elementos normativos y organizativos y tres
elementos tecnológicos. Respecto a los elementos normativos y
organizativos del Proyecto Cero, destacaré en particular el Real
Decreto-ley 16/2020, de medidas procesales y organizativas para hacer
frente al COVID-19 en el ámbito de la Administración de Justicia,
aprobado el pasado 18 de septiembre como Ley 3/2020, a la que me he
referido hace un momento, respecto a cuya convalidación y posterior
aprobación reitero el agradecimiento en nombre de todas las instituciones
que dieron forma a su contenido originario. Sin ello no podría estar
hablándoles de muchas de las iniciativas y proyectos que abarca esta
intervención que nos colocan en un mejor punto de partida ahora para
controlar la evolución del COVID y, muy importante, hacer posible la
recuperación y resiliencia. No me voy a detener en el instrumento
transformado en ley, que conocen bien, porque ustedes lo han negociado,
pero querría destacar muy especialmente varias de sus herramientas de
política pública que a mi juicio son esenciales: en primer lugar, la
regulación de juicios telemáticos, así como el compromiso para aprobar
una ley de actuaciones telemáticas; en segundo lugar, la flexibilización
en la asignación de funciones a los efectivos en los centros de trabajo,
de conformidad con el artículo 21 de la ley; en tercer lugar, la cita
previa para el público y la limitación de aforos; en cuarto lugar, el
compromiso de creación de unidades judiciales, ya que en la disposición
adicional quinta, como saben, se prevé la creación de cien unidades
COVID, de las que un tercio corresponden a 2020; en quinto lugar, el
fortalecimiento temporal de la prestación del servicio, estableciendo
jornadas de trabajo de mañana y tarde; y, por último, la autorización o
ratificación por los TSJ de las medidas sanitarias adoptadas por las
comunidades autónomas en este ámbito. Algunas de las herramientas y
medidas implementadas son evidentes mejoras técnicas que redundan en
ventajas para la ciudadanía, por lo que creo que han venido para quedarse
y esperamos que terminen encontrando acomodo en nuestra legislación
procesal de forma permanente. Realidades como el teletrabajo de los
funcionarios, el acceso remoto al expediente de los profesionales
designados, la identificación a distancia de intervinientes, las
actuaciones judiciales telemáticas, etcétera, deben pasar a formar parte
de manera permanente de nuestra realidad judicial.
El segundo elemento destacable es la ley de eficacia procesal para un
servicio público de justicia, que constituye nuestra apuesta decidida por
la agilización procesal del servicio público, que en un contexto de
crisis debe ser prioritaria y cuya tramitación les adelanto que se
iniciará con prontitud, en todo caso en las próximas semanas. De este
instrumento, derivado de cientos de horas de trabajo en consultas con
todo el sector y detallado en ciento cincuenta y cuatro aportaciones en
fase de consulta pública, les hablaré brevemente en la segunda parte de
mi exposición.
El tercer elemento son los planes de reactivación de la jurisdicción, como
no podía ser de otro modo. Como saben, la Administración de Justicia ha
sufrido una ralentización significativa como consecuencia de la crisis
sanitaria, por lo que debemos procurar dar una salida ágil al volumen de
procedimientos suspendidos y acumulados desde que se decretó el estado de
alarma. Al mismo tiempo, nuestras actuales estimaciones indican que
podría aumentar el número de asuntos en 2021 un 140 % en la jurisdicción
social, un 145 % en la civil, un 125 % en la contencioso-administrativa y
un 66 % en la penal. Por ello, la disposición adicional decimonovena del
Real Decreto-ley 11/2020 mandató al Gobierno para que quince días tras el
levantamiento del estado de alarma aprobara un plan de actuación para
agilizar la actividad judicial, en particular, en los órdenes social,
contencioso-administrativo y mercantil. Ese plan se adoptó el 7 de julio,
desplegado en dos fases y en este momento afecta a más
de trescientos juzgados. Con una dotación económica de más de 50 millones
de euros, la estructura de incentivos del plan, diseñada conjuntamente
con las comunidades autónomas y el Consejo General del Poder Judicial,
está sujeta a revisión y mejora regular con todos los operadores
implicados, incluidos los TSJ, y en consultas directas con las propias
asociaciones. El objetivo es realizar tres revisiones mensuales hasta
diciembre, de las cuales ya se ha hecho la primera, y cuatro revisiones
durante 2021 con todas las ideas y propuestas de mejora por adelantado
sobre la mesa. Esto ha permitido, por ejemplo, incluir el denominado
tramo cero a propuesta de las asociaciones, así como la proporcionalidad
en los tramos y un ajuste específico en diciembre. Gracias a este plan,
disponemos ya de una herramienta cada vez más sólida y eficiente para
responder al previsible aumento de pendencia en las jurisdicciones que
van a ser más castigadas. A partir de ahí, nuestro objetivo de futuro es
emplear este plan 2020-2021 como un piloto para una nueva herramienta de
gestión que permita reasignar recursos humanos con celeridad, en tiempo
real y en función de los datos de cargas. Ahora bien, como ustedes saben,
señorías, las medidas coyunturales que hemos adoptado para combatir los
efectos de la pandemia no han supuesto que dejemos de atender las
necesidades del sector. Por ello, este año se crearán treinta y tres
unidades judiciales, de acuerdo con lo previsto en la Ley 3/2020, en la
que nos hemos comprometido junto con las comunidades autónomas a crear al
menos cien nuevas unidades judiciales en el plazo de tres años. La
tramitación del real decreto-ley se está ultimando ya y en breve se
remitirá al Consejo de Ministros.
Abordados ya los tres elementos normativos y organizativos del Proyecto
Cero de Justicia 2030 dirigido a responder al COVID, me referiré
brevemente a los tres elementos tecnológicos que lo completan y
complementan: inmediación digital, teletrabajo y cita previa. Respecto al
primero de ellos, la inmediación digital, se trata de un servicio
implantado y en desarrollo, cuyo primer piloto activamos el 18 de mayo de
2020 celebrando el primer juicio telemático en Ciudad Real. Como bien
saben, las infraestructuras legales y tecnológicas de este proyecto
suponen un cambio de paradigma sobre cómo administrar los actos
judiciales con presencia física en un entorno digital con todas las
garantías y seguridad. Un gran número de trámites que se celebraban en
los juzgados con presencia física pueden realizarse a distancia, sin que
ello suponga ninguna merma de los derechos de los ciudadanos. Igualmente,
tanto los profesionales independientes como los jueces, fiscales,
letrados de la Administración de Justicia y el resto de funcionarios
pueden prestar sus servicios a distancia, minimizando los desplazamientos
y los contactos. A través de tres herramientas: el sistema de grabación
de salas de vistas, el sistema de videoconferencia fija y el sistema de
videoconferencia móvil, se hace posible la celebración de vistas
virtuales, que quedan incorporadas al expediente judicial electrónico con
todas las garantías, al igual que en las vistas realizadas de forma
presencial. A día de hoy desde la Secretaría de Gobierno de los
tribunales superiores de justicia se nos ha comunicado la celebración de
68 085 actuaciones judiciales; no solamente juicios, sino declaraciones y
otras comparecencias por videoconferencia. Este sistema permite la
celebración de reuniones virtuales para todos los usuarios al servicio de
la Administración de Justicia. Además, ofrece el servicio para que
usuarios ajenos a la organización puedan conectarse: Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado, abogados, etcétera. El proyecto se completará en
2021 con una plataforma de intermediación que evitará que los ciudadanos
tengan que desplazarse a las dependencias del Ministerio de Justicia para
la petición de certificados solicitados por parte de otras
administraciones.
Gracias a la progresiva implantación de la cita previa en los distintos
órganos judiciales, registros civiles y gerencias territoriales, dentro
de cuatro semanas se va a realizar el primer piloto para algunos trámites
de órganos judiciales, que servirá como lanzamiento para el resto y en el
que un ciudadano podrá solicitar ser atendido por videoconferencia con
plenas garantías a la hora de identificarse de manera segura e
intercambiar documentos con las mismas garantías que ofrece la firma
electrónica. En este proyecto, que se está poniendo en común con las
comunidades autónomas interesadas y con las que se podrán definir
conjuntamente protocolos operativos, confluyen dos transformaciones
importantes: una organización más eficiente del trabajo de nuestros
profesionales a través del puesto de trabajo deslocalizado y la
prestación de un servicio más eficiente a la ciudadanía, a la que se le
ahorran desplazamientos. Ahora bien, algunas de estas actuaciones
requieren asegurar la correcta identificación de los comparecientes a
distancia. Por ello, el nuevo sistema de identificación PIN Justicia
permitirá la identificación unívoca de los ciudadanos a través de
videollamada. Tanto la generación como la validación de ese pin empleará
a los servicios de la Agencia Tributaria, integrándose con la Cl@ve PIN
de esta última. De esta forma, aprovechamos el sistema clave de la
Administración General del Estado para que nuestro sistema de inmediación
digital, integrando cita previa, sirva para todas las administraciones
del
Estado, incluidas comunidades autónomas y ayuntamientos que deseen dar
servicios no presenciales con plena seguridad jurídica digital. En este
sentido, el proyecto no solo se extiende a otras administraciones, como,
por ejemplo, el Ministerio del Interior, que, de hecho, ya estaba
participando para evitar miles de horas de desplazamientos a sedes
judiciales de personas privadas de libertad, sino a otros muchos
colectivos profesionales e instituciones, como, por supuesto, notarios,
registradores y abogacía. En la práctica, con este proyecto fundamental
estamos desarrollando una arquitectura normativa y tecnológica que nos
permite realizar actuaciones presenciales digitales con plena validez y
seguridad jurídica. Es un cambio muy significativo por el que han
mostrado interés nuestros colegas europeos. De hecho, lo hemos expuesto
ya en el Consejo de Ministros de Justicia de la Unión Europea el pasado
viernes y tendremos la oportunidad de desarrollarlo en detalle en el JAI
organizado bajo la Presidencia alemana en el próximo mes de diciembre.
Sin duda, la seguridad jurídica digital es una infraestructura crítica
para el correcto funcionamiento del imperio de la ley en el mundo digital
y, por tanto, para el servicio público de justicia que lo hace realidad.
Impulsamos este nuevo proyecto de forma decidida, pues para nosotros es
un proyecto país.
En lo que respecta al segundo elemento, el puesto de trabajo
deslocalizado, como saben, es un servicio ya implantado y en desarrollo,
que ha sido una herramienta muy útil para la prestación de servicios
esenciales. Es uno de los aspectos fundamentales que contempla la Ley
3/2020 como impulso a la utilización de tecnologías de la información y
la comunicación en la Administración de Justicia. Esta modalidad de
prestación del servicio se basa en normas legales que ustedes han
aprobado y transformado en ley y cuyos estándares trataremos de
desarrollar y perfilar progresivamente en normas y políticas públicas
conjuntamente adoptadas con las comunidades autónomas con competencias
transferidas. Hasta el momento se ha conseguido que en el territorio del
ministerio más de 10 000 usuarios tengan a su disposición las
herramientas tecnológicas para teletrabajar, habiéndose desempeñado desde
marzo más de dos millones de horas de teletrabajo, y ahora estamos
moviéndonos en algo más, y en lo que respecta específicamente al
ministerio, se han adquirido ya 5500 equipos de teletrabajo. En la
regulación de este punto, es importante informar de que el grupo técnico
sobre trabajo deslocalizado, compuesto por la Comunidad Autónoma de
Madrid, Valencia, Canarias, Galicia, Aragón y el propio Ministerio de
Justicia, ya ha presentado un primer borrador de norma en la conferencia
sectorial técnica. Nuestra idea es aprobarlo conjuntamente en las
próximas semanas como norma común o norma espejo y tras consulta con los
sindicatos, con los que ya estamos trabajando. Esta norma facilitará,
además de la conciliación de la vida profesional y personal, que las
tareas administrativas deslocalizadas se puedan llevar a cabo mediante el
teletrabajo o desde ubicaciones físicas de la propia Administración pero
situadas en lugares distintos a las sedes físicas de los tribunales, un
planteamiento que conecta con el proyecto de oficina judicial en el
municipio, del que ya habrán oído hablar y al que me referiré más
adelante.
El sexto y último elemento es el proyecto de cita previa. Como es
evidente, en un escenario de pandemia debíamos asegurar la distancia
social, lo que hizo capital acelerar un proyecto a este respecto. A fecha
de hoy, el servicio está ya operativo, implantado y en desarrollo en
territorio ministerio. Gracias a él, se permite una más eficiente
ordenación de entradas y movimientos en las sedes judiciales. Mediante
este proyecto se persigue habilitar un nuevo canal de atención a los
usuarios de justicia tanto telefónica como vinculada a la inmediación
digital. Actualmente, hay siete oficinas judiciales, once registros
civiles y para las gerencias territoriales con cita previa está
planificada para los próximos dos meses la implantación de más de
cuarenta sedes entre oficinas y registros. Asimismo, se han instalado
varios quioscos y tenemos prevista para las próximas siete semanas la
instalación en otras dieciséis sedes. Este proyecto continuará durante
los próximos meses, avanzando ya hasta mediados de 2021, hasta lograr que
la mayor parte de los registros civiles y un porcentaje elevado de los
órganos judiciales dispongan de cita previa a través de Internet y
telefónicamente. La tecnología está plenamente disponible para las
comunidades que no dispongan de la suya propia o que valoren
incorporarla.
Explicado el Proyecto Cero de Justicia 2030, que sigue abierto y
evolucionando para responder a la pandemia, paso a referirme al segundo
punto relevante que creo que es la estructura de cogobernanza. Sin duda,
el COVID nos ha empujado a crear un nuevo modelo de relación entre
instituciones públicas, la cogobernanza, como la hemos terminado llamando
todos. El ejemplo de diálogo y cooperación en justicia a este respecto es
evidente. En una sociedad plural, que no quiere conflictos sino grandes
acuerdos, hemos demostrado que somos capaces de responder adecuadamente a
la ciudadanía. En este sentido, nuestro objetivo como equipo ministerial
es subir un escalón más en políticas compartidas para mejorar la calidad
y la eficiencia del servicio público de justicia. También es necesario
mostrarlo disponible
a otros, hoy más que nunca, y, obviamente, hacerlo sostenible. Hacerlo
sostenible es una obligación y un imperativo en el marco de la Agenda
para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Lo que no pueda
terminar este equipo ministerial en el tiempo que estemos en el cargo
pasará, idealmente, a los que lleguen después para que hagan también su
parte, como nosotros estamos haciendo la de aquellos cuya tarea
continuamos, desde un punto de partida esperamos en este momento que sea
algo mejor, a ser posible obviamente significativamente mejor. Por eso,
porque creemos firmemente en ello, todos trabajamos en equipo, diseñando
políticas y tomando decisiones compartidas, y por eso mismo entre todos
hemos empezado a armar una estructura de cooperación reforzada, que
esperemos que llegue para quedarse y consolidarse, dado que es
absolutamente necesaria para desarrollar políticas legítimas y efectivas
en un sector de competencias tan fragmentadas.
En fin, en positivo, en justicia, hemos logrado administrar razonablemente
esta crisis, con una tasa de contagio de 0,4 y un comportamiento ejemplar
de los profesionales de la Administración de justicia, porque hemos
trabajado juntos y de manera leal, sencillamente. El dato cualitativo más
destacado que puedo darles en este sentido es que hasta la fecha hemos
tenido veinticuatro conferencias técnicas y sectoriales con las
comunidades autónomas en nueve meses, lo que habríamos logrado hacer en
veinticinco años en la cadencia y el formato de trabajo anterior, un
cambio positivo, absolutamente fundamental para un Estado autonómico, el
nuestro. Así debemos seguir por el bien la ciudadanía, desarrollando
conjuntamente políticas de justicia, porque desde que comenzó la pandemia
empezamos a trabajar codo con codo con nuestros compañeros de comunidades
autónomas, Consejo General del Poder Judicial, fiscalía y resto de
operadores de la Administración de Justicia. De ahí, resultaron múltiples
sesiones de trabajo con documentos y borradores por adelantado que entre
todas las administraciones fuimos afinando y conformando: más de veinte
instrumentos desarrollados en tiempo real, empleando y experimentando
múltiples metodologías de técnica regulatoria, en general, y, por
supuesto, corregulación, en particular.
La gestión de la crisis sanitaria ha supuesto uno de los mayores retos a
los que se ha enfrentado nuestra Administración de justicia, un proceso
regulatorio en toda regla para una situación inédita. Los centros
escolares, las universidades y otros centros educativos tuvieron que
cerrar. Otras administraciones, como la Administración tributaria, tenían
un modelo de digitalización que les permitió de manera rápida organizar
un sistema de teletrabajo. En el caso, por ejemplo, de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado existe un mando único, ejercido por el
Ministerio del Interior, que permite una actuación homogénea. Nada de eso
sucedía en justicia. No podíamos cerrar, puesto que somos un servicio
esencial. No teníamos un nivel de digitalización, al menos en todo el
territorio, para organizar rápidamente la prestación no presencial del
servicio. No tenemos un mando único, sino más bien al contrario: un
complejo y fragmentado modelo competencial, diría yo que hasta el
paroxismo, en el que son múltiples las instituciones competentes
implicadas. Por tanto, casi la primera medida que adoptamos para
establecer un esquema de trabajo coordinado en el que participasen el
consejo, la fiscalía, las comunidades, los colegios profesionales, los
sindicatos e intentando también dar cabida a las asociaciones de jueces y
fiscales era nuestra primera necesidad, y así fue durante los diez
primeros días, incluso antes de la declaración oficial del estado de
alarma. En concreto, los días 12 y 13 de marzo se celebraron las dos
primeras reuniones telemáticas con todos los implicados. Este fue el
espíritu de trabajo desde el primer momento, algo poco habitual en el
sector justicia, y nos acompañó durante todo el proceso regulatorio que
desarrollamos. Las primeras medidas fueron las vinculadas a la
declaración de servicios esenciales, como saben, y el establecimiento de
dotaciones para atenderlos: la resolución de 14 de marzo y sus sucesivas
adaptaciones a la situación sanitaria. Al mismo tiempo, desde el 14 de
marzo empezamos a celebrar una reunión telemática semanal todos los
viernes en las que contamos con la participación de vocales del consejo,
un representante de la fiscalía, las comunidades autónomas y la
presidenta de Unión Profesional, en representación de los colegios
profesionales. Este esquema de trabajo incorporaba también de forma
semanal antes de dichas sesiones técnicas de trabajo reuniones previas
tanto de la denominada Trista -ministerio, consejo y fiscalía-, como del
ministerio con los consejos profesionales, así como de forma regular con
asociaciones y sindicatos. Las reuniones de trabajo se producían con
documentos por adelantado y todas ellas culminaron en acuerdos y con
normas, como el esquema general de seguridad de 23 de marzo o algo tan
vital como el programa de importación de EPI de la Administración de
justicia, lanzado el 25 de marzo. Debo expresar un especial
reconocimiento en nombre del equipo ministerial y de todos los compañeros
que han hecho posible el proyecto a todas las compañeras y compañeros que
participaron tan activamente en este proceso regulatorio conjunto.
El proceso desemboca en la Conferencia Sectorial de Justicia de Lerma, que
fue una conferencia presencial celebrada el 13 de julio de 2020. ¿Qué
hemos hecho en Lerma? Pues en esencia lo que hemos hecho ha sido empezar
a consolidar el trabajo en equipo con tres actuaciones básicas: la
primera de ellas, la aprobación de la reforma del reglamento de la
conferencia sectorial; la segunda, la aprobación del protocolo de
coordinación reforzada de la Administración de Justicia, y la tercera, la
aprobación del protocolo de colaboración para una justicia basada en
datos.
El nuevo reglamento de la conferencia sectorial introduce un nuevo modelo
de gobernanza que permite una cooperación más estrecha con las
comunidades y demás instituciones competentes, tanto el consejo, la
fiscalía como los colegios profesionales, que podrán ser invitados
específicamente a participar en sus sesiones. Por lo que respecta al
segundo instrumento, el protocolo de coordinación reforzada, como saben,
la actual arquitectura de coordinación de la Administración de Justicia
es débil y requiere una mayor integración para mejorar su eficiencia y la
coherencia de sus políticas comunes, corrigiendo algunos ángulos ciegos y
aumentando la participación. En la actualidad. la coordinación de todo
este conjunto de instituciones se realiza a través de los distintos
órganos de cooperación: Conferencia Sectorial de Justicia, Comité Técnico
Estatal de la Administración de Justicia Electrónica, Comisión Nacional
de Estadística y Comisión Mixta, sin que exista un foro general ni un
proceso multilateral en el que todos los operadores de justicia
participen de forma regular en la conformación de un proyecto general
común para el servicio público de justicia.
En lo que respecta específicamente a las convocatorias de la conferencia
sectorial, a partir de ahora el pleno se convocará con carácter
trimestral, celebrándose dos reuniones presenciales al año, sin perjuicio
de incrementar su frecuencia en el caso de que las circunstancias así lo
hiciesen necesario. La próxima será en diciembre, en Canarias. La
comisión sectorial, por su parte, se reunirá con una periodicidad
mensual, priorizándose las reuniones telemáticas. Del mismo modo -creo
que es importante-, la Comisión de Recursos Humanos se convocará al menos
una vez cada trimestre. En definitiva, una arquitectura suave y dúctil
para la cogobernanza de la Administración de Justicia.
Ya estamos trabajando conforme a este esquema, realizando sesiones de
trabajo de conferencia sectorial los primeros viernes de cada mes, así
como alineadas ese mismo día con sesiones con los consejos profesionales
de la Administración de Justicia, así como con la Trista los miércoles de
esa misma semana y con asociaciones judiciales y fiscales el segundo
lunes de cada mes, entre otros operadores.
El tercer y último instrumento aprobado es el protocolo de colaboración
para una justicia basada en datos. Este protocolo constituye el punto de
arranque de una nueva arquitectura de información de la Administración de
Justicia, que debe ser necesariamente abierta para evitar los silos de
información y hacerla eficiente. Este protocolo permitirá crear una
plataforma interadministrativa de datos con acceso abierto y por
perfiles, a través de la que integremos los distintos sistemas de
información cuantitativa desagregada y georreferenciada, tanto de las
administraciones prestacionales de justicia como de otras
administraciones cuyos datos faciliten la adopción de decisiones de
gestión en este sector.
El proyecto abarca las siguientes actuaciones: integración conjunta de
información en una plataforma común abierta, como les apuntaba,
desarrollo y perfeccionamiento conjunto de indicadores y explotación para
una adecuada gestión de la Administración de Justicia y adopción de
políticas públicas. Para activar este proyecto, aprobado ya el protocolo,
este ministerio ha puesto a disposición de las comunidades autónomas con
competencias transferidas todos los datos de ámbito estatal de los que
dispone, contenidos en Lexnet y Siraj, así como aquellos propios del
sistema de gestión procesal Minerva. De este modo, integrando esta
información de forma progresiva con los datos cuantitativos del
rendimiento del resto de sistemas informáticos de gestión procesal, ya
sea de forma automatizada o por remisión periódica -además del resto de
administraciones ya interesadas que quieran participar en régimen de
reciprocidad- posibilitaremos medir, y por tanto administrar, la
eficiencia procesal y organizativa de la Administración de Justicia con
una analítica compartida por todos, robusta, completa y coherente. Al
tiempo, podremos facilitar a otras administraciones e instituciones
información empírica que permita incidir y mejorar los procesos de
creación de normas, tanto autonómicas como estatales.
El acceso a esta plataforma de datos, adaptada a las normas técnicas del
expediente judicial electrónico (y otras normas técnicas aprobadas por el
CTEAJE) estará sujeto a un régimen de datos abiertos y, por tanto, al
principio de reciprocidad, tal y como se ha acordado en la conferencia
sectorial, y de conformidad con el artículo 157 de la Ley de Régimen
Jurídico del Sector Público. Volveré sobre ello muy brevemente en la
segunda parte de mi intervención, cuando me refiera a las medidas
tecnológicas para mejorar la eficiencia del servicio público.
¿Por qué hemos decidido impulsar entre todos estos protocolos y no otros?
¿Por qué estas iniciativas y no otras? Pues básicamente porque toda
comunidad de trabajo requiere empezar por verse más y compartir
información, sencillamente. Arrimando el hombro todos, despejando
prejuicios y dando ideas, con espíritu crítico constructivo, impulsaremos
políticas más efectivas. Es un imperativo legal y de pura ética pública
en nuestro Estado autonómico. En este punto tenemos todos mucho por
hacer, dando así un necesario salto cualitativo.
Paso a la segunda parte de mi intervención: qué estamos haciendo para
mejorar la eficiencia del servicio público. Los compromisos del equipo
ministerial que lidera Juan Carlos Campo se concretan en un plan de
trabajo dinámico y colaborativo, como les decía, Justicia 2030, que toma
como dos grandes referentes la Agenda 2030 de Naciones Unidas y la Carta
de Derechos de la Ciudadanía ante la Justicia. Este plan, como saben,
tiene por objetivo contribuir a la trasformación de la Administración de
Justicia en los próximos cuatro años y sentar las bases para una completa
transformación en 2030 de forma consensuada, un plan que sea de todos y
que idealmente pueden hacer suyos equipos ministeriales subsiguientes.
A falta de pactos, a falta de un pacto de Estado -y recuerdo el pacto de
2001, hace ya casi dos décadas-, es lo mejor que podemos ofrecer a la
sociedad; un plan de trabajo conjunto que permita avanzar un resultado
equivalente por la vía de la consulta, la iteración y la inclusión. A fin
de cuentas, no es un mal sustituto. Con justicia 2030 queremos aumentar
la eficiencia y calidad del servicio público, asegurar una mayor
accesibilidad a la ciudadanía y conectar con ella, contribuyendo a un
proyecto de país. Aspiramos a evolucionar la justicia poniendo pequeños
avances presupuestariamente posibles y realizables. Nuestra idea es poder
entre todos impulsar la Administración de Justicia diez grados y, con
esos diez grados, pasar de la justicia que solo afecta al 6 % de la
ciudadanía a la justicia del 60 %. Para ello, impulsamos un plan de
trabajo incluyente, que permita realizar mejoras asentadas o ya maduras
huyendo del adanismo. En definitiva, buscamos aumentar la eficiencia del
sistema haciendo ajustes razonables a partir de lo que tenemos, de forma
orgánica.
Paso, por tanto, a referirme a tres grandes áreas para la mejora de
eficiencias que estamos ya plasmando en medidas concretas en el ámbito de
eficiencia procesal, eficiencia organizativa y eficiencia basada en
datos. Estas tres áreas requieren que impulsemos tres instrumentos
normativos básicos, así como sus correspondientes programas de
implantación. El primero de ellos es un anteproyecto de ley para la
eficiencia procesal del servicio público de justicia, que remitiremos en
unas semanas, en los próximos días, en primera vuelta, al Consejo de
Ministros. El anteproyecto, sometido a un extenso proceso de consulta, es
una respuesta directa a la pandemia orientada a agilizar la actividad de
la justicia en términos estructurales. Debíamos dar una respuesta ágil
pero estableciendo políticas públicas definidas. Se estructura en tres
ejes: reforma de las leyes procesales, desarrollo de la trasformación
digital y promoción de la solución adecuada de diferencias.
Respecto a las reformas procesales en los cuatro órdenes jurisdiccionales,
hay una medida transversal a todos los órdenes, que es introducir las
sentencias orales en determinados procedimientos como medida de
agilización que pueda usar el juez en atención a las concretas
circunstancias del proceso. En relación con el orden jurisdiccional
civil, se amplía el ámbito del juicio verbal. Procedimiento testigo y
extensión de efectos para una gestión ágil y eficaz, como algunos de
ustedes nos han planteado ya en varias ocasiones. Se potencia asimismo la
subasta judicial electrónica y se modifica de manera muy relevante el
recurso de casación, desarrollando después de más de veinte años el
modelo de recursos extraordinarios en materia civil, casación e
infracción procesal creado en la Ley de Enjuiciamiento Civil del 2000.
Respecto al orden jurisdiccional social, se generaliza la acumulación de
acciones y procedimientos, eliminando duplicidades y evitando
pronunciamientos contradictorios. Se potencia el acto de conciliación
ante el letrado de la Administración de Justicia adelantándolo respecto
al juicio, y agilizamos y optimizamos el trabajo mediante una agenda
doble de jueces y LAJ. Se introduce, por último, el procedimiento testigo
y la extensión de efectos de sentencias firmes también en esta
jurisdicción.
En lo que respecta al orden jurisdiccional contencioso-administrativo, se
crea una obligación de remisión del expediente administrativo en soporte
electrónico por parte de la Administración. Esto producirá mayor
agilización y refuerzo de la conservación documental. Asimismo, se
establece el deber de los funcionarios públicos de relacionarse con la
Administración de Justicia a través de medios telemáticos o electrónicos
en los casos en que comparezcan por sí mismos. Por último, se reducen los
plazos para algunos trámites intermedios del recurso de casación, salvo
en los escritos de preparación, interposición y oposición.
En el orden jurisdiccional penal, pendiente de la aprobación de la nueva
Lecrim, se incide en cuestiones puntuales para agilizar los actuales
procedimientos.
En lo que respecta a las reformas procesales para la transformación
digital, se introduce la regulación de los sistemas de identificación y
autenticación para adaptar nuestra legislación al Reglamento 910/2014, el
reglamento eIDAS. Asimismo, generalizamos la celebración de vistas y
declaraciones por videoconferencia. Por último, impulsamos un registro
electrónico de apoderamientos apud acta, que permitirá otorgamientos
telemáticos.
Respecto a los medios adecuados de solución de diferencias, les vamos a
proponer abordar por ahora la solución amistosa de diferencias en asuntos
civiles y mercantiles, estableciendo como requisito de procedibilidad la
actividad negocial previa a la interposición de la demanda. Asimismo, la
Administración de Justicia, en distintos momentos procesales, podrá poner
a las partes la derivación. También se incluyen incentivos o estímulos a
su uso, en la línea de exenciones fiscales. Por último, para la
interposición de costas, se podrá valorar la actitud de las partes en la
negociación.
De forma complementaria a esta norma procesal, impulsaremos el largo
camino de implantación de la nueva Lecrim, cuya consulta se activó ayer
mismo, así como la ley de derecho de defensa, cuya tramitación esperamos
que esté iniciada el primer trimestre de 2021. Entre tanto, estamos
cumpliendo el mandato europeo de desarrollar la Oficina de la Fiscalía
Europea en España, contribuyendo a cimentar el modelo de investigación
fiscal en el proceso penal. Tanto la ley de eficiencia procesal como
estos dos proyectos se terminarán de perfilar en consultas con el resto
de actores de la Administración de Justicia, en el marco del protocolo de
cooperación reforzada. Por tanto, es un paquete significativo de reformas
para la eficiencia procesal que esperamos tengan su aprobación y que
permitan mejorar el servicio público.
A este paquete de reformas para la eficiencia procesal le sigue
necesariamente otro ambicioso paquete de reformas para su eficiencia
organizativa. Probablemente, coincidirán conmigo en que hace falta un
nuevo modelo organizativo para hacer de la justicia un servicio más
eficiente y de calidad. Ahora bien, algo no encaja en el análisis
convencional. Según los informes del Consejo de Europa sobre el gasto en
justicia, Cepej 2018, España gasta 79 euros por habitante, más de 15
euros por encima de la media europea, establecida en 64 euros. Asimismo,
la media de jueces y letrados de la Administración de Justicia es de 20
por cada 100.000 habitantes. Por ello, resulta extraordinariamente
llamativa la situación del servicio público de justicia. Así que, a pesar
de que el número de ingresados en el total de jurisdicciones se ha
reducido de 2015 a 2019 en un 26 % y el número de asuntos resueltos se ha
reducido en un 29,8 %, los asuntos en trámite han aumentado durante dicho
periodo un 16,4 %. Las tasas de pendencia no han mejorado, todo lo
contrario, hemos pasado de una tasa del 0,28 % en 2015 al 0,47 % en 2019,
situación que previsiblemente se verá agravada con el impacto del COVID.
Como bien saben, la respuesta tradicional ha sido el puro
incrementalismo, es decir, la creación de nuevos órganos judiciales con
el consiguiente impacto presupuestario. Sin embargo, la evolución de la
pendencia, que les acabo de esbozar, muestra que la creación de órganos
no es una medida suficiente para garantizar la respuesta del sistema en
tiempo razonable. Por el contrario, esta respuesta tradicional se ha
mostrado insuficiente en cuanto a la reducción de los tiempos de
respuesta e ineficiente desde una perspectiva económica, al incrementarse
el gasto sin mejoras de eficiencia. Por tanto, para nosotros el problema
no es tanto un problema de medios como de estructuras organizativas
eficientes, que permitan convertir las partidas presupuestarias en
inversiones y no en mero gasto. Es un lugar común en los análisis y
estudios que se hacen en relación con el funcionamiento de la justicia en
España que la misma no funciona bien. A esta conclusión se suele llegar
basándose en dos datos: la mala percepción sobre su funcionamiento que
tienen los ciudadanos y que se refleja en las periódicas consultas que se
les hace sobre el tema y los informes y estudios comparados que desde
distintas instancias europeas se hacen periódicamente sobre diversos
indicadores y en los que España suele obtener unos pobres resultados.
Más allá de afirmaciones de trazo grueso y que no obedecen a análisis
objetivos y rigurosos -es decir, a estudios empíricos-, en lo que sí
viene habiendo consenso generalizado durante los últimos quince o veinte
años, tanto por parte de los profesionales que trabajan en el sector como
por parte de todas las fuerzas políticas del arco parlamentario, es en
que el modelo organizativo de nuestra justicia en sus aspectos esenciales
está agotado. En este sentido, el caso de la jurisdicción penal es
paradigmático y, por ello, el anteproyecto de la Lecrim es cada vez más
necesario. En la memoria de impacto normativo que estamos a punto de
ultimar este mes identificamos un incremento desde 2015 de las tasas de
pendencia de un 64 %, pasando de un 0,14 % a un 0,23 % en 2019. La tasa
de congestión se ha
incrementado un 8 %, desde el 1,13 % en 2015, al 1,22 % en 2019. El actual
modelo organizativo es, pues, insostenible y debe ser más eficiente. Y no
será por unidades judiciales. En relación con las unidades judiciales,
entendidas como juzgados y plazas de magistrados en las audiencias
provinciales, en 1988 contábamos con 2394 magistrados. Desde 1989 hasta
2019 se han incrementado en 3206 plazas más hasta llegar a las 5601
unidades, sin contar las 33 que vamos a crear en 2020. Concretamente,
desde 2015 a 2019 las unidades judiciales se han incrementado en 433;
contamos con más unidades judiciales que nunca. Tampoco es una cuestión
de dinero. Los Presupuestos Generales del Estado han venido incrementando
la partida destinada al ministerio desde 1 450 000 euros en 2015, hasta 1
800 000 en 2019, un incremento del 24,9 % entre ambos. La partida
destinada en los presupuestos en 2019 al Ministerio de Justicia, sin
incorporar la partida del Consejo, ha sido la más elevada hasta la fecha
de la historia.
Por fortuna, el consenso respecto a la necesidad de reforma organizativa
general de la Administración de Justicia no solo se refiere ya a los
diagnósticos, sino el propio tratamiento que hay que aplicar, y como
prueba basta recordar dos hitos: la reforma llevada a cabo en el año 2003
para la implantación de la nueva Oficina Judicial, que fue fruto del
consenso y del Pacto de Estado de Justicia suscrito por el PP y el PSOE
2001 -ahí se ponían las bases para la transformación de la estructura
administrativa que sirve de soporte a la actividad de jueces y
magistrados-, y el intento de reformar la estructura de nuestros juzgados
y tribunales llevadas a cabo, sucesivamente y en términos parecidos,
tanto por el Gobierno del PSOE en el año 2011 como por el del PP en el
año 2014, los tribunales de instancia. Lamentablemente, ninguno de estos
proyectos cuajó en su totalidad. La implantación de la NOJ ha sido
parcial, fragmentada y desigual en función del territorio. Solo se
encuentra totalmente implantada en 47 partidos judiciales, poco más de un
10 % del total de 431. Quiero recordar que el martes 10 de noviembre se
cumplen diez años de puesta en marcha de la Oficina Judicial, una fecha
adecuada, en nuestra opinión, para lanzar una consulta pública sobre su
evolución, para seguir impulsando sus criterios -recordémoslos- de
agilidad, transparencia, eficiencia, eficacia en la racionalización del
trabajo, así como optimización de los recursos, pero aprovechando ahora
la enorme palanca para la mejora de procesos que nos ofrece el cambio
digital.
Por su parte, los proyectos normativos para la implantación de los
tribunales de instancia no llegaron a materializarse, como bien saben,
pero las ideas fuerza están ahí, suficientemente maduras en el sector.
Debemos trabajar, por tanto, en este sentido para terminar de definir y
destilar el proyecto entre todos. Habiendo un consenso básico tanto sobre
el diagnóstico como sobre el posible tratamiento, habría que buscar las
causas de por qué las medidas no llegaron a aplicarse. Dejando a un lado
las dificultades presupuestarias que en determinados periodos hayan
podido concurrir, solemos identificar dos básicamente. Tanto los
tribunales de instancia como la NOJ son dos caras de la misma moneda y
deberían haber ido unidos a la hora de su implantación. Por cada Tribunal
de Instancia una sola Oficina Judicial y una sola Oficina Judicial por
cada Tribunal de Instancia. El tránsito del antiguo al nuevo modelo
debería haber ido acompañado de una transformación digital -especialmente
en lo que se refiere a la tramitación del expediente judicial
electrónico- más completa de lo que se ha llevado a cabo en estos años.
Llegados a este punto, nos encontramos en un momento idóneo para abordar
estas reformas que aún hoy siguen pendientes. Para ello, aspiramos a
iniciar la tramitación de un anteproyecto de ley de eficiencia
organizativa del servicio público de justicia -idealmente, en el primer
trimestre del año que viene- que conjugue estos tres grandes aspectos a
reformar de forma conjunta: tribunales de Instancia, Oficina Judicial y
Oficina Judicial en el municipio, para avanzar de forma significativa
hacia un servicio público de calidad. El modelo de juzgado unipersonal,
que en la práctica opera como una micropyme -si me permiten la expresión,
con ocho funcionarios y un LAJ-, no responde a los actuales y complejos
desafíos de la Administración de Justicia.
Siguiendo el modelo seguido en la práctica totalidad de los Estados de la
Unión Europea y transformando en 431 tribunales de Instancia los actuales
3718 juzgados unipersonales, lograríamos varias cosas: generar
confiabilidad al establecerse criterios comunes entre los miembros del
tribunal, que harían que la respuesta fuera uniforme y, por tanto,
predecible; dotar de mayor flexibilidad a la planta judicial, permitiendo
adaptarla a las necesidades; añadir un plus de calidad al sistema al
hacer posible un primer nivel de especialización para distribuir asuntos,
compatible con la de los propios tribunales, y reducir la duración de los
pleitos al estar dotado el sistema de una capacidad de adaptación
inmediata a las necesidades reales de cada momento, sin depender
sistémicamente de la creación de nuevos órganos o de su trasformación; y,
por último, simplificar el acceso a la justicia, donde habrá un solo
tribunal y no juzgados diferentes, mejorando, por tanto, el
funcionamiento del primer escalón jurisdiccional y potenciando con ello
la confianza en nuestro sistema de justicia.
El diseño de una nueva Oficina Judicial introducido en 2003 se basaba en
el establecimiento de los denominados servicios comunes procesales, como
saben. Estos servicios, sin estar integrados en ningún órgano judicial,
asumían, y asumen, labores centralizadas de gestión y apoyo a la
aplicación de las leyes procesales. Las ventajas que aporta este modelo
también son compartidas por todos los actores y generan claras sinergias
con las que aportan los tribunales de instancia. En esencia, la
ciudadanía obtendrá un servicio más especializado, ágil, predecible,
homogéneo y de fácil acceso con estas estructuraciones organizativas.
El principal problema con el que se encontraron las administraciones para
poder implantar este modelo de Oficina Judicial, como recordarán, fue la
propia configuración de los servicios comunes. Se partía de que para
poder implantar estos de forma eficaz se debían adaptar edificios o
dotarlos de espacios físicos que los albergasen: los espacios comunes.
Tengamos en cuenta que, en función del tamaño del partido judicial, los
servicios comunes pueden llegar a tener destinados doscientos,
trescientos o incluso más funcionarios. Coincidirán conmigo en que el
desarrollo y uso generalizado de nuevas herramientas tecnológicas, como
ha sucedido durante esta pandemia, nos abre un mundo de posibilidades -y,
por qué no, con un doble clic-. Conceptos como el puesto de trabajo
deslocalizado o las actuaciones judiciales telemáticas que se están
llevando a cabo diariamente y con total normalidad hacen que nos
encontremos en un punto de inflexión, en nuestra opinión, en el que la
implantación digital de la Oficina Judicial es consecuencia lógica y
natural, actuando como palanca de cambios. El desarrollo tecnológico que
permite la íntegra tramitación electrónica de los expedientes judiciales
en la Oficina Judicial supondrá la interactuación de ciudadanos y
abogados con los tribunales a través de canales de comunicación seguros y
sin necesidad de desplazarse físicamente a las sedes de aquellos, así
como el establecimiento de condiciones para que las tareas
administrativas de soporte se puedan llevar a cabo de manera
deslocalizada.
Por ello, el ministerio va a redoblar sus esfuerzos más allá de la gestión
del expediente judicial y las relaciones con los profesionales de la
justicia, como ha estado haciendo hasta ahora. Vamos a mejorar la
experiencia del usuario -ciudadano, profesional, empresas- en el marco de
un catálogo de servicios digitales que presentaremos en el primer
trimestre de 2021 y que aumentará trimestralmente en prestaciones de
servicios elaborados en consultas con los usuarios. De esta manera,
empleando la tecnología como palanca, podremos transformar las actuales
secretarías de los juzgados de paz -603- o sus agrupaciones -507-,
servidas por funcionarios de Justicia y cuyas competencias actuales son
residuales, en oficinas judiciales que acerquen el servicio público de
justicia a los ciudadanos en el municipio, permitiendo que, sin
desplazarse fuera de él, puedan realizar múltiples actuaciones. Por
ejemplo, contribuir a mitigar la brecha digital en relación con la
población rural y la población con mayores dificultades para la
realización de trámites a través de Internet; conseguir que los
residentes en estos municipios no tengan que desplazarse hasta las sedes
de los tribunales de Justicia para la realización de la mayoría de sus
gestiones; favorecer la deslocalización del trabajo de las oficinas
judiciales, permitiendo que parte de sus integrantes presten sus
servicios de forma telemática desde oficinas más próximas a sus lugares
de residencia y, por tanto, facilitando para ello la conciliación
familiar y laboral; prestar servicios de mediación o solución adecuada de
conflictos, ya fuera a través de mediador nombrado o a propuesta de las
corporaciones locales o instituciones especializadas; facilitar,
asimismo, el acceso de los ciudadanos al Registro Civil, dando
información sobre su contenido, y realizar trámites y obtención de
certificados, y por último, obviamente, practicar los actos de
comunicación procesal para los ciudadanos residentes en la demarcación
territorial. Es más, si lo analizan con una visión positiva y
posibilista, otros posibles servicios podrían estar orientados a la
colaboración en el sistema de cita previa con juzgados y gerencias
territoriales o a la conexión con los colegios de abogados en relación
con el turno de oficio, o con estos y el ministerio o las comunidades
autónomas en la tramitación de las solicitudes del reconocimiento al
derecho a la asistencia jurídica gratuita. En fin, un conjunto de
servicios que creemos que se pueden prestar. De esta medida se
beneficiarán más de 14 millones de ciudadanos residentes en 5200
municipios si entre todos somos capaces de hacer realidad esta política,
el 30 % del total de la población española. Piensen en la capilaridad, en
la prestación de servicios de proximidad que esto representaría en el
territorio del Estado y, por extensión, en la denominada España vaciada.
Como verán, nuestras ideas parten de la base de lo que tenemos ya
implantado en el servicio público de justicia para mejorarlo de forma
orgánica. Tomamos como base el partido judicial porque es perfectamente
posible ser eficientes en términos de coste-beneficio, pero también de
sostenibilidad social, tomando como punto de partida esas 431
demarcaciones territoriales básicas. El proyecto que queremos
impulsar con su ayuda promueve, por tanto, una política de capilaridad a
través de una justicia próxima a cada localidad. La tendencia a prestar
el servicio público de justicia desde grandes urbes homogéneas siguiendo
el modelo constructivo de las ciudades de la justicia no es
necesariamente sinónima, desde una perspectiva social, de una política
pública eficiente. En este sentido, promoveremos la prestación de
servicios próximos y de calidad en las comunidades locales para
contribuir a la sostenibilidad.
Pero antes de terminar mi exposición en relación con las medidas de
eficiencia organizativa, debo hacer una brevísima referencia al nuevo
modelo del Registro Civil, así como a la infraestructura crítica de la
que disponemos en materia de ejecución: la Oficina de Recuperación de
Activos, la ORGA, respecto a cuya actividad de 2018 y 2019 me indica la
presidenta de la Comisión que rinda cuentas en esta comparecencia, de
conformidad con el artículo 17 del real decreto que la regula. En cuanto
al Registro Civil, no me voy a extender ahora mismo sobre la eficiencia
organizativa del nuevo modelo que bien conocen, y que por fin entrará en
vigor de forma escalonada a partir del próximo mes de abril, después de
nueve años pendiente de que se diseñara un programa de implantación.
En cuanto a la Oficina de Recuperación de Activos, que en una semana
cumplirá su 5.º aniversario, el 23 de octubre, déjenme que destaque muy
especialmente que para este ministerio es un proyecto prioritario; de
hecho, por ello la integramos en la nueva Dirección General de Seguridad
Jurídica. Consideramos que esta peculiar organización es un modelo de
eficiencia organizativa para la Administración de Justicia al servicio de
las funciones de ejecución de sentencias. Pasamos al tiempo con ella de
un círculo vicioso, como saben, en el que las ganancias delictivas
perpetuaban el crimen organizado, a un círculo virtuoso en el que todos
salimos ganando, porque revierte fondos en la lucha contra aquél. Esta
estructura de incentivos es, sin duda, en términos regulatorios,
profundamente eficiente y, por tanto, también en términos organizativos.
Por ello, no abandonamos nuestro proyecto de transformarla en un
organismo estatal autónomo, aun sabiendo las constricciones
presupuestarias, que es lo que hemos propuesto en el pasado. De hecho,
seguimos haciendo propuestas para integrarlo en el marco del Plan de
Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea por puras
consideraciones de eficiencia. Asimismo, estamos analizando posibles
iniciativas sin descartar reformas legales para que este organismo
abarque cualquier investigación y realización patrimonial por cuenta de
los órganos judiciales. Mientras tanto, estamos estrechando lazos con
Hacienda e Interior, que son nuestros aliados institucionales básicos en
este ámbito. En este sentido, respecto al primero, ya se han mejorado
recientemente los convenios con la Agencia Tributaria para acceso a
información e integración de especialistas tributarios. Por su parte, en
lo que respecta a Interior, ya hay un compromiso de valorar y analizar
cómo retener el talento de los analistas de Policía y Guardia Civil que
se forman en la ORGA. De esta forma, lograremos que el paso por la ORGA
forme parte de la carrera profesional y el cursus honorum de los
analistas más cualificados que tienen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
del Estado, como todos ellos mismos nos demandan, por otro lado. Debo
destacar que la consolidación de su operativa avanza eficientemente. En
este sentido, estamos ya implantando las aplicaciones ARGOS I y ARGOS II
para aumentar la automatización del proceso de análisis y la
interconexión con plataformas públicas y privadas proveedoras de datos
especializados. Asimismo, su saldo de cuenta de depósitos y
consignaciones es actualmente de 45 600 millones de euros, y en 2019 ya
realizó trasferencias al Tesoro público por valor de 1 120 000 euros. A
lo largo de 2020 se han ingresado en la cuenta de la ORGA 9 740 000 euros
y el total de bienes localizados desde su creación hasta octubre de este
año es de 6720, de los cuales el grueso corresponde a productos
financieros y cuentas bancarias, así como inmuebles y vehículos. En la
misma línea, su operativa ha ampliado su actuación en el terreno y, como
saben, se ha creado en marzo de 2019 una nueva unidad de la ORGA en la
zona franca del puerto de Algeciras en el marco del Plan integral del
Gobierno para el Campo de Gibraltar, que ha tramitado ya hasta la fecha
249 expedientes. Destacaré asimismo que el pasado mes de septiembre
hicimos una visita a dicha unidad para hacernos una idea de primera mano,
y nos reafirmamos en el potencial de este organismo para aumentar la
eficiencia organizativa de la ejecución de sentencias. Haremos, pues,
todo lo que esté en nuestra mano para contribuir a que sea una realidad.
Por último, abordaré las actuaciones de eficiencia procesal y organizativa
del servicio público de justicia que este equipo ministerial impulsará en
los próximos meses. Hago una brevísima mención a la tercera área básica
para la mejora de eficiencia: nuestro proyecto Justicia Digital. El
proyecto se centra en esencia en la creación de una arquitectura de
información basada en datos para la función de generación de información
y conocimiento para la gestión, así como en una arquitectura de
información orientada al metadato para la función de la interoperabilidad
de aplicaciones. Podemos promover la interoperabilidad
de nuestros sistemas de facto y ser, por tanto, más eficientes económica y
tecnológicamente desplazándonos de la gestión de documentos, que realizan
en la actualidad nuestras aplicaciones y, muy en particular, los sistemas
de gestión procesal, a la gestión de datos. Esta arquitectura de
información, como estrategia básica en dos pilares, se complementará con
dos proyectos asociados centrados, por un lado, en crear un catálogo de
servicios digitales -del que ya les he hablado- que beneficiaría a
ciudadanía, empresas y profesionales y, por otro lado, en consolidar la
seguridad jurídica digital de dichos servicios, así como de la
Administración de Justicia en su conjunto. Para consolidar estos
proyectos que ya están desarrollándose, en parte gracias a la Ley 3/2020,
impulsaremos un anteproyecto de ley de seguridad jurídica y
Administración de Justicia digital, cuya tramitación se iniciará, si es
posible, en el segundo trimestre del año que viene.
Acabo de exponerles en esta comparecencia un conjunto de actuaciones
pasadas y futuras para transformar el servicio público de justicia.
Lógicamente estamos impulsando más proyectos que no cabe desgranar en
detalle en esta sesión, pero respecto a los que estaré encantado de
hacerlo en próximas sesiones o reuniones, cuando ustedes lo consideren
oportuno. Son proyectos cuya realización completa trasciende a esta
legislatura, pero que aspiramos a dejar en fase de implantación avanzada
en la actual. En diciembre les podremos explicar en detalle y en
particular, de manera directa por parte del propio ministro, los
cronogramas, compromisos y objetivos de entrega de Justicia 2030 para
2021. Remando juntos, como venimos haciendo en los últimos meses, podemos
hacer posible la transformación de la justicia. Trataremos de
presentarles iniciativas ampliamente consensuadas, trabajando en equipo,
en círculos concéntricos -si me permiten la expresión- con comunidades
autónomas, Consejo General, Fiscalía y con el resto de administraciones,
así como con consejos profesionales, asociaciones; en esencia, un trabajo
en equipo que desembocará aquí, en la sede de la soberanía popular, donde
se rinden cuentas y se transforman en ley las políticas de Estado. En
esto, la justicia como servicio público es un ejercicio de
corresponsabilidad, eso es lo que entendemos por cogobernanza. Con su
ayuda esperamos conseguirlo.
Quedo a su disposición para las preguntas que estimen pertinentes. Muchas
gracias. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor secretario de Estado,señor
Zapatero.
A continuación, vamos a proceder a desarrollar el turno de intervenciones
de los diferentes portavoces de los grupos parlamentarios. Les recuerdo
que será un turno de diez minutos y no está previsto un segundo turno de
réplica, salvo que con carácter excepcional se otorgara por esta
Presidencia y sería en todo caso de un máximo de dos minutos. Por lo
tanto, vamos a iniciar el turno por orden de menor a mayor y, en esta
ocasión, le corresponde, en primer lugar, al señor Edmundo Bal Francés,
por el Grupo Parlamentario Ciudadanos. Señor Bal, tiene la palabra.
El señor BAL FRANCÉS: Muchísimas gracias, presidenta.
Muchas gracias, señor secretario de Estado, por comparecer. Yo voy a
empezar diciéndole un poco lo que le digo al señor Campo -a quien también
tengo un gran aprecio y un gran respeto como a usted y lo sabe-: muchas
palabras. Su comparecencia es de palabras, una comparecencia en la que
usted nos muestra papeles y reuniones, pero no nos enseña dinero,
inversiones. No, simplemente nos ha citado la creación de cien unidades
judiciales. Verdaderamente es una broma con lo que está cayendo en la
justicia; con lo que estaba cayendo en la justicia antes de que
tuviéramos la desgracia de la pandemia y ahora agravado por la situación
de la pandemia, nos viene usted a decir que va a crear cien unidades
judiciales. Mire, aquí lo que nos hace falta para arreglar el problema de
la justicia, que todos los que llevamos la toga puesta hemos estado
sufriendo -porque este es el verbo que hay que utilizar-, es seriedad en
el Ministerio de Justicia y que, de una vez por todas, a alguien se le
meta en la cabeza que este servicio público esencial necesita dinero,
inversiones. Dice usted, como el ministro de Justicia, que no comparte
las visiones incrementalistas. Se puede decir con palabras más vulgares o
más llanas, no hace falta utilizar esas consignas que utilizan desde el
Gobierno, gobernanza, implementar, etcétera; hace falta, primero, dinero.
Y me dirá usted: ¡Hombre, es que no es suficiente! Claro que no es
suficiente, pero es necesario.
No me venga usted aquí a contar que con medidas reorganizadoras,
reorganizativas, con el cambio de las normas, con tener reuniones, con
hacer papeles, con hacer planes estratégicos va a resolver el problema
que ya teníamos de la justicia de cuarenta años causado por el Partido
Popular y por el Partido Socialista, y mucho menos que vamos a salir de
ese nuevo colapso de la justicia causado por el virus como consecuencia
de todo lo que usted nos ha contado. Tengo muchas dudas respecto a lo que
usted
me dice en cuanto a que han escuchado a todo el mundo porque, verá, esto
mismo ya lo escuchamos en el Real Decreto 16/2020 cuando decían ustedes
que todo el mundo estaba de acuerdo en la habilitación del mes de agosto.
Quizá esa era la medida estrella para salir de la pandemia, habilitar
veinte días del mes de agosto. Este es el tipo de medidas que el
ministerio pone en marcha. Y no era verdad porque los abogados, los
procuradores, los graduados sociales estaban en llamas, no estaban de
acuerdo; los abogados del turno de oficio, los pobres -los pobres porque
les trata mal el ministerio- estaban absolutamente irritados. No, habían
quedado ustedes con los que sabían previamente que les iban a decir que
sí y no había quedado con los que sabían que les iban a decir que no.
Además de las inversiones, señor secretario de Estado, el plan de choque,
que ha sido un fracaso. Yo tengo muchos amigos jueces y magistrados y me
dicen que no se han apuntado al plan de choque. ¿Por qué? Porque no hay
dinero, porque no les ponen dinero, porque son ustedes tacaños a la hora
de establecer el plan de choque, y esa sí hubiera sido una gran medida
para salir de este bache, una grandísima medida. Porque al final son las
espaldas de los profesionales de la justicia, esos magníficos jueces,
magistrados y fiscales que tiene este país, los que hacen que la justicia
como servicio público funcione. Hombre, un poco de agradecimiento, un
poquito de retribución en forma de productividad, en forma de planes de
apoyo, en forma de planes de choque; cosas que ustedes no han hecho. Lo
que se deduce de su discurso es lo mismo de toda la vida, usted ha venido
a decir directamente, por mucho que las palabras hayan sido muy bonitas,
que no tienen dinero.
Cien unidades judiciales, verá, lo repito donde me quieran escuchar: en
España hay 12 jueces por cada 100 000 habitantes cuando la media europea
es de 21 jueces por cada 100 000 habitantes. No me diga usted que no
salimos de esto con posturas puramente incrementalistas porque lo primero
que nos hace falta es, por lo menos, llegar a la media europea; por lo
menos llegar a la media europea. Y no son cien unidades judiciales; son
oposiciones de jueces; es también reorganización, efectivamente, como
usted dice, pero no solo; es formación del personal y es una cosa que ha
dicho usted que le aseguro -se lo digo, de verdad, con respeto- que me ha
soliviantado, me refiero al expediente judicial electrónico. Yo le pido
que la próxima vez que venga usted a esta Comisión me traiga un
expediente judicial electrónico. Usted habla del expediente judicial
electrónico y yo me imagino a lo que usted se está refiriendo; a esa
acumulación desordenada de ficheros electrónicos que están en un disco
duro al albur, al mejor o peor criterio -perdónenme que utilice la
terminología antigua porque ya soy mayor-, del oficial de justicia. ¿Eso
es para usted el expediente judicial electrónico? No hay expediente
judicial electrónico; y lo peor es sobre todo que no hay expediente
judicial electrónico compatible entre las distintas comunidades
autónomas, con los sistemas de gestión procesal de las distintas
comunidades autónomas. Y esto se lo puede preguntar usted a cualquiera,
pero pregúnteselo a abogados del Estado o a fiscales, que tenemos
implantación en todo el territorio nacional, y lo vemos claramente; no
existe el expediente judicial electrónico, pero ahora tenemos una
oportunidad de oro con los fondos de los planes europeos. Por favor, se
lo pido, se lo ruego, no la desaprovechen porque tenemos un montón de
dinero para la digitalización y, por ahora, la digitalización de la
justicia en España es un desastre.
LexNET tiene muy poca capacidad; y lo del papel cero, mire, usted aquí en
Madrid se pone una toga y presenta un escrito en un juzgado y se echaría
las manos a la cabeza. Le aconsejo, de verdad, que lo haga o que se lo
pida a algún amigo suyo que sea abogado. Cuando recibes esa providencia
del LAJ, del letrado de la Administración de Justicia, te dice que al día
siguiente de aportar en LexNET el documento, por favor, le lleves copias
en papel al juzgado. Por aquí veo alguna cabeza que asiente, claro,
porque también lo habrá sufrido el compañero abogado que tengo aquí
delante. Yo lo sufro todos los días en casa con mi mujer que es abogada
colegiada; o cuando LexNET da errores y, entonces, al día siguiente
tienes que ir presencialmente a que te anulen el envío a LexNET. ¿Sabe
usted por qué? Porque eso de la atención por videoconferencia estilo Star
Wars o Star Trek que usted ha planteado, no existe; no te cogen el
teléfono en el juzgado. ¡Como para hacer una videoconferencia! Me dirá
usted que estoy tratando mal a los funcionarios de los juzgados, que
estoy diciendo que son vagos. ¡Qué va, qué va, si los pobres hacen todo
lo que pueden! Pero no pueden más porque son muy pocos. Ese es el
problema, y porque se apilan los papeles; y porque siguen los autos en
papel; y porque los ordenadores son viejos; y porque no hay formación; y
porque de la nueva oficina judicial -como bien ha dicho usted- no se ha
implantado nada más que el 10 % en diez años. El Partido Popular y el
Partido Socialista ya podrían haber puesto más interés si es tan buena la
nueva oficina judicial, cosa que yo dudo porque donde está implantada
también recibe enormes críticas.
Me quedo con las cifras que señala usted de incremento de cada una de las
jurisdicciones. Por no criticarle en todo, le diré que me ha sonado bien
alguna de las medidas que ha planteado usted con respecto a cada una de
las jurisdicciones. Las veremos, las debatiremos y le aseguro que en
Ciudadanos, como siempre, tenderemos la mano, seremos exigentes, pero
trataremos de llegar a acuerdos; pero algunas medidas, se lo digo, me han
gustado.
También le digo otra cosa, la justicia gratuita es la hermana pobre -la ha
citado usted- de esta pandemia. Esta pandemia ha demostrado que la
justicia gratuita está vetusta, que hay que reformarla e incluir a las
personas jurídicas para los supuestos de concurso que va a haber cuando
ya no tenga lugar la suspensión de la obligación de declararse en
concurso, porque ese momento -no sé si lo han valorado ustedes bien- va a
ser muy importante para el aumento de casos en la jurisdicción mercantil
y en la jurisdicción social, ya que muchos empresarios se van a declarar
en concurso y eso va a generar una gran litigiosidad también en la
jurisdicción social con los ERE o los despidos individuales. Entonces,
personas jurídicas, justicia gratuita; justicia gratuita para supuestos
que no están contemplados como, por ejemplo, el contador-partidor o el
liquidador de la sociedad de gananciales o en los supuestos de mediación,
a los que usted se está refiriendo siempre con el mantra de la mediación,
pero que nunca ponen en práctica. Yo no sé qué miedo tienen ustedes a la
mediación, cuando todos los países de nuestro entorno más o menos la
tienen funcionando con buenos índices. También hace falta justicia
gratuita para que la mediación sea eficaz.
No tengo mucho tiempo, iba a comentar la reforma del Registro Civil, que
usted ha dicho que tienen también en la cabeza. Esta pandemia pone de
manifiesto que existen grandes carencias, por ejemplo, el poder contar
los fallecidos en el Registro Civil. Han fallado los registros civiles
precisamente como consecuencia de la falta de inversión y no solo por la
falta de organización. Es necesario implementar y poner mucho dinero para
que tenga lugar de verdad la digitalización de los registros civiles y,
desde luego, no enmascarar una cesión de competencias a las comunidades
autónomas, sino dejarlo únicamente en el encargado del Registro Civil, en
manos del letrado de la Administración de Justicia.
Por último, señor secretario de Estado, se lo tengo que decir: espero que
no intenten salir ustedes de la crisis de la pandemia reformando el
sistema de selección de los vocales del Consejo General del Poder
Judicial a través de una mayoría absoluta, en un auténtico atropello a
los derechos de la oposición y, desde luego, una negación absoluta del
consenso que debe presidir el nombramiento de la dirección del Poder
Judicial.
Permítame un segundo, señora presidenta -termino ya, de verdad, he visto
la luz roja-, yo soy también de los que han sufrido la ORGA. A lo mejor
aquí, en esta sala, la ORGA les parece a algunos una especie de animal
esotérico, pero es que yo la he sufrido también. Los pobres letrados de
la Administración de Justicia, que son los que tienen que ejecutar las
sentencias, también han sufrido a la ORGA con las gravísimas deficiencias
que ha tenido este organismo, porque resulta que en las ejecuciones
anteriores al 24 de octubre del año 2015 era la propia ORGA la que
decidía voluntariamente si se quedaba con ellas o no. Y solo se quedaba
con lo bonito; lo que era feo, por ejemplo, tener que vender un inmueble,
se lo dejaba a la pobre Dirección General del Patrimonio del Ministerio
de Hacienda, que tenía que ejecutar lo que a nadie le gustaba. Quiero que
también usted nos diga si, efectivamente, se han cumplido los destinos de
lo que se recauda conforme a la disposición adicional sexta de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal porque no se lo he escuchado, en materia de
protección de víctimas, en materia de prevención de delitos, en materia
de cooperación internacional, porque he tenido la curiosidad de bajarme
de la página web del ministerio el Plan Estratégico 2018-2020 de la ORGA
y, claro, me encuentro con seis objetivos generales que son genéricos; me
encuentro con cuatro estrategias maravillosas que no dicen nada; y sobre
esto tampoco he encontrado absolutamente nada. Me llama la atención que
en cinco años no hayan conseguido ustedes crear la comisión de
adjudicación de bienes.
Finalmente, le pido perdón porque por ser miembro de un grupo pequeño, me
tengo que ir para acudir a otra Comisión, pero sí le rogaría, si quiere
usted utilizar el turno de réplica, que me contestara a estas preguntas y
yo lo veré en diferido porque son temas que me preocupan mucho. Insisto,
muchísimas gracias por su comparecencia.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Bal.
Le corresponde ahora el turno de intervención a la señora Telechea por
parte del Grupo Republicano.
En primer lugar, quiero agradecer su comparecencia hoy aquí, señor
secretario de Estado de Justicia. También le pido disculpas de antemano
por tener que ausentarme de la Comisión ya que, igual que mi compañero
Edmundo, nos coincide con otras Comisiones y nos tenemos que dividir. Su
comparecencia ha estado bien, nos ha enunciado toda una serie de medidas,
pero evidentemente estaremos pendientes de que todas esas medidas se
vayan ejecutando tal y como se ha comprometido. Yo no voy a ser muy
extensa en la intervención porque al final nos reiteramos constantemente
cuando comparece el ministro y en las diferentes Comisiones y, por lo
tanto, voy a intentar ser muy breve.
Hay algunos temas que nos preocupan especialmente y nos gustaría conocer,
si es posible, el compromiso por parte del ministerio -supongo que saldrá
en otras intervenciones- en relación con la renovación del Consejo
General del Poder Judicial. Es sabido que en los últimos tiempos el
desprestigio del Poder Judicial es muy muy preocupante, no solamente con
las sentencias de las hipotecas, de La Manada, sino también con la
sentencia del procés -precisamente hoy hace un año de esta sentencia-, y
la frustrada renovación de los miembros del Consejo por un sistema que no
es nada transparente y tampoco plural, ha deteriorado mucho la imagen de
la justicia. Entonces, queremos saber el compromiso por parte del
ministerio, aunque ya sabemos de las diferentes mayorías y somos
conocedoras del sistema.
En cuanto a la modernización de la Administración de Justicia, que debe
ser de calidad y eficiente, como usted bien ha dicho, la pandemia nos ha
obligado a reinventarnos en muchas situaciones que, de otra manera,
hubieran llegado a estar aquí diez o quince años. Esto tenemos que
aprovecharlo y hacer de esta situación una oportunidad. Es evidente que
esa oportunidad es todo el tema de la digitalización y el teletrabajo que
han venido para quedarse y, por lo tanto, suponen una nueva forma de
trabajar. Pero, igualmente, debemos ser un poco críticas en cuanto al
expediente digital, que debe ser útil y operativo y facilitar la labor
jurisdiccional. Es muy importante insistir en este tema y, evidentemente,
eso necesita medios económicos y personales, no digo nada que no se sepa.
Otro tema que también nos preocupa es el compromiso del ministerio en
cuanto al derecho a la vivienda y la protección de los consumidores, que
viene derivado también de la gravedad de la pandemia; las moratorias en
el pago del alquiler, de las hipotecas, etcétera. Debemos evitar a toda
costa que se acabe desahuciando a las familias de sus viviendas. Eso ha
de ser una prioridad, debemos garantizar ese derecho fundamental.
Evidentemente, no puede producirse ningún desahucio si no hay una
alternativa habitacional. Eso es básico y estamos preocupadas porque la
vigencia de las medidas del último real decreto en relación con las
moratorias del pago del alquiler y la solicitud de este beneficio
finaliza el 30 de noviembre. Nos preocupa lo que va a suceder en los
próximos meses. También, como le comentamos al ministro cuando compareció
para informar sobre las medidas en el ámbito de la justicia a
consecuencia de la pandemia, insistimos en la reforma de la segunda
oportunidad. Las personas físicas insolventes deben disponer de un
instrumento legal y eficaz para poder liberarse de las deudas. Es básico
porque con eso abandonaremos la economía sumergida, las familias
abandonarían la economía sumergida y podrían volver a empezar sin deudas
que les arruinen de por vida. Es una prioridad que se debe tener en
cuenta y en la que insistimos mucho cuando compareció el ministro.
En cuanto a la violencia de género -precisamente cuando me ausente de aquí
iré a la Comisión del Pacto de Estado en materia de violencia de género-,
debemos abordar firmemente todos los delitos contra la libertad sexual:
acoso por razón de género, acoso sexual, mutilación genital, trata de
seres humanos con fines de explotación sexual, etcétera. Se deben abordar
de forma integral y sobre todo con perspectiva de género y desde los
derechos humanos. Por tanto, también son importantes las modificaciones
legislativas derivadas del Pacto de Estado contra la violencia machista.
Es importante abordar este aspecto y seguir avanzando en la
especialización de los órganos judiciales con competencia en materia de
violencia de género. Asimismo, debemos incrementar la atención y
protección que se dispensa a los menores perjudicados por la violencia
machista, que también durante la pandemia han estado padeciendo
situaciones muy complicadas de violencia en los domicilios, dado que no
podían ausentarse y, por tanto, han estado conviviendo con situaciones
graves de violencia.
En cuanto a la eutanasia, celebramos que por fin se esté avanzando en esta
línea. Esquerra Republicana siempre ha dado su apoyo y lo tendrá en la
tramitación de la ley. También nos preocupan los temas de igualdad en el
ámbito de la justicia. La realidad es evidente, la presencia de mujeres
sigue siendo menor que la de los hombres no solamente en las empresas
públicas, sino también en las privadas, y en el ámbito de la justicia se
agrava aún más ese techo de cristal que hace que a las magistradas les
cueste acceder a los altos cargos judiciales. Debemos insistir en romper
ese techo de cristal y creo que el ministerio tiene una buena oportunidad
para hacerlo.
En lo que se refiere a la mediación, no hace falta que le diga más, ya
conoce la insistencia de Esquerra Republicana en los temas de mediación,
sin olvidar a todos los abogados y procuradores del turno de oficio, a
los que debemos proteger y procurar que tengan una retribución digna,
como merecen de acuerdo con el trabajo que realizan. Y en general
seguimos preocupadas por la recuperación de los asuntos judiciales, que
usted ha comentado que se han quedado bloqueados a causa de la pandemia.
La situación de crisis sanitaria y humanitaria va a seguir -los datos son
evidentes- porque va a haber un segundo rebrote muy importante. Tal vez
no pueda buscarse una solución a eso y es posible que se agrave el
problema, pero ya venimos de esta situación y, por tanto, aprendamos de
ella y no cometamos los mismos errores de cara al futuro.
Por último, debo reclamar las competencias que nuestro Estatuto de
Autonomía de Cataluña nos concede. Reclamo esas competencias -siempre
dejamos constancia de ello- en relación con las tasas judiciales, la
justicia gratuita y el Consell de Justicia de Catalunya, que siempre
ponemos encima de la mesa. El Consell de Justicia de Catalunya pretende
la descentralización de la justicia, algo que además está contemplado y
regulado en los artículos 97 a 100 de nuestro estatuto de autonomía.
He hecho un resumen muy general y nuestra petición es conocer su
compromiso en relación con todos los temas que hemos expuesto. Le reitero
mi agradecimiento por su comparecencia hoy aquí.
Gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Telechea.
Por el Grupo Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común
le corresponde la palabra a su portavoz, el señor Asens.
El señor ASENS LLODRÀ: Gracias, señora presidenta.
Gracias, señor secretario general. Quiero empezar, en primer lugar,
agradeciéndole su presencia y su disposición a rendir cuentas ante esta
Comisión, en la sede de la soberanía nacional. No sé si eso es lo que
sucedía en el pasado, si era norma esa regularidad con la que usted ha
anunciado que quiere venir, pero en todo caso me parece que es un
ejercicio sano, democrático, de rendición de cuentas. También quiero
agradecerle su detallada y extensa explicación. Nos ha dado mucha
información en poco tiempo. De hecho, sería de agradecer que nos
proporcionara en próximas ocasiones un resumen escrito para poder
examinar con mejor criterio todos los anuncios hechos. En todo caso,
queremos poner en valor ese esfuerzo hoy aquí de explicación de las
medidas que tienen que servir para combatir el COVID-19 y mejorar la
eficacia del servicio público de la justicia, con un binomio cuyo
equilibrio no es nada fácil de conseguir; el equilibrio de la continuidad
de la actividad judicial con la salud de los profesionales de la justicia
y de los ciudadanos o usuarios.
Creo que el desafío en términos económicos que implica esta crisis es
enorme y en ese sentido ya ha explicado cuáles son las respuestas a
corto, medio y largo plazo. Es evidente que la expansión del virus está
poniendo a prueba el sistema judicial, igual que los otros servicios
públicos. Se habla mucho de la sanidad y usted ha mencionado también las
escuelas, que tuvieron que cerrar. Es un test de estrés -también lo es
para la justicia-, pero, como en toda crisis, hay oportunidades. Creo que
es una gran oportunidad para resolver las asignaturas pendientes que
arrastramos en los últimos años: falta de recursos, de medios,
modernización, etcétera. No podemos dejar en cuarentena los derechos de
los ciudadanos, evidentemente. Ya lo dijimos en su momento, el informe
del Consejo General del Poder Judicial iba en la dirección equivocada
cuando planteaba un plan de recorte de derechos en un sector tan
vulnerable como el de los internos de los centros penitenciarios, cuando
pretendía retirar los recursos contra los permisos de salida para
conseguir tener menos carga de trabajo en los juzgados. Creo que ese no
es el camino y las medidas que usted ha anunciado en ese sentido van por
el camino correcto. Está muy bien todo lo que nos ha explicado sobre la
estructura de cogobernanza, todas las reuniones, las conferencias
sectoriales con las comunidades autónomas, con sus respectivos
responsables, etcétera.
En relación con el tema de la mediación, estamos de acuerdo con lo que ha
dicho. Tanto en mediación como en arbitraje estamos lejos de la media
europea, falta apostar más por eso y por las medidas de
desjudicialización en general. Respecto al objetivo papel cero, un
objetivo imprescindible para modernizar la Administración de Justicia y
que está relacionado con la transición a la digitalización, ha señalado
los retos y ha planteado cuáles son las medidas del Gobierno que tienen
que servir como palanca para superar esa excesiva burocratización que
existe ahora mismo en los juzgados y que nos aleja de la media europea.
Eso
es, como digo, una asignatura pendiente, nos lo ha recordado muchas veces
la Comisión Europea, hay que modernizar los medios informáticos, sin
duda. Creo que con su explicación nos ha dado cuenta del salto gigante
que estamos realizando. Se está haciendo en pocos meses lo que no se
había hecho en los últimos diez años. Por tanto, creo que es un salto muy
ambicioso. Teletrabajo, inmediación digital, cita previa, están
planteando una serie de modificaciones que representan un cambio de
paradigma, a pesar de lo que diga el señor Bal, que ya se ha ido, y que
ha empezado criticando la comparecencia porque era una comparecencia de
palabras; las comparecencias siempre son de palabras. En todo caso, ha
seguido llamando la atención sobre la falta de dinero. Es verdad que las
memorias económicas son importantes, pero nosotros creemos que no son lo
único. Evidentemente tenemos que aprobar unos presupuestos que superen
los presupuestos de Montoro y puedan afrontar muchos de estos retos que
tenemos por delante, pero no es suficiente con eso, porque podemos tener
el dinero y que igualmente, si no se adoptan esas medidas de
reorganización de la Administración pública de Justicia, no nos sirva de
nada. O sea, que las medidas incrementalistas simplemente no son
suficientes, sí que son una pata importante pero no son suficientes. Por
lo tanto, ahí habría un punto de discrepancia con el señor Bal.
Y otro punto de discrepancia, evidentemente, es la referencia que ha hecho
a la falta de renovación de Consejo General del Poder Judicial.
Ciudadanos se escandaliza, gesticula, sobreactúa cuando se intenta
encontrar una solución al actual bloqueo, a la actual situación de,
digamos, secuestro de gobierno de los jueces, pero en cambio calla, no
dice nada sobre lo que está pasando. Nos propone un modelo alternativo,
que puede ser discutido. Nosotros creemos que el modelo actual es
correcto, es un modelo que permite que la justicia se parezca mucho más
al pueblo del que emana su legitimidad, pero, en todo caso, en lo que no
hay ningún tipo de duda, lo que no es defendible, es lo que está
ocurriendo en el gobierno de los jueces ahora mismo. Es tan indefendible
que la Comisión Europea nos ha llamado la atención. El artículo 122 de la
Constitución no se está respetando. Se ha dicho abiertamente que no
quiere respetarse este artículo y eso afecta a uno de los principios
básicos en democracia, que es la renovación de los órganos
constitucionales. El Ejecutivo, cuyo titular es el Gobierno, el
Legislativo, cuyo titular es el Congreso, se renuevan cada vez que hay
elecciones. Eso debe pasar también con el gobierno de los jueces y no
está pasando, lleva años con el mandato caducado. Eso es una impugnación
del principio democrático, está socavando los pilares fundamentales sobre
los que se ha construido nuestro sistema de garantías. Y una sociedad en
la que los órganos constitucionales a los que se confía la dirección de
su país, como es el caso del Consejo General del Poder Judicial, no
cumplen sus funciones, las funciones que tiene encomendadas,
evidentemente entra en un proceso de corrupción institucional. Por tanto,
es nuestra obligación democrática, política, encauzar esta situación que
no se había previsto; el Constitucional nunca había previsto que hubiera
un partido, el principal partido de la oposición, que se negara a cumplir
con la Constitución y además lo dijera abiertamente; un partido que dice
que mientras que Unidas Podemos esté en el Gobierno no entrará a negociar
nada. Es como si el presidente del Gobierno dijera que cuando se le acabe
el mandato no va a convocar nuevas elecciones hasta que el Partido
Popular no rompa relaciones con VOX, a todos nos parecería un escándalo.
Pues eso es lo que está pasando aquí, el Partido Popular no quiere
sentarse a negociar. No es que se siente a negociar y diga: No nos
entendemos. No, es que dice que no quiere cumplir con la Constitución.
¿Por qué? Porque dice que no le gustan los partidos que están en el
Gobierno, uno de ellos. Bueno, pues eso no es de recibo. Por tanto,
evidentemente se tienen que tomar cartas en el asunto y se tiene que
iniciar este proceso legislativo.
Más allá de esa referencia que ha hecho el portavoz de Ciudadanos, y
simplemente para terminar, como he dicho antes, este es un gran avance,
es un avance de dimensiones descomunales, sobre todo en relación con la
España vaciada. Creo que la generalización de las vistas y de las
declaraciones por videoconferencia representa un menor impacto ambiental
y una reducción de la brecha territorial importante que va en beneficio
de la España vaciada; esa capitalidad territorial es muy positiva. Y
simplemente señalar que en la cuestión que hace referencia a las
sentencias orales a algunos abogados nos dan un poco de miedo que eso se
haga en detrimento de sus motivaciones y, por tanto, del ejercicio del
derecho a recurrir esas sentencias.
Nada más, muchas gracias por su intervención.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Asens.
El Grupo Parlamentario VOX compartirá su turno de intervención entre la
señora De las Heras y el señor Zambrano, tal y como nos han informado.
La señora DE LAS HERAS FERNÁNDEZ: Muchísimas gracias, señora presidente.
Muchas gracias, señor Zapatero, por su comparecencia. En primer lugar,
debo preguntarle de qué ha servido declarar hábiles los días 11 a 31 de
agosto. El colapso judicial está llevando a los juzgados a señalar
juicios para el año 2023, tres años para celebrar un juicio. Las medidas
adoptadas en otros ministerios no han hecho sino generar un aluvión de
demandas en juzgados que ya han denominado desde los propios juzgados
como pandemia judicial. Si la Administración de Justicia estaba ya en
crisis antes del COVID, imagínense ahora.
Nos ha mencionado aquí una gran amalgama de medidas a futuro:
organizativas, procesales, datos, pero ¿con qué recursos piensa dotarla?
Le pongo unos ejemplos. ¿Sabe que la isla de Formentera no tiene partido
judicial propio? ¿Sabe que la asistencia a los detenidos allí se hace
telefónicamente porque no disponemos de medios para desplazarnos en el
margen de asistencia? ¿Sabe que en Ibiza hemos tenido durante un año
inhabilitación general y suspensión de la actividad jurisdiccional en
instrucción penal y violencia de género por un incendio que nos dejó
literalmente sin juzgados? ¿Sabe que en Ibiza no tenemos funcionarios de
la Administración de Justicia debido al precio de la vivienda?
Necesitamos recursos.
Y en relación con las medidas adoptadas para impulsar la transformación
del servicio público del sector de la justicia lo que encontramos es
?¡oh, sorpresa!? una nueva vulneración del principio de independencia
judicial. Mediante la Ley 3/2020, que usted ha mencionado tanto en su
exposición, se ha modificado la competencia relativa a la ratificación de
las medidas sanitarias que impliquen limitación o restricción de derechos
fundamentales para pasarla de los juzgados de lo Contencioso a los
tribunales superiores de Justicia, como todos sabemos, de ternas
políticas, es decir, propuestos por las asambleas legislativas
autonómicas y finalmente elegidos por el Consejo General del Poder
Judicial de entre dicha terna. Ejemplo: si un juez ve que es una
auténtica salvajada encerrar a gente sana, como estaba sucediendo, ese
juez es un estorbo para la agenda política del Gobierno. ¿Solución del
Gobierno? Cambiar de tribunal. Cuando molesta la independencia judicial,
sin ley orgánica ni mayoría cualificada cambian la competencia del juez
ordinario a su antojo.
Déjenme decir que las medidas para la transformación de la justicia se
parecen más a un sistema autocrático. Desde que han llegado al Gobierno,
no han dejado de actuar en consecuencia: el nombramiento de la exministra
de Justicia como fiscal general, las declaraciones del señor presidente
del Gobierno manifestando que la Fiscalía depende del Gobierno, la
modificación de la competencia del juez ordinario para la ratificación de
las medidas que acabo de citar que vulneren derechos fundamentales y
luego retuercen la legalidad jurídica para emplear un artículo pensado
para confinar a gente enferma, no gente sana. De ahí que el señor Sánchez
decretara inicialmente el estado de alarma para poder hacerlo, que, como
ya ha dicho mi grupo parlamentario, era más bien un estado de excepción
encubierto. Sin embargo ahora, bajo el pretexto de tal artículo, se
confinan y encierran ciudades enteras sin mayor exigencia que un ridículo
acto administrativo y un control judicial que han decidido modificar a su
gusto porque los jueces de lo Contencioso les resultaban incómodos; un
total fraude de ley. Así lo hicieron Castilla y León, Lérida, Valladolid,
Melilla o Valencia; son ejemplos de Contenciosos que no ratificaron estas
medidas. Incluso el Tribunal Superior de Justicia de Aragón rechazó el
confinamiento al carecer de cobertura legal la restricción de un derecho
fundamental como es la libre circulación cuando las medidas se dirigen a
un grupo de población cuya única conexión con la enfermedad es su
residencia en un mismo territorio. Las restricciones solo deben aplicarse
a enfermos y no a toda una población, argumentación del TSJ de Aragón. A
esto debemos añadir que, en plena pandemia, en mayo, el Partido
Socialista presentó una iniciativa para la renovación de los órganos
constitucionales y organismos institucionales, el Consejo General del
Poder Judicial, los magistrados del Tribunal Constitucional, el Defensor
del Pueblo, el Consejo de Administración de RTVE, la Junta Electoral
Central, los consejeros del Tribunal de Cuentas o el presidente del
Consejo de Transparencia y Buen Gobierno. ¡Qué prisa tienen en negociar
los miembros del Consejo General del Poder Judicial! Y aquí el PP más de
lo mismo, porque cuando ellos gobiernan, incluso con mayoría absoluta,
tampoco les molesta el sistema. ¿Para qué cambiar el sistema si pueden
elegir a los jueces? ¿Para qué independencia judicial si puede depender
de ellos? El único cambio que puede avalar VOX es trabajar por la
independencia judicial ante la deriva autocrática y totalitaria de este
Gobierno social-comunista. Estamos sufriendo por que sea cierta la
intención del Gobierno de Sánchez de asaltar la institución del Poder
Judicial. Chávez estaría orgulloso. Por ello, frente a su último ataque
al Estado, sus instituciones y nuestra democracia constitucional para
cambiar la manera en que se designa a los magistrados y miembros del
Consejo General del Poder Judicial para designarlos
prácticamente a dedo, presentaremos recurso ante el Tribunal
Constitucional. Ya hay asociaciones de jueces, incluso de la Unión
Europea, advirtiendo de que es un asalto a la independencia judicial, es
inconstitucional. Como decía antes, cuando algo no le gusta a este
Gobierno evita las mayorías cualificadas y las rebaja a su gusto para
controlar todas las instituciones del Estado. Repito, un golpe de Estado
del que Chávez estaría orgulloso.
Y a pesar de que el Tribunal Constitucional no es Poder Judicial, a
colación de la recientemente aprobada iniciativa socialista de renovación
de los órganos constitucionales y ya que está inexorablemente incardinada
en la justicia, dicho sea de paso, ¿forma parte de la nueva normalidad
que el Tribunal Constitucional ni esté ni se le espere para pronunciarse
en relación con un asunto de daño irreparable, como son los
confinamientos masivos?
Muchas gracias. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Tiene la palabra el señor Zambrano García-Raez.
El señor ZAMBRANO GARCÍA-RAEZ: Gracias, señora presidente.
Gracias, don Pablo, por asistir. Mire, un país que se precie de ser
democrático y moderno precisa de un sistema judicial que disponga de
medios materiales y humanos suficientes para ser eficaz y de un Poder
Judicial verdaderamente independiente. A juicio de este diputado,
respecto de la independencia judicial ya conocemos el desprecio que se ha
demostrado en España desde sucesivos Gobiernos y mayorías, tanto
populares como socialistas. En cuanto a los medios materiales y humanos,
igualmente sucesivos Gobiernos han hecho constante dejación y nos
encontramos con unos juzgados y tribunales sobrecargados de trabajo y con
atascos de vergüenza en la tramitación. De esta forma se mantiene un
sistema judicial sin medios que es incapaz de llevar a efecto una labor
de necesaria protección para los derechos de los españoles y la necesaria
labor de control jurisdiccional de la labor política, porque precisamente
el Poder Judicial cierra el equilibrio entre los poderes y es el
contrapeso para el abuso del poder político.
Todos sabemos cómo la corrupción ha campado a sus anchas por España en los
últimos años. Desde el año 2000, más de dos mil casos de corrupción
política en España y precisamente la ORGA podría ser un instrumento clave
para la lucha contra la corrupción, contra el delito económico, y así se
anunció en su día cuando se creó el organismo en España. Todo político
corrupto debería estar convencido de que una unidad como esta perseguirá
su patrimonio hasta la extenuación y con los medios que sean precisos
también. Eso creo es que es algo, además, que la ciudadanía española
exige. Le he escuchado en su exposición hablar poco de esta oficina. Yo
pensaba que usted hoy aquí venía a explicar el resultado del trabajo de
nada más y menos que dos años, el año 2018 y el año 2019, pero me
interesa, porque yo también he visto el plan que tenían previsto hasta el
año 2020 en la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos, que me
informe especialmente de los medios personales, de las unidades y de los
presupuestos que está manejando la oficina. ¿Por qué? Bueno, porque yo
soy letrado, soy jurista, y me manejo muy mal en el tema presupuestario,
pero cuando veo los Presupuestos Generales del Estado veo una partida que
dice: para toda clase de gastos del funcionamiento y gestión de la ORGA,
249 000 euros. Y digo: no puede ser, seguro que hoy me explican cuáles
son las inversiones que se están haciendo en la oficina, sobre todo
porque, por ejemplo, en enero del año pasado se anunciaron 15 millones
para la memoria histórica, y digo: no me cuadra, no es posible que las
prioridades para perseguir nada más y nada menos que los delitos
económicos en toda España derivados del narcotráfico, de la corrupción
política, tengan una partida de esta cuantía en comparación con otras. Le
puedo decir, por ejemplo, que veo que tienen publicado en el portal la
orden de diciembre de 2017, donde se publica la relación de puestos de
trabajo de la unidad en la Audiencia Nacional, cuatro personas. Yo
también soy de los mayores y hablo de oficiales y de auxiliares y
entiendo que es un oficial para la tramitación procesal y tres auxiliares
para gestión. No puede ser; seguro que usted me aclara cuál es el
personal real que está adscrito a la ORGA en la Audiencia Nacional.
Ha hablado usted de una unidad en Algeciras, magnífico, no cabe duda de
que es un puesto clave y estratégico. ¿Me podría decir cuántas unidades
tiene la ORGA en España? Lo desconozco y reconozco mi ignorancia sobre
ello, pero creo que necesitamos saberlo para poder hacer nuestro trabajo
parlamentario y poder sugerir propuestas. Tenga usted en cuenta que está
en un puesto clave, en un puesto muy importante y que no cabe duda de que
usted es enlace hoy aquí entre el Gobierno y el Congreso. ¿Qué
pensamiento tiene usted, porque se ha anunciado que se van a traer
presupuestos al
Congreso de los Diputados, en su ministerio respecto de la ORGA? Porque
vemos que en el plan de actuación previsto hasta el año 2020 uno de los
objetivos precisamente era consolidar y aumentar los recursos humanos de
la ORGA justamente para poner en marcha esa unidad que iba a terminar,
digamos, distribuyendo las cantidades obtenidas por el trabajo de la
oficina. Espero -porque veo también que se están utilizando desde la ORGA
una serie de convenios y acuerdos firmados, he contado quince acuerdos
ahora mismo- que me pueda detallar, aunque ha hablado algo al respecto,
si tienen previsto aumentar el número de acuerdos, cuántos podrían estar
en tramitación y me indique qué cantidad de agentes tanto de vigilancia
aduanera como de policía nacional están ahora mismo contabilizados como
colaboradores de forma estrecha también con la oficina.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Zambrano. Por el Grupo Parlamentario
Popular tiene la palabra señor Jerez.
El señor JEREZ JUAN: Muchas gracias, señora presidenta.
Señor Zapatero, buenas tardes. Agradezco sinceramente su presencia hoy en
esta Comisión para dar cuenta de las medidas, pero tengo que decirle que
le ha tocado un mal día para hacerlo, el peor de todos los posibles
quizá; un día triste para la justicia española porque se pretende desde
las mayorías parlamentarias que la elección del Consejo General del Poder
Judicial no refleje el pluralismo que existe en el seno de la sociedad
española y cuando el pluralismo social no se respeta por parte del poder
político ya sabe usted a lo que nos estamos acercando. Pues eso.
Agradezco sinceramente su comparecencia, pero también le traslado mi
decepción porque en esa silla en la que está usted sentado no se siente
hoy el ministro después de lo que ayer sucedió. Hoy usted debería estar
en su puesto de trabajo y el ministro sentado en esa silla. Ayer se
perpetró una de las mayores amenazas a la independencia del Poder
Judicial en cuatro décadas de democracia y quien tenía que estar hoy aquí
defendiendo la justicia española debería ser el ministro de Justicia no
solo en un ejercicio por razón del cargo, sino también en un ejercicio de
reivindicación corporativa. El señor ministro tendrá que decidir un día u
otro donde quiere estar, si le mueve más la política, si se mueve más por
las órdenes del presidente del Gobierno, si se mueve más por las órdenes
del jefe del partido, que es la misma persona, por lo que se dice en
Ferraz, o está del lado del orden constitucional. Tendrá que elegir. Si
vamos al Diario de Sesiones de la última comparecencia del ministro en
esta Comisión, la palabra consenso fue una de las palabras que más
repitió y nosotros estuvimos en ese consenso, en ese que tanto pedía, en
ese que tanto suplicaba, y demostramos lealtad desde el primer día, una
lealtad que no ha sido correspondida con esta voladura de puentes
perpetrada desde el palacio de la Moncloa. Y luego nos hablan de
cogobernanza. Pero no es que hayan sido desleales con el principal
partido de la oposición, sino que también lo han sido en la tramitación
de este proyecto, de esta proposición de ley; lo han sido con el Consejo
General del Poder Judicial, al que silencian; lo han sido con la
Fiscalía, a la que reducen más todavía, y con el Consejo de Estado, al
que han decidido despreciar también. Hoy todo lo que suceda en esta
comparecencia suya será importante, no tengo ningún tipo de duda, pero le
digo que la preocupación hoy de los españoles continúa siendo la pérdida
de libertades en este país y, de perpetrarse la que ayer se presentó en
esta Cámara, habremos perdido en España una libertad más.
Dicho esto, no vamos a renunciar a este debate que hoy nos trae aquí y me
gustaría, en otro orden de cosas, poner de relieve todo aquello que
también nos preocupa, con independencia de lo que acabo de decir, que
estoy absolutamente convencido de que de una manera u otra usted se lo
esperaba. Me referiré a cuatro o cinco cuestiones muy concretas. En
primer lugar, me gustaría empezar por una de las cuestiones más
controvertidas del Real Decreto 16/2020, de medidas procesales y
organizativas, tramitado en esta Cámara como proyecto de ley. En el
artículo primero y sin escuchar ustedes a nada ni a nadie, como si no
hubiera un mañana, se apresuraron a habilitar ustedes el mes de agosto
como medida extraordinaria negando las vacaciones a miles de
funcionarios, letrados de la Administración de Justicia, etcétera.
Obligaron a abrir los despachos de abogados, procuradores, graduados
sociales; les negaron unas vacaciones merecidas con sus familias y los
dejaron sin descanso. A todos estos operadores jurídicos hoy hay que
darles -y mi grupo lo hace en este momento- las gracias porque hay que
reconocerles su dedicación y su profesionalidad, pero también alguien,
señor Zapatero, el ministro quizás, les debería decir: Lo siento, perdón,
nos hemos equivocado, no volverá a ocurrir.
Señor secretario de Estado, transcurrido mes y medio de aquello, hoy las
preguntas que nos hacemos son muchas. ¿Ha servido para alcanzar el
objetivo fijado? No. ¿Qué hemos adelantado con esta medida? Nada.
¿Tendría la justicia los mismos problemas si no se hubiera tomado la
misma medida? Los mismos, exactamente los mismos. Los datos que arroja un
informe del Colegio de Abogados de Madrid son concluyentes en este
sentido. Menos de un 10 % de abogados recibieron notificación para acudir
a un juicio en la jurisdicción civil, cerca de un 5 % en la jurisdicción
social y solo un 2 % en la jurisdicción contenciosa; eso sí, la
jurisdicción penal es la que alcanzó un resultado mayor, el 16 %. Ya me
dirá usted. Además de esto, resulta que en los casos en los que se ha
citado a las partes, en un 7 % de las vistas estas se vieron suspendidas.
Estas son las cifras que conocemos y de las que disponemos referidas a la
Comunidad de Madrid, pero estoy seguro de que usted dispone de más
información; estoy convencido de que usted debe de disponer de más
información. Por tanto, la primera pregunta es clara. Me gustaría que me
dijese qué nivel de descongestión se ha conseguido alcanzar con la medida
que ustedes aplicaron obligando a los operadores jurídicos a trabajar en
el mes de agosto.
En segundo lugar, quiero hacer referencia también a una cuestión
importante, un verdadero colapso en la Administración de Justicia que se
ha generado en la Dirección General de Registros y del Notariado. Me
refiero precisamente a la tramitación de expedientes para la concesión de
la nacionalidad española, un problema que trasciende ya de lo puramente
administrativo y se está convirtiendo en un problema de colapso judicial.
Lo cierto es que las cifras son desalentadoras; hace muy poco el ministro
de Justicia ya adelantó en el Senado que existen 280 000 expedientes de
nacionalidad española que esperan una resolución. Y si el problema de esa
congestión está en el ámbito administrativo, que lo está, es cierto que
en la Audiencia Nacional se está generando un verdadero cuello de botella
motivado por la desesperación -lo digo así, la desesperación- de muchas
personas que, cumpliendo con todos y cada uno de los requisitos
documentales que exige la tramitación de este expediente, se ven
obligados a gastarse el dinero en abogados y procuradores para promover
un recurso contra el Estado por denegación presunta de la nacionalidad
española por silencio administrativo, esto es así. Recurren a la vía
contenciosa porque no les queda más remedio; no les dan otra salida, no
les ofrecen otra oportunidad para defender sus derechos y recurren a la
vía contenciosa porque el plan de choque activado por la ministra Delgado
en su día no fue lo suficientemente ambicioso. Recurren a la vía
contenciosa porque no han dotado de medios suficientes a la
Administración de Justicia para dar salida a tanto expediente acumulado:
280 000 expedientes. Pero, claro, si el colapso en la dirección general
ya es ingente, cómo será el colapso en la Audiencia Nacional para que
tengan ustedes que adjudicar un contrato a una empresa para que organice,
seleccione, ordene y archive los expedientes después de tanto
desbarajuste. Cómo será el colapso en la Audiencia Nacional. Por tanto,
yo le pediría, en segundo lugar, que me diga exactamente el volumen de
colapso que se está produciendo en la Audiencia Nacional por este motivo
y el nivel de descongestión que se ha producido a resultas de la
contratación de una empresa para que les ordene a ustedes los archivos,
porque eso es lo que ha pasado. Ustedes han tenido que contratar a una
empresa externa, por valor de 111 000 euros, para que les ordene en el
caos.
En tercer lugar, quería hacer referencia también al Registro Civil y en
concreto a una cuestión que nos ha preocupado muchísimo desde el
principio de la pandemia y que ya le adelanto que no vamos a olvidar,
porque olvidar este asunto que le voy a decir es olvidar a muchísimas
personas que han fallecido a consecuencia de la pandemia y eso no es lo
que vamos a hacer, sino todo lo contrario. Mire, no es posible que cuando
nosotros invoquemos en esta Comisión y en este Congreso las cifras sobre
las defunciones para contrastarlas y conocer la verdad, el ministro nos
diga en esta misma casa que estamos actuando sin ningún tipo de
sensibilidad o que insinúe que pretendemos obtener rédito político con el
sufrimiento generado por esta calamidad. (Rumores). Sí, sí, lo dijo el
ministro. Mire, página 8 del Diario de Sesiones de la Comisión de
Justicia número 67, párrafo primero, línea nueve. Esto no lo podemos
tolerar. Si ustedes no lo quieren reconocer, yo se lo diré. Los
fallecidos reales durante la pandemia se acercan a los 60 000, y según la
última actualización del exceso de mortalidad que se desprende de los
datos del Instituto Nacional de Estadística, hay un claro desajuste; unos
datos que arrancan de la información que facilitan los registros civiles.
Para ser exactos, desde el inicio de la pandemia ha habido 58 850
defunciones por encima de lo que se esperaba; una cifra que el Gobierno
sigue sin reconocer. El Gobierno defiende que la cifra se acerca a los 33
000, es decir, que hay un exceso de mortandad de casi 26 000 personas del
que no sabemos nada. No voy a abundar en este tema, pero sepa que cuanto
más tiempo se esté ocultando la verdad, más se ensancha la mentira.
Únicamente le formulo una pregunta. De acuerdo con los datos que arrojan
los registros civiles, ¿puede usted asegurar que no existe un exceso de
mortandad provocado por el COVID y no contabilizado en las cifras
oficiales?
Para ir concluyendo, en último lugar, me gustaría conocer -si la tiene, si
la sabe- la previsión del ministerio sobre el cumplimiento de la
disposición adicional quinta de la Ley 3/2020. La disposición adicional
quinta es la que les interpela a ustedes sobre la creación de cien nuevas
unidades jurisdiccionales, un tercio de ellas el primer año. Nos gustaría
saber cuáles son, por lo menos las del primer año, en que órdenes
jurisdiccionales las van a crear y, si puede ser, en qué territorios
Sabemos que ha habido propuestas de creación de órganos jurisdiccionales
recientes en un momento en el que la litigiosidad está incrementándose.
Las cifras que usted nos ha dicho son concluyentes. Se espera un
incremento de la pendencia del 141 % en lo social, del 125 % en lo civil,
del 145 % en lo contencioso. En fin, queremos saber si eso de los cien
juzgados va en serio. Si tiene usted los datos, me gustaría que me los
dijese.
Y antes de concluir y en relación con la creación de nuevas unidades
judiciales, me gustaría trasladarle a mi territorio, a las Islas
Baleares, en concreto a la isla de Formentera, que ya se ha nombrado
aquí, una isla que tiene cerca de 13 000 habitantes censados y que en
verano sufre un incremento poblacional notable. Ustedes saben a qué me
voy a referir y saben que tengo fijación con esta cuestión. La triple
insularidad que sufre la isla de Formentera obliga constantemente a
revindicar una mejora en sus servicios. Para que usted se haga una idea,
hoy están reclamando tan solo que haya alguien detrás de una mesa para
tramitar sus ayudas por desempleo. No existe una oficina del SEPE en
Formentera. Hoy están reclamando una frecuencia marítima -escuche bien-
que les conecte con la isla de Ibiza a primera hora de la mañana. Y si
hoy reivindican todo esto, tenga usted en cuenta que llevan muchísimos
años reivindicando que la justicia llegue a la isla de Formentera. En
esta Cámara la petición de un juzgado de primera instancia e instrucción
solo para la isla de Formentera es una reivindicación histórica, pero
también sabe usted que es una reivindicación pacífica de todos y cada uno
de los grupos parlamentarios, y creo, señor secretario de Estado, que ha
llegado el momento, aunque lleguemos tarde, aunque lleguemos demasiado
tarde. Hemos introducido una iniciativa instando al ministerio que espero
que se apruebe y que el ministerio tenga precisamente esa sensibilidad
que hay que tener con este territorio insular, una sensibilidad
suficiente para crear un juzgado en la única isla de España donde todavía
no existe ni ha llegado la justicia.
Muchísimas gracias, señora presidenta.
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Jerez.
Por parte del Grupo Parlamentario Socialista interviene el señor Aranda
Vargas.
El señor ARANDA VARGAS: Muchas gracias, señora presidenta.
Muchas gracias, señor secretario de Estado. Bienvenido a esta su Comisión.
Gracias por su comparecencia, que ha sido detallada, extensa y abundante
en información, porque creo que nada puede objetarse a lo expuesto por
usted hoy.
Señorías, desde la comparecencia del señor ministro en febrero para
explicar su plan de Gobierno y el proyecto central de su departamento, el
Proyecto Justicia 2030, han pasado ocho meses. El ministro se comprometió
a comparecer en esta Comisión cada seis meses, por lo que me congratulo,
me felicito por el anuncio de que comparecerá antes de fin de año, siendo
que fue en mayo la última vez que compareció. Señorías, en el periodo
desde marzo hasta hoy y dejando a un lado toda la ingente tarea que el
ministerio ha realizado para la gestión del COVID en el ámbito de la
justicia y que tan bien ha descrito el señor secretario de Estado,
nosotros, el legislador, no hemos parado. Ustedes, pese a alguna
sobreactuación de cara al corte de vídeo y al tuit, que ya se entiende
que se haga, saben que han sido partícipes de una Comisión que ha
trabajado como la que más. Agradezco también -no está en la sala- a
Edmundo Bal que haya dejado en la puerta la toga y la condescendencia con
la que trata a los ponentes, pero eso también se lo diremos cuando esté
presente.
Señorías, hago memoria, porque algunos diputados no han estado en alguna
sesión de la Comisión, aunque hoy sí lo han hecho para hacer sus
reclamaciones. Cosas que se han hecho en esta Comisión: debate y reforma
por amplia mayoría del 324 de la Lecrim, debate y acuerdo por muy amplia
mayoría de la conversión del decreto-ley de medidas pos-COVID en proyecto
de ley, comparecencia del ministro en mayo para dar cuenta de las medidas
COVID del ministerio, comparecencia del subsecretario de Justicia para
dar cuenta del informe anual de indultos, debate y toma en consideración
por el Pleno del Congreso de la proposición de ley de reforma del
Registro Civil, debate y aprobación de la reforma de la Ley del Código
Penal para erradicar la esterilización forzosa de discapacitados -por
cierto, aprobada por unanimidad en Comisión-; estamos también en pleno
debate de la ley sobre la capacidad jurídica, importante, y, además, en
otro orden de cosas, el Gobierno ha remitido también el proyecto de ley
para el
acceso a la profesión de abogado y de procurador. Es verdad que en algunos
de estos casos hay un partido que se ha descolgado de las votaciones,
pero esto lo dejaremos para más adelante. Esta Comisión, señorías, está
siendo protagonista de la actividad legislativa, y lo está haciendo en la
mayoría de los casos llegando a acuerdos amplios y transversales. Por eso
quisiera aprovechar este momento para agradecer sinceramente la capacidad
de muchos y muchas de ustedes para llegar a estos acuerdos, para
agradecerles la determinación para que entre la voluntad de llegar a un
acuerdo y la intransigencia en nuestros posicionamientos triunfe la
primera, buscando aquellos puntos en común que nos unen. Es posible que
para los que han venido a la política para dar avisos y añorar la
Dictadura llegar a acuerdos no sea un fin en sí mismo ni ostenta el valor
parlamentario y democrático que tiene para las demás formaciones, pero
para los que creemos en la fuerza de este Parlamento como motor de la
transformación y centro de la ejemplaridad pública conducirnos por los
senderos del respeto, la profesionalidad y la búsqueda de acuerdos es un
acicate diario que nos hace sentir orgullosos de nuestra labor de
servicio público. Incluso diría que la discrepancia se sobrelleva
democráticamente si el respeto entre nosotros y nosotras es el principal
de nuestros valores. Por cierto y hablando de acuerdos, recordarán
-algunos portavoces lo han dicho aquí hoy- que en la tramitación del
proyecto de ley de medidas procesales se llegó a algunos. Me gustaría
preguntarle al secretario de Estado si en su réplica puede ponernos al
día de cómo están estos acuerdos a los que llegamos aquí los partidos
políticos.
Señorías, estoy convencido de que nuestra tarea es importante; lo ha dicho
el secretario de Estado. De su intervención hemos podido comprobar,
efectivamente, todo el trabajo realizado para combatir el COVID, así como
su planificación para mejorar la eficiencia del servicio público, todo
ello con un sistema ejemplar de cogobernanza entre las diferentes
administraciones públicas. Por cierto, qué bien nos iría en otros ámbitos
y administraciones si se trabajara con la misma lealtad y altura de
miras. No se puede plantear mejor, ya lo decía usted: eficiencia
procesal, eficiencia organizativa y eficiencia basada en datos, y yo
añadiría eficiencia legislativa; todo al servicio de la ciudadanía, una
ciudadanía que quiere ver a sus representantes trabajando por el bien
común, y no enzarzados en estériles peleas o absurdos bloqueos. Por
cierto, hablando de bloqueos, no quisiera dejar escapar la ocasión: sí,
señorías del PP, no existe ningún dato objetivo que avale su estrategia
de bloqueo en la renovación de los órganos constitucionales cuando
ustedes no gobiernan, ni uno solo. Y no es casualidad: su apropiación por
la vía del bloqueo es ilegítima, es dañina y mina la credibilidad de las
instituciones. Es, por tanto, un deber democrático que la sede de la
soberanía popular, la máxima expresión de la pluralidad política de la
sociedad, este Parlamento, sea sobre el que pivote y se articule el
trabajo conjunto para, legítimamente, restablecer el correcto
funcionamiento, el prestigio y el buen hacer de las instituciones, entre
ellas el CGPJ. Cualquier otra actitud sería contribuir a su parálisis
como institución. Señorías, solo en su mundo paralelo se puede
recompensar a quien bloquea y criticar a quien quiere desbloquear. Entre
que sea este Parlamento el que lidere la renovación de órganos o que sea
un despacho de la calle Génova el que bloquee sin complejos, siempre
elegiremos este Parlamento.
Señorías del PP, les oigo hoy y me debato entre la sorpresa y la
incredulidad, porque hoy su tono ha sido incluso casi más alto que el de
VOX, cosa que me extraña, pero quisiera resaltarlo. Creo que ustedes no
son conscientes de sus trampas en el solitario, y eso está feo. Ustedes
son -se lo dije también en el Pleno- constitucionalistas a tiempo
parcial, tienen una deuda muy importante con las instituciones. Por eso
digo que nada -y repito, nada- justifica el bloqueo que Pablo Casado está
haciendo en la renovación de los órganos constitucionales, con especial
relevancia, por ser ésta la Comisión de Justicia, en la renovación del
Consejo General del Poder Judicial. Ustedes han dimitido de su deber
constitucional. Señorías del PP, el patriotismo se demuestra gobernando y
en la oposición; lo segundo ya vemos que en el PP de Casado es,
sencillamente, imposible. Por eso les invito una vez más a dejar
zancadillas y pataletas y permitan la renovación de un órgano con mandato
caducado.
Señorías, de verdad, no les considero mi enemigo político. Son mi
adversario, con el que me quiero batir democráticamente en las
elecciones, faltaría más, porque mi modelo de sociedad no es el suyo en
muchos aspectos, pero es verdad que nos han unido algunas cosas y que en
esta Comisión hemos hecho algunas importantes, a pesar de que nos separan
numerosas. Por eso quisiera hacer hincapié en algo que no quiero dejar de
señalar. ¿Saben definitivamente qué nos debería unir por encima de todo,
señorías del PP? A ustedes y a todos los demócratas nos debería unir la
denuncia y la exclusión de los propagadores de odio, de los generadores
de intolerancia, de los negacionistas, de los que usan la mentira y la
manipulación para dañar a un Gobierno legítimo. Por cierto, agradezco que
hoy no se hayan dirigido al secretario de Estado como miembro de un
Gobierno criminal, agradezco que hoy no se haya usado esa
expresión. Ustedes, en referencia a cuando lanzan acusaciones, deberían
mirar a los ojos a este partido y decir que aquellos que nos lanzan
avisos por Twitter -por cierto, ¿avisos de qué?- no son actores con los
que contar para nada. Sin embargo, no lo hacen. No solo no los excluyen,
sino que construyen sus torres de marfil con el material que les cede la
ultraderecha, y eso me apena profundamente, porque veo su incapacidad de
desligarse del abrazo del oso que han recibido, un abrazo que los está
ahogando políticamente, señorías.
Señor Jerez, le he escuchado, y he de decirle que VOX está apagando su
voz. Su silencio y la tolerancia con la ultraderecha les deja mudos
políticamente y ayudan a la degradación política y de la convivencia
producida por aquellos que agitan banderas de odio. Su miedo a VOX
-reitero, su miedo a VOX- está marcando su futuro, y, señorías, los que
no tenemos miedo no podemos esperarles mucho más. (Rumores).
Voy acabando, señora presidenta, si el ruido de fondo me deja. Creo y
respeto la pluralidad política, creo en la fuerza de la palabra y la
razón, creo en la construcción de mejores sociedades desde el respeto a
la diferencia y, sobre todo, desde el respeto a la convivencia. Creo en
mi partido y creo en el Gobierno de coalición, creo en el trabajo, en la
coherencia y en la honestidad. Creo que aquellos que hacen lo humanamente
posible en tiempos convulsos, cuando el miedo atenaza, merecen nuestro
aplauso y reconocimiento. Por eso, señor secretario de Estado, quiero
centrar hoy en usted como parte de nuestro Gobierno y del ministerio mi
agradecimiento y el de mi grupo por su dedicación, su entrega y su
trabajo. Gracias por no tener miedo.
Gracias, señora presidenta. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Aranda.
Señor secretario de Estado, tiene la palabra.
El señor SECRETARIO DE ESTADO DE JUSTICIA (Zapatero Miguel): Muchas
gracias por sus intervenciones y aportaciones.
Ha sido un honor para mí escuchar sus planteamientos, críticas y
recomendaciones. Mi idea original era haber empezado a responder en
cuanto a las aportaciones que nos hicieron en relación con el real
decreto-ley y su convalidación, pero entiendo que tiene mucho más sentido
en esta mi primera exposición y comparecencia que responda a los
planteamientos que me han hecho cada uno los intervinientes. Por tanto,
procederé por orden a contestar sus intervenciones.
En relación con la intervención del señor Bal, creo que es importante
colocar las cosas en su contexto. Si vamos a cualquier juzgado del
Ministerio de Justicia y buscamos papeles, vemos que los procesos
judiciales digitales existen.
En relación con la efectividad y la distribución de recursos en el marco
del plan de reactivación, más o menos hay entre 1800 euros en el tramo
máximo y 1100 en el tramo cero y ya se están apuntando más del 40 % de
los magistrados y jueces que en este momento hay en España. La
participación está subiendo de manera significativa y consideramos que
con este programa de afinado y revisión continua lograremos amplificar el
impacto y ampliar su cobertura. Creemos que es importante y por eso mismo
es por lo que creamos el tramo cero, que, si observan ustedes, no es del
todo proporcional. ¿Por qué hemos creado el tramo cero? Porque
consideramos que lo importante era incorporar a cuantos más magistrados y
jueces fuese posible, así como al resto de profesionales de la
Administración de Justicia abarcados en este marco, a fin de ir
afinándolo en los siguientes dos años progresivamente al objeto de
disponer en el futuro de una herramienta que nos pueda ayudar a gestionar
coyunturalmente los excesos de cargas en distintos ámbitos más allá del
COVID.
En lo que se refiere a la falta de recursos, la oferta pública de empleo
para 2021 es de 240 plazas de jueces y fiscales. Respecto a la creación
de órganos judiciales, ahora van 33 y para 2021 tenemos presupuestados
60. No sé cuántos crearemos. El compromiso mínimo son 66 en los próximos
dos años, pero, obviamente, dependemos de las extensiones de la Ley de
presupuestos.
Coincido totalmente con el señor Bal en la oportunidad que nos ofrece el
plan de recuperación y resiliencia de la Unión Europea. Esos fondos,
empleados de manera eficiente, pueden contribuir significativamente a dar
un salto de gigante en la Administración de Justicia. A esos efectos,
todo nuestro equipo está trabajando a piñón para que nuestras fichas de
proyectos reciban el OK, por decirlo de alguna manera, de los
coordinadores del plan y, por lo tanto, se eleve a la Unión Europea, al
objeto de poder disponer de recursos.
Quiero destacar en este punto que nuestra propuesta, por definición,
incluye asignaciones presupuestarias para las comunidades autónomas en
nuestro proyecto, que en este momento es un proyecto tractor en el marco
de los que está contemplando el Gobierno, lo cual creo que es para
considerar positivamente.
Totalmente de acuerdo en lo que plantea el señor Bal respecto a reformar y
mejorar la asistencia jurídica gratuita. El acceso universal a la
justicia es un derecho llave y como tal debemos cuidarlo. Este equipo lo
tiene claro y va a trabajar en este sentido, empezando con las pequeñas
cosas. El Reglamento de Asistencia Jurídica Gratuita ya está en proceso
de modificación y estamos actualizando el sistema de subvenciones
trimestrales de los reales decretos de 2018 y 2019 para hacerlos
mensuales, como saben. Debo destacar asimismo que estamos contemplando la
creación de un consejo asesor de asistencia jurídica gratuita, así como
una cláusula de apertura en el instrumento, si es posible -todavía no
sabemos si es factible del todo-, sobre calidad del servicio público.
Me habla el señor Bal de mediación en la asistencia jurídica gratuita.
Creo que tenemos buenas noticias para usted en el marco de la ley de
eficiencia procesal para el servicio público de justicia, porque nuestro
proyecto contempla la idea de dar cobertura en la asistencia jurídica
gratuita en este ámbito. Y, como les digo, con prioridad sobre los fondos
COVID, ya obtuvimos una partida presupuestaria, trabajando con Hacienda,
conectada con la creación de unidades en este espacio.
Respecto a las adjudicaciones de la ORGA, como me planteaba el señor Bal,
ya que me preguntaba por la existencia o no de tal comisión de
adjudicaciones, yo he participado en ella ya dos veces. Este año se han
distribuido 440 000 euros para realización de programas específicos de
lucha contra la criminalidad organizada y de asistencia a víctimas del
delito, por lo que parece que hemos sido capaces de crearla y está
funcionando. La idea es que si somos capaces de empujar a esta
institución para que tenga más recursos, podremos distribuir mayor
capacidad financiera en proyectos que lo merezcan en este ámbito.
Paso a contestar a la señora Telechea. Obviamente, trabajaremos con
esfuerzo y en equipo con nuestros colegas del ministerio pero también con
el resto de instituciones con las que estamos impulsando proyectos para
honrar los compromisos a los que hemos hecho referencia en esta Cámara.
Evidentemente, coincidimos en que debemos hacer más eficiente el
expediente judicial y creemos que tenemos el equipo tecnológico para
poder hacerlo, que nos ha costado mucho armarlo.
Respecto a la segunda oportunidad de reforma, simplemente apuntaré, señora
Telechea, que el equipo específico que está en este momento en el
ministerio fue el que presentó un proyecto de segunda oportunidad en
Consejo de Ministros, creo recordar que en 2008 o 2009. Fuimos los
primeros que lo hicimos y la convicción -algunos de ellos están en este
momento en esta sala- de que debemos seguir impulsando proyectos en este
sentido es absoluta. De hecho, cuando el ministro les presente la
evolución de cronogramas, compromisos y otros contenidos de Justicia 2030
podrán identificar con total claridad un proyecto conectado a este
respecto.
Obviamente, los planteamientos asociados a derechos conectados con la
igualdad, la eutanasia y otras grandes concepciones sobre derechos
sociales forman parte de uno de nuestros ejes estratégicos del plan. Sabe
que estamos totalmente implicados y, conociendo que son temas que le
preocupan, para que vea que no los rehuimos y tratamos de trabajarlos, le
diré que este eje del que les hablo de Justicia 2030 se denomina
expresamente Derechos, libertades y responsabilidades y que en el marco
de este plan tratamos de abordar todas las cuestiones que consideramos
relevantes. Por ejemplo, recientemente nos hemos comprometido con el
Defensor del Pueblo a tener un instrumento que regule la determinación de
la edad de los menas, al igual que consideramos la regulación del empleo
de las sujeciones mecánicas. Es decir, no rehuimos estos temas.
En materia de violencia de género, quiero señalar el compromiso del
ministerio respecto al cumplimiento de las medidas contenidas en el pacto
de Estado y dos instrumentos normativos prioritarios: de un lado, la ley
de protección integral a la infancia y adolescencia frente a la
violencia, que ya está en tramitación parlamentaria, y, de otro, el
anteproyecto de ley para combatir la violencia sexual, actualmente en
trámite de informe, como bien saben. Ambos serán debatidos en esta Cámara
y esperamos contar con su apoyo para sacarlos adelante.
Quiero destacar en este punto que nuestra preocupación por la violencia de
género es total y nuestro compromiso, por lo tanto, activo. Creo que
puede interesarle el proyecto que estamos lanzando para tener información
empírica en tiempo real en relación con la violencia contra la mujer en
el ámbito judicial, que le podré explicar más adelante, mostrándole el
funcionamiento de la aplicación que estamos desarrollando específicamente
en este ámbito.
Y en relación con mediación, qué puedo decirle más allá de que estamos
totalmente de acuerdo con la posición que ellos mantienen. Estamos muy
contentos de saber que tenemos valedores de nuestro proyecto de impulso
de la solución adecuada en el marco de la ley de eficiencia procesal para
el servicio público de justicia y quiero destacarle muy específicamente
que en el marco del protocolo de coordinación reforzada del que nos hemos
dotado junto con las comunidades autónomas hay una cláusula de revisión
para finales del año que viene que en el último trimestre revisaremos
para identificar qué posible mejoras podemos implementar para esa
infraestructura e institucionalizarla. En ese marco le puedo destacar que
el consell nos parece un muy interesante referente.
En lo que se refiere a la intervención del señor Asens, quiero agradecerle
seriamente su apoyo y los planteamientos que nos ha hecho. Creo que tiene
sentido su planteamiento acerca de un documento ejecutivo por escrito que
les presentemos por adelantado antes de nuestra dación de cuentas. Como
les decía, por indicación del ministro y es un compromiso de todo el
equipo, queremos trabajar dando cuenta y, obviamente, consideramos que
esta Comisión es el foro más autorizado y legitimado para ello y
expresarnos lo que consideren oportuno. En este sentido consideramos que
esta sesión forma parte de nuestro proyecto de Justicia 2030 y, de hecho,
nuestra oficina de proyectos se atará al mástil con nuestros compromisos,
expresándolos públicamente en este foro. Creemos que es la forma más
rigurosa de meternos presión a nosotros mismos y aprovechar los meses o
años que estemos en el mandato para hacer lo que toca.
Destaco también, en relación con el planteamiento del señor Asens, que la
sentencia oral, en el marco de nuestra reforma, en la ley de eficiencia
procesal, es motivada y documentada con textualización, que, por otra
parte y es relevante destacarlo, no es obligatoria. En todo caso, si lo
consideran oportuno, creo que podremos mostrarles en la próxima sesión el
funcionamiento de nuestras herramientas de textualización, que ya
alcanzan un nivel de calidad del 85 % en el paso de texto oral a escrito.
En relación con la intervención de la señora De las Heras, sabemos muy
bien qué está pasando en Baleares. De hecho, la visitamos la semana
pasada.
En relación con las dudas que está planteando respecto a la Administración
de Justicia, quiero destacar que el 80 % de esta Cámara apoyó la Ley
3/2020. El Gobierno comparte la preocupación por la falta de seguridad
jurídica si las decisiones sobre medidas sanitarias son dispares. Por eso
mismo, atribuir la competencia a los TSJ parece lo razonable. Es una
competencia que no afecta a ese principio de juez ordinario en absoluto,
y los propios magistrados de los TSJ aplauden la reforma que permite más
seguridad jurídica.
Con relación al planteamiento hecho por el señor Zambrano, coincido
plenamente con su posición sobre la ORGA. Como le decía, hemos
incorporado una pequeña referencia a la dación de cuentas de la ORGA,
sabiendo que la directora tendrá que asistir personalmente para darle más
información. De momento, le diré que la ORGA tiene dos unidades, una
central, como había planteado, y otra en Algeciras. Son cerca de treinta
personas, unas veinticuatro en Madrid y ocho en Algeciras, y está
previsto su incremento. En concreto, en 2020 se han incorporado dos
guardias civiles y dos policías nacionales y se incorporará una persona o
un experto analista de la Agencia Tributaria y otro de Aduanas. En todo
caso, toda la información de la ORGA está disponible, con los datos
estadísticos, las memorias y los planes de acción, en nuestra sede
electrónica. Pero, por supuesto, le daremos toda la información que sea
necesaria.
Respecto a la intervención del señor Jerez, empezaré con Formentera.
Compartimos la necesidad no solo de atender los requerimientos asociados
al correcto funcionamiento de la Administración de Justicia en
Formentera, sino de atender a todo Baleares. Hemos empezado ya a trabajar
sobre el terreno en la visita de las semanas pasadas del secretario
general y dos directores generales. En Formentera, en concreto, estamos
analizando cargas de trabajo para buscar la solución que sea más eficaz
para dar un servicio público de justicia sostenible y de calidad.
La habilitación parcial y excepcional del mes de agosto, objetivamente, ha
permitido el mantenimiento de una significativa actividad judicial, con
tramitación en los procedimientos y según cómputo de plazos, a pesar de
que se ha notado un lógico descenso de las actuaciones, propio de las
vacaciones estivales, tanto de funcionarios como de profesionales
independientes. Ha habido 150 % más de escritos de trámite y un 250 % más
de escritos iniciadores de demandas respecto a 2019. En total, se han
producido 110 400 escritos iniciadores, lo cual indica que la abogacía ha
empleado el sistema, incluso, obviamente, en aquellos casos voluntarios.
Quiero destacar, y es relevante desde la perspectiva de la conciliación,
que se ha logrado que los señalamientos hayan sido testimoniales.
Nosotros pensábamos que esta iniciativa era correcta, no un error, aunque
entendemos que pueda ser discutible.
En lo que respecta al Registro Civil, quiero decir que da fe pública, no
es una herramienta estadística, que sí lo es el INE. Sin duda, no existe,
y se lo puedo asegurar, aunque creo que no debería ni decirlo, un exceso
de mortalidad oculto. Tengo que señalar que ya se produjo una
comparecencia específica del ministro en relación con las dudas derivadas
de las distintas fuentes de información disponibles. No tengo mucho más
que añadir, salvo destacar la perplejidad que me produce que se ataquen
los datos que ofrece el Gobierno respecto a esta cuestión. Toda la
información sobre el impacto de la pandemia es público, los criterios
adoptados también son públicos y creo que la transparencia con la que ha
actuado el Gobierno en esta materia es notoria.
Respecto a la creación de unidades judiciales, entrarán en funcionamiento
en 2020 los siguientes: Juzgado de lo Mercantil número 2 de Cádiz,
Juzgado de lo Mercantil número 2 de Granada, Juzgado de lo Social número
5 de Córdoba, Juzgado de lo Social número 4 de Huelva, en la Audiencia
Provincial de Cádiz una plaza de magistrado para la Sección 7.ª, con sede
en Algeciras -esto es resultado de una visita personal mía con el
secretario de Estado de Interior a la sede de la ORGA, ya que, por las
indicaciones que nos hicieron todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad,
identificamos que era necesario el refuerzo, consultamos y solicitamos a
la Comunidad Autónoma de Andalucía, que es la competente en este punto,
ese posible refuerzo y vieron que tenía sentido, que era viable, que
podía ser eficiente, y, por lo tanto, se adoptó esta decisión-, Juzgado
de lo Social número 11 de Las Palmas de Gran Canaria, Juzgado de lo
Social número 9 de Santa Cruz de Tenerife, Juzgado de lo Mercantil número
17 de Madrid, Juzgado de lo Mercantil número 18 de Madrid, Juzgado de lo
Social número 45 de Madrid, Juzgado de lo Social número 2 de Cuenca, una
plaza de magistrado en la Sección 3ª de la Audiencia Provincial de
Valladolid correspondiente al orden civil, Juzgado de lo Mercantil número
4 de Murcia y en la Sala de lo Contencioso-administrativo de la Audiencia
Nacional una plaza de magistrado.
En lo que se refiere al Consejo, quisiera decirles que desde hace más de
dos años el Consejo General del Poder Judicial está pendiente de
renovación. La negativa a negociar la nueva composición de acuerdo con la
ley vigente ha bloqueado el funcionamiento de un órgano de naturaleza
constitucional, y esto es muy grave. Si la oposición quiere sentarse a
negociar sin condiciones la nueva composición, estoy convencido de que en
muy pocos días podríamos tener el nuevo consejo. Lo que no es posible,
porque supone un auténtico desdoro para nuestra justicia y el propio
régimen constitucional, es prolongar ya más esta situación. En esta
Cámara dos grupos parlamentarios, y no el Gobierno, han presentado una
proposición de ley para salir de esta situación. No es el ministerio el
que tiene que pronunciarse sobre unos trámites parlamentarios que son
solo de incumbencia de sus señorías. Son ustedes quienes legislan,
nosotros somos el Ejecutivo. En el ministerio nos regimos por la presente
ley, que está vigente, y, si ustedes la modifican, esa será la ley
vigente. Lo único que me permito retirar es que necesitamos sin más
dilaciones un consejo en plenitud de funciones, porque la Administración
de Justicia precisa las reformas de las que les he hablado y porque nos
estamos jugando mucho, incluido el respeto de Europa en un momento en que
la crisis sanitaria y económica hace más necesaria su ayuda y la
confianza en estas instituciones.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Zapatero. Quiero agradecerle
su extensa, detallada y pormenorizada comparecencia y, en nombre de esta
Comisión, también su manifiesta disposición a comparecer en el día de hoy
y, sin duda, en futuras sesiones. Nuestros mejores deseos para su
gestión.
Sin más asuntos que tratar, se levanta está sesión. Gracias, señorías.
Eran las seis y cuarenta minutos de la tarde.
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