DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 202, de 04/11/2020
cve: DSCD-14-CO-202
CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 2020 XIV LEGISLATURA Núm. 202
PRESUPUESTOS
PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª PILAR GARRIDO GUTIÉRREZ
Sesión núm. 2
celebrada el miércoles,
4 de noviembre de 2020
ORDEN DEL DÍA:
Comparecencias de personalidades y funcionarios de la Administración del
Estado, al objeto de informar sobre temas relativos al proyecto de ley de
Presupuestos Generales del Estado para el año 2021. (Número de expediente
121/000035):
- Del señor gobernador del Banco de España (Hernández de Cos). A solicitud
de los grupos parlamentarios Ciudadanos (número de expediente
212/000826); Plural (número de expediente 212/000939); VOX (número de
expediente 212/000646); Popular en el Congreso (número de expediente
212/000543); Socialista y Confederal de Unidas Podemos-En Comú
Podem-Galicia en Común (número de expediente 212/000834) ... (Página2)
- De la señora secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos (Gualda
Romero). A solicitud de los grupos parlamentarios Ciudadanos (número de
expediente 212/000829); Plural (número de expediente 212/000942); VOX
(número de expediente 212/000683); Popular en el Congreso (número de
expediente 212/000565); Socialista y Confederal de Unidas Podemos-En Comú
Podem-Galicia en Común (número de expediente 212/000852) ... (Página34)
- De la señora secretaria de Estado de Hacienda (Bardón Rafael). A
solicitud de los grupos parlamentarios Ciudadanos (número de expediente
212/000827); Plural (número de expediente 212/000941); VOX (número de
expediente 212/000692); Popular en el Congreso (número de expediente
212/000564); Socialista y Confederal de Unidas Podemos-En Comú
Podem-Galicia en Común (número de expediente 212/000850) ... (Página52)
- Del señor secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones
(Arroyo San José). A solicitud de los grupos parlamentarios Ciudadanos
(números de expediente 212/000795 y 212/000798); Plural (número de
expediente 212/000962); VOX (número de expediente 212/000687); Popular en
el Congreso (número de expediente 212/000629); Socialista y Confederal de
Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común (número de expediente
212/000919) ... (Página72)
- De la señora secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la empresa (De
la Cueva Fernández). A solicitud de los grupos parlamentarios Plural
(número de expediente 212/000947); VOX (números de expediente 212/000685
y 212/000637); Popular en el Congreso (número de expediente 212/000536);
Socialista y Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común
número de expediente 212/000897) ... (Página90)
- Del señor secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras
Digitales (Sánchez Sánchez). A solicitud de los grupos parlamentarios
Ciudadanos (número de expediente 212/000764); VOX (número de expediente
212/000671); Popular en el Congreso (número de expediente 212/000541);
Socialista y Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común
(número de expediente 212/000900) ... (Página105)
- De la señora secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia
Artificial (Artigas Brugal). A solicitud de los grupos parlamentarios
Ciudadanos (número de expediente 212/000762); Plural (número de
expediente 212/000948); VOX (número de expediente 212/000669); Popular en
el Congreso (número de expediente 212/000539); Socialista y Confederal de
Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común (número de expediente
212/000899) ... (Página116)
Se abre la sesión a las nueve y cinco minutos de la mañana.
COMPARECENCIAS DE PERSONALIDADES Y FUNCIONARIOS DE LA ADMINISTRACIÓN DEL
ESTADO, AL OBJETO DE INFORMAR SOBRE TEMAS RELATIVOS AL PROYECTO DE LEY DE
PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA EL AÑO 2021. (Número de expediente
121/000035).
- DEL SEÑOR GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA (HERNÁNDEZ DE COS). A SOLICITUD
DE LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS CIUDADANOS (número de expediente
212/000826); PLURAL (número de expediente 212/000939); VOX (número de
expediente 212/000646); POPULAR EN EL CONGRESO (número de expediente
212/000543); SOCIALISTA Y CONFEDERAL DE UNIDAS PODEMOS-EN COMÚ
PODEM-GALICIA EN COMÚN (número de expediente 212/000834).
La señora PRESIDENTA: Buenos días a todos y a todas.
Vamos a empezar con las primeras comparecencias de la Comisión de
Presupuestos.
Antes de empezar, quiero trasladarles alguna información básica y algunos
temas de interés. Por un lado, se ha presentado un escrito a la Mesa. Por
lo tanto, por no hacer ahora una interrupción, vamos a convocar reunión
de Mesa y portavoces seguramente entre esta comparecencia y la siguiente,
de tal manera que no interrumpamos la jornada de comparecencias.
Por otro lado, en cuanto a los tiempos de intervención, estábamos
comentando que, dado el número de grupos que van a intervenir, cada
portavoz lo hará por un tiempo de diez minutos. Agradecería que dijerais
los nombres de los portavoces que van a intervenir por los diferentes
grupos para que podamos ordenar adecuadamente las intervenciones. Esas
dos cuestiones quedan comentadas.
El señor PÍRIZ MAYA: Por el artículo 72, una observación del Reglamento.
La señora PRESIDENTA: A ver.
El señor PÍRIZ MAYA: Se ha registrado en la Comisión, con fecha de ayer,
un escrito dirigido a la Comisión, firmado por más del 25 % de los
miembros de la Comisión.
La señora PRESIDENTA: Es lo que he comentado al principio.
El señor PÍRIZ MAYA: Sí, pero es que solicitamos la incorporación al orden
del día de un punto que creemos que se tiene que debatir de forma previa
a la celebración de la Comisión.
La señora PRESIDENTA: Creo que el hecho de que se debata después de la
comparecencia del gobernador, solo por deferencia, no supone ningún
cambio esencial respecto a...
El señor PÍRIZ MAYA: Pero ha hablado de Mesa y portavoces. Nosotros
creemos que es un tema que debe debatirse en Comisión, no en Mesa y
portavoces.
La señora PRESIDENTA: Vamos a convocar Mesa y portavoces después de la
comparecencia del gobernador y ahí discutiremos el escrito que se ha
presentado.
Terminada esta breve introducción, empiezo por dar la bienvenida al
gobernador del Banco de España, don Pablo Hernández de Cos, agradecerle
su intervención y, sin más, darle la palabra.
El señor GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA (Hernández de Cos): Muchísimas
gracias, presidenta. Muy buenos días a todos.
Comparezco en esta Comisión en el marco del proceso de discusión de los
Presupuestos Generales del Estado y de la Seguridad Social para el año
2021, unos presupuestos que, en mi opinión, deben tener como principal
objetivo facilitar la recuperación de la economía española en los
próximos trimestres y mitigar el impacto tan abrupto que está teniendo la
crisis generada por el COVID.
Voy a estructurar mi presentación. Voy a usar, como es habitual, una
presentación que trata de ilustrar algunos de los puntos que quiero
enfatizar y la voy a estructurar en torno a tres grandes cuestiones. Por
una parte, voy a tratar de describir cuál es el contexto macroeconómico
en el que nos encontramos sobre la base de las previsiones
macroeconómicas del Banco de España y, por supuesto, actualizadas, en la
medida de lo posible, con la evolución más reciente de los últimos dos
meses o mes y medio desde su publicación. Esto me permitirá, en primer
lugar, valorar el cuadro macroeconómico en el que habitualmente se
enmarcan los Presupuestos Generales del Estado, que, por supuesto, es muy
importante para el propio desarrollo de los presupuestos y para su
comprensión. En segundo lugar, ofreceré mi visión acerca de los
principales aspectos del proyecto de presupuestos para 2021 en torno a
tres grandes cuestiones: la composición en términos de ingresos y gastos,
el tono de la política fiscal y los riesgos para el cumplimiento del
objetivo de déficit público. Y por último, dedicaré la tercera parte de
mi intervención a exponer los retos más importantes que la política
fiscal de nuestro país tiene en el medio plazo. Creo que este es un punto
muy importante, como he tratado de enfatizar prácticamente desde el mes
de abril. A pesar de que creo que todos estamos de acuerdo en que la
expansión fiscal es necesaria, también es importante tener en cuenta una
visión de medio plazo que ayude a anclar las perspectivas de la política
presupuestaria en ese medio plazo.
Empezando por la situación macroeconómica y con la evolución del entorno
exterior de la economía española, como expuse a principios del mes de
octubre en la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital, la
pandemia ha provocado una disrupción sin precedentes en las dinámicas
económicas y sociales, tanto a nivel nacional como a nivel mundial. En la
primera parte del año la crisis sanitaria y las medidas que se
desplegaron para contenerla causaron en todo el mundo una profunda
recesión. El punto álgido de esa recesión fue la primavera. Con
posterioridad, se ha abierto una senda de recuperación, que, no obstante,
quiero caracterizar, como siempre -mantengo estas características de la
situación actual-, como incompleta, pues, a pesar de los repuntes
observados en los últimos meses en el crecimiento, los niveles de
actividad y de empleo siguen siendo significativamente más bajos que los
previos a la pandemia. Además, es una senda de recuperación desigual por
países, por sectores y por grupos poblacionales. No afectó, por supuesto,
el confinamiento ni las medidas de contención ni tampoco la recuperación
está siendo equilibrada en esas distintas dimensiones. Y también es una
recuperación muy frágil, como hemos podido comprobar en las últimas
semanas, dado que, ante la falta de una solución médica efectiva para el
virus, la intensidad de la senda de recuperación está sometida, por
supuesto, a la propia evolución de la pandemia y a la necesidad de
medidas de restricción que se están adoptando en todo el mundo.
Una forma de ilustrar cuál es el impacto macroeconómico de la pandemia es
utilizar las previsiones del Fondo Monetario Internacional que tienen
ilustradas en esta transparencia; las últimas publicadas por el fondo se
realizaron en el mes de octubre. (Apoya su intervención en un
powerpoint). El escenario
central de estas previsiones apunta a una caída del PIB del 4,4 % en 2020,
tras un crecimiento en 2019 del 2,8 %, una contracción que está siendo
más intensa en el conjunto de las economías avanzadas, destacando la
economía del área del euro. Enfatizo esto porque el área del euro es
donde nos encontramos y condiciona, por supuesto, la actividad de la
economía española con particular intensidad. Para 2021 esta institución
internacional espera que la actividad se recupere con relativa fuerza en
la práctica totalidad de las economías, lo que implicaría un crecimiento
del 5,2 % a nivel global, de acuerdo con esas previsiones, aunque también
hay que tener en cuenta que estas previsiones están realizadas antes de
los desarrollos más recientes de la pandemia, que, como todos sabemos,
han sido negativos. También me gustaría enfatizar que, a pesar de esta
recuperación, el nivel de PIB que se alcanzaría en 2021, de acuerdo con
estas previsiones, se situaría claramente por debajo del registrado en
2019.
En el área del euro, como decía, esta jurisdicción ha sido de las más
afectadas. La contracción de la actividad económica ha sido generalizada
en lo que va de año y, a pesar de la recuperación de los meses de verano,
tras la relajación de las medidas de confinamiento, el nivel del PIB del
área del euro, por ejemplo, utilizando los datos más recientes, se sitúa
en el último trimestre del año todavía un 4,3 % por debajo del último
trimestre de 2019. Por países, como todos sabemos, también ha habido,
como decía antes, una elevada heterogeneidad de las cuatro economías de
mayor tamaño del área. La pérdida de producto, con esta métrica que acabo
de utilizar, fue más pronunciada en el caso España -un 9,1 %- mientras
que Italia, Francia y Alemania se encuentran con caídas acumuladas en
torno al 4,5 o 4,1 %. Como decía, también persiste una elevada
incertidumbre sobre la intensidad de la recuperación en los últimos meses
del año, dado los desarrollos recientes de la pandemia en Europa. En este
sentido, la puesta en marcha generalizada de nuevas medidas de contención
de la crisis sanitaria podría llevar a una ralentización significativa
del ritmo de expansión de la actividad en los próximos trimestres e
incluso podría llevar a una contracción en el cuarto trimestre, al menos
en algunos países o sectores. Para el conjunto del año, las últimas
previsiones del Banco Central Europeo -están ilustradas en el gráfico de
la derecha de esta transparencia- para el escenario base arrojan una
disminución del PIB en torno al 8 % para 2020, seguida de un aumento del
5 % en 2021. En el escenario más severo, la contracción estimada para
este año se situaría en el 10 %, 2 puntos más elevada que en el escenario
base, y la recuperación también sería mucho más lenta en 2021, en torno
al 0,5 % de crecimiento del PIB real en el área del euro frente al 5 %
del escenario base.
Entrando en la economía española, como decía, el impacto de la pandemia
sobre la actividad ha sido particularmente acusado en nuestro país -lo
sabemos-, mucho más intenso que en otros episodios recesivos, como se
ilustra perfectamente en la comparación de las distintas crisis
económicas acontecidas en las últimas décadas en el gráfico de la
derecha, caídas intertrimestrales en el primer trimestre de más del 5 % y
de más del 17 % en el segundo trimestre. Con posterioridad, según los
últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística,
sabemos que en el tercer trimestre el PIB se habría recuperado en torno a
un 16,7 %. En todo caso, como decía también antes, es importante tener en
cuenta que el PIB de nuestra economía en el tercer trimestre aún se
encuentra casi un 9 % por debajo del registrado en el mismo periodo del
año anterior y ahora también cerca de un 9 % inferior al alcanzado a
finales de 2019.
Más allá del PIB, sabemos que la pandemia está teniendo consecuencias muy
negativas sobre las distintas variables y aquí me gustaría enfatizar al
menos cuatro de ellas. La primera, por supuesto, es el mercado laboral.
Aquí, como siempre desde el inicio de la crisis y como consecuencia de la
puesta en marcha de los expedientes de regulación temporal de empleo, lo
relevante desde el punto de vista económico es analizar lo que nosotros
llamamos la serie de afiliación efectiva, que es una variable que está
construida descontando de las cifras de afiliados a la Seguridad Social a
los trabajadores en situación de ERTE. Como pueden comprobar en el
gráfico de la izquierda, estas cifras han ido mejorando gradualmente
desde mayo, cuando registró una caída interanual de casi el 21 %. En
septiembre, sin embargo, se encontraba todavía en el 6,2 % de retroceso
con respecto al mismo periodo del año anterior. La segunda característica
de este impacto tan significativo de la crisis tiene que ver,
evidentemente, con las finanzas públicas y se ilustra en esta
transparencia, en el gráfico de la derecha. El déficit de las
administraciones públicas se situó en junio para el conjunto de las
administraciones públicas en casi el 7 % -6,9 %-, en términos acumulados
de doce meses, más de 4 puntos por encima del nivel registrado en 2019.
Esto, como pueden comprobar en el gráfico, se refleja tanto por una caída
muy significativa de los ingresos como por un notable aumento del gasto,
del cual alrededor de un 70 % estaría directamente relacionado con el
gasto de la pandemia.
En la misma dirección apuntan los datos más recientes. Como saben, los
datos mensuales excluyen a las corporaciones locales, que muestran un
déficit público hasta agosto del 7,8 % del PIB en términos acumulados de
doce meses, casi 5 puntos porcentuales por encima del cierre de 2019, 4,9
para ser exactos. Otras dos características que me gustaría subrayar de
esta evolución macroeconómica y del impacto de la crisis sobre la
economía española tiene que ver con la elevada heterogeneidad de los
efectos que está teniendo por sectores, por empresas y, por supuesto, por
grupos poblacionales. Una manera de ilustrarlos, en primer lugar, para la
parte sectorial es recoger los datos de la EPA, que muestran que en el
tercer trimestre las caídas interanuales en la hostelería eran todavía de
casi el 19,3 % y en las actividades artísticas de más del 9 %, mientras
que otras ramas de servicios de mercado, como las actividades
financieras, crecieron un 4,4 %, las actividades inmobiliarias un 2,3 % y
la información en las comunicaciones un 1,8 %. En grupos poblacionales
también es muy importante subrayar esta heterogeneidad. A mí algunas
cifras me parecen bastante elocuentes. Los asalariados temporales
mostraron un descenso interanual hasta el tercer trimestre del 13 %, lo
cual contrasta con aquellos trabajadores con contrato indefinido, que
disminuyeron solo un 0,8 %. Y también diría yo que particularmente
relevante y preocupante es la caída entre los trabajadores más jóvenes,
aquellos que tienen entre 16 y 29 años, que disminuyeron casi un 13 % en
el tercer trimestre, frente a la caída observada del 5,9 entre aquellos
de edades intermedias e incluso un aumento del 1,4 entre los mayores de
45 años. Hay que subrayar que la tasa de paro en el colectivo de jóvenes
ha aumentado en 7 puntos porcentuales en relación con el tercer trimestre
del año 2019, significativamente por encima del conjunto de la media
nacional. También quizá es importante subrayar el diferencial impacto por
nivel educativo. El descenso del empleo de aquellos trabajadores con
estudios bajos ha sido casi del 14 %, con datos hasta el tercer
trimestre, mientras que se observó incluso un aumento interanual del
empleo del 1,5 % entre los ocupados de tipo alto. Creo que son cifras
bastante elocuentes de la heterogeneidad y también de los potenciales
efectos sobre la desigualdad que esta crisis puede estar generando.
Un cuarto aspecto que también me gustaría subrayar tiene que ver con la
dinámica empresarial. ¿Qué está pasando con el sector empresarial? Hay
distintas formas de ilustrarlo, pero quizá podemos recurrir al número de
altas en los registros de la Seguridad Social de las empresas, que se ha
reducido muy sensiblemente desde el inicio de la crisis, con una
disminución de casi 84 000 empresas entre finales de febrero y finales de
septiembre, lo que supone un descenso de algo más del 6 % en tasa
interanual. Además, esta evidencia es coherente con los análisis
desarrollados por el Banco de España, que apuntan a un incremento
significativo de la vulnerabilidad financiera del sector empresarial
español. En particular, publicamos el último informe de estabilidad
financiera hace solo unos días y en él se muestra cómo el porcentaje de
empresas cuyo patrimonio neto es menor de la mitad de su deuda neta, que
es una variable que trata de medir la vulnerabilidad financiera, se ha
elevado desde menos de un 20 % antes de la irrupción de la pandemia hasta
más de un 25 %. En algunos sectores los incrementos han sido muy
significativos, en particular en el caso de las pymes y también del
turismo y el ocio.
Estos son los mimbres y la información con los que el Banco de España
publicó sus últimas previsiones macroeconómicas a mediados del mes de
septiembre. En aquel momento, como consecuencia de la enorme
incertidumbre que teníamos entonces y que todavía tenemos, el banco
decidió no solamente publicar un escenario, como hacemos habitualmente,
sino publicar en este caso dos escenarios, cada uno de ellos con
distintos supuestos sobre la evolución de la pandemia: uno más optimista,
que es el que denominamos escenario 1, y un escenario más pesimista en el
que la evolución de la pandemia, las medidas de confinamiento y el
deterioro de la actividad económica generado por estas medidas sería
superior, que hemos denominado escenario 2. Tratando de resumir estos
escenarios, como se ilustra en esta transparencia, en el escenario 1 el
PIB se contraería este año en algo más del 10 %, el 10,5 %, y un 12,6 %
en el escenario 2. No se recuperarían los niveles de actividad previos a
la crisis en el escenario 1 antes de finales de 2022 y más tarde, por
supuesto, en el escenario 2. Para que tengan una referencia, en el
escenario 1 el nivel de PIB en el último trimestre de 2022 -es decir, en
el final del horizonte de proyección- se situaría todavía 2 puntos por
debajo del nivel previo a la crisis; en el escenario 2, este nivel de PIB
sería de 6 puntos por debajo del nivel previo a la crisis. Quizá también
sea importante subrayar, aunque luego lo comentaré con más detalle cuando
valore el cuadro macroeconómico de los presupuestos, que en los dos
escenarios el PIB crecería en 2021, pero evidentemente a tasas muy
distintas en uno y en otro escenario. En el escenario 1, el más
optimista, la tasa de crecimiento del PIB se elevaría por encima del 7 %
-7,3 %-, mientras que en el escenario 2 el crecimiento del PIB en 2021
sería solo ligeramente por encima del 4 %.
El impacto de la pandemia sobre el PIB español, como decía antes, es muy
superior al de otras economías. Esto ya lo hemos analizado en distintas
comparecencias en el pasado y este elemento diferencial de la economía
española tiene que ver, como se puede comprobar en el gráfico, con una
evolución de la pandemia más negativa que en la media de la zona euro,
quizá también con unas medidas de confinamiento más estrictas -al menos
en la primavera-, pero también quizá de manera muy relevante con algunos
aspectos estructurales de la economía española como son su elevada tasa
de temporalidad, la estructura productiva por la que los sectores
afectados por esta crisis tienen un mayor peso en nuestra economía y
también la presencia de pequeñas y medianas empresas en nuestro país, que
son un porcentaje del tejido empresarial mayor que en otros países y que
normalmente son más vulnerables a cualquier tipo de perturbación
negativa.
Por cerrar este capítulo de la presentación de las previsiones del Banco
de España, déjenme que haga una mención a cuál es la evolución prevista
de la tasa de paro en esos dos escenarios, escenario 1 y escenario 2. En
los dos casos aumentaría muy significativamente la tasa de paro, como
pueden comprobar en el gráfico de la izquierda, tanto en el escenario 1
como en el escenario 2, en 2020 y también en 2021. Solo se empezaría a
reducir en el año 2022, pero en los dos casos permanecería por encima del
18 % y sería de más del 20 % en el escenario 2. El efecto sobre las
cuentas públicas que esperamos también es muy significativo, como pueden
comprobar en el gráfico de la derecha. El déficit público se situaría en
el 10,8 % del PIB en el escenario 1 y en más del 12 % en el escenario 2,
para el año 2020. A pesar de que esta ratio se reduciría gradualmente en
2021 y en 2022, el déficit público aún permanecería al final del
horizonte de proyección -en este caso, 2022- en cotas muy elevadas, más
del 6 % en el escenario número 1 y más del 8 % en el escenario número 2.
Por supuesto, las consecuencias sobre la deuda pública son evidentes. La
ratio de deuda pública repuntaría muy significativamente en 2020, entre
20 y 25 puntos porcentuales dependiendo del escenario considerado, y se
situaría al final del horizonte de proyección, como pueden comprobar en
esas barras del gráfico de la derecha, en el 118 % del PIB en el
escenario 1 y en el 128 % en el escenario 2. Quiero hacer una mención
también al IPC, a los precios de consumo. Los escenarios representados en
septiembre contemplaban que, tras la notable desaceleración registrada en
los últimos meses, la tasa de inflación general se situaría en terreno
negativo en el promedio de 2020 y solo se elevaría de forma muy gradual
en los dos próximos años hasta alcanzar entre el 1 y el 1,2 % en 2021 en
cualquiera de los dos escenarios considerados, alrededor del 1 %.
Evidentemente, esto se apoyaría en la paulatina recuperación de la
demanda agregada y en una cierta aceleración del componente energético de
los precios.
Un punto que quería enfatizar es que estas son las previsiones del Banco
de España publicadas en septiembre. Evidentemente, desde septiembre han
sucedido cosas. No voy a tratar de actualizar las previsiones porque el
Banco de España publicará unas nuevas previsiones -en este caso,
conjuntamente con los bancos centrales nacionales del eurosistema y el
propio Banco Central Europeo- en el mes de diciembre, pero sí me gustaría
dar alguna señal sobre hacia dónde podría ir esta actualización. En
primer lugar, creo que es de destacar que hemos conocido la semana pasada
la tasa de crecimiento intertrimestral del tercer trimestre publicada por
el INE, un 16,7 % intertrimestral. Esta tasa es la misma -una décima más
alta- a la prevista por el Banco de España en el escenario número 1, es
decir, en el escenario más optimista, 16,6 frente al 16,7 % que se ha
observado. Sin embargo, como señalaba con anterioridad, una amplia
batería de indicadores -algunos de ellos se muestran en esta
transparencia- apuntaría a que a lo largo del tercer trimestre y, por
supuesto, en lo que llevamos del cuarto la intensidad de esta
recuperación habría ido perdiendo impulso. Esto está motivado,
evidentemente, por el rápido incremento en el número de contagios, como
se ilustra en el gráfico de la izquierda. De alguna manera, si durante el
tercer trimestre la actividad económica había logrado recuperarse de
acuerdo con el escenario más benigno, el escenario número 1 descrito con
anterioridad, la evolución de la enfermedad y las medidas de contención
de las últimas semanas podrían asemejarse, en mayor medida en este
momento, a los supuestos recogidos en el escenario 2. Este es uno de los
principales mensajes que querría trasladar.
Para tratar de ilustrar este punto, voy a dar algunas cifras. En el
gráfico de la derecha, el índice de gestores de compras, un indicador
cuya evolución habitualmente sirve como referencia adelantada del
comportamiento futuro de la economía, se redujo en nuestro país en agosto
y septiembre, como pueden comprobar, después de una recuperación muy
significativa. Se ha roto la senda alcista que había mantenido en los
meses anteriores. Además, la mejoría que se venía observando -ahora me
paso al gráfico intermedio- desde finales del segundo trimestre en los
indicadores diarios de movilidad -por ejemplo, de Google, de tráfico
aéreo o de tráfico por autopistas- se ha detenido e incluso revertido en
algún caso desde mediados de julio. Hoy se han conocido los datos de
afiliación correspondientes al mes de octubre. Aunque no tengo los datos
correspondientes a los ERTE y, por tanto, no puedo calcular de momento
los datos de afiliación efectiva, circunscribiéndome solamente a los
datos que se han publicado hoy, los datos de afiliación mostrarían un
cierto estancamiento. La tasa interanual se ha quedado en una caída del
2,3 % cuando hasta este momento íbamos progresivamente recuperando tasas
de crecimiento negativas pero cada vez menos negativas. En este caso, lo
que hemos observado en octubre es un cierto estancamiento, aunque insisto
en que todavía no está disponible la información en relación con la
evolución de los ERTE.
Por otra parte, en lo transcurrido del cuarto trimestre el deterioro de la
evolución epidemiológica se ha intensificado en España y en la mayoría de
los países de nuestro entorno. Esto es muy significativo porque ese es el
entorno exterior al que me estaba refiriendo antes y que es tan
importante para una economía tan abierta como la economía española. Por
tanto, parece plausible anticipar que la actividad económica en este
tramo final de año y en los comienzos de 2021 mostrará un menor dinamismo
que el anticipado en el escenario más optimista y podría asemejarse más
al del escenario más pesimista de los dos que he mencionado. También
quizás es importante que la evolución de la inflación recientemente ha
sorprendido claramente a la baja. Esto es importante desde luego para la
definición de algunos de los parámetros que se incluyen en el proyecto de
Presupuestos Generales del Estado. Se situó en tasa interanual en octubre
en el menos 0,9 %, de acuerdo con el indicador adelantado del IPC
publicado por el INE la semana pasada, y esto nos llevaría a pensar que
las tasas de inflación en los próximos trimestres también serían más
bajas de las que publicamos o de las que anticipábamos en septiembre.
Además de todo esto, la valoración que hacemos en el Banco de España sobre
los riesgos para la economía es que evidentemente el nivel de
incertidumbre es muy elevado y los riesgos están claramente sesgados,
orientados a la baja. En esta transparencia he tratado de resumir algunos
de los argumentos que se encuentran detrás de esta valoración de que los
riesgos se encuentran a la baja. Lo más evidente es que esta valoración
se deriva de la propia evolución epidemiológica de la pandemia, sobre la
que aún persisten considerables riesgos en relación con su evolución
futura y, evidentemente, de materializarse estos riesgos lastrarían la
recuperación sin que pudieran descartarse impactos muy acusados como
consecuencia de cambios abruptos, potencialmente no lineales, en las
dinámicas de los mercados financieros e incluso en las dinámicas del
sector financiero o en la confianza de los agentes. Este creo que es un
punto importante. Normalmente en los efectos no hay mucha evidencia
empírica, porque afortunadamente no hemos sufrido en el pasado dobles
desaceleraciones seguidas unas de otras, pero las dobles desaceleraciones
pueden generar efectos negativos no lineales en relación con las primeras
oleadas.
Al margen de las cuestiones relativas a la evolución de la pandemia,
también subsisten algunas fuentes de incertidumbre importantes en el
plano exterior. La más evidente es, claro está, la posibilidad de que las
negociaciones sobre el brexit concluyan sin un acuerdo al final del
periodo transitorio. Esto sigue siendo un riesgo a día de hoy. Y otra
fuente de incertidumbre adicional tiene que ver con la evolución futura
de las relaciones comerciales entre EEUU y China. Indudablemente, esta
evolución estará muy condicionada por los resultados de las elecciones
presidenciales celebradas ayer en Estados Unidos, que por supuesto
todavía ni siquiera conocemos los resultados finales. En el ámbito
doméstico, un factor muy relevante al que le voy a dedicar un tiempo en
la presentación de hoy tiene que ver con nuestra capacidad para movilizar
y asignar eficientemente los fondos que se enmarcan en el programa Next
Generation EU, de la Unión Europea. Aquí me gustaría enfatizar que en el
ejercicio de septiembre del Banco de España el impacto de este programa
no se incorporó explícitamente, no estaba incorporado en esos números que
he dado ni para el escenario 1 ni para el escenario 2, básicamente porque
en septiembre teníamos una enorme incertidumbre sobre las magnitudes que
se iban a distribuir entre países y también sobre el grado de utilización
de los mismos. No obstante, sí publicamos una pieza analítica en la que,
bajo distintos supuestos, se daban unas estimaciones de los impactos
potenciales que podía tener el uso de estos fondos. Los resultados de ese
análisis apuntaban a que el programa europeo, por el volumen potencial de
recursos que permitiría movilizar, tiene sin duda el potencial de
convertirse en un importante elemento de apoyo de la recuperación e
incluso, si se utiliza adecuadamente, del crecimiento potencial de la
economía española. En este sentido, este programa, estos fondos suponen
un riesgo al alza sobre nuestras previsiones de septiembre que más
adelante trataré de cuantificar.
Finalmente, me gustaría mencionar un factor, en esta línea de repaso de
los riesgos para esos escenarios de crecimiento económico que publicamos
en septiembre, que tiene que ver con la actuación
de las políticas económicas. En el Banco de España hemos enfatizado desde
el primer momento de esta crisis que la magnitud del impacto de la crisis
sanitaria dependía crucialmente de la respuesta de política económica y
hemos defendido una respuesta muy enérgica tanto a nivel europeo en la
política fiscal y prudencial macrofinanciera, y por supuesto de la
política monetaria, que ha respondido claramente a estas necesidades,
como también de la política doméstica, y hemos defendido desde el primer
momento que se requería una expansión fiscal probablemente sin
precedentes en la historia económica. Este ha sido el caso a nivel
global, a nivel europeo y a nivel doméstico. Lo que es importante en
estos momentos, y esto va a condicionar en buena medida hasta qué punto
esta segunda ola va a tener efectos más o menos persistentes y profundos
sobre el crecimiento económico, es que el tono de esta política fiscal
tiene que seguir siendo claramente expansivo teniendo en cuenta esas
características que he mencionado antes de incertidumbre, pero también
del carácter incompleto, del carácter desigual y sobre todo del carácter
frágil de la recuperación que todavía tenemos. En este sentido -y este es
un punto que quiero enfatizar porque creo que es muy importante para
entender la valoración que nosotros hacemos de estos presupuestos-, creo
que el Gobierno, y el Parlamento por supuesto, deben estar preparados
ante la eventualidad de que una materialización de los riesgos de la
evolución más desfavorable de la pandemia haga necesaria la introducción
de medidas adicionales o una extensión o recalibración de las ya
existentes.
Una segunda cuestión en relación con cómo debe ser la política económica
desde nuestro punto de vista de aquí en adelante es que esta debe ser
ahora evidentemente más selectiva. Como decía, y he tratado de subrayar a
lo largo de la primera parte de mi intervención, la crisis económica no
está afectando a todos los sectores ni a todas las empresas, ni a todos
los grupos poblacionales de la misma manera. Por tanto, es importante que
se focalice esta ayuda pública en esos sectores, empresas y grupos
poblacionales más afectados. También creo que hay que dar un giro
progresivo a los instrumentos con los que se realiza esta política
económica en el sentido de que los recursos públicos han de reorientarse
progresivamente hacia aquellos usos o iniciativas que muestren una mayor
capacidad para incrementar el potencial de crecimiento de la economía, lo
que en particular insta a que la política presupuestaria favorezca y no
obstaculice la necesaria reasignación de recursos -a esto le dediqué
bastante tiempo en mi comparecencia en la Comisión de Economía-,
básicamente porque todos tenemos la sensación de que, por un lado, se
están produciendo cambios estructurales como consecuencia de la pandemia
y, además, al mismo tiempo se están produciendo daños estructurales
derivados de la pandemia que evidentemente hay que enfocar de la manera
correcta.
Y, por último, creo que también es muy importante para tratar de
complementar esta visión sobre la política presupuestaria -sobre lo que,
en nuestra opinión, debe ser la política presupuestaria- introducir el
componente de restricción presupuestaria, que en el corto plazo significa
que los incrementos del déficit deberían ser a través de instrumentos
temporales, puramente temporales y no de carácter estructural, que
aumenten la vulnerabilidad de las finanzas públicas en España, que ya era
significativamente más vulnerable que la de otros países tanto en
términos de deuda como de déficit público. Y luego, como enfatizaré y
llevo enfatizando en los últimos ocho meses, creo que, como decía también
al principio de mi intervención, es muy importante que nos anclemos en un
plan presupuestario de medio plazo que dé credibilidad a la política
económica. Luego entraré con más detalle en esta última cuestión.
Con este marco, con esta visión que tenemos en el Banco de España sobre la
evolución macroeconómica y, sobre todo, la situación más reciente y los
riesgos hacia delante, me permito ahora tratar de valorar el cuadro
macroeconómico que enmarca el proyecto de presupuestos que se ilustra en
esta transparencia en sus números más importantes. Como saben, el cuadro
macroeconómico de los presupuestos anticipa una caída del PIB real en
España del 11,2 % en 2020, que iría seguida de un crecimiento del 9,8 %
en el año 2021. En el ámbito fiscal, este cuadro incorpora una corrección
de 3,6 puntos porcentuales en el déficit público en el año 2021 frente a
2020, y el déficit público pasaría del 11,3 % al 7,7 %. Voy a centrarme
en tres aspectos que me parecen importantes de este cuadro
macroeconómico. Primero, como siempre, hay que empezar analizando qué
valoración tenemos sobre el cierre del año base, que en este caso es el
año 2020. Si comparamos estas previsiones que están en el cuadro
macroeconómico tanto de déficit público como de crecimiento económico con
las publicadas en el informe de proyecciones del Banco de España, vemos
que, en el caso del PIB, por ejemplo, la magnitud del retroceso, ese 11,2
% que se prevé, se encuentra relativamente centrada dentro del rango
contemplado por los dos escenarios presentados en septiembre por el Banco
de España. Lo mismo sucede con la previsión de déficit público; se puede
comprobar perfectamente tanto en el gráfico de la izquierda como en el
gráfico de la derecha de esta transparencia. Por tanto, digamos que nos
sentiríamos cómodos con
esa previsión. Si se comparan las previsiones del Gobierno con las
previsiones de otros analistas para estas mismas variables, que también
se ilustran en el gráfico, por ejemplo tomando la información del
consenso publicada a mediados del mes pasado, el promedio de los
analistas apunta a una contracción del PIB en torno al 12 % y un déficit
público también en torno al 12 % para 2020, que son números ligeramente
más negativos que los estimados por el Gobierno. Eso en cuanto al
ejercicio 2020.
En segundo lugar, en cuanto a la previsión de crecimiento económico en
2021, la previsión del 9,8 %, hay que subrayar, como detalla el informe
económico financiero y también el libro amarillo de los presupuestos, que
esta previsión incorpora disponer de 27 000 millones de euros
provenientes de los fondos europeos, es decir, alrededor de un 2,4 % del
PIB del año 2020, lo que supondría un impacto positivo sobre la tasa de
crecimiento del PIB en torno a 2,6 puntos porcentuales; el multiplicador
más o menos implícito está en torno al 1,2. Si se elimina el impacto de
los fondos, y eso nos permite compararla con la previsión del Banco de
España de septiembre, que, como he dicho antes, no incorporaba los
fondos, la previsión del presupuesto es del 7,2 %, que en este caso ya no
está en la mitad del rango de los que he mencionado con anterioridad,
sino que es prácticamente la misma que la del escenario más optimista de
septiembre del Banco de España. Ahora bien, he tratado de subrayar en la
primera parte de la intervención, con el ánimo precisamente de estar en
situación de valorar ahora la previsión de crecimiento del año 2021, que
las previsiones del Banco de España de septiembre, las del escenario 1,
son ahora, a la luz de los desarrollos más recientes, optimistas, tienen
sesgos claramente a la baja, y además existen riesgos claros, que he
tratado de subrayar antes, de que esta previsión sea peor a la prevista
entonces, de tal manera que se trasladaría esta visión sobre la
existencia de riesgos a la baja a la previsión de crecimiento del
Gobierno.
Un punto muy importante, y este es el tercer aspecto en el que me gustaría
concentrarme, tiene que ver precisamente con el uso de los fondos
europeos y con el multiplicador que acabo de mencionar. En los dos casos
podemos decir que el uso de los fondos europeos y los multiplicadores
incorporados en el proyecto de presupuestos parecen optimistas también a
la luz de la evidencia histórica y de la evidencia empírica de que
disponemos. En esta transparencia lo que se trata de ilustrar es cuál ha
sido la capacidad de movilización de los fondos europeos en el pasado por
la economía española, por ejemplo, durante la vigencia de los siete años
de los fondos estructurales europeos, y se ve que la tasa de absorción de
la economía española de los recursos disponibles nunca superó el 80 % y
sobre todo en los primeros años este grado de ejecución era
significativamente más bajo. Con lo cual, para el año 2021 esto pone en
cuestión que el uso de los fondos vaya a ser tan intensivo como el que se
incorpora en el proyecto de presupuestos. La segunda consideración que
también trata de ilustrar esta segunda transparencia tiene que ver con el
valor del multiplicador, ese 1,2 que he mencionado con anterioridad, que
también se encuentra en el rango alto en relación con el promedio de la
evidencia empírica de estos multiplicadores de la inversión pública
observada en los últimos años, que ha estado en torno al 0,8. Por tanto,
dos fuentes de riesgo adicionales; he subrayado la del escenario sin
fondos europeos como consecuencia de todos los argumentos que he
utilizado para enfatizar los riesgos a la baja sobre nuestras propias
previsiones macroeconómicas, al menos del escenario más optimista, que se
trasladarían también a ese escenario macroeconómico del Gobierno, y, por
supuesto, los derivados tanto de la posibilidad de que el uso de los
fondos no sea tan rápido en el año 2021 como el incorporado en los
presupuestos, como de que el multiplicador sea claramente más bajo, sobre
todo en el primer año. Esto lo quiero enfatizar porque normalmente la
ejecución de los proyectos de inversión pública tiene réditos que a veces
superan incluso multiplicadores del 1, pero en el corto plazo es difícil
que estos se materialicen rápidamente. En definitiva, ¿cuál es nuestra
visión? Nuestra visión es que el cuadro macroeconómico en el que se
enmarcan los presupuestos está sujeto a riesgos a la baja derivados tanto
de una posible evolución de la pandemia que genere efectos más negativos
sobre la actividad económica de los proyectados, como, de hecho, estamos
experimentando en las últimas semanas en el mundo, como también de la
dificultad de ejecutar a tiempo y en proyectos de calidad los fondos
asumidos derivados del programa europeo.
El último aspecto que querría destacar es que, derivados de estos riesgos
en el cuadro macroeconómico, también existe un riesgo de desviación en
cuanto a la previsión de déficit público, a la que luego me referiré con
un poco más de detalle; de la tasa de paro incorporada en los
presupuestos, que es una variable también relevante a la hora de elaborar
los Presupuestos Generales del Estado, y de la inflación, que de nuevo
también es muy importante, como luego subrayaré. En cuanto a la tasa de
paro, mientras que en el cuadro macroeconómico del proyecto de
presupuestos se espera una caída de 0,8 puntos porcentuales en 2021, los
escenarios del Banco de España, tanto el escenario 1 como el escenario 2,
prevén
aumentos entre el 2,3 y 3,5 %, respectivamente. Es verdad que no
incorporan los fondos europeos, como he subrayado en distintas ocasiones,
pero una vez que incorpora el potencial impacto de estos fondos europeos
también pensamos que existen claros riesgos de una evolución más
desfavorable de la tasa de paro que la que se incorpora en el proyecto de
presupuestos. En cuanto a la inflación, como acabo de señalar, de nuevo
las dinámicas de precios que hemos conocido hasta este momento nos llevan
a pensar que los escenarios, también el cuadro macroeconómico, tienen
riesgos de que la evolución del IPC sea claramente más baja que la
incorporada en esos presupuestos y que la previsión del Banco de España
de septiembre.
Tras esta primera valoración del cuadro macroeconómico, en el que me he
detenido ampliamente porque creo que es muy importante y que el Banco de
España está en condiciones de hacer una valoración profunda del mismo,
voy a entrar ahora en valorar el contenido de las principales medidas de
ingresos y gastos de los presupuestos, el tono general de la política
fiscal -el tono más o menos expansivo del año 2021 a la luz de los
comentarios que he hecho sobre cuál debería ser normativamente ese tono-
y la evolución esperada de la deuda pública. Un matiz importante de cara
a que entiendan bien los números que voy a tratar de trasladar a partir
de este momento es que no me voy a referir solamente al proyecto de
presupuestos, sino también al plan presupuestario que presentó el
Gobierno hace ya algunas semanas, dado que el plan presupuestario incluye
también los ingresos y gastos de comunidades autónomas y corporaciones
locales. En un país tan descentralizado como España, si se quiere tener
una visión completa y adecuada de la política presupuestaria es muy
importante jugar con estos dos documentos. Voy a empezar, en primer
lugar, con la parte de gasto público. El proyecto de presupuestos prevé
un aumento muy significativo del gasto total, un 24 %; en gasto primario,
un crecimiento del 26 %, siempre con respecto al avance de liquidación de
2020. Voy a centrar mis comentarios sobre el gasto público en cuatro
grandes bloques. El primero, brevemente, de nuevo el programa NGEU, el
programa de los fondos europeos. En segundo lugar, me voy a referir a
aquellas partidas de gasto más directamente vinculadas a la gestión de la
pandemia. En tercer lugar, voy a hacer alguna mención a algunas medidas
concretas de carácter discrecional que se incluyen en los presupuestos.
Y, por último, me voy a referir a aquellas partidas cuya evolución
depende endógenamente, si me permiten la expresión, del propio cuadro
macroeconómico.
En primer lugar, en relación con el programa derivado de los fondos
europeos, como decía, se han presupuestado aumentos muy significativos en
ciertas partidas de gasto, que, en términos de comportamiento histórico
de las mismas, suponen incrementos anuales sin precedentes: inversiones
reales del Estado, que aumentarían un 47 %, equivalente a 0,2 puntos de
PIB; el gasto en investigación, desarrollo e innovación y en
infraestructuras lo hace en un 70 %, alrededor de 0,4 puntos de PIB, y en
52 %, 0,3 puntos de PIB, respectivamente -todo ello con respecto a lo
presupuestado en 2019 porque no tenemos la información, evidentemente,
sobre un avance de liquidación de estas partidas-, mientras que el gasto
en educación y sanidad aumentaría en un 80 %, 0,2 puntos de PIB, y 71 %,
0,3 puntos de PIB, respectivamente. Ya he mencionado anteriormente que,
dada la magnitud de estos incrementos y los posibles retrasos en su
tramitación efectiva, existen ciertos riesgos de que estos incrementos no
puedan llegar a materializarse en su totalidad. Este es un punto que creo
que es importante. En todo caso, independientemente de la cantidad de los
fondos europeos que se movilicen el año próximo, quiero volver a insistir
en la importancia de la calidad en la gestión de los mismos. Como ya he
mencionado, es fundamental que estos fondos se asignen a proyectos de
inversión pública con un elevado efecto multiplicador no solamente de
corto plazo, sino también sobre el crecimiento potencial de la economía.
Además, teniendo en cuenta el carácter temporal de los fondos europeos,
creo que también es preciso subrayar que dichos recursos no se destinen a
sufragar aumentos permanentes de gasto, pues ello no haría más que
aumentar nuestro ya elevado déficit estructural. Estos, sin duda, serán
los aspectos clave -diría yo- a valorar en los próximos trimestres, a
medida que se conozcan más detalles de los proyectos concretos que se
beneficiarán del programa europeo.
Mi segundo comentario se refiere a las previsiones del proyecto de
presupuestos en relación con algunas partidas de gasto que se han visto
muy afectadas por la pandemia en 2020. Por ejemplo, de acuerdo con las
cifras del presupuesto, se espera que el gasto en compras de bienes y
servicios, rúbrica que incluye la adquisición de material sanitario, por
ejemplo, retroceda un 2,5 % en 2021, después de registrar un aumento del
14 % en 2020. En el mismo sentido, también se prevé que el gasto en
desempleo -partida que, entre otros factores, se ve muy afectada por la
activación de los ERTE, que he mencionado con anterioridad- retroceda un
36 % en 2020. A este respecto quería subrayar que, en la medida en que
la evolución epidemiológica de la pandemia plantea en estos momentos
evidentes riesgos sobre la marcha de la economía, es posible que el gasto
en estas partidas no pueda llegar a reducirse tanto como los propios
presupuestos prevén, porque, por ejemplo, se estime conveniente mantener
los ERTE por un período de tiempo más prolongado que el inicialmente
estimado. De nuevo, esto es un riesgo de desviación al alza en estas
partidas que es difícil de cuantificar en este momento.
El tercer comentario que quería compartir con ustedes se refiere -como
decía antes- a algunas medidas discrecionales de los presupuestos, y este
punto es el que trata de ilustrar esta transparencia. En particular, los
Presupuestos Generales del Estado incluyen una propuesta de incremento de
la retribución de los empleados públicos de un 0,9 % en 2021, que está en
línea con la inflación prevista en los propios presupuestos para el año
próximo, que se enmarca además en un conjunto de propuestas que también
incorporan un aumento de la misma magnitud en las pensiones
contributivas, del 1,8 %, superior por tanto, en las pensiones mínimas y
las pensiones no contributivas, y del 5 % en el indicador público de
rentas de efectos múltiples, el Iprem, que se usa -como saben todos
ustedes- como referencia para la revalorización de las subvenciones,
ayudas y subsidios de desempleo. Está claro -y todos los sabemos- que el
salario de los empleados públicos y las pensiones son dos de los asuntos
más sensibles en materia presupuestaria y están muy presentes en el
debate social. No obstante, querría subrayar algunos aspectos en este
ámbito desde una perspectiva más puramente técnica. En primer lugar, como
ya he mencionado, en un entorno ya de por sí de escaso dinamismo de los
precios los riesgos sobre las previsiones de inflación en el corto y
medio plazo están claramente sesgados a la baja. Esto lo he tratado de
dejar claro con anterioridad. En este contexto, como de hecho ya ha
sucedido o va a suceder en 2020, en que se ha producido una indiciación
de pensiones y erario público del 0,9 %, que superará claramente la
inflación observada, que acabará, de acuerdo con las previsiones de
septiembre del Banco de España, con un promedio para el año de una caída
del 0,3 %, la propuesta de incremento de los salarios públicos y de las
pensiones contempladas en el proyecto de presupuestos podrían redundar,
si se materializan esos riesgos que he tratado de enfatizar, en un
aumento de las compensaciones reales de estos colectivos en una coyuntura
que, al mismo tiempo, se contextualiza en una importante destrucción de
empleo en el conjunto de la economía y un deterioro muy acusado, sin
precedentes, en las cuentas públicas. En este contexto, en mi opinión,
sería más conveniente que, en lugar de adoptar incrementos salariales
generalizados para los trabajadores públicos, que podrían llevar a
incrementos reales ex post, también para el caso de las pensiones, se
valorase, al menos en el caso de los incrementos salariales, la
posibilidad de implementar incrementos más focalizados dentro del
colectivo de funcionarios, como por ejemplo podría ser el caso del
personal sanitario. Yo creo que esto evitaría que estos incrementos de
salarios reales generaran un incremento indudable del déficit
estructural, que añadiría dificultades a las vulnerabilidades de las
cuentas públicas que ya en este momento tenemos.
Por último, querría comentar muy brevemente las previsiones que el
proyecto de presupuestos generales del Estado tiene sobre algunas
partidas de gasto relevantes, cuya evolución depende del propio cuadro
macroeconómico, o sobre otros factores puramente exógenos como, por
ejemplo, los demográficos, que afectan indudablemente a partidas como
intereses, en el primer caso, y a las pensiones en el segundo caso. Las
previsiones que se contienen en los Presupuestos Generales del Estado en
estos casos, tanto para intereses como para pensiones, están muy en línea
con las estimaciones que surgen de los modelos utilizados por el Banco de
España, con lo cual en ese caso no vemos riesgos de desviación, salvo en
el caso de las prestaciones por desempleo en el caso de que la tasa de
paro evolucionara claramente a peor que la previsión macroeconómica del
Gobierno y, por tanto, llevado esto a las prestaciones por desempleo,
creemos que no puede descartarse que la cifra de gasto en prestaciones
por desempleo de los presupuestos sufra desviaciones al alza
significativas en relación a la cuantía presupuestada. Esto en cuanto a
los gastos.
Pasando ahora a los ingresos, como saben todos ustedes -no voy a
subrayarlo; en esta tabla se resumen algunas de las medidas más
importantes-, el proyecto de presupuestos propone un conjunto amplio de
cambios legislativos que están -como digo- resumidos en esta
transparencia y que no voy a detallar. Como en el caso de las partidas de
gasto, mi valoración del capítulo de ingresos no va a profundizar -al
menos en esta primera intervención- de forma individualizada en las
distintas medidas, sino que voy a tratar de ceñir mis comentarios en tres
aspectos muy concretos, que son: su idoneidad en el tiempo, la
orientación general de esos cambios impositivos y los riesgos en torno a
su capacidad recaudatoria.
En primer lugar, querría hacer una reflexión sobre la idoneidad del
momento en el que se adoptan los cambios impositivos propuestos. Como
acabo de señalar, hemos defendido en el Banco de España que, en respuesta
a la pandemia, la política fiscal debe proporcionar una respuesta muy
decidida en el corto plazo para limitar los efectos adversos de la crisis
sobre las empresas, los autónomos y los hogares, y evitar, por tanto, el
potencial decrecimiento de la economía. Pues bien, en mi opinión, la
recuperación aún en curso -como he tratado también de subrayar- presenta
evidentes síntomas de fragilidad y se encuentra sometida a considerables
riesgos a la baja que no aconsejan un aumento generalizado de la presión
fiscal en el corto plazo. Por eso, en mi opinión, hubiera sido preferible
retrasar la introducción de al menos algunas de estas figuras, las que
podamos considerar que pudieran tener algún efecto más negativo en el
corto plazo, hasta que nuestra recuperación económica fuera algo más
robusta.
En segundo lugar, en cuanto a los instrumentos sobre los que se hace
pivotar el aumento impositivo proyectado, insisto -y volveré sobre esta
cuestión al final- en la idea de que nuestro país necesita una reforma
profunda e integral del sistema tributario. Además, en muchos casos -este
es el caso del impuesto sobre transacciones financieras o servicios
digitales- es imprescindible, o muy deseable al menos, que estos ajustes
se aborden de forma coordinada a nivel internacional para maximizar su
efecto recaudatorio y también para evitar distorsiones competitivas o la
potencial deslocalización de bases impositivas. Volveré a referirme a
esta cuestión más adelante, cuando analice los principales retos fiscales
a los que se enfrenta nuestra economía en el medio plazo.
Finalmente, y también en relación con esta evolución de los ingresos, me
voy a referir a los posibles riesgos que existen sobre la materialización
de los incrementos de recaudación y de evolución de los ingresos en
general que se incorporan en los presupuestos y que subyacen en esa
previsión de ingresos. El crecimiento de los ingresos tributarios y por
cotizaciones sociales se estima en los presupuestos en alrededor del 9 %
en 2021 en términos presupuestarios, esto es importante. Esta cifra
refleja tanto la entrada en vigor de las medidas discrecionales que acabo
de subrayar como el comportamiento previsto de las bases impositivas,
cuya evolución depende fundamentalmente del contexto macroeconómico. En
este sentido, son tres los factores principales que condicionan la
factibilidad de esta previsión y todos ellos están sometidos a una
incertidumbre muy elevada. En primer lugar, la capacidad recaudatoria de
las nuevas figuras impositivas, que en un contexto macroeconómico tan
complejo es muy difícil de estimar, esto hay que tenerlo claro, sobre
todo porque en algunos casos no tenemos muchas referencias históricas o
referencias internacionales. En segundo lugar, la sensibilidad de la
recaudación a las bases impositivas -la elasticidad, que llamamos los
economistas-, que también es muy difícil de valorar con precisión en
coyunturas como la actual. Y, en tercer lugar, la propia evolución del
entorno macroeconómico en España y a escala global, que -como he señalado
anteriormente- se encuentra sujeto a importantes riesgos a la baja. De
acuerdo con los análisis realizados por el Banco de España, los riesgos
de desviación en el caso de los ingresos los vemos sobre todo derivados
del último de estos factores, que es el grado de dinamismo de la
actividad del 2021, no tanto de la estimación del impacto recaudatorio de
las medidas ni tampoco de la utilización de unas elasticidades distintas
a las medias históricas, sino más bien de que el cuadro macroeconómico
podría ser más negativo del que inicialmente está previendo Gobierno en
los presupuestos. Considerando conjuntamente todos los comentarios
anteriores que he hecho tanto sobre la evolución potencial del gasto como
de la evolución potencial de los ingresos, cabe concluir que, desde
nuestro punto de vista, por supuesto, existe un riesgo significativo de
que el déficit público supere el año próximo su nivel de referencia del
7,7 % que se incorpora a los presupuestos.
En cuanto al tono de la política fiscal, es decir, el grado de expansión
que se incorpora implícitamente en los números presupuestarios -como
saben, esto se mide una manera solo aproximada porque no es una variable
observable a través de la variación del saldo estructural o del saldo
estructural primario-, de acuerdo con la información contenida en el plan
presupuestario, en este caso, el plan presupuestario del saldo
estructural empeoraría desde un 4,1 % en 2019 a un 5,4 % en 2020 y a un
6,3 % en 2021, por lo tanto, de acuerdo con estas estimaciones, el tono
de la política fiscal sería expansivo en 1,4 puntos en 2020 y en 2021 en
0,8 puntos porcentuales. Solo me gustaría subrayar aquí que, en el caso
del año 2021, el tono expansivo se debería principalmente al impacto
sobre el crecimiento del programa de los fondos europeos. Por lo tanto,
en caso de materializarse algunos de los riesgos mencionados sobre el
impacto de dicho programa, el tono expansivo de la política fiscal en ese
año podría acabar siendo menor, y este es un riesgo al que también se
traslada ese potencial menor uso o menor capacidad de uso rápido de los
fondos o de los multiplicadores, que podría derivar también en una
orientación menos expansiva de la que se incorpora implícitamente al
menos inicialmente en los presupuestos.
Quiero hacer un comentario sobre la ratio de deuda pública, cuya evolución
prevista se ilustra en esta transparencia. El presupuesto prevé un
incremento de hasta el 118,8 en 2020, que se reduciría luego ligeramente
hasta el 117,4 en el 2021, y la descomposición de los aspectos que se
encuentran detrás de este incremento lo tienen en la tabla de la derecha
de esta transparencia, donde se ve que esta caída de 2021 se debería
exclusivamente al intenso crecimiento del PIB nominal, que se prevé para
ese año, mientras que el comportamiento del déficit público todavía iría
en la dirección de aumentar la deuda pública, como también los ajustes de
flujo de fondo presionarían la ratio de deuda pública al alza.
De nuevo, teniendo en cuenta los riesgos que ya he señalado tanto sobre
crecimiento del PIB en 2021 a la baja como sobre el nivel de déficit
público en ese mismo año al alza, no sería descartable que la ratio de
deuda pública mostrara un comportamiento más negativo, más desfavorable,
que el previsto en el proyecto de presupuestos, como se ilustra en el
gráfico en el que los puntos amarillos y rojos son los distintos
escenarios del Banco de España: los rojos son el escenario número 1, y
los amarillos, que muestran una evolución más negativa de la ratio de
deuda pública y mayores incrementos, serían el escenario número 2 que
estaba relatando con anterioridad.
Para finalizar, me van a permitir ahora que dedique unos minutos de esta
intervención a dar una visión más de medio plazo de la política
presupuestaria. El grado de acuerdo que existe entre fuerzas políticas,
agentes sociales y analistas económicos acerca de la necesidad de que la
política fiscal en el contexto actual siga teniendo un carácter
eminentemente expansivo, que priorice el apoyo de las familias y de las
empresas es muy elevado, y creo que nadie lo pone en duda. Es evidente,
también, que sabemos que el coste presupuestario de las actuaciones ahora
desplegadas, más allá evidentemente del efecto de la propia crisis
económica sobre las finanzas públicas, es también muy elevado. Por eso,
en mi opinión, creo que necesitamos, al igual que tenemos ese consenso
sobre la actuación de corto plazo, un consenso sobre la necesidad de
corregir de manera gradual esos desequilibrios fiscales una vez superada
la crisis. Esto es importante. De hecho, como he subrayado en otras
ocasiones, la credibilidad de las políticas económicas de nuestro país se
vería favorecida si, junto con los actuales presupuestos, se presentase
un plan que fijara la pauta de reducción gradual de los desequilibrios
fiscales tras la crisis ancladas en las reglas fiscales europeas y
nacionales y se describieran las acciones que se persigue adoptar en los
años sucesivos para ello.
Aquí quería hacer un comentario que creo que es importante. Es evidente
que el aumento de la vulnerabilidad de las finanzas públicas, derivado de
ese incremento de la deuda pública que he mencionado con anterioridad,
todavía no ha sido muy visible. Y esto es así, en primer lugar, por la
actuación de la política monetaria del Banco Central Europeo, que está
contribuyendo de manera decisiva a mantener el coste de financiación de
la deuda pública en particular, también de la deuda privada, en niveles
muy reducidos, y en segundo lugar, también porque los nuevos instrumentos
europeos están ayudando por distintas vías a la financiación de los
costes de la crisis. Además, el hecho de que los tipos de interés sean
inferiores a las tasas de crecimiento nominal del producto aumenta las
posibilidades de expandir la deuda pública antes de que esta se encuentre
en una situación peligrosa de una senda expansiva, pero creo que también
es importante subrayar que existe el riesgo de que el diferencial entre
los tipos de interés nominales y la tasa de crecimiento nominal del
producto deje en algún momento de ser negativa, en cuyo caso los efectos
desfavorables sobre la dinámica de la ratio de deuda pública serían tanto
mayores cuanto mayor sea el nivel de deuda pública de partida, más allá
de que la evidencia acerca de los efectos adversos del mantenimiento de
niveles altos de deuda pública es abundante.
Un elevado endeudamiento de las administraciones públicas tiende a
redundar en una disminución de la disponibilidad de financiación para el
gasto privado, así como en un aumento de su coste, dificultando en último
término la acumulación de capital privado y entorpeciendo el crecimiento
económico. Los altos niveles de deuda pública hacen que además aumente la
propensión a experimentar episodios de vulnerabilidad financiera, nos
hacen más vulnerables claramente, ya que las necesidades de recursos a
los mercados financieros son más elevados, como de hecho sucedió, por
ejemplo, en la crisis financiera global y en la crisis de deuda soberana
de la pasada crisis. Por otra parte, creo que también es importante
enfatizar que niveles de endeudamiento público elevados, niveles de
déficit estructural elevados, también nos dejan con poco margen fiscal
para que la política presupuestaria pueda ejercer un papel estabilizador
que tan importante es, como estamos viendo precisamente en esta crisis,
en particular, en uniones monetarias como en la que se encuentra la
economía española, en la que de momento esta política fiscal es el único
instrumento a disposición de los países para hacer frente, por ejemplo, a
perturbaciones de carácter asimétrico.
Todo este tipo de argumentos -algunos de ellos se tratan de ilustrar en
este gráfico en el que se ven esas correlaciones positivas que se
observaban, por ejemplo, en el año 2010 y en 2012, entre el coste al que
debían financiarse los distintos Estados del área del euro y su nivel de
deuda pública en el gráfico de la izquierda y también en la correlación
con el coste al que debía financiarse el sector privado, como se puede
ver en el gráfico de la derecha- conjuntamente son los que, desde mi
punto de vista, subrayan la importancia de emprender sin dilación la
elaboración, que no su ejecución, en este momento de un plan
pormenorizado para la corrección progresiva de los desequilibrios
presupuestarios, que se ejecutaría una vez que se hayan superado las
consecuencias de la pandemia sobre la economía. Lo que me parece
importante es poder comunicar de forma anticipada ese plan, lo cual creo
que sería muy útil para anclar la credibilidad de las políticas
económicas de nuestro país. Además, el diseño y comunicación de ese plan
creíble de consolidación fiscal conllevaría importantes efectos positivos
en la medida en que los agentes públicos y privados de nuestro país
pudieran seguir financiándose a un coste más reducido, alejando, por
tanto, los escenarios desfavorables de vulnerabilidad financiera y
potenciando en suma los efectos expansivos, los multiplicadores fiscales
de las políticas que se están poniendo en marcha en respuesta a la
pandemia.
¿Cuál es la magnitud del reto al que nos enfrentamos en términos de la
ejecución de ese plan de ajuste de medio plazo? Evidentemente, un plan de
consolidación debe partir del cálculo más o menos aproximado de la
magnitud del déficit estructural tras la crisis, también del nivel de
deuda pública tras la crisis. Esto está sujeto, como todos sabemos, a un
elevado nivel de incertidumbre, pero uno puede tratar de aproximarlo de
algunas maneras. Primero, podemos tomar cuál era el déficit público
estructural de la economía española antes de la pandemia, y las
estimaciones del Banco de España, por ejemplo, decían que este déficit
estructural se situaba en torno del 3,1 %. Todos sabemos que algunos de
los gastos que se están produciendo como consecuencia de la pandemia
tienen algún componente estructural, como ocurre, por ejemplo, en el caso
del gasto sanitario. Creo que va a haber una demanda social de mayor
gasto sanitario casi permanentemente en el futuro, con lo cual aumentaría
el déficit estructural. El nivel de deuda pública más elevado también
generará, a pesar de que los tipos de interés son muy bajos, un
incremento de la carga de intereses también de una manera bastante
estructural, al menos hasta que la dinámica se quiebre. Ha habido algunas
decisiones que todos hemos alabado durante la crisis, como la
incorporación del ingreso mínimo vital, que también supone unas
necesidades de financiación adicionales y también aumentan ese déficit
estructural.
Y, por último, si tomamos, por ejemplo, las recomendaciones de la Comisión
del Pacto de Toledo, se van a tomar algunas decisiones adicionales muy
probablemente por el Parlamento, como es la vuelta a la indiciación de
las pensiones con la inflación, lo que de acuerdo con nuestras
estimaciones generaría un incremento del gasto público en torno a 1 punto
porcentual hasta 3 puntos porcentuales en cada una de las tres décadas
posteriores. Todo ello lo que nos hace estimar con mucho grado de
incertidumbre, como digo, es un nivel de déficit estructural de salida de
esta crisis que podría estar en el entorno de 5 puntos porcentuales del
PIB. Esta es la magnitud del reto al que se enfrentan las finanzas
públicas en nuestro país.
Si uno toma como ancla las reglas fiscales, por ejemplo, del Pacto de
estabilidad y crecimiento, que permiten una distribución gradual de esos
procesos de consolidación fiscal, el parámetro que normalmente se utiliza
por el Pacto de estabilidad y crecimiento cuando vuelva a entrar en
aplicación -cuando uno se ha desviado de un déficit estructural cero- es
tener un ajuste anual del entorno del 0,5 %. Si uno tiene ese punto de
partida de los 5 puntos porcentuales, y tiene esa necesidad de ajuste de
0,5 %, esto llevaría a un plan de ajuste que llevaría incluso a una
década en esa división de 5 puntos porcentuales, porque ese 0,5 % anual
da como resultado ese ajuste de una década.
Esto es lo que se trata de ilustrar en esta transparencia, cuáles son las
consecuencias. Si se mantuviese una política fiscal neutral, es decir, en
la que no hay ningún tipo de ajuste estructural y se mantuvieran las
condiciones de tipo de interés y crecimiento económico, que por supuesto
están sujetas a riesgos, se lograrían solamente estabilizar los niveles
de deuda pública en esos niveles tan elevados con las consecuencias
negativas que he tratado de subrayar con anterioridad. Si cumplimos esos
parámetros de reducción gradual durante la próxima década, una vez que la
pandemia haya finalizado, de 0,5 % de ajuste estructural anual, la
evolución de la deuda pública que se puede proyectar de acuerdo con los
modelos del Banco de España es esa línea amarilla, de tal manera que
podríamos encontrarnos a finales de 2036 en niveles de deuda pública
significativamente parecidos a los que teníamos antes de esta crisis.
Quizás el punto más importante que quería trasladar en relación con esta
cuestión es que la complementariedad que existe entre ese plan de
consolidación presupuestaria con las reformas estructurales a las cuales
pueden ayudar de una manera decisiva los fondos europeos, en términos
tanto de alivio de la necesidad de consolidación como de aceleración, en
su caso, de la caída de la deuda pública, son muy importantes. No voy a
entrar en los detalles porque en la Comisión de Reconstrucción, en la que
participé y tuve la ocasión de intervenir en el mes de junio, hice un
relato de lo que desde el punto de vista del Banco de Español es el
contenido de esas reformas estructurales que lograrían aumentar el
potencial de crecimiento de la economía española. Aquí simplemente se ha
tratado de ilustrar cómo esa combinación de ajuste presupuestario gradual
con reformas estructurales llevaría a una dinámica de mayor caída de la
deuda claramente en la próxima década. En cualquier caso, como pueden
comprobar también en el gráfico, hemos dibujado la dinámica de la deuda
que teníamos proyectada antes de esta crisis económica, que es esa línea
negra, y evidentemente las desviaciones que se van a producir como
consecuencia de la crisis tienen una persistencia muy significativa;
incluso con estos programas de ajuste, el gap, la brecha que existe en el
nivel de deuda pública que uno estima para horizontes, por ejemplo, del
año 2036, que es el final que se dibuja en este gráfico tras esta crisis
y con anterioridad a esta crisis, siguen siendo muy significativos.
La pregunta evidentemente es cómo hacer este proceso de consolidación
fiscal. A esto también me referí en la Comisión de Economía de una manera
detallada en el mes de mayo. Creo que requiere una revisión de todos los
capítulos de ingresos y gastos. En el caso del gasto, creo que es preciso
someter a una revisión exhaustiva los distintos capítulos a efectos de
identificar aquellas áreas en las que existe margen para una mejora de la
eficiencia como, de hecho, está haciendo la AIReF. Estamos viendo cómo
estos estudios de la AIReF están constatando que existen distintos
ámbitos, como las políticas activas de empleo, las subvenciones o incluso
los beneficios fiscales -cuyo documento de análisis se publicó
recientemente-, gastos hospitalarios e incluso incentivos a la
contratación, en los que parece que existe margen claro para ganar en
términos de eficiencia. Algunas de las recomendaciones, de hecho, de
estas dos fases del proceso de revisión del gasto que se han llevado a
cabo por parte de la AIReF parece que han inspirado, creo yo, algunas de
las medidas que se han incorporado en los presupuestos para 2021. Sin
embargo, desde mi punto de vista creo que sería deseable que en el futuro
estos análisis de la AIReF sobre la eficiencia del gasto se tomen en
consideración de una manera más sistemática a la hora de llevar a cabo el
proceso de elaboración de las cuentas públicas y, en particular, que
alguno de los aspectos más importantes en los que deberemos centrar
también nuestros esfuerzos en los próximos trimestres sea la mejora de la
eficiencia de las administraciones públicas a través de su modernización
y también de su digitalización. De nuevo, creo que los fondos pueden ser
un instrumento muy potente para este objetivo.
En cuanto a los ingresos, también creo que -como dije en la Comisión de
Economía en mayo- se hace necesario revisar el sistema impositivo para
conseguir que la recaudación obtenida a partir del mismo sea suficiente
para la financiación del gasto. La pandemia ha hecho que este principio
de suficiencia recaudatoria haya hecho sin duda más exigente reducir el
elevado nivel de deuda pública que, como he subrayado antes, nos está
abocando a que, una vez decidido el nivel de gasto, el nivel de
imposición en los próximos años haya de ser tal que dé lugar a la
consecución de superávits primarios, esto es, de volúmenes de ingreso que
superen al nivel de gasto público. Como siempre digo, una primera
aproximación para tratar de reformar el sistema impositivo español es
recurrir a la comparación internacional, y de esa comparación
internacional lo primero que se deduce es evidentemente que el cociente
entre la recaudación y el PIB es comparativamente más reducido en España,
como se puede comprobar en este gráfico, que en otros países de nuestro
entorno. Cuando uno analiza la composición -y aquí se ilustra un resumen
de la comparación de la estructura impositiva de España por figuras
impositivas y por fuentes de imposición frente al área euro y frente a la
Unión Europea a Veintiocho-, básicamente vemos que España destaca por
tener una recaudación por imposición indirecta, pero que incluye el IVA,
los impuestos especiales y como caso particular de estos últimos también
los ambientales en menor medida.
En concreto, casi la mitad de la diferencia entre la recaudación
impositiva total de España y la media aritmética del área del euro
-gráfico de la izquierda de esta transparencia- se explica por la
proporción más elevada de bienes y servicios gravados a los tipos
reducidos y superreducidos del IVA. Una parte muy importante de esta
brecha se explica también adicionalmente por el menor nivel de la
imposición medioambiental, que es el resultado sobre todo de la baja
tributación de los hidrocarburos, y algunas de las medidas incorporadas
en los presupuestos van en la línea de tratar de reducir esta brecha.
Dentro de la imposición directa, la recaudación por el impuesto sobre
sociedades es también más reducida en
nuestro país. Cuando se consideran conjuntamente la imposición sobre la
renta de las personas físicas y las cotizaciones sociales, su
contribución a la brecha recaudatoria con el área del euro, por el
contrario, es aproximadamente nula; es decir, los principales gaps se
encuentran en imposición indirecta sobre todo y también en imposición
sobre sociedades.
Además, un punto importante que también ha puesto de manifiesto el proceso
de revisión del gasto público acometido por la AIReF es que existe un
amplio margen para reconsiderar que un rasgo característico del sistema
tributario español frente al de otros países es su nivel de beneficios
fiscales, que es particularmente elevado. Estos beneficios se
materializan en la existencia de un amplio conjunto de reducciones de
tipos impositivos y exenciones; deducciones que en último término
redundan en cuantiosas disminuciones de la recaudación y en la
introducción también de distorsiones que dañan los principios de
eficiencia y equidad que debe tener cualquier sistema tributario.
Me van a permitir una última reflexión, breve, porque también estuve de
una manera extensa comentando nuestra visión -la del Banco de España-
sobre el sistema de pensiones en la Comisión del Pacto de Toledo, pero
evidentemente en esta visión de largo plazo no podía dejar de hacer
alguna mención a esta cuestión. Está claro y el problema lo tenemos bien
identificado: la tasa de dependencia, de acuerdo con las previsiones
demográficas que tenemos disponibles, va a aumentar de una manera muy
significativa en los próximos treinta o cuarenta años y esto va a generar
una presión al alza sobre partidas como el gasto en pensiones, gasto en
sanidad y gastos en cuidado de los mayores. En el caso del sistema de
pensiones -todos lo sabemos-, se han registrado déficits recurrentes en
los últimos años y para afrontarlos las recomendaciones recientes de la
Comisión del Pacto de Toledo tienden a enfatizar que actualmente la
Seguridad Social soporta cargas que no le corresponden, por lo que se
propone la traslación de estas cargas al Estado y además la AIReF también
propuso transferir partes de las cotizaciones sociales destinadas al
Servicio Público de Empleo Estatal a la Seguridad Social. Está claro que
estas medidas, si se calibran adecuadamente, podrían reducir e incluso
eliminar completamente el déficit de la Seguridad Social, pero,
evidentemente, también estaríamos trasladando ese déficit al Estado. En
todo caso, incluso aunque lográramos colocar el déficit de la Seguridad
Social en cero como consecuencia de esas medidas, si como consecuencia de
algo que ya he mencionado, que es la indiciación de las pensiones de
nuevo al IPC, como parece que es el consenso de esta Cámara, eso
generaría, de acuerdo con las estimaciones disponibles, incrementos del
gasto público en pensiones también significativos en los próximos años en
el entorno de 3 puntos porcentuales, como decía antes, en las tres
próximas décadas. Por lo tanto, el mensaje que hay que trasladar es que
evidentemente afrontar estas presiones del envejecimiento poblacional
requeriría aumentar los recursos del sistema o admitir reducciones
alternativas de la tasa de beneficio o incrementos adicionales de la edad
efectiva de jubilación. Las decisiones concretas sobre esta materia deben
adoptarse en el ámbito político, de forma que se ponderen adecuadamente
las diversas preferencias de nuestra sociedad sobre el nivel de las
pensiones y los recursos necesarios para financiarlas, pero un punto que
me parece importante en este sentido ha de ser que la reforma que llegue
a implementarse descanse sobre un incremento de la trasparencia acerca de
los niveles de prestaciones del sistema público de pensiones, de tal
manera que los agentes pueden anticipar cuáles van a ser esos niveles y
puedan, en la medida de sus posibilidades, tomar sus decisiones de
trabajo o ahorro o también el momento de jubilación con el conjunto de
información más amplio posible.
Presidenta, creo que con esto voy a concluir, simplemente tratando de
resumir muy brevemente cuáles son algunos de los principales mensajes que
quería trasladar a la Cámara en esta comparecencia. El contexto
macroeconómico en el que el proyecto de presupuestos ha sido elaborado
es, como todos sabemos y como he tratado de ilustrar, muy complicado, muy
incierto, lleno de incertidumbre. Las perspectivas de la evolución de la
actividad y el empleo que se dibujan en el proyecto están sometidas a
importantes riesgos, por tanto, a la baja. En esta situación tan compleja
la política presupuestaria ha de seguir contrarrestando la evolución
macroeconómica desfavorable, lo que en caso de materialización de algunos
de los riesgos a la baja incluye, desde mi punto de vista, la necesidad
de permitir el libre juego de los estabilizadores automáticos que tiene
el presupuesto e incluso la posibilidad de añadir nuevas medidas
discrecionales, si es que fuera necesario. En paralelo creo que es muy
importante que las medidas discrecionales en este contexto sean lo más
focalizadas posible en los grupos de población y en las empresas más
afectadas por los efectos negativos de la pandemia, que tengan un
carácter temporal para evitar deterioros adicionales del déficit
estructural y que se dirijan también a aquellas partidas de gasto público
que tengan un mayor impacto sobre el crecimiento potencial de largo plazo
de la economía.
En particular también he tratado de subrayar que los proyectos llevados a
cabo bajo el paraguas de los fondos europeos han de contribuir al
sostenimiento de la actividad en el corto plazo, por supuesto, pero a la
vez los criterios que guíen la selección de los proyectos deben basarse
de modo exclusivo en la maximización de sus efectos sobre el crecimiento
de largo plazo, incluida, por cierto, como he tratado también de
enfatizar en distintas ocasiones, la posibilidad de que ayuden a
financiar reformas estructurales que sabemos que en algunos casos tienen
costes de transición, como pudiera ser por ejemplo eventualmente la
introducción del concepto de mochila austriaca para resolver el problema
de la dualidad del mercado de trabajo español que tantas consecuencias
negativas tiene sobre el crecimiento económico y sobre la desigualdad.
Por último, la necesidad de utilizar activamente la política
presupuestaria, que es algo que he tratado de subrayar, no debe hacernos
olvidar que las finanzas públicas españolas emergerán de este periodo con
un deterioro muy significativo. Por eso creo que es perentorio diseñar a
la mayor brevedad posible un plan detallado de consolidación
presupuestaria a medio plazo que se ejecute tan pronto se supere la
pandemia y que, al reducir la vulnerabilidad financiera de la economía,
ayude a colocar la actividad y el empleo en una senda de crecimiento
sostenido y permita aliviar también los costes de la crisis sobre los
grupos poblacionales más afectados por la misma.
Junto con la definición de los objetivos anuales concretos para la
reducción del déficit público estructural, el programa presupuestario de
medio plazo debe definir las medidas específicas que permitan alcanzar
tales objetivos, y un elemento crucial de la elaboración de este programa
debe ser, desde mi punto de vista, un examen exhaustivo de la estructura
de ingresos y gastos, redefiniéndola en función de la contribución de
cada una de sus distintas categorías al crecimiento de largo plazo de la
actividad y el empleo, lo que puede además conllevar la introducción de
mecanismos compensatorios para aquellos segmentos de la población de
menores rentas que pudieran experimentar algún perjuicio como
consecuencia de las reformas llevadas a este efecto. Con esto,
presidenta, acabaría mi contribución.
Gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias por su extensa y completa exposición.
Pasamos a los diferentes portavoces de los grupos parlamentarios. Como veo
que no hay nadie del Grupo Mixto ni del Grupo EH Bildu ni del Grupo
Vasco, tiene la palabra la representante de Ciudadanos, señora Muñoz.
La señora MUÑOZ VIDAL: Gracias, presidenta.
Gobernador, muchísimas gracias por su comparecencia hoy aquí. La verdad es
que creo que es la tercera o la cuarta en las últimas -no diría muchos
meses- semanas, y cierto es que cada vez que usted viene arroja una luz
sobre la incertidumbre y las dudas que acechan a nuestra economía y que
muchas veces también ciegan el trabajo de esta Comisión o de estos
diputados, entre los que me incluyo, que tratan de hacer lo mejor posible
su trabajo. Le felicito nuevamente por su clara explicación y quiero
dejar constancia aquí de que nadie podrá decir nunca que no se podía
saber y que no estábamos advertidos.
Estos presupuestos, por parte ya de mi grupo parlamentario, son unos
presupuestos que nosotros nunca habríamos elaborado y tampoco habríamos
presentado. Son unos presupuestos que al Grupo Parlamentario Ciudadanos
no le gustan. No nos gustan porque están pegados al ciclo, porque hay
muchas partidas para financiar gastos corrientes, pero no piensan en
invertir en el futuro con efectos multiplicadores -como usted muy bien ha
señalado-, porque son tentativos y porque con esa incertidumbre de la
pandemia -esa es una de las conclusiones que sí compartimos- no sabemos
si los presupuestos serán suficientes o no. Por eso mismo creemos que en
la elaboración de unos presupuestos ante tanta incertidumbre y ante
tantos riesgos uno debe ser, no sé si escrupuloso, pero sí muy riguroso.
Tampoco -no nos vamos a engañar- a Ciudadanos le gusta el Gobierno que ha
elaborado estos presupuestos. Ya intentamos que no se formara en el mes
de enero a través de aquella vía 221, pero somos un partido responsable y
vamos a intentar trabajar por mejorar estas cuentas públicas en la medida
de nuestras posibilidades, en la medida de nuestro alcance, para que sean
lo mejor posibles para los españoles y para el futuro de nuestro país.
Efectivamente, entre las partidas que el propio Gobierno ha destacado como
los mayores logros de estas cuentas encontramos, como usted muy bien ha
señalado, muchas partidas que suponen un aumento sin precedentes en
gastos. Pero llama la atención que gran parte del aumento de esas
partidas va a engrosar los gastos corrientes. Medidas como la subida del
Iprem, la aprobación del ingreso mínimo vital, el aumento de la cuantía
de las pensiones derivado del aumento del número de perceptores y las
cuantías
recibidas o el aumento del sueldo de los empleados públicos, entre otros
ejemplos, suponen un aumento que podríamos considerar estructural en
nuestros presupuestos y que irán repitiéndose en el futuro. Usted ha
señalado -y compartimos plenamente- que necesitamos medidas expansivas
del gasto para atajar temporalmente los problemas que está causando esta
crisis en la población más vulnerable, en los más necesitados, pero estos
presupuestos no deberían comprometer ingresos futuros que pueden poner en
entredicho nuestra credibilidad económica, pero también endeudar a
generaciones futuras.
Los datos proporcionados por el Gobierno sobre el cierre de déficit y
deuda del año 2021 nos generan muchas dudas. Si bien es cierto que los
datos de crecimiento del tercer trimestre han mostrado una recuperación
más pronunciada que las previsiones de los principales analistas,
nosotros compartimos también su visión, la visión del Banco de España.
Consideramos que en el actual entorno de incertidumbre, sobre todo debido
a la pandemia, es más razonable que se cumpla el escenario más pesimista,
el más negativo de las previsiones. Si normalmente en los debates
presupuestarios se ponen de relieve los riesgos del cuadro macro que
presenta el Gobierno y las previsiones de ingresos y gastos, ahora más
que nunca, en esta situación, en este contexto, esta incertidumbre puede
hacer que este borrador de presupuestos que ha presentado el Gobierno
quede ya desfasado debido a la rapidez, entre otras cosas, de la
evolución de la crisis sanitaria.
Por la parte de los ingresos, el Gobierno prevé disponer para 2021 de unos
ingresos equivalentes a 320 000 millones de euros, de los que la mayor
parte procederán de impuestos directos, como renta y sociedades, y de
cotizaciones sociales. Estos presupuestos se han elaborado con un mapa
macroeconómico de crecimiento de en torno al 10 % y, como usted también
ha dicho, uno de los riesgos es que esta subida impositiva no llegue a
efectuarse porque no hay una suficiente recuperación económica y de la
actividad para esa recaudación prevista en estos presupuestos.
El resto de partidas por políticas también se incrementan notablemente,
incluso sin contar con los fondos europeos. En este punto nuestra
preocupación, como he dicho al principio, es que el Gobierno esté siendo
demasiado optimista con las rentas que puede pagar y con las actuaciones
que puede llevar a cabo con esos fondos, porque, por ejemplo, en estos
presupuestos se producen aumentos de más del 20 % en partidas destinadas
a servicios sociales, acceso a la vivienda o a la gestión de la Seguridad
Social, que en definitiva son partidas correspondientes a protección y
promoción social Y que suponen un 54 % del presupuesto. Mi grupo, y yo
personalmente, no cuestionamos si esas cuantías son buenas o malas o si
tienen que existir estas partidas, pero sí que no se haga de una forma
más rigurosa, teniendo en cuenta que lleguen de verdad a las familias más
desfavorecidas, que se puedan beneficiar de estas ayudas o de estas
medidas de protección y promoción social y que de verdad supongan un
impulso a la igualdad de oportunidades en nuestro país.
Por otra parte, como usted bien ha advertido, no vemos en este borrador de
presupuesto ninguna intención de implementar ningún tipo de consolidación
fiscal en el medio plazo a través de la eficiencia y la evaluación de
políticas públicas; no se cuestiona ningún gasto, simplemente se dedican
a incrementar la asignación presupuestaria y ya está. Desde nuestro grupo
parlamentario somos muy conscientes de que esta fiesta de los fondos no
puede continuar de forma indefinida mientras que las previsiones de deuda
sean las que usted ha mostrado aquí y las que más tarde supongo que
comentará el secretario de Estado para el Tesoro. Actualmente, la deuda
se encuentra casi en un 110 % del producto interior bruto y se espera
que, según su organismo, el próximo año esté entre el 116 % y el 120 %,
es decir, que en tan solo dos años habremos incrementado entre 20 y 25
puntos nuestro endeudamiento público, con los riesgos tan patentes que
eso supone para nuestra economía.
Para finalizar, en cuanto al uso de los fondos europeos y las reformas
estructurales, después de estudiar detenidamente los presupuestos no nos
queda demasiado clara la estrategia del Gobierno sobre adónde va a
destinar o cómo va a usar estos fondos europeos, los fondos Next
Generation de la Unión Europea, y cómo estos van a ayudar a sentar las
bases para un crecimiento económico potencial mayor, mejores condiciones
laborales para los empleados o trabajadores, mayor igualdad de
oportunidades en educación o mejoras de la eficiencia en las
administraciones públicas. Sin duda -y quiero remarcarlo-, echamos en
falta una memoria de proyecto, de objetivos comunes, de métodos de
evaluación, de seguimiento de indicadores reales, una larga lista de
deficiencias en los planes del Gobierno, que se unen a lo que parece la
ausencia completa de planes para llevar a cabo esas reformas
estructurales que tanto necesita España en el mercado laboral; de la
normativa empresarial, para no lastrar nuestra productividad; la
modernización de nuestro sistema educativo obligatorio para preparar a
nuestros jóvenes ante un mundo más dinámico y globalizado, y siguen sin
poner los pilares para una sociedad emprendedora,
innovadora con la ciencia y la investigación en nuestro sistema
productivo. Todo esto lo echamos en falta y, como usted bien ha dicho,
corremos el riesgo de no poder gestionar y administrar, es decir,
absorber esos fondos, y ese es un tren que España no se puede permitir
perder.
Tenía una serie de preguntas apuntadas, pero ya las has respondido usted a
casi todas. Me gustaría saber cuáles serían las áreas prioritarias en las
que su institución invertiría los fondos europeos y si tiene el impacto
sobre el crecimiento potencial, con ese efecto multiplicador de llevar a
cabo las reformas que se plantean.
Muchísimas gracias de nuevo, gobernador. Es un placer. Gracias,
presidenta.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Plural, tiene la palabra Ferrán Bel.
El señor BEL ACCENSI: Muchas gracias, presidenta. Muchísimas gracias, otra
vez, señor gobernador, por sus aportaciones, por su exposición y también
por su interesante documento de presentación de esta exposición, que he
leído en diagonal a medida que le íbamos escuchando. Obviamente, en la
intervención no se puede incluir todo, pero hay algunos aspectos sobre
los que le voy a pedir una aclaración adicional, si a usted le parece
bien.
Me voy a referir a los diferentes aspectos que ha ido tocando. Estamos
ante una comparecencia para valorar los Presupuestos Generales del Estado
y algunos elementos que también son necesarios, pero yo también me voy a
centrar más en la parte de Presupuestos Generales del Estado. En cuanto a
la primera parte, la descripción de la situación económica, reincide en
las diferentes comparecencias, más allá de las actualizaciones, y hay un
elemento significativo y es que, según su opinión, hoy, en este mes de
noviembre, estamos más próximos al escenario 2 que al escenario 1, cosa
que se debe tener en cuenta. Tengo aquí anotado que de todo el incremento
de gasto que se ha ido produciendo hasta ahora, el Banco de España
evaluaba que el 70 % de este incremento de gasto estaba vinculado a la
pandemia. Por tanto, hay un 30 % del incremento de gasto que se ha
producido a lo largo de este año que no iría vinculado a la pandemia. Nos
gustaría saber, si tiene identificado más o menos este 30 % de incremento
de gasto no vinculado a la pandemia, en qué partidas se puede concentrar.
Respecto al cuadro macroeconómico, es evidente que no es lo mejor que
tiene este presupuesto. Hasta cierto punto, y sin ánimo de exculpar a
nadie, porque no lo voy a hacer, esto también es comprensible. Cabe
pensar que este presupuesto se estaba redactando durante los meses de
agosto y septiembre, en los que el escenario aparentaba ser mucho mejor
de lo que ha acabado siendo ahora en noviembre. Es evidente que hay un
planteamiento quizá demasiado optimista, porque pensaban que las cosas
irían de otra forma con relación al crecimiento del PIB y a las
diferentes variables que se derivan de ello. Es evidente también que si
nos estamos aproximando más al escenario 2, las previsiones del cuadro
macroeconómico van a quedar un poco apartadas de la realidad, con las
consecuencias que esto conlleva.
En cuanto a los fondos europeos, nos ha parecido muy pertinente su
observación respecto al impacto que pueden tener respecto al PIB, porque
coincidimos en los dos aspectos señalados. La evolución histórica de la
ejecución de los fondos presupuestarios en España no nos hace ser
optimistas respecto al impacto de estos 27 000 millones y, a la vez, el
efecto multiplicador, que ustedes, de acuerdo con las estimaciones,
reducen aproximadamente en una tercera parte, hace previsible que ese
impacto de más de 2 puntos en el PIB, gracias a la implementación de
estos fondos europeos, tampoco sea muy factible. En todo caso, es el
escenario económico que se nos presenta. Yo creo que se tendrían que
estudiar las diferentes actuaciones presupuestarias que se deberían hacer
en el caso de que este escenario no se cumpla, aunque también reconozco
la dificultad de esta situación, porque, mientras la pandemia no remita,
va a ser muy difícil plantear ajustes del gasto a la baja y también va a
ser muy difícil pensar que los incrementos de ingresos se van a
materializar o cómo poder actuar.
Respecto a los presupuestos concretamente, en relación con el análisis que
hace de ingresos y gastos, pensamos -y se lo hemos transmitido al
Gobierno- que seguramente no es el mejor momento de implementar
determinados incrementos impositivos -algunos no los discutimos en ningún
caso-, ya que la debilidad de la situación económica hace prever que
pueden tener un impacto negativo en el intento de recuperación económica.
Eso se puede ver y nosotros modestamente vamos a intentar enmendarlo,
aunque sabemos cuál es la posición del Gobierno.
En relación con los gastos, tenemos una reflexión -sé que no es muy
populista, pero eso el gobernador del Banco de España se lo puede
permitir, no sé si el resto de los grupos nos lo podemos permitir o no-
respecto a la necesidad o conveniencia de plantear un incremento del 0,9
% en la
retribución del personal público. Es verdad que en otros momentos ha sido
castigado, pero seguramente no coincide con la evolución de la inflación
que se va a producir. Quizá hubiese sido más prudente pedir un pequeño
sacrificio adicional a los funcionarios públicos con la condición de que,
si se produjera una recuperación, esto se podría compensar. Porque si no,
quizá estamos creando una situación ficticia también relacionada con este
colectivo, ya que hoy les incrementamos el 0,9 %, pero si se acaban
materializando algunas de las previsiones que hemos visto hoy, con un
déficit estructural del 5 %, algún otro Gobierno -no sé si el actual o
alguno que va a tener que venir- va a tener que pedir sacrificios en este
sentido. Por tanto, quizá la prudencia debería haber apuntado a reducir
este incremento o materializarlo con un compromiso de que, si se cumple
la recuperación económica, esto se recuperaría. En todo caso, es una
opción que tampoco vamos a discutir, pero sí a advertir.
Ya he dicho en otras ocasiones que a nosotros nos parece muy pertinente
tener un plan para corregir los desequilibrios presupuestarios a medio y
largo plazo, pero también le digo que nos resulta difícil ver cómo se
puede materializar este plan. De entrada, uno cuando tiene que planificar
cómo va a reducir sus desequilibrios presupuestarios tiene que saber
definir cuál es el desequilibrio presupuestario, y en estos momentos es
extremadamente complejo acertar respecto al desequilibrio presupuestario
y al escenario que se va a producir, esencialmente vinculado a la
evolución de la crisis sanitaria o la evolución de la pandemia, ya que el
final de la pandemia es el que debería fijar claramente el escenario de
desequilibrio presupuestario que se debe corregir. De todas formas,
ustedes nos han hecho una estimación fijando este déficit estructural en
un 5 %. Yo no voy a cuestionarlo, pero sí voy a poner de relieve que no
es un dato bueno. En el mejor de los casos, con esta corrección del 0,5
estaríamos estos diez años. No sé si este escenario que planteaban de no
actuación y de perpetuar esta situación durante los próximos diez o
quince años es sostenible o realista, más allá de que el papel realmente
lo aguante todo.
Voy terminando porque se me acaba el tiempo. En la intervención que hoy
llevaba usted había un apartado 3.5, que es el Next Generation EU, en el
que hacen unas referencias y unas reflexiones -que ha ido haciendo
también a lo largo de toda su intervención- respecto a la necesidad de
cómo utilizar de forma eficaz estos fondos, en gasto que no se consolide
en el presupuesto, con proyectos que realmente tengan un efecto tractor.
Ponen un ejemplo que a mí me gustaría que pudiese desarrollar en el turno
de réplica de que se podrían destinar estos recursos a sufragar costes
iniciales o de transición de algunas reformas estructurales. Aquí ponía
-también lo ha puesto brevemente en su intervención- un ejemplo que
podría ser la implementación o introducción de la denominada mochila
austriaca. ¿Ustedes ven posible que se pudieran utilizar los recursos de
la Unión Europea para poder implementar este sistema de la mochila
austriaca en el Estado español para, como ustedes dicen, combatir la
dualidad del mercado laboral español?
Muchísimas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Republicano, tienen la palabra Joan Margall.
El señor MARGALL SASTRE: Gracias, presidenta, pero no voy a intervenir.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Pasamos al siguiente grupo. Por el Grupo de Unidas Podemos, tiene la
palabra Txema Guijarro.
El señor GUIJARRO GARCÍA: Muchas gracias, presidenta. Buenos días a todas
y a todos. Bienvenido, señor gobernador, un gusto tenerle nuevamente en
este Congreso de los Diputados, especialmente para un trámite tan
importante como es el que estamos llevando a cabo en estos días.
Voy a dividir mi intervención en dos grandes secciones, un poco siguiendo
su propio esquema, señor gobernador. En la primera voy a tratar de
comentar las previsiones que tanto interés han causado a los asistentes
de esta Comisión y al público en general, dada la importancia que tienen,
efectivamente, para saber hasta qué punto estos presupuestos son
realistas o no. Luego me centraré en algunos comentarios más sobre los
presupuestos presentados por el Gobierno y algunos comentarios que usted
ha tenido la oportunidad de hacer al respecto.
En primer lugar, cuando hablamos de previsiones, he creído entenderle que,
efectivamente, cuando ustedes trabajaban en esos dos escenarios,
escenario 1 y escenario 2, establecieron una horquilla de comportamiento
y he querido entender que nos seguimos moviendo dentro de esa horquilla,
pese a la evolución bastante pesimista de estas últimas semanas. Quiero
pensar que ustedes, dentro de esos
márgenes, siguen observando todavía, de alguna forma, lo que está
ocurriendo en la realidad, con la ventaja que tienen ustedes como
analistas, en la medida en que se pueden permitir el lujo de plantear
varios escenarios, cosa que el Gobierno, cuando elabora unos Presupuestos
Generales del Estado, me temo que no tiene esa prerrogativa, se tiene que
ajustar a unas determinadas cifras porque, de otra manera, serían
múltiples e infinitos escenarios presupuestarios y, por lo tanto, de
imposible cumplimiento. En ese sentido, sí quiero pensar que ustedes han
venido recogiendo esas fluctuaciones dentro de los márgenes de lo
posible. Por eso querría pedirle que hiciera un comentario respecto a
cómo han funcionado las medidas concretas que ha tomado el Gobierno a lo
largo de este año para frenar una caída aún mayor o, si se me permite el
verbo, para amortiguar lo que, de otra manera, hubiera sido una caída al
abismo de dimensiones desconocidas. Digo todo esto porque usted ha
calificado estos presupuestos de expansivos, incluso ha dicho usted muy
expansivos, dada la situación de mucha excepcionalidad, o sea que ese
"muy" creo que está más que justificado.
Luego ha hablado usted también de la alta vulnerabilidad financiera de las
empresas españolas, algo que ha repetido recurrentemente en sus
comparecencias aquí. Ha hablado también de las debilidades de la propia
economía española, ha mencionado en este caso tres: una alta tasa de
temporalidad, una estructura productiva vamos a decir que comprometida, y
luego un tamaño empresarial reducido, el de pymes. Eso que decía usted de
estructura productiva me ha parecido un cierto eufemismo, si me permite
la expresión, en la medida en que tengo la sensación de que usted viene
denunciando algo en lo que nosotros venimos insistiendo desde hace mucho,
y es que la economía española es más débil cuanto más centrada está en
sectores concretos como el del turismo o como el de la construcción. Una
economía más diversificada es una economía más robusta y más fuerte.
Entiendo que opina usted lo mismo, y por ello le advierto de que tenga
usted mucho cuidado porque por estos parajes corre mucho lobista del
sector turístico y del ladrillo y este tipo de cosas a determinados
sectores en este Congreso, señor gobernador, no les gusta oírlo, pese a
que sea una verdad de Perogrullo. Entonces, que venga usted aquí y diga
este tipo de cuestiones, en el fondo, nos reconforta a algunos.
Por último, respecto a las previsiones, ha hablado usted de que uno de los
riesgos más importantes es la falta de capacidad de absorción que hemos
tenido como país respecto de las ayudas europeas. Efectivamente, cuando
uno ve el histórico que usted mismo ha mostrado en gráficos en esta sala
comprueba hasta qué punto efectivamente España ha tenido un problema
serio en cuanto a su capacidad de absorción. Yo le diría que precisamente
una de las claves que tendremos para salir de esta crisis será aumentar
de una manera decidida y constante esa capacidad que tenemos como país
para absorber esos fondos, y confío en que el Gobierno se haya puesto a
esa tarea. En todo caso, esto es lo de siempre, es decir, una cosa es lo
que uno planifica y otra cosa es lo que luego uno ejecuta. Usted decía
con esto que la ejecución en España en estos años no ha sido precisamente
la más brillante. En todo caso, estamos en una fase de planificación; es
decir, esto es Presupuestos Generales del Estado; ya tendremos el próximo
año tiempo prolijo para hablar de lo que se cumple, de lo que no se
cumple y de qué expectativas se van cumpliendo. Esta es la parte primera,
la parte que tenía que ver con las previsiones.
Entrando ya en los comentarios que hace usted sobre el contenido del
proyecto de Presupuestos Generales del Estado presentados por el
Gobierno, usted ha valorado el crecimiento de algunas partidas y yo
querría que se centrara, si pudiera ser, en las que tienen que ver con
transformación digital e I+D, y se lo digo porque usted mismo ha
insistido en la importancia de estos factores en anteriores
comparecencias de cara a poder transformar o cambiar la estructura
productiva del país en un sentido más productivo. Esto quiero subrayarlo
porque usted ha insistido en este indicador que yo creo, por otro lado,
que es fundamental; el índice de productividad de una economía concreta
es para mí el que explica si es sostenible o no es sostenible un
determinado modelo. Usted ha venido diciendo en anteriores comparecencias
que España perdió un importante gap de productividad al inicio de los
años de la pasada crisis, un gap que tenemos que ir cerrando. Por tanto,
la obsesión, o por lo menos mi obsesión sería que estos Presupuestos
Generales del Estado reforzaran la estructura productiva española en el
sentido de aumentar su productividad o coadyuvar a aumentos de
productividad, y querría conocer una valoración suya respecto de la
posibilidad de que esto efectivamente se dé.
Ha mencionado también la cuestión de la subida de funcionarios y
pensionistas. Aquí yo siempre empiezo diciendo que la economía tiene que
ser pensada como un servicio a las personas; las personas somos el fin
último al que se somete la disciplina económica y no al revés. Digo todo
esto porque el objetivo es poder subir sueldos de pensiones y de
funcionarios, y en ese sentido me parece que hay que colocar primero las
prioridades y los objetivos y luego ver los medios. En última instancia,
señor
gobernador y señores asistentes a esta Comisión, el objetivo de estos
Presupuestos Generales del Estado no es cuadrar unos números, no es ser
fieles a unos determinados principios matemáticos, que también se
entienden instrumentales para ello, sino que el objetivo último es salvar
a las personas, hacer que las españolas y los españoles tengan para el
próximo año mejores perspectivas de vida, porque eso al fin y al cabo es
el patriotismo. El patriotismo no es que España tenga cada vez banderas
más grandes o nociones abstractas más complejas. Se trata de que esto
impacte realmente en la vida de las personas, y tengo la sensación de
que, a veces, se nos olvida entre tanto océano numérico.
Ya por último, respecto a la reforma fiscal que usted ha comentado, decía
que hubiera preferido que ciertas reformas se hubieran hecho más tarde.
Es cierto que en otras comparecencias usted ha insistido en esta idea de
que no era precisamente el momento -digamos- de abrir todas las ventanas
y todas las puertas y ponerse a hacer una reforma de calado. Si le digo
la verdad, señor gobernador, yo estoy de acuerdo, me parece que lo que se
ha hecho en estos Presupuestos Generales del Estado es apenas cambiar
algunos tipos impositivos, algunos que venían siendo demandados desde
hace tiempo. Pero, en términos de grandes reformas fiscales, creo que
estaremos de acuerdo en concluir ambos que brillan por su ausencia en
este presupuesto, y desde luego estoy de acuerdo con usted en que esto
habría que planteárselo como un debate de país a medio plazo, pero está
claro que en estos Presupuestos Generales del Estado no hay tal reforma
fiscal en términos mayúsculos. Usted mismo ha destacado que la imposición
directa en España sigue siendo muy baja, por debajo de la media europea;
usted mismo ha destacado que las bonificaciones sobre el combustible
diésel, por ejemplo, en España siguen siendo superiores a las de la media
europea. Por tanto, la reducción de esa bonificación que se da en este
presupuesto en ese sentido no creo que vaya a traer las diez plagas de
Egipto. Y, luego, usted mismo también ha denunciado que el sistema
impositivo español tiene demasiadas exenciones, lo que se ha llamado
siempre el queso gruyere. Si el esquema tiene cierta coherencia cuando se
mira de lejos, pero cuando uno se acerca lo ve todo lleno de exenciones,
efectivamente la eficacia tributaria se minora muchísimo. Le digo todo
esto porque, insisto, creo que no estamos ante unos presupuestos donde se
esté planteando una gran reforma; se están apenas lanzando unos mensajes
casi más simbólicos que otra cosa, porque realmente el efecto
recaudatorio que van a poder tener no va a compensar o no está en la
escala de los movimientos presupuestarios que ha provocado esta crisis, y
en ese sentido está claro que la solución a los problemas fiscales de
España no vendrá por una pequeña reforma puntual o un cambio de tipo
impositivo que podamos hacer ahora.
Pero sí me interesa ir pensando en un cierto futuro próximo, y usted ahí
nos ha invitado -y entro ya en cuestiones de deuda pública- a ir pensando
por lo menos en la elaboración de un plan de contención de deuda pública.
Si le he entendido bien, usted lo que ha dicho es que se trata de ir
pensando en un plan de consolidación; es decir, no se trata de ejecutar
ningún plan de consolidación ahora, como me parece que ha insinuado la
señora María Muñoz, diputada de Ciudadanos, por lo menos no es eso lo que
usted ha dicho o lo que yo le he entendido. Usted ha explicitado la
necesidad de que se vaya trabajando para que efectivamente haya una
sostenibilidad de la deuda pública a medio y largo plazo. Pero para eso
sí le digo, señor gobernador, que, al margen de las medidas que se puedan
tomar en los próximos años por parte del Gobierno de España, lo ocupe
quien lo ocupe, para tratar de consolidar esa deuda pública, lo que sí
está claro es que el Banco Central Europeo va a tener que garantizar una
financiación digamos que cómoda a los Estados para la próxima década, si
no me equivoco. Por debajo de eso me parece que estaríamos completamente
fuera de foco.
Nada más, presidenta, le agradezco la paciencia.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo VOX, tiene la palabra el señor Manso.
El señor MANSO OLIVAR: Buenos días, señor gobernador. Buenos días a todos.
En primer lugar, quiero darle las gracias de nuevo, señor gobernador, por
su claridad -se la he alabado muchas veces- y en este caso no hay más que
escuchar la intervención de don Txema Guijarro para ver su valentía. Se
nota claramente -de hecho, se lo ha recordado el señor Bel- que usted no
está sujeto al problema de todos los que estamos aquí, que es el problema
de las urnas. Lo ha dicho claramente cuando ha deslizado una pequeña
crítica sobre las subidas salariales de los funcionarios. Usted se lo
puede permitir -le ha dicho-, nosotros no. Ya es bastante penoso que
digamos eso, porque quiere decir que hemos tomado esto como un negocio,
como un puesto de trabajo y lo relevante es salir reelegido, no intentar
hacer lo que debemos hacer. Entonces, le alaban a usted, que puede
permitirse el lujo de decir, entre comillas, esas barbaridades.
Le alabo porque no ceja usted en el empeño, como le dije la última vez, y
vuelve a decirnos que, por favor, nos pongamos a trabajar en el déficit
estructural. Estoy de acuerdo con Txema Guijarro. No ha dicho que nos
pongamos mañana, pero ha dicho que empecemos a ponernos, porque llevamos
ya varios meses de retraso. No es incompatible sacar estos presupuestos,
que son coyunturales por la situación en la que nos encontramos, con
empezar a trabajar en la consolidación fiscal. Estoy totalmente de
acuerdo con el adjetivo que ha utilizado mi compañera de Ciudadanos: es
un presupuesto tentativo. Realmente, este Gobierno tiene poco respeto a
esta Cámara y a los ciudadanos y hace las cosas para cumplir con el
expediente. Ha presentado un presupuesto porque tocaba presentarlo, había
que rellenarlo y lo ha rellenado. En la parte del gasto realmente es poco
concreto, sobre todo si pensamos que hay ministerios en que el 75 % del
gasto corresponde al mecanismo de recuperación y resiliencia, de modo que
ahí tenemos tiradas líneas de programas con grandes cifras, en números
muy redondos, que juntos suman un montón de millones con los que nos
podemos dirigir al público y decir que nos vamos a gastar en
transformación digital no sé cuántos miles de millones. Pero esto no es
concreto, y un presupuesto ha de ser concreto. Yo quiero en este
presupuesto la concreción que veo, por ejemplo, en algunas partidas, como
gastos de personal. Es un presupuesto tentativo, donde aparecen una serie
de partidas que lo único que intentan es transmitir a la población que
vamos a gastar en cosas estupendas que van a mejorar nuestro nivel de
vida, y, sin embargo, no se abordan los problemas importantes del
presupuesto. Ya hemos visto que el ingreso depende del cuadro macro, que
está sujeto a incertidumbre, y, en principio, usted advierte que el
Gobierno tal vez ha sido un poquito optimista. Realmente, este Gobierno
lleva siendo optimista todo el año, porque es un Gobierno que niega la
realidad.
Más que en la parte fiscal -prácticamente comparto todo su discurso, señor
gobernador-, quiero centrarme en la parte monetaria. En el presupuesto
hay alguna cosa que no me cuadra, como que el año que viene, según la
Dirección General del Tesoro, tenemos 162 000 millones de vencimientos.
Por tanto, las necesidades de financiación del Estado me parecen más
altas de las que dice, pero no por el déficit, sino por la necesidad de
renovar el año que viene 162 000 millones, según dice la página web del
Tesoro. El presupuesto habla de 94 000 millones, y yo quisiera que
alguien me explicara por qué hay esa diferencia de casi 70 000 millones
entre los pasivos que se amortizan en el presupuesto y lo que dice la
página web del Tesoro. Pero, volviendo a la política monetaria, a usted,
como a mí y a algunos de esta Cámara -probablemente a aquellos que no nos
preocupa salir reelegidos o no-, nos preocupa el déficit estructural y la
línea de gastos financieros, que, gracias a Dios, llevamos varios años
manteniéndola. A pesar de que cada vez debemos más dinero, la cifra se ha
estabilizado en 32 000 millones gracias a que las emisiones nuevas, como
usted bien conoce, son cada vez a tipos más bajos. Parece algo así como
que hemos llegado a un acuerdo con el Banco Central europeo, a un acuerdo
forfait de liquidez: son 32 000 millones al año y usted puede beber lo
que quiera. Me preocupa que esta política de tipos bajos puede cambiar.
No es que vaya a cambiar en el corto plazo -estamos de acuerdo-, pero
solamente con que cambie en el medio plazo hay una debilidad estructural
brutal -repito el adjetivo, brutal- en nuestro presupuesto. Con volúmenes
de deuda que van a superar el billón trescientos mil millones a final de
este año, aunque podamos aguantar dos o tres años con tipos bajos,
cualquier movimiento al alza de los tipos ahoga cualquier reforma de las
que se están considerando aquí. Por tanto, hay que empezar a tener más
respeto al problema de la deuda. Cosa distinta, señor gobernador, y se lo
transmito como miembro del Consejo del Banco Central Europeo -no sé si le
habré hecho ya la pregunta o a algún otro compareciente, pero, si se la
he hecho a usted, me disculpará, aunque le pediré que me la vuelva a
responder, porque mi memoria empieza a ser flaca- es si no nos hemos
cargado la política monetaria como instrumento. En referencia a la famosa
put de Greenspan, de la que a veces se habla, ¿es imposible ya tocar los
tipos de interés al alza? Si es un instrumento que se tiene que mover en
los dos sentidos pero para financiar los déficits públicos ya es
imposible moverlo al alza, entonces nos acabamos de cargar un
instrumento. Le quiero preguntar, señor gobernador, si usted piensa que
nos hemos cargado ese instrumento. Pero, de verdad, no me responda con
que ustedes tienen una regla de estabilización de precios. Ya sé que
tienen una regla de estabilización de precios, aunque tampoco sé si es el
mejor objetivo.
Básicamente, señor gobernador, esta sería mi intervención. Compartimos
prácticamente toda la crítica que usted ha hecho. Estoy de acuerdo con el
señor Guijarro, ya el año que viene veremos, pero cuando se presupuesta
se tiene que hacer un presupuesto realista, no un presupuesto tentativo.
Esta es nuestra mayor crítica.
Es el turno del Grupo Popular. Tiene la palabra la señora Elvira
Rodríguez.
La señora RODRÍGUEZ HERRER: Gracias, señor gobernador, por su
comparecencia y su intervención tan detallada y solvente, como nos tiene
acostumbrados. Ha sido interesante su estructura y cómo ha puesto el foco
en las líneas generales de lo que está en el proyecto de presupuestos y
documentación complementaria que nos presenta el Gobierno para su
aprobación y lo que ha echado en falta. Prácticamente, ha contestado a
las preguntas que tenía planteadas, con lo cual voy hacer hincapié en
algunas cuestiones. Y voy a comenzar por lo que, desafortunadamente, no
está. La última vez que acudió a esta Cámara fue el pasado 6 de octubre,
la cuarta vez que yo, por lo menos, asistía a una comparecencia suya este
año. Hoy es la quinta y en todas ha reclamado al Gobierno que por el bien
de España, por nuestra reputación y para acrecentar la confianza de los
inversores en nuestro país, se debería presentar la senda de
consolidación fiscal y la vuelta a la ortodoxia de las finanzas públicas.
Ese mismo día, señor gobernador, el 6 de octubre, el Consejo de Ministros
aprobó solicitar del Congreso de los Diputados la declaración de
situación de emergencia extraordinaria, de acuerdo con lo dispuesto en la
Constitución española y su desarrollo en la Ley de Estabilidad
Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Era claro que estábamos,
estamos en una situación de emergencia extraordinaria, pero, además de la
solicitud, el Gobierno decidió hacer caso omiso de lo previsto por la ley
en estos casos, en especial respecto a que la desviación temporal en que
se pudiera incurrir no pusiera en peligro la sostenibilidad fiscal a
medio plazo y la exigencia de la aprobación de un plan de reequilibrio
que permita la corrección del déficit. El efecto directo de esa fisión es
lo que, como decía, usted ha echado en falta, que no hay referencias a la
estabilidad a medio plazo ni a la senda a recorrer para equilibrar
nuestras cuentas públicas. Es cierto que la situación en la que estamos
presenta muchas incertidumbres, pero también es cierto que precisamente
por eso era mucho más importante que se hubiera tenido en cuenta el medio
plazo y no se hubieran tomado decisiones que incrementaran nuestro gasto
y déficit estructural, lo que supone un fortísimo incremento de la deuda
pública, bajo el discurso de que el gasto público es bueno, sea el que
sea, y que se acabó la austeridad. El no presentar explícitamente la
información que usted solicita parece que hace más fácil tomar esas
decisiones, y quizás esa sea la causa real de que no lo hayan hecho. En
este sentido, estamos plenamente de acuerdo con su petición.
De la lectura en diagonal de la ingente documentación que nos han mandado
entresaco dos referencias: la primera, cuando las condiciones económicas
lo permitan será momento de poner en marcha políticas fiscales
encaminadas a reducir el déficit y la deuda en el medio plazo; la
segunda, estos presupuestos generales para 2021 se constituyen, por
tanto, como la herramienta que permitirá a España salir a la mayor
brevedad de la crisis generada por la emergencia sanitaria, haciéndolo
con pilares más robustos, competitivos y con mayor cohesión social. Estas
son dos frases que se incorporan al informe económico-financiero que se
presenta con los presupuestos y que suponen, de una parte, una excusa
para justificar la falta de remisión de la información plurianual que
debía haberse confeccionado y sometido a la votación en el Congreso para
demostrar que se cumplía el requisito de la sostenibilidad en el medio
plazo, y, de otra parte, la coartada para los presupuestos de los que
solicitan su aprobación; una declaración de intenciones, la generación de
crecimiento y la creación de empleo, que no se justifica o se demuestra
en sus anexos. El papel lo aguanta todo, pero llegado el momento tenemos
que pasar, como se dice coloquialmente, de las musas al teatro. El
presupuesto se apoya en un cuadro macroeconómico para 2020 y 2021 que
recibió el aval de la AIReF -era obligatorio, veremos qué nos cuenta su
presidenta mañana- con dos importantes salvedades: la primera, que no se
empeoraran las previsiones respecto a la pandemia, lo que parece que ya
se ha debatido aquí o se ha puesto de manifiesto y parece que ya se ha
producido, a tenor de los últimos datos que vamos conociendo y la propia
petición del Gobierno de un nuevo periodo de alarma hasta mayo del año
que viene, con todo lo que eso significa; y, la segunda, el cumplimiento
multiplicador de los fondos europeos, que el Gobierno estima en un 2,6 %
-usted lo ha señalado-, y el Banco de España entre el 0,6 % y el 0,8 %,
que hoy ha vuelto a repetir. Usted, como decía, ha ratificado estos
riesgos -para el Banco de España también lo son-, añadiendo además que el
uso de los fondos puede que no sea tan rápido. La propia presupuestación
nos indica que así puede ser al asignar fondos en bloque a ministerios y
organismos públicos -portavoces que me han precedido también lo han
puesto de manifiesto-. Nos acercamos a su escenario dos. El Gobierno fía
lo que denomina crecimiento inercial al consumo privado, apoyado, además
de en la citada mejora de la pandemia, en unos datos de empleo que
difieren sensiblemente de los de la institución que usted dirige,
al tiempo que pone de manifiesto el riesgo de que la inflación sea más
baja. Es decir, en su conjunto, tenemos fuertes riesgos de cumplimiento,
a lo que añadimos el adicional que también pone de manifiesto el Gobierno
y usted ha señalado de una salida desordenada para el brexit, que,
desafortunadamente, cada día está más cerca. En este sentido, resulta
curioso -es una anécdota, pero ahí está- que un ente público, AENA, en un
hecho relevante enviado a la CNMV el pasado día 28 ponga en tela de
juicio también las previsiones del Gobierno en estos presupuestos.
En este contexto, usted nos ha dado su opinión respecto al cuadro macro,
del que, como decía, el escenario del presupuesto se acerca bastante
deprisa a lo que han llamado ustedes escenario dos, y eso hace que todos
los presupuestos se tambaleen. En este sentido, me gustaría, si pudiera
ser, que concretara más el riesgo de incumplimiento que tiene y cuál
podría ser su efecto sobre la previsión de ingresos que nos presentan en
los presupuestos. Quisiera saber si no les parece muy optimista el
incremento de la recaudación respecto al crecimiento que se incluye en
los presupuestos; recaudación histórica, dice la ministra, y la verdad es
que han tomado tres o cuatro medidas tributarias. Usted además ha
señalado su opinión respecto a la inoportunidad del incremento de la
presión fiscal en un momento como el actual, que puede generar perjuicios
para el crecimiento, y quizás esto de la recaudación histórica suena -no
sé cómo decirlo- como Alicia en el País de las Maravillas.
Por otra parte, de acuerdo con la información contenida en el plan
presupuestario que se envió a Bruselas el 15 de octubre pasado, el
déficit estructural de nuestras administraciones públicas empeora
sensiblemente de 2019 a 2021 -usted también ha hecho referencia a ello-,
de -4 % a -6,1 % el año que viene. ¿Esto qué significa? Significa que, al
ser déficit estructural, a pesar del optimista crecimiento que están
computando y de la recaudación historia que recogen, el incremento
estructural del gasto empeora nuestra situación fiscal de forma muy
significativa, y fíjese que lo adjetivo. Es el gasto estructural, porque
es déficit estructural. No es el gasto coyuntural, que puede ser como
consecuencia del movimiento de los estabilizadores automáticos o de
algunas medidas coyunturales discrecionales. La AIReF advirtió de que no
era el momento de incurrir en nuevos compromisos de gasto estructural,
pero ya se ha visto que no ha tenido mucho éxito en sus recomendaciones,
y, desafortunadamente, ustedes tampoco por lo que respecta a las
previsiones plurianuales y también en este sentido. ¿Ve usted -ahí va mi
pregunta- riesgos en el contexto del Pacto de Estabilidad y Crecimiento
que podrían exigirnos medidas de ajuste en Europa? ¿Cómo cree que se
podría volver a la senda de la ortodoxia fiscal desde esta situación?
Usted ha adelantado qué partidas habría que tomar y que vamos hacia
delante, quizás una de cada. ¿Usted cree que esto sería sostenible con
nuestra posición en Europa?
Por último, una referencia a la consecuencia de la irresponsabilidad
fiscal de la que son una buena muestra estos presupuestos. De acuerdo con
lo que se recoge en el artículo 46 de la ley -el señor Manso ha hablado
algo de esto-, se autoriza un incremento anual del saldo de la deuda viva
del Estado de 132 000 millones de euros, que puede ser aún mayor en
virtud de determinadas circunstancias que se recogen en este mismo
artículo. Valga como ejemplo este año que está terminando, en el que
entre el saldo de la deuda viva autorizada y el que va a resultar al
final del ejercicio puede haber una desviación de casi 100 000 millones
de euros. Si a esa variación se añaden las amortizaciones previstas en el
ejercicio, página 433 del informe económico-financiero, las emisiones
brutas del Tesoro Público en 2021 ascenderán a 300 000 millones de euros,
con el riesgo que supone esta salida masiva al mercado -recordemos que
este año España ha demandado también una cifra muy similar-, y esto
partiendo, como decía, de las previsiones en ingresos y gastos, que usted
ha puesto en tela de juicio, posición que nosotros también compartimos;
el 7,7 % del déficit para 2021 es voluntarista e irreal. Así, en el mismo
sentido en que le pregunté en su anterior comparecencia en esta casa,
¿qué riesgo fiscal ve a estas emisiones? ¿Seguirán comprando los
inversores nuestra deuda soberana a los mismos precios, teniendo en
cuenta que los países de nuestro entorno presentan indicadores de
crecimiento sensiblemente mejores que los nuestros, con 31 713 millones
de euros de intereses que tenemos, una cantidad que no es menor, y que,
si aquella sube, será mayor?
Hemos escuchado al portavoz de uno de los partidos que gobierna y nos ha
dado la clave del camino por el que vamos y es el que me llevó a decir
que había irresponsabilidad fiscal en estos presupuestos. No es un
problema de impulso fiscal, que todos compartimos en estos momentos y
deberían haber ido más allá bajando impuestos a nuestro tejido
productivo, sino relativo a cuáles son los objetivos de lo que se nos
presenta. No es lo que aparecía en la frase que reproduje antes,
crecimiento y creación de empleo, es decir, cuadrar los números, sino
salvar a las personas. Ese es el problema que tenemos, y mientras sean
los que parten el bacalao, no tendremos remedio. No somos
mesías, lo malo es que esta situación en la que estamos es acumulativa y
al final explotará y perjudicará a todos, también a aquellos a los que
pretenden salvar.
Muchas gracias. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra Pedro Casares.
El señor CASARES HONTAÑÓN: Muchas gracias, presidenta.
Muchas gracias también al gobernador del Banco de España. Bienvenido una
vez más a esta casa, al Congreso de los Diputados, en este caso en el
inicio de las comparecencias para abordar los próximos Presupuestos
Generales del Estado para 2021; señor gobernador, en esta ocasión en una
situación excepcional, con unos presupuestos en un contexto excepcional
de pandemia y, además, aunque hoy lo reconozcan todos los partidos
políticos, sí, en una situación de emergencia, señorías, aunque tuvieron
ocasión de reconocer esa emergencia en el Congreso de los Diputados pero
se pusieron de perfil y se abstuvieron en la votación del debate del
estado de alarma; una situación, señor gobernador, en un contexto de
incertidumbre no solo de la economía española, sino de la economía
mundial ante la mayor crisis en tiempos de paz, señorías de esta Cámara,
y ante la posibilidad, sí, de una segunda ola con consecuencias fuertes
-la estamos viviendo en estas semanas- que, por tanto, genera riesgos e
incertidumbres para nuestra economía, aunque no necesariamente tienen por
qué materializarse, a pesar de que parece que algunos convierten esos
riesgos en deseos, escuchando sus intervenciones hoy en esta Cámara.
Pero, señorías, señor gobernador, frente a muchas incertidumbres, también
hoy podemos tener algunas certezas, en primer lugar que no se puede
separar economía y salud, y hace poco algunos esto también lo negaban.
Una segunda certeza, señor gobernador, es que las medidas del Gobierno de
España y de la Unión Europea han protegido a nuestra economía, han
protegido a nuestros autónomos, a los trabajadores y a las familias. Voy
a dar solo un dato: la reducción, por ejemplo, del número de personas
afiliadas a la Seguridad Social en el primer trimestre de 2020 es similar
a la reducción que se produjo en la anterior crisis, entre junio de 2008
y 2009, y todo esto cayendo hoy nuestro PIB cinco veces más que entonces.
Por tanto, las medidas del Gobierno de España -es una certeza- han tenido
efectos positivos para nuestra economía. Y una tercera certeza, señor
gobernador, es que no tener hoy unos nuevos Presupuestos Generales del
Estado para 2021 generaría todavía mucha más incertidumbre a la ya
existente. Además, no tener estos Presupuestos Generales del Estado sería
perjudicial, porque los Presupuestos Generales del Estado de 2018,
señorías, ya no sirven, no pueden dar respuesta a un mundo que ha
cambiado por completo como consecuencia de la mayor crisis sanitaria de
nuestras vidas; por tanto, son unos presupuestos superados que no sirven
para la situación actual. Es en esta situación, en este contexto, donde
es clave tener ya, cuanto antes, unos nuevos Presupuestos Generales del
Estado, unos Presupuestos Generales del Estado que, como decía, son
excepcionales porque la situación es excepcional. Y quien no entienda
esto, señorías, es que no ha entendido nada de lo que ha pasado desde
marzo en este país y en el mundo entero.
¿Cuál es la situación en la que se han elaborado las nuevas cuentas
públicas para el año que viene, para 2021? Tenemos un cuadro
macroeconómico no exento de incertidumbres -por muchas veces que se
insista, esto no deja de estar presente en nuestra economía-, pero con
supuestos muy coherentes con los de organismos internacionales y tan poco
sospechosos como los del Banco Central Europeo. En ese contexto se prevé
una recuperación en la economía mundial, también de la zona euro y de los
países potencialmente receptores de nuestras exportaciones. Es un
contexto en el que se ha producido una evolución a la baja de los tipos
de interés a largo plazo en 2020 y se van a estabilizar en 2021. Habrá
una estabilidad cambiaria dólar/euro y un precio del petróleo, señorías,
por debajo de los cincuenta dólares el barril. Además los efectos de la
pandemia en 2021 van a ser mucho más limitados que en este año 2020, a lo
que se une a una cuestión fundamental, la incorporación de los Fondos de
recuperación de la Unión Europea, que podrán canalizarse a través de
estos presupuestos y tendrán un significativo impacto en el crecimiento
económico de nuestro país. Y hay un último dato que me van a permitir
recordar, y es que España también ha demostrado sus fortalezas con una
cifra como la que hemos conocido en el tercer trimestre de este año, y es
que la economía española, señorías, ha crecido un 16,7 %, la mayor subida
de la serie histórica, muy por encima de todas las previsiones de todos
los organismos internacionales, incluidas las previsiones del Gobierno de
España o del propio Banco de España.
Ese es el contexto en el que se han elaborado estos presupuestos generales
del Estado, que persiguen, y esta es la clave de todas las políticas,
especialmente de las políticas del Gobierno de España, tres objetivos: en
primer lugar, recuperar buena parte de lo que la pandemia de la COVID nos
ha arrebatado, señorías, que es un objetivo de país que nos interpela a
todos; en segundo lugar, impulsar las transformaciones y los cambios
estructurales que necesita nuestra economía para modernizarla y que nos
permitirán contribuir desde la política pública a la recuperación
económica y la generación de empleo, y, en tercer lugar, fortalecer
nuestro Estado del bienestar, frente a políticas del pasado de recortes
bajo los Gobiernos del Partido Popular que hoy han demostrado lo dañino
que son para una sociedad que necesita una sanidad pública y una
educación pública mucho más fuertes que las que nos hemos encontrado ante
esta grave situación. Por tanto, en esos tres objetivos de país,
señorías, se enmarcan estos presupuestos Generales del Estado, que sí son
progresistas, sí son expansivos, no traen recortes y además son
realistas, con políticas anticíclicas de gasto público, con políticas
para proteger a las personas, a las familias, a los trabajadores y a las
empresas y con políticas de aumento de la inversión para mejorar la
productividad y la competitividad de nuestra economía. Así, por ejemplo,
estos presupuestos generales del Estado contemplan la mayor inversión
social de la historia de nuestra democracia, con un incremento de más de
22 000 millones de euros para políticas tan sencillas pero tan
importantes como el incremento de las becas y las ayudas al estudio, el
incremento de las partidas para luchar contra la pobreza infantil, el
incremento de las partidas para garantizar un ingreso mínimo vital, el
incremento de las partidas para el empleo, con el Plan de choque para el
empleo juvenil, de 600 millones de euros en 2021, para acabar con
vergonzantes cifras como la tasa de pobreza y la tasa de paro juvenil que
tenemos en nuestro país, o también políticas medioambientales, de
vivienda, digitalización, inversión en I+D+i o, sí, señorías, políticas
para aumentar la retribución de nuestros empleados públicos y de las
pensiones de nuestros mayores, para que se garantice su poder
adquisitivo, en cumplimiento también de los acuerdos del marco del Pacto
de Toledo, así como políticas para apoyar a sectores que se han visto muy
castigados por la actual crisis, como el sector turístico y la cultura. Y
todo esto, señorías, sin ninguna subida generalizada de impuestos, aunque
se diga lo contrario. No hay incremento fiscal alguno a las clases medias
ni a los trabajadores ni a las autónomos ni a las pymes. Y el aumento
previsto de los ingresos para el año que viene a través de modificaciones
impositivas ronda los 6000 millones de euros, un 0,48 % de nuestro PIB en
2019, una cifra, como comprenderán, muy limitada, comparada con los 240
000 millones de euros de gasto social o los 27 000 millones de los fondos
europeos, que también recogen el cumplimiento de los acuerdos de esta
Cámara, del Congreso de los Diputados, como el impuesto a las
transacciones financieras o el impuesto a los servicios digitales.
Y, señorías, todo ello también con una idea que compartimos con el
gobernador del Banco de España, y es que queda pendiente una reforma
tributaria en profundidad que ahonde en la progresividad de nuestro
sistema fiscal y nos iguale a la media de los países de la Unión Europea,
donde estamos hoy muy por debajo. Unos presupuestos generales que tampoco
renuncian a la estabilidad de las cuentas públicas, con una reducción
prevista del déficit público para el año que viene de 3,6 puntos, la
mayor reducción del déficit de la serie histórica, señorías, porque
también está en el objetivo de país, en el objetivo de este Gobierno, una
consolidación de las cuentas públicas en el medio plazo cuando la
situación económica lo permita, no antes, señorías. En definitiva, unos
presupuestos generales del Estado -y se ha dicho aquí porque también es
importante recordarlo- donde la carga financiera de nuestra deuda pública
se mantiene constante en términos absolutos, a pesar del mayor nivel de
deuda en circulación, gracias a la reducción de los costes de emisión de
la deuda pública española.
Termino con una última reflexión, señorías. Señor gobernador, hoy más que
nunca hacen falta unos presupuestos generales del Estado que nos ayuden
en la enorme tarea que tenemos por delante como país, como sociedad; esa
es la tarea que tenemos hoy los 350 diputados y diputadas de esta Cámara,
del Congreso de los Diputados, y esta tarea nos interpela a todos,
señorías. Por tanto, hagámonos cargo de la situación y facilitemos con
nuestras acciones, con nuestros votos, que hoy España tenga unos
presupuestos generales del Estado acordes a la situación económica,
sanitaria y social que vive nuestro país.
Muchísimas gracias. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Para contestar lo que entienda pertinente y para cerrar esta comparecencia
tiene la palabra el gobernador del Banco de España.
El señor GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA (Hernández de Cos): Muchas
gracias, señora presidenta y muchas gracias a todos los diputados por los
comentarios y también incluso por los elogios.
Voy a intentar estructurar mis respuestas de la misma manera que he hecho
la presentación y agrupando, por supuesto, las distintas intervenciones
de los diputados. Voy a comenzar con el escenario macroeconómico, ya que
creo que es importante realizar algunas clarificaciones porque es verdad
que, dependiendo de donde uno ponga los énfasis, puede llevarse una
visión más o menos pesimista de nuestra valoración. Voy a tratar de
explicarlo de una manera sencilla. Como he tratado de explicar en mi
presentación inicial, hemos trabajado en septiembre con dos escenarios un
escenario 1 y un escenario 2, optimista y pesimista, si queremos
llamarlos de esta manera, y la información que tenemos hasta el tercer
trimestre del año -que no conocíamos cuando elaboramos esas previsiones
en septiembre- nos confirman el escenario optimista, el escenario número
1, ese incremento intertrimestral del PIB del tercer trimestre era el
mismo -con un décima de diferencia- que nosotros habíamos previsto en ese
escenario más optimista. Ahora bien, lo que he tratado con posterioridad
es de introducir algunas consideraciones que nos hacen pensar que -sobre
todo en el último trimestre del año y probablemente también en el primer
trimestre del año que viene- no podemos tener un valoración tan positiva
como para confirmar que ese escenario 1 se va a confirmar, sino más bien
al contrario. ¿Y por qué es esto? En primer lugar, porque los supuestos
que estaban detrás de ese escenario eran compatibles con un rebrote de la
enfermedad, pero muy leve, que no exigía medidas de confinamiento, cosa
que no estamos observando ni en España ni en el resto de Europa ni
tampoco en el resto del mundo. En segundo lugar, tenemos alguna
información ya para la dinámica dentro del tercer trimestre, en primer
lugar, y también alguna escasa, muy escasa, del cuarto trimestre en
relación con octubre, en particular les comentaba los datos de
afiliación. No dispongo de la afiliación efectiva todavía porque los
números de ERTE no los tengo disponibles, pero, en cualquier caso, del
análisis de esa información -tanto la de los PMI que mencionado como de
los indicadores de afiliados que se han publicado esta mañana- pueden
verse algunos signos de ralentización en la evolución. También he
utilizado los indicadores de movilidad de Google, el tráfico de
autopistas, etcétera. O sea que estamos observando algunas pautas que
seguro que son incompatibles mantenerlas en el resto del trimestre, con
crecimientos intertrimestrales como los que preveíamos en el escenario 1.
Además, luego he enfatizado una serie de riesgos que van en la dirección
de pensar que el crecimiento económico puede ser más bajo claramente que
ese escenario 1, con una excepción -que es muy importante también-: los
fondos de la Unión Europea. Ni en el escenario 1, de septiembre, ni en el
escenario 2, de septiembre, habíamos incorporado el efecto del potencial
impacto de la utilización de estos fondos. Ese es un riesgo al alza, que
podría compensar al menos parcialmente. Hemos hablado de las dificultades
de ejecución, de la identificación de proyectos de acuerdo con los
patrones históricos, incluso de lograr multiplicadores tan elevados como
los que se incorporan en el presupuesto, pero no dejan de ser un riesgo
al alza.
En definitiva, desde el punto de vista de lo que para esta comisión es
relevante, que es valorar el cuadro macroeconómico que se incorpora en el
proyecto de presupuestos, creo que todo eso nos permite concluir que los
riesgos de ese escenario macroeconómico son claramente a la baja. Y yo he
tratado de escenificarlos de dos maneras, primero, eliminando el
componente de los fondos de la Unión Europea. La previsión del año que
viene del Gobierno es muy parecida a nuestro escenario 1, que hoy veo
claramente más difícil de materialización, de acuerdo con esos riesgos
que acabo de enfatizar e incluso con alguna información relativa al
trimestre corriente y a la dinámica del trimestre anterior. Y, en segundo
lugar, en relación con la estimación del uso y del multiplicador que se
incorpora para llegar a esa tasa de crecimiento del 9 % -pasar del 7 % al
9 y pico del Gobierno-, como hemos coincidido todos, no va a ser fácil
lograr que ocurra con rapidez ni tampoco lograr una selección de los
proyectos que verdaderamente tengan un componente multiplicador tan
elevado en el primer año, de más de un 1 % que está estimando el
Gobierno. Esto es lo que para mí es relevante desde el punto de vista de
la discusión que aquí estamos teniendo y es que claramente el escenario
macroeconómico del Gobierno está sujeto a riesgos a la baja, para los
fondos de la Unión Europea y para el escenario base -tendencial que le
llama el presupuesto-, tendencial para el escenario base sin esos fondos.
Me preguntaban algunos miembros de la Cámara cuáles eran los riesgos para
el déficit público y en particular me preguntaban sobre los riesgos para
los ingresos públicos. He tratado de enfatizar a lo largo de mi
intervención es que por supuesto, dado que vemos riesgos claros a la baja
en el crecimiento económico, vemos riesgos al alza para el déficit
público, de desviación al alza en relación con el objetivo que se ha
marcado el Gobierno. ¿Vemos, además de los derivados del cuadro
macroeconómico, otros
riesgos derivados, por ejemplo, de que el Gobierno haya sido muy optimista
en la previsión de los ingresos tributarios derivados de las medidas o de
las elasticidades que se utilizan? En principio, no, por ejemplo, en el
caso de los ingresos. No los vemos muy relevantes aunque es verdad -creo
que lo ha señalado la señora Rodríguez- que estimar impactos
recaudatorios de nuevas figuras sobre las que no tenemos evidencia
histórica en un contexto tan complejo como este es particularmente
difícil, y por tanto no es de descartar que sorprendan a la baja también.
Por otra parte, incluso las propias elasticidades de los ingresos sabemos
que tienen un componente cíclico siempre bastante importante. Por lo
tanto, la utilización de elasticidades promedio puede que no sea lo más
adecuado para hacer una estimación puntual muy precisa.
En el lado del gasto he mencionado en particular un posible riesgo de
desviación en el caso de dos tipos. Por una parte, partidas que están muy
relacionadas con la pandemia, un gasto en sanidad y también gasto
relacionado con ERTE, que en el caso de que se concrete la evolución
macroeconómica y de la pandemia más negativa podrían derivar en necesidad
de mayores gastos y, en segundo lugar, en las prestaciones por desempleo
porque también pensamos que la estimación de reducción de la tasa de paro
que está incorporada en los presupuestos es demasiado optimista cuando
uno lo compara al menos con nuestras previsiones e incluso incorporando
en nuestras previsiones la estimación de los fondos de la Unión Europea.
Este es el principal punto que quería trasladar sobre esta cuestión, el
escenario macroeconómico es claramente con riesgos a la baja y que se
trasladan a la posibilidad de un mayor déficit público del estimado por
el Gobierno en estos momentos.
La segunda cuestión que me han preguntado, que tiene que ver más con el
tono de la política fiscal, es: qué implicaciones tienen estos riesgos.
He sido bastante claro, desde el punto de vista, de lo que debería hacer
la política fiscal en el caso de que se materializarán esos riesgos. Creo
que la situación económica sigue siendo muy frágil y muy incierta y la
política fiscal tiene que seguir ejerciendo un papel expansivo. Si se
materializaran esos riesgos, habría que dejar actuar a los
estabilizadores automáticos y eso llevaría a más déficit público. Tampoco
hay que descartar, dependiendo de cuál sea la magnitud de la severidad de
las medidas de contención del confinamiento, etcétera, que haya que
reincorporar otra vez algunas de las medidas discrecionales que se han
dejado de utilizar. También creo que es muy importante -esto lo he
subrayado, no tanto en esta comparecencia como en otras- que a lo mejor
tenemos que cambiar algunos de los instrumentos; en particular, alguno de
ustedes ha comentado el tema de la vulnerabilidad de las empresas, que es
verdad que a nosotros nos preocupa por las consecuencias que puede tener
sobre pérdida de tejido productivo y por supuesto de empleo en último
término. Las medidas que se han utilizado hasta ahora, que nosotros hemos
defendido, creo que de manera bastante vehemente, han servido para
eliminar una parte de la potencial destrucción de empresas que se hubiera
producido, pero es verdad que nos hemos encontrado con un conjunto de
empresas que hoy están en una situación más vulnerable, más endeudadas y
con perspectivas de demanda que todavía no son buenas y, por tanto, lo
que era un problema de liquidez puede acabar convirtiéndose en un
problema de solvencia. Seguro que esto tiene alguna implicación y esto es
lo que he enfatizado en otras comparecencias sobre cuál debe ser el
instrumento óptimo en el caso de que la situación siga siendo muy frágil
y a lo mejor no tenemos que seguir enfatizando instrumentos de deuda, y
los avales, aunque creo que su extensión probablemente siga siendo
necesaria, lo mejor sería sustituirlos por capitalizaciones o
subvenciones directas incluso, por un lado y, en segundo lugar, incluso
hablar de la posibilidad de reestructuraciones de deuda, en las cuales el
sector público también debería incorporarse, dado que ahora una parte de
los avales cubren una parte de ese endeudamiento.
Evidentemente, este análisis hay que hacerlo de una manera muy cuidadosa
porque esas restituciones de deuda tienen que ser para aquellas empresas
que pensamos que son viables, no para aquellas que han tenido un cambio
estructural en su demanda y que, por tanto, son inviables de futuro. Este
es un ejercicio mucho más fácil de nuevo, como en casi todo, de decir que
de hacer luego de una manera detallada, sobre todo con el tejido
productivo, que tenemos en este país, tan atomizado en empresas pequeñas
y medianas que hacen tan difícil la gestión de crisis económica como
esta. Quiero hacer un matiz sobre esta necesidad de que el tono de la
política fiscal pueda adquirir una orientación más expansiva incluso de
la que hoy tiene. Esto es así, pero creo que es muy importante
precisamente para seguir anclándonos en la restricción presupuestaria de
medio plazo, que tiene que operar en cualquier caso y en ese programa de
consolidación, que las medidas de ahora sean mucho más focalizadas, no
tan genéricas como las que se requirieron en los primeros momentos de la
pandemia, y que sean temporales.
Creo que eso es muy importante y liga con algo a lo que voy a hacer
mención, y que ha señalado también el señor Bel, de la dificultad de
estimar cuál es el impacto sobre el déficit estructural que va a generar
esta pandemia. Eso es así per sé, sobre todo porque no sabemos cuál va
ser el efecto sobre el crecimiento potencial, seguro que negativo, pero
sobre cómo es de relevante, no lo sabemos; no le añadamos otros elementos
en el numerador en términos de gastos o de ingresos que hagan que el
déficit estructural aumente significativamente. Quedémonos con la
temporalidad de algunas medidas y la focalización de las mismas para
evitar que eso sea así.
Entro en el asunto de impuestos y gastos públicos. Creo que respecto de
los impuestos creo que más o menos hemos coincidido todos en que, con
independencia de que lo que pensemos sobre los distintos incrementos
impositivos que se mencionan que hay tres tipos de consideraciones que
quiero volver a repetir. El momento de esta fragilidad económica
probablemente hubiera hecho deseable que se retrasaran algunos de esos
incrementos impositivos, en particular aquellos que pensamos que pueden
tener algún impacto más relevante sobre el crecimiento económico a corto
plazo. Segundo, la necesidad de que cualquier modificación sobre los
sistemas impositivos esté enmarcada dentro de una reforma tributaria
integral -esto lo han mencionado algunos de ustedes y yo le he dedicado
parte de mi intervención a esta cuestión-. Luego hay un aspecto que me
parece importante y que opera más, sobre todo para el impuesto de
transacciones financieras, que para el impuesto actividades digitales, y
tiene que ver con la necesidad de coordinación internacional, si no
queremos que puedan generarse efectos negativos derivados de este tipo de
medidas. Estas son los tres tipos de consideraciones que quería hacer.
Sobre las pensiones, indiciación de pensiones y sobre todo indiciación de
funcionarios. Creo que el señor Bel lo ha expresado de manera muy
correcta. Mi posición es que creo que tendríamos que tener, y todavía
estamos a tiempo, una posición más prudente; y el punto básico que yo he
tratado de hacer es que la previsión de inflación del Gobierno ahora
mismo es de un 0,9, que es exactamente a lo que se están indiciando las
pensiones y los salarios de los funcionarios. Lo que he tratado de
enfatizar es que es altamente probable que esa inflación sea más baja,
como ya lo ha sido de hecho en el año 2020, en el que la indiciación ha
sido el 0,9 y el Banco de España está estimando una inflación promedio
para este año del menos 0,3, es decir, que hay una ganancia real para
esos dos colectivos de más de un punto porcentual. La cuestión es que en
este gráfico que he presentado se ve efectivamente, y esto lo sabemos
todos, con una perspectiva, por ejemplo, desde el año 2007 que, en los
funcionarios en particular, la indiciación no ha sido suficiente, no ha
estado ligada a la inflación y ha habido pérdida acumulada de poder
adquisitivo. La cuestión aquí es si este es el momento de recuperar ese
poder adquisitivo. Creo que no creo, creo que en este momento de
incertidumbre, donde la tasa de paro está aumentando de manera
significativa, en el que el efecto de la crisis sobre las finanzas
públicas es muy fuerte, creo que ser prudente, como creo que reclamaba el
señor Bel, es casi una necesidad, y no generar, de nuevo volviendo a mi
esquema inicial mental, no volver a aumentar estructuralmente el gasto
público en un contexto de tanta incertidumbre y tanto daño a las finanzas
públicas.
El señor Guijarro me mencionaba el tema de la productividad y yo reconozco
que en esto soy un activista, si me permite. Creo que el gran problema
que tiene esta economía es el de la baja dinámica de la productividad.
Creo que en la comparecencia de la Comisión de Reconstrucción indiqué que
este punto es uno de los puntos centrales de mi intervención. Una buena
parte de la pérdida de bienestar de los españoles cuando se compara con
otros países desarrollados tiene que ver con que la dinámica de la
productividad ha sido significativamente más baja que la de Alemania, por
ejemplo, y por supuesto que la de Estados Unidos; y además creo que
cambiar la dinámica de la productividad y mejorarla tiene repercusiones
muy positivas, incluso, por ejemplo, sobre cuestiones como la
desigualdad, una cuestión que a todos nos preocupa en la evolución en los
últimos años.
Es verdad que no es fácil resolver el problema de la productividad.
Claramente el diagnóstico que todos tenemos es que habría que tocar
muchas teclas, y todas ellas muy importantes, de una manera bastante
estructural, pero usted ha mencionado una que me parece muy importante
que es la del gasto en I+D, tanto público, como sobre todo privado, que
en el caso de la economía española es muy reducido. Creo que no hay que
quitar ninguna importancia a los temas de educación y formación, que es
algo fundamental, particularmente en este contexto, en el contexto de
esta crisis, en el que de nuevo podemos tener cambios estructurales que
hagan necesario, si no queremos que se genere paro estructural, formar a
esos trabajadores que van a perder su empleo de forma permanente porque
esos sectores económicos a lo mejor van a tener un menor peso. Tampoco
quitaría ningún hierro a otras variables más relacionadas
con competencias y dinámica empresarial. Yo mencionaba, por ejemplo, en
aquella intervención el tamaño empresarial, y tenemos identificado un
conjunto de normas que desincentivan el crecimiento de las empresas y,
por tanto, que no les permite en último término, a nivel agregado al
menos, que podamos aprovechar las economías de escala que nos llevarían a
mayores ganancias de productividad. Yo creo que todo ese tipo de
palancas, más otras más detalladas que mencionaba en aquella
comparecencia, son importantes, pero desde luego la que usted ha
mencionado me parece muy importante.
Sobre el programa de consolidación fiscal ha habido también algunas dudas
sobre lo que yo quería decir y creo que en esto voy a volver a intentar
ser claro. Lo que yo estoy proponiendo no es una ejecución de un programa
de consolidación fiscal hoy, pues eso sería absolutamente incompatible
con este mensaje sobre la necesidad de que la política fiscal deba
mantener un tono expansivo y que, incluso, si la cosa se complica tanto
estabilizadores automáticos como medidas discrecionales añadan un
componente expansivo a la recuperación porque permitan mantener la
recuperación económica, pero creo que sí es muy importante, y además es
difícil, lo ha dicho también el señor Bel, en primer lugar, estimar el
nivel de partida del déficit estructural. Yo he hecho una aproximación,
un cálculo que por supuesto es criticable, pero que creo que ayuda al
menos a cuantificar la magnitud del reto: 3 % de déficit estructural 2019
y en 3,1, lo estimaba el Banco de España; ingreso mínimo vital, alrededor
del 3 décimas adicionales; gasto sanitario, en el que probablemente 2 o 3
décimas más nos vamos a tener que gastar estructuralmente, no para
gestionar esta pandemia, que será coyuntural sino para evitar otras
futuras o también para resolver de una manera estructural algunas de las
deficiencias que hemos identificado como consecuencia de esta crisis.
El nivel de deuda pública es mayor y aunque los tipos de interés son muy
bajos, evidentemente la carga de intereses también será estructuralmente
mayor hasta que no lo bajemos y luego, esa decisión, que insisto creo que
es el consenso de la Cámara, de volver a iniciar las pensiones con la
inflación para que mantengan el poder adquisitivo de acuerdo con todas
las estimaciones disponibles, añade más o menos, yo he añadido solamente
el punto porcentual de la primera década, no los otros dos de las décadas
siguientes, con lo cual me salen números aproximados de 5 puntos
porcentuales, que no creo que sean exagerados porque para mí la gran duda
es con el numerador del déficit estructural pero también con el
denominador. Es decir, ¿cuál va ser efecto de esta crisis sobre el PIB
potencial -que es el denominador del déficit estructural-? No lo sé, pero
seguro que cero no, seguro que nulo no. Por tanto, esta es la magnitud
del reto. Por eso es difícil, pero esa dificultad no puede ser una excusa
para que no nos pongamos manos a la obra.
Además, soy absolutamente consciente -no soy ingenuo- de que no es
sencillo ponerse acuerdo sobre la pauta temporal. Yo he utilizado una
métrica que no me parece particularmente ambiciosa porque el pacto de
estabilidad tiene distintas métricas y distintas obligaciones. He cogido
solo una, que es la que aplica el déficit estructural. Saben que existe
otra que se aplica a la dinámica de la reducción de la deuda pública, que
en determinados contextos puede ser incluso más exigente, pero me voy a
olvidar por un momento de esta. La métrica que he utilizado es este
ajuste estructural anual del 0,5 % que introduciría mucho gradualismo,
porque estaríamos hablando de que sería compatible con las reglas
fiscales hacer un ajuste fiscal de hasta diez años, es decir de una
década, en ese número estimado de 5 puntos porcentuales que mencionaba.
Insisto, creo que va a ser muy difícil acordar la pauta temporal, que a
lo mejor viene bastante impuesto por la regla fiscal, pero la composición
no. ¿En qué medida lo vamos a hacer a través de reducciones de gasto
público e incrementos impositivos? Esto es lo que tiene que determinar
esta Cámara en función de las preferencias sociales de los distintos
grupos que, por supuesto, representan a los ciudadanos, y es ahí donde
los componentes más normativos e ideológicos son más fuertes y, por lo
tanto, es más difícil ponerse de acuerdo. Por eso creo que es muy
importante que se sienten cuanto antes para diseñar ese plan
presupuestario.
En cualquier caso, sin necesidad de entrar en los detalles de la
composición, sería positivo que nos pusiéramos de acuerdo sobre la pauta
de consolidación y que eso lo pudiéramos anunciar con una cierta
anticipación; sería positivo lograr ese efecto credibilidad, que es el
que yo quiero ganar hoy para permitirnos el lujo, sin generar ningún
efecto negativo sobre los mercados financieros, de una expansión fiscal
en el corto plazo, pero asegurando también a todos los ciudadanos que las
finanzas públicas serán sostenibles el futuro. Creo que al menos sobre
esa pauta temporal sería más fácil de lograr el acuerdo y luego, sobre
esa base, se debería trabajar en los posibles detalles que si estamos
hablando de una década, van a exigir distintas legislaturas, en las
cuales habrá probablemente distintas sensibilidades porque habrá
distintos
Gobiernos. Por eso de nuevo hago esta apelación al consenso sobre, al
menos, algunos de los parámetros claves de ese proceso de consolidación,
que creo que también es pertinente en esta ocasión.
El señor Manso me ha preguntado sobre las necesidades de financiación. No
tengo aquí exactamente los números, pero es un ejercicio relativamente
sencillo. Las necesidades de financiación del sector de Administraciones
públicas en un momento determinado es básicamente cogerse el nivel de
deuda pública del año anterior -en este caso, si es para 2021, el de
2020-, ver cuál es la vida media de la deuda pública en cada momento
-ahora debe estar cercana a los siete años-, con lo cual salen unas
amortizaciones como consecuencia de esa deuda pública pasada determinada,
que en nuestro caso puede estar en el entorno del 17 % el año que viene
y, además, están las necesidades generadas por el déficit público.
Dependiendo de la magnitud del déficit público del año que viene, las
necesidades de financiación del sector público español superarán los 20
puntos porcentuales el año que viene que, evidentemente, es una cantidad
muy significativa.
Me preguntaba además el señor Bel sobre si tenemos alguna estimación de
cuál habría sido la caída económica de este año sin las medidas que se
han aplicado. Hasta el momento yo he rehuido dar una respuesta numérica a
esta cuestión porque creo que cualquiera de ellas -incluida, por cierto,
la que se presenta en el presupuesto- minimiza el efecto. Y me pasa lo
mismo con la respuesta de política fiscal como con la respuesta de
política monetaria. Calcular sobre la base de nuestros modelos, con los
multiplicadores al uso que se utilizan, si el impulso fiscal de este año
se estima en 1,5 puntos con un multiplicador de 0,7 ha sido solo de menos
de un 1 punto porcentual, sinceramente no me parece muy creíble. Me pasa
exactamente lo mismo con la política monetaria porque realmente tanto la
política monetaria, por un lado, como la política fiscal, por otro, en
este caso con una casi coordinación implícita -que no explícita- que ha
habido incluso con las autoridades bancarias supervisoras, me parece que
el contrafactual habría sido un desastre mayúsculo. Evidentemente, estos
modelos, que no tienen esos componentes no lineales que serían necesarios
para hacer esos contrafactuales, minimizan su impacto final. También
preguntaba el señor Bel sobre este número que aparece en el documento que
se ha distribuido en la comparecencia, sobre el 70 % del gasto. No me he
traído las cifras exactas, señor Bel, pero como un ejemplo, tengo aquí
las principales rúbricas del presupuesto de gasto de la Seguridad Social
que, como sabe, incluye en la liquidación del año 2019 como un avance de
liquidación del año 2020. Cojamos esto simplemente como referencia. En
este caso las pensiones contributivas -que, en principio, si han
aumentado no habrá sido por la pandemia, por la pura evolución
demográfica- han aumentado en alrededor de 3500 millones de euros. Las
prestaciones por desempleo -que en principio yo se las adjudicaría todas
a la pandemia como consecuencia de la actividad económica- han aumentado
en 20 000 millones de euros; 3000 versus 20 000. A la mejor esto está
poniendo un cierto sesgo a partidas que están relacionadas con la
pandemia, pero estamos hablando del incremento, de la variación, y esa
aproximación del 70 % que han hecho los economistas del Banco de España,
en un sentido amplio de la pandemia, me parece que es fidedigna y que da
una señal relativamente adecuada. Y cuando nos referimos a la pandemia en
sentido amplio no queremos decir solamente gasto sanitario -que ha sido
muy importante, pero que ha sido una cantidad relativamente pequeña-,
sino incluyendo todo el efecto de las medidas, algunas como los puros
estabilizadores automáticos, prestaciones por desempleo; y otras, ERTE y
demás, que han sido medidas ad hoc adoptadas durante la crisis.
He dejado para el final tratar de responder a varias consideraciones que
se han hecho sobre la política monetaria, que creo que también es
importante que yo trate de clarificar. Aquí es importante distinguir el
corto plazo del largo plazo y, entre medias de los dos, algunos cambios
estructurales que están afectando tanto al corto como también al largo
plazo. En el corto plazo, evidentemente, la política monetaria del Banco
Central Europeo, como decía el señor Manso, todos sabemos que tiene un
objetivo, que es la estabilidad de precios del área del euro, y
evidentemente de los países individuales, y, por tanto, el Banco Central
Europeo ha actuado en este contexto con medidas muy contundentes para,
por una parte, evitar el deterioro de la actividad económica y la
inestabilidad de los mercados financieros que, por supuesto, podía haber
devenido en un deterioro macroeconómica todavía peor, y todo ello, por
supuesto, para eliminar o reducir los efectos negativos sobre el
cumplimiento de nuestro objetivo de inflación porque, como todos sabemos
y lo estamos viendo en los últimos datos, esta es una crisis que está
siendo esencialmente deflacionaria. En un primer momento pudimos tener
algunas dudas porque esto era una combinación de shock de oferta y shock
de demanda, pero claramente esto ha sido y sigue siendo un shock
deflacionario. Ha adoptado medidas muy contundentes y, efectivamente,
estoy de acuerdo con muchos comentarios que se han hecho; uno de los
principales canales de transmisión de la política
monetaria durante esta crisis ha sido el que ha operado a través de la
reducción de las primas de riesgo y de los tipos de interés de la deuda
pública en general, lo que ha permitido que la política fiscal en este
caso, que todos estamos de acuerdo que tenía que ser muy expansiva, lo
haya hecho sin preocuparse, al menos en el corto plazo, sobre
consideraciones de sostenibilidad fiscal en el medio plazo. Y creo que en
particular el hecho de que la política monetaria del Banco Central
Europeo se haya ejercido en este caso con mucha flexibilidad, lo que es
una novedad, en el sentido de que estamos comprando más deuda pública de
aquellos países que han tenido más dificultades durante la crisis, ha
sido muy importante -lo sabemos, tenemos evidencia empírica- para que las
primas de riesgo de hoy de los países más vulnerables, en los que la
pandemia y la crisis económica generada por la pandemia ha producido
efectos más negativos, sean prácticamente las mismas que antes de la
crisis. Esto se deriva en buena medida de la política monetaria y
también, por supuesto, de la señal que han proporcionado la respuesta
general europea.
Esto tiene que seguir siendo así sobre la base de las mismas
consideraciones. ¿Cuál es la situación hoy? Que la inflación subyacente
en el área del euro está en el 0,2 %. Las expectativas de inflación
medidas, por ejemplo, por los mercados están en niveles muy reducidos y
claramente los riesgos para el cumplimiento del objetivo de inflación en
los próximos años en el horizonte del medio plazo que tiene el Banco
Central Europeo han aumentado. Esto es lo que comunicamos la semana
pasada. Tras el análisis que hizo el Consejo de Gobierno, efectivamente,
hemos trasladado esta visión que he dado yo hoy para la economía española
pero que es global -como también decían algunos de ustedes- y, por
supuesto, europea, de que los riesgos para los escenarios centrales hoy
son claramente a la baja y se pueden estar materializando ya como
consecuencia de las medidas que están operando. Esto añade, por supuesto,
riesgos para la inflación y, por tanto, de alguna manera lo que hemos
señalizado es que es altamente probable que en diciembre volvamos a
añadir estímulo monetario al que tenemos hoy. Este es el corto plazo.
¿Quiere decir esto que en el medio plazo los tipos de interés bajos van a
estar aquí para quedarse? Yo creo que aquí hay dos tipos de
consideraciones. Una de carácter más estructural, de la que al menos los
economistas de los bancos centrales llevamos hablando mucho tiempo, que
ha condicionado nuestra actuación de política monetaria en los últimos
años, y es que lo que nosotros llamamos el tipo de interés natural de las
economías desarrolladas es ahora muy bajo, por distintas cuestiones que
tienen que ver con demografía, envejecimiento poblacional -también afecta
a esta cuestión-, baja productividad, que es un problema muy relevante
para España pero que también lo está siendo incluso para otros países
desarrollados que tienen dinámicas mayores que nosotros pero también con
pendientes o con dinámicas más negativas que las que tuvieron en el
pasado. Evidentemente, ese tipo de interés natural muy reducido está
llevando a que los bancos centrales estén manteniendo tipos de interés
muy bajos para prácticamente todas las jurisdicciones, incluso ahora por
cierto en los países emergentes como consecuencia de la crisis.
Este escenario de tipos bajos durante más tiempo es hoy, más o menos, el
consenso de los analistas. Ahora bien, ¿quiere decir esto que los tipos
de interés no pueden subir? Los tipos de interés tienen dos componentes:
este, en el caso de una unión económica y monetaria, que tiene un
componente estructural muy importante que condicionará por supuesto las
decisiones de política monetaria en el medio plazo y que está siendo
objeto de revisión en el marco de la revisión estratégica de la política
monetaria que está desarrollando el Banco Central Europeo, pero luego
evidentemente el tipo de interés doméstico de cada uno de los países
depende crucialmente de la credibilidad de la política económica. Ahí
están esas primas de riesgo que, si los mercados percibieran la
insostenibilidad de las finanzas públicas, acabarían aumentando casi con
independencia de lo que está haciendo el Banco Central Europeo con los
tipos de interés oficiales. Este es un canal que sabemos que ha operado
claramente en el pasado. Ante niveles de endeudamiento a los que nos
vamos a enfrentar cercanos al 120 si no al 130 %, dependiendo de los
escenarios, con niveles de déficit estructural como los que hemos
mencionado, evidentemente esa posibilidad hay que tomársela muy en serio,
por no decir que esta situación de las finanzas públicas deja a la
economía española con muy poco margen de maniobra para poder enfrentar
perturbaciones negativas que pueden volver a ocurrir en el futuro. El
hecho de que nos haya ocurrido esta no elimina la posibilidad de que nos
vuelva a ocurrir otra en el futuro, y son todos esos argumentos los que
me hacen pensar que es absolutamente prioritario y creo que debería de
haber de nuevo un consenso -yo también he pedido un consenso incluso
sobre este principio- en que el programa de consolidación fiscal tiene
que ser una necesidad. Es una necesidad para este país y creo que es muy
importante que el diseño -que no la ejecución, insisto- de ese programa
se haga cuanto antes.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias por su comparecencia. Le agradecemos
mucho que dé las explicaciones de esta manera tan extensa.
Vamos a hacer aquí un receso para convocar Mesa y portavoces. (Pausa).
- DE LA SEÑORA SECRETARIA DE ESTADO DE PRESUPUESTOS Y GASTOS (GUALDA
ROMERO). A SOLICITUD DE LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS CIUDADANOS (número de
expediente 212/000829); PLURAL (número de expediente 212/000942); VOX
(número de expediente 212/000683); POPULAR EN EL CONGRESO (número de
expediente 212/000565); SOCIALISTA Y CONFEDERAL DE UNIDAS PODEMOS-EN COMÚ
PODEM-GALICIA EN COMÚN (número de expediente 212/000852).
La señora PRESIDENTA: Reanudamos la sesión con la segunda comparecencia y
le damos la bienvenida a la secretaria de Estado de Presupuestos y
Gastos, doña María José Gualda Romero. Intervendrá ella en primer lugar y
luego, como hemos hecho en la primera comparecencia, daremos la palabra a
los diferentes grupos parlamentarios. Cuando quieras.
La señora SECRETARIA DE ESTADO DE PRESUPUESTOS Y GASTOS (Gualda Romero):
Buenas tardes ya a todas y a todos.
Señorías, comparezco ante ustedes ante esta Comisión de Presupuestos para
presentarles los Presupuestos Generales del Estado para 2021. Como saben,
son unos presupuestos extraordinarios y no solo por el contexto
sanitario, económico y social en el que nos encontramos, alterado por el
COVID-19, sino que también son extraordinarios porque son el instrumento
necesario -yo diría, imprescindible- para canalizar los 27 000 millones
de los fondos comunitarios del Plan Nacional de Recuperación,
Transformación y Resiliencia. Conscientes de que los presupuestos son el
principal instrumento que el Gobierno tiene para atender las demandas de
la ciudadanía y del país en su conjunto, hemos elaborado unos
presupuestos justos y sociales que no solo impulsarán la actividad
económica, sino que también permitirán la recuperación y la
transformación económica y social de nuestro país. Las señas de identidad
de estos presupuestos son la cohesión, la justicia social, la lucha
contra la desigualdad y la sostenibilidad. Son aspectos que quieren
precipitar un modelo de crecimiento económico equilibrado, sólido,
inclusivo y sostenible. (Apoya su intervención en un powerpoint).
Como saben, el pasado 27 de octubre el Consejo de Ministros aprobó el
anteproyecto de ley de Presupuestos Generales para 2021, que se apoya en
cuatro pilares fundamentales: la aceleración de la transformación
digital, la transición ecológica, la cohesión territorial y social y, de
forma transversal, dentro de una agenda feminista. Estos presupuestos
serán el instrumento para concretar esa aceleración de la transformación
digital en la que radica el futuro de nuestro tejido productivo: la
transformación de la capacidad de nuestros trabajadores, de nuestras
pymes y de la economía social en su conjunto. La transición ecológica
hacia una economía sostenible focalizada en la preservación del medio
natural, del medio ambiente, con especial atención y protección al mundo
rural, apostando por ganar competitividad e innovación e impulsando la
investigación y el conocimiento intensivo de las áreas emergentes. La
cohesión territorial y social, imprescindible para que no se ensanchen
las diferencias existentes entre los territorios, reduciendo la brecha de
desigualdad y desequilibrio que ha habido y que se puede intensificar con
la pandemia. Además, estos presupuestos se enmarcan en una agenda
totalmente feminista, porque se pretende que se sumen todos y todas para
eliminar esa brecha de género que nos acompaña todavía en estos momentos.
Por ello, los Presupuestos Generales del Estado para 2021 ayudan a
transformar la realidad desde su propia concepción. Incorporan tres ejes
fundamentales. Llevan una serie nueva, la serie azul, e incorporan tres
informes: el informe de alineamiento de los Presupuestos Generales del
Estado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluidos en la Agenda
2030 de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, el informe de impacto
de género, haciendo unos presupuestos con perspectiva de género, y el
informe del impacto de los presupuestos en la infancia, en la
adolescencia y la familia. El primer informe, el informe de alineamiento
de las cuentas públicas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la
Agenda 2030, es un informe pionero. Es el primer presupuesto de carácter
nacional que alinea todas sus políticas públicas y esto supone un cambio
de paradigma. Refleja el compromiso político y económico de la práctica
presupuestaria con las políticas de desarrollo sostenible. Solo con el
análisis de este informe se podría ver la identificación de las líneas
fundamentales del presupuesto, ya que el presupuesto está alineado
fundamentalmente con las personas, impacta directamente en que nadie se
quede atrás, tiene una
participación muy elevada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de
lucha contra la pobreza, igualdad de género, salud y bienestar, reducción
de desigualdades, hambre cero y educación de calidad, entre otros.
Además, los presupuestos están totalmente identificados con el cuidado
del planeta y refuerzan los compromisos con la transición verde, justa y
ecológica. Por lo tanto, se puede ya medir el alineamiento en un alto
grado de alineamiento con los objetivos en energías asequibles y no
contaminantes, en ciudades y comunidades sostenibles y acción por el
clima. Y, como no podía ser de otra forma, el alineamiento de los
presupuestos para 2021 implica garantizar la prosperidad del país a
través de un modelo de crecimiento económico que sea equilibrado,
inclusivo y sostenible, como he dicho anteriormente.
Asimismo, los presupuestos llevan un segundo informe, el informe de
impacto de género. Es un informe que va más allá del propio análisis del
impacto de género de cualquier marco normativo regulatorio, ya que
pretende adecuar todas las consignaciones presupuestarias para analizar
cómo desde las distintas políticas se puede contribuir a la igualdad de
oportunidades, a erradicar desigualdades y a profundizar en la igualdad
entre mujeres y hombres. En este informe se trabaja por primera vez en
tres aspectos: la realidad, la representación y los recursos. Se han
analizado 234 programas, que es un 80 % del total del presupuesto, y se
ha identificado que más del 67 % de los programas presupuestarios tienen
una pertinencia media y alta hacia la búsqueda de erradicar desigualdades
y hacia la perspectiva de género.
Por último, el tercero de los informes atiende a la gran prioridad que
tiene este Gobierno. Es el informe de impacto de los presupuestos en la
infancia, en la adolescencia y la familia. Es un sector especialmente
sensible al que las cuentas públicas consagran su máxima dedicación. Este
es un informe también de carácter pionero que se hace por primera vez en
unos presupuestos generales e identifica todas aquellas políticas que
tienen que apuntalarse y a las que hay que dedicar el máximo de recursos,
como la lucha contra la pobreza infantil. Pone de manifiesto la
importante financiación en programas sociales de protección a la familia
y atención a la pobreza infantil, como he dicho anteriormente. Entre
otros, destaca el gran impulso de recursos económicos al ingreso mínimo
vital para hacer frente a la pandemia y para atender a las familias más
vulnerables. El aspecto de la adolescencia adquiere un gran relieve en
estos presupuestos, sobre todo en el plan de modernización de la
formación profesional, un plan que luego me detendré en explicar y que
incardina diferentes acciones para un modelo de aprendizaje diseñando
itinerarios educativos y formativos que puedan ayudar a los jóvenes a
tener una vida más formada y, sobre todo, una salida profesional.
Señorías, antes de profundizar en las grandes líneas del presupuesto,
quisiera detenerme un instante en el contexto que tienen nuestros
presupuestos. El contexto es y tiene que seguir siendo un contexto de
estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera. Conocen que se ha
producido la suspensión de las reglas fiscales, dado que en el Pacto de
Estabilidad y Crecimiento la Comisión Europea adoptó la activación de la
cláusula general de salvaguarda y que en este Congreso se aprobó por
mayoría la apreciación de la pandemia como un elemento ajeno al control
de los Gobiernos. Por lo tanto, esa cláusula general de salvaguarda,
aunque mantiene los procedimientos del Pacto de Estabilidad y
Crecimiento, permite que los Estados miembros puedan tomar decisiones
presupuestarias para poner los recursos necesarios para salir de la
situación a la que nos enfrentamos. Las recomendaciones y el dictamen del
Consejo sobre el Programa de Estabilidad de 2020 recomiendan que durante
el ejercicio 2020-2021, en consonancia con esta cláusula general de
salvaguarda, se combata eficazmente la pandemia, se sostenga la economía
y se respalde posteriormente la recuperación de forma eficaz. Por lo
tanto, tras la comunicación en septiembre de la Comisión de que se
mantendría esta cláusula durante el año 2021, se adoptó la aplicación de
la misma.
Con el contexto macroeconómico en el que se desarrollan nuestros
presupuestos, no ajenos a las incertidumbres que nos acompañan, hemos
elaborado unos presupuestos con una previsión de cierre, que ya se
comunicó a la Comisión Europea el 15 de octubre, y dentro de un contexto
de caída fuerte, importante, del PIB para 2020, pero, a la vez, con un
crecimiento que, además del inercial esperado en un 7,2 %, con la
presupuestación de los fondos para la recuperación, transformación y
resiliencia, podría alcanzar hasta el 9,8 %. Por lo tanto, teniendo en
cuenta esta situación macroeconómica, se han proyectado unos ingresos de
forma prudente, pero, a la vez, con la esperanza de que se pueden
recuperar en un 14,5 %. Estas serían, principalmente, las bases de unos
ingresos que, al compararse con el ejercicio 2020, con ese confinamiento
y este periodo descrito, donde vemos una importante recuperación,
incorporan algunas medidas de carácter tributario, leves pero con
carácter justo y progresivo. Si bien, la secretaria de Estado de Hacienda
procederá a continuación a profundizar en la parte de los ingresos, para
resolver todas las dudas o explicaciones que tengan al respecto.
Me voy a detener en el principal elemento que nos va a llevar a un
presupuesto sólido, como es la incorporación del marco de recuperación y
resiliencia dentro de los propios presupuestos. Como han podido observar
en el límite del techo de gasto que se aprobó por el Consejo de Ministros
el 6 de octubre, alcanzando 196 097 millones de euros, en este límite de
gasto se incluía la presupuestación de forma inédita también en los
Presupuestos Generales del Estado de los fondos asignados por la Comisión
Europea. Por lo tanto, el gasto no financiero de los presupuestos, si nos
limitamos, si me permiten la expresión, a los recursos de los
presupuestos nacionales, el límite de gasto sería 136 017, incorporando
las transferencias, que a continuación detallaré, para atender a la
sostenibilidad del Sistema de Seguridad Social y también para hacer más
viable la atención a los recursos básicos fundamentales de las
comunidades autónomas, estaríamos en un techo de gasto que incorporaría a
los 136 000 los 27 436 de recursos de la Unión Europea y 31 882 millones
de euros para Seguridad Social y comunidades autónomas. Aunque hayamos
partido de que tenemos la suspensión de las reglas fiscales, como he
comentado anteriormente, por la cláusula general de salvaguarda otorgada
por la Comisión Europea, nosotros nos hemos comprometido a una reducción
del déficit público que estimamos pasará del 11,3 % del PIB en el
ejercicio 2020 al 7,7 % en el ejercicio 2021. Asimismo, en la
Administración del Estado, el déficit que tendríamos para el ejercicio
2021 sería de un 2,4 %, si bien al hacerse cargo el Estado tanto del 1,7
% del déficit del subsector Seguridad Social y del 1,1 de comunidades
autónomas, el déficit de la Administración central pasaría a 5,2 %.
A continuación, quisiera destacar un elemento fundamental que hace que
estos presupuestos tengan este carácter absolutamente imprescindible y
prioritario, así como extraordinario, y es la incorporación de los fondos
de recuperación, transformación y resiliencia. Como bien conocen, la
Unión Europea aportó 750 000 millones de euros para un fondo de
recuperación a los Estados miembros, en dos principales instrumentos: el
Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y el React. Pues bien, siendo
España el segundo país que más recursos ha percibido de estos dos grandes
mecanismos, obteniendo unos 72 000 millones de euros, solo en lo que son
transferencias, los presupuestos para 2021 ya hacen el esfuerzo de
presupuestar dentro de los mismos 26 634 millones, 24 198 millones del
Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y 2436 millones de euros del
React. De estos 26 634 millones de euros que se presupuestan para el
ejercicio 2021, ya se han preasignado para su ejecución, a través de los
territorios de las comunidades autónomas, 10 793 millones de euros y 1489
millones de euros para la ejecución a través de las entidades locales. Si
bien, para completar la visibilidad de cuáles son los fondos de la Unión
Europea que tendrán que ejecutar y llevar a cabo las comunidades
autónomas, hay que incorporar también los 10 000 millones del React, de
los cuales 8000 millones programarán y presupuestarán las comunidades
autónomas en 2021 y 2000 millones en 2022. Por lo tanto, el conjunto de
fondos de la Unión Europea que acompañarán a los presupuestos nacionales
para 2021 en el conjunto de las administraciones territoriales y
administraciones públicas será 34 634 millones de euros, de los que 18
793 serán gestionados directamente por las comunidades autónomas, un 54 %
del total, y si sumamos la parte que ejecutarán directamente las
entidades locales, llegaríamos a un 58 % de todos los fondos de
recuperación que se ejecutarán directamente en el territorio. Este es un
esquema que resulta extraordinario, un esquema de cogobernanza que en la
actualidad se está diseñando para que se fortalezcan las estructuras de
colaboración política y administrativa y para que, además, participen de
forma activa no solamente las comunidades autónomas, sino las entidades
locales, el sector privado y el conjunto de la sociedad civil.
Paso ahora a detallar las grandes líneas de los Presupuestos Generales del
Estado y la gran importancia que tiene la dotación de recursos de los
fondos europeos en cada una de las políticas públicas. Podrán comprobar
que los presupuestos que vamos a enumerar y a destacar son para la
recuperación y la transformación. En primer lugar, el gasto social. Aquí
viene uno de los pesos más importantes, el 59,9 % del total de los
recursos, con un incremento del 10,3 %. Pero si solamente tuvieran los
recursos del presupuesto nacional, ya incrementaría el gasto social un
6,2 %, si bien alcanza el 10,3 con los 8988 millones de euros que se
aportan en los fondos de recuperación. Asimismo, las pensiones dentro de
este gasto social subirán un 0,9 % y las no contributivas el doble, un
1,8 %, con el objetivo fundamental de que nuestros mayores no pierdan
poder adquisitivo. Otro pilar fundamental es la dependencia, a la que se
destina un incremento de 603 millones de euros, un 34 %, recuperando el
nivel convenido que había desaparecido en el año 2012 e incrementando
prácticamente un 20 % el nivel mínimo, alcanzando la cifra de 1746
millones de euros. Asimismo, se destinan 218 millones de euros a las
cotizaciones de las personas cuidadoras no profesionales. Otro hito del
presupuesto es la apuesta firme por las becas y ayudas a estudiantes, la
igualdad de oportunidades, 2090 millones de euros, un incremento
de un 33 %, el más importante en los últimos años. Asimismo, como
decíamos, preocupados por la pobreza infantil y la protección a las
familias más vulnerables, un incremento del 59 % en la protección a la
familia y atención a la pobreza infantil, alcanzando la cantidad de 159
millones de euros, que junto con el programa europeo para ayuda
alimentaria contra la pobreza infantil -FEAD- de 91 millones se hace una
apuesta firme para la erradicación de la pobreza infantil. Un elemento
fundamental y nuevo es el Plan corresponsable, al que se aportan 200
millones de euros. Se trata de un proyecto piloto que viene a ofrecer
soluciones para la conciliación de las familias con menores de catorce
años que se llevará a cabo a través de las comunidades autónomas. Por
supuesto, se consolida la dotación presupuestaria para el ingreso mínimo
vital, que beneficiará a unas 850 000 familias, dotándose con más de 3000
millones de euros. Se lleva a cabo la equiparación real e igualitaria del
permiso de cuidados del menor, paternidad y maternidad, alcanzando el
permiso de paternidad las dieciséis semanas, con un impacto de 300
millones de euros en el ejercicio 2021. Se incrementan las dotaciones
para el Pacto de violencia de género, pasando en el Ministerio de
Igualdad de 159 millones de euros a 180 millones de euros. Asimismo, se
incrementan todos los gastos correspondientes al Pacto de Estado contra
la Violencia de Género a través de las delegaciones del Gobierno de los
ejercicios en los que no hemos tenido presupuesto, 2019, 2020 y el
correspondiente 15 % que así se establecía para el ejercicio 2021.
Esta actuación del Ministerio de Igualdad, junto a la del Ministerio del
Interior, que mejorará la protección de víctimas de violencia de género
mejorando los formularios de valoración policial del riesgo para su
implementación en el sistema VioGén, junto con las actuaciones que
desarrollará el Ministerio de Justicia con las nuevas unidades forenses
de valoración integral y las plazas en la oficinas de asistencia a las
víctimas, consolidan el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y
lo cumplen estrictamente. También se dota un 33,4 % más para gastos de
atención a los inmigrantes dada la intensidad de la presión migratoria
que se produce en nuestras costas.
Y si hay algo que destacar de forma muy muy singular es el aumento de
recursos a la sanidad. El aumento de recursos a la sanidad, no solo por
el Plan para la recuperación y resiliencia, sino por los propios recursos
del presupuesto nacional, adquiere unas dimensiones inéditas respecto a
cualquier otro presupuesto que puedan comparar. Se aporta del mecanismo
2945 millones de euros que dedicará el Ministerio de Sanidad a un plan de
renovación de tecnología sanitaria para todo el Sistema Nacional de Salud
para potenciar el programa-marco estratégico de atención primaria y
comunitaria tan necesariamente necesitado de impulso y refuerzo en los
momentos que nos acompañan por importe de 1089 millones de euros. Por
supuesto, más de 1010 millones de euros para la adquisición de vacunas
frente al COVID-19 y más de 225 millones para proyectos vertebradores del
Sistema Nacional de Salud, potenciando e igualando la cartera de
servicios. Asimismo, se recupera el Fondo de Cohesión Sanitaria, que fue
eliminado o quedó suspendido desde el año 2012, para la compensación de
asistencia sanitaria a pacientes que tengan que pasar de una comunidad a
otra para ser atendidos. Asimismo, se dota de 73 millones de euros más al
Ingesa para atender las situaciones de emergencia del COVID en los
centros del Ingesa.
Principalmente quisiera señalar el gran esfuerzo que se hace, además de en
la sanidad, en políticas para el fomento del empleo, al que se destinan
7400 millones de euros. Si hay un elemento que nos preocupa después de la
sanidad de inmediato en este país es la recuperación del empleo. Para
ello, se incrementan las políticas de empleo en un 29,5 %, principalmente
en aspectos como bonificaciones para la contratación de colectivos que
tengan dificultades al acceso del mercado laboral; 663 millones de euros
para el plan de choque de empleo joven, que pretende reducir la tasa de
paro juvenil hasta el 23,5 % entre jóvenes de veinte a veintinueve años,
y por último, la parte también significativa del impulso a la formación
profesional para el empleo, con el apoyo al mismo por importe de 2771
millones.
Otro elemento a destacar es el acceso a la vivienda, principal elemento
preocupante que tiene este Gobierno progresista de coalición. Señorías,
1772 millones más para el fomento a la edificación, un 25 % solo por la
parte del presupuesto nacional, y adquiere un incremento del 367,9 % con
la aportación del mecanismo para la recuperación y resiliencia. Para la
rehabilitación sostenible y para la rehabilitación de viviendas, más de
1500 millones de euros. Señorías, la inversión pública es uno de los
elementos fundamentales al que se dedican potencialmente los recursos del
mecanismo y también los recursos del presupuesto nacional. El gasto no
financiero en operaciones de capital aumenta un 138,3 %, alcanzando los
39 340 millones de euros. La inversión directa del capítulo 6 aumenta un
33,1 % y las transferencias de capital, es decir, inversiones que se
hacen a través de comunidades autónomas, entidades locales y entidades
del sector público, experimentan un incremento del 228,8 %. Claramente se
demuestra la vocación inversora que tienen estos presupuestos.
Elementos de gran trascendencia en la inversión pública los encontramos en
la política de infraestructuras y ecosistemas resilientes, que ascienden
a 11 527 millones de euros. Esta cantidad tienen previstos 4696 millones
dentro de este importe del mecanismo para la recuperación y resiliencia.
Asimismo, se prevé crear también un fondo de restauración ecológica y
resiliencia que recibirá 1395 millones de euros y 1489 millones de euros
para el desarrollo rural y sostenible a través de una transformación
justa y equilibrada en el sector agroalimentario. Más de 5106 millones de
euros para la investigación, desarrollo, innovación y digitalización,
creciendo esta política en un 80 %, ya que va a disponer de 11 483
millones de euros. Entre ellos, dará cobertura al programa de
investigación y desarrollo tecnológico industrial por importe de 1905
millones de euros, al fomento y la coordinación de la investigación
científica y técnica, a la innovación tecnológica y de telecomunicaciones
y al desarrollo de la sociedad de la información, dotando de cobertura
presupuestaria la recientemente aprobada Agenda de España Digital 2025.
También se dotan con 320 millones los recursos dirigidos a compensar a
los consumidores electrointensivos de electricidad.
Evidentemente, el apoyo al sector turístico es uno de los elementos
fundamentales que tienen que recoger los presupuestos para 2021, sector
que ha sido y está siendo gravemente azotado por la pandemia. El sector
turístico dispondrá de 1057 millones de euros para el mantenimiento y
rehabilitación sostenible de bienes inmuebles en el patrimonio histórico,
para un plan de sostenibilidad turística y destino y para proyectos de
economía circular, así como para potenciar el Plan de transformación
digital de destinos turísticos. La cooperación para el desarrollo también
tiene un crecimiento del 20 %.
Y no podemos dejar de destacar, tal como he dicho anteriormente, los
recursos que se incrementan en las comunidades autónomas, en las
administraciones territoriales, además del React, los 8000 millones para
2021, las transferencias adicionales de 13 486 de ese 1,1 % de déficit,
además de la aportación al sistema de financiación por una cuantía de 113
729 millones para comunidades autónomas y 19 701 para entidades locales.
También esta parte se explicará más detenidamente en la comparecencia de
la Secretaría General de Financiación Autonómica y Local. Pero, además de
esto, se incrementan otras transferencias consignadas en los Presupuestos
Generales del Estado de carácter nacional. En comunidades autónomas se
incrementa un 41,6 %, hasta alcanzar los 9760 millones, y en entidades
locales se incrementa un 20,4 %.
Señorías, esbozadas las principales líneas de nuestro presupuesto, dado
que soy la secretaria de Estado de Presupuestos, y aunque sean muy
pesados los números y los porcentajes, lamentablemente tengo que
continuar explicándoles cómo crecen nuestros presupuestos en la
clasificación económica y en la clasificación funcional. Creo que con una
mirada activa al presupuesto prácticamente los números hablan por sí
solos. El total del presupuesto consolidado que tiene para el 2021 este
país sería de 550 484 millones de euros, un crecimiento del 19,4 % en su
globalidad, pero he de destacar que el gasto no financiero crece un 17,5
%. Y, lo que es más significativo, el gasto corriente crece un 11,3 %, si
bien la inversión alcanza un crecimiento del 138,3 %.
Pasando a los presupuestos del Estado en lo más concreto, quisiera
destacar los tres niveles de la presupuestación: el nivel de presupuesto
nacional, los recursos que va a absorber el Estado para la sostenibilidad
de la Seguridad Social y sostenibilidad de las comunidades autónomas y el
mecanismo para la recuperación y resiliencia. En el presupuesto del
Estado el incremento sería de un 41 % y de un 25,2 % si excluyéramos la
aportación de la Comisión Europea, de los fondos europeos. Asimismo, el
crecimiento solamente del gasto no financiero del presupuesto
exclusivamente nacional sería de un 6,2 %, y volvemos a destacar,
evidentemente, el esfuerzo inversor que tienen los presupuestos para el
2021. Las inversiones, las operaciones de capital adquieren en el
presupuesto del Estado un incremento de 157,5 % y las operaciones
corrientes, el gasto corriente un 29,8 %.
Desgranando rápidamente por capítulos, pasaremos a ver cómo el capítulo 1
crece un 4,2 %, que incluye la revalorización, el incremento retributivo
de IPC de 0,9 % de los empleados públicos -las retribuciones de los
empleados públicos- y elementos muy singulares como el incremento de la
tasa de reposición. Hemos aumentado la tasa de reposición para dotar a
nuestras administraciones de empleados públicos por la caída que había
habido desde la congelación de tasas en ejercicios anteriores, pasando de
un 100 % en los servicios básicos fundamentales a un 110 %, y de un 75 %
a un 100 % en el resto de empleados públicos; se mantiene, lógicamente,
el 115 % en fuerzas de seguridad del Estado.
Asimismo, el capítulo 2 crece un 9,6 % dentro de la parte de presupuesto
nacional, principalmente con un incremento en la contratación
centralizada a fin de hacer más ágil y más eficiente la economía de
escala en la contratación pública, y otros incrementos como son los del
Ministerio del Interior para servicios
básicos y del Ministerio de Educación. Cabría destacar también la dotación
por primera vez de memoria democrática con 4,1 millones de euros. De
todas formas, el elemento más destacable del capítulo 2 es la dotación en
el Ministerio de Sanidad para la compra de vacunas, como hemos dicho
anteriormente, por más de 1010 millones de euros. Es el capítulo que se
mantiene prácticamente en las mismas cuantías que tenía en el ejercicio
2018.
Del capítulo 4 cabe destacar que solo crece en el presupuesto nacional un
6,7 %; principalmente aquí va también el incremento a clases pasivas, a
pensiones de clases pasivas, también al 0,9 %; incrementos a la
aportación a la Unión Europea o los propios incrementos que se hacen a
través de las transferencias a la Seguridad Social, no las de
sostenibilidad adicional de este año, sino las propias, tales como
prestaciones para pensiones no contributivas, el ingreso mínimo vital o
el complemento a mínimos. Asimismo, se incrementa en el Ministerio de
Transportes 278 millones para transferencias y paliar las dificultades
que están teniendo las empresas de transporte del sector público. El
Ministerio de Educación, como destacaba al inicio, tiene un incremento en
becas y ayudas que alcanza los 514 millones de euros, prácticamente un 35
%. En el Ministerio de Trabajo se incrementa la financiación al SEPE para
atender el incremento del Iprem que, como saben, llevaba prácticamente
una década sin incrementarse, en un 5 %. El Ministerio de Sanidad y
Derechos Sociales, como hemos significado, tanto para el plan de pobreza
infantil como para transferencias al Ingesa.
Por último, cabría destacar la apuesta firme y definitiva que ha hecho el
Estado por atender la primera recomendación del Pacto de Toledo asumiendo
desde los Presupuestos Generales del Estado gastos que anteriormente se
atendían en el sistema de Seguridad Social, con un importe de más de 13
000 millones de euros, más 4467 millones de euros que se transfieren al
SEPE a fin de hacer posible, primero, que se atienda el incremento de
prestaciones para desempleo o las necesidades que se puedan provocar en
el ejercicio 2021, asimismo para no disminuir las políticas activas de
empleo, sino, como hemos dicho anteriormente, incrementarlas en casi un
30 %. Por otro lado, también en el capítulo 4 se asumen las
transferencias a comunidades autónomas por 13 486 millones de ese 1,1 %
que hemos dicho anteriormente, y a ello habría que sumar los fondos
destinados del mecanismo de recuperación, 4159 millones de euros en
capítulo 4, que se destinan potencialmente dentro del mecanismo por el
Ministerio de Educación a las comunidades autónomas para llevar a cabo el
Plan de Formación Profesional y el Plan Educa en Digital, cuyo fin es
reducir la brecha digital habilitando aulas digitales interactivas para
un sistema híbrido de enseñanza presencial y a distancia como nos obliga
la situación que hemos vivido y que continuamos viviendo. En el
Ministerio de Trabajo destacan las políticas activas de empleo, como les
he dicho anteriormente. Por último, también querría hacer referencia a la
apuesta por el sector de la cultura que, junto con el sector del turismo,
está siendo fuertemente azotado por esta pandemia y los confinamientos
correspondientes. Por lo tanto, el Ministerio de Cultura incrementa su
dotación en un 25,6 %, dedicando 119 millones de euros más para potenciar
actividades cinematográficas, artes audiovisuales, de la música y también
del Consejo Superior de Deportes.
El capítulo 5, que es el fondo de contingencia, tiene un incremento
importante -saben que viene regulado por ley-, que es el 2 % del límite
de gasto no financiero; por lo tanto, atiende al incremento del propio
presupuesto, 3889 millones.
El capítulo 6 es, junto con el 7, el que compone la gran relevancia de
este presupuesto de carácter inversor. El capítulo 6, solo con el
presupuesto nacional, se incrementa un 9 %, principalmente en el
Ministerio de Transportes, Ministerio de Defensa, Ministerio del Interior
y también en el Ministerio de Asuntos Económicos; aquí adquiere una
importancia relevante una dotación de más de 1000 millones de euros en el
Ministerio de Asuntos Económicos para la digitalización de empresas.
También el Ministerio de Asuntos Exteriores, con 78,6 millones de euros;
el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Igualdad, con 16 millones de
euros.
El presupuesto en capítulo 7 aumenta también un 9 % -8,9 %- en el
presupuesto nacional en materia de investigación, comercio y turismo,
pero también me gustaría destacar que el Ministerio de Transición
Ecológica se incrementa en el presupuesto nacional en 224 millones para
dar cobertura a las garantías que se regularon en el real decreto-ley
correspondiente a garantía de suministros básicos -luz, agua, gas- para
las personas vulnerables y las transferencias para el reto demográfico.
Una vez expuesto el presupuesto de carácter nacional en el capítulo 7, la
gran relevancia la tienen los fondos que se dotan del mecanismo de
recuperación y del React de los fondos europeos. En el capítulo 7 se
dotan 19 668 millones de euros que hacen que las transferencias para la
inversión y operaciones de capital crezcan un 250,7 %, donde, como ya les
he destacado, en primer lugar tiene importancia la sanidad. También el
Ministerio de Transportes, que destina 4762 millones de euros: a políticas
de vivienda, 1600, y 3100 a políticas de movilidad y conectividad para
las entidades de carácter sostenible y seguro. El Ministerio de
Industria, Comercio y Turismo dota créditos por 1659 millones del
mecanismo: 782 los destina a entidades locales principalmente para ese
plan de sostenibilidad de destinos turísticos y 150 a comunidades
autónomas. El Ministerio de Agricultura incrementa 377 millones de euros
para inversiones en el medio rural y recursos hídricos para el regadío,
así como 114 para la transición ecológica de la agricultura y la
ganadería, defensa de plagas y enfermedades emergentes. El Ministerio de
Transición Ecológica, el gran ministerio junto con infraestructuras y
ecosistemas resilientes, dedica la gran inversión de 6805 millones de
euros, de los que 5300 millones los destina a promoción de energías
renovables, eficiencia energética y movilidad sostenible; así, lleva 2595
a comunidades autónomas y preasigna 250 millones a entidades locales. El
Ministerio de Asuntos Económicos, como hemos significado, dedica más de
2500 millones de euros para la transformación digital del mundo
empresarial, tanto pymes como autónomos o pequeños empresarios. El
Ministerio de Política Territorial destina 228 millones a la
modernización de los servicios públicos y atención a la ciudadanía en
todo el territorio. El Ministerio de Ciencia e Innovación dota créditos
por 1082 millones, que destina principalmente a convocatorias y ayudas a
empresas en el Plan Tecnológico Aeronáutico. Por último, el Ministerio de
Universidades también dota del mecanismo 204 millones de euros destinados
a comunidades autónomas, 186 para ayudas a universidades públicas para la
modernización y digitalización del sistema universitario público español.
Por último, señorías, haré una breve pasada por las políticas de gastos
más destacables. Como he dicho al principio y para no aburrirles con más
números, el principal peso de las políticas de gastos de este presupuesto
recae en el gasto social, un 59,9 %, y crece un 10,3 %. Ahí tenemos por
supuesto claramente el peso que tienen las pensiones, más de un 42,4 % de
todo el gasto social; el acceso a la vivienda, donde hemos visto la gran
inyección de recursos; la política de sanidad, como uno de los elementos
fundamentales para la reconstrucción y, sobre todo, para sacar a la
ciudadanía de esta pandemia, el refuerzo a la atención primaria; el
refuerzo muy importante a la política de educación, que aumenta más de un
70,2 %, dedicándose principalmente, como hemos destacado, al Plan de
Formación Profesional, la formación profesional como elemento de
crecimiento económico, social y de empleabilidad, y además del carácter
social, eminentemente importante de este presupuesto. Es destacable el
impulso de las áreas económicas, un 67,1 % es el incremento que tienen
las políticas de carácter económico, 17 210 millones de euros del
mecanismo, y solamente con el presupuesto nacional ya en las áreas de
carácter económico crecerían un 8,9 %. Adquieren un peso de un 12 %, peso
nunca adquirido en las políticas de carácter económico en el presupuesto
del Estado, que no subió más de un 7,5 % o un 8 %. Las políticas de
industria y energía destinan 11 166 millones de euros y las políticas de
comercio, turismo y pymes incrementan en un 150 % su dotación, con más de
2230 millones de euros. Como les he dicho anteriormente, las
infraestructuras y ecosistemas resilientes adquieren una gran dotación de
11 527 millones, y por último, la política de investigación, desarrollo,
innovación y digitalización, que asciende a 11 483 millones, un 80 % de
crecimiento en políticas de I+D+i digitalización, lo que es la innovación
en el área civil. Esta política incorpora las dotaciones necesarias para
el Plan de choque por la ciencia, que fue presentado en julio pasado.
Para finalizar, se mantienen en su mismo peso los servicios públicos
básicos, como justicia, defensa o interior, en un 5,5 %, y las políticas
de carácter general adquieren un peso de un 24,3 %, similar al de otros
ejercicios, si bien cuando se le incrementan los 13 486 millones de euros
para las comunidades y el incremento del fondo de liquidez para darle
financiación a las comunidades autónomas a fin de que no tensen sus
finanzas y puedan presupuestar los 8000 millones del React, adquirirían
un peso de un 31,6 %.
Señorías, el presupuesto requeriría mucho rato, mucha dedicación, muchas
horas, porque son muchos números. He intentado hacer un extracto de los
más significativos y, sobre todo, de los elementos que creo que son de
importancia relevante para la ciudadanía. Los presupuestos de 2021
fortalecen y dan consistencia al sistema de protección social, pero
garantizando la equidad y la accesibilidad universal para la ciudadanía,
al tiempo que procuran un gran impulso extraordinario a la trasformación
y la resiliencia de la estructura económica de nuestro país, con vistas
no solo al presente, que es muy importante, sino también al futuro.
Sabemos que la situación no es sencilla, que la pandemia sigue poniendo a
prueba la resistencia de nuestro país, que nuestro sistema económico y
nuestra protección social son los elementos que nos inspiran y que nos
requerirán todas las horas para poder seguir trabajando por la
recuperación y la trasformación social y económica de España, pero
evidentemente para ello requerimos de la oportunidad única que nos
brindan estos presupuestos para 2021, porque es la única forma, y creemos
que pueden
demostrar que es posible conjugar las políticas públicas, las políticas
sociales, con el crecimiento económico, la resiliencia y el desarrollo
sostenible.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias por la explicación y por el esfuerzo
de síntesis, porque todas entendemos la complejidad de un proyecto de
presupuestos.
Vamos a dar la palabra ahora a los diferentes grupos parlamentarios. Del
Grupo Mixto no hay representación. De EH Bildu, tampoco. Del Grupo Vasco,
tampoco.
Por el Grupo Ciudadanos, María Muñoz, tienes la palabra por cinco minutos.
La señora MUÑOZ VIDAL: Gracias, presidenta.
Buenas tardes, secretaria. Como grupos pequeños que somos, tenemos que ir
y venir y no he podido estar al completo en su exposición, pero le voy a
hacer una serie de preguntas o aportar una serie de ideas que nosotros
hemos rescatado de la lectura de este borrador de presupuestos. Ya lo he
dicho anteriormente en la comparecencia del gobernador del Banco de
España y lo repito aquí, estos no son los presupuestos que hubiera
elaborado Ciudadanos ni los que hubiéramos presentado tampoco. Son unos
presupuestos que no nos gustan por estar pegados al ciclo y por ser
tentativos por culpa de la pandemia, pero, como partido de utilidad y con
sentido de Estado, vamos a trabajar por intentar mejorarlos para que sean
buenos para los españoles y para el futuro de nuestro país.
Como también he reconocido antes, sorprende el excesivo optimismo que las
autoridades del Gobierno tienen sobre la evolución de la economía
española. El Gobierno basa su optimismo en ese efecto rebote de la
actividad económica y, por tanto, de los ingresos o de la recaudación vía
impuestos y cotizaciones sociales y también con la llegada de los fondos
europeos. Sin embargo, desde nuestro grupo parlamentario les pedimos, por
favor, prudencia y realismo con la situación económica para estar mejor
preparados para lo que pueda venir, como le decía al gobernador. He
empleado la palabra rigurosidad. Habría que haber sido más rigurosos a la
hora de elaborar este borrador de presupuestos, porque el efecto rebote
depende de que haya un hecho absolutamente incierto para todos los que
estamos en esta sala, como es la evolución de la pandemia, y el Gobierno
basa sus cuentas en un repunte económico desde el último trimestre de
este año cuando, vistos los acontecimientos de las últimas semanas, no se
descarta una nueva recaída y hundimiento de nuestro producto interior
bruto. Por ello, ni siquiera podemos estar seguros de que el cuadro
macroeconómico que se pronosticó para la elaboración de estos
presupuestos hace apenas un mes, que son el fundamento para estas cuentas
presentadas, siga siendo válido.
También son unas cuentas demasiado optimistas porque los fondos europeos
aún no se han recibido y no hay absoluta certeza de cuándo y por qué
importes se van a ir recibiendo. Además, no es descartable que en el
futuro estas ayudas europeas se puedan congelar para los países con
excesivo déficit a partir del ejercicio en el que Bruselas decida volver
al ajuste presupuestario. Tal vez se habla del año 2022. Y son optimistas
porque la recaudación prevista por el incremento de tributos y la
creación de nuevos impuestos se antoja demasiado -podíamos decir- de
cuento de hadas. Por ejemplo, hablan de impuestos a los envases de
plástico o a la gestión de residuos que ni siquiera han iniciado su
tramitación parlamentaria, por lo que no es realista contar con una
recaudación de 800 millones por estos conceptos para todo el año sobre
unos impuestos que aún no sabemos ni cómo se aprobarán ni cuándo, o por
la recaudación prevista por el diésel, unos 450 millones, que, según
conocemos por palabras del Gobierno, será eliminada en la tramitación de
estos presupuestos a través de las enmiendas que presente mi grupo
parlamentario. En sentido parecido, como sucede con otros impuestos que
aún no se han creado, la recaudación extra que este borrador recoge sobre
la lucha contra el fraude -se habla de unos quinientos millones- también
depende de una ley que acaba de iniciar su tramitación parlamentaria.
No compartimos -insisto en esta idea- ese diagnóstico de la situación ni
el optimismo que reflejan las cuentas. Es cierto que la Autoridad
Independiente de Responsabilidad Fiscal avaló la situación macro que este
Gobierno remitió a Bruselas junto con el plan presupuestario a principios
de octubre, pero la propia AIReF expresó dos salvedades importantes por
las que me gustaría preguntarle. Por un lado, decía que el hecho de que
el Gobierno no haya aprobado el plan de reequilibrio a medio plazo en las
cuentas públicas al suspender las reglas fiscales hace entrever que no
tenemos un plan a medio plazo para reconducir y hacer creíble nuestra
economía. Como dijo la propia presidente de la AIReF, se debe poner en
relación la flexibilidad que otorga este mecanismo excepcional con el
mantenimiento de una perspectiva de sostenibilidad futura de las cuentas
públicas. Esta falta de perspectiva es lo que más nos preocupa y
querríamos que usted nos diera su parecer sobre esta falta de plan de
reequilibrio y las consecuencias que de ello se pudieran derivar para
nuestra economía en el medio plazo. También la AIReF alertó de los
elevados riesgos de las previsiones económicas del Gobierno contenidas en
su plan presupuestario. De hecho, solicitó expresamente que este
optimismo no se trasladara a los presupuestos, teniendo en cuenta que
este análisis se produjo a principios del mes de octubre y que desde
entonces se ha vuelto a decretar un estado de alarma por seis meses, los
rebrotes están disparados en todo el territorio nacional y ya hay
provincias solicitando confinamientos domiciliarios. Quiero preguntarle
también si considera que este presupuesto se puede sustentar sobre unas
previsiones económicas que, si ya eran consideradas optimistas por la
Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, pueden empeorar del
modo que ya lo han hecho. Es desalentador ver cómo su optimismo gira en
torno a acontecimientos o a previsiones que aún no han sucedido, cuando
nuestra economía está sufriendo más que ninguna de la de los países de la
OCDE: tenemos el récord de paro juvenil, en temporalidad y en pobreza
infantil, que sigue siendo una de nuestras vergüenzas, y cuando además el
Fondo Monetario Internacional revisó todas las previsiones de crecimiento
excepto la nuestra, al tiempo que vamos a tener los números más
pesimistas sobre destrucción de tejido empresarial cuando se retire la
anestesia de los ERTE y también seremos campeones en destrucción de
empleo.
No me extiendo más. Gracias, secretaria de Estado. Gracias, presidenta.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Plural, tiene la palabra Ferran Bel.
El señor BEL ACCENSI: Muchísimas gracias, presidenta.
Muchísimas gracias, secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos, señora
Gualda, por su presentación extensa, concentrada y comprensible, porque
es muy difícil explicar todo un presupuesto en tan poco tiempo desde su
responsabilidad. Por tanto, no voy a irme por las ramas y voy a intentar
hacer preguntas muy concretas.
La primera es relativa a un ámbito del que usted no ha hablado pero tengo
interés en que nos explique, la dotación a la Casa de Su Majestad el Rey.
Si consultamos el libro amarillo, página 280, distribución por secciones
y evolución de gastos, tiene un incremento de un 0 %. Si uno consulta la
documentación del presupuesto, ve que la Casa Real tiene una asignación
de 8 431 000 euros, lo que supone 544 000 euros más que en el presupuesto
anterior, esto es, no un incremento de un 0 %, sino de un 6,90 %, una
cifra que, obviamente, es superior al 0 % que figura en la página 280 y
también al incremento que tienen las Cortes Generales, el Tribunal de
Cuentas, el Tribunal Constitucional y el Consejo de Estado, entre otros.
Quisiéramos saber el motivo, primero, de por qué aparece en el libro
amarillo un incremento del 0 %, cuando es aproximadamente de un 7 %, y,
en este contexto, el motivo de dicho incremento a la Casa Real.
Segunda cuestión, presupuesto del Ministerio de Defensa, que asciende a
9409 millones de euros, lo que significa 160 millones de euros menos que
la cifra en el avance de liquidación que aparece en la serie gris
respecto a 2020. Les debo recordar que en el presente año el Ministerio
de Defensa ha tenido modificaciones presupuestarias por un total de 832
millones de euros, es decir, ha habido modificaciones presupuestarias por
valor de un 9,5 %. Mi pregunta es: Si en los últimos doce años, que he
podido comprobar, el Ministerio de Defensa tiene modificaciones
presupuestarias en todo caso superiores al 9 % y en algunos casos de dos
dígitos, ¿cuál es el motivo por el que se están presupuestando 160
millones de euros menos en el Ministerio de Defensa que lo que realmente
han gastado o van a gastar en 2020? ¿Va a haber otra vez modificaciones
presupuestarias muy importantes en el Ministerio de Defensa? Se lo
pregunto por mí y por otros grupos que han mostrado inquietud al respecto
en otros momentos y que espero que la sigan mostrando.
Tercera consideración, no baladí, que ha surgido también a raíz de la
intervención del gobernador del Banco de España en la anterior
comparecencia. Yo planteaba si era razonable o no, más allá de que los
trabajadores públicos a lo largo de los últimos doce años han perdido
poder adquisitivo, un incremento del 0,9 % en el actual contexto, de
acuerdo con las previsiones de inflación -no de los presupuestos, pero sí
del resto de los organismos económicos del país-, que va a ser muy
inferior, si no negativa. Lo digo porque nos parece bien que se debe
recuperar el poder adquisitivo perdido a lo largo de los últimos años,
pero no sabemos si en este contexto de crisis es lo más adecuado. Antes
el señor Guijarro, con razón, dijo que la economía está al servicio de
las personas. Es obvio, creo que lo compartimos todos, y de lo que se
trata con este presupuesto es de salvar a las personas. Mi pregunta
sería: ¿Qué van a explicar a aquellos trabajadores que están y van a
estar en ERTE, que van a cobrar
solo un 70 % de su salario, cuando a los trabajadores públicos -es verdad
que han perdido poder adquisitivo a lo largo de los últimos años- se les
garantice -obviamente porque están trabajando al cien por cien de sus
salarios- una revalorización adicional del 0,9 %? Quizá sería más
razonable plantear que a estos trabajadores de los ERTE, en lugar de
cubrirles el 70 %, se les cubra el 72 % o el 75 % de su sueldo, antes de
hacer frente a este gasto. Ya les he dicho en mi primera intervención que
estamos de acuerdo, pero quizá se tendría que aplazar hasta la
recuperación económica, es decir, con un planteamiento de recuperación de
poder adquisitivo para los trabajadores públicos a lo largo de los
próximos años, igual que se va a hacer un planteamiento con relación a la
reducción del déficit. Digo esto porque quizá es una medida que,
evidentemente, sobre todo los empleados públicos vamos a acoger con
cierta simpatía -digo vamos porque en estos momentos yo también lo soy-,
pero no sea que tengamos que lamentarlo en presupuestos de años
siguientes, cuando se les tenga que exigir un esfuerzo adicional en este
sentido.
Muchísimas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Republicano tiene la palabra Joan Margall.
El señor MARGALL SASTRE: Gracias, presidenta.
Intentaré ser breve porque algunos de los temas que quería tocar ya los ha
tratado el compañero Ferran Bel.
Es evidente que no sorprendo a nadie cuando digo que somos un partido
independentista y republicano y que, por tanto, para nosotros los mejores
presupuestos para Cataluña serían los que hiciera una república catalana
independiente. Y es evidente que no son nuestros presupuestos cuando hay
partidas como la destinada a la Casa Real, como ha comentado mi
compañero, o se invierte demasiado en armamento, en ejército, etcétera.
Pero, como ya lo ha comentado mi compañero, en todo caso lo voy a obviar.
En relación con las inversiones en Cataluña, estos presupuestos no cumplen
con la disposición adicional tercera del estatut, que dice que se tiene
que invertir en Cataluña el equivalente al PIB que aporta, es decir, un
18 %. En estos presupuestos generales del Estado para el año que viene
sube unas décimas esta inversión respecto al último presupuesto del
Partido Popular, hasta un poco más del 16 %, pero aún nos quedamos un
poco lejos de cumplir esta disposición adicional tercera del estatut. En
todo caso, siempre se dice aquello de estar bajo el imperio de la ley y
que fuera de la ley no hay nada, pero ustedes están incumpliendo esta ley
orgánica que es el Estatut de Catalunya.
Por otro lado, un tema que siempre nos ha preocupado, que usted conoce muy
bien porque ya lo hemos comentado, es el porcentaje de ejecución
presupuestaria en Cataluña. Esta cuestión es histórica. Podríamos
remontarnos a hace veinte o veinticinco años, pero, si nos centramos en
estos últimos años, se sitúa alrededor del 42 o 43 % la ejecución
presupuestaria anual en Cataluña. De hecho, entre 2012 y 2018 se han
dejado de ejecutar unos 2200 millones de euros. Una pregunta muy
sencilla: ¿Qué medidas piensan activar para que aumente este porcentaje
de ejecución y para que los presupuestos generales del Estado en lo que
se refiere a Cataluña no sean papel mojado?
Por último, en relación con los fondos europeos, ha especificado el
porcentaje que gestionarán las comunidades autónomas con este sistema de
cogobernanza que usted misma ha comentado y el presidente del Gobierno ha
tratado en muchas ocasiones. Siempre que preguntamos se nos dice lo
mismo: estén tranquilos, se está trabajando desde Moncloa en un
departamento específico, pero no se nos avanza nada más. Por eso volvemos
a preguntar cómo va a ser este sistema de gobernanza con las comunidades
autónomas para la ejecución de estos fondos europeos.
Gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común,
tiene la palabra el señor Guijarro.
El señor GUIJARRO GARCÍA: Muchas gracias, presidenta.
Buenas tardes, señora Gualda. Un gusto tenerla de nuevo en la Comisión de
Presupuestos.
Querría incidir en dos o tres ideas.
En primer lugar, es consenso generalizado el hecho de que vivimos en una
época de absoluta incertidumbre, y seguramente en los últimos días o
semanas esta incertidumbre haya ido a más. Sin
embargo, me sorprende escuchar a ciertos portavoces que, pese a la
incertidumbre que todos asumimos, tienen el descaro de describir como
optimistas o pesimistas escenarios que esas mismas personas han aclarado
previamente que eran inciertos. Entonces, me sorprende mucho que se puede
acusar al Gobierno de optimista, cuando el propio acusador o acusadora
reconoce el carácter incierto del contexto. A lo mejor están siendo
pesimistas dado ese contexto, es decir, la incertidumbre es lo que tiene,
que es incierta, y, por lo tanto, hablar de optimismo o de pesimismo en
esos contextos casi parece un juego de palabras más que otra cosa.
Respecto al contenido de los presupuestos, señora Gualda, comparto con
usted que estos presupuestos contienen dos elementos fundamentales para
el futuro inmediato de este país. En primer lugar, usted ha puesto el
énfasis en el gasto social que se va a hacer efectivo el próximo año, que
sobre todo tiene que servir para salvar a esos cientos de miles de
españoles y españolas que se están viendo ya en una situación muy
complicada y cuya perspectiva para 2021 no hace sino corroborar estas
mismas expectativas. Diría que la gente empieza a sentir que se extiende
un páramo a medio plazo en este país y, por lo tanto, ante esas amenazas
solo el Estado va a poder cubrir y cumplir para que cientos de miles de
personas en este país no caigan en los márgenes sociales, como ocurrió en
la anterior crisis, cuando se dispararon los niveles de desigualdad. Como
siempre insisto, no se han recuperado los niveles de igualdad que
teníamos antes, y no vaya a ser que en esta crisis nos vaya a ocurrir
algo parecido. Pero decía que, si estos presupuestos atienden la
emergencia social de una manera decidida, también quiero subrayar y
aplaudir el hecho de que los mismos recogen las herramientas
fundamentales que servirán para construir un medio y largo plazo. Estoy
hablando de la transformación de la matriz productiva, en la que usted
también se ha detenido. Creo que es importante que tengamos en cuenta
esto. Últimamente, después de leer estos presupuestos y demás, cada vez
me acuerdo más de la economista norteamericana e italiana Mariana
Mazzucato y aquel libro famoso que escribió en 2013, El Estado
emprendedor, porque ciertamente este país va a necesitar un Estado
emprendedor. Confiemos en que este Gobierno y estos presupuestos
coadyuven a ello.
Finalmente, para cerrar y hacer breve mi intervención, hay cosas que
tampoco logro entender de algunos temas que se le han planteado. Dice la
portavoz del Grupo Ciudadanos que son unos presupuestos pegados al ciclo.
Señora Muñoz, tenemos claro que este es un presupuesto expansivo, y así
lo ha reconocido hasta el propio gobernador del Banco de España, que
incluso ha subrayado que es muy expansivo, y no lo ha dicho como crítica,
sino más bien como alabanza. Por lo tanto, si los presupuestos son
expansivos, para que estuviéramos pegados al ciclo, este tendría que ser
expansivo, pero diría que es más bien todo lo contrario, que es un ciclo
precisamente de restricción, de crisis, de un PIB que se va a retraer
seguramente en cantidades muy importantes. Por lo tanto, lo que hace este
presupuesto es ser anticíclico, no estar pegado al ciclo, sino
precisamente jugando en contra del ciclo, como se ha defendido siempre
desde posiciones neokeynesianas, que, al fin y al cabo, es lo que se
defiende en este presupuesto.
Por lo demás, le agradezco los detalles, señora secretaria de Estado.
Vamos a ver cómo se nos da el año 2021. Ojalá esa incertidumbre que
anunciamos se vaya despejando en estas próximas semanas y meses, aunque
me temo que nos vamos a tener que acostumbrar a vivir un 2021 complicado.
En ese sentido, como he dicho a alguna de sus compañeras, le deseo mucha
suerte, porque su suerte es la suerte de todos y de todas.
Gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo VOX tiene la palabra Inés Cañizares.
La señora CAÑIZARES PACHECO: Gracias, presidenta.
Muchas gracias, señora secretaria de Estado, por sus explicaciones sobre
estos presupuestos.
En principio, voy a poner sobre la mesa cinco cuestiones por las que no
nos gustan estos presupuestos y no estamos de acuerdo con ellos y que
después ampliaré. En primer lugar, la estimación del crecimiento para el
año 2021 entendemos que es demasiado optimista. Hay que tener en cuenta
que a ese crecimiento precede una caída jamás registrada en tiempos de
paz. Es curioso que en el informe económico-financiero que acompaña a los
presupuestos ustedes hablan de un crecimiento del 9,68 %, más de un 2 %
superior al estimado, que claramente el Gobierno supedita a la percepción
de los fondos europeos. Nos llama la atención porque no sé si ha sido
prudente incluir en estos presupuestos esos fondos europeos, cuya
percepción entendemos que dependerá de la presentación y justificación de
programas y proyectos de
inversión concretos, no de un plan marco general de inversiones o de
grandes líneas que ustedes proponen, y no sé si en algún momento ustedes
se han planteado a lo largo de la elaboración de estos presupuestos un
plan alternativo, un plan B, un plan sin esos fondos europeos, porque
¿qué sucedería si esos fondos finalmente no llegan a tiempo o no llegan
en los importes que ustedes prevén? ¿Qué impacto tendría esta
contingencia no considerada a priori sobre las cuentas públicas? ¿Cabría
la posibilidad de que hubiesen hecho una simulación, simular el escenario
presupuestario sin fondos? ¿Qué posibilidades tendría la economía
española de salir adelante por sus propios medios? ¿Cómo quedarían las
finanzas públicas sin esa ayuda? Parece ser que sin esos fondos europeos
no seríamos capaces de remontar ni lo más mínimo. Realmente, estamos
hablando de 27 000 millones de euros en relación con un gran presupuesto
de gastos como es el de este año.
Por tanto, ese tema recurrente en los presupuestos generales, el Fondo de
recuperación europeo, parece ser que se configura como la tabla de
salvación de nuestra economía. Parece que quieren decir a los españoles
que somos huérfanos y que sin esos fondos no vamos a ser capaces de
recuperarnos. Configurar la estructura presupuestaria sin la dependencia
de los fondos europeos y destinar nuestros propios recursos a las
reformas estructurales que debemos acometer y que son tan necesarias,
comenzando por reducir costes superfluos, analizando programa a programa,
racionalizando los costes del servicio público, buscando la eficiencia, y
construir unos presupuestos más realista, no dependientes de Europa, veo
que no estaba en sus planes. Ahora bien, si esas reformas estructurales
necesarias para nuestra supervivencia, para ser competitivos, para
generar empleo, para regenerar nuestro tejido empresarial, para salvar a
los autónomos y a las pymes, y no seguir destruyendo empleo, si todo esto
depende de 27 000 millones que no sabemos si nos entregará Europa, no sé
qué imagen de España estamos ofreciendo al exterior. A nuestro modo de
ver, las reformas que necesita España debemos acometerlas sí o sí, sin
perjuicio de la llegada o no de fondos europeos, es decir, no tiene que
ser Europa la que nos ponga los deberes, y creo que debemos ser lo
suficientemente responsables y adultos para saber en qué debemos gastar y
cuánto.
Estas reformas deberían ir dirigidas, entre otros ámbitos, al mercado
laboral y al sistema de pensiones. En el mercado laboral, uno de los
principales riesgos de esta crisis es que se destruye empleo de manera
estructural. Es fundamental que aumente el número de personas
incorporadas al mundo laboral, elevar su flexibilidad y terminar con
asimetrías. Nosotros creemos que el empleo debería ser impulsado mediante
incentivos fiscales, con reducción de impuestos directos o cotizaciones
sociales, porque esta crisis ha tenido un impacto muy directo. Como
referencia, en lo que llevamos de año el número de afiliados a la
Seguridad Social se ha reducido en más de 600 000 personas, y los
expedientes de regulación temporal de empleo afectaban a 880 000 a
finales de agosto, equivalente al 4 % de la población activa. Con esta
situación y una previsión de paro para el año 2021 en torno al 16 %, no
entiendo cómo es posible una previsión de ingresos por cotizaciones a la
Seguridad Social mayor que el presupuesto que se hizo inicialmente para
2020, no me cuadra.
Por otra parte, el sistema de pensiones requiere de una reforma urgente.
Su concepción presente está sujeta a reflexión por varios motivos: en
primer lugar, por los cambios demográficos, puesto que la pirámide
poblacional ya sabemos que ha pasado a estar invertida, dado que la tasa
de fertilidad en España se encuentra entre las más bajas del mundo y la
población cada vez es más longeva. Por otra parte, el déficit de la
Seguridad Social ha aumentado considerablemente en los últimos años, a
pesar de tener un contexto económico benigno, por el deterioro de las
variables del sistema. Finalmente, se ha producido una disminución de la
cotización media y pronto comenzarán a jubilarse los hijos del baby boom,
a lo que se suma la incorporación cada vez más tardía al mercado laboral
y menos salario de entrada al sistema.
Creo que han perdido la oportunidad en estos presupuestos, y es que la
clave no es tanto un análisis de la recaudación, sino una reflexión sobre
la estructura de costes, es decir, sería conveniente eliminar gastos
superfluos, ganar confianza de cara al exterior, y existe poco margen de
maniobra para invertir en una estructura productiva si se atiende al
esquema de gastos de los presupuestos de 2021, que han cambiado
fundamentalmente solo por esa incorporación de fondos europeos, aunque el
resto de programas creo que prácticamente sigue igual. Aunque resulta
curioso leer en el informe económico-financiero que, de forma
complementaria, dentro del contexto de renovación presupuestaria, a la
hora de elaborar los presupuestos se ha realizado una revisión exhaustiva
y sistemática de todas las partidas presupuestarias, de manera que se ha
actuado sobre aquellas acciones e incrementos no justificados en el
entorno de emergencia en el que vivimos, quisiera considerar si para
ganar esa legitimación social ante
la ciudadanía por ejemplo elevar el presupuesto en altos cargos en más de
diez millones de euros es una medida acertada. ¿Cree usted que eso es
así? Creo que ustedes están hablando de lo que les gustaría haber hecho
pero no han llevado a cabo, y es lo que desde mi grupo parlamentario
siempre defendemos, es decir, un presupuesto en base cero como método de
asignación de fondos según la eficiencia y necesidad para alcanzar los
objetivos, en lugar de considerar el historial de años anteriores.
Y en relación con el alza impositiva que se da en los presupuestos, me
gustaría decir que España asume una presión fiscal entendida como ratio
entre recaudación y PIB inferior al promedio de la Unión Europea. No
obstante, es un cálculo muy básico e insuficiente, porque, en nuestra
opinión, sería mucho más interesante introducir el concepto de esfuerzo
fiscal, del que se habla poco. Me gustaría hacer una reflexión en torno a
las inversiones del plan europeo...
La señora PRESIDENTA: Señoría, debe ir acabando.
La señora CAÑIZARES PACHECO: Gracias.
En cuanto a las inversiones del plan europeo, creo que deben ser
plurianuales, lógicamente, pero aquí se plantean como algo anual. ¿Qué
inversor va a entrar en este tipo de juego, con esa incertidumbre? Es
decir, hay fondos asignados para este año, pero para el que viene no.
Por último, creemos que la estimación del crecimiento es la base para la
estimación de los ingresos pero que ustedes han propuesto una estimación
de crecimiento superior a la que se va a producir, una abultada y falsa
estimación de ingresos, al tiempo que por el lado de los gastos se
insiste en el mantenimiento de dispendio en ideología y dispendio en
generación de servidumbre, y no se recogen políticas de reforma por el
lado de la oferta.
Gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor Píriz.
El señor PÍRIZ MAYA: Muchas gracias, señora presidenta.
Como cuestión previa, desde mi grupo queremos hacer constar en el Diario
de Sesiones nuestra queja por la aplicación del rodillo de la coalición
de Gobierno para vetar la comparecencia de Iván Redondo en esta Comisión,
una comparecencia pertinente, como explicamos en la Mesa y Portavoces del
pasado sábado.
Buenos días, señora secretaria de Estado. Gracias por su comparecencia. La
invitamos a seguir haciéndolo de forma trimestral, como la costumbre
parlamentaria suficientemente arraigada viene a establecer como norma.
Nos traen hoy unos presupuestos que nacen desfasados, caducados antes de
aprobarse. Empezaré por el cuadro macro, para seguir con los ingresos y
los gastos. Señora secretaria de Estado, plantean un crecimiento para
2021 del 9,8 %, muy lejos de 7,2 que planteó el Fondo Monetario
Internacional, en torno al 4,1 que planteó el Banco de España y hoy nos
ha repetido, y del 6,5 del escenario actual de la AIReF; más de 3,2
puntos de diferencia entre la media de estudios publicados y las
previsiones del Gobierno. Señora secretaria de Estado, con los rebrotes,
con las incertidumbres que hacen que los miembros de su propio Gobierno
duden de si habrá más confinamiento e hibernación de la economía, con el
escenario tan complicado y tan cambiante, ¿de verdad le parece serio
plantear un crecimiento del 9,8 % en 2021? ¿Nos puede indicar cómo ha
llegado a ese dato, y el resto de analistas a un dato tan diferente?
Señora secretaria de Estado, ¿ha arrojado la toalla este Gobierno con la
creación de empleo? Lo digo porque en el cuadro macro de sus presupuestos
hablan de que 27 000 millones de euros europeos después estaríamos 3
puntos, 6 según nos acaba de decir el Banco de España, por encima del
empleo en 2019. Estos presupuestos certifican el fracaso económico de su
Gobierno. Señora secretaria de Estado, el cuadro macro no se lo cree
nadie.
Respecto al impacto en el PIB del 27 000 millones de los fondos europeos,
el Banco de España dice en su informe que -abro comillas-: Existe una
notable incertidumbre acerca de la evidencia empírica sobre el tamaño del
multiplicador fiscal, del impacto del gasto sobre el producto de la
economía. Y cifran entre el 0,6 y el 0,8 del PIB el impacto adicional en
el crecimiento inercial de la economía por la incorporación de esos
fondos. Ustedes cifran ese crecimiento en el 2,6 % del PIB, más del
triple que el rango optimista del Banco de España. Señora secretaria de
Estado, ¿ustedes sí han encontrado la evidencia empírica que no encuentra
el Banco de España? ¿Estaba junto al comité de expertos de
la COVID? Nadie lo cree. Señora secretaria, AENA, empresa mayoritariamente
pública que cotiza en bolsa y está obligada a registrar ante la CNMV
hechos que considere relevantes para sus estados financieros, cuando se
presentan aquí los presupuestos generales del Estado muestra una nota en
la que -cito literalmente- comunica que las estimaciones
económico-financieras de los presupuestos generales del Estado se ven
afectadas por factores como la rápida evolución de los efectos derivados
de la pandemia del COVID, y dice más abajo que, como consecuencia de lo
anteriormente expuesto, las estimaciones publicadas no se corresponden
con la actual previsión de cierre.
Señora secretaria de Estado, sus accionistas son los españoles.
¿Deberíamos saber los españoles algo al respecto de estas previsiones que
no sepamos? Si el cuadro macro es absolutamente irrealizable, los
ingresos de este presupuesto lo son aún más. Antes de comenzar con ellos,
señora secretaria de Estado, ¿está usted en condiciones de afirmar en
sede parlamentaria, con luz y taquígrafos, que los 26 634 millones de
euros provenientes del Fondo de recuperación que presupuestan para 2021
podrán ejecutarse? ¿Cuándo se aprobarán los reglamentos? ¿Qué fecha
tienen las diferentes entidades para plantear sus proyectos? ¿Cuánto
tiempo tardarán en contestar a los mismos la Comisión Europea y
autorizarlos? ¿Se van a proponer cambios legislativos para agilizar?
Señora secretaria de Estado, usted y yo sabemos que es imposible que
ejecuten 27 000 millones de euros de fondos europeos en 2021. Sí, no se
ría, señora secretaria de Estado. De los 56 367 millones de euros del
periodo 2014-2020, han ejecutado a día de hoy el 34 %. No llega a 20 000
millones de euros. ¿Me va a decir que ceteris paribus en cuanto a
plantillas y legislación van a ser capaces de ejecutar 27 000 en un año?
Y con respecto a los ingresos fiscales, señora secretaria de Estado, no
puede ser que la única receta que tengan para la economía española sea
subir impuestos. No es admisible que su única receta sea la misma que en
2019, con la economía española creciendo entonces al 2 %. Señora
secretaria de Estado, no le pedimos que inventen nada, sino que miren a
su alrededor. Mire este mapa, con los países que suben impuestos en rojo
-el país, en singular- y en azul todos los que los bajan, de todos los
colores e ideologías. ¿Están todos equivocados? Los suben 8000 millones
de euros; un 10 % lo pagarán los que más tienen, pero el 90 % lo pagarán
las clases media y baja, los 17 millones de españoles que repostan
diésel, los que compran por Internet, los que realizan transacciones
financieras, los que tienen un seguro de coche, de vida o de vivienda o
los que realicen compras de productos envasados. Lo pagarán las empresas
cuando peor lo están pasando. Lo pagaremos todos, señora secretaria de
Estado.
Sus datos de ingresos fiscales son una quimera. Para 2020, con una caída
del PIB del 11,2 %, plantean una reducción de ingresos tributarios del
7,6. En cambio, para 2021, con una subida del 9,8 que plantean
-irrealizable, como le he dicho-, dicen que los ingresos tributarios
crecerán un 13 %, estimando un récord de recaudación para 2021. ¿Alguien
puede pensar que en 2021 se van a recaudar más impuestos que nunca en la
historia? Ya se lo dijo la AIReF en abril y le pidió la cautela necesaria
a la hora hacer las previsiones de ingreso, pero no le han hecho caso;
como tampoco se lo han hecho en los gastos, cuando les pedía la mejora de
eficacia de los gastos, y es que estos presupuestos suponen todo lo
contrario a lo que se planteaba desde el organismo, porque lo importante
de todo lo que nos ha contado hoy no es cuánto se gasta, sino cómo se
gasta y, si el gasto que se presupuesta aumentar, se hace de forma
estructural o no, porque si se hace de forma estructural, por una
variable atemporal, como pueden ser los fondos europeos, del Fondo de
recuperación durante tres años, ¿qué pasará, señora secretaria de Estado
después del periodo? ¿Qué pasará cuando no haya ingresos extraordinarios
para financiarla? El próximo año sabemos que se acrecentará la principal
vulnerabilidad de nuestra economía, la deuda pública. Señora secretaria
de Estado, ¿es consciente de que sin contar todas las debilidades macro
que tiene el presupuesto, con sus datos optimistas del 11,3 % de déficit
en 2020 y del menos 7,7 % del Banco de España, podría llegar al 9,9 el
agujero fiscal, superando los 250 000 millones de euros en estos dos
años? ¿Quién va a pagar esto, señora secretaria de Estado? Se lo digo yo.
Bueno, se lo ha dicho el gobernador del Banco de España, que manifestó en
sede parlamentaria que será necesario un ajuste con aumento de ingresos o
reducción de gasto público en la próxima década. Para que lo entiendan
todos, lo pagaremos todos con más impuestos y con ajustes.
Señora secretaria de Estado -voy acabando, señora presidenta-, estos
ingresos irrealizables y estos gastos sobrevalorados nos ponen en una
senda de deuda del 120 % de su previsiones, que llegaría al 128,7 % en
2022, según el Banco de España. ¿Cómo se soluciona, señora secretaria de
Estado? ¿Piensan traer un plan de reequilibrio, como exige el artículo
11.3 de la Ley 2/2012, estabilidad presupuestaria, y que hoy mismo le
exige la AIReF en un documento que acaba de publicar. ¿Qué elementos
considera que debe establecer este plan para permitir corregir el déficit
estructural, señora
secretaria de Estado? Señora secretaria de Estado, estos presupuestos son
irreales. Se traen a esta Cámara para su debate en un tiempo récord,
reduciendo a los grupos su capacidad para trabajarlos, como se había
hecho en esta Cámara durante cuarenta años, pero, pese a todo, durante
estos días tendrán aquí a los diputados de mi grupo, que sin duda
demostrarán al resto de grupos y a la ciudadanía que estos presupuestos
suponen más gasto improductivo, más déficit, más deuda pública, más
impuestos para todos y más desempleo, que no son los presupuestos que
necesita España y que, sin duda, tenemos en España el peor Gobierno en el
peor momento.
Muchas gracias, señora presidenta.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Socialista tiene la palabra Montse Mínguez.
La señora MÍNGUEZ GARCÍA: Muchas gracias, señora presidenta.
Con permiso de la secretaria de Estado de Presupuestos, antes de entrar en
la valoración de los Presupuestos Generales del Estado, me gustaría
contestar a algunos de los intervinientes. Decían Joan Margall, de
Esquerra Republicana, que eran unos presupuestos que para Cataluña
estaban un poco lejos de cumplir el estatuto de autonomía. Le quiero
recordar el señor Margall -me pongo a su disposición para que luego lo
repasemos- que la inversión prevista para Cataluña es de 2239 millones de
euros más 200 millones adicionales para la disposición adicional del
estatuto autonomía. Esta suma significa un 18,1 % de incremento, por lo
que se acerca mucho a la contribución del PIB de Cataluña en el conjunto
del Estado español.
Junts per Catalunya, el señor Ferran Bel, del Partit Demòcrata, criticaba
los mensajes del incremento salarial del 0,9 %. Vigilemos esos mensajes
sobre los incrementos salariales. Favorecen el consumo interior, el
consumo dentro del Estado. Es una variable que suma. Dentro del conjunto
de los funcionarios pensemos que están reconocidos los sanitarios, el
cuerpo educativo y los cuerpos de seguridad, que tanto han trabajado
durante esta pandemia, así que cuidado con esos mensajes. La señora
Cañizares parece que ya me ha jubilado. Ha dicho que la generación del
baby boom está a punto de jubilarse, pero a mí aún me quedan muchos años,
con su permiso, y espero poder seguir trabajando desde el Congreso.
No me sorprende discurso del Grupo Popular. Habla de rodillos y supongo
que a su portavoz le sonará esta frase porque están o estaban
acostumbrados. Nosotros no aplicamos el rodillo, señor Píriz, sino el
reglamento. Usted se contradice. Habla de cifras de crecimiento del 9,8
cuando el Fondo Monetario Internacional da el 7,2. El escenario del
presupuesto -le invito a que se lo vuelva a leer- habla de un crecimiento
del 9,8 con los fondos de recuperación y del 7,2 si no tenemos en cuenta
los fondos de cooperación, por tanto, coincide exactamente con el Fondo
Monetario Internacional. Parece que desean que no lleguen estos fondos
europeos para la recuperación. Bueno, no es que parezca que lo deseen, es
que lo desean, porque de hecho intentaron boicotear su llegada a este
país, estos 140 000 millones. Es la diferencia entre cuando gobernaban
ustedes en la última crisis y cuando lo hace un Gobierno progresista.
Rajoy fue a Bruselas y sacó cero euros. No, cero no, menos, porque hubo
una política de recortes que todavía está pasando factura a nuestro país.
En cambio, ahora nuestro presidente, Pedro Sánchez, ha conseguido 140 000
mil millones de euros y parece que a ustedes no les gusta o no les va
bien.
Les voy a decir una cosa. He intentado hacer un ejercicio, señor Piriz, de
cuántas veces usted, e incluso la portavoz anterior del Grupo Popular, ha
repetido la palabra pandemia. ¿Sabe cuántas? Ninguna. Ustedes están
valorando unos presupuestos como si no hubiera en este país una pandemia,
como si no nos encontrásemos ante una crisis social sanitaria y económica
de primer orden, que también está afectando al resto de países europeos.
Ustedes han sido negacionistas de la violencia de género y del cambio
climático y parece que ahora también lo son de la pandemia.
Habiendo hecho esta previa sobre las intervenciones de los portavoces
anteriores, quiero agradecer a la señora secretaria de Estado y a todo su
equipo la exposición que ha hecho y el trabajo que hay detrás de ella.
Decía la señora secretaria de Estado que son unos presupuestos justos y
sociales, y nosotros añadimos que son indispensables e inaplazables, que
están preparados para la recuperación y que son progresistas. Son un giro
de 180 grados de los presupuestos del Partido Popular en cuanto a
gestionar una crisis, son dos maneras diferentes de gestionar la crisis,
de la época los recortes a una política expansiva.
Destacamos por parte de nuestro grupo cuatro prioridades de los
Presupuestos Generales del Estado: inversión para reactivar la economía,
no a los recortes y sí al gasto contracíclico, a diferencia, como decía,
de años anteriores. Se trata de proteger, de ayudar a la iniciativa
privada y de proteger a las familias
precisamente cuando se está contrayendo la actividad, de la misma manera
que lo están haciendo otros países europeos. Son unos presupuestos que no
renuncian a la estabilidad -lo decía la señora secretaria de Estado- de
las cuentas públicas, con el compromiso de que el déficit pasará del 11,3
al menos 7,7 %. No hay un hachazo fiscal por mucho que insista el Partido
Popular; sí que hay una fiscalidad verde, hay una lucha contra el fraude
y evidentemente hay reformas progresivas de lo nosotros entendemos que es
la justicia fiscal y la justicia social. En cuarto lugar, como prioridad
está fortalecer el Estado del bienestar con tres objetivos: como decía,
las personas, las pymes y los autónomos y la cogobernanza con las
comunidades autónomas. En cuanto al fortalecimiento del Estado del
bienestar, ya se ha dicho, el 60 % del gasto del Estado corresponde a
gasto social. Nos preguntaba la señora Cañizares qué pasaba si no
teníamos en cuenta esos fondos europeos. Pues le podemos dar un dato, sin
contar los fondos europeos, también crecería la asistencia sanitaria, el
gasto social, en un 6,2 %, una señal inequívoca del compromiso que tiene
este Gobierno con el gasto social. La sanidad incrementa en dimensiones
inéditas para la modernización, las vacunas y ampliar las carteras de
servicio con un incremento de 75,3 %. La dependencia recibe la mayor
financiación de la historia, con un incremento del 34 %, que beneficiará
a 1,1 millones de personas. Y medidas para la juventud, que también se ha
comentado en la comparecencia anterior del gobernador del Banco de
España, medidas claras para los jóvenes. Hay tres circunstancias que les
preocupan: por un lado, tenemos los estudios, y ahí está todo el paquete
de becas importantes que recogen estos presupuestos para ofrecer las
mismas oportunidades a todos nuestros jóvenes. También están el Plan de
Choque por el Empleo Joven, con 663 millones de euros, y las medidas para
fomentar la vivienda. Con lo cual, hablamos de estudios, plan de choque y
vivienda. Asimismo, el ingreso mínimo vital -que parece que también se ha
pasado por alto en algunas intervenciones-, con 3000 millones de euros.
Hablamos de que en España afecta a 850 000 hogares y en mi provincia a
6800 hogares; con lo cual, estamos satisfechos de la puesta en marcha del
ingreso mínimo vital. Apuntaba la secretaria de Estado además al impacto
de género, que nos permite avanzar en esta política desde este punto de
vista, medidas para fomentar la igualdad. Por lo tanto, el primer
objetivo sería, como les decía, potenciar las políticas sociales. El
segundo objetivo es apoyar y orientar el tejido productivo para recuperar
la actividad...
La señora PRESIDENTA: Tiene que ir acabando.
La señora MÍNGUEZ GARCÍA: Acabo.
..., y ahí están las medias de pymes, I+D+i e infraestructuras. Y como
último objetivo hablaríamos en la cogobernanza. Es importante garantizar
los servicios públicos que se están prestando desde nuestras comunidades
autónomas y que están más cerca de los ciudadanos. Ahí está la apuesta de
fondos extraordinarios y gestionar los fondos europeos, sin olvidar a las
entidades locales. Así que estamos satisfechos, y yo personalmente, como
portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, estoy orgullosa de defender
este presupuesto, que su presupuesto de país que está a la altura de las
circunstancias.
Muchas gracias. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Voy a dar la palabra ahora a la secretaria de Estado de Presupuestos y
Gastos para que pueda contestar.
La señora SECRETARIA DE ESTADO DE PRESUPUESTOS Y GASTOS (Gualda Romero):
Gracias, presidenta.
Intentaré dar respuesta, primero, a algunas preguntas concretas que sus
señorías me han planteado y, luego, con carácter general, haré algunas
observaciones que yo creo que comparten algunos grupos parlamentarios.
En primer lugar, señora Muñoz, no entiendo cómo dice que quiere apoyar,
hacer mejores los presupuestos y que quiere ser útil si solamente
encuentra elementos de difícil concreción, y a su vez los basa todos en
dudas permanentes sobre los fondos europeos. Evidentemente, los fondos
europeos son un elemento extraordinariamente importante que llevan estos
presupuestos -ya con esto se lo explico también a la señora Cañizares,
del Grupo VOX, y al señor del PP-. Evidentemente, como decía la señora
del Partido Socialista, parece que no quieren que haya en este país una
reconstrucción, parece que realmente se alegrarían de que no tuviéramos
esos fondos adicionales; ustedes mismos lo han dicho, y se preguntan qué
haríamos si no estuvieran, si tenemos un plan B y cuándo van a llegar. No
tenemos que
esperar a que lleguen los fondos europeos del mecanismo de reconstrucción,
transformación y resiliencia para España; ya llegaron, ya fueron
concedidos y fueron asignados a nuestro país. Como les he dicho en mi
intervención, España es el segundo país, después de Italia, que más
fondos ha percibido para la reconstrucción del mismo. Efectivamente, por
eso los hemos presupuestado; no hemos presupuestado una cantidad que se
nos ha antojado, hemos presupuesto la anualidad correspondiente para su
ejecución necesaria en un país que está en la situación en la que se
encuentra. Preguntan qué haríamos si no los tuviéramos. Pues habríamos
crecido el 6,2 %, que es lo que hubiéramos podido atender con los
presupuestos nacionales. Pero claro que estos fondos lo fían todo a un
crecimiento adicional, porque son fondos extraordinarios para una
transformación del tejido productivo, para una transformación de nuestra
producción y, por supuesto, para una necesidad imperiosa que se ha puesto
de manifiesto con la pandemia, el refuerzo en la sanidad y el refuerzo en
la ciencia y en la investigación. Estos fondos se han presupuestado, y
este es un elemento fundamental para su ejecución. Creo que asín también
le aclaro las dudas que ha planteado su señoría del PP, señor Valentín,
que ha planteado dudas sobre si se van a ejecutar o no esos fondos y ha
dicho lo mal que ejecutamos los fondos europeos.
Sí, ya sé que de vez en cuando lo explicitan asín, lo van contando y van
creando ese caldo de cultivo, que no sé cuánto beneficia a nuestro país,
cuando además no es cierto. España jamás ha devuelto fondos europeos,
jamás; España ha ejecutado los fondos europeos en el periodo y en el
marco financiero plurianual correspondiente. Actualmente, si usted mira
un dato, como los números se pueden mirar en muchas fases, sobre todo en
las fases contables, puede hablar de la fase de retorno del marco 1420 en
el dato que usted decía, y yo le puedo decir la ejecución que tiene el
marco 1420, que finaliza en diciembre del año 2023 y está en el 71 %,
pero a diferencia del marco financiero plurianual, estos fondos vienen de
forma singular y no dirigida por Europa. Estos fondos se han decidido por
el Gobierno y por las necesidades que tiene este país, y en el Gobierno
de coalición progresista se han determinado las diez grandes palancas en
las que se tiene que transformar este país, y no creo que haya dudas de
que hay que impulsar la sanidad, de que hay que impulsar la
investigación, de que hay que hacer una transformación digital del país y
del tejido productivo, de que hay que trabajar en una transición
ecológica y justa y además hay que atender al medio rural y a nuestra
España despoblada. Atendiendo a todas esas necesidades, se ha definido el
plan, y no es solo el documento que ustedes conocen, sino una cantidad
extraordinaria de información, documentos y trabajo por parte de todos
los ministerios, que están aportando los requisitos exigidos para
presentar la documentación a la Comisión Europea.
Ya se han presentado determinadas partes del plan con todos los requisitos
y se seguirán presentando hasta que se inicie el ejercicio. La actuación
responsable del Gobierno era presentar los presupuestos, incluida esa
presupuestación, precisamente para que fuera real, para que fuera posible
ese crecimiento económico y esa transformación del tejido productivo;
para que desde el día 1 de enero, desde el día que se aprueben los
Presupuestos Generales del Estado para el año 2021, tanto los ministerios
como el sector fundacional con el que se van a llevar a cabo y, sobre
todo -asín doy respuesta a la pregunta que me hacía el señor Margall
sobre la cogobernanza-, que las comunidades autónomas y las entidades
locales puedan empezar y ejecutar la financiación. Porque verán ustedes
que en el propio presupuesto llevamos preasignado un 58 % de esos fondos,
8000 de ellos directamente a programación por las propias comunidades
autónomas, y el resto preasignado en cada una de las actuaciones que
competencialmente van a desarrollar directamente las propias comunidades.
¿Y qué vamos a hacer para avanzar? Preguntaban ustedes por los
reglamentos. Por supuesto que tenemos reglamentos; llevamos trabajando
día y noche con toda la información que la Comisión Europea nos está
facilitando de cómo se tienen que construir estos planes nacionales de
reconstrucción. Y vamos a trabajar en un real decreto-ley donde vamos a
identificar -como pueden observar en el presupuesto- en un servicio
concreto, que es el servicio 50, donde se han puesto todos estos fondos
dentro de todas las políticas públicas y de todos los ministerios; vamos
a trabajar y estamos trabajando en un real decreto-ley donde,
identificados los cuellos de botella o los elementos que tienen que
acelerarse, se haga exclusiva y especialmente para la ejecución de estos
fondos.
Y ¡claro que hay más anualidades! Si hemos presupuestado 24 200 millones,
aproximadamente, y tenemos 60 000 del mecanismo de recuperación y
resiliencia, y se han presupuestado 12 436 en el Estado y 8000 que
programarán las comunidades autónomas, es que hay más anualidades. Es que
estamos defendiendo los presupuestos de 2021 y, normalmente, no se habla
de las anualidades futuras, pero si ustedes tienen interés en mirar el
libro de inversiones, verán las anualidades futuras de aquello que
también está financiado con los fondos de reconstrucción.
Decía tanto su señoría de Ciudadanos, la señora Muñoz, como el señor
Valentín, del PP, que cuándo vamos a presentar el plan de reequilibrio.
Señorías, el plan de reequilibrio lo vamos a presentar en el momento en
el que tengamos una situación estable de país. Como decía su señoría del
PSOE, no los he escuchado hablar de pandemia. Entiendo que sus señorías
del PP no hablen de pandemias; si ni siquiera la apreciaron cuando se le
sometió a votación, es lógico que no hablen de pandemia; son los únicos
que no hablan de pandemia, no la reconocen. Pero, efectivamente, este
país está azotado brutalmente por una pandemia; tiene sectores que
tenemos que atender de forma inmediata y, evidentemente, cuando tengamos
una situación más estabilizada presentaremos el plan de reequilibrio. No
un plan de reequilibrio recortando, como hizo el grupo del Partido
Popular, sino un plan de reequilibrio justo, social y transformando la
economía; y, eso, lo haremos con estos presupuestos de 2021.
Puede que no compartan muchas de las cosas, evidentemente, y puede que les
haya costado trabajo encontrar elementos al presupuesto para criticarlo o
para no estar de acuerdo con ellos. Como decía el señor Guijarro,
efectivamente, son políticas que hemos hecho los dos grupos
parlamentarios que sostienen al Gobierno de forma contracíclica, como no
puede ser de otra forma. Y es que cuando tenemos cantidad de personas que
están perdiendo el empleo, que tienen dificultades para llegar a fin de
mes, cuando tenemos tantas familias con una vulnerabilidad
extraordinaria, los presupuestos tienen que ser extraordinariamente
sociales y que protejan a toda la ciudadanía, pero sin abandonar el
crecimiento económico. No solamente tienen que ser sociales, sino que
tienen que transformar definitivamente las grietas que claramente se ha
visto que el país tiene que reformular.
Señora Cañizares, sí hemos revisado todo el presupuesto; no es un párrafo
más que tiene el libro amarillo; hemos revisado todo el presupuesto. De
hecho, no sé cómo lo comparan con el presupuesto de 2020 o con los
ingresos de 2020, cuando el presupuesto de 2020 no llego a esta Comisión
ni llegó a esta Cámara; fue lamentablemente truncada su elaboración por
la pandemia y el COVID-19. Pero, sí es verdad que tenemos la esperanza y,
además, la fuerza y las ganas, el trabajo diario y la dedicación absoluta
para reconstruir el país y que, realmente, tenga un crecimiento, no solo
el inercial, sino el que va a proporcionar estos fondos adicionales.
El incremento de cotizaciones, que también le extrañaba porque hablaba de
cómo con el desempleo las cotizaciones crecían más que en el ejercicio
2020 -insisto, el de 2020 no llegó a esta Comisión, no llegó a este
momento de madurez del presupuesto-, pero les puedo decir que en el
presupuesto de 2019, las cotizaciones sociales crecían más de un 7 % y,
en cambio, en este presupuesto las cotizaciones a la Seguridad Social
crecen un 3,8 %; realista con la situación que, lamentablemente, tenemos
todavía en el país y la que tenemos que reconstruir.
El señor Ferrán Bel preguntaba por la Casa Real. Hago la misma reflexión;
la Casa Real, efectivamente, crece un 0 % frente al presupuesto base de
2020. El presupuesto base de 2020 no es el presupuesto de 2018
prorrogado; han pasado tres años, prácticamente, entre 2018 y 2021. El
presupuesto de 2018, con el que usted compara la cantidad asignada,
efectivamente, tiene un diferencial de 544 000 euros, que es la cantidad
asignada a la Casa Real por el incremento retributivo de los empleados
que tiene la Casa Real, como cualquier otra sección presupuestaria, en
los años 2019, 2020 y el correspondiente para el 2021.
El Ministerio de Defensa, sobre el que también le preocupaba que la
dotación presupuestaria, estaba por debajo de la previsión de
liquidación. Conocen -porque ya hemos estado en otros debates
parlamentarios- que el Ministerio de Defensa tiene dos elementos
singulares que no van en el presupuesto inicial. Uno es que el Ministerio
de Defensa tiene la capacidad de generar ingresos -y de ahí viene el
número importante de modificaciones a lo largo del ejercicio- por
prestación de servicios; y, otro, es que el gasto que pueda producirse
sea superior a lo que se prevé en el presupuesto inicial por operaciones
de mantenimiento de la paz. Este año se pueden observar que las
modificaciones presupuestarias que se han hecho para las operaciones de
mantenimiento de la paz han sido muy inferiores a las de ejercicios
anteriores, muy inferiores a las de ejercicios de 2018 para atrás, porque
el Ministerio de Defensa ha hecho un esfuerzo extraordinario de
contención de gasto, dada la situación extraordinaria que también tenía
el ejercicio 2020 respecto a la situación de pandemia.
La compañera ha explicado perfectamente las inversiones en Cataluña.
Efectivamente, la inversión territorializada es de un 16,7 %, pero,
efectivamente, la sentencia en la Comisión mixta -si no me equivoco- de
septiembre de 2018, donde teníamos recientemente la sentencia que
condenaba al Estado a pagar la cantidad dejada de pagar por la inversión
a la Generalitat de Catalunya durante equis ejercicios, se acordó en esa
misma Comisión mixta que, en lugar de ser a través del capítulo 6, de
inversión
territorializada, sería a través del capítulo 7. Por lo tanto,
evidentemente en la inversión territorializada al uso figura el 16,7 %,
pero es el 18 % cuando se incrementan los 200 millones de esa anualidad
de esa sentencia que -como sabemos- tiene todavía dos ejercicios más.
Respecto a la ejecución presupuestaria, le diré al señor Margall que no
tengo exactamente el dato aquí. Miraré con detalle la inversión hasta ese
porcentaje del que habla, sobre la inversión que se ha desarrollado en la
Generalitat de Catalunya en los últimos ejercicios. Sí le digo que la
inversión del capítulo 6 en un ejercicio normal sin pandemia y sin ningún
tipo de situación anómala, como la que estamos viviendo, superó el 92 %
en el ejercicio 2019, y que a 31 de octubre -los datos recientes los
tengo y están a su disposición- del ejercicio actual 2020 están al 77 %;
y el año pasado, en un ejercicio normal, a 31 de octubre, estaban al 78
%. O sea que, prácticamente, siendo un ejercicio durísimo, tanto para la
ejecución desde el punto de vista de la inversión, como para la
priorización de los recursos, estamos en un mismo porcentaje de ejecución
en este periodo; y bien sabe que los dos últimos meses son de aceleración
en la ejecución presupuestaria.
Me decía el señor Valentín que a ver si vengo trimestralmente. Encantada,
en cuanto me llamen yo estoy a disposición de esta Comisión y, por
supuesto, de lo que necesiten para dar la información que en cada momento
se requiera.
Por último, no sé si me falta algo. No he escuchado al presidente del
Banco de España, así que no puedo elogiarlo como lo han elogiado ustedes.
Solamente les digo que la comparecencia ahora era de la Secretaría de
Estado de Presupuestos y que ya habrán tenido la oportunidad de debatir
la del presidente del Banco de España. Señorías, de verdad que no
entiendo que haya grupos parlamentarios que no quieran compartir, que no
quieran ver, más allá de cualquier ideología, que estos presupuestos son
extraordinariamente necesarios, imprescindibles y la única vía, uno, para
poder aprovechar los recursos que la Comisión Europea ha puesto a
disposición de España y, dos y sobre todo, para dar respuesta a los
españoles y a las españolas, que necesitan realmente que los presupuestos
atiendan a las personas, que atiendan y cuiden el planeta, y que generen
prosperidad en nuestro país. Por lo tanto, esperemos que tengan un gran
debate parlamentario, que realmente se enriquezcan y que nos puedan dar
las soluciones que tanto necesita España.
Gracias. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias por su comparecencia y por sus claras
explicaciones. Nos vemos pronto en esta Comisión.
La señora SECRETARIA DE ESTADO DE PRESUPUESTOS Y GASTOS (Gualda Romero):
Cuando usted quiera.
Gracias, presidenta. Gracias a todas. (Pausa).
- DE LA SEÑORA SECRETARIA DE ESTADO DE HACIENDA (BARDÓN RAFAEL). A
SOLICITUD DE LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS CIUDADANOS (número de expediente
212/000827); PLURAL (número de expediente 212/000941); VOX (número de
expediente 212/000692); POPULAR EN EL CONGRESO (Número de expediente
212/000564); SOCIALISTA Y CONFEDERAL DE UNIDAS PODEMOS-EN COMÚ
PODEM-GALICIA EN COMÚN (número de expediente 212/000850).
La señora PRESIDENTA: Damos comienzo a la tercera comparecencia y la
bienvenida a la secretaria de Estado de Hacienda, doña Inés María Bardón
Rafael, a la que le voy a dar directamente la palabra para que haga su
primera exposición.
La señora SECRETARIA DE ESTADO DE HACIENDA (Bardón Rafael): Buenas tardes
a todos.
En primer lugar, quiero agradecer a la Mesa la oportunidad de comparecer
en esta Comisión de Presupuestos y lo hago para dar cuenta de los
Presupuestos Generales del Estado para 2021, fundamentalmente en mi caso
en lo que se refiere a la parte de ingresos, si bien también expondré las
líneas generales de la financiación prevista en estos presupuestos para
las administraciones territoriales, agradeciéndoles de antemano esta
oportunidad de hacerlo.
Antes de entrar a analizar en detalle cómo se han comportado los ingresos
este año y cómo prevemos que evolucionen el año próximo, creo
imprescindible aludir al contexto económico que vivimos. Los Presupuestos
Generales del Estado para 2021 nacen en un momento en el que el mundo
está sufriendo la mayor pandemia en más de un siglo. Tras una primera ola
en la primavera pasada, que provocó confinamientos y un shock sin
precedentes en la economía mundial, ahora todo el planeta se enfrenta a
una nueva ola con una batería de iniciativas que plantean restricciones de
movilidad en momentos o situaciones concretas. El impacto en nuestro país
ha sido muy relevante como muestra, entre otros muchos indicadores, el
cuadro macroeconómico que se presentó recientemente por el Ministerio de
Asuntos Económicos, el cual contempla una caída del PIB del 11,2 % en
2020 -en línea con el consenso- y un crecimiento del PIB del 9,8 % para
el próximo año, impulsado por la demanda interna e incorporando el
impacto derivado de los fondos procedentes de la Unión Europea, ya que se
prevé un crecimiento inercial -en línea con los principales organismos y
analistas- de un 7,2 %. El reto de lograr la recuperación económica y
garantizar nuestro Estado del bienestar es enorme, pero creemos
firmemente en la consecución de ambos objetivos y no a través de las
políticas de recortes aplicadas en las crisis anteriores, sino, todo lo
contrario, mediante políticas fiscales y presupuestarias expansivas, que
ayuden de verdad a relanzar la economía y a no dejar a nadie atrás esta
vez. Este enfoque expansivo se encuentra, además, avalado por todos los
organismos nacionales e internacionales, y la Unión Europea ha dejado
clara su posición mediante la movilización de un volumen de fondos sin
precedentes a favor de los Estados miembros.
Una vez contextualizado este escenario económico actual, paso a imponer el
comportamiento de los ingresos. De forma breve, en primer lugar,
analizaré el cierre del ejercicio 2020 y, posteriormente, un poco más en
profundidad, los ingresos que el proyecto contempla para 2021. Como he
comentado anteriormente, los Presupuestos Generales del Estado se han
elaborado en un escenario económico que incluye un descenso del PIB en
2020 del 11,2 %, de forma que se prevé que en este año se cierre con unos
ingresos no financieros totales de 223 208 millones de euros, con un
decremento del 7,3 % respecto del año anterior. Dentro de los mismos, los
ingresos tributarios disminuirán en 2020 un 7,6 % respecto a 2019. El
motivo principal de esta minoración viene dado por la crisis económica
causada por el COVID, pues la evolución de todas las variables económicas
en 2020 ha sufrido el parón de la actividad que se produjo a partir de la
segunda quincena de marzo como consecuencia del estado de alarma y del
confinamiento de las semanas posteriores. La situación supuso una abrupta
caída del PIB y de todos los indicadores reales en el primer semestre del
año y una progresiva recuperación en la segunda parte del mismo. Las
variables nominales más relevantes desde el punto de vista tributario
tuvieron un comportamiento parecido al de las reales, dada la moderación
que mostraron los precios, que no fue ajena a la propia situación
económica. Se espera que el deflactor del PIB cierre el año con una
variación nula respecto de 2019 y evoluciones similares se prevén para
los precios de consumo y para el comercio exterior.
La demanda interna, que es la magnitud más relacionada con los ingresos,
tuvo en estos meses una trayectoria algo menos negativa que la del PIB
por el menor impacto que tiene en ella el deterioro del sector exterior.
Algo similar cabe decir de la recuperación de asalariados, que acusó el
parón de la actividad, pero con el soporte que representan los apoyos
públicos se ha compensado parcialmente la afectación de los mismos. Este
entorno se traduce en que las bases imponibles agregadas de los
principales impuestos finalizarán el año con un descenso del 5,4 %, lo
que explica a su vez las pérdidas recaudatorias. La paralización de la
actividad se reflejará sobre todo en las bases ligadas al gasto y a los
beneficios empresariales. En algunas rúbricas la disminución es aún
mayor, ya que se añade la evolución de la bajada de los precios, como es
el caso del consumo de hidrocarburos y de electricidad. Solo las rentas
de las familias se logrará mantener en positivo en 2020, gracias a las
medidas del Gobierno para proteger estas rentas de trabajadores mediante
los ERTE, por ejemplo. La caída de los ingresos hubiera sido más intensa
de no ser por el impacto positivo sobre el crecimiento que aportan los
cambios normativos. Se trata en su mayoría de medidas normativas que
tuvieron lugar en 2019, pero que prolongan sus efectos a 2020, como son
las devoluciones extraordinarias que se hicieron el año pasado:
prestación por maternidad en el IRPF, sentencias y DTA en el impuesto de
sociedades, sentencias en el impuesto sobre sucesiones y donaciones de no
residentes, o la recuperación del impuesto sobre el valor de la
producción de la energía eléctrica, dada su suspensión temporal. Solo
ellas, devoluciones y recuperación del impuesto, suponen un impulso en
términos diferenciales de casi 4500 millones. Además, en 2020 se han
aprobado algunas medidas para paliar algunas de las consecuencias
inmediatas del COVID, si bien en su mayor parte tenían un efecto
transitorio, como es el caso de la suspensiones y aplazamientos de deudas
tributarias, cuyo impacto negativo sobre los ingresos se concentró en los
primeros meses y, posteriormente, se ha ido diluyendo según se van
recuperando los importes aplazados o suspendidos.
Una vez visto el cierre del ejercicio 2020, me voy a centrar en las
estimaciones del presupuesto de ingresos para el 2021, en el que
esperamos un incremento considerable debido a tres causas
fundamentales: la recuperación económica tras los resultados negativos de
2020 provocados por la pandemia, los ingresos procedentes de fondos
europeos y el impacto de las medidas normativas que se pondrán en marcha
a lo largo del año. De esta forma se ha de destacar, en primer lugar, que
para 2021 el escenario económico estimado por el Gobierno contempla la
hipótesis de una recuperación tras la bajada de actividad en 2020 del 7,2
%, que se verá reforzado por el Plan de Recuperación, Transformación y
Resiliencia que puede permitir alcanzar un crecimiento del 9,8 %. Estas
previsiones son similares a las previstas por organismos como la Comisión
Europea, que estima un crecimiento del 7,1 %, o del Fondo Monetario
Internacional, de un 7,3 %. En términos nominales, el repunte será más
intenso al producirse, al mismo tiempo que remonta la actividad, un
incremento en los precios estables a lo largo de 2020. Así, el PIB, en
términos nominales, crecerá un 10,8 %. La previsión de crecimiento para
la base imponible agregada de los principales impuestos de 2021 es del
7,9 %; todas las bases crecen, aunque lo hacen más intensamente las
relacionadas con el gasto. En segundo lugar, el presupuesto de 2021
incorpora los primeros ingresos derivados de los fondos europeos puestos
a disposición de los distintos países tras el acuerdo intergubernamental
en el seno de la Unión Europea. Se calcula que en 2021 se podrían
ingresar unos 6800 millones de euros por este motivo, es decir, alrededor
de 3 puntos de crecimiento de los ingresos previstos para 2021 se deben a
estos fondos. En tercer lugar, los ingresos aumentarán por el impacto de
las medidas normativas contenidas en la ley de presupuestos generales,
que está previsto poner en marcha el 2021. Se estima que estas nuevas
medidas añadirán 1862 millones de euros a la recaudación. Se trata del
aumento de la escala de gravamen en el IRPF, la limitación de la exención
en el impuesto de sociedades, las subidas de tipos a productos concretos
y, finalmente, los cambios en la fiscalidad medioambiental.
Por otro lado, las nuevas figuras tributarias ya aprobadas -el impuesto
sobre transacciones financieras y el impuesto sobre determinados
servicios digitales, así como medidas en el ámbito de la fiscalidad
verde- reportarán hasta 4223 millones de euros. Por todo ello, se prevé
que los ingresos no financieros en 2021 supongan 255 631 millones de
euros, con un crecimiento del 14,5 % respecto de 2020. Dentro de los
mismos, los ingresos tributarios alcanzarán la cifra de 222 107 millones,
un 13 % más. Si distinguimos por las principales figuras impositivas,
podemos decir que los ingresos por IRPF subirán un 7,8 % con una
recuperación de la rentas de los hogares, en especial las rentas del
capital y de actividades económicas. Los ingresos por el impuesto sobre
sociedades crecerán un 20,7 %, con una recuperación de los beneficios
empresariales que se espera que vuelvan a niveles de 2019. Los ingresos
por el IVA se incrementarán un 13,9 %, en sintonía con la mejora del
gasto en el consumo interior y del aumento de las transacciones de
vivienda nueva que se espera para 2021. Los impuestos especiales crecerán
un 12,4 % con la subida del tipo en el gasóleo de automoción y, sobre
todo, por la recuperación en los consumos.
Pasando al ámbito del presupuesto de beneficios fiscales para 2021, su
valor total estimado asciende a 39 049 millones de euros, habiéndose
producido, por tanto, un incremento en términos absolutos de 1115
millones de euros y una variación relativa del 2,9 % respecto de las
cifras estimadas actualmente para 2020. He de aclarar esta comparación,
en primer lugar. En el último proyecto de Presupuestos Generales del
Estado presentado, esto es en 2019, se introdujo una novedad consistente
en incluir una nueva columna con los datos actualizados correspondientes
a las estimaciones del presupuesto de beneficios fiscales anterior. Con
ello se pretendía ofrecer una mayor transparencia y permitir una
comparación más homogénea entre los beneficios fiscales de los dos
ejercicios. No obstante, este año nos encontramos con la inexistencia de
un proyecto de presupuestos para 2020 con el que poder comparar las
estimaciones realizadas para 2021. Por ello, se ha optado por incluir las
cifras estimadas de los beneficios fiscales de 2020 a partir de los datos
más recientes de que disponemos. Es decir, este año el presupuesto de
beneficios fiscales compara las estimaciones de 2021 con unos beneficios
fiscales de 2020 calculados con datos actuales.
Por otra parte, he de recordar que los beneficios fiscales se evalúan
conforme al criterio de caja por coherencia con el que se utiliza en las
cuentas de los Presupuestos Generales del Estado, lo que supone que en
los tributos de naturaleza directa, como el IRPF o el impuesto de
sociedades, que se declaran anualmente, el presupuesto de beneficios
fiscales para 2021 está influido, con carácter general, por la normativa
vigente en 2020 y, por tanto, no refleja las bonificaciones tributarias
incluidas en el actual presupuesto de 2021, tales como las de IRPF
relativas a escala de gravamen y aportaciones al sistema de previsión
social, que tendrán reflejo concretamente en el año 2022. Sin embargo,
los tributos de naturaleza indirecta, como el IVA o los impuestos
especiales, se liquidan de manera periódica, mensual o
trimestralmente, lo que hace que sus beneficios fiscales sí se vean
influidos por las normativas vigentes en 2021. Dicho esto, por lo que
respecta a las cifras del presupuesto de beneficios fiscales 2021, hay
varios aspectos que destacar, muchos de ellos relacionados con las
consecuencias de la crisis en la que actualmente nos encontramos. En el
IRPF se aprecia estabilidad en su conjunto, si bien hay conceptos con
variaciones significativas de las que podemos señalar: un incremento en
las exenciones por indemnización por despido o cese del trabajador,
valorado en 204 millones de euros; un incremento del 40,7 %,
evidentemente consecuencia de la crisis; una minoración de la extensión
parcial del gravamen especial sobre los premios de determinadas loterías
y apuestas como consecuencia de la suspensión de los juegos durante el
estado de alarma y a pesar de que en 2021 se refleja el efecto
contrapuesto que supone la elevación del mínimo exento de 20 000 a 40 000
euros, y un descenso lógico de la deducción por inversión en vivienda
habitual por tratarse, como saben, de un régimen transitorio.
En el impuesto sobre sociedades se aprecia una minoración considerable de
un 21 %, consecuencia, principalmente, de la caída de los beneficios
empresariales en 2020, que tiene su reflejo en el presupuesto de
beneficios fiscales 2021. Entre las partidas afectadas, podemos citar las
reducciones por la reserva de capitalización y nivelación, y los tipos
reducidos, que se ven especialmente afectados por los malos resultados
esperados para las Sicav, de gran volatilidad y que, además, parten de
una buena situación en 2020. Como conceptos que se incrementan, caben
destacar los incentivos a la I+D+i, que muestran una buena evolución, y
la deducción por producciones cinematográficas y espectáculos, que
muestran los efectos de las mejoras introducidas en el año 2020.
Por lo que respecta al IVA, hay que señalar que, en virtud del criterio de
caja aplicado, al que me he referido anteriormente, la caída del consumo
producida durante este año tiene su reflejo en los beneficios fiscales de
2020. Por ello, en el de 2021 se aprecia un incremento considerable de en
torno a 1566 millones de euros, un 8,35 %, que responde a la recuperación
prevista para el año que viene. Finalmente, en lo relativo a los
impuestos especiales, quiero destacar tan solo que la subida relativa al
impuesto sobre hidrocarburos es debida principalmente al efecto indirecto
que produce la subida de tipos del gasóleo.
Los Presupuestos Generales del Estado para 2021 vienen marcados por la
necesidad de reactivar la economía en un contexto de fuerte contracción,
ocasionado por una crisis sin precedentes. En el escenario en que nos
encontramos, donde la actividad económica se ha visto resentida por la
pandemia global, muchas de las medidas que se habían anunciado en
ocasiones anteriores han tenido que ser pospuestas, de forma que, cuando
la crisis COVID se haya superado, será necesario afrontar una reforma en
profundidad de nuestro sistema tributario, dado que la pandemia nos ha
demostrado que es necesario tener un Estado del bienestar más fuerte y
para ello debemos potenciar nuestras políticas públicas. Por tanto,
tenemos que contar con unos ingresos que estén a la altura del país que
queremos construir. Ahora mismo España se encuentra 7 puntos por debajo
de la media europea en ingresos públicos, es decir, muy por debajo de la
media de los países vecinos. Lo hemos dicho muchas veces y lo repetiremos
tantas veces como sea necesario: no se puede tener un Estado del
bienestar de primera con unos ingresos públicos de tercera, y por ello
consideramos necesario replantear nuestro sistema tributario para hacerlo
más justo. Creemos que debe incorporar un compromiso medioambiental claro
que conduzca a un mundo más sostenible, protegiendo al medio ambiente
como herramienta de lucha contra el cambio climático; a su vez, debemos
ser capaces de adaptarlo a la economía digital y globalizada del siglo
XXI; creemos, además, que debe servir para incentivar hábitos de vida
saludables y, por último, pero no menos importante, debe incorporar
siempre la perspectiva de género.
Creemos que este replanteamiento del sistema tributario debe realizarse
con el mayor rigor y en un momento en el que la recuperación económica
permita incorporar los cambios estructurales necesarios, por lo que vamos
a encargar a un comité de expertos que analice las posibilidades de
mejora de nuestro sistema. Sin perjuicio de todo ello, se han incorporado
a estos Presupuestos Generales del Estado para 2021 algunas medidas de
limitado alcance, en línea con los principios que creemos que deben
inspirar nuestro sistema tributario en el futuro. (El señor
vicepresidente, Meijón Couselo, ocupa la Presidencia).
Paso ahora a comentar las principales medidas introducidas. En el impuesto
sobre la renta de las personas físicas se exigirá un mayor gravamen a las
rentas más altas, tanto en la base imponible general, incrementando 2
puntos la tributación para rentas a partir de 300 000 euros, como en la
base del ahorro que grava las rentas del capital, cuya tributación se
incrementa 3 puntos para rentas superiores a 200 000 euros. Estas medidas
afectan a un número reducido de contribuyentes, respondiendo, además, a
la justicia social y al principio de capacidad contributiva de los
ciudadanos, de forma que aporten en mayor
medida aquellos que dispongan de mayor renta. De esta forma, además de
contribuir a la reducción del déficit público, se mejora la progresividad
del impuesto, al afectar la subida impositiva exclusivamente a los grupos
de población con mayor capacidad económica. Dicha medida se ve acompañada
por la modificación de la reducción aplicable a las aportaciones y
contribuciones a sistemas de previsión social, de modo que el límite
actual de 8000 euros se incrementa hasta 10 000 euros, si bien limitando
las aportaciones individuales a un máximo de 2000 euros. De este modo se
potencian las contribuciones empresariales a favor de los empleados y se
corrige la regresividad de este incentivo fiscal como, además, puso de
manifiesto el informe de la AIReF.
Por otra parte, la situación que padece la economía española en el marco
de la actual crisis sanitaria hace aconsejable el establecimiento de un
marco normativo estable que permita a los pequeños autónomos poder
continuar aplicando el método de estimación objetiva para el cálculo del
rendimiento neto de su actividad económica, evitando, además, un
incremento en sus obligaciones formales y de facturación. A tal efecto,
se prorrogan para el periodo impositivo 2021 los límites cuantitativos
que delimitan en el impuesto sobre la renta de las personas físicas el
ámbito de aplicación del método de estimación objetiva, con excepción,
como conocen, de las actividades agrícolas, ganaderas y forestales, que
tienen su propio límite cuantitativo por volumen de ingresos.
En el impuesto sobre sociedades se limita al 95 % la exención sobre
dividendos y rentas derivadas de la transmisión de valores
representativos de los fondos propios de entidades residentes y no
residentes en territorio español. Se trata de una medida que afecta
fundamentalmente a grandes empresas y se acompañará de un periodo
transitorio de tres años para las pymes, de modo que se favorezca su
expansión y su internacionalización. Otras medidas relacionadas con el
impuesto sobre sociedades, pero que serán incorporadas en otras leyes,
son las relativas a las Sicav y a las Socimi. En lo relativo a las Sicav,
se establecen una serie de requisitos adicionales para que se puedan
beneficiar de su régimen especial, como exigir a los accionistas una
participación mínima de 2500 euros y, además, se otorga a la Agencia
Estatal de la Administración Tributaria competencia para la comprobación
de dicho requisito. En cuanto a las Socimi, se establecerá un gravamen
del 15 % para sus beneficios no distribuidos, de modo que se incentive
aún más la distribución a sus socios como dividendo de todos los
beneficios obtenidos.
Por lo que respecta al impuesto sobre el valor añadido, se modifica el
tipo impositivo aplicable a las bebidas que contienen edulcorantes
añadidos, que pasan a tributar al tipo impositivo general del 21 %,
medida que constituye un compromiso social para racionalizar y promover
su consumo responsable, en particular entre la población infantil y
juvenil. A su vez, la medida resulta especialmente coherente con la
finalidad perseguida de internalizar los costes externos de nuestro
Estado del bienestar derivados de dietas poco saludables basadas en un
elevado consumo de bebidas que contengan edulcorantes añadidos en su
composición. Además, a semejanza de la medida relativa al método de
estimación objetiva que hemos visto en el IRPF, se prorrogan para el
periodo impositivo 2021 los límites para la aplicación del régimen
simplificado y el régimen especial de la agricultura, ganadería y pesca
en el impuesto sobre el valor añadido.
En los impuestos especiales, manteniendo la línea de las recomendaciones
efectuadas por diversos organismos internacionales a España, entre las
que se destaca la importancia de adoptar medidas eficaces de ámbito
nacional centradas en el uso de vehículos diésel y sus emisiones de
dióxido de nitrógeno, se reduce la bonificación de este impuesto de
hidrocarburos aplicable a estos carburantes de automoción utilizados por
el transporte por carretera, que provocan las mayores emisiones de gases
contaminantes que inciden sobre la calidad del aire de nuestras ciudades.
La subida es de 38 euros por cada 1000 litros, la misma que incluimos en
el presupuesto de 2019. No obstante, la tributación que recae sobre el
gasóleo de uso profesional y el gasóleo no bonificado no sufre variación
alguna al objeto de mantener la competitividad de los sectores intensivos
en su consumo.
En el impuesto sobre el patrimonio, se eleva el tipo de gravamen aplicable
al último tramo de la tarifa y se mantiene con carácter indefinido su
gravamen, medidas ambas que han de contribuir a la consolidación de las
finanzas públicas. Por último, quiero mencionar la elevación del 6 al 8 %
del tipo de gravamen del impuesto sobre las primas de seguro, lo que
coadyuvará al cumplimiento de los objetivos de ingresos de los
Presupuestos Generales del Estado. Se trata de unos tipos que no habían
sido revisados desde el año 1998 y que se encuentran muy por debajo del
tipo medio exigido en la Unión Europea.
No quiero finalizar mi intervención sin referirme a la financiación
territorial. En una situación como la actual, el papel del Gobierno es
garantizar la suficiencia en la financiación de las entidades
territoriales
para que sean capaces de seguir prestando los servicios públicos a los
ciudadanos con todos los recursos disponibles, sin que la crisis produzca
una merma de las prestaciones o de la calidad de los servicios públicos.
En este sentido, es importante destacar el relevante papel que desempeñan
las comunidades autónomas y las entidades locales en la prestación de
servicios públicos fundamentales, en especial en estos momentos, en los
que los servicios públicos de sanidad están afrontando un incremento de
la demanda asistencial, provocado por la pandemia. Las entidades
territoriales, además de afrontar incrementos de gasto en sus cuentas
como consecuencia de la pandemia ante un freno de la actividad económica,
soportan también una disminución de los recursos disponibles para dar
cobertura a estos servicios públicos. Ante esta situación, el Estado está
realizando un extraordinario esfuerzo de trasvase de financiación para
poner a disposición de las administraciones territoriales unos recursos
que tanto en 2020 como en 2021 les garanticen la suficiencia financiera,
algo que no pasó en la anterior recesión, en la que la falta de
financiación ahogó a estas administraciones y por ende contribuyó a
empeorar la crisis.
Es importante destacar que para afrontar esta pandemia se han adoptado
medidas a favor de las entidades territoriales que no tienen precedente
en nuestra democracia. Se ha activado por primera vez la cláusula de
salvaguarda de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria, que para
situaciones como la actual establece suspender el cumplimiento de las
reglas fiscales. Se ha otorgado financiación sin reembolso y sin
condicionalidad fiscal, a diferencia de los programas de liquidez
extraordinaria que se pusieron en marcha en 2012 para superar la anterior
recesión, y todo ello para atenuar, en la medida de lo posible, los
efectos de la pandemia en la gestión financiera de las entidades
territoriales.
Respecto al presupuesto de las comunidades autónomas y los recursos del
sistema de financiación autonómica, en 2020, incluyendo las entregas a
cuenta y la liquidación de ejercicio 2018, se ha incrementado en 7675
millones de euros, un 7,1 % respecto a 2019. Dicha cifra incluye el
impacto del Real Decreto-ley 7/2020, de 12 de marzo, por el que se
adoptan medidas urgentes para responder al impacto económico del
COVID-19, en virtud del cual se actualizaron las entregas a cuenta por
cuantía de 2867 millones de euros, respecto a la financiación de 2020
inicialmente prevista. En 2021 los recursos del sistema de financiación
autonómica estimado se reducen en 1934 millones, un 1,7 % respecto a
2020. La mayor parte de esta disminución corresponde con la previsión de
liquidación de 2019 que se aminora en torno a 1654 millones y se explica
por el esfuerzo efectuado por lograr una mejor aproximación entre las
entregas a cuenta y la recaudación final. El importe restante de la caída
se refiere a las entregas a cuenta del año 2021, que apenas se reducen
280 millones -un 0,3 %-, a pesar del impacto de la crisis económica en la
recaudación.
No me voy a detener para detallar pormenorizadamente los esfuerzos
realizados también en apoyo de las comunidades, a través del mecanismo
adicional de financiación denominado Fondo de Financiación de Comunidades
Autónomas y del Fondo COVID, pues la secretaria general de Financiación
Autonómica y Local podrá exponerlo con mayor detalle, pero sí les
apuntaré lo siguiente. El Fondo de Financiación de Comunidades Autónomas
está dotado en el proyecto de presupuestos para 2021 con 29 500 millones
de euros, lo que supondrá un aumento de 13 000 millones respecto a los
años anteriores e incorporará un nuevo compartimento de fondo de liquidez
para el React, mientras que el Fondo COVID en 2020 ha puesto a
disposición de las comunidades autónomas 16 000 millones de euros no
reintegrables, y para 2021 está prevista una dotación adicional de
recursos por un importe global de 13 486 millones.
Si pasamos a las entidades locales, brevemente, en el ámbito de las mismas
también se ha realizado un esfuerzo por garantizar los máximos recursos
posibles. Buena prueba de ello es el real decreto-ley de finales de 2019
que reguló la actualización extraordinaria de las entregas a cuenta para
ese año, permitiendo adoptar el ajuste técnico extraordinario para la
defensa del interés general y trasladar a las entidades locales el
incremento de los recursos derivados de la diferencia de previsiones
entre la elaborada en 2018 y en 2019, considerando exclusivamente el
incremento de recaudación previa a la cesión de impuestos estatales que
son determinantes para la financiación local.
Desde este año, y mediante acuerdo del Consejo de Ministros, de 21 de
enero, el criterio de aplicación de la prórroga de la financiación de las
entidades locales tiene como base aquel real decreto-ley, de modo que los
importes correspondientes a cada uno son coincidentes con los que
resultaron en dicha norma. Por otra parte, las entregas a cuenta de la
participación de tributos del Estado ascenderán en 2021 a 19 452
millones, lo que supone un incremento del 3 % respecto a 2020. Asimismo,
en 2021 se atenderá la liquidación definitiva de 2019, que se prevé que
suponga unos importes a ingresar a las entidades
locales de 478 millones de euros. La cuantía total de la participación que
se ingresará a las entidades locales pasará de 19 555 en 2020 a 19 931 en
2021, es decir, un incremento global del 1,9 %.
Sin ánimo de extenderme mucho más, concluyo mi intervención para señalar
que estos presupuestos, pese a enmarcarse en un contexto tan complejo,
incorporan los principios en los que creemos firmemente. Además,
reafirman el compromiso absoluto con la adecuada financiación de las
comunidades autónomas y entidades locales. Así, a pesar de la magnitud
sin precedentes de la recesión actual, las administraciones territoriales
van a poder afrontarla sin tensiones de liquidez similares a las que
tuvieron que experimentar durante la última crisis y sin tener que
concentrarse en el cumplimiento de la ortodoxia fiscal ni la austeridad,
cuyo efecto en episodios anteriores no ha sido otro que el de ralentizar
la recuperación económica, todo ello gracias a las iniciativas
legislativas y a la financiación que el Estado ha puesto a disposición de
las entidades territoriales. Algunos de los principios que impregnan el
presupuesto son avanzar hacia un sistema tributario más justo y
progresivo, respetuoso con el medio ambiente y comprometido con la
defensa de la salud. Insistiremos siempre: no podemos tener un Estado de
bienestar de primera con unos ingresos públicos de tercera. A veces hay
debates interesados en torno a la financiación de los gastos públicos y
es muy importante hacer pedagogía sobre la utilidad de las figuras
fiscales, a la hora de garantizar la sostenibilidad y la calidad del
Estado del bienestar. Estos presupuestos son una oportunidad única para
nuestro país, aprovechémosla.
Muchas gracias.
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Muchas gracias, señora Bardón.
Pasamos ahora al turno de los grupos. Tiene la palabra, por el Grupo
Ciudadanos, la señora Muñoz Vidal.
La señora MUÑOZ VIDAL: Gracias, presidente. Buenas tardes, secretaria, y
bienvenida.
Le voy a decir lo mismo que les he dicho a sus predecesores, a los
anteriores comparecientes en esta Comisión. Estos presupuestos, en una
valoración general, no nos gustan, no los habríamos elaborado y no los
habríamos presentado. Desde mi grupo parlamentario quiero dejar claro que
estamos aquí para tratar de mejorarlos, para enmendar todo lo que
consideremos que puede ser beneficioso para los españoles y para nuestro
país.
Quiero dejar claras dos cosas porque antes algún compañero diputado no me
ha debido entender bien. En primer lugar, cuando hablo de que estos
presupuestos son tentativos sé perfectamente que estoy hablando de
incertidumbre, y por supuesto, señor Guijarro, la incertidumbre nos
permite hablar de que estos presupuestos tienen un exceso de optimismo,
porque la incertidumbre te obliga a ser precavido y riguroso
precisamente, ya que al desconocer los riesgos a los que te vas a
enfrentar en el futuro uno tiene que ser más precavido todavía. Por
ejemplo, cuando en un hogar vienen mal dadas, ¿se gastan las familias sus
ahorros o los guardan? En segundo lugar, cuando he dicho que no nos
gustan porque son unos presupuestos pegados al ciclo, yo creo que me ha
entendido bien y sabe perfectamente de lo que estoy hablando aunque no le
guste. Cuando hablo de pegados al ciclo quiero decir que, en un momento
de contracción como en el que estamos, el dinero que contienen esos
presupuestos, en vez de ir a donde están destinados en este borrador de
presupuestos, que es a hacer frente al gasto corriente, es decir, a
seguir protegiendo a los que ya están protegidos, tendrían que ir a la
inversión para proteger a los que de verdad lo necesitan y a crear nuevas
áreas productivas cuyo factor multiplicador relanzará nuestra economía. A
eso me refería, señor Guijarro.
Quiero comentarle a la secretaria que son unas cuentas -y usted ha
puntualizado los mismos puntos que yo voy a destacar- optimistas. Usted
ha hablado de que vamos a tener estos ingresos por el efecto rebote de la
economía, por los fondos europeos y por una recaudación prevista, y yo
quiero incidir en estos mismos aspectos. El efecto rebrote del que usted
habla depende absolutamente de algo incierto para nosotros y que no está
en nuestra mano, como es la evolución de la economía y que esto permita
una recuperación económica como la que ustedes prevén. Porque, además,
los fondos europeos que ustedes establecen, de los que ha hablado la
secretaria en esta comparecencia, primero, aún no se han recibido y no
tenemos certeza de cuándo los recibiremos, y segundo, tampoco sabemos por
qué importes se van a ir recibiendo. Sin embargo, nosotros en estas
cuentas ya nos los estamos gastando, pero además es que no es descartable
que Bruselas en un futuro congele las ayudas a los países con un déficit
excesivo a partir de un ejercicio en el que ellos decidan volver al
ajuste presupuestario, tal vez en 2022. Además, la recaudación prevista
por el incremento de los tributos que se recogen aquí, en este borrador,
algunos ni siquiera se han creado todavía, ya que se regularán en leyes
que aún no sabemos ni cuándo se van a aprobar ni qué tiempo conllevará su
tramitación.
Concretamente, me gustaría preguntarle acerca de que en el borrador se
recoge una previsión de ingresos en la lucha contra el fraude fiscal de
unos 500 millones de euros. A juicio de nuestro grupo parlamentario, una
de las grandes fuentes de financiación del Estado es la lucha contra el
fraude fiscal, en eso estamos de acuerdo porque por ese agujero se
escapan miles de millones, y creemos que hay que centrar todos nuestros
esfuerzos y todos nuestros recursos en esta lucha. Decía que estiman
recaudar 500 millones y querríamos más información a este respecto.
Señor presidente, voy a hacer dos últimas preguntas, ya que no utilizaré
mi turno posterior. Gracias, presidente.
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): No hay turno posterior. Lleva
usted cinco minutos. Empezaremos con una pequeña prórroga, tiene usted un
minuto para acabar.
La señora MUÑOZ VIDAL: Gracias, presidente. Solo quiero formularle las
preguntas respecto de la lucha contra el fraude.
Acaba de entrar en tramitación parlamentaria este proyecto de ley de lucha
contra el fraude, una tramitación que será previsiblemente larga. No sé
si tiene usted estimación del plazo de cuándo podrá ponerse en marcha
esta ley y qué recaudación habrá prevista para el ejercicio 2021. Hemos
encontrado una partida de 40 millones de incremento en la dotación
correspondiente a la Agencia Estatal de la Administración Tributaria para
gastos de funcionamiento y querríamos saber a qué se corresponde esta
partida. No sé si el Gobierno se ha planteado hacer un estudio sobre la
economía sumergida.
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Tiene usted que acabar, señora
Muñoz.
La señora MUÑOZ VIDAL: Solo quería saber si sobre la economía sumergida
tienen algún plan.
Gracias, presidente.
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Muchísimas gracias, señora
Muñoz.
Por el Grupo Plural, tiene ahora la palabra el señor Bel.
El señor BEL ACCENSI: Muchas gracias, presidente.
Muchísimas gracias, señora secretaria de Estado de Hacienda, por su
comparecencia y sus explicaciones. Voy a intentar plantearle rápidamente
algunas cuestiones, dando por entendido que en lo que estamos de acuerdo
no vamos a abundar.
Respecto a las medidas de ingresos y medidas tributarias, ustedes plantean
algunas, entre otras, el cambio de tipo impositivo a las bebidas
azucaradas y edulcoradas, la eliminación de una parte de la bonificación
fiscal del diésel y el incremento del tipo de primas de seguros. Le
querría preguntar si ustedes entienden que estas son medidas progresivas
desde la óptica fiscal, porque nosotros no compartimos algunas. Aprovecho
para comentarle un tema, que aunque ahora no lo ha nombrado mi compañera
de Ciudadanos, en la anterior comparecencia sí lo ha hecho. Ha dicho que
su grupo parlamentario había llegado a un acuerdo con el Gobierno para la
eliminación de esta bonificación fiscal del diésel, para su eliminación
de los Presupuestos Generales del Estado. Digo esto porque nosotros
tenemos interés en este asunto y quisiéramos plantear una enmienda, pero
si hay un acuerdo, nos evitamos plantear la enmienda. Nos gustaría saber
si existe este acuerdo.
Respecto al tema de las bebidas azucaradas y edulcoradas, si de lo que se
trata es de internalizar los costes que genera el consumo de este tipo de
bebidas y que no se hace por un ánimo recaudatorio sino con un efecto de
desincentivar el consumo de las mismas, no entendemos por qué no han
optado, como se hizo en Cataluña, por establecer un impuesto específico
donde se pueda graduar la tributación en función del contenido de azúcar
de cada una de estas bebidas. No entendemos que este incremento sea
igual, independientemente del contenido de azúcar de las bebidas ni
tampoco que sea igual para las bebidas azucaradas como para las
edulcoradas, porque estamos incluyendo aquí también toda las bebidas 0,0
o las bebidas light, que van a tener la misma penalización fiscal que las
bebidas con azúcar máximo. Por tanto, no sé sí sobre esto podríamos tener
una explicación.
En relación con el tema del fraude fiscal, en el libro amarillo, en la
página 267, se habla de las actuaciones y del resultado de la lucha
contra el fraude fiscal y se hace una comparativa de cómo ha evolucionado
favorablemente porque ha habido un incremento de recaudación en 2019 y en
2020. Vemos
en el párrafo final un tema que nos preocupa y nos gustaría saber si esto
va a tener impacto presupuestario o no. Dice: "Finalmente cabe señalar
que la actividad de la Agencia Tributaria en 2020 se está viendo afectada
por la pandemia internacional del COVID-19 que ha provocado la necesidad
de un replanteamiento de su planificación dentro del Plan estratégico
2020-2023...". Más allá de las medidas de la nueva ley para la lucha
contra el fraude fiscal, ceteris paribus, es decir, sin esta ley, ¿prevén
continuar incrementando los recursos de lucha contra el fraude fiscal en
2021 y en qué cantidad?
Finalmente, lo vamos a tratar mañana con su compañera de la Secretaría de
Financiación Autonómica y Local, pero ya que usted ha tocado el tema,
respecto a la financiación territorial, a mí no me duelen prendas en
decirlo: nosotros no hacemos una valoración negativa de este aspecto en
el presupuesto de 2021 y se lo debo reconocer. Sin embargo, tenemos un
tema pendiente que se deberá resolver porque en las comunidades autónomas
se ha hecho un esfuerzo importante -muy importante-, ya que se aprobó el
fondo COVID de 16 000 millones, pero esto no ha tenido su correspondencia
en las entidades locales. A las entidades locales tendrían que
asignárseles -y se lo están reclamando la FEMP, la mayoría de grupos
parlamentarios y también la mayoría de alcaldes- un fondo equivalente a
los 16 000 millones -eran 5000 millones inicialmente y nosotros podríamos
aceptar que fueran 3000 para 2020- y también un fondo para hacer frente a
los mayores gastos y a los menores ingresos que hay en el transporte
público municipal. Por tanto, mi pregunta sería la siguiente: ¿piensan
resolver estos dos fondos, el fondo COVID en el ámbito municipal y el
fondo para el transporte público municipal? Porque para nuestro grupo, si
no se resuelve esto, sería una situación que dificultaría, aunque fuera
de forma indirecta, la tramitación parlamentaria del presupuesto de 2021.
Muchas gracias.
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Muchas gracias, señor Bel.
Por el Grupo de Unidas Podemos, tiene la palabra el señor Txema Guijarro.
El señor GUIJARRO GARCÍA: Muchas gracias, señor presidente.
Muchas gracias, señora secretaria de Estado, por atender hoy aquí a los
diputados. Por entrar en cuestión, quería trasladarle básicamente una
gran pregunta que no acierto todavía a contestar, pero antes permítame
dar alguna que otra vuelta para comentar algunas de las cosas que se han
dicho.
Señora Muñoz, incierto es incierto; no es optimista ni pesimista, sino
incierto. Así como tenemos, efectivamente, la realidad de una segunda ola
que empeora las perspectivas, podría ocurrir que una salida del brexit no
tan desastrosa como se está previendo recuperara los escenarios. Por eso
se insiste en que son inciertos, porque no te puedes escorar ni hacia un
lado ni hacia otro. En esto tenemos que ser todos claros. No voy tanto a
lo de incierto o no incierto, sino más a lo de optimista o no optimista.
Se insiste erre que erre en que el Gobierno está facilitando unos números
demasiado optimistas a partir de un cuadro macroeconómico, que ustedes
mismos han reconocido que está avalado por la AIReF. Pues ahí debería
quedar cerrado el debate y podríamos entrar en otras cuestiones que
también son muy interesantes.
Hay una cuestión de la que ha hablado usted que en el fondo trasluce un
montón de cuestiones ideológicas. Dice que la gestión del Estado no es la
gestión familiar, y esto es cierto. Perdón, al revés. La perogrullada es
que esto no es cierto. Lo que usted ha querido hacer es comparar una cosa
con la otra. Creo que ha dicho en alguna ocasión que es lo mismo
gestionar un Estado que una familia y permítame que le diga, señora
Muñoz, que esto no es así. Un Estado es un Estado y una familia es una
familia. Por ejemplo, cuando a una familia le va mal y tiene perspectivas
complicadas, efectivamente, retrae gasto porque no sabe lo que puede
ocurrir. Retrae gasto. Cuando en un país no ocurre esto y al Estado le va
mal, ¿qué hace el Estado? Según no los rojos que hay últimamente por
aquí, en el Gobierno, sino el gobernador del Banco de España, hay que
expandir el gasto -lo dice el señor gobernador- para compensar. (La
señora Muñoz Vidal: Sin comprometer los ingresos futuros.-Rumores).
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): No dialoguen entre ustedes.
El señor GUIJARRO GARCÍA: Son cuestiones tan básicas que hay que tratar de
explicitarlas porque si no, no se entiende nada.
Con respecto a las cuestiones de fiscalidad, que interesan más, señora
secretaria de Estado, de lo que se trata es de ir tendiendo hacia una
cierta armonización fiscal en el marco europeo. Esta es una de las
cuestiones que se ha comentado aquí, precisamente, porque hay figuras
fiscales que solo van a tener una efectividad plena, una vez logren
instalarse a nivel europeo. En eso también hay un cierto consenso
instalado en esta sala. Precisamente, en el camino de ir armonizando
fiscalmente los distintos países, Europa está encaminada, por ejemplo, a
la subida del diésel no profesional o, mejor dicho, a la reducción de la
bonificación del diésel no profesional. En Europa la fiscalidad verde
lleva instalándose desde hace años y ya era hora de que en España
empezáramos a tomar ciertos senderos más europeizantes y más ecológicos,
como los que se han podido tomar en este sentido. Yo tengo un diésel de
segunda mano y estamos hablando de 3 euros al mes. Por 3 euros al mes no
me parece que se esté arruinando a los ciudadanos de este país, ni que se
les esté castigando por el hecho de tener un diésel. Me parece que es una
aportación bastante razonable y sobre todo más razonable cuando al fin el
Estado empieza a exigir más a quien más tiene, con subidas en los últimos
tramos de los tipos de IRPF y con algunas de las otras cuestiones que ha
comentado la secretaria de Estado.
Para terminar, señora secretaria, a ver si usted me puede ayudar a salir
de esta gran duda o de esta gran ignorancia mía. Por eso le pido una
respuesta didáctica, porque en estos debates que tenemos en la Comisión
de Presupuestos y en otras comisiones adyacentes -Hacienda y Economía-
siempre me ocurre que me topo con el mismo problema. Las derechas acusan
a las izquierdas de gastar mucho: es que ustedes quieren gastar mucho.
Como estamos en un estado de necesidad, parece que ese argumento pierde
peso, porque, efectivamente, todo el mundo entiende que hay que gastar
mucho. Luego ellos dicen que hay que recaudar menos. O sea, que hay que
gastar mucho y recaudar menos. Ese es el argumento de las derechas,
profusamente repetido una y otra vez. Pero espere, que ahora es cuando
viene el giro definitivo, donde le pido que me lo aclare, a ver si usted
lo sabe. Además, quieren controlar la deuda pública y el déficit. ¿Me
puede usted explicar cómo aumentamos gasto, reducimos ingreso y encima
cerramos la brecha de deuda pública? A lo mejor hay alguna respuesta
técnica que usted conoce y que a mí se me escapa. En todo caso, le
agradecería una respuesta en ese sentido.
Gracias.
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Muchas gracias, señor Guijarro.
Por el Grupo VOX, tiene la palabra la señora Cañizares.
La señora CAÑIZARES PACHECO: Gracias, señor presidente.
Gracias, señor secretaria. Señor Guijarro, no se trata de gastar más o de
gastar menos, sino de gastar bien y de gastar en lo que hay que gastar.
Estamos hablando de que hay que reducir una serie de costes y de gastos
superfluos que tiene este Estado y muchos otros, pero este muchísimo más
que otros. Nosotros apostamos por políticas, efectivamente, de gasto
público, pero gasto público eficiente. De eso se trata.
Señora secretaria, nosotros creemos que la estimación de crecimiento, que
es la base, lógicamente, para la estimación de unos ingresos, está muy
inflada y estas nuevas medidas fiscales y las ya aprobadas no van a tener
la recaudación esperada, generando incluso un efecto contrario sobre el
consumo y las decisiones de inversión. Esta abultada estimación de
ingresos deriva en un límite de gasto no financiero homogéneo mayor del
que debería, pero ese no es el problema. Hacen falta medidas de estímulo
expansivas a corto plazo. Sin embargo, el problema va a venir por el gap
entre unos ingresos que se alejen de los pronosticados y el gasto que
sobrepase el estimado, incluso del límite de gasto total, incluyendo las
ayudas de la Unión Europea. Y a lo anterior se unen las medidas
discrecionales contra el sector privado y su capacidad de generación de
ahorro, consumo e inversión a través de un aumento de impuestos a las
familias, a los autónomos y a las empresas, todas ellas generadoras de
riqueza. Creemos que esto de alguna manera es poner trabas a la
recuperación. Se plantean unos presupuestos con un crecimiento de
ingresos que no son creíbles desde nuestro punto de vista. Estos
presupuestos amenazan la recuperación con una -entendemos- irresponsable
subida de impuestos, porque mientras que la mayoría de los países
europeos han bajado impuestos para favorecer la recuperación, la vuelta
al crecimiento y la creación de empleo, nosotros -este Gobierno- en
España hemos hecho lo contrario. Suben el IRPF, el impuesto sobre
sociedades, el impuesto sobre el patrimonio, y al mismo tiempo, rebajan
las deducciones aplicables a la capitalización de planes de pensiones y
contemplan nuevos impuestos a plásticos -las leyes están pendientes de
tramitación y ya contamos con esos ingresos- o a las bebidas azucaradas.
El 84 %, por la subida fiscal, va a recaer sobre rentas medias y bajas.
Quiero hacerle una serie de preguntas y luego otra reflexión. Respecto de
los impuestos de los que nos ha hablado, el de determinados servicios
digitales ya sabemos que está aprobado por esta Cámara con un escaso
consenso. Lo que sí existe es un consenso a nivel internacional para que
estos impuestos se apliquen no de forma unilateral, sino de manera
conjunta o armonizada a nivel internacional. ¿Han
estimado el impacto negativo en cuanto a la actividad de las empresas del
sector y, por tanto, en su capacidad inversora, que es clave para cumplir
con el Objetivo de España Digital 2025, porque, según este objetivo,
necesitan una inversión privada de más de 50 000 millones de euros?
En cuanto al impuesto sobre las transacciones financieras en materia de
actividad de los valores bursátiles españoles y actividad de
intermediación, en especial en relación con la posibilidad de
deslocalizaciones, tal y como ha ocurrido en los contados países donde se
ha implantado este impuesto, ¿qué repercusión o qué impacto podría tener
esto en la recaudación prevista?
Por lo que se refiere a la previsión de ingresos en total -Estado, otros
organismos autónomos, Seguridad Social y resto de organismos-, se indica
que la recaudación de impuestos directos y cotizaciones sociales se va a
incrementar en un 3,4 % frente a la recaudación del año anterior. Habida
cuenta de que el Banco de España estima un incremento del 4,1 % en el
escenario desfavorable, frente al 7,2 % que estima el Gobierno, ¿cómo
justifican este optimismo en la recaudación en un marco de crecimiento
del desempleo y de descenso de la actividad empresarial? Nos siguen sin
cuadrar esos números. Por otro lado, ¿le sigue pareciendo adecuado
esgrimir el dato de presión fiscal -sé que el señor Guijarro me va a
hacer algún comentario- para justificar la subida de impuestos? ¿No sería
más adecuado utilizar el esfuerzo fiscal, que incorpora datos de renta
per cápita y que demuestra que somos una de las economías en las que los
ciudadanos hacen un mayor esfuerzo en pagar impuestos? Aquí también
reflexionaría sobre el tema de la lucha contra el fraude. Es decir, en
España tenemos un producto interior bruto en el que el peso de la
economía sumergida es mucho mayor que en otros países de Europa. Creo que
este elemento nunca se tiene en cuenta a la hora de recordar que,
efectivamente, los ciudadanos que pagan impuestos pagan muchos impuestos,
porque hay muchos ciudadanos que no pagan los impuestos que deberían
pagar, al igual que hay muchas empresas que tampoco pagan los impuestos
que deberían pagar. Yo le pido que me diga cuál va a ser la política de
lucha contra el fraude, si se van a seguir dirigiendo a los pequeños
autónomos, a las pequeñas empresas, a las pymes, al continuo
requerimiento de cantidades mínimas, o realmente van a ir a luchar contra
el fraude de las grandes empresas, que son las que pueden defraudar mucho
porque tienen muchas posibilidades de defraudar, no las pequeñas.
En cuanto al impuesto sobre las bebidas azucaradas, dicen que es por
motivo de salud de los ciudadanos. ¿Y no sería mejor una reducción de los
impuestos asociados a la comida sana para incentivar ese consumo o, por
ejemplo, rebajar el IVA de las mascarillas, como ya se ha planteado aquí
y que el Gobierno dice que no? También plantean una reducción a las
deducciones en los planes de pensiones. Habida cuenta de que este
vehículo es utilizado por siete millones de españoles como complemento a
una pensión pública cada día más tensionada, ¿consideran adecuada esta
medida en el entorno actual? Así, su optimismo económico les permite
proyectar un repunte de la recaudación del 13 % hasta superar los 220 000
millones de euros, pero es que parte de esos ingresos...
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Señora Cañizares, tiene que ir
acabando.
La señora CAÑIZARES PACHECO: Sí, termino.
... vendrán de una intensa subida de impuestos por dos vías. Hablan de
1800 millones subidos a los existentes, 4200 millones a los no
existentes. Pero es que de esta cantidad las rentas altas van a pagar mil
millones y el resto lo van a pagar las rentas medias y bajas; entonces,
esto no cuadra con lo que ustedes dicen. Somos el único país que apuesta
por subir impuestos. Y si no se cumplen las previsiones de recaudación
debido a la debilidad económica, la consecuencia, por tanto, será más
déficit y más deuda.
Gracias.
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Muchas gracias, señora
Cañizares.
Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor Garcés Sanagustín.
El señor GARCÉS SANAGUSTÍN: Muchísimas gracias, señor presidente. Gracias,
señora secretaria de Estado, y gracias al personal que acompaña a la
secretaria de Estado. Además, como funcionario de esta casa, quiero
agradecer el magnífico trabajo que hacen los funcionarios, tanto los
inspectores como los interventores, en la secretaría de Estado.
Dicho eso, en primer lugar, señor Guijarro -lo digo porque los jueves o
los miércoles suele haber milagro en esta sala-, la verdad es que usted
se ha convertido a la armonización fiscal comunitaria, lo
que pasa es que no le escuché eso mismo cuando en el Partido Popular
decíamos que tanto la tasa Google como la tasa Tobin debían ser
introducidas de manera conjunta por todos los Estados miembros de la
Unión Europea. Pero, bueno, venir y desde luego advenir a este proceso de
armonización fiscal por parte de los vecinos del tercero izquierda no
está de más desde el punto de vista de la política fiscal. Y también
desde el punto del razonamiento simple. Mire, la ecuación que siempre se
cumple en este país es que mayor gasto, mayor ingreso, mayor deuda, mayor
déficit, mayor desempleo, ¿sabe qué Gobierno los produce? Siempre los
Gobiernos del Partido Socialista Obrero Español. Repito, mayores ingresos
-mayores ingresos por presión fiscal, no por incremento de actividad-,
mayor déficit, mayor deuda y mayor desempleo. Dicho eso, no vamos a ser
la derecha ominosa y terrible los que tengamos que hacer algunos
comentarios porque haya venido alguien que no representa a ninguna
formación política, sino que ha venido el gobernador del Banco de España.
El gobernador del Banco de España ha alertado de los riesgos de que no se
cumpla con las previsiones de ingresos. Señor presidente, lo tengo en
rojo, si me lo deja en rojo, yo encantado, pero póngalo en verde, por
favor. (Risas).
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Sí, por dejárselo en rojo va a
quedar usted encantado (risas), pero puede seguir y le sumo el tiempo, no
se preocupe.
El señor GARCÉS SANAGUSTÍN: Gracias, señor presidente.
Ha sido el gobernador del Banco de España el que ha advertido de una
manera categórica de que se está produciendo un riesgo de que los
ingresos no se correspondan realmente con la evolución de la actividad
económica y con las tendencias de posible recaudación de los diferentes
hechos imponibles. Insisto, no es la derecha española la que lo ha dicho,
sino que ha sido hoy un señor que aparentemente es independiente, porque
es independiente, que es el gobernador del Banco de España.
Dicho eso, sí me gustaría ser muy directo en las preguntas y, por tanto,
espero también mucha concreción en las respuestas. La primera, muy en
línea con lo que ha dicho el gobernador del Banco de España, es que me
gustaría saber si las previsiones de ingresos que ustedes han hecho a la
hora de proyectar el escenario macroeconómico de los Presupuestos
Generales del Estado se hicieron antes o después de que el presidente del
Gobierno anunciara que iba a haber un nuevo estado de alarma. Y le diré
algo más: si tuviera que hacer los Presupuestos Generales del Estado
ahora -yo sé que hay un iter temporal y hay un iter procedimental-,
¿usted diría que esta es la previsión de ingresos que va a haber el año
que viene? Es muy importante saber esto de la secretaria de Estado de
Hacienda. Ya sé que nos tenemos que retrotraer a cada momento, pero si
usted tuviera que hacer ahora los presupuestos y hubiera que presentarlos
quince días más tarde, ¿usted mantendría en principio esta senda de
ingresos fiscales? Porque me parece muy interesante conocerlo, habida
cuenta de que el gobernador del Banco de España ya ha empezado a alertar
de que probablemente los ingresos no estén correctamente previstos.
En segundo lugar, me gustaría conocer sobre la base de qué sensibilidad o
de qué índices sensibles ustedes utilizan los índices de elasticidad.
Porque, fíjese, a lo largo del año 2020, con una caída del PIB del 11,2
%, ustedes prevén una caída de ingresos tributarios del menos 7,6 %, sin
embargo, el año que viene, con una estimación de crecimiento -que ojalá
se dé- del 9,8 %, ustedes prevén un incremento de los ingresos
tributarios del 13 %. Es decir, que la elasticidad de los ingresos en el
año 2020 supone una caída en torno al 67 %, y mientras se produce el
fenómeno contrario, que sube el PIB el año que viene, la elasticidad en
principio presenta una subida del 121 %. ¿Cómo es posible que este año se
prevea una caída del 67 % y el año que viene una subida del 121 %? ¿Pero
de verdad usted se cree, señora secretaria de Estado, con lo que hemos
visto y lo que estamos viendo, que la recaudación del impuesto sobre
sociedades el año que viene se va a incrementar en un 20,7 %, cuando la
mayoría de las empresas que han presentado perdidas este año lo que van a
hacer es compensarlo con los beneficios del año 2021, cuando se está
cerrando la actividad económica en este país? Por eso es muy importante
que me conteste a la pregunta anterior. ¿Usted habría hecho la misma
previsión de ingresos sabiendo lo que sabemos ahora, que se está cerrando
parte de la actividad y del tejido productivo de este país? ¿Usted cree
realmente que se va a incrementar la recaudación por IVA en un 13,9 %?
Porque no creo que sea como consecuencia del incremento de los tipos
impositivos, que ahora veremos, sino que si es por un incremento aparente
de la actividad económica, teniendo en cuenta cuáles son las nuevas
medidas que vienen, evidentemente la actividad económica se va a contraer
y, por tanto, el consumo se va a contraer. Por eso recuerdo que consumen
los pobres, los de izquierdas, los de derechas, los medio pensionistas,
los parados, los solteros, los casados y los divorciados. Lo digo para
que quede claro, para que no haya diferencias ideológicas tampoco en el
consumo en este país.
Siguiente cuestión. Voy a entrar ya con cada uno de los impuestos, y
quiero respuestas concretas, porque yo creo que aquí se viene a dar
respuestas concretas a preguntas concretas. Por ejemplo, la penalización
al ahorro de las familias que canalizaban parte de ese ahorro a través de
los complementos a las pensiones. ¿Bajo qué principio de política fiscal
se ha introducido esa medida? Porque evidentemente la política fiscal
responde a principios ideológicos. Me gustaría saber por qué el Gobierno
ha reducido las exenciones directamente vinculadas a los planes de
pensiones. ¿Qué pasa, hay aquí una dialéctica público-privada? Lo
queremos saber, porque aquí está la responsabilidad de la política fiscal
de este país. Queremos conocer cuál es el principio político que ha
llevado a penalizar el ahorro a las familias de este país. Usted se puede
imaginar que los zumos y las bebidas azucaradas las consumen los ricos
también, los medio pensionistas, los pobres, las consume todo el mundo.
Lo digo porque imagino que los de izquierdas de Núñez de Balboa y los de
derechas de Aluche también consumen bebidas azucaradas. Lo digo por una
cuestión de clases, a ver si también hay lucha de clases en el ámbito
fiscal.
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Tiene que terminar.
El señor GARCÉS SANAGUSTÍN: ¿Tengo que ir acabando?
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Sí, señor Garcés, lleva un
minuto de más.
El señor GARCÉS SANAGUSTÍN: Pues lo siento.
Respecto al impuesto sobre el diésel, explíqueme por qué se introdujo,
bajo qué principio de política tributaria se introdujo para decir dos
días después que se podía retirar. ¿Esta es la política fiscal retráctil?
Y voy a ser ya muy directo, ya que me he enterado de que Unidas Podemos
está por la armonización fiscal comunitaria. ¿Van ustedes a rebajar el
IVA de las mascarillas, sí o no? ¿Por qué no han incluido un paquete de
beneficios fiscales a las empresas? Yo le doy la respuesta: porque no
tenían margen fiscal.
Por último -y acabo-, el plan de reequilibrio que estamos esperando y que
nos hemos enterado que vendrá cuando la economía esté estable, que ha
sido una de las afirmaciones más curiosas que he escuchado en esta sala a
lo largo de la mañana, ¿a qué tipo de impuestos afectará? Porque
evidentemente ahora mismo la brecha fiscal, el déficit público va a
llegar prácticamente a 90 000 millones de euros.
Muchísimas gracias.
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Muchas gracias, señor Garcés.
Por el Grupo Socialista, tiene ahora la palabra la señora Blanquer.
La señora BLANQUER ALCARAZ: Muchas gracias, presidente.
Bienvenida a esta Comisión, señora Bardón, y muchas gracias por su
comparecencia. A su departamento le corresponde orientar la política
fiscal, diseñar el sistema tributario y hacer previsiones de los ingresos
con los que financiar las distintas políticas a llevar a cabo, y además
hacerlo en un escenario de tanta incertidumbre como el actual, en plena
pandemia y en constante evolución es sin duda un reto. Por eso, en primer
lugar, en nombre del Grupo Parlamentario Socialista, queremos trasladarle
a usted y a todo su equipo nuestro reconocimiento por el trabajo
realizado y también por el resultado conseguido con estos presupuestos.
Porque realmente es un éxito haber conseguido muchas de las cuestiones
que están planteadas en este presupuesto.
Han hecho posible un presupuesto extraordinario, que recoge como prioridad
dar soluciones y respuestas a la ciudadanía en un contexto inédito
provocado por una crisis sanitaria global, con duros efectos económicos y
sociales; unos presupuestos que están apostando por medidas encaminadas a
contener la pandemia, a reactivar la economía y fortalecer nuestro modelo
productivo y el Estado del bienestar, para proteger a las personas y que
nadie quede atrás. Apuesta por una política de tono expansivo,
movilizando un gran volumen de gasto y de inversión para salir lo antes
posible de la crisis, pero sin renunciar a la estabilidad presupuestaria
a medio plazo. De hecho, en este presupuesto se contemplan muchas medidas
que son, precisamente, para fortalecer nuestro sistema productivo,
nuestro modelo productivo, y que sea un crecimiento sostenido y
equilibrado en el tiempo.
Han conseguido, por tanto, un presupuesto que constituye una respuesta
especial de país para afrontar un desafío que es global y que nace con la
pretensión de sumar consensos; aunque, escuchando a los grupos de la
oposición, creo que no están nada interesados en esto, porque algunos se
empeñan en descalificarlos, yo diría que incluso de manera
incomprensible. Llevan meses generando un caldo de cultivo diciendo que
van a subir mucho los impuestos y, ahora, cuando han visto los
presupuestos,
continúan diciéndolo, pero un poco arrastrados por esa inercia, porque si
realmente hicieran un análisis riguroso de lo que se está planteando,
verían que las medidas que contempla estos presupuestos son razonables y
están razonadas, perfectamente razonadas. Además, son unos presupuestos
europeístas, que están en línea con todos los organismos internacionales
y que se alejan precisamente de la austeridad practicada en la anterior
crisis, y que solo condujo -como muy bien ha dicho la secretaria de
Estado- a aletargar la salida de esa crisis, generando más sufrimiento a
las personas, el debilitamiento del Estado de protección y el bienestar
de la ciudadanía. Sí, debilitaron el Estado de bienestar, y muchas de las
cosas que nos estamos encontrando ahora son como consecuencia de este
debilitamiento. Así nos hemos encontrado la sanidad pública, por ejemplo.
Pero también son unos presupuestos viables y consistentes, que tienen tres
vías de financiación que son factibles, por supuesto, en el momento que
se presentaron a través de la recuperación económica esperada para el
próximo año. Porque ustedes hablan como si no se plantearan medidas. ¡Es
que se plantean medidas! Y si esas medidas se cumplen y si esas medidas
previstas pueden llevarse a cabo, desde luego que van a tener un efecto
multiplicador.
Me llama la atención la intervención de la portavoz de Ciudadanos cuando
dice que lo que ellos quieren es que se hagan medidas de carácter
económico que tengan un efecto multiplicador. Pues incrementan, nada más
y nada menos -como decía la secretaria de Estado-, en un 67,1 % las
medidas únicamente de carácter económico; pero también se incrementan en
un 80 % las medidas encaminadas a la inversión, a la investigación, al
desarrollo, la innovación y también la digitalización. Oiga, yo creo que
están tan empeñados en criticar el presupuesto que han perdido ese rigor.
Miren, no me hablen de optimismo o de pesimismo, porque los riesgos ya
los conocemos, los conocemos todos; no hace falta influir en los riesgos.
Es decir, no hay que maximizar los riesgos; hay que intentar ver cuáles
son las medidas para conseguir salir cuanto antes de esta crisis.
Además, el Fondo Monetario Internacional, en el mes de octubre -ustedes
pueden entrar y ver todo el análisis que hacían-, decía que para el 2021
las expectativas españolas eran incluso más optimistas que lo que decía
el Gobierno. Por tanto, dejen ya de estar regodeándose en los problemas;
confíen en este país, confíen en la gente. Las medidas son necesarias y,
como decía, las medidas fiscales son, precisamente, razonables y están
razonadas y responden al intento de avanzar hacia una fiscalidad mucho
más progresiva. Y otra cuestión: dicen que afectan a todas las familias.
Miren, el impuesto de las personas físicas, por ejemplo, no afecta a
todas las familias. Yo creo que sigue un poco lo que decía también el
Fondo Monetario Internacional, que lo que se intenta es que las rentas
más altas y las multinacionales aumenten su contribución a través de la
imposición directa, y en la misma línea se pronunciaba el Fondo Monetario
Internacional.
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Señora Blanquer, tiene que ir
terminando.
La señora BLANQUER ALCARAZ: Voy a terminar simplemente diciendo que las
medidas que se contemplan en cuanto a la fiscalidad son para que sea más
progresiva y para que esté adaptada a los nuevos tiempos; de ahí que se
hayan actualizado.
Quiero plantearle -si me lo permite- dos preguntas...
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Pero, ipso facto. (Risas).
La señora BLANQUER ALCARAZ: ... especialmente en aquellas cuestiones que
no están incorporadas en este presupuesto porque están en otras normas
que ya están en tramitación, como, por ejemplo, la lucha contra el fraude
fiscal, que corresponderá a este Parlamento y no al Gobierno, porque el
Gobierno ya ha hecho su trabajo en tramitar esta ley. También le pregunto
por el efecto que va a tener la suspensión de las reglas fiscales en las
entidades territoriales.
Muchísimas gracias. (Aplausos).
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Muchas gracias, señora Blanquer.
Tiene la palabra la señora Bardón para finalizar esta comparecencia.
Muchas gracias, señora secretaria de Estado.
La señora SECRETARIA DE ESTADO DE HACIENDA (Bardón Rafael): Gracias,
presidente.
Muchísimas gracias por todas las aportaciones. Todas las aportaciones
constructivas son siempre bienvenidas, todos los comentarios y, por
supuesto, todas las intervenciones. Voy a intentar de forma más
o menos ordenada dar respuesta a las cuestiones que se han planteado, y si
algunas se quedan en el tintero, siempre tendremos oportunidad de seguir
trabajando.
Efectivamente, se produce una caída de los ingresos altamente brusca en el
ejercicio 2020, donde tenemos que manejar diferentes magnitudes. No es lo
mismo manejar la caída del PIB, que conocemos que es el 11,2 % y que,
además, como no hay interferencias en precios, la caída del PIB nominal
también se produce en los mismos términos de este 11,2 %, que la caída de
la demanda interna, que ya cambia y se produce en un 10,4 %, que por
supuesto lo que suponen las bases imponibles agregadas de las principales
figuras tributarias, los principales impuestos, que cae en lo concreto un
5,4 %. Porque los factores que intervienen de precios, de consumo, de
diferentes variables y, especialmente, de la demanda interna, insisto,
son diferentes de las grandes cifras macro que se manejan.
Por tanto, tenemos que incorporar complejidad cuando hablamos tanto de la
proyección de ingresos en el ejercicio presente como en el ejercicio
futuro. Creo que no se puede realizar un ejercicio tan simplista como ha
hecho el Grupo Popular porque está muy lejos de la realidad. Hay
subyacentes una serie de modelos econométricos -como pueden ustedes
imaginar- de regresión en los que se hace un esfuerzo de trasladar las
variables macroeconómicas a los modelos homólogos en las bases imponibles
y, por supuesto, contar con sistemas de información muy potentes de
series históricas y de modelos de proyección, que hacen que se incorporen
a todas nuestras previsiones de ingresos, insisto, tanto en caída como en
proyección.
No obstante, evidentemente, estamos en un marco de incertidumbre. Esta
incertidumbre está incorporada en todos los cálculos, está incorporada en
el cuadro macro. La secretaria de Estado de Economía tendrá oportunidad
de ser más explícita respecto de este asunto, pero, evidentemente, cuando
nosotros trasladamos a ingresos estas variables, incorporamos la variable
incertidumbre, y esto es, sin duda, tanto para el cierre del ejercicio
como para proyecciones futuras.
Es importante que destaquemos qué está sucediendo. Estamos monitorizando
con una periodicidad extraordinaria todo el comportamiento, en este caso,
de la recaudación, y muchas otras variables también. Quiero traer a
colación el último dato del tercer trimestre del INE, recientemente
publicado, con una caída del 8,7 %, que realmente se traduce en que se ha
producido un crecimiento del 16,7 %, y, para que se hagan una idea, en
nuestro cuadro macro estaba incorporada una caída del 13,7 %. Por lo
tanto, el escenario que se ha producido en el INE, en el escenario real
observado, es mucho más favorable que el que teníamos incorporado; o el
de la propia AIReF, que era un 14 %. Pero es que si me refiero al Banco
de España, también en este tercer trimestre el Banco de España había
trabajado entre un 16,6 %, en su escenario más optimista, y un 13 %. Por
lo tanto, el tercer trimestre observado del INE se corresponde con el
escenario más optimista del Banco de España. Es verdad, tercer trimestre,
con lo cual, nos sitúa en una posición para seguir observando el cuarto
con un margen que se está produciendo de recuperación sostenida,
evidentemente lenta, pero sostenida. Además, este 8,7 de caída del tercer
trimestre encaja perfectamente con las observaciones que nosotros en
nuestro servicio de estudios realizamos, tanto si miramos las ventas
diarias de las grandes empresas, que las tenemos monitorizadas -una caída
de un 9,9 %-, como si miramos el de las pymes societarias, con un 7,8,
una media ponderada que nos permite ser conservadores y seguros sobre
nuestras previsiones y, por supuesto, siempre totalmente rigurosos
respecto a la proyección que se va realizando, en este caso al cuarto
trimestre y por supuesto al ejercicio 2021.
El principio de suficiencia es claro, es compartido, y creo que es un
principio básico al que algunos de ustedes han aludido y que este
Gobierno tiene clarísimo tanto desde la perspectiva de la eficiencia del
gasto como desde la perspectiva de la ratio ingresos públicos respecto al
PIB. Insisto en esta ratio de ingresos públicos respecto al PIB, en la
intensa recuperación que evidentemente se tiene que producir -se está
produciendo- de la demanda interna, que ha sido protagonista en la caída
con ese 9,7 que comentamos y que debe serlo -lo está siendo ya- en la
proyección de más 9,3 y por supuesto del sector exterior. Evidentemente,
ya se observa un cambio en el comportamiento, en la moderación tanto del
ahorro precautorio como del ahorro forzoso -conocen ambos términos- que
se están produciendo de manera especial. En cualquier caso, no todos los
ingresos evidentemente reaccionan de la misma forma ante esta coyuntura,
ante cualquiera, pero ante esta especialmente. Dentro de las retenciones
del trabajo conviven salarios públicos y, como saben también, los
estabilizadores automáticos, como pueda ser la prestación por desempleo,
y coexisten figuras tributarias como el ITPAJD, que es
extraordinariamente sensible a la coyuntura, con el IBI o el impuesto
sobre patrimonio, que es absolutamente inelástico a las coyunturas.
Hay una variable que se obvia y que no podemos obviar y que hemos
comentado en la intervención. Hay efectos que se producen en ejercicios
anteriores que contrarrestan. La caída de 2020 se ve atenuada en torno a
4500 millones por comportamientos de 2019, es decir, devoluciones
extraordinarias, por sentencias que se producen. Lo mismo sucede también
respecto de 2021. Al ser un ejercicio donde los beneficios empresariales
son inferiores en 2020, o el propio comercio exterior es inferior en el
2020, las propias devoluciones tanto en el impuesto sobre sociedades como
en el impuesto sobre el valor añadido se verán reducidas sensiblemente.
Sí les pido que no tiendan a simplificar o a hacer lineal la relación
entre las variables porque no es este el funcionamiento de las
proyecciones, insisto, ni para los ingresos del 2020 ni, por supuesto,
para los ingresos del 2021.
El PIB nominal esperado de crecimiento es del 10,8: correcto, pero
curiosamente la demanda interna proyectada de este 10,8 se traduce en una
base imponible agregada para las principales figuras de un 7,9. Este es
el incremento de las bases, fruto fundamentalmente del consumo privado y
del incremento previsto en los beneficios empresariales. Evidentemente,
en el ámbito de los ingresos no tributarios está expresamente recogido
-creo que lo ha preguntado el Grupo Ciudadanos- el tema de los 6800
millones de euros de fondos europeos porque son en concepto de anticipo.
Creo que antes la secretaria de Estado de Presupuestos lo ha
especificado. Son anticipos del mecanismo MRR que está previsto solo en
ese importe y también las subastas de los derechos del 5G que incrementan
en 2100 millones. Por alusiones en este capítulo de ingresos
sistemáticamente al Banco de España, quiero decir que el gobernador ha
planteado efectivamente cuestiones con las que coincidimos en línea con
la reforma fiscal, y ha quedado claro que los impuestos indirectos, tanto
IVA como impuestos especiales o los medioambientales, hay que
incrementarlos para llegar o acercarnos a las medias con las que se está
trabajando en la Unión Europea. Sobre los impuestos directos ha
discriminado. Señores, en renta y cotizaciones estamos en línea, pero en
el impuesto sobre sociedades estamos por debajo igualmente de los
objetivos de la media de la Unión Europea. Lo digo por los grupos que
efectivamente han apuntado sistemáticamente a este mirar hacia Europa
para homogenizar, para armonizar sin ningún complejo. Efectivamente,
tenemos que mirar hacia Europa para armonizar el impuesto sobre
sociedades y estos impuestos indirectos. Sobre los beneficios fiscales,
ha aludido a su corrección. Lo digo porque evidentemente no se trata de
incorporar más beneficios fiscales sino de lo que estamos realizando, que
es su evaluación para ser capaces de identificar cuáles son los
beneficios fiscales que tienen que persistir y cuáles no.
El Fondo Monetario Internacional, justo el 30 de septiembre -no sé si era
el Grupo Socialista quien exhibía esta declaración final-, en la misión
de evaluación del artículo cuarto insta a España a la política fiscal
expansiva hasta que la recuperación sea firme. Lo dice el Fondo Monetario
Internacional, no lo dice cualquiera, y evidentemente en eso estamos. Es
lógico que exista dificultad para desentrañar la complejidad de los
cálculos, pero en cualquier caso he intentado aproximarme a que unas
cuestiones son las variables macros y otras cuestiones son las variables
nominales, las reales, y finalmente las bases imponibles y los niveles de
crecimiento de determinadas variables, por ejemplo, como pueda ser la
formación bruta de capital fijo. La estimación de crecimiento es de un 15
%. Evidentemente, han caído este año 2020 un 18 % las importaciones y
exportaciones. El efecto rebote no es un efecto rebote light, es un
efecto rebote muy importante porque ya se está produciendo, no es que se
proyecte a futuro sin que esté monitorizado actualmente. Las
importaciones y exportaciones están en un 17 y en un 18 respectivamente.
El grado de seguridad en los ingresos y de rigor es máximo. Les emplazo a
que revisen el programa de estabilidad de abril, cuando se hace la
proyección de cierre y se establece que se mande en el DBP a Europa una
previsión de cierre de 198 000 millones. Finalmente, ahora nos mantenemos
en una previsión de 196 500. Fíjese qué riguroso es el ejercicio que
realiza el Gobierno cuando se enfrenta a una crisis sanitaria y económica
de esta envergadura con el nivel de incertidumbre que existía en abril
sobre cuántos meses iba a durar el confinamiento, sobre cuánto iba a ser
el impacto y de qué forma iba a ser la recuperación, si de V, V
asimétrica, etcétera; en fin, ustedes conocen las diferentes formas. Se
incorporan todas estas variables y todas estas cuestiones a esa
proyección y, hoy por hoy -ahí está y se puede contrastar- la previsión
de cierre prácticamente coincide. Con lo cual, sí, señorías del PP,
mantendría la previsión de ingresos claramente, porque es un ejercicio de
rigor y de máxima seguridad en la previsión con los cálculos técnicos que
se han realizado.
Cuando nos referimos a cómo y por qué se incorporan a esta estructura
fiscal o a esta estructura de ingresos del presupuesto las reformas de
algunas figuras, efectivamente se hace intentando distorsionar lo menos
posible la economía en su funcionamiento y en su dinámica, porque
evidentemente no es el
momento, y se realizan solo ajustes de figuras ya existentes. ¿Qué
buscamos en ese sentido? Evidentemente, buscamos la progresividad,
ayudando a que el sistema sea más justo y centrado claramente en las
rentas altas y en las grandes empresas, que son una minoría pero que
evidentemente su participación, su concurrencia en estos momentos permite
mejoras para la mayoría. El IRPF afecta al 0,17 % de los contribuyentes,
aproximadamente 36 000 contribuyentes. Creo que de forma evidente son
rentas altas. La modificación de la exención del impuesto sobre
sociedades se limita a 1723 empresas, un 0,12 % de los declarantes, y la
fiscalidad medioambiental sabemos que es un requisito y nos insta a ello
sistemáticamente la Comisión Europea, puesto que somos el quinto país con
un porcentaje más bajo de ingresos en fiscalidad verde. El impacto en
este retoque de las figuras tributarias es de 1862 millones de euros
frente a 222 107. Es decir, llega a un escaso 0,8 %. Por tanto,
convendrán conmigo en que la distorsión sobre la economía es mínima si no
es cero.
Ha habido grupos, como VOX, que han aludido a si estas reformas se centran
en la clase media o trabajadora y eso es lo que opinan. Creo que no, que
se equivocan. Cuando hablamos de que tocamos el IRPF es para la rentas
altas o muy altas, esos 144 millones los aportarán estas empresas. En
cuanto a la exención del impuesto de sociedades, será igualmente para
grandes empresas, para volúmenes de negocio por encima de 40 millones,
porque al resto los vamos a acompañar durante esos tres años más. El
impuesto de patrimonio es a partir de 10,6 millones de euros, subimos un
punto porcentual. Y en cuanto a la minoración del límite de las
reducciones por las aportaciones a planes de pensión individuales, se
establece en la evaluación de AIReF que el 60 % de las rentas aportan
cantidades inferiores a 2000 euros al año, y, por tanto, no se está
pensando en afectar a esas rentas medias que aportan como máximo 2000
euros al año, y se ha respetado en ese sentido. Por tanto, podemos
convenir que todas estas medidas están orientadas a clases de rentas muy
altas y con gran capacidad de ahorro. Por otro lado, las medidas de los
módulos de IVA e IRPF benefician claramente a las pymes y autónomos. Y el
impuesto sobre seguros, que sube ligeramente, es un impuesto indirecto
que conocen que va sobre la prima y funciona de manera proporcional.
Después lo podemos comentar un poco más en profundidad.
Respecto al gasóleo, se ha tratado esta medida por parte del Grupo Plural
y ha habido algunas reflexiones al respecto. La diferencia actual entre
la bonificación en gasóleo y gasolina es de más de 93 euros por mil
litros. La comparativa internacional no la soportamos. Casi ningún país
está igualado, pero la tendencia es a igualarse. Por tanto, se nos viene
instado sistemáticamente a que nos aproximemos a esta media. Nuestra
imposición medioambiental, como conocen -dicho por todos los organismos,
también por AIReF, porque alguno de ustedes lo ha sacado a colación-, así
nos insta, AIReF también evalúa esta bonificación del gasóleo y se
desprende la necesidad de adaptarnos a nuevos estándares en política
medioambiental. Los cálculos realizados de este incremento se traducen en
ejemplos muy cotidianos -creo que alguien lo ha expuesto, quizás
Podemos-: cincuenta litros de repostaje, 1,9 euros; un usuario medio,
3,45 euros al mes. Es un impuesto indirecto, es decir, el uso del
vehículo privado está directamente relacionado con una renta más alta.
Mayor uso del vehículo está en proporción con el nivel de renta, así como
vehículos de gran cilindrada y de gran consumo guarda mayor relación con
el nivel de renta. Por tanto, podemos decir que el impacto será muy
moderado en un bolsillo medio y puede ir dirigido a mayor consumo en
determinados niveles de renta.
Con las primas de seguro nos pasa algo similar. Estamos en el tramo bajo
de la Unión Europea y con el ajuste que hacemos del 6 al 8 seguimos en el
tramo medio bajo de la Unión Europea. Saben que Alemania utiliza tipos
como el 19 %, Italia entre el 12 y el 21 % y Francia entre el 9 y el 33
%. Utilizando ejemplos pedagógicos, un automóvil con seguro a terceros
sufrirá un incremento en torno a 6,20 euros al año y un seguro del hogar
en torno a 3,98 euros al año. Es decir, los seguros se contratan en gran
medida por grandes empresas o personas físicas de alto poder adquisitivo.
Además, van en proporción a la prima: a mayor valor del bien asegurado,
mayor porcentaje del impuesto que se aplica. Son ajustes fiscales que van
claramente orientados a rentas altas, a grandes empresas, protegiendo a
autónomos y pymes una vez más, manteniendo la progresividad y
aumentándola en la medida de lo posible sin interferir en la economía,
que es lo que nos exige este contexto.
En el ámbito del IVA, que ha salido en algún momento, tanto del IVA con
carácter general como del IVA de mascarillas en concreto, el Ministerio
de Hacienda tiene clara la postura. Hoy por hoy la directiva del IVA no
permite aplicar a las mascarillas un IVA reducido, como ustedes conocen
perfectamente. La reacción que tuvo el Gobierno en primer lugar fue
ajustar el precio máximo, que es una medida eficaz, porque, además, si se
reduce el IVA, no hay garantías de que se traduzca en el precio, y
realmente hay que evaluar cuál es el objetivo que pretendemos con reducir
ese IVA. Lo que buscamos, entiendo, es
hacer accesible y asequible a familias con dificultades económicas poder
adquirir mascarillas. Esto lo aseguramos con eficacia a través de un
precio máximo más que a través de una reducción de IVA. No obstante,
estamos en contacto permanente con la Comisión para ver las decisiones
que se producen en este sentido, porque conocen que la Comisión ya hizo
una propuesta al Consejo que dio lugar a una decisión sobre el tipo cero
para el material sanitario en las importaciones justo en el mes de abril
y España lo traspuso inmediatamente. Es más, lo llevó a las operaciones
interiores, no solo a las importaciones, porque era lo máximo que se
permitía. O sea, estamos atentos a todo aquello en lo que se pueda
trabajar con la Comisión en este sentido, pero no perdiendo de vista cuál
es el objetivo, que es hacer accesible el consumo de mascarillas a
familias con dificultades, y con el precio máximo se garantiza
seguramente con mayor eficacia. En el tema del material sanitario se va a
producir la semana que viene una nueva prórroga hasta el 31 de abril, y
ya estamos trabajando en instrumentarla legalmente para que las empresas
puedan disponer de esta bonificación del tipo cero para el material
sanitario.
En cuanto a las figuras en paralelo, cuestión sobre la que han salido
varias cuestiones respecto a la tramitación, hay algunas en avanzado
estado de tramitación, como conocen, y otras que están iniciando su
camino, pero de forma acelerada. Tanto servicios digitales como
transacciones financieras ya se aprobaron, tendrán la entrada en vigor el
18 de enero y estamos en los trabajos de desarrollo de los reglamentos.
Un reglamento está ya en consulta pública, el otro está preparado para su
publicidad y son reglamentos muy técnicos que nos van a permitir tener en
tiempo y forma la posibilidad de llevar a cabo la puesta en
funcionamiento de estas dos figuras tributarias.
En cuanto a plásticos, igualmente está incorporado y ya está en consulta.
Y el de la gestión de los residuos también está ya muy trabajado. Saben
que se trata de la modificación de una directiva que nos insta a que en
2035 solo el 10 % de los residuos municipales generados acabe en
vertederos. Por tanto, hoy por hoy tenemos un problema, porque hay una
variedad de impuestos autonómicos y se está produciendo el turismo de
residuos. Tenemos que garantizar una estrategia nacional, y en nuestro
continuo diálogo con las comunidades autónomas hablaremos de la gestión y
la recaudación de esta figura.
Respecto a las bebidas azucaradas, antes de pasar a otro ámbito, contesto
al portavoz del Grupo Plural que hay diferentes formas de llegar al mismo
objetivo, cual es el desincentivo del consumo de productos que se
entienden poco saludables, y tenemos varias posibilidades en la política
fiscal. Conocemos y hemos estudiado con los compañeros el impuesto
catalán, pero hemos optado en primera instancia por tocar el tipo de IVA.
Es importante que en todas estas medidas de política fiscal tengamos la
cultura de la evaluación, veamos qué sucede, si es disuasorio finalmente
del comportamiento del consumo, de los procesos de fabricación. Todas
estas figuras tributarias que pretenden cambiar hábitos de consumo o
procesos de fabricación, como puede suceder también respecto al mismo
diésel, para que las fábricas se orienten en este caso a otro tipo de
coches, etcétera, hay que hacerlas con una evaluación sistemática y,
evidentemente, optar por las que sean más exitosas en la consecución del
objetivo. Hoy por hoy podemos decir que ambas figuras son compatibles y
pueden convivir, porque no tienen el mismo hecho imponible ni la misma
base. Podríamos reflexionar sobre ello, y ya habido algún apunte sobre
esta cuestión. Evidentemente, nos emplazamos a una reforma fiscal
profunda -lo hemos dicho en la intervención-, lo que pasa es que,
efectivamente, tiene que acompasar la situación económica. Esta reforma a
la que han aludido varios portavoces, que se entiende necesaria, nosotros
la compartimos, pero han de acompañar los términos de recuperación de la
economía.
Respecto a Europa y al marco europeo, un tema que han apuntado la
representante de VOX y algún otro portavoz, evidentemente no podemos
perder de vista que en el seno de la OCDE, en su última sesión del día 9
de octubre, en el marco inclusivo ya se publicó un documento muy
importante sobre el pilar 1 y el pilar 2, que son los referentes, ya que
se está realizando un trabajo técnico que pretende un consenso
multilateral, inicialmente previsto para finales de 2020 pero que ha
quedado emplazado para mediados de 2021 dadas las dificultades.
Probablemente, las técnicas ya se han solventado en gran medida, pero es
imprescindible que las dificultades referidas al consenso político tanto
en un pilar como en otro también se solventen. Evidentemente, este
Gobierno es claro defensor de esta política fiscal internacional y,
además, apoyamos claramente ambos pilares y que se produzcan a la vez. En
este sentido, conocen que nuestra ley, la que hemos tramitado y se ha
aprobado en esta Cámara sobre determinados servicios digitales contiene
una disposición en la que se emplaza a adaptarse inmediatamente para
cuando se apruebe finalmente el pilar 1 en lo concreto, que es el que
puede interferir con nuestro diseño, para que quede claro que nuestra
prioridad es que, si existe consenso y es multilateral en el ámbito
europeo,
predomine y lo traigamos a nuestro sistema tributario en todas estas
figuras. Esta consolidación fiscal y esta reforma a la que se alude, a la
que el propio gobernador apuntaba claramente, tiene un camino y está
indicado. Hay un planteamiento para 2021 de una reducción del 3,6 % del
déficit, hasta el 7,7 %. Efectivamente, hay un acompañamiento con el
ciclo, pero también tiene que haber un acompañamiento con el incremento
de ingresos y una evaluación en la eficiencia del gasto. Evidentemente,
hemos de tener claro lo crítico de la política expansiva, pero sin perder
de vista que ahora más que nunca o que en ninguna otra ocasión el gasto
tiene que ser muy quirúrgico y destinado a los objetivos que pretendemos.
No podemos huir -ha habido también algún comentario en este sentido- de
trabajar con indicadores como la presión fiscal o la ratio ingresos
públicos sobre PIB. En este sentido, la situación de nuestro país es muy
llamativa. Ustedes conocen que es diferente la ratio ingresos públicos
sobre PIB de la propia presión fiscal, que solo trabaja con impuestos y
cotizaciones. En la primera, España en 2019 se encuentra a 7,2 puntos de
la eurozona. Pero si vamos al concepto presión fiscal, recientemente
publicado también por Eurostat, para 2019 estamos a 6,2 puntos
porcentuales de la eurozona. Si observan la presión fiscal en España para
los años 2020 y 2021 que se recoge en el DBP, los porcentajes todavía son
del 37,7 % para el año 2020 y del 36,8 % para 2021, es decir, aún muy
lejos de lo que se pretende que mantuviéramos como país en el entorno
europeo, con ratios muy superiores en los ingresos públicos.
Esto nos lleva a la necesidad del plan de reequilibrio, a la que Podemos y
el Grupo Popular, aunque desde perspectivas diferentes, han apuntado.
Evidentemente, el artículo 11.3 de la ley orgánica cuando hace referencia
a apreciarse la catástrofe y activarse la cláusula de salvaguarda también
habla de seguir velando por la sostenibilidad de las finanzas públicas a
medio plazo; es indiscutible y en ello estamos, evidentemente. Hay que
combinar esta política fiscal expansiva, recomendada por todos los
organismos nacionales e internacionales, y cuando conozcamos y
constatemos el punto de inflexión, es decir, la dimensión completa del
daño, y esto nos va a llevar todo el ejercicio 2020, estaremos en
condiciones de rearmar este plan de reequilibro, porque ahora mismo es
difícil dimensionar correctamente este punto de inflexión. Evidentemente,
estamos trabajando en ello, pero intentando dimensionar cuál es el daño,
para poder establecer y desarrollar este plan de reequilibrio. Como saben
perfectamente, no todos los sectores productivos se están viendo
igualmente afectados. Hay sectores productivos que están creciendo muy
por encima de sus niveles de 2019, y hay sectores que en 2021 no
recuperarán sus niveles del año 2019. Por tanto, no es fácil, pero, por
supuesto, hay que mantener el rigor y la capacidad de enfocar un plan de
reequilibrio dimensionado y correcto cuando dispongamos de la visión
completa de qué sucede en 2020.
Sobre el presupuesto de beneficios fiscales, ha habido algún comentario en
el sentido del spending review que, efectivamente, ha realizado AIReF.
Como saben, los beneficios fiscales que se han evaluado han sido trece,
con diferentes perspectivas y propuestas específicas en algunos casos,
aunque en otros prácticamente no eran concluyentes, ya que, por algunas
circunstancias, como en el caso del IVA en sanidad o educación, se
manejaba un heterogéneo abanico de elasticidades. En el caso de la
reducción de aportaciones en los sistemas de previsión social, se nos ha
indicado claramente por parte de la AIReF que se produjera una
reformulación completa, y es lo que estamos abordando. Asimismo, para los
tipos reducidos y superreducidos de IVA nos indicaba su recomendación de
que se revisen. Evidentemente, ya se ha incorporado la coletilla de
acompasar cuando la economía lo permita, pero es claro que o mejoramos la
eficiencia distributiva del IVA o tiene una serie de dificultades.
En cuanto a la lucha contra el fraude, ha habido bastantes aportaciones e
inquietud sobre el tema. En primer lugar, tengo que decir que la ley, y
de esto nos sentimos muy satisfechos, entró en segunda vuelta de Consejo
de Ministros el día 13 de octubre. Es una ley que se ha trabajado mucho,
es completa, equilibrada y aporta importantes novedades. Efectivamente,
esperamos que tenga un impacto importante. Creo recordar que era la
portavoz de Ciudadanos quien nos preguntaba sobre ello, y diré que hay
previstos unos ingresos de 218 millones derivados fundamentalmente de la
limitación de efectivos, 110 millones de hacer pública la lista de
deudores modificando el suelo, así como otros subtotales que podríamos
desglosar derivados también de las mejores prácticas internacionales. En
el caso de la limitación de efectivo, como saben, hay experiencias en
otros países que resulta fácil contrastar. La experiencia previa nos
permite asegurar que, cuando se estudia la trazabilidad de las tarjetas
de crédito y se trabaja con cuestiones que limitan el efectivo, hay una
clara correspondencia con la limitación de fraude y el afloramiento de
esta economía sumergida, que he visto que preocupa en la sala, como es
lógico.
También en el ámbito del listado de deudores, hay una clara trazabilidad
del comportamiento de los deudores cuando son públicos en la lista hasta
ahora del millón de euros. Tenemos grupos de análisis de cómo se comporta
el perfil del declarante, del contribuyente en cuanto a su entorno,
sociedades, etcétera,
en ejercicios posteriores, y hay un claro efecto de afloramiento y de
recaudación inducida. Evidentemente, la lucha contra el fraude tiene
serios retos, como el de la globalización de la economía, el de los
nuevos modelos de negocio o el de los avances tecnológicos, algunos de
ellos disruptivos para nosotros. En la ley del fraude está el tema de las
criptomonedas, como también habrán tenido oportunidad de ver. Esta lucha
es un reto, y no solo necesitamos este marco legal bastante completo del
que nos hemos dotado, también necesitamos seguir trabajando y dotando a
nuestra Administración tributaria de los medios suficientes, humanos y
materiales, de sistemas de información muy potentes y de medidas
organizativas y operativas. Tendrán oportunidad también de compartir
ideas con el director general de la Agencia Tributaria en estas sesiones.
Nosotros tenemos un claro objetivo, adaptarnos y trabajar para ir
copiando las mejores prácticas internacionales y estar al nivel de los
países más avanzados, y así entendemos que estamos haciendo. Tenemos
diferentes líneas que podemos destacar. Saben que la agencia tiene el
plan estratégico 2020-2023 y su plan anual de control tributario y
aduanero. Entre algunas de las prioridades que les puedo destacar se
encuentra la estrategia frente a los nuevos contribuyentes que inician
actividades económicas para que se favorezca el cumplimiento obligatorio
de sus obligaciones fiscales, y estamos en un trabajo intenso en este
sentido. Asimismo, tenemos medidas normativas para evitar la ocultación
de ventas y servicios, asunto claramente relacionado con fraude y
economía sumergida. Igualmente, la potenciación de la labor desarrollada
por la unidad de control de contribuyentes con patrimonios relevantes,
unidad que, como saben, se creó en la pasada legislatura y se ha
potenciado, de modo que tiene una estructura importante y un trabajo
desafiante. Por último, optimización de las actuaciones de control de la
información obtenida mediante los sistemas de información. Evidentemente,
el big data y sistemas similares están a la orden del día en nuestra
Agencia Tributaria. Me consta que la gran obsesión de la misma es el
cumplimiento voluntario de las obligaciones tributarias. Evidentemente,
ello coadyuva a que tanto el fraude como la economía sumergida vayan
disminuyendo, que es de lo que se trata.
Evidentemente, la Agencia Tributaria ha tenido dificultades, como
cualquier organización pública o privada, en los meses de estricto
confinamiento. Ha hecho un despliegue brutal de sistema telemático y de
atención por videollamada, de atención personalizada en el momento que se
pudo abrir. De hecho, la campaña sobre la renta ha sido un reto
espectacular, como pueden imaginar, y tendrán ocasión de profundizar en
ello con el director. A esto se refieren esas últimas reflexiones, a cómo
se ha tenido que repensar una Administración puntera, porque saben que la
Administración tributaria lo es tanto en sistemas de información como en
la cualificación de sus profesionales. Hasta en estas circunstancias ha
tenido que adaptarse y desarrollar una amplia actividad telemática y de
forma diferida. Evidentemente, verá incrementados sus recursos en 2021
tanto en inversión -creo que hay una partida de 40 millones, en respuesta
a su pregunta- como en efectivos, que evolucionará hasta los 26 900
-hablo de memoria-, lo que, efectivamente, supondrá un incremento
importante de recursos humanos.
En cuanto a la financiación de comunidades, ha habido alguna pregunta
sobre el tema de la suspensión de las reglas fiscales. Como saben, la
suspensión de las reglas fiscales que permiten este artículo 11.3 y
también el 135.4 de la Constitución hace que obviemos el término déficit
o el término objetivo de estabilidad, para que pasemos al concepto de
tasa de referencia o referencia de objetivos de déficit. Creo que este es
el punto de inflexión más importante sobre cómo concebimos los ejercicios
2020 y 2021 desde la perspectiva del cumplimiento de las reglas fiscales,
y trabajaremos con estas referencias. Evidentemente, quedan
deshabilitados -digámoslo así- los planes económicos-financieros, quedan
deshabilitados aquellos acuerdos de no disponibilidad que se hubieran
generado en estos contextos o los planes de ajuste para los agentes
territoriales, que, como saben, tienen el objetivo de visualizar que se
puede dar cumplimiento a resolver el endeudamiento. Los hemos reorientado
a trabajar con los entes territoriales desde la perspectiva de la
tesorería, que, como les decía, nos preocupa, y la mantenemos
perfectamente monitorizada para que exista esa capilaridad en los pagos y
no perder de vista el PMP, el periodo medio de pago a proveedores, tan
importante en nuestra economía. De hecho, los indicadores,
afortunadamente, fruto del esfuerzo de financiación, son muy buenos en
todos los niveles territoriales. Siempre estamos monitorizando esa
tesorería, aunque no tanto a través de los planes de ajustes, como de los
planes de tesorería. Por tanto, hay grandes consecuencias por la
suspensión de las reglas fiscales, porque permitirá que estas
administraciones se centren en esta política fiscal expansiva de la que
tanto hemos hablado en estos momentos tan complicados.
Sobre los entes locales, cuestión sobre la que preguntaba el portavoz del
Grupo Plural, esto liga con lo que han venido planteando los
ayuntamientos. Esta suspensión de las reglas fiscales permite ejecutar
los remanentes sin límite, es decir, sin que tengamos que preocuparnos de
si son inversiones
financieramente sostenibles, si son inversiones o qué concepto de gasto.
Abarca los gastos corrientes, y movilizar 14 000 millones de remanente
ciertamente es un reto para las entidades locales. Evidentemente, el
impacto de la suspensión de las reglas fiscales en los entes locales
tiene de una dimensión importantísima, porque -insisto- les va a permitir
realizar esa movilización de remanentes en el ejercicio 2020. Desde que
el 20 de octubre lo aprobase el Congreso, es efectiva esta suspensión,
como saben, y, por tanto, ya están ejecutando sus remanentes sin límite
de déficit, sin límite de tipo de gasto, entendemos que con la prioridad
de activar la economía local. No tienen obligación de amortizar deuda. El
artículo 32 de la ley orgánica pretende velar por esta amortización de
deuda cuando existe superávit, es decir, estos superávits tienen que
destinarse a financiar esos déficits, a atender la 413, la cuenta de
obligaciones pendientes, que indirectamente nos está permitiendo no
incrementar el endeudamiento neto, o sea, también es una forma de no
incrementarlo. Piensen en las cifras de IFS que han materializado los
ayuntamientos en los últimos años: en 2018 ejecutaron 1390 millones, en
2019 fueron 1307 millones y hasta la fecha llevan unos 800 millones. Por
tanto, es un reto importante -insisto- en el que creo que se deben
centrar las entidades locales para ser capaces de movilizar todos esos
recursos, en torno a 14 000 millones.
Creo haber dado respuesta a todos. En cualquier caso insisto en que,
efectivamente, el Gobierno tiene un claro compromiso con la proyección de
esta doble política fiscal expansiva y, en el término de los ingresos, de
esta proyección sobre la que nos emplazamos a profundizar cuando la
situación económica lo permita.
Solamente quiero hacer una última reflexión, apelar a la responsabilidad
de los grupos políticos para que nuestro país pueda disponer de estos
presupuestos generales que permitan la transformación de la economía, que
creo que es la sensibilidad de esta sala en este contexto tan
extraordinario de emergencia sanitaria. Son cuentas desde el rigor y
desde el compromiso del Gobierno con todos, todos los sectores
económicos, sociales, sanitarios y, sobre todo, con todos los ciudadanos.
Muchas gracias.
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Muchas gracias, señora Bardón.
Vamos a despedir a la señora Bardón y en tres minutos estamos todos aquí
de nuevo para la siguiente comparecencia. Eso sí, agradeceríamos que
pasaran al letrado los nombres de las personas que van a intervenir por
parte de cada grupo.
Muchas gracias. (Pausa).
- DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO DE LA SEGURIDAD SOCIAL Y PENSIONES
(ARROYO SAN JOSÉ). A SOLICITUD DE LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS CIUDADANOS
(números de expediente 212/000795 y 212/000798); PLURAL (número de
expediente 212/000962); VOX (número de expediente 212/000687); POPULAR EN
EL CONGRESO (número de expediente 212/000629); SOCIALISTA Y CONFEDERAL DE
UNIDAS PODEMOS-EN COMÚ PODEM-GALICIA EN COMÚN (número de expediente
212/000919).
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Antes de nada, quiero recordar a
los portavoces que no es necesario agotar todo el tiempo -eso no lo manda
ninguna norma- y que el tiempo que ustedes usan para dirigirse unos a
otros también cuenta.
Pasamos entonces a la comparecencia del secretario de Estado de la
Seguridad Social y Pensiones, el señor Arroyo, a quien doy la palabra
para que pueda comenzar su intervención. Muchas gracias por estar aquí
con nosotros.
El señor SECRETARIO DE ESTADO DE LA SEGURIDAD SOCIAL Y PENSIONES (Arroyo
San José): Gracias, presidente. Muchas gracias a todos. Es un orgullo y
un honor estar aquí.
Antes de comenzar, quiero darles las gracias a todos ustedes en
representación de sus grupos por el acuerdo del Pacto de Toledo que
alcanzaron hace unas semanas. Es muy relevante de cara a la presentación
que les voy hacer, porque buena parte del sentido de este presupuesto
está incardinado en las recomendaciones del Pacto de Toledo. Es la
primera norma que va a empezar a hacer realidad las recomendaciones que
allí alcanzaron y por eso quiero agradecérselo. Además, este presupuesto
si tiene otra característica es que es un presupuesto que viene marcado
por las consecuencias de la pandemia, y quiero aprovechar también para
tener un recuerdo para tantas personas que han fallecido -entre ellas,
bastantes funcionarios de la Seguridad Social- y sus familiares. La
Seguridad Social ha contribuido en la
medida de sus posibilidades a intentar paliar o hacer más llevaderas las
consecuencias de esta grave crisis y vamos a seguir haciéndolo, pero no
quería olvidarme de tener un recuerdo para estas personas.
Ya sin más, si les parece, comenzamos con una breve exposición de lo que
entendemos que son las líneas principales del proyecto de presupuesto de
la Seguridad Social para 2021 que vamos a organizar en tres grandes
bloques. (Apoya su intervención en un powerpoint). Voy a comenzar con una
exposición de sus principales magnitudes, de los grandes ingresos y
gastos del sistema, que básicamente van dirigidos a fortalecer la acción
protectora de la Seguridad Social. Este presupuesto, como les decía,
viene marcado por la resaca de la pandemia. El año 2020 ha sido un
ejercicio extraordinariamente complejo, donde claramente todas las
previsiones que pudiéramos tener al principio del ejercicio se vieron
superadas tanto en ingresos como en gastos. Hemos tenido una fuerte caída
de ingresos principalmente determinado por la caída de la afiliación,
pero también por las medidas que se han adoptado para hacer más llevadera
la pandemia para los agentes económicos, como por ejemplo las
exoneraciones de cuotas asociadas a los ERTE y también las prestaciones
extraordinarias para autónomos. Por otra parte, hemos tenido un fuerte
incremento del gasto, básicamente del gasto por incapacidad temporal;
además de la nueva prestación del ingreso mínimo vital, que en principio
estaba previsto desarrollarla a lo largo de la legislatura, pero que
dadas las circunstancias se decidió llevarla adelante durante este
ejercicio. Por otro lado, las ayudas a autónomos también han supuesto un
importantísimo desembolso económico. Todo ello ha conllevado, como no
podía ser de otra manera, un fuerte aumento de las necesidades de
financiación del sistema. El año 2021 va a ser un ejercicio que por venir
de un ejercicio tan extraño como 2020 va a tener alguna característica
singular. (La señora presidenta ocupa la Presidencia).
El gasto en prestaciones en principio va a tener una evolución de
aproximadamente un 3 %. El gasto en pensiones, como saben, incorpora una
revalorización de las pensiones contributivas de un 0,9 % en línea con la
inflación esperada, y en principio deseamos que esta revalorización no
esté en dexación con el índice de precios al consumo, con el valor
esperado del índice de precios al consumo y se pueda convertir en una
realidad ya su incorporación a la Ley General de la Seguridad Social en
breve dando cumplimiento a las recomendaciones del Pacto de Toledo. Es un
crecimiento de las prestaciones moderado. Esto va a ir acompañado de un
fuerte incremento de la recaudación. La recaudación en principio va
asociada a la recuperación económica. Este ha sido un año con una
destrucción de empleo muy fuerte que ha ido en paralelo a una caída del
PIB muy fuerte. El año que viene se prevé una fuerte recuperación del PIB
y una fuerte recuperación del empleo. Asimismo, esperamos una moderación
del gasto en IT con una caída del que hemos llamado gasto en incapacidad
temporal COVID.
Otra característica muy importante de este proyecto de presupuestos es que
empezamos a dar cumplimiento a la recomendación 1 del Pacto de Toledo,
que hablaba de la asunción por parte del Estado de aquellos gastos no
contributivos que no corresponde que sean financiados con cotizaciones,
lo que vulgarmente a veces llamamos gastos impropios, y en este
presupuesto por fin se contempla una transferencia específica de la
Administración del Estado, realmente tres transferencias, para dar
cumplimiento a esta recomendación. Doy algunas magnitudes: los ingresos
totales, incluyendo cotizaciones, incluyendo ingresos por transferencias,
van a crecer un 1,31 %, y de ellos un 3,7 son ingresos por cotizaciones;
el gasto en pensiones va a crecer alrededor del 3 % y los gastos totales
van a descender alrededor del 1,9 %. Aquí podemos ver un poco el desglose
de los ingresos y cómo las cotizaciones sociales aumentan en un 3,77 %.
Esto es un poco engañoso porque, como saben sus señorías, las
cotizaciones sociales incorporan dentro de ese agregado las cotizaciones
de los desempleados. Las cotizaciones de los desempleados funcionan como
una especie de estabilizador automático. En los años de crisis fuerte las
cotizaciones de desempleados hacen que los ingresos por cotizaciones a la
Seguridad Social no caigan tanto como el empleo y al revés, en los años
de fuerte creación de empleo, las cotizaciones de desempleados caen
aunque crezcan las cotizaciones de ocupados. De alguna manera son dos
magnitudes que se compensan. Las cotizaciones de ocupados están creciendo
o se prevé que crezcan por encima del 6 %; o sea, aquí se prevé una
reducción del desempleo y una fuerte reducción de las cotizaciones de
desempleados.
Las aportaciones del Estado aumentan ligeramente en el proyecto de
presupuestos, pero tienen una composición muy diferente. Debajo podemos
ver el desglose. Podemos observar cómo en 2020 había una transferencia
extraordinaria, que era para equilibrar el impacto derivado del COVID-19.
Esta fue una transferencia a la que hubo que dar origen durante el
ejercicio para hacer frente al aumento de gasto, sobre todo provocado por
las prestaciones para autónomos, también por el aumento del gasto en IT y
fundamentalmente también por la caída en la recaudación por una
transferencia extraordinaria. En 2021
lo que aparece en el siguiente renglón es una transferencia por 13 929
millones, que va a dar cumplimiento a esa recomendación primera del Pacto
de Toledo. Esta recomendación pide culminar el proceso de separación de
fuentes de financiación, separar lo que es contributivo y lo que no es
contributivo. Más adelante podemos ver qué elementos dan lugar a este
importe, aunque ya fue presentado por el ministerio en la Comisión del
Pacto de Toledo. En principio, aunque las transferencias de 2020-2021
parezcan no aumentar demasiado, su composición es muy diferente, porque
sustituimos una transferencia extraordinaria, que tuvo lugar
exclusivamente para atender una situación de crisis, por una
transferencia estructural; esta transferencia para culminar la separación
de fuentes va a ser una transferencia permanente y que, en principio, en
una situación de estabilidad cíclica -o sea, una situación en la que no
estemos en mitad de una crisis- debería ser suficiente para, en las
circunstancias actuales y con la demografía actual, cubrir buena parte
del déficit estructural del sistema de Seguridad Social. Esta
transferencia no solamente da cumplimiento a la recomendación número 1
del Pacto de Toledo, sino también a la recomendación que hizo la
Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, la AIReF, en su
opinión sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones. Después podré
hacer, por supuesto, cualquier aclaración.
Aquí podemos ver la evolución de las cotizaciones sociales. Me interesa
destacar las barras verticales, que representan el porcentaje que las
cotizaciones sociales suponen sobre el total de ingresos no financieros
del sistema. Pueden ver cómo en 2020 y en 2021 ese desplome de
cotizaciones no ha supuesto una caída de los ingresos, sino que esos
ingresos han sido cubiertos por el Estado. Cuando la Seguridad Social ha
sido incapaz con sus propios ingresos de responder a sus obligaciones, el
Estado actuó en 2020; y en 2021 lo que se hace es ordenar de alguna
manera este sistema para que los ingresos por cotizaciones sean
suficientes para responder de aquellos gastos que les corresponde. Aquí
podemos ver cómo se descomponen los dos grandes componentes de
crecimiento de los ingresos, que son las cotizaciones y el crecimiento de
la base de cotización media, cómo en 2020 tuvimos una fuerte caída del
número de cotizaciones cercano al 10 %, pero la caída de la recaudación
no fue tan grande. ¿Eso por qué es? Porque las bases de cotización,
aunque pueda parecer en principio paradójico, subieron con fuerza por lo
que se conoce como efecto composición, y es que aquella gente que perdió
su empleo durante lo peor de la crisis muchos eran trabajadores
temporales y en general con bases de cotización bajas. Cuando pierde su
empleo gente con salarios bajos, los que quedan tienen salarios más altos
y la base media del sistema sube. En 2021 pensamos que con la
recuperación del empleo ese efecto se revertirá, con lo cual casi todo el
crecimiento en 2021 creemos que vendrá determinado por el número de
cotizaciones, es decir, por un aumento del empleo. Esta es la imagen
especular del gráfico que les presentaba antes. Aquí podemos ver cómo las
transferencias del Estado han aumentado, están cerca de suponer un 20 %
de los ingresos totales de la Seguridad Social, tanto en 2020 como en
2021. Lógicamente, 2020 tiene unas características muy particulares, pero
esto es una tendencia bastante común en casi todos los sistemas de
Seguridad Social de nuestro entorno. El peso de las transferencias
generales del Estado o de los ingresos generales tiende a ir creciendo
paulatinamente, sobre todo por la jubilación de las generaciones más
numerosas, las cercanas al baby boom.
Aquí se puede ver la descomposición de las transferencias del Estado a la
Seguridad Social. Podemos observar las transferencias más tradicionales,
como las destinadas a financiar los complementos a mínimos, que también
es en cumplimiento de la recomendación de separación de fuentes del Pacto
de Toledo, pero esta viene de 1995, la financiación de las pensiones no
contributivas, etcétera. La financiación del ingreso mínimo vital es una
transferencia también nueva de 3000 millones. Y, luego, estas tres que
aparecen aquí referidas como de Pacto de Toledo, son las tres
transferencias que suman los 13 000 millones de los que les hablaba antes
y que dan respuesta a esta recomendación número 1 del Pacto de Toledo.
Hay una para financiar las reducciones a la cotización, que se entiende
que tienen una naturaleza, una política activa de empleo y, por tanto,
tienen que ser financiadas, al igual que las bonificaciones, por ingresos
generales del Estado; una transferencia para cubrir las prestaciones por
nacimiento y cuidado de menor contributivas, que es lo que antes era la
prestación por maternidad y paternidad; y, luego, una transferencia que
pone Pacto de Toledo, otros conceptos, y que se compone de un conjunto de
elementos -que luego si quieren podemos repasar- que son los que dan
contenido a esta recomendación. Son aquellos conceptos que se entiende
que, por tener una naturaleza eminentemente no contributiva, han de ser
financiados por ingresos generales. Esto es un poco el repaso del
presupuesto de gastos. La magnitud fundamental son las transferencias
corrientes, lógicamente. Aquí están las pensiones contributivas y no
contributivas, las prestaciones y subsidios. Y, como pueden ver, de 2020
a 2021
prácticamente no varían. De hecho, bajan un poco. Las pensiones crecen un
3 %, como luego veremos. El total apenas se mueve, porque aquí lo que se
contempla es una reducción muy fuerte de las prestaciones extraordinarias
para autónomos, que en el proyecto de presupuestos de 2021 se entiende
que no van a ser necesarias en los niveles que se han utilizado en 2020 y
se contempla una reducción significativa del volumen de estas
prestaciones. En cuanto a gastos corrientes, hay un importante aumento
del 6,66 %. Esto viene determinado por varios motivos. Uno de ellos es
por las medidas que se han tenido que adoptar en relación con la
pandemia, sobre todo de cara a medidas sanitarias y de seguridad en la
red territorial, en la red de oficinas de la Seguridad Social. Ha habido
que contratar vigilancia; se está abriendo un sistema de cita previa; y,
lógicamente, ha habido que extremar las medidas de limpieza y de higiene,
y todo esto ha supuesto un incremento significativo del gasto corriente.
Por otro lado, también hay un aumento importante del gasto derivado de
una modificación en el criterio por el que se realizan las comunicaciones
electrónicas del sistema de la Seguridad Social, fundamentalmente el
INSS, que ha determinado que el sistema tenía que ser más seguro y su
implementación ha supuesto un incremento del gasto. Las inversiones
reales aumentan también de manera muy importante en un 34 % en el
proyecto de presupuestos. Esto fundamentalmente se debe a que en 2020
prácticamente no se han podido ejecutar muchas inversiones previstas por
causa de la pandemia y todas estas se trasladan a 2021. O sea, no hay un
incremento de gastos, sino un traslado de gastos del ejercicio 2020 a
2021.
Por último, y me voy a detener un poco, hay un fuerte incremento en el
capítulo 1, que se corresponde con gastos de personal, de un 8 %, que
supone un incremento total de aproximadamente 200 millones de euros
respecto a la previsión de liquidación de 2020. Este incremento trae su
causa de la necesidad -que ha reconocido la Seguridad Social y que se
desprende también de la recomendación número 8 del Pacto de Toledo- de
adaptar sus medios técnicos y humanos, de modernizarlos y de adaptar la
Administración. Nos estamos dando cuenta ahora -aunque algunos que la
conocemos desde dentro ya éramos conscientes- de que realmente se está
quedando un poco atrás, de que durante los últimos años ha perdido un
número muy importante de efectivos, de que si no hacemos nada en los
próximos años va a perder un número todavía mayor y, sobre todo, se va a
producir un fuerte envejecimiento de su plantilla, y realmente no podemos
sino comenzar un proceso de renovación de esta plantilla, que, además,
queremos que vaya acompañado de un proceso de modernización. O sea,
queremos que esta adaptación de los medios humanos no sea simplemente un
incremento de personal y, por lo tanto, un incremento de coste, sino que
realmente suponga a largo plazo un ahorro porque mejoraremos la
eficiencia de la gestión.
Aquí podemos ver cómo el incremento en pensiones entre 2010 y 2021 ha sido
muy importante. Por años, el crecimiento más importante en los últimos
años ha sido en 2018 y en 2019 -y podemos verlo a continuación-
básicamente por el importe de las revalorizaciones. Si nos fijamos en los
años centrales del periodo, esta es la descomposición del crecimiento:
qué parte se debe a aumento del número de pensiones, qué parte se debe a
la revalorización de las pensiones y qué parte se debe a lo que llamamos
efecto sustitución. Ese efecto estadístico se produce porque las
pensiones que entran en el sistema son más altas que las de los
pensionistas que van abandonándolo. Durante los años 2014 a 2017 la
revalorización fue prácticamente insignificante, fueron años de inflación
muy baja y, en cambio, 2018 y 2019 fueron años de fuerte inflación o de
inflación importante, y eso supuso un incremento relevante del importe
nominal de la nómina de pensiones. Para 2021 esperamos un crecimiento
equilibrado, prácticamente de un tercio de cada uno de los tres grandes
factores. Esto que ven aquí es el crecimiento en el capítulo 1 que les
comentaba. Aquí está incluido tanto el gasto de las entidades gestoras y
servicios comunes de la Seguro Social como de las mutuas colaboradoras de
la Seguridad Social. Podemos ver cómo entre 2011 y 2019 se produjo un
importante decrecimiento del gasto en el capítulo 1, y esto se debió
fundamentalmente a la baja, casi inexistente, tasa de reposición de los
funcionarios. El número de funcionarios que se jubilaba no era ni mucho
menos compensado por los funcionarios nuevos que entraban en el sistema,
y eso suponía un paulatino descenso en el número de efectivos. En 2020 se
ha producido una modificación parcial de la RPT que ha supuesto una
incorporación de 500 plazas nuevas al Sistema de Seguridad Social; 500
plazas puede sonar a mucho pero realmente es la mitad de lo que se está
jubilando en un año en el Sistema de Seguridad Social, o sea, realmente
no es una magnitud muy relevante pero para nosotros ha sido un importante
alivio, y en 2021 contemplamos un incremento similar que, como les digo,
realmente lo único que hace es compensar en parte esta pérdida de
efectivos que se ha venido produciendo.
Para que tengamos unas cuantas cifras, unas cuantas referencias, la
Seguridad Social cuenta actualmente con 26 000 funcionarios; esto supone
un 20 % de reducción desde 2010. La edad media de
la plantilla es de 55 años, pero un 60 % tiene más de 55 años. Un 10 % de
esta plantilla, es decir, unas 2600 personas, se van a jubilar en los
próximos tres años, y no solo eso sino que si esto no lo remediamos, la
edad media de la plantilla va a seguir aumentando; prácticamente está
aumentando a un año por año. O sea, si ahora mismo la edad media es de 55
años, el año que viene será casi de 56 y nos podemos hacer una idea de
cuál es la perspectiva si no tomamos medidas y ponemos los medios para
solucionar esto. Esta es la evolución del personal que les decía, esta
reducción del 20 % desde una plantilla de 33 000 funcionarios en 2011 a
la de 26 000 funcionarios que tenemos en la actualidad, y la distribución
por edades: casi un 60 % es mayor de 55 años, solamente un 5 % de la
plantilla es menor de 40 años. Y, ¿qué queremos hacer? ¿Cómo queremos
emprender esta actuación para solucionar este problema? Pues, como les
decía, no pretendemos simplemente un aumento de la plantilla sin más, o
una reposición de los puestos que se van perdiendo, sino que queremos
aprovechar para adaptar la Administración de la Seguridad Social, que es
lo que nos ha pedido realmente el Pacto de Toledo, a una sociedad
moderna, a una sociedad distinta, que ha cambiado mucho desde que se creó
la Seguridad Social, sobre todo desde que se creó su estructura actual.
Esta es una Seguridad Social -y no lo perdamos de vista- pensada en los
años ochenta, una sociedad en la que la mayoría de los trámites eran
todavía presenciales, en papel; una sociedad muy poco informatizada. La
sociedad ha avanzado mucho y la Seguridad Social ha ido avanzando pero
lógicamente al final tiene unos límites estructurales a los que es
difícil responder sin hacer cambios esenciales. Queremos una Seguridad
Social que esté volcada en la atención al ciudadano, que tenga un mayor
peso el canal digital, es decir, que sea una Seguridad Social con canales
telemáticos más potentes y en los que prime la anticipación, es decir,
queremos una Seguridad Social proactiva, que se dirija a los ciudadanos
sin tener que esperar a que los ciudadanos se dirijan a ella, que sea
capaz de anticipar cuándo una persona va a necesitar de una actuación de
la Seguridad Social y estar ahí para ello. Esto va a suponer o
pretendemos que suponga una reorganización de la estructura actual.
La Seguridad Social actualmente está organizada en direcciones
provinciales que, para aquellos de ustedes que no conozcan cómo funciona,
viene a ser como una réplica de la Seguridad Social en su conjunto en
cada provincia; son como seguridades sociales pequeñitas que están
repartidas en cada provincia. Esta es una estructura que tiene mucho
sentido en un sistema en el que no haya posibilidades de comunicarse
entre unas provincias y otras, porque al final lo que necesitas es ser
capaz de replicar todo, desde los actos de afiliación, de recaudación o
de reconocimiento de prestaciones en cada provincia de una unidad casi
independiente del resto. Pero nosotros pensamos que no se debería
trabajar así hoy; nosotros pensamos que tenemos que ir a una Seguridad
Social organizada en áreas funcionales, que es mucho más eficiente.
Tenemos una Seguridad Social que no tiene por qué estar volcada en
gestionar, afiliar, recaudar en cada territorio, sino que podemos tener
áreas funcionales con especialización funcional y en las que tengamos un
personal mucho más especializado, es decir, podemos tener especialistas
en prestaciones o en recaudación no necesariamente en cada territorio
sino desvinculados de la dirección provincial. Es decir, queremos una
Seguridad Social no de generalistas sino de especialistas. Lógicamente,
esto tiene que ir acompañado de un proceso de cualificación y de
retención del talento. Queremos que los funcionarios, a los que vamos a
exigir esta especialización, puedan tener una carrera profesional acorde.
Queremos ir a una Seguridad Social que pueda atender de manera
multicanal, es decir, que pueda atender presencialmente; lógicamente, no
se va a eliminar la atención presencial, pero que también pueda responder
a una gestión que tenga que hacer un ciudadano por su teléfono móvil, por
su ordenador. Queremos tener equipos flexibles, que sean capaces de
responder a situaciones imprevistas. Queremos tener una atención
especializada. En última instancia, lo que nos gustaría -es el modelo que
tenemos nosotros en la cabeza- es que casi cada ciudadano pueda tener un
funcionario dedicado a él, una atención realmente personalizada y, como
les decía, una gestión proactiva en la que la Seguridad Social pueda
anticiparse.
Ya hemos dado algunos pasos en este sentido. Yo creo que la crisis y la
pandemia nos ha obligado lógicamente -con una situación en la que buena
parte de la plantilla de la Seguridad Social ha estado teletrabajando o
en algunos casos hemos tenido un importante número de funcionarios que no
han podido trabajar presencialmente porque hemos tenido centros cerrados
o hemos estado confinados- a tener que potenciar de alguna manera
precipitada el funcionamiento telemático de la Seguridad Social. Queremos
que esto, que en principio ha sido una respuesta de urgencia a una
situación imprevista, se pueda convertir en un modelo de futuro. Queremos
una Seguridad Social en la que el sistema de trabajo pueda estar mucho
más interrelacionado con el trabajo telemático, con la digitalización.
También otra cosa que hemos aprendido durante la pandemia es que muchos
procesos que actualmente estaban realizando los funcionarios, que eran
procesos repetitivos y muy manuales, se
pueden automatizar. Son procesos que se pueden robotizar y que pueden
permitir que el funcionario al final se pueda dedicar a tareas de mayor
valor añadido, más productivas, en las que también pueda tener una mayor
realización laboral, y eso lógicamente requiere un replanteamiento del
flujo de trabajo, requiere un análisis de cómo es la gestión de tareas
actualmente en la Seguridad Social y diseñar una Seguridad Social que
vaya más en función de la creación de valor, de aportar valor al
ciudadano, que del mero trámite administrativo. Lógicamente, esto
conlleva una incorporación de perfiles especializados, una
recualificación del personal actual y una incorporación de personal con
cualificaciones distintas de las que a día de hoy tenemos. También supone
dar pasos en algunos elementos como la cooperación interadministrativa.
Esto, por ejemplo, lo estamos experimentando intensamente a raíz de la
gestión del ingreso mínimo vital porque su gestión es muy compleja, es
una prestación muy compleja y muy distinta a las que hasta ahora había
venido gestionando la Seguridad Social porque tiene requisitos, por
ejemplo, a nivel de hogar, no a nivel de individuo, o requisitos que
requieren el cruce con datos fiscales, que normalmente ha sido algo ajeno
a la Seguridad Social. Esto nos ha obligado a establecer cruces, incluso
diarios, con la Agencia Tributaria y con el Instituto Nacional de
Estadística. Todo esto ha supuesto que en la práctica necesitemos un
sistema muy rápido de comunicación con otras administraciones, lo que
implica que en cada cruce que yo soy capaz de hacer con una
administración para evitar que un ciudadano tenga que aportarme un
documento o tenga que presentarme un papel, le estoy facilitando a él
también la vida. Son cuestiones en las que la Seguridad Social tiene que
avanzar porque vemos claramente que es el futuro de la gestión del
sistema.
Hay otro elemento que me parece muy importante en este proyecto de
modernización de los medios humanos de la Seguridad Social que
planteamos, que es el aspecto territorial o el aspecto geográfico. La
Seguridad Social tiene una estructura territorial extraordinariamente
granular. No hay una ciudad en España, no hay prácticamente un pueblo en
el que no exista alguna representación de la Seguridad Social, bien sea
una administración, bien sea un Caiss o una dirección provincial, y
pensamos que esto es una enorme riqueza; es decir, pensamos que la
Seguridad Social es una estructura territorial muy cercana al ciudadano,
lo que supone una riqueza enorme que no queremos que se pierda porque, al
final, el desarrollo económico ha ido en paralelo a una concentración de
la actividad en las grandes ciudades de España, en Madrid, Barcelona,
Valencia y Sevilla. Nosotros no pensamos que esto tenga que ser así, es
decir, pensamos que la Seguridad Social no tiene por qué perder esta
riqueza territorial que tiene actualmente y esto va vinculado, como les
decía, a que la gestión no tiene por qué estar unida a la actividad
económica. A día de hoy, direcciones provinciales como Madrid, Barcelona,
Bilbao o Sevilla tienen un volumen de trabajo enorme, y luego hay
direcciones provinciales en otras zonas, en lo que se conoce como la
España vaciada, donde la actividad económica es mucho menor y,
lógicamente, la carga de trabajo de esas plantillas es mucho menor. Esto
no es una solución satisfactoria para nadie, pero podríamos ir a una
situación en la que las cargas de trabajo se igualasen simplemente si
fuéramos capaces de movilizar el trabajo desde las direcciones
provinciales, donde tienen un exceso de carga de trabajo, a las que no lo
tienen. Es decir, no hay ningún motivo profundo por el que una dirección
provincial como Soria no pueda estar gestionando expedientes de
Barcelona, por poner un ejemplo. Este tipo de administración en la que la
gestión territorial no tiene por qué responder a la actividad territorial
nos permitiría mantener una presencia en todo el territorio -y yo creo
que eso tiene ventajas, fundamentalmente desde el punto de vista de
cohesión social y de lucha contra esta despoblación o contra esta inercia
que parece que hace inevitable que algunos territorios vayan perdiendo
servicios y presencia del Estado- y, al mismo tiempo, mantener una
eficacia en la gestión e incluso aumentarla, porque podemos hacer un uso
más eficaz de los medios disponibles. Este es el otro gran eje a través
del cual queremos desarrollar esta modernización de la Administración de
la Seguridad Social.
Si les parece, paso a otro bloque, que es la parte del gasto. El gasto en
protección o el gasto dedicado a las familias en el proyecto de
presupuestos de 2021 va a ascender a 164 718 millones, y esto básicamente
se corresponde con estas grandes magnitudes: 202 000 millones en
pensiones de jubilación; 24 000 millones en pensiones de viudedad; 13 000
millones en incapacidad permanente; 2000 millones en pensiones de
orfandad; 3000 millones destinados al ingreso mínimo vital y 2800
millones para la prestación del permiso por nacimiento y cuidado del
menor que, como saben, aumenta por la equiparación ya definitiva entre
hombres y mujeres. Estas son las principales magnitudes que, repetimos,
son un poco el resumen de las grandes áreas a las que nos queremos
dedicar en 2021.
Si quieren, paso a comentarles cómo va a quedar el déficit en 2021 y cómo
se va a componer, aunque ya se lo he anticipado. Como les decía, la
Seguridad Social tradicionalmente ha recibido transferencias,
por lo menos desde que se inició el proceso de separación de fuentes, para
la financiación de aquellos elementos no contributivos del sistema; por
ejemplo, los complementos a mínimos o las pensiones no contributivas. En
2018 se recibió por primera vez una trasferencia, técnicamente muy
novedosa, para el equilibrio del sistema; una trasferencia no finalista,
una trasferencia genérica de poco más de 1000 millones que daba el Estado
a la Seguridad Social para ayudarle a cumplir su objetivo de déficit. El
resto del déficit era cubierto mediante préstamos. En 2020, con la crisis
y con el gasto derivado del COVID, se ha producido algo distinto, y es
que la Seguridad Social ha tenido que realizar muchos gastos que en
principio no son contributivos. Es decir, por ejemplo, el gasto
extraordinario en prestaciones para autónomos es un gasto no contributivo
porque los autónomos no habían cotizado por él; es un gasto que se ha
entendido que era urgente e imprescindible adoptar, pero no había habido
una cotización previa. Por tanto, era un gasto no contributivo. ¿Qué ha
sido lo racional? Lo racional ha sido que la Seguridad Social, que tiene
un sistema administrativo muy potente y que tiene relaciones con todos
los autónomos, sea la encargada de realizar ese gasto y de hacer llegar
esa prestación a los autónomos. Pero, lógicamente, al ser un gasto no
contributivo, se ha considerado que era necesario que esa financiación
viniera del Estado.
Ese modelo en el que la Seguridad Social es utilizada por el Estado de una
manera instrumental para llevar a cabo gastos o gestiones, básicamente
porque tiene una estructura administrativa potente y puede hacerlo y es
capaz de hacerlo con eficacia, pero el Estado le financia esas políticas,
es lo que pensamos que tiene que ser la Seguridad Social en el futuro.
Por eso es tan importante la recomendación número 1 del Pacto de Toledo.
No queremos que la Seguridad Social deje de hacer funciones no
contributivas, pensamos que puede hacerlas y muy bien, pero la separación
de fuentes, como así ha reconocido el pacto, tiene que estar clara. La
Seguridad Social pagará con cotizaciones aquellas prestaciones
contributivas y recibirá financiación para todas aquellas otras cosas que
muy legítimamente los distintos Gobiernos o el Parlamento entiendan que
la Seguridad Social puede o debe hacer. En 2021 esa trasferencia
extraordinaria recibida durante 2020 se convierte en una transferencia
estructural que da respuesta a los gastos que se han identificado como no
contributivos en su presupuesto.
Esta sería la foto que pensamos que nos podemos encontrar dentro de unos
años. El déficit de la Seguridad Social en 2021 va a ser,
aproximadamente, del 1,3 %, según nuestro presupuesto, en el sistema de
la Seguridad Social, pero es un déficit básicamente cíclico que viene
determinado por la crisis originada por el COVID. Esta crisis, que todos
pensamos que va a ser transitoria y que va a acompañar a la situación
sanitaria pero que desaparecerá con la solución de aquella, al final
dejará paso a lo que teníamos hasta 2019, que era un déficit estructural
de, aproximadamente, 1,6 puntos del PIB. Si esto es así y el déficit
cíclico desaparece de aquí a 2023, nos encontraríamos en 2003 que con la
transferencia estructural que ha empezado a recibir la Seguridad Social,
el déficit estructural básicamente desaparece en el corto plazo y la
Seguridad Social tiene que empezar a pensar -es el segundo mandato que
nos ha hecho el Pacto de Toledo en su recomendaciones- en el déficit que
va a tener a medio y largo plazo como consecuencia del envejecimiento
demográfico. Es decir, la Seguridad Social tenía dos problemas: un
problema a corto plazo, que era un déficit que no había causado ella y
que no tenía instrumentos para solucionarlo, un déficit no vinculado con
su naturaleza contributiva, y un problema a largo plazo, provocado por la
jubilación de la generación baby boom, para el que tiene instrumentos de
actuación -algunos ya existen, otros el Pacto de Toledo nos recomienda
que se analicen-; es un problema completamente distinto y para el que sí
tiene mecanismos de actuación. Nos parece que el hecho de haber
clarificado las dos situaciones, de haber separado los dos problemas y
haber dado respuesta desde donde se puede dar respuesta al primero de
ellos, que es desde los Presupuestos Generales del Estado, primero,
clarifica completamente la situación y, segundo, contribuye a dar
tranquilidad a los pensionistas actuales y a los futuros pensionistas al
decirles que no solamente la Seguridad Social no está en quiebra, sino
que parte de una situación más favorable que en muchos de los países de
nuestro entorno, porque tenemos una población comparativamente aún más
joven, un nivel de cotizaciones relativamente alto y una edad de
jubilación efectiva comparativamente en la zona media-alta. Es decir, no
partimos de una situación tan mala, pero la presencia hasta este
ejercicio de un déficit muy importante que desfiguraba un poco la
realidad financiera del sistema impedía verlo.
Por fin, me remito a las cuatro recomendaciones a las que estos
presupuestos comienzan a poner realidad normativa: la primera, que ya les
he comentado, es el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones;
la segunda es la separación de las fuentes de financiación, de lo que
también hemos hablado ya; la tercera, la recuperación y renovación de la
plantilla, que es la recomendación número 8 y que les he
explicado con algo de detalle; y la cuarta, la potenciación de la
previsión social complementaria, que es el mandato que contiene la
recomendación número 16.
En cuanto al mantenimiento del poder adquisitivo, en 2021 las pensiones se
van a revalorizar al 0,9 %, que es el IPC previsto, y las no
contributivas lo harán al doble, al 1,8 %, que es también el porcentaje
al que se revalorizará el ingreso mínimo vital que, como saben, está
vinculado a las pensiones no contributivas. Con esto damos cumplimiento
al artículo 50 de la Constitución y damos certidumbre a los pensionistas.
Pretendemos que esto pueda incorporarse en breve a la legislación
ordinaria de Seguridad Social mediante una fórmula de revalorización
estable que garantice el poder adquisitivo de los pensionistas. Esto está
en línea con los países de nuestro entorno; realmente, era muy anómalo el
sistema que teníamos hasta ahora, que era una fórmula que no estaba
vinculada ni al IPC ni a los salarios.
En cuanto a la separación de fuentes, como les decía, vamos a recibir una
transferencia que prácticamente cubre cuatro quintas partes de estos
gastos no contributivos que aún persisten en la Seguridad Social, 13 900
millones de euros, que se descomponen en los integrantes que ahí tenemos.
Este es el cálculo de estos gastos no contributivos que están incluidos
en esta transferencia.
En cuanto a la última recomendación, que es la número 16, la de
potenciación de los sistemas complementarios, no sé si la secretaria de
Estado de Presupuestos y Gastos, que ha intervenido antes que yo, les ha
mencionado que en los presupuestos existe una disposición adicional donde
se da un mandato para la presentación de una propuesta de ley que cree un
fondo público de pensiones. En esta recomendación del Pacto de Toledo de
potenciación de los sistemas de ahorro complementarios, fundamentalmente
los sistemas colectivos o de empleo, la creación de este fondo pensamos
que puede ser un elemento muy importante para dinamizar este sistema de
ahorro complementario. En general, consideramos que son unas cuentas que
tienen su origen en una coyuntura marcada por la pandemia, que dan
respuesta a las recomendaciones acordadas en el Pacto de Toledo, que
consiguen o están muy cerca de conseguir un equilibrio del sistema a
medio plazo y que contienen, además, el germen de un sistema de gestión
de nuestra Seguridad Social más moderno y eficiente, una vez más, dando
cumplimiento a la recomendación del Pacto de Toledo.
Sin más, quedo a su disposición.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias por su intervención y por la extensa
explicación.
Damos la palabra ahora a los portavoces de los diferentes grupos
parlamentarios. Las intervenciones serán de no más de cinco minutos.
Tiene la palabra doña María Muñoz Vidal, por el Grupo Parlamentario
Ciudadanos.
La señora MUÑOZ VIDAL: Gracias, presidenta.
Buenas tardes, secretario. Señor Arroyo, bienvenido a esta Comisión de
Presupuestos. Como tenemos poco tiempo, voy a centrarme directamente en
el punto exacto.
El proyecto de presupuestos prevé que la Seguridad Social contará en 2021
con un presupuesto de 172 429 millones de euros, un 4,3 % superior al
ejercicio 2020. Este aumento viene por la revalorización de las pensiones
para 2021, el 0,9 % para las contributivas y el 1,8 % para las no
contributivas, y el establecimiento de una nueva prestación del ingreso
mínimo vital. Como suele ser habitual, los gastos son mucho más ciertos
que los ingresos, sobre todo en un contexto como en el que nos
encontramos, marcado por la pandemia de la COVID-19. Insisto en que me
sorprende lo optimistas que son las previsiones de ingresos de este
Gobierno, porque se estiman unos ingresos por cotizaciones sociales que
alcanzarán los 125 144 millones de euros, es decir, un 3,8 % más que el
año pasado. Mi primera pregunta es si no creen que existe un riesgo
significativo de que, ante un escenario adverso de la pandemia, el
desempleo pueda aumentar a niveles que comprometan esas previsiones de
ingresos por cotizaciones a la Seguridad Social.
En cuanto a las fuentes de financiación y el déficit de la Seguridad
Social, ya ha abundado usted bastante, así que voy directamente al
macrofondo de pensiones de promoción pública, que ha ocupado los últimos
minutos de su intervención. Esta es otra iniciativa destacada de su
departamento que está en este anteproyecto de presupuestos y sobre la que
ya le adelanto que mi grupo parlamentario comparte el fondo de pensiones
de promoción pública, que además da cumplimiento a la recomendación 16
del Pacto de Toledo. Es una idea muy interesante -ya le he dicho que la
compartimos- que permite materializar una de las propuestas que desde
hace tiempo mi grupo, Ciudadanos, ha propuesto, y es la necesidad de
implementar en nuestro país sistemas de previsión social complementarios,
similares a la famosa mochila austriaca; medidas que permitan fomentar el
ahorro de los trabajadores en este campo, a través del
segundo pilar, pero mediante un sistema integrado y con los ajustes
necesarios, que puede asimismo permitir las aportaciones voluntarias por
parte de los propios trabajadores, incluyendo también las de los
autónomos. Faltan por definir muchas cosas de este fondo, aspectos de su
diseño que consideramos muy importantes y que deberían ser orientados por
la propia normativa que se elabore desde el Gobierno y que se tramite en
esta Cámara, y no solo desde el ámbito de la negociación colectiva: por
ejemplo, el esquema de aportaciones a los planes vinculados a este fondo,
si los trabajadores están adscritos a los mismos por defecto o no, si
habrá o no aportaciones obligatorias por los trabajadores o si todas
serán voluntarias, si existirán mecanismos de incentivos, como el
matching entre las aportaciones empresariales y las que realicen los
trabajadores, y un largo etcétera. Me gustaría que me dijera, por
ejemplo, qué previsiones tiene su secretaría con respecto a la
presentación de este proyecto de ley que permita este desarrollo, qué
plazos maneja, qué mecanismos piensan establecer para fomentar la
aportación voluntaria de los trabajadores a estos planes de empresa, si
contemplan que los autónomos puedan participar de este sistema o si
tienen definidos en qué supuestos los trabajadores podrán rescatar los
derechos de su plan de pensiones antes de la jubilación. No sé si
plantean el rescate por desempleo de larga duración, como ocurría hasta
ahora con los planes de pensiones privados.
Por último, y no menos importante, querría centrar mi intervención
alrededor de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, unas
entidades sin ánimo de lucro que ya de por sí desempeñan un papel
fundamental en la gestión de determinadas prestaciones y que han
contribuido al correcto funcionamiento del sistema de la Seguridad
Social, pero que además ahora, con esta pandemia, han demostrado que son
absolutamente imprescindibles. Sin ir más lejos, han sido las mutuas las
que han asumido la responsabilidad de la gestión de la prestación de
protección extraordinaria de los trabajadores autónomos. Han hecho lo que
ha estado en su mano, igual que la sanidad pública. Estas mutuas
atraviesan una serie de dificultades que lastran su funcionamiento.
Díganos si contemplan en estos presupuestos algunas medidas destinadas a
compensar a las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social por las
funciones asumidas de forma extraordinaria durante esta pandemia. También
querría incidir en que estas mutuas arrastran limitaciones importantes en
su régimen de organización y funcionamiento desde los cambios normativos
que se acometieron hace una década; limitaciones como, por ejemplo,
disponer de cierto margen de flexibilidad del gasto que destinan a
personal. Cabe recordar que son entidades privadas, aunque desempeñan
funciones públicas. Tampoco entendemos que la supervisión de estas mutuas
corresponda al Ministerio de Hacienda y no al de Inclusión, Seguridad
Social y Migraciones.
Por último...
La señora PRESIDENTA: Se le ha acabado el tiempo.
La señora MUÑOZ VIDAL: ¿Puedo terminar? (Asentimiento).
Por último, quisiera saber si estas mutuas podrán desarrollar el control
de la incapacidad temporal, porque vemos que se puede supervisar la
evolución y decretar el alta en enfermedades profesionales graves y no en
enfermedades comunes leves.
Gracias, presidenta. Gracias, secretario.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Plural, tiene la palabra don Ferran Bel.
El señor BEL ACCENSI: Muchísimas gracias, presidenta.
Muchísimas gracias, señor Arroyo, por su comparecencia y su presentación.
Tenemos pocos minutos para hacerle alguna pregunta o plantearle alguna
aclaración.
Respecto a los ingresos, yo simplemente le voy a remitir a lo que hemos
ido hablando. Estas previsiones de ingresos van muy vinculadas a que se
cumpla el cuadro macroeconómico. Hay incertidumbre razonable en relación
con este cuadro macroeconómico; por tanto, dejamos constancia aquí de que
también hay incertidumbre respecto a los ingresos propios de la Seguridad
Social.
Segunda cuestión que le quería plantear y pedirle alguna aclaración sobre
la misma, porque hay alguna cosa que no acabo de ver. Usted ha dicho que
la aportación finalista para el impacto de la COVID a la Seguridad Social
durante 2020 ha sido una aportación extraordinaria que rozaba los 15 000
millones de euros. Y, a continuación, ha dicho que esto se convierte en
una aportación ordinaria, de acuerdo con lo que establece el Pacto de
Toledo. Pero, claro, esta aportación extraordinaria se va a mantener a lo
largo de los próximos años. A mí me gustaría identificar exactamente cuál
es la previsión que hacen los
presupuestos sobre cuál va a ser la aportación de carácter ordinario,
específicamente al impacto de la COVID en estos presupuestos, para poder
comparar con ejercicios anteriores. Digo esto porque, por ejemplo, en la
prestación extraordinaria para cese de actividad de los autónomos ustedes
plantean un crédito de 713 millones de euros, una reducción muy
importante respecto al ejercicio anterior.
También una aclaración. En el libro amarillo, en la página 347, se
establece que la dotación para el año 2021 recoge el impacto de la
extensión a dicho ejercicio de las medidas aprobadas mediante el Real
Decreto 30/2020, de 29 de septiembre, de Medidas Sociales en Defensa del
Empleo. Este real decreto prorroga este tipo de ayudas hasta el 30 de
enero. El estado de alarma se aprobó para seis meses. Mi pregunta es: ¿No
hay presupuestada cantidad adicional alguna más que las previstas hasta
31 de enero? Esta es una de las cuestiones que pedimos en las enmiendas
que se presentaron en el último debate del decreto del estado de alarma y
nos dijeron que no se podían incluir allí pero que el Gobierno ya estaba
trabajando con esa ampliación. Si esto no aparece en los presupuestos,
nos preocuparía un tanto. Respecto a esta prestación extraordinaria para
cese de actividad de los autónomos, quiero decirle que, esencialmente en
Cataluña y a raíz del cierre de actividad de bares y restaurantes,
estamos recibiendo muchas quejas en cuanto a la aplicación y a la poca
flexibilidad de dicha prestación.
Dicho esto, quiero hacer algunas aclaraciones respecto al ingreso mínimo
vital. Recientemente, el ministro reconoció que en octubre de este año ya
había expedientes resueltos favorablemente para 136 000 hogares y que el
coste durante el mes de octubre de estos 136 000 hogares era de 158
millones de euros. Ahora vemos que para 2021 hay un presupuesto de 3000
millones. Mi pregunta es: ¿qué estimación de número de hogares se ha
establecido para alcanzar esta cantidad de 3000 millones? Porque me
parece que van a ser relativamente pocos en relación con los 975 000
expedientes que se han presentado hasta hace pocas semanas, eliminados ya
los duplicados. Por tanto, nos gustaría saber a cuántos expedientes
favorables corresponderían estos 3000 millones.
Muchísimas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Confederal Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común,
tiene la palabra Martina Velarde.
La señora VELARDE GÓMEZ: Gracias, presidenta. Gracias, señor Arroyo, por
la comparecencia de hoy.
Para nosotras uno de los pilares y de los ejes principales de estos
presupuestos generales ha sido, desde su elaboración, la defensa y la
protección del conjunto de la población. Es evidente que en el
presupuesto de la Seguridad Social es donde se tiene que reflejar de
manera más obvia. Además, podemos decir que no solo se cumplen con creces
las expectativas, sino que también se empiezan a ampliar derechos e
instrumentos que garantizan un papel activo de la Administración General
del Estado en la sostenibilidad financiera de la Seguridad Social, y,
además, se recogen ya parcialmente propuestas y soluciones -como hemos
visto- que están incluidas en el Pacto de Toledo.
Entendemos que son unos presupuestos que respetan el mandato
constitucional de la revalorización de las pensiones y que potencian,
además, los instrumentos de protección, con un especial cuidado en la
parte del colectivo de pensionistas que se encuentra en una situación más
vulnerable, con escasos ingresos y con escasos recursos. De todo lo que
usted ha venido a contarnos queríamos destacar unas medidas que son muy
importantes para nuestro grupo. Una de ellas es que se mantenga el poder
adquisitivo de todas las pensiones en 2021, que tiene que ver con la
recomendación 1. Las pensiones contributivas, como ha dicho, crecen en
2021 un 0,9 %, mientras que las no contributivas suben un 1,8 %. Eso está
muy por encima del IPC. Por lo tanto, es un dato importante para
nosotras, ya que señala la voluntad de mejorar los ingresos y el acceso a
una renta adecuada de todo el colectivo de pensionistas. Se garantiza
también el compromiso con la aportación del Estado de esos 13 929
millones de euros, para -repito- garantizar ese cumplimiento. Esta
medida, además, tiene un importante sesgo de género, ya que serán
principalmente mujeres pensionistas las que se verán beneficiadas. Es muy
importante para nosotras también, como no puede ser otra manera, que se
amplíe y se revalorice el ingreso mínimo vital. Hay que ir dando los
pasos adecuados para que este instrumento sea clave de bóveda de nuestro
sistema de protección y para que nadie se quede atrás. Nos alegramos
también de ese incremento del presupuesto de más de 3000 millones y de la
subida de un 1,8%, en igual medida que las pensiones no contributivas,
como hemos dicho antes, y también el hecho de que se vaya a facilitar el
acceso.
Hay un presupuesto adicional que me parece muy importante para el pago de
prestaciones por nacimiento y cuidado de menores, es decir, los permisos
de paternidad y maternidad. Se compromete el Estado al sostenimiento de
esta medida con la aportación también de 2784 millones de euros.
Interesante también nos parece la reducción de la cuota de la Seguridad
Social. Por primera vez, el Estado asume el coste de estas políticas de
empleo y destina un presupuesto de 1779 millones de euros para este
concepto, y la prestación extraordinaria de cese de actividad, que se
aprobó en el Real Decreto 30/2020, extiende su efecto también hasta 2021.
Entendemos en nuestro grupo que por primera vez podemos decir que sí, que
hay un Gobierno que cuida, que se preocupa de nuestros autónomos en un
momento de extrema incertidumbre para este colectivo.
Se trata de unos presupuestos que tienen, además, unos elementos muy
positivos que representan un paso adelante en la necesidad de disponer,
en este periodo que tenemos de tremenda incertidumbre, de un escudo
social que limite el impacto de la pandemia y de la crisis sobre las
clases populares. Son unos presupuestos, además, que dan un mensaje
claro. Hay que decir a la gente que las pensiones no están en peligro,
que la Seguridad Social no está en quiebra. Es una buena noticia que
estemos alejados de cualquier relato catastrofista de algunos expertos,
representantes de fondos de inversiones, de especulación y en general del
poder económico y financiero del país. Tenemos que lanzar un mensaje de
responsabilidad por parte del Estado y del Gobierno, dar certidumbre y
garantizar la financiación del conjunto de la Seguridad Social. El
objetivo principal estos meses atrás de nuestro grupo en el Pacto de
Toledo era que este nuevo texto garantizara certidumbre a los y las
pensionistas -y a quienes lo seremos en el futuro- sobre el reforzamiento
de este sistema público de pensiones, que se tiene que ver reflejado
además, como no puede ser de otra manera, en estos presupuestos. Pero sí
le tengo que decir, señor Arroyo, que nos preocupa especialmente que el
Gobierno pueda instrumentalizar a través de la Seguridad Social sistemas
complementarios de pensiones -voy terminando- adicionales al sistema
público. Consideramos que de esa recomendación 16 del Pacto de Toledo,
que habla de favorecer planes de pensiones complementarios, no cabe
extraer que se tengan que poner en marcha esos planes de pensiones
complementarios desde el Estado. ¿Podría explicar cuáles serían los
planes de su departamento para regular estos fondos de pensiones
complementarios y si se plantea su implementación desde la propia
Administración de la Seguridad Social? Nos preocupa ese tema bastante.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo VOX, tiene la palabra Pablo Sáez.
El señor SÁEZ ALONSO-MUÑUMER: Gracias, señora presidenta. Bienvenido,
secretario general, a esta Comisión.
Señorías, estamos ante un presupuesto de la Seguridad Social que no es
creíble, se nos presenta un presupuesto que cuadra ingresos y gastos en
la cifra de 172 429 millones de euros, un 4,3 % de incremento de gastos
sobre el año 2020. Curiosamente, se ponen las cifras comparativas de 2020
que presentan gastos superiores a los ingresos por 12 305 millones de
euros; creo que esta presentación hay que cuidarla un poquito más. Veamos
cómo se cubre ese gasto: un 72,6 %, 125 144 millones de euros, con
cotizaciones sociales; un 26,1 %, 44993 millones de euros, mediante
trasferencias corrientes y préstamos, y un 1,3 % con otros ingresos. ¿De
dónde sale el dinero para esas trasferencias? Alguien nos lo prestará,
porque España, por un lado, registrará un déficit del 7,7 % del PIB en el
año 2021 y además debe más dinero del que es capaz de generar en un año.
Nos llaman la atención en este presupuesto los puntos siguientes. Se
estima -dicen- un crecimiento del 3,8 % en el ingreso por cotizaciones
sociales. ¿Cómo pueden pensar de verdad que se va a producir este
incremento, en qué se basan? ¿Un incremento contado con una prolongación
del estado de alarma hasta mayo, otro medio año de parálisis de nuestra
economía? No es creíble y menos ante las medidas contrarias a las que se
deberían tomar, como la subida de impuestos al consumo; premisa falsa,
presupuestos erróneos. Las cotizaciones sociales son inferiores a las
pensiones contributivas en 17 902 millones de euros en 2021, también lo
fueron en 2020 y 2019, por importe de 18 272 y 12 299 millones de euros
respectivamente. En 2019 de acuerdo al estado de ejecución del
presupuesto de la Seguridad Social.
Segundo. Se presupuestan ingresos por cotizaciones sociales de 125 144
millones de euros, de los que 96 591 millones corresponden al régimen
general. Esta cifra no es creíble porque, de acuerdo al estado de
ejecución del presupuesto de 2019, la recaudación neta por cotizaciones
sociales en un
escenario de paro entre el 14,4 % a principios de año y el 13,7 % al final
ascendió a 95 089 millones de euros. Ahora se presupuestan 1502 millones
de euros más de recaudación, con unas tasas de paro del 17 % a principios
del año 2021 y un 16 % a su término. Curiosamente no se sigue la misma
pauta y refuerza la falta de credibilidad la estimación de los ingresos
del régimen de autónomos para los que vemos una disminución del 9,7 %
entre la cifra estimada para 2021 y la recaudación neta registrada en el
año 2019.
Tercero. Se excluye también en el presupuesto una cifra de transferencias
corrientes por importe de 31 177 millones de euros. Es bueno recordar que
las mismas ascendieron a 15 900 millones de euros en el año 2015 y a 19
574 millones de euros en 2019, según el estado de ejecución del
presupuesto, y de préstamos por importe de 13 830 millones de euros.
Ambos importes proceden del mismo sitio, de la Administración central, y
su importe es prueba fehaciente de que el sistema solo es sostenible
cuando son sostenibles las cuentas públicas en su conjunto. La pregunta
es: ¿son sostenibles las cuentas públicas? Veamos los datos. Tomando las
estimaciones de evolución del PIB y la previsión de objetivos de déficit
de las administraciones públicas, 11,3 % en el año 2020 y 7,7 % para el
año 2021, estaríamos hablando de un déficit público de 124 900 millones
de euros en 2020 y 93 400 millones de euros en 2021. Con independencia de
estas cifras, hay que tener en cuenta que este Gobierno ya ha demostrado
que falla y mucho estimando las cifras de déficit público.
Cuarto. Otra pregunta: ¿se encuentran las cuentas públicas en condiciones
de asegurar el nivel de transferencias en el futuro? La respuesta es no.
Y las razones las da la Comisión Europea, que sitúa el déficit
estructural al cierre del año 2021 en el 5,2 % del PIB frente a una media
del 2,1 % en los países de la zona euro, y también el elevado nivel de
deuda pública, que superará el 120 % del PIB a finales del próximo año.
No perdamos la memoria y recordemos que en el año 2011 el PSOE congeló
las pensiones y recortó el sueldo de los funcionarios. Recordemos también
los recortes que sufrieron las pensiones en Grecia, Portugal e Irlanda.
Lo repetiremos mil veces porque es la verdad, las pensiones solo se
podrán mantener, e incluso mejorar, reduciendo gasto político y
eliminando las duplicidades que suponen las autonomías, que además son
fuente incesante de generación de desigualdades entre los españoles.
Quinto. Una cifra de transferencias de 9365 millones de euros; ha puesto
la explicación el secretario general en la pantalla. Me gustaría que me
enviara la explicación o que se detuviera en la explicación de ese
importe, dado que no me parece de recibo que en el libro amarillo figure
un importe de 9365 millones de euros como "Otras transferencias", sin
detallar.
Sexto. Los gastos de personal aumentan un 8,6 %, ya lo ha comentado.
Gastos impropios, según el ministro; no sé qué pensará el secretario de
Estado. La pregunta es: ¿ahora es el momento? Se recortan un 23,7 % las
ayudas a las familias. Entendemos que esta ayuda debería mantenerse e
incrementarse a la vista de que España es, junto con Holanda, el país que
menos dinero dedica a ayudar a familias e hijos. Debemos recordar que la
tasa de natalidad en España de 7,6 nacimientos por cada mil habitantes y
que tenemos un índice de fecundidad de 1,23.
Séptimo. Se reducen las transferencias por cese de actividad, se dice que
como consecuencia del elevado volumen de prestaciones reconocidas en
2019. ATA dice que hay 300 000 autónomos que ya han cerrado, otros 300
000 lo harán a final de año y otros 400 000 no aguantarán mucho más.
Estamos ante unos presupuestos obsoletos y desactualizados antes de
aprobarse porque no cuentan con las consecuencias de la segunda ola
subiendo excesivamente el gasto en cosas innecesarias.
Octavo. La protección de las personas con discapacidad también es muy
débil. Las prestaciones por hijo a cargo a mayor de dieciocho años con
discapacidad igual o superior al 65 % se han incrementado solo un 0,9 %.
Es una miseria.
En definitiva, estamos ante un presupuesto absolutamente dependiente de la
Administración central, sea vía transferencias o vía préstamos, para
asegurar su sostenibilidad, poco creíble en sus estimaciones, poco
realista ante la incertidumbre del final de la pandemia, un presupuesto
que certifica que para cuadrar las cuentas la fórmula es traspasar el
déficit a otra Administración, ignorando la situación financiera de la
correspondiente Administración. Presupuestar es un ejercicio de
responsabilidad y el presupuesto restante tiene que ser realista. En caso
contrario, nuestro país perderá credibilidad, será poco atractivo a los
inversores, dañará la capacidad de financiación de las empresas, hará que
el potencial de crecimiento se resienta y perjudicará la creación de
empleo.
Por el Grupo Popular tiene la palabra el señor Jerez.
El señor JEREZ JUAN: Muchas gracias por su comparecencia.
En primer lugar, quiero decir que nos enorgullece poder sustanciar esta
sección económica del presupuesto después de haber contribuido a la
consecución de un gran acuerdo de Estado en el marco del Pacto de Toledo.
En este marco hemos conseguido el objetivo fundamental: actualizar las
pensiones de manera que no se pierda valor adquisitivo y garantizar la
sostenibilidad del sistema. Nosotros hemos estado ahí, en este marco del
Pacto de Toledo, y seguiremos estando con el compromiso de lograr el
mejor sistema de todos, un sistema más equitativo y más solidario, y
apoyaremos siempre las medidas que sean necesarias para garantizar su
sostenibilidad en el futuro. Y digo en el futuro porque el futuro también
nos espera. Hay 10 millones de pensionistas a los que hay que dar
confianza y tranquilidad, 19 millones de cotizantes que necesitan
certezas y 3,2 millones de autónomos que buscan equilibrio entre sus
aportaciones y sus expectativas de futuro. Dicho esto, que es lo que
marca nuestra posición en relación con el sistema, no podemos pasar por
alto una serie de cuestiones que le queríamos plantear, entre otras el
hecho de que la garantía del sistema de pensiones vaya unida al empleo.
La realidad es dura y tozuda: menos mujeres trabajando, menos jóvenes
trabajando, menos afiliados, más pobreza, menos transparencia, menos
autónomos, menos personas que encuentran el primer empleo y sobre todo
más crispación social. Estos son los datos y las cifras. La Seguridad
Social ingresará, si no me equivoco, el próximo año más de 157 000
millones de euros, de los cuales 125 000 millones proceden de
cotizaciones sociales, pero hacer todo esto no va a ser suficiente para
pagar las prestaciones. La diferencia entre los ingresos por cotizaciones
y los gastos por prestaciones superan los 40 000 millones de euros, y lo
que preocupa más todavía es que no encontramos ninguna medida -no
encontramos ninguna medida- para la creación de empleo y asumir este
desencaje tan agudo en las cuentas públicas. Por tanto, en este capítulo
queremos formularle tres preguntas claras. En primer lugar, ¿cuál es su
plan para incrementar la principal fuente de ingresos de la Seguridad
Social, que son las cotizaciones sociales? En segundo lugar, ¿considera
que los ingresos por cotizaciones sociales que prevé el Gobierno para el
año 2021 son realistas? Y en tercer lugar, si lo tiene a bien, me
gustaría que valorase lo que ha dicho esta mañana el gobernador del Banco
de España, que cuestiona la subida del 0,9 % de las pensiones a partir de
ahora.
En segundo lugar, en otro orden de cosas, queremos abordar una de las
medidas más populares de este Gobierno. Se trata del ingreso mínimo
vital, una medida que no está cumpliendo -y aquí se ha dicho- las
expectativas para las cuales se creó y que está siendo altamente
cuestionada. Un millón de solicitudes recibidas durante los últimos
cuatro meses -un millón- y tan solo han sido reconocidas a día de hoy 136
000 prestaciones, lo que reduce el porcentaje a 1,3 de cada diez o, si
usted lo prefiere, a 13 de cada cien, un 13 %. Pero no es solo eso.
Únicamente se han examinado la mitad de los expedientes. Si hablamos de
un millón de expedientes, se han examinado cerca de 500 000, lo que
significa que existe otro medio millón de personas que posiblemente no
tenga como llegar a fin de mes cada mes. Según los pronósticos que maneja
el Gobierno, solo el 35 % de los 850 000 perceptores con derecho verá
reconocido el ingreso mínimo vital el año que viene, un 35 % solo. Por
tanto, y para concluir este capítulo, le diré que la tramitación no es
ágil, no es eficiente y es susceptible de dejar a muchísimas personas
atrás. Y, en segundo lugar, quiero decirle que la tramitación está
colapsando -usted lo sabe- la Seguridad Social, habiéndose detectado
preocupantes retrasos en el reconocimiento y cobro de pensiones de
jubilación, viudedad y orfandad, entre otras. Y aquí vienen las
preguntas. La primera es qué medidas va a adoptar el Gobierno para que el
ingreso mínimo vital sea algo más que un anuncio y se convierta realmente
en una medida que palíe los efectos de la vulnerabilidad de muchas
familias. La segunda es cuándo calcula que va a terminar la agonía de
todas esas personas que todavía están esperando que se les reconozca su
situación. Y, la tercera, qué medidas va a adoptar para que la gestión y
la tramitación de la prestación sea realmente eficaz.
Por último, quería centrarme en los autónomos. Son los que más están
sufriendo en este momento la crisis, pero a la vez son los grandes
olvidados de este Gobierno y tienen un papel fundamental en la creación
de empleo, en el tejido productivo y en la creación de riqueza. Ustedes
han presupuestado 715 millones para prestaciones por cese de actividad.
Con la segunda ola, los toques de queda, las restricciones a la
movilidad, los confinamientos y los cierres perimetrales, los últimos
datos de ATA publicados reflejan que prácticamente el 10 % de los
autónomos van a tener que cerrar y estamos hablando de cerca de 300 000
autónomos, que a su vez pueden perjudicar el empleo a 500 000 personas.
Por lo tanto, la pregunta es la siguiente: ¿cree usted que con estos datos
es suficiente -715 millones de euros- para cubrir la prestación por cese
de actividad de los trabajadores autónomos? Y, en segundo lugar, ¿está
previsto que ustedes incrementen las cotizaciones a los trabajadores
autónomos?
Acabo con tres preguntas sin preámbulo ninguno. Una, ¿en qué medida van a
estar afectados los planes privados de pensiones? Dos, ¿qué gastos
impropios tiene pensado asumir el Gobierno en este ejercicio? Y tres -y
acabo con esto-, sobre el Centro de Proceso de Datos de la Seguridad
Social, ¿dónde se va a ubicar, cuál es la inversión material y qué van a
invertir en recursos humanos?
Muchísimas gracias, señora presidenta.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra Mercè Perea.
La señora PEREA I CONILLAS: Gracias, presidenta.
Gracias por su exposición, secretario de Estado, y gracias también por el
recuerdo a las personas que han fallecido por este COVID. Por desgracia,
muchas personas y muchas familias lo están pasando francamente mal. Le
agradezco la felicitación a la Comisión del Pacto de Toledo como miembro
que soy y, teniendo aquí a la presidenta, con mayor motivo.
El Grupo Parlamentario Socialista considera que estos presupuestos marcan
un antes y un después para el sistema público de pensiones, un antes y un
después para acabar con incertidumbres, muchas veces nada inocentes.
Escuchábamos al portavoz de VOX haciendo una intervención tremendista,
sin aportar ninguna solución. La única solución que aporta VOX a la
sostenibilidad del sistema de pensiones es que se acaben las comunidades
autónomas. Yo no sé si sabe sumar, pero me parece que se equivoca del
todo. Hubiera sido muy positivo que se hubieran sumado al Pacto de
Toledo, porque ahí hay propuestas. Hay una amplia mayoría que dio apoyo a
estas recomendaciones y creo que hay muchas medidas que van a dar
respuesta y que ya en estos presupuestos han dado los primeros pasos. La
pregunta al señor de VOX sería: ¿qué pretenden ustedes entonces?
¿Recortar las pensiones? Si lo otro no da salida, la alternativa que
ustedes plantean es recortar pensiones.
En cualquier caso, decía que hay una amplia mayoría que dio apoyo a estas
recomendaciones y precisamente estos presupuestos van al corazón del
Pacto de Toledo; de hecho, lo ponen ya en marcha. Se ha explicado de
forma reiterada cómo en la recomendación 1 se adoptan medidas desde el
lado de las transferencias, desde el lado del mercado laboral, desde el
lado de asumir los gastos impropios. Aquí le diría al portavoz del Grupo
Parlamentario Popular que me estaba ilusionando cuando ha empezado la
intervención porque lo he visto muy entregado al Pacto de Toledo, pero
luego ha hecho un requiebro y ha dicho: Ah bueno, no, apoyo el 0,9, pero
esto del 0,9 del IPC me aclaran cómo lo van a pagar. Ha sido un poco
extraño, un poco contradictorio. Yo les recomendaría a ambos que se miren
la liquidación de 2019. El COVID es una situación coyuntural; puede durar
más o menos, pero es una situación coyuntural. Eso no puede servir de
excusa para poner en cuestión la sostenibilidad del sistema que plantean
las medidas de este presupuesto. Sería un craso error. Lo que hemos de
hacer es dar respuesta inmediata a ese déficit a corto y a medio plazo. Y
les recomendaría que se miraran la liquidación de 2019 en cuanto a los
ingresos, que supone en ingresos no financieros casi un 8 % de
incremento. Eso es empezar a virar el transatlántico, empezar a darse
cuenta de que si se apuesta realmente por el mercado laboral, que es lo
que dice la recomendación 1 y lo que ha hecho este Gobierno desde 2018, a
partir de la moción de censura, efectivamente se dan pasos adelante muy
importantes. La subida del salario mínimo interprofesional del 22 % del
año pasado lo deja claro. Ante los anuncios catastrofistas de que se iba
a caer el mercado laboral, resulta que las cotizaciones se incrementan en
un 8 %. Desde luego, este presupuesto plantea una cuestión: acabar con el
déficit y hacer sostenible el sistema a corto plazo y, por otra parte,
volvemos a indexar las pensiones al IPC. Es la mejor noticia para generar
confianza; insisto, certidumbre y confianza. Muchos sectores nos habían
pedido volver a indexar el IPC a las pensiones y creo que este Gobierno,
cuando ha podido, a la semana de haberse aprobado las recomendaciones, ya
está poniendo encima de la mesa el primer cumplimiento de eso.
En cuanto a los ingresos, les decimos que hacen una previsión prudente y
ajustada. Insisto, mírense la liquidación de 2018 en cuanto a los
ingresos récord, incluso récord frente a los años 2017 y 2018, que fueron
del 5,29 % y del 5,39 %. Es decir, incluso en pleno crecimiento
económico, en el año 2019, por el hecho de haber adoptado medidas para
fortalecer el mercado laboral, los salarios y las cotizaciones, resulta
que los incrementos en ingresos han sido de un 8 %, algo muy importante.
Por eso decíamos que era una previsión prudente y que refleja la
recuperación económica y del empleo. Lo ha dicho el secretario
de Estado, los datos de hoy de afiliación confirman esa recuperación del
empleo perdido, también en autónomos. Y, miren, yo al portavoz del Grupo
Popular no le consiento que diga que este Gobierno ha dejado desamparados
a los autónomos porque no es verdad. Cuando se aprobó la prestación por
cese de autónomos, ustedes dijeron que era una ocurrencia, que era una
invención. Bueno, pues suerte han tenido los autónomos de la creación de
la prestación de cese por actividad para permitir ahora poder crear una
prestación extraordinaria de autónomos. No digan cosas que no son, no
falten a la verdad, porque lo único que hacen es crear incertidumbre y
angustia, y hoy por hoy hay un número de 150 000 autónomos que están
cobrando esta prestación. Al inicio del COVID eran un millón y medio, el
50 %. ¿Eso qué quiere decir? Que se están recuperando. ¿Que faltan
medidas? Por supuesto, estos presupuestos van en ese camino. Y desde
luego, qué decir de la transferencia inaudita, nunca se había producido
una transferencia de más de 33 000 millones de euros para financiar de
forma estable y estructural el sistema público de pensiones. Lo permite
el artículo 109 de la Ley General de Seguridad Social; o sea, no estamos
inventando la pólvora, estamos haciendo cumplimiento de la Ley de
Seguridad Social, y evidentemente asumir los gastos impropios que no les
correspondían, tal y como dice la recomendación del Pacto de Toledo. De
nuevo el Gobierno vuelve a cumplir con las recomendaciones aprobadas hace
una semana. Y nos tenemos que alegrar y les diría que nos tenemos que
felicitar colectivamente todos los que estamos aquí por haber aprobado y
volver a indexar el IPC, un paso decisivo para sostener socialmente el
sistema público de pensiones.
Voy acabando, presidenta. Yo solo les pregunto una cuestión. Si hubiéramos
dejado el índice tal y como estaba, en veinte años la reducción de las
pensiones hubiera sido del orden de un 30 % o un 40 %. Hoy consolidamos
socialmente ese sistema, hay una apuesta por sostener política, social y
económicamente el sistema. Yo creo que el ejemplo que les ha dado y la
exposición que ha hecho el secretario de Estado es suficientemente
importante. Lo decía la compañera de Podemos, ciertamente hay una acción
protectora que se amplía en este presupuesto y es muy importante, porque
además no estamos hablando solo de la corresponsabilidad para hacer
frente en los permisos de paternidad y maternidad de doce a dieciséis
semanas, estamos hablando de igualdad y de acabar con la brecha salarial
y de pensiones.
La señora PRESIDENTA: Tiene que ir acabando, señoría.
La señora PEREA I CONILLAS: Estamos hablando de una sociedad de futuro
-voy acabando, presidenta, disculpe-. El secretario de Estado ha hecho
una vasta exposición sobre la modernización de la Administración pública,
de la Seguridad Social, y, ciertamente, cuando dejas de apostar por lo
público, cuando dejas de contratar servidores públicos, te encuentras con
que ante una pandemia como esta nos ponemos todos colorados. Quiero
recordar que durante diez años se perdió el 20 % de la plantilla -ya ha
dicho que éramos una plantilla envejecida- y ahora toca de forma
definitiva apostar por la modernización y estos presupuestos lo permiten;
deberían ustedes apoyarlos.
Acabo. Hace una semana firmábamos sin ningún titubeo que con el acuerdo de
los miembros de la Comisión del Pacto de Toledo estábamos dando respuesta
a la seguridad y la certidumbre de millones de españoles y de españolas.
Creo que con este presupuesto que hoy presenta el secretario de Estado se
pone negro sobre blanco la garantía de un sistema público de pensiones
sostenible y unas pensiones dignas y suficientes. Señorías, con estos
presupuestos estamos diseñando colectivamente un sistema inclusivo, un
sistema que es ejemplo de cohesión social, para que nadie quede atrás.
Gracias, presidenta y disculpe. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Tiene la palabra el secretario de Estado para contestar.
El señor SECRETARIO DE ESTADO DE LA SEGURIDAD SOCIAL Y PENSIONES (Arroyo
San José): Sobre si los presupuestos contemplan adecuadamente la
posibilidad de riesgos a la baja, lógicamente ninguno somos adivinos,
pero estos presupuestos se hacen en un momento determinado, con un cuadro
macroeconómico y una situación coyuntural concreta. Las situaciones
pueden ir a peor o pueden ir a mejor -que nos lo digan este año, que yo
creo que ninguno esperábamos lo que ha ocurrido-, pero yo diría que es un
presupuesto hasta cierto punto prudente, y me remito al gráfico que les
he presentado anteriormente en el que se veía que la mayor parte del
crecimiento que contemplamos en las cotizaciones se debe al aumento del
número de cotizaciones; es decir, no hay apenas aportación del
crecimiento salarial. Con lo cual, de los dos grandes componentes del
crecimiento del capítulo 1 de ingresos, pensamos que el proyecto descansa
en uno y no contempla aportación del otro. Por otro lado, hay un elemento
estabilizador automático que son las cotizaciones de desempleados; si en
un momento dado, esperemos que no, la situación del desempleo fuera a
peor, nos bajarían las cotizaciones de ocupados, pero subirían las
cotizaciones de desempleados, con lo cual los ingresos por cotizaciones
en el corto plazo en la Seguridad Social hasta cierto punto fluctúan
menos que las cotizaciones de ocupados. A largo plazo, la correlación es
mayor, pero en el corto plazo es menor.
La siguiente pregunta era respecto a este fondo de promoción pública que
se contempla en la disposición adicional 40 del proyecto de ley de
presupuestos, y ya respondo también a la representante de Unidas Podemos.
Lo que se contempla realmente no tiene el nivel de detalle que me permita
responder a las preguntas que ustedes me han hecho. Lógicamente, hay una
finalidad detrás de esta disposición, de esa recomendación del Pacto de
Toledo, que lo que viene a decir es que desde los poderes públicos se
promuevan los sistemas complementarios, que están contemplados por
nuestra Constitución y que tampoco son una anomalía y existen en todos
los países de nuestro entorno. Si queremos dar una respuesta cabal a esa
recomendación, el Estado tiene que ofrecer una solución a aquellos
colectivos que no pueden recurrir a un plan de empleo porque su empresa
no lo tiene o porque no tienen una empresa, por ejemplo los autónomos.
Entonces, lo que entendemos es que si es algo que se está recomendando
desde el Parlamento, tiene que ser algo que esa recomendación se pueda
atender. Este fondo tendría, por un lado, esa función, dar respuesta a
aquellos colectivos que no puedan recurrir a uno de los fondos
existentes, y que están en muchos países muy extendidos, incluso en
España, por ejemplo en el País Vasco, y, por otro lado, entendemos que el
hecho de que esto sea promovido desde el sector público tiene la virtud
de que va a permitir establecer unas condiciones muy transparentes y que
van a hacer una función de introducir competencias en el sector de los
fondos de empleo. ¿Cómo? Por ejemplo, porque el nivel de comisiones que
se puede imponer en este fondo público que en un momento dado se creara.
Quiero dejar claro, primero, que nosotros no tenemos las competencias
regulatorias, de hecho son del Ministerio de Asuntos Económicos, con lo
cual, en su caso, el desarrollo de este proyecto tendremos que hacerlo
conjuntamente con ellos; nosotros tenemos unas competencias transversales
en materia de pensiones, con lo cual colaboraremos en la elaboración de
esta norma, aunque la competencia regulatoria propiamente dicha la tiene
el Ministerio de Asuntos Económicos. En principio, ese fondo que se
creara podría tener unas comisiones muy bajas, fundamentalmente en razón
de su economía de escala. Esto se ha visto muy recientemente en el
informe que publicó la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal
sobre beneficios fiscales, donde se evaluaban en concreto los incentivos
a las aportaciones a planes de pensiones individuales, y una de las
conclusiones más llamativas era el enorme volumen de incentivos que se
traslada vía comisiones al sector financiero. Son comisiones muy altas
porque los impositores o la gente que tiene sus fondos depositados en un
plan de pensiones individual tienen muy poca capacidad de negociación. Un
fondo público que tuviera suficiente volumen sería capaz de imponer unas
condiciones más equitativas a los partícipes, con lo cual, eso
introduciría una presión a la baja sobre las comisiones. Es decir, esto
tendría ventajas para todo el mundo.
Por otra parte, lógicamente, los planes de empleo están muy vinculados a
la negociación colectiva, con lo cual es lógico que, con independencia de
que este proyecto de ley se tenga que tramitar en el Parlamento, deba
verse también en el diálogo social porque al final estamos hablando de
aportaciones de empresas y trabajadores. Y ahí se podrán estudiar todas
estas cuestiones que se han planteado aquí, por ejemplo, si la aportación
será conjunta o el grado de portabilidad a estos fondos. Hay muchísimos
detalles que habrá que introducir en esta norma, ya que es una norma
compleja. Pero tenemos la ventaja, hasta cierto punto, de que vamos tan
retrasados en este tipo de productos en España y estamos comparativamente
tan atrás en la optimización y en el desarrollo de estos productos de
ahorro, que tenemos buenos espejos en los que mirarnos. Al final, es
mirar qué están haciendo países de nuestro entorno y copiar las mejores
prácticas: dónde estos planes funcionan mejor, dónde son más equitativos,
dónde consiguen incrementar más el ahorro, dónde además lo hacen de una
manera más redistributiva. Copiemos esos ejemplos.
Con respecto a la pregunta que me hacía la diputada de Ciudadanos en
cuanto a las mutuas colaboradoras, lógicamente, son entidades privadas
pero están manejando fondos públicos y tienen que tener una supervisión.
De hecho, así se hace. La gestión durante la pandemia ha sido
extraordinaria, y yo estoy muy agradecido a las mutuas, como estoy muy
agradecido a todo el sistema de la Seguridad Social por su gestión
durante estas circunstancias, que han sido muy difíciles para todo el
mundo. Han tenido un
comportamiento excelente y el incremento de recursos que han destinado a
la financiación de las prestaciones extraordinarias de autónomos se les
ha compensado. Esta financiación no la han puesto ellas, esta
financiación ha venido vía del Estado y les ha llegado vía
transferencias.
Las mutuas tienen muchos problemas, algunos en materia de gestión de
personal, otros en materia de gestión retributiva y algunos más heredados
históricamente por este carácter híbrido que tienen desde su creación.
Tenemos la voluntad de revisar su forma de funcionamiento y un ejemplo
muy concreto es que claramente hay una descompensación en los tipos de
contingencias comunes y profesionales, que provocan que cada año tengan
un excedente en un uno y un déficit en otro. Esto claramente quiere decir
que los tipos están mal calculados y que de alguna manera convendría
hacer una recomposición de esas dos cotizaciones para que esto no se
produzca.
Lógicamente, también tenemos el problema de que son diecinueve mutuas y
hay un problema de coordinación. En Cataluña -con esto respondo también a
la pregunta del señor Bel- no nos consta que haya un problema de
reconocimiento de las prestaciones extraordinarias de autónomos con las
mutuas de allí. Nosotros hacemos una labor de supervisión y, sobre todo,
intentamos de que todos los criterios aplicados en el reconocimiento de
las prestaciones sean comunes, porque lógicamente no tiene sentido que un
autónomo en una provincia o en una comunidad tenga un tratamiento
distinto de otra. Muchas veces nos llegan a través de la asociación de
autónomos preguntas de los asociados y nosotros intentamos homogeneizar
todos estos criterios. En este caso, también le doy la razón a la señora
Muñoz, ya que es tema muy complejo. A las mutuas les ha llegado una
prestación nueva, con una tramitación complicada y, en algunos casos, ha
habido problemas de interpretación. No me consta que en Cataluña haya
sido así. De hecho, la tasa de reconocimiento es un poco más alta que en
otras comunidades.
Respondo también a una pregunta hecha por varios grupos, con respecto a la
parte de los autónomos. Yo creo que si de algo se puede enorgullecer este
Gobierno es de haber atendido a los autónomos y no haberlos dejado de
lado en ningún momento. La respuesta que se ha dado creo que ha sido
extraordinaria. Se ha hecho una aportación de recursos como no se había
hecho jamás. Para que lo pongamos en contexto, han sido más de 7000
millones de euros en prestaciones extraordinarias a autónomos, que eso es
prácticamente la recaudación del régimen en un año. Es decir, se les ha
dado en forma de prestaciones prácticamente lo que se recauda de ellos en
un año. Es una prestación no contributiva en realidad, o sea, no han
cotizado por esto; los autónomos no han cotizado por esta prestación. Me
parece difícil de aceptar que se esté diciendo que no se está ayudando a
los autónomos.
Otra cosa distinta es que el presupuesto contemple un importe menor en esa
partida, y eso tiene que ver con que prevemos que a lo mejor la situación
durante el ejercicio 2021 va a ser mejor que en 2020. Yo realmente así lo
creo y así lo espero. Si realmente pensáramos que el ejercicio 2021 va a
ser peor que 2020, sería para que cerráramos y nos fuéramos. Yo creo que
la situación va a mejorar, pero no nos preocupemos en ningún caso porque
si el problema es la imprevisión o que algo nos pueda sorprender en 2021,
nada de lo que nos pueda sorprender en 2021 va a ser una sorpresa mayor
que la que hemos tenido en 2020. O sea, en 2020 sí que hemos tenido una
sorpresa y se ha respondido, se han puesto los medios y se ha actuado, es
decir, el Estado tiene sus mecanismos. Para empezar, las prestaciones son
todas ampliables, con lo cual si en un momento dado se produce una
situación y hay que reconocer más prestaciones que las que están
presupuestadas, no hay ningún problema, porque la Ley General
Presupuestaria lo contempla, las prestaciones se pueden ampliar y en
ningún caso una pensión o una prestación o un subsidio se va a dejar de
atender. Con lo cual, yo no tendría ninguna preocupación en ese sentido,
y creo que deberíamos trasladar tranquilidad a todo el mundo. Al final la
definición clásica de presupuesto como la expresión cifrada y ordenada de
los ingresos y gastos previstos en un año no quiere decir que sean las
tablas de la ley. Si mañana tenemos que pagar algo más o si los ingresos
son algo menores existen los mecanismos para atenderlos. Yo creo que
sobre todo lo que tenemos que trasladar desde aquí es tranquilidad, las
prestaciones se van a pagar y el Estado va a estar ahí para hacer frente
a las necesidades de las personas que lo puedan requerir, como ha estado
este año.
Una cuestión que comentaba el señor Bel también y que quiero aclarar,
porque creo que no me explicado bien, es que cuando digo que la
transferencia de 2020 finalista para gastos COVID se transforma en una
aportación en 2021 estructural eso no quiere decir que sea la misma, o
sea, son dos figuras distintas. En 2020 hemos recibido una aportación
para financiar todos estos gastos extraordinarios y es una aportación
extraordinaria que tiene vigencia solo durante 2020 para financiar
exclusivamente estos gastos. En 2021 lo que vamos a recibir es una
transferencia que se parece mucho más, por ejemplo, a la transferencia
que todos los años recibimos para financiar los complementos a mínimos,
que es estable,
es estructural y que figura en el presupuesto cada año, solo varia la
cuantía en función de cuánto sean los complementos a mínimo de cada año.
Tiene una cifra aproximadamente semejante cada año porque no varía en
gran cosa, pero esta es la naturaleza de la transferencia que vamos a
recibir. Puede resultar novedosa pero realmente es muy tradicional,
porque es una transferencia para financiar gastos no contributivos del
Estado a la Seguridad Social, no tiene otra complejidad.
En cuanto a cuántos hogares se prevé atender con los 3000 millones
presupuestados, esto quizá se lo puedan preguntar el viernes a la
secretaria general de Inclusión, que comparece en esta misma Comisión. Lo
que les puedo anticipar es que esa cifra está calculada con la memoria
económica que se hizo inicialmente de la prestación del ingreso mínimo
vital, que creo recordar que estaba calculada sobre 850 000 hogares,
aproximadamente eran 2,5 millones de personas. Respondiendo también a una
pregunta que me han hecho por parte de varios grupos respecto a la
gestión del ingreso mínimo vital, en primer lugar, yo me niego a decir
que la gestión del ingreso mínimo vital haya colapsado la gestión de la
Seguridad Social en ningún caso. La gestión de la Seguridad Social está
pasando por momentos difíciles, pero no por el ingreso mínimo vital sino
por una situación de pandemia, porque tenemos oficinas cerradas y por
otra situación más estructural, que no viene de ahora y que es la que les
he tratado de explicar antes, ya que tenemos un problema de déficit de
personal muy acuciante. Se han juntado las dos cosas.
El ingreso mínimo vital es una prestación muy compleja, muy novedosa, que
creo que hay que poner en su contexto y para juzgarla con equidad tenemos
que mirar, por ejemplo, cuánto tardaron las comunidades autónomas, o
cuánto tardan a día de hoy incluso las comunidades autónomas, en
reconocer prestaciones de una complejidad equivalente, como son sus
rentas mínimas, que en algún caso se van hasta a un año. Nosotros hemos
tramitado en un periodo de cuatro meses más de medio millón de
expedientes y es una prestación extremadamente compleja. Se han tomado
medidas para intentar agilizar la gestión, fundamentalmente estableciendo
cruces con otras administraciones que eviten que los ciudadanos tengan
que aportar papeles o incluso que tengan que desplazarse. Por ejemplo,
hacemos cruces con el INE para intentar localizar datos del padrón, lo
que hasta ahora era un problema porque los ciudadanos tenían que recurrir
a los ayuntamientos para conseguir un certificado del padrón y
aportárnoslo. Esto, por ejemplo, en algunos casos vamos a poder evitarlo.
Otro mecanismo que hemos puesto en marcha es que hasta ahora estábamos
solicitando que los ciudadanos tuvieran que estar inscritos como
demandantes de empleo. Eso era un trámite que podíamos haber omitido en
un primer momento. Nos hemos dado cuenta después y lo hemos subsanado en
un real decreto-ley. Ahora lo que hacemos es que los solicitantes del
ingreso mínimo vital pueden solicitarlo y después inscribirse como
demandantes de empleo, con lo cual les evitamos ese trayecto de ida y
vuelta. Hay una serie de mejoras que se han establecido para mejorar su
tramitación, pero yo creo que lo fundamental del ingreso mínimo vital es
esto, que es una prestación muy compleja y que en muy poco tiempo está
desplegando ya sus efectos. Hay ya cuatrocientas mil personas cobrando
una prestación que hasta ahora no cobraban y que nunca habían tenido. Yo
creo que también podemos felicitarnos de esto. De hecho, su grupo votó a
favor de esa prestación, por lo que también es un éxito suyo hasta cierto
punto.
Me parece que esta es una prestación muy valiosa de la que en algún
momento podremos decir que se estableció en unos tiempos tan difíciles.
El ingreso mínimo vital ahora tiene un cuello de botella porque nos hemos
encontrado con que había una demanda enorme. También habría que
preguntarse por qué tenemos esta demanda tan enorme, si tenemos esta gran
demanda es porque quizás, a lo mejor, es una medida que habría habido que
tomar hace mucho tiempo. Se ha tomado ahora y nos hemos dado cuenta de
que hay una demanda enorme de esta prestación. Ahora tenemos ese cuello
de botella innegable, aunque como ya les he dicho estamos completamente
empeñados en resolverlo. Sin embargo, vamos a tener otro cuello de
botella en el medio plazo porque nos estamos dando cuenta de que el
porcentaje de denegaciones de esta prestación por no cumplir los
requisitos es relativamente alto. Sabemos que hay mucha gente que tiene
derecho a ella, y me refiero a los 850 000 hogares de los que le hablaba.
Eso quiere decir que hay gente que aun teniendo derecho no lo está
solicitando posiblemente. Esto es lo que en estas prestaciones se conoce
como non take-up, que es un problema muy común de las prestaciones de
rentas mínimas o ingresos mínimos, y está relacionado con que el
colectivo al que se dirige normalmente no es la gente mejor informada, en
ocasiones no habla el idioma, no tiene acceso a medios telemáticos o
tiene muchas dificultades para acceder a este tipo de prestaciones. Ese
va a ser el reto a partir de ahora, que la Seguridad Social, -pero
también otras administraciones, porque para eso está previsto en la norma
el establecimiento de mecanismos de colaboración y de cogobernanza- sea
capaz de articular las estrategias para llegar a esta gente que, teniendo
derecho, no ha solicitado la prestación.
En última instancia, idealmente, este colectivo se ha cifrado en 850 000.
Ya veremos si al final conseguimos eso. Sería un enorme éxito, yo creo,
pero va a ser complejo porque ninguna renta de las existentes hasta ahora
en España ha logrado llegar a todo el colectivo al que quería llegar.
Al señor Sáez, le digo lo mismo respecto a que el presupuesto no es
creíble. Yo creo que el presupuesto sí es creíble en sus ingresos, pero
en cualquier caso tampoco me preocuparía en exceso porque sea o no
creíble. Para mí lo más importante es que demos la garantía de que se van
a atender a todas las necesidades que puedan surgir, y eso se va a hacer,
con lo cual me parece que eso es lo más relevante.
En cuanto a que le parece que pasar gastos no contributivos del
presupuesto de la Seguridad Social al presupuesto del Estado no soluciona
el problema, yo creo que soluciona un problema de claridad y da más
tranquilidad a los pensionistas, al decirles que para resolver los
problemas que pueda tener la Seguridad Social -no los tiene ahora- en el
futuro hay que tomar medidas. Yo creo que también tiene la virtud de que
pone el problema allí donde hay instrumentos para solucionarlo. La
Seguridad Social, frente a un déficit estructural de 1,6 puntos del PIB,
tenía dos alternativas: o bajar pensiones, que en última instancia era lo
que suponía el IRP, o subir cotizaciones. A lo mejor esas son las dos
soluciones que usted propondría, pero a nosotros no nos gustan y yo creo
que en el Pacto de Toledo no le gustan a nadie. Por tanto, en última
instancia es verdad que hay un problema de déficit agregado y que
probablemente la secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos dará
cumplida cuenta de cuál es la estrategia del Gobierno para solucionarlo
en el medio plazo. Yo creo que el momento adecuado para solucionar un
problema de déficit agregado no es en mitad de una crisis provocada por
una pandemia, pero claramente ese es un problema a medio plazo. La
solvencia del presupuesto del Estado es una restricción presupuestaria
que hay que cumplir, lógicamente. Esto no tiene nada que ver con que la
Seguridad Social tenga que soportar los gastos de los que es acreedora y
no otros. Me parece que es un tema evidente.
En cuanto al señor Jerez y respecto de los planes privados de pensiones,
no sé exactamente cuál era la pregunta. En principio, la idea es que los
planes privados de pensiones no se vean afectados en ningún caso, es
decir, la idea que hay detrás de este fondo público, como he comentado,
es introducir competencias en el sistema y en ningún caso actuar contra
los planes privados existentes, que por supuesto podrán seguir
existiendo.
En cuanto a la lista de gastos impropios, está en la presentación que les
vamos a hacer llegar. Respecto del Centro de respaldo de datos de la
Seguridad Social es un proyecto que está en marcha y se están barajando
distintas posibilidades. Se están estudiando distintas posibilidades en
cuanto al terreno, uno de ellos está ubicado en Soria y tendremos que ver
si al final es técnica y administrativamente viable. Yo creo que a lo
largo de este año podremos avanzar en la construcción de este centro. No
le puedo dar más detalles porque ya le digo que depende de informes
técnicos y administrativos que en este momento estamos recabando.
No sé si me he dejado alguna pregunta relevante. Muchas gracias, señora
presidenta.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias por sus contestaciones y su
intervención. Lo dejamos aquí. (Pausa).
- DE LA SEÑORA SECRETARIA DE ESTADO DE ECONOMÍA Y APOYO A LA EMPRESA (DE
LA CUEVA FERNÁNDEZ). A SOLICITUD DE LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS PLURAL
(número de expediente 212/000947); VOX (números de expediente 212/000685
y 212/000637); POPULAR EN EL CONGRESO (número de expediente 212/000536);
SOCIALISTA Y CONFEDERAL DE UNIDAS PODEMOS-EN COMÚ PODEM-GALICIA EN COMÚN
(número de expediente 212/000897).
La señora PRESIDENTA: Vamos a seguir con la sesión.
En esta quinta comparecencia tenemos a la secretaria de Estado de Economía
y Apoyo a la Empresa, doña Ana de la Cueva Fernández. Bienvenida. Le doy
la palabra.
La señora SECRETARIA DE ESTADO DE ECONOMÍA Y APOYO A LA EMPRESA (De la
Cueva Fernández): Gracias, presidenta.
Señorías, comparezco ante esta Comisión de Presupuestos para presentar,
como establece la ley, el cuadro macroeconómico que acompaña al proyecto
de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2021, que como saben ha
sido avalado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal,
por la AIReF. Lógicamente, la coyuntura macroeconómica actual y las
previsiones para 2021 están
condicionadas por la incertidumbre sobre el desarrollo de la pandemia
tanto en España como a nivel mundial, y muy en particular en el contexto
europeo y, desde luego, por su impacto económico y social, por lo que la
dificultad de realizar estimaciones en este contexto de elevada
incertidumbre y volatilidad marcado por la evolución de la pandemia es
evidente.
Durante mi intervención en el día de hoy me centraré en explicar, en
primer lugar, el cuadro macroeconómico que acompaña a los presupuestos. A
continuación, analizaré cómo estos presupuestos y la estrategia de
política económica del Gobierno se han diseñado para recuperar el
crecimiento económico, para abordar las transformaciones estructurales
que requiere la economía española, avanzar hacia la transformación
ecológica y digital, realizar las inversiones y reformas que el país
necesita para incrementar nuestro PIB potencial y para lograr un
crecimiento más sostenible, justo e inclusivo. Finalmente, explicaré las
principales líneas presupuestarias asignadas a la Secretaría de Estado de
Economía y Apoyo a la Empresa. Los datos del presupuesto del Ministerio
de Asuntos Económicos y Transformación Digital serán presentados en
detalle posteriormente por los secretarios de Estado del departamento.
Respecto a la situación macroeconómica, querría comenzar señalando dónde
estábamos en 2019. En 2019 el crecimiento económico global se moderó
hasta el 2,9 %, siete décimas por debajo del de 2018, debido a las
tensiones comerciales y a la incertidumbre sobre un brexit sin acuerdo.
Las previsiones para 2020 apuntaban a principios de este mismo año a una
recuperación de la economía mundial. En enero de este año, por ejemplo,
el Fondo Monetario Internacional estimaba un crecimiento mundial del 3,3
% en 2020. La economía española, por su parte, se encontraba en una fase
positiva de crecimiento, manteníamos un crecimiento basado en sólidos
fundamentos y continuábamos con la corrección de los desequilibrios
macroeconómicos procedentes de la crisis financiera anterior. Pero el
escenario económico ha cambiado por completo, debido la crisis sanitaria
provocada por el COVID-19 y al impacto de las medidas de contención. La
propagación de la pandemia a nivel mundial requería una respuesta
decidida en el plano sanitario, con la aplicación de medidas de
restricción de la movilidad de la mayoría de las economías. Estas medidas
se tradujeron en un parón súbito y pronunciado de la actividad económica,
con una disrupción de las cadenas de valor internacionales, seguido de
restricciones a la actividad que impactaron negativamente tanto por el
lado de la oferta como por el de la demanda.
Como consecuencia de este parón de actividad, durante el segundo trimestre
del año, se registró una intensa contracción de la actividad en la
mayoría de las economías europeas. El PIB del conjunto de la Unión
Europea se contrajo un 11,4 % en el segundo trimestre, con un impacto
especialmente negativo en países como el Reino Unido, con un menos 19,8
%; en Portugal, con un menos 13,9 %; en Francia, con un menos 13,8 %, o
Italia, con un menos 13 %. El impacto en la economía española también fue
particularmente intenso, con una caída del PIB del 17,8 % en el segundo
trimestre.
Hay distintos factores estructurales que explican la intensidad y
severidad de la contracción sufrida por la economía española. En primer
lugar, las debilidades estructurales del mercado de trabajo, con una
elevada tasa de temporalidad: el 22,4 % en el segundo trimestre frente a
la media de la zona euro del 13,6, lo que genera una gran volatilidad del
empleo. En segundo lugar, un tejido empresarial caracterizado por el peso
de las pequeñas y medianas empresas, que en España suponen el 71 % del
empleo; un peso muy superior al que tienen algunas de las economías menos
afectadas como la alemana, con un 63,2 %. Su menor tamaño, lógicamente,
hace a las pymes más vulnerables ante los shocks de liquidez provocados
por caídas repentinas de los ingresos. En tercer lugar, la
especialización productiva de la economía española en el sector
servicios, que se ha visto muy afectado por restricciones a la movilidad.
Es el caso de actividades relacionadas con el turismo, el comercio, el
transporte o la hostelería, que en España representan casi el 24 % del
valor añadido bruto total, 5 puntos por encima de la media de la Unión
Europea.
La magnitud de la perturbación que ha supuesto la crisis del COVID, su
alcance global y la enorme incertidumbre asociada ha hecho que las
economías avanzadas hayan movilizado amplios recursos para activar
programas de política económica de un alcance sin precedentes. En el caso
de España, la respuesta de política económica ha tenido como objetivo
apoyar a las empresas, mantener el tejido productivo, proteger las rentas
de los trabajadores y mantener el empleo para mitigar el impacto social
de la crisis. Desde el mes de marzo, al igual que en los países de
nuestro entorno, se ha articulado y puesto en marcha una movilización de
recursos públicos sin precedentes, superior al 20 % del PIB, con 5 puntos
en apoyo presupuestario directo y 15 a través de medidas de apoyo a
liquidez y solvencia. Como saben, desde el mes de marzo se han elaborado
veinticinco reales decretos-leyes con medidas económicas y
sociales, que han sido convalidados por el Congreso, lo que pone de
manifiesto la necesidad y pertinencia de las medidas. Destacan, entre
ellas, los avales públicos otorgados por ICO, que ha movilizado más de
105 000 millones de euros en créditos, a través de cerca de 860 000
operaciones, un 98 % destinadas a pymes y autónomos; los expedientes de
regulación temporal de empleo, los ERTE, que han permitido proteger a
casi 3 400 000 trabajadores en el momento de mayor impacto de la
pandemia, a más de 500 000 empresas -es un instrumento que se ha ido
adaptando a las necesidades, que sigue aún en vigor, como saben, y que ha
ido dando cobertura a los sectores más afectados tras los sucesivos
acuerdos alcanzados con los agentes sociales-; la prestación
extraordinaria para autónomos, que ha cubierto hasta a un millón y medio
de trabajadores, amortiguando en gran medida la paralización de su
actividad; los distintos mecanismos de moratoria de préstamos, en apoyo a
colectivos más vulnerables, con más de 1 300 000 operaciones aprobadas;
además, se han aprobado medidas específicas para los sectores más
afectados, cuya actividad tardará más en recuperarse, es el caso del
sector del turismo, la automoción o el transporte, con un importe total
de más de 11 500 millones de euros.
Estas medidas son relevantes, porque tienen un impacto macroeconómico
indudable. En ausencia de estas medidas, dada la severidad de la
perturbación y el deterioro de la actividad que ha supuesto la
destrucción del tejido empresarial, hubiera tenido un efecto sobre el PIB
cercano al 25 % y habría habido más de tres millones de parados
adicionales. De hecho, la caída en la afiliación durante el primer
semestre de 2020 ha sido de un 5,3 %, similar a la registrada entre
octubre de 2008 y junio de 2009. Sin embargo, esta caída de empleo ha
sido consecuencia de una contracción de la actividad sin precedentes, del
22 % en los primeros seis meses, frente a la caída mucho menos intensa en
la crisis anterior del PIB, de apenas un 4,2 %, que tuvo la misma caída
en el empleo. Es decir, lo que estamos haciendo es evitar un daño
permanente que hubiese puesto en riesgo la recuperación. Esta decidida
respuesta de política económica está consiguiendo amortiguar el impacto,
concentrando las ayudas en los sectores más afectados y sentando las
bases para la reactivación de la producción y la demanda que se han
producido en el tercer trimestre de 2020.
Hasta la fecha, los indicadores de coyuntura de alta frecuencia han venido
mostrando la intensidad de la recuperación: en el mercado de trabajo, a
finales del mes de octubre, más de 2,8 millones de trabajadores han
salido de los ERTE, el 84 %, reincorporándose a sus puestos de trabajo;
los datos de afiliación conocidos hoy muestran que se han recuperado 594
000 afiliados desde el 30 de abril, 113 974 más que en septiembre; el
número de autónomos, a finales de octubre, se sitúa ya en niveles casi
similares a los de hace un año, superando los 3 200 000; el consumo,
medido a través del gasto en tarjetas de crédito, ha recuperado
prácticamente los niveles de hace un año; y los datos más recientes sobre
la situación del tercer trimestre, publicados la semana pasada, han
confirmado el dinamismo de la recuperación. Según la encuesta de
población activa, publicada por el INE, la ocupación aumentó, entre julio
y septiembre, en 569 700 ocupados, respecto al periodo anterior, una
subida del 3,1 %, que es el mayor incremento intertrimestral de la serie
histórica. Cabe resaltar también el incremento de las horas efectivamente
trabajadas, un 15,1 % superior al trimestre anterior. Este aumento de las
horas respecto a los ocupados se deriva de la reincorporación de los
trabajadores en ERTE y muestra la relevancia de este instrumento como
elemento de ajuste en nuestras empresas. Hemos tenido también la semana
pasada el avance de contabilidad nacional trimestral, que muestra que la
economía española creció un 16,7 % entre julio y septiembre, que es el
mayor aumento de la serie histórica. El crecimiento interanual se sitúa
así en el 8,7 %, recuperándose gran parte de la actividad perdida en el
primero y, sobre todo, en el segundo trimestre. De los datos de la
contabilidad nacional, cabe destacar la recuperación del consumo de los
hogares y de la inversión, que reflejan el dinamismo en nuestro sector
empresarial a pesar de la incertidumbre.
Para valorar el alcance de estos datos hay que tener en cuenta, en primer
lugar, que han sorprendido positivamente a la mayoría de analistas, es
decir, la recuperación ha sido más intensa de lo esperado. Esta
recuperación se ha producido en una coyuntura poco favorable, todavía con
rebrotes relevantes y con restricciones a la movilidad, que han lastrado
las entradas de turistas extranjeros. Los datos del tercer trimestre lo
que ponen de manifiesto es, una vez más, que salud y economía van de la
mano y que, en la medida en que se logra acotar y controlar rebrotes y
que se articula una respuesta firme y decidida a los mismos, el impacto
sobre la actividad es limitado.
Además de la evolución reciente, para la elaboración del cuadro macro se
han considerado un conjunto de hipótesis basadas en las previsiones más
recientes del Banco Central Europeo y en estimaciones propias del
Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que paso a
resumir.
Para el contexto internacional, que se caracteriza por la persistencia de
la incertidumbre derivada de la evolución de la pandemia, tomando los
datos del Banco Central Europeo, se prevé en el cuadro macro una
contracción del PIB mundial, excluida la zona euro, del menos 3,7 % en
2020 y una intensa recuperación del 6,2 % en 2021. En la zona euro se
prevé una contracción más intensa, hasta el 8 % de caída en 2020 y una
recuperación en 2021 con un crecimiento del 5 %. Respecto al crecimiento
de los mercados de exportación las proyecciones apuntan a una caída del
13,1 % en 2020 y a una intensa recuperación del 7,2 % en 2021. En
relación con la evolución del tipo de cambio se toman como hipótesis la
estimación de 1,2 dólares/euro prevista por el Banco Central Europeo, y
dada la evolución reciente del mercado de materias primas, se prevé que
el precio medio del barril de petróleo se mantenga por debajo de los 50
dólares, en línea con la evolución de los precios de futuros del Brent.
Por lo que se refiere a los tipos de interés se espera que los tipos a
corto plazo se mantengan relativamente estables y en terreno negativo en
2020 y 2021 en el contexto de una orientación expansiva de la política
monetaria, mientras que la rentabilidad de la deuda pública española a
diez años se espera que se mantenga en el 0,4 % en 2020-2021.
En definitiva, el entorno macroeconómico se caracteriza por una
recuperación global en 2021 y unas condiciones financieras favorables
apoyadas por políticas monetarias expansivas no convencionales, que junto
con las políticas fiscales mantendrán una orientación contracíclica. No
se esperan grandes tensiones, como decía, en el mercado del petróleo ni
en los mercados cambiarios. Lógicamente, más allá de las habituales
hipótesis sobre el entorno macroeconómico, el condicionante adicional en
las previsiones es la evolución de la pandemia y la capacidad de
controlarla mediante el seguimiento de los casos. Como he señalado,
existe una gran incertidumbre sobre el escenario.
A partir de la evolución macroeconómica reciente y de las hipótesis
presentadas, el escenario macroeconómico que acompaña al presupuesto
proyecta una caída del PIB del 11,2 % en 2020; para el año 2021 prevemos
un crecimiento inercial en ausencia de medidas de política económica del
7,2 %, en línea con el consenso de los principales organismos y
analistas. A partir de este escenario inercial, se ha considerado la
contribución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que
analizaré más adelante, con una inversión prevista para 2021 de 27 000
millones de euros. La traslación del impacto del plan al cuadro
macroeconómico se canaliza esencialmente a través del mayor dinamismo en
la inversión y, como resultado, estimamos que el crecimiento podría
alcanzar el 9,8 % en 2021. La recuperación en 2021 se sustenta en la
intensa reactivación de la demanda nacional, a la vez que el sector
exterior también registraría una aportación positiva al crecimiento,
aunque más moderada.
Permítanme analizar con más detalle el patrón del crecimiento para 2021
sobre el que se sustentan los Presupuestos Generales del Estado. La
aportación de la demanda nacional al crecimiento en 2021, el escenario
inercial, se sitúa en 9,3 puntos porcentuales, impulsada por la expansión
de todos sus componentes: el consumo privado, que crecerá un 8,3 %
gracias al aumento de la renta disponible de los hogares, derivada de la
revitalización del empleo; en el mismo sentido, la liberación del ahorro
forzoso acumulado en 2020 tendrá un efecto positivo sobre las decisiones
de consumo; la inversión privada en el escenario inercial crece un 7,2 %
en 2021. No obstante, el impulso a la inversión a través del plan de
recuperación se traduciría en un aumento más intenso, que podría alcanzar
el 15 %, especialmente concentrado en la inversión en bienes de equipo.
Finalmente, el crecimiento, el consumo público, se moderará en 2021 con
un crecimiento del 0,5 % en el escenario inercial, una vez superado el
gasto extraordinario en material sanitario, la contratación de personal y
servicios para hacer frente al COVID-19 en 2020. El efecto arrastre del
plan de recuperación puede generar una expansión adicional del consumo
público. En cuanto al sector exterior, en el escenario inercial se prevé
una aportación positiva al crecimiento del 1,1 % en puntos porcentuales.
Como he analizado, se espera en 2021 una recuperación de la economía
mundial y en particular de nuestros mercados de exportación, por lo que
las exportaciones aumentarán un 11,7 %. En cuanto a las importaciones, la
recuperación de la demanda interna, en especial del consumo y la
inversión, hace que se incrementen un 8,6 % en el escenario inercial y,
como resultado, la economía española mantendrá una capacidad de
financiación frente al resto del mundo del 2,2 % del PIB en 2021. Cabe
señalar que en la medida en que se materialicen todos los efectos
positivos de plan de recuperación, el mayor dinamismo de la inversión
podría dar lugar a un mayor crecimiento de las importaciones y a una
menor aportación, lógicamente, del sector exterior. En cuanto al mercado
de trabajo, la tasa de paro se situará en el 16,9 % en el escenario
inercial. Podría reducirse hasta el 16,1 % gracias a los efectos del plan
de recuperación. Es necesario señalar que las medidas de ajuste que he
venido explicando, como los ERTE, hacen que la tasa de paro responda con
menos intensidad a la recuperación de la actividad de como lo ha hecho
históricamente.
Finalmente, querría hacer una referencia a la orientación de la política
fiscal y la financiación del déficit público. Como saben, para 2021 se
prevé una necesidad de financiación de las administraciones públicas que
se sitúa en el 7,7 % del PIB, inferior al 11,3 % previsto para 2020. En
la coyuntura actual, todos los organismos y expertos nacionales e
internacionales recomiendan, como saben, articular políticas fiscales
contracíclicas, que contribuyan a impulsar la actividad y a consolidar la
recuperación, especialmente en el contexto de incertidumbre, pero a medio
plazo quiero remarcar el compromiso con la estrategia de consolidación
fiscal de nuestro Gobierno para asegurar la sostenibilidad de las
finanzas públicas y un crecimiento equilibrado. La necesidad de
financiación del sector público en 2020 ha tenido, lógicamente, un
impacto en la deuda pública. Como en todos los países de nuestro entorno,
las medidas adoptadas desde marzo tienen un alto coste en términos de
déficit y deuda. El Tesoro Público revisó en mayo de 2020 su programa
anual para hacer frente a las necesidades adicionales de financiación.
Las buenas condiciones de financiación y la eficaz gestión del Tesoro han
permitido reducir el volumen de financiación requerido este año en 15 000
millones. En 2021 las necesidades de financiación del déficit y las
amortizaciones de deuda en circulación harán que el volumen de emisiones
se sitúe en 299 138 millones de euros. No obstante, nuestra previsión es
que la ratio deuda sobre PIB se reduzca en 2021 respecto a 2020, pasando
del 118,8 % del PIB al 117,9 %.
Permítanme terminar esta parte de mi intervención resaltando que las
previsiones macroeconómicas presentadas por el Gobierno para 2020 y 2021
se han elaborado, por tanto, con un criterio prudente y ajustado a la
información disponible en cada momento, pero es esencial remarcar, como
hemos señalado, la incertidumbre sobre la situación sanitaria, que hace
necesario un seguimiento continuo de la coyuntura. En todo caso,
considero especialmente relevante señalar que, para culminar la
recuperación plena de nuestra economía, es preciso movilizar un gran
volumen de inversión y poner en marcha de forma decidida las reformas
estructurales que permitan reorientar la economía hacia un crecimiento
más sostenible e inclusivo.
El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aborda estos
objetivos con un ambicioso programa de inversiones y reformas. En cuanto
al programa de inversiones, el plan canaliza los nuevos instrumentos de
financiación aprobados por el Consejo Europeo en julio y, en particular,
el fondo Next Generation EU para apoyar la recuperación económica, prevé
la movilización de inversión pública por 140 000 millones en todo el
período previsto para el plan, hasta 2026. Con el fin de impulsar la
recuperación y lograr un máximo impacto contracíclico concentra las
inversiones en el periodo 2021-2023, movilizando 60 000 millones de euros
de transferencias del mecanismo de recuperación y resiliencia europeo,
que serán complementadas con los 12 400 millones del programa React EU
para la inversión en los ámbitos de salud y educación. De esta cuantía,
como señalé anteriormente, el presupuesto 2021 contempla la ejecución de
27 000 millones de euros para la realización de inversiones. Nuestras
estimaciones apuntan a que este esfuerzo inversor nos permitirá recuperar
los niveles de inversión pública máximos del ciclo y cerrar la brecha con
los países más inversores de nuestro entorno.
El plan de recuperación tiene como objetivos fundamentales recuperar la
actividad económica lo antes posible, a través de una política
contracíclica de estímulo a la demanda; impulsar la transformación de
nuestra economía y aumentar su capacidad productiva; mejorar la
competitividad en un entorno internacional de transformación, en el que
la descarbonización y la digitalización de la economía son aspectos
esenciales, y, por supuesto, crear empleo de calidad. Para ello, como
saben, el plan se estructura en cuatro ejes transversales que permean
toda la estrategia política económica: la transición ecológica, la
digitalización, la igualdad de género y la cohesión social y territorial.
Se trata de poner en marcha reformas e inversiones que den solución a las
debilidades estructurales de nuestra economía. Estimamos que en los tres
próximos años el plan supondrá un importante impulso a la economía y va a
ser un elemento esencial para que recuperemos la senda de crecimiento que
teníamos antes de la pandemia. Nuestra estimación es que aporte entre dos
y tres puntos al crecimiento del PIB en cada uno de los tres años de
implementación, de 2021 a 2023, y que permita crear un volumen relevante
de empleo en los próximos tres años, estimamos unos 200 000 empleos en
2021 y 300 000 en 2022 y 2023. El objetivo del plan a largo plazo es que
constituya un elemento esencial para incrementar nuestro crecimiento
potencial a diez años y que las reformas estructurales e inversiones nos
permitan aumentar el crecimiento entre cuatro y cinco décimas y situarlo
por encima del 2 %. El impacto macroeconómico del plan, por tanto, es
significativo, como recoge el cuadro macroeconómico que acompaña a los
presupuestos.
Respecto al contenido del presupuesto, creo relevante destacar que para
2021 se ha incrementado de forma notable el presupuesto del Ministerio de
Asuntos Económicos y Transformación Digital hasta 5122
millones de euros, como consecuencia fundamentalmente del impulso a la
digitalización que se va a acometer, que supone multiplicar por seis la
inversión en esta materia. En el ámbito de la Secretaría de Estado de
Economía que dirijo, el presupuesto asciende a 849 millones de euros, es
el 16,6 % del presupuesto del conjunto del ministerio; la mitad de este
presupuesto prácticamente, 428 millones de euros, se corresponde con las
contribuciones de España a las instituciones financieras multilaterales.
Se trata de mantener nuestra presencia, de mantener nuestras
contribuciones para consolidar la influencia de España en la gobernanza
económica mundial y para encauzar nuestro compromiso con los objetivos de
desarrollo sostenible de la Agenda 2030 con la lucha contra el cambio
climático y contra los efectos del COVID-19, incluyendo el
fortalecimiento de los sistemas sanitarios de los países más pobres. El
crecimiento del gasto se mantiene estable en la mayoría de las partidas,
a excepción del capítulo de trasferencias corrientes, en las que ha
habido un incremento de 33 millones de euros para hacer frente al
calendario acordado en junio de 2018 para contribuir a aliviar la carga
de la deuda de Grecia.
Por lo que respecta a los cinco organismos vinculados a la Secretaría de
Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, dentro del presupuesto de la
secretaría solo figuran el Instituto Nacional de Estadística y la
Comisión Nacional de los Mercados y Competencia, y en ambos casos los
fondos presupuestados en 2021 mantienen el mismo nivel del año anterior.
No se ha registrado ningún gasto imprevisto y no se prevé ninguno
extraordinario para el nuevo ejercicio. Por tanto, más allá del refuerzo
del compromiso de España con la Unión Europea, no existen cambios
significativos en el presupuesto de la Secretaría de Estado de Economía y
Apoyo a la Empresa.
Este sería, señorías, el resumen de lo más relevante en el ámbito del
presupuesto de mi secretaría de Estado y del análisis del cuadro
macroeconómico que acompaña al proyecto de presupuestos, que permitirá
impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo y canalizar los
nuevos fondos europeos.
Quedo a su disposición para contestar las preguntas que consideren
oportunas.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias por su intervención.
Damos paso a las intervenciones de los portavoces de los distintos grupos
parlamentarios. En primer lugar, tiene la palabra, por Ciudadanos, la
señora Muñoz Vidal.
La señora MUÑOZ VIDAL: Gracias, presidenta.
Buenas tardes, secretaria, bienvenida. Es un placer tenerla aquí con
nosotros.
Vuelvo a repetir el inicio de mi intervención, como he dicho a cada uno de
los comparecientes que han venido por esta sala hoy, pese a que a algunos
portavoces compañeros de otros partidos les incomode que yo utilice la
palabra optimismo. Me sorprende que las autoridades del Gobierno que han
pasado por aquí hoy pequen de excesivo optimismo, y no compartimos su
diagnóstico de la situación ni ese optimismo que reflejan las cuentas.
Ha empezado usted su comparecencia diciendo que el cuadro macro de estos
presupuestos contaba con el refrendo o el aval de la Autoridad
Independiente de Responsabilidad Fiscal, lo han repetido varios
comparecientes y varios portavoces, y quería señalar que hablan ustedes
de ese aval de la AIReF solo para lo que les gusta, porque la presidencia
de la AIReF es cierto que avaló las cuentas macro presentadas en el mes
de octubre, pero a su vez no he escuchado a nadie decir lo que también
dijo, que fueron en concreto dos cosas, hizo dos salvedades importantes a
ese aval de las cuentas macro presentadas en octubre. La AIReF habló de
que lamentaba que el Gobierno no hubiera presentado un plan de
reequilibrio a medio plazo de las cuentas, que estaba muy bien suspender
las reglas fiscales, pero que a su vez tenía que acompañar esa
suspensión, estas cuentas o este cuadro macro de un plan creíble de
recuperación del equilibrio de las cuentas públicas, de la senda de
déficit y de la contención de la deuda. Además, la presidenta de la AIReF
alertó de los elevados riesgos de las previsiones económicas del propio
Gobierno, y también habló, señor Guijarro, de excesivo optimismo en esas
cuentas macro y solicitó que no se trasladara ese optimismo del Gobierno
de esas previsiones macroeconómicas a los presupuestos. Partiendo de esta
base de que esas cuentas cuentan con el aval de la Autoridad
Independiente de Responsabilidad Fiscal, contémoslo todo.
Como decía también esta mañana, son unas cuentas que a nosotros nos
parecen excesivamente optimistas, que no nos gustan, que no serían las
que hubiéramos elaborado ni presentado en este Congreso, pero Ciudadanos
es un partido útil, es un partido de Estado y vamos a estar aquí tratando
de mejorar estas cuentas, porque creemos que es vital reconstruir nuestro
país sobre unos cimientos sólidos
que consideren a todos y que no criminalicen a nadie. Queremos que estos
presupuestos, a pesar de no ser nuestros, tengan en cuenta a las
familias, facilitándoles la conciliación y no condenando a la inactividad
a aquellos cuyos niños o personas dependientes tienen problemas para
hacer cuarentena. A pesar de que no son nuestros, necesitamos una
economía que apoye a la empresa, pero no solo con subvenciones y
prestaciones, sino con un ecosistema empresarial dinámico, una regulación
habilitante que les permita hacer negocios, con la extensión de los
plazos de carencia y amortización de préstamos avalados, con la
regulación de la segunda oportunidad, que sea de verdad una segunda
oportunidad y suponga poder restituir la solvencia de las empresas y las
personas físicas y un mercado laboral que no condene de forma
irremediable a los colectivos más vulnerables a la precariedad. Estas son
reformas que podríamos poner en marcha desde esta Cámara y que, si
contáramos con el apoyo del Gobierno, sentarían de verdad las bases de
una sociedad más justa y eficiente para que cada vez menos ciudadanos
dependan de la prestación del sector público. Nosotros no queremos que
las prestaciones del sector público se eliminen, como muchos quieren
hacer creer, sino que queremos que no sean necesarias porque estas
familias tengan un trabajo digno, con un salario que les permita
desarrollar sus proyectos de vida con plenitud. La verdad es que la
crisis del coronavirus ha dejado al aire nuestras vulnerabilidades y ha
arrastrado a millones de españoles a depender del sector público y nos
preocupa no que haya ciudadanos que dependan del Estado, sino que haya
ciudadanos que lo hagan porque nuestro país no les ofrece oportunidades.
Quería dejarlo aquí. Veo que se me pone la luz en rojo. Le voy a preguntar
solo si van a modificar ustedes la ley de segunda oportunidad para
asimilar el pasivo público al de las entidades mercantiles en los
concursos de acreedores, si van a realizar algún cambio legislativo en la
Ley de Unidad de Mercado para limitar la proliferación de regulación
intranacional y si vamos a poder llevar a cabo una auditoría en
profundidad de la normativa empresarial para detectar barreras e
impedimentos a la actividad empresarial.
Gracias, presidenta.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Ahora tiene la palabra por el Grupo Plural el señor Bel.
El señor BEL ACCENSI: Muchísimas gracias, presidenta.
Muchísimas gracias, señora Ana de la Cueva por su comparecencia y su
explicación.
En todo caso, respecto al cuadro macroeconómico, he hecho unas reflexiones
esta mañana y entiendo que es un cuadro macroeconómico que se efectúa
durante el mes de agosto o de septiembre con unas previsiones y que el
grado de incertidumbre es muy elevado. Seguro que este grado de
incertidumbre no es el mismo que el que había hace dos meses y el que hay
hoy estrictamente es por la evolución de la pandemia, ya no hablo en el
conjunto del Estado español, sino en el conjunto de la Unión Europea como
mínimo. Esta mañana el gobernador del Banco de España nos decía que él
entendía que en el contexto actual estaba más próximo a las previsiones
que establecía el Banco de España en el escenario dos que en el escenario
uno, dada la evolución de la pandemia.
Aprobamos la semana pasada un nuevo estado de alarma con unas
restricciones que tienen un impacto en la economía clarísimo y, por
tanto, yo le decía que seguramente no es de los mejores aspectos que
tiene el presupuesto en el cuadro macroeconómico, dado el grado de
incertidumbre. Me gustaría que pudiéramos profundizar en un tema que
nosotros ya veíamos con preocupación y que el gobernador del Banco de
España ha puesto encima de la mesa de forma muy clara esta mañana y es
respecto a la simulación del impacto del Plan nacional de Recuperación,
Transformación y Resiliencia, un impacto que ustedes estiman en el cuadro
macroeconómico de 2,6 puntos del PIB y eso hace que hagan una estimación
de más del 9 % del crecimiento para este ejercicio de 2021 y que nos
genera dos dudas. Una, es la capacidad de absorción de los fondos, si se
podrán ejecutar estos 27 000 millones en su integridad o si, de acuerdo
con la ejecución histórica que han tenido los fondos europeos en el
Estado español, esta cantidad va a ser mucho menor. Y a su vez, el
multiplicador, que va a depender del tipo de gasto o de inversión que se
efectúe y que ustedes sitúan en la parte más alta, en el 1,2 %, y que el
Banco de España podría cifrar en el entorno del 0,8 %. En todo caso, la
combinación de una no absorción plena y de un multiplicador mucho más
reducido, efectivamente, hará que estas previsiones del 2,6 % de impacto
en el PIB no lleguen ni al 50 % e incluso cantidades mucho más reducidas.
Nos gustaría que nos lo aclarase. En primer lugar, ¿en qué basan este
multiplicador del 1,2 %? Y en segundo lugar, ¿realmente confían en esta
absorción de los fondos al cien por cien en 2021?
Antes de terminar, nos gustaría que nos dijese algo sobre los préstamos
con los avales ICO. No es materia estrictamente de esta comparecencia,
pero es un tema que preocupa a nuestro grupo. La evolución de la pandemia
no ha sido lo favorable que debía ser y esto tiene unas consecuencias y
un impacto en las empresas. Hay muchas empresas que acudieron a estos
préstamos que ven cómo el periodo de carencia está prácticamente -faltan
todavía unos meses- a punto de finalizar y que la recuperación económica
en algunos sectores, por no decir en todos, no llega. Incluso a algunos
se les ha acentuado. Nos gustaría escuchar, aunque no sea con una
certidumbre del cien por cien, que el Gobierno español está trabajando
para ampliar este periodo de carencia y a su vez el plazo de estos
préstamos al menos un año, tanto los plazos de los préstamos como el
periodo de carencia.
Muchísimas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común,
tiene la palabra el señor Guijarro.
El señor GUIJARRO GARCÍA: Muchas gracias, presidenta.
Buenas tardes, señora Ana de la Cueva. Es un gusto tenerla en esta
Comisión de Presupuestos para la aprobación de este trámite.
En primer lugar, querría destacar la labor encomiable que se ha hecho
desde el ministerio para tratar de cuadrar unos números muy complicados.
En este sentido, quiero destacar que el desafío que tienen los
funcionarios públicos del ministerio durante estas semanas es inmenso. No
sé si a lo largo de su historia laboral se van a encontrar con semejante
desafío, con semejante reto, pero en todo caso insisto en que la labor
que han venido realizando las distintas secretarías de Estado ha sido
encomiable, precisamente para tratar de adaptarse a una situación muy
complicada y para tratar, efectivamente, de encajar unos números en una
coyuntura que discutíamos antes en esta Comisión, señora De la Cueva, que
es imprevisible, puesto que -en esto podemos estar de acuerdo- ahora
mismo nadie tiene una bola de cristal para saber dónde vamos a estar
dentro de seis meses.
En cualquier caso, el esfuerzo que se ha hecho para proyectar cifras no
solo es necesario para poder aprobar este presupuesto, sino que se ha
hecho con una mezcla de prudencia a la vez que no se cae en una
desesperación absoluta, que seguramente tampoco ayudaría mucho a los
agentes económicos a reactivarse. Es decir, si el Estado no es capaz de
proyectar una cierta confianza en esos actores, muy mal dados vamos. En
este sentido, quiero agradecer el trabajo que se ha hecho para trasladar,
como digo, unos escenarios realistas aunque complicados. Digo todo esto
porque es verdad que nos estamos jugando mucho en estas próximas semanas
y que el debate que estamos teniendo ahora no es un debate de
presupuestos. Hemos insistido mucho en que ahora mismo este es un debate
casi 'epocal', como decíamos en alguna ocasión, precisamente porque está
en juego un cambio de matriz productiva que es lo único, a mi modo de
ver, que va a hacer sustentable el Estado del bienestar de las próximas
décadas. Sencillamente, con el modelo que tenemos actualmente no da y, si
realmente queremos un Estado del bienestar -o, al menos, un Estado
social, como establece la Constitución española-, la transformación
productiva es imperiosa. Creo que eso la mayoría de los grupos
parlamentarios de esta Cámara lo tenemos claro.
Quiero también destacar la dificultad del momento, puesto que creo que hay
que reprochar a determinados grupos de la oposición que no hayan sido
capaces de entender el desafío patriótico que esto supone, el desafío de
país que esto supone. ¿Por qué digo esto? Porque me da la sensación de
que hay cierto diletantismo en algunos grupos parlamentarios de la
derecha, y quiero señalar específicamente al Grupo Parlamentario Popular
y a VOX. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que, mientras en el
escenario nos estamos jugando el futuro del país, hay unas personas que
se han ido a la última fila del teatro a comer palomitas y a observar lo
que ocurre en el escenario, un escenario dramático donde nos lo estamos
jugando todo. Eso es diletantismo, esa es una actitud diletante, pensar
que la situación crítica que vive el país no les interpela, pensar que se
pueden echar ahí detrás en la última fila a hacer como si aquello fuera
un espectáculo y a hacer bueno ese viejo dicho cambiado de sentido de
"cuanto peor, mejor"; en este caso, cuanto peor, más divertido, más nos
reímos todos. Digo esto también, señora Muñoz, para darle una de cal, ya
que le he dado una de arena antes. Pese a que yo no estoy de acuerdo con
muchas -por no decir la mayoría- de las propuestas que hace su grupo
parlamentario, al menos sí le tengo que reconocer que Ciudadanos no ha
hecho esto, no se ha retirado a observar y a comer palomitas, como decía
antes, mientras el país afronta un debate tan fuerte. En ese sentido,
quiero pensar
que todavía hay grupos de la derecha en este país que están dispuestos a
salir del monte, volver a la ciudadela y empezar a pensar en el bienestar
de todos y no en el futuro a medio y largo plazo.
Ahora, dicho esto, querría también hacerle unos cuantos comentarios para
saber su opinión, comentarios que extraigo después de la comparecencia
del gobernador del Banco de España esta mañana. Ha destacado tres
elementos que, según él, explican la debilidad de la economía española y
también el especial impacto que esta pandemia ha tenido en la misma. Él
hablaba de una tasa de temporalidad muy alta, de una estructura
productiva no diversificada y de un tamaño empresarial relativamente
pequeño en comparación con Europa. Sobre la tasa de temporalidad,
entiendo que esta es una cuestión del mercado de trabajo y que ahora
mismo es motivo de proyectos de cambio y de debate en el propio Gobierno.
En el tema de la estructura productiva no me voy a detener, porque ya
estoy cansado de decir que esa diversificación estructural es
absolutamente necesaria y que, en la medida en que sigamos dependiendo de
un monocultivo centrado en el turismo y en el ladrillo, será difícil no
ser sensible o no estar debilitado por esa estructura. Querría centrarme,
si puede ser, en la cuestión del tamaño empresarial, algo sobre lo que me
resulta interesante escuchar su opinión, puesto que el gobernador decía
que es ese escaso o relativamente pequeño tamaño de las empresas el que
hace que las mismas tengan una dificultad enorme para acceder a
financiación y que su músculo de resistencia ante crisis como la actual
sea mínimo, con lo cual al menor soplido salen volando. Yo he creído
deducir de las palabras del gobernador -ya sabe que es un hombre muy
prudente- que él interpretaba que había ciertos problemas en la propia
legislación española para promover un aumento del tamaño empresarial, de
tal forma que pudieran acceder a mayores niveles de financiación y
tuvieran un músculo mayor. Sencillamente quería preguntarle su opinión
sobre este tema y si el ministerio o la secretaría de Estado que usted
dirige tiene identificado este problema y si como tal lo está atendiendo
de algún modo.
Por lo demás, gracias por sus respuestas.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Ahora, por el Grupo VOX, tiene la palabra el señor Manso.
El señor MANSO OLIVAR: Muchas gracias, presidenta.
Buenas tardes, señora secretaria de Estado, encantado de recibirla.
Nos han acusado de diletantismo. Claro, en principio iba a interrogarla a
usted, pero ya ve que me tengo que defender. Vamos a ver, yo quisiera
saber qué ha hecho el Gobierno, por ejemplo, que se queja del tamaño de
las empresas, de la temporalidad y de eso que llaman ustedes el
monocultivo del turismo, que no es un monocultivo, es un sector muy
importante en España y punto. ¿Qué ha hecho el Gobierno antes de marzo
para que esto no fuera así? Porque estas condiciones ya estaban. Es
decir, a lo mejor el que es diletante es el Gobierno y la coalición que
lo apoya. Nosotros hemos tenido muchísimas iniciativas, y me ha llamado
la atención que alguna de ellas la haya sacado el señor Bel. Esta la
pedimos a medias con el Partido Popular y creo que lo apoyó Ciudadanos,
pero no recuerdo si el señor Bel la apoyó, me imagino que sí. Me dice el
señor Bel que no, entonces no sé a qué viene quejarse, porque nosotros
presentamos una PNL en ese sentido, para que se alargara el plazo de
carencia de los préstamos y se alargara el plazo de las operaciones.
Claro, señor Bel, ahora entiendo mucho menos todavía su queja. Yo ya sé
que para usted es muy difícil vender que vota con la derecha, pues ya
está, esas son las cosas que llevan al país adonde está.
Yo no voy a meterme mucho con el cuadro macroeconómico, realmente estoy
aburridísimo del cuadro macroeconómico, y le voy a explicar por qué;
llevamos toda la mañana dándole vueltas, desde las nueve de la mañana que
ha llegado el gobernador y lo ha puesto en solfa. Entonces, no tiene
sentido. Usted ya conoce las limitaciones que le pone el gobernador del
Banco de España a su cuadro y yo las comparto. Creo que ustedes tienen
una mínima excusa y yo le supongo siempre la buena fe. Como ya hemos
dicho muchas veces, nosotros no nos alegramos de que las cosas vayan mal,
todo lo contrario, lo que pasa es que creemos que a España le está yendo
muy mal con este Gobierno, que es muy distinto. Repito, nosotros no nos
alegramos de que las cosas vayan mal, y sí creo la excusa que les ha
brindado el señor Guijarro de que, claro, ustedes han hecho esto en
agosto y de agosto a aquí han cambiado mucho las cosas.
Al final me voy a centrar un poquito en el presupuesto de su secretaría de
Estado, pero solamente porque me sirve de ejemplo. Su Secretaría de
Estado se llama de Economía y Apoyo a la Empresa y tiene un presupuesto
de 372 millones. ¿Y qué se encuentra uno cuando empieza a revisar? Como
digo yo, que es una secretaría de Estado carcasa, casi como el
ministerio, es decir, tiene muy poco gasto propio y al
final es una estructura, parece un holding donde entran ingresos y salen
transferencias. En concreto, en su caso le salen 218 millones para la
Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y el Instituto
Nacional de Estadística, y luego le salen 148 millones básicamente para
Grecia, es decir, al final usted se queda con un presupuesto de 6
millones. Y uno piensa: una secretaría de Estado de Apoyo a la Empresa
que tiene al final 372 millones de presupuesto y se le quedan en 6,
porque todo lo que entra, sale. Como les he explicado, dos organismos
autónomos y las transferencias para sostener a Grecia, que no está mal
que le recordemos al señor Guijarro que todos los años ponemos 142
millones para sostener las políticas de Varoufakis. La única ayuda que se
pueda decir es una subvención de 200 000 euros para becas Fulbright, eso
es todo. Nosotros esperábamos un poquito más. Pero más que ayudas lo que
le pediríamos es un cambio regulatorio. Estoy totalmente de acuerdo con
lo que ha comentado la señora Muñoz, porque nosotros hemos sido muy
proactivos en ese sentido: ley de unidad de mercado y modificar la
regulación de segunda oportunidad y, sobre todo, la regulación concursal,
que además -y esto a lo mejor sobrepasa a su cometido, no a su
conocimiento, por supuesto- sería muy interesante que retocaran la Ley
Concursal o la pensaran para que sirviera dentro de los mecanismos de
resolución bancaria, porque ahora mismo, como usted sabe, ahí tenemos un
problema.
Esta sería mi intervención. Espero su turno de respuestas y le agradezco
la calidad en su exposición y el trabajo de sus funcionarios.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Ahora, por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor Castellón.
El señor CASTELLÓN RUBIO: Muchas gracias, presidenta. Muchas gracias,
secretaria.
Hace casi dos años venía usted a esta misma Comisión a dar cuenta del
cuadro macro que acompañaba a los presupuestos fallidos de 2019 y
hablábamos entonces del crecimiento en Europa. Se pintaba una disminución
contenida de los niveles de deuda, un tibio compromiso con la reducción
del déficit, pero entonces ya le advertíamos de que el hecho de no
acometer reformas y vivir de las rentas era poco favorable para afrontar
futuras recesiones como la que ya está aquí. Ha hecho usted hoy una
exposición excesivamente optimista, desde mi punto de vista, sobre todo
en lo que se refiere a este trimestre. Me extraña, porque usted es una
persona muy rigurosa. Lo cierto es que hoy España es líder en Europa,
pero esta vez lo hace por ser el país con mayor caída de nuestra
economía, 150 000 millones de pérdida de riqueza nacional, o ser el país
que más preocupa a nuestros socios por contar con una deuda desbocada,
según el Banco de España, que se puede aumentar en 350 000 millones en
los próximos dos años, y por ser el país de los cuatro millones de
españoles en paro. Vivimos, sin duda, la peor crisis económica de nuestra
historia moderna, una situación excepcional que requería -que requería-
la adopción de medidas excepcionales y, cómo no, también de un
presupuesto de carácter excepcional. En sus previsiones macro pronostican
ustedes para 2021 un crecimiento inercial del 7,2 %, que el Banco de
España esta mañana ha pulverizado y lo ha dejado casi a la mitad, en un
4. Si la caída del PIB de este año se acerca al 12 %, lo que están
ustedes reconociendo es que esta crisis va a ser más más profunda y más
duradera de lo que siempre han contado a los españoles. Prevén ustedes un
déficit del 7,7, un agujero fiscal, para entendernos, de 100 000 millones
de euros al año, que por su magnitud debería de haber orientado la
política fiscal que ustedes plantean en estos presupuestos para intentar
no alejarnos de la senda que marca el Pacto de Estabilidad, ya que aunque
la cláusula de salvaguarda ahora mismo está en suspenso, todos sabemos
que algún día volverá y, sobre todo, hago esta aseveración después de
escuchar al gobernador del Banco de España esta mañana, que nos ha
alertado de los riesgos de desviación en la previsión del déficit como
consecuencia de la evolución negativa del cuadro macroeconómico. Por
último, estiman una tasa de paro del 16,9 %. Todas estas previsiones son
las más optimistas de cuantas tenemos del Banco de España, el Fondo
Monetario Internacional, de la OCDE, etcétera. Por ello, no dejan de ser
una losa.
El pasado martes 27 ustedes aprobaron el proyecto de presupuestos basado
en estas expectativas macro. Sin embargo, tres días después trajeron a la
Cámara una prórroga del estado de alarma hasta el mes de mayo. Quería
preguntarle si contemplan el cuadro macroeconómico y el Presupuesto
General del Estado las consecuencias económicas de ese estado de alarma
y, teniendo en cuenta la segunda ola del COVID, ¿contemplan estas
previsiones macroeconómicas otro escenario de endurecimiento de las
condiciones actuales de movilidad y ejercicio de la actividad económica?
Lo pregunto porque todo parece indicar que tras las medidas que se están
adoptando para evitar la propagación del virus, la realidad va a
ser bastante peor de la previsiones tan optimistas que usted ha relatado,
o quizá está ya obsoleto el cuadro macro porque ustedes lo han redactado
en agosto. Yo creo que no, porque ustedes lo que han hecho ha sido
elaborar unos presupuestos al margen del escenario de incertidumbre y de
evolución de la pandemia y con su consecuente traslación a la actividad
económica, a pesar de que tenían la advertencia y la recomendación de la
AIReF en ese sentido. Permítame que le diga que estos presupuestos
generales no es que sean poco realistas, es que son del todo falsos. Y no
han sido ustedes solo poco rigurosos, es que además han rozado la
imprudencia. Han elaborado unos presupuestos generales no para recuperar
la economía española, sino para salir del paso y cuyo único beneficiario
va a ser el presidente del Gobierno, que quiere forjar sus alianzas con
sus socios. En la España de los cuatro millones de parados han presentado
ustedes unos presupuestos de gobernación que no unos presupuestos de
recuperación.
Señor Guijarro, no sé si ha llamado usted antipatriota también al
gobernador del Banco de España por cantar esta mañana aquí las cuarenta
como lo ha hecho, o quizás nosotros debemos dejar de ser antipatriotas
apoyando unas cuentas como estas cuya irresponsabilidad pasan por alto un
grave daño estructural a nuestra economía, el que va a sufrir en los
próximos años, y no solo eso, sino que además lo agrava y lo perpetúa; si
no, ¿cómo vamos a calificar la situación de que finalicemos el año con
una deuda en torno al 120 %? Abro comillas: "La actual deuda pública está
lastrando los recursos financieros y la capacidad redistributiva pública
de las futuras generaciones de españoles". La frase la pronunció usted
aquí en 2019, con una tasa de deuda del 95 %. En el actual escenario, con
25 puntos más de ratio de la deuda, ¿considera usted que están
comprometidos los recursos financieros del futuro y la capacidad
redistributiva de las futuras generaciones de españoles? ¿Me podría
señalar cuáles son las medidas de este presupuesto para contener el
incremento desbocado de la deuda hasta límites perjudiciales? ¿Puede
usted descartar que la deuda prevista en el cuadro macro implique que
haya que realizar recortes o ajustes de manera inmediata en los próximos
ejercicios del Estado del bienestar para asegurarlo en un futuro?
Lógicamente, una crisis como la actual supone mayor gasto coyuntural para
afrontar la respuesta sanitaria y económica de la crisis.
Señora secretaria de Estado, exceptuando las partidas que conllevan gasto
coyuntural para salir de la crisis, ¿en qué se refleja el compromiso con
la disciplina fiscal que usted había resaltado del Gobierno, en el
alargamiento quizá de las partidas para altos cargos común a todos los
departamentos, o en las subidas del capítulo 1 del Ministerio de Economía
en los gastos de personal? ¿En qué se refleja en el resto de los gastos
estructurales del presupuesto? Recuerdo que el déficit estructural lo ha
cifrado el gobernador del Banco de España en un 5 %.
En cuanto a la política de empresa en los últimos ocho meses, cien mil
empresas han cerrado; un drama para nuestra economía. Sin embargo, no
conocemos ni una sola medida, y le pediría que, por favor, nos relate
cuáles son las medidas concretas de estos presupuestos generales de apoyo
a las empresas. Sin duda, no disponemos de margen fiscal y, por lo tanto,
ni se contemplan las ayudas directas ni beneficios fiscales; todo lo
contrario, más impuestos, y no hay ni siquiera un plan para mejorar su
competitividad, esa de la que tanto se ha hablado aquí esta mañana.
Voy terminando, señora presidenta. Estos presupuestos generales solo
deberían ser la radiografía de un plan de contingencia, cuya única misión
fuese salvar la economía de millones de familias, de seiscientos mil
españoles que desde marzo están en paro y de esas cien mil empresas que,
bajo su competencia, ya han cerrado en estos últimos meses. Era también
la oportunidad para que quien ejerce esta Presidencia de la Comisión
Delegada de Asuntos Económicos ejerciera el liderazgo económico de este
Gobierno. Y no era el momento para que, en colaboración de sus socios que
han intervenido con anterioridad, un speach doctor asumiera la
elaboración de unas cuentas que son la constatación de un gran fracaso.
Gracias, presidenta.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Tiene la palabra, por el Grupo Socialista, el señor Casares.
El señor CASARES HONTAÑÓN: Muchas gracias, presidenta. Muchas gracias
también a la Secretaría de Estado de Hacienda y Economía y Apoyo a la
Empresa. Bienvenida a esta casa, al Congreso de los Diputados, en un
momento tan importante para la vida política y económica de este país
como es la elaboración de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado.
Y gracias especialmente a la secretaria de Estado, a la señora Ana de la
Cueva, por el rigor en el análisis de la situación y la solvencia que ha
demostrado una vez más el Gobierno de España, y hoy, en esta
comparecencia, explicando el cuadro macroeconómico y los Presupuestos
Generales del Estado, en especial en su departamento en el
Ministerio de Economía. Lo hacen, además, en una situación extraordinaria.
No nos vamos a cansar nunca de decir cuál es la situación que atraviesa
el país, señorías, porque, aunque ustedes no lo digan, la situación que
vive España es extraordinaria y estamos en medio de una pandemia mundial.
Conviene recordarlo, porque parece que viven en otro planeta.
Creo que hoy ya nadie duda, señorías, de la bondad de las medidas que puso
en marcha el Gobierno de España; esas medidas que han permitido que, en
los momentos más duros de la pandemia, 3,4 millones de trabajadores y
trabajadoras de este país estuviesen protegidos por los ERTE; que 1,5
millones de autónomos tuvieran por primera vez una prestación por cese de
actividad; que se hayan formalizado operaciones por más de 100 000
millones de euros para avalar a nuestro tejido productivo y que la
liquidez llegase a nuestras empresas; o todas esas medidas de apoyo a las
familias, que han permitido que, en un momento tan difícil, pudieran
salir adelante, o a esas ayudas a sectores específicos, como el
transporte, la automoción o el turismo.
Pues bien, señorías, la bondad de esas medidas que puso en marcha el
Gobierno de España para 2020 hoy pueden tener un reflejo en los
Presupuestos Generales del Estado para 2021. Estos presupuestos
representan lo mismo para 2021, una red de protección del Estado hacia
nuestras familias, hacia nuestros trabajadores, hacia nuestro tejido
productivo y hacia la recuperación económica de este país. Por eso es
esencial tener unos nuevos Presupuestos Generales del Estado, ¿o es que
alguien duda, señorías, de que los Presupuestos Generales de 2018 ya no
valen para hacer frente a la actual situación? ¿O alguien todavía pone
eso en cuestión con la que está cayendo en este país, señorías? Pues de
eso estamos hablando. Y claro que hay incertidumbres en la economía
española, en la economía europea y en la economía mundial, y claro que
hay riesgos que acechan sobre nuestra economía, sobre nuestras empresas o
sobre las medidas que se tomen a lo largo de los próximos meses, ¡claro
que hay riesgos, claro que hay incertidumbres!, pero precisamente por eso
es más necesario que nunca tener unos nuevos Presupuestos Generales del
Estado, para que desde lo público, desde la política pública, desde la
acción política contribuyamos a reducir esas incertidumbres, a aportar
certezas sobre nuestra economía. De eso va también tener unos nuevos
Presupuestos Generales del Estado para el año que viene. Y esa es la
dirección en la que está trabajando el Gobierno de España, y les diría
una cosa: todo lo demás sobra, todo lo que no vaya en la dirección de
aportar a la recuperación económica, aportar a las familias, a los
trabajadores, al mantenimiento de la actividad o a la generación de
empleo, sobra, señorías.
Ahora, por tanto, lo que toca es reforzar las políticas públicas para
evitar que la crisis sanitaria se convierta en una crisis estructural que
ponga además en riesgo la recuperación económica de nuestro país. De eso
se trata cuando hablamos de reforzar las políticas públicas que
contemplan estos nuevos Presupuestos Generales del Estado. ¿O es que
alguien, señorías, se imagina que hagamos frente a esta situación con
políticas de recortes o de austeridad, como hicieron algunos en el
pasado? ¿Alguien se imagina que utilizásemos esas recetas en medio de
esta pandemia con las consecuencias tan graves en términos sociales,
económicos y sanitarios que está teniendo? Pues no, señorías; ni Bruselas
se lo imagina. Fíjense que la Unión Europea, Bruselas, ha decidido poner
en suspenso la activación de las cláusulas de salvaguardia para dejar en
suspenso los límites de déficit y deuda pública, señorías, porque de eso
se trata también en la respuesta que se está dando, y no solo para 2020,
también al menos para 2021, así como el Banco Central Europeo con la
política monetaria que está haciendo y, por tanto, en línea con las
políticas públicas que el Gobierno de España quiere activar en estos
Presupuestos Generales del Estado.
Por eso, señorías, estos presupuestos son los más sociales de la historia
y por eso, señorías, estos presupuestos contemplan un aumento
espectacular en la inversión pública. Se aumentan las partidas que van
destinadas a mejorar la vida diaria de la gente, a la educación, a la
sanidad pública, a la formación profesional, al empleo, a la dependencia;
en definitiva, a combatir con todas las herramientas del Estado la
desigualdad. Y, en segundo lugar, partidas para modernizar nuestra
economía, para que lleguen a la recuperación en materia de industria, de
transporte, de infraestructuras, de transición ecológica, de ciencia, de
I+D+i, de digitalización; en definitiva, unos Presupuestos Generales del
Estado que apuestan por la mejora de la productividad y de la
competitividad y de la sostenibilidad de la economía española. En esa
línea van también -y termino con esta última idea- las partidas del
propio Ministerio de Economía, que contemplan más de 3600 millones de
euros de inversión, un 2000 % de incrementos en inversiones reales o un
2200 % de incrementos en transferencias de capital.
Termino con una reflexión. Estamos estos días tramitando los Presupuestos
Generales del Estado y en esta tarea algunos prefieren ponerse de perfil,
los que nunca han aportado nada en esta Cámara
-y, por cierto, nada esperamos de ellos-, pero otros, señorías, pueden
contribuir a ayudar a su país, a la nación, a los 47 millones de hombres
y mujeres de España, y a eso interpelamos a todos, especialmente a los
principales partidos de la oposición, como el Partido Popular y también a
partidos como Ciudadanos, para aprobar estas cuentas públicas. Esa es la
tarea que tenemos y esa es la tarea en la que desde luego están el
Partido Socialista, los partidos que sustentamos al Gobierno o el
Gobierno de España.
Muchas gracias, señorías. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Tiene la palabra la secretaria de estado para contestar.
La señora SECRETARIA DE ESTADO DE ECONOMÍA Y APOYO A LA EMPRESA (De la
Cueva Fernández): Muchas gracias, presidenta.
Muchas gracias a todos por las intervenciones. Hay cuestiones que se
suscitan a lo largo de varias de las intervenciones y, como decía, el
tema del cuadro macro que me trae aquí sin duda es una de ellas. Respecto
al cuadro macro, yo creo que lo que vemos en estas semanas es que desde
luego es un cuadro que tiene incertidumbres, como dijimos en el momento
de presentarlo -como me parece que cualquiera entiende en el contexto
actual-, incertidumbres que tienen como principal factor de riesgo la
evolución de la pandemia en España y en los demás países, la evolución
del contexto internacional. Pero estas semanas tenemos algunas
certidumbres que no teníamos hace algunas semanas cuando vemos cuáles son
los datos del tercer trimestre. Yo creo que los datos del tercer
trimestre no suponen un análisis optimista del futuro, suponen una
constatación de qué es lo que ha pasado con datos ya hechos -eso sí que
no son previsiones, son datos-, y los datos del tercer trimestre nos
dicen una serie de cosas que yo creo que hay que poner de manifiesto.
En primer lugar, los rebrotes, cuando se controlan, tienen un impacto
económico más limitado -yo creo que esto es el primer elemento- y, por
tanto, todas las medidas que tomemos de marco jurídico, de actuaciones
para controlar eficientemente los rebrotes son relevantes. En segundo
lugar, la capacidad de recuperación de la economía española yo creo que
nos dice mucho de qué es lo que tenemos en el país, de cómo, en una
situación que en el tercer trimestre ha sido también extraordinaria -con
rebrotes, con limitada entrada de turistas-, se ha recuperado la
actividad económica. De hecho, los datos del tercer trimestre, como
señalaban esta mañana, no los anticipaba casi ningún analista; han sido
mejores de los que anticipábamos todas las instituciones. Las
incertidumbres existen al alza y a la baja y los datos lo que nos han
dado es una tasa de variación del tercer trimestre mejor de la
inicialmente esperada, igual que la del segundo trimestre fue peor de lo
que nos hubiéramos podido esperar. Lo que vemos es que tenemos una
capacidad de recuperación, de creación de empleo, y cuando tenemos la
situación económica controlada la capacidad de crecimiento del país y de
recuperación vuelve a estar ahí, y yo creo que esto es muy relevante.
Por otra parte, lo que nos dicen también los datos es que las medidas que
se han puesto en marcha están funcionando, que el apoyo al tejido
productivo ha permitido mantener la actividad de las empresas -que están
ahí y han podido recuperar la actividad del tercer trimestre-, que hemos
ido adaptando las medidas a las necesidades en el caso de los ERTE, cómo
hemos ido acompasando qué es lo que en cada momento necesitábamos, y es
lo que vamos a continuar haciendo. Lo que nos dice también la experiencia
es la importancia de la colaboración público-privada en el diseño de los
instrumentos, que yo creo que también es un tema que tenemos que tener en
mente y que tenemos que trabajar en el futuro. Cuando vemos el desempeño
en las líneas del ICO, yo creo que uno de los factores elementales de por
qué han funcionado tan bien, por qué se han movilizado en tan poco tiempo
tantos recursos, es porque hemos conseguido encontrar un mecanismo óptimo
en el que el Estado da el aval y contribuye a movilizar recursos del
sector privado que hacen análisis de riesgo, que es lo que saben hacer
bien. Esta combinación público-privada ha funcionado, y además de manera
yo diría que muy eficiente. Cuando decía el señor diputado que qué hace
la Secretaría de Estado de Economía con tan poco presupuesto, yo le diría
que el apoyo a las empresas no tiene que ver necesariamente con
cantidades ingentes de presupuesto; tiene que ver con el diseño adecuado
de las medidas; tiene que ver con el diseño cabal de la regulación; tiene
que ver con poner de acuerdo a los agentes, con que hayamos hecho todas
estas medidas con acuerdo de los agentes sociales, de la CEOE, de los
sindicatos, de los grupos políticos; tiene que ver con haber conseguido
acuerdo parlamentario para las medidas; tiene que ver con hacer un diseño
de las moratorias hipotecarias y no hipotecarias coherente, acotado, que
ayude a los vulnerables pero que no genere un
problema del sistema financiero; tiene que ver con la revisión de la
normativa internacional, como puede ser la concursal, como señalaban, con
qué es lo que tenemos que mejorar en la normativa concursal española de
la segunda oportunidad. Y ese es el trabajo de los servidores públicos
que están en mi secretaría de Estado, y lo hacen sin presupuesto, con el
presupuesto que es el sueldo que pagamos entre todos como contribución a
la Administración.
Yo también creo que debemos ser cuidadosos con cuál es el valor añadido
que se aporta con distintos instrumentos, porque en este caso el trabajo
de mi secretaría de Estado en particular tiene mucho que ver con la
coordinación, con el diseño de políticas, con el avance de la regulación
y con trabajar por el interés general, independientemente de las
licitaciones o no que estén en mi ámbito.
Lo mismo pasa con el presupuesto que tiene que ver con la Comisión
Nacional de los Mercados y de la Competencia, el INE o los organismos
multilaterales. Cuando la posición de España es relevante en los
organismos multilaterales, estamos trabajando por nuestras empresas, por
las empresas que tienen negocios más allá, que desarrollan proyectos, que
son un ejemplo en Latinoamérica y que ganan proyectos en el BID y en el
Banco Mundial. Estamos trabajando por el desarrollo de esos países, y eso
no tiene que ver necesariamente con un presupuesto ejecutado por el
ministerio. Cuando el ministerio es el instrumento para la traslación de
presupuestos a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia como
organismo independiente es un organismo que funciona, que tiene unas
funciones que se han reforzado en los dos últimos años que hacen que
operen mejor los mercados y, por tanto, que todos seamos más eficientes.
Lógicamente, cuando reforzamos y financiamos el presupuesto del Estado
vía Secretaría de Estado al INE, al Instituto Nacional de Estadística,
que hoy cumple, por cierto, setenta y cinco años de historia, estamos
contribuyendo a financiar una institución pública que hace estadísticas
independientes que está bien valorada y está desarrollando un trabajo
reconocido y que nos permite tomar decisiones, porque también el análisis
de estos datos creo que es especialmente relevante ahora. Por tanto, como
decía, lo que tenemos es un contexto macroeconómico con una gran
incertidumbre, una necesidad y una decisión de tomar medidas que permitan
tener los instrumentos para acotar la extensión de la pandemia, que es
esencial para evitar una crisis económica y social mayor. Creo que este
es el entorno actual.
Señalaban también sus señorías las líneas del ICO, un tema en el que
estamos trabajando y que, sin duda, es relevante, como han señalado
varios grupos. Este es un instrumento que ha funcionado y que necesita un
tiempo adicional. Estamos trabajando con el Banco de España, con la
Comisión Europea, con el sector financiero para ver cuáles son las
implicaciones y qué margen tenemos, y haremos una propuesta en este
sentido, al igual que estamos analizando el resto de medidas que podamos
mantener. Lo que hay ahora es un acuerdo general, porque a corto plazo lo
que hay que hacer es mantener el tejido productivo, ser selectivos y
dedicar los recursos allí donde hagan falta, porque tenemos que
concentrar recursos escasos en los sectores y en las empresas que
verdaderamente lo necesitan. Debemos seguir manteniendo el tejido para
poder crecer y creo que hay un acuerdo general en este sentido.
Otra de las cuestiones suscitada por varios grupos tiene que ver con el
plan de recuperación, la capacidad de absorción y cómo lo vemos, y,
efectivamente, esto es un objeto de análisis. Cuando hemos dicho que se
va a hacer un real decreto-ley para identificar cuellos de botella,
problemas de regulación que impiden ejecutar, ineficiencias en la
Administración, mejores mecanismos de colaboración con las comunidades
autónomas y locales es porque somos conscientes de que debemos abordarlo,
tenemos que mejorarlo y no nos podemos permitir no utilizar estos
recursos, porque se trata del futuro del país y en este contexto incierto
tenemos varios retos. Hay que dar una solución a corto plazo a los
problemas que tenemos y que presentan las pequeñas empresas y los
autónomos, pero también hay que pensar en el futuro, porque solamente si
invertimos bien estos recursos vamos a generar más, podremos crecer mejor
y podremos pagar la deuda que conllevan todas estas medidas.
Se refería el señor Castellón a la situación de la deuda. Me tranquiliza
ser tan coherente, porque digo hoy exactamente lo mismo que dije hace dos
años, como parece lógico, y es que, obviamente, la deuda pública hay que
reducirla. Lo que tenemos que ver es cuáles son las situaciones que la
generan y cómo avanzamos en el proceso. Además, tenemos una serie de
datos que creo que son relevantes, porque en los dos últimos años, 2018 y
2019, la reducción de la deuda pública del Gobierno socialista fue el
doble, dos puntos más que la de los cuatros años anteriores. Entonces, no
es que hablemos en general de que queremos avanzar. Cuando se han dado
las circunstancias en 2018 y 2019, con un crecimiento inferior al de los
cuatro años anteriores, la reducción de la deuda por parte de nuestro
Gobierno ha sido el doble. Por tanto, tenemos un compromiso y además lo
hemos aplicado. Creo que esto es importante.
Lo que tenemos claro los organismos internacionales, la Comisión Europea
con la flexibilidad del pacto de estabilidad, es que a corto plazo hay
que llevar a cabo una serie de actuaciones, que, sin duda, tienen impacto
en deuda y déficit. Sin embargo, el escenario contrario, no hacerlo,
sería un desastre. Es verdad que generan déficit, que generan deuda que
hay que financiar, pero la alternativa es dejar caer a las empresas de
este país, a los trabajadores, a los autónomos y cuando queramos
reconstruir no tener nada que reconstruir, y creo que eso es lo que no
nos podemos permitir. Por tanto, lo importante es qué hemos tenido que
hacer a corto plazo, cómo estamos concentrando las medidas, aunque se ha
generado deuda y déficit que hay que financiar. Y para financiar el
futuro y para tener la capacidad de pago que señalaba, lo importante es
en qué invertimos los recursos del plan de recuperación, cómo
seleccionamos los proyectos y cómo hacemos que generen crecimiento
potencial, que crezcamos mejor y tengamos mayor capacidad de generación
de ingresos. Como hemos venido señalando, hay que diseñar a medio plazo
un plan de consolidación que cuando recuperemos el crecimiento sostenido
permita ir reduciendo de nuevo la deuda, porque, efectivamente, es una
cuestión que no podemos dejar en estos niveles, pero a corto plazo
tenemos otras decisiones que tomar, que es en las que estamos.
Respecto al plan de recuperación, es relevante poner de manifiesto que el
análisis que hace el Ministerio de Asuntos Económicos y Trasformación
Digital parte de que tenemos la información completa sobre todos los
proyectos que se incluyen en el plan. Conocemos las inversiones que
estamos diseñando y hemos hecho un análisis del diseño de los proyectos y
sobre cuál es su impacto. Hemos sido muy cuidadosos seleccionando los
proyectos que mayor impacto tienen sobre empleo y crecimiento potencial
porque son transformadores, van acompañados de reformas y tienen que ver
con inversiones, como hemos dicho desde el principio, y es así como está
enfocado el plan. Por tanto, en la mayoría de los análisis macro no se
incluyen las estimaciones del impacto del Plan de recuperación porque esa
información no estaba todavía en desglose, cosa que nosotros sí tenemos,
y ello nos ha permitido hacer un análisis riguroso que, lógicamente,
acompañará al plan, y es de donde salen esas estimaciones del impacto en
crecimiento ahora y del crecimiento potencial en el futuro.
Comparto absolutamente lo que decía el señor Guijarro sobre que esta es
una situación excepcional. Desde luego, en mis treinta años de servicio
público no habíamos tenido una situación igual de dedicación en la
Administración. Creo que el COVID ha puesto de manifiesto la vocación de
servicio público y todos hemos visto en nuestros departamentos cómo se
han volcado los funcionarios para elaborar todas estas normas que han
permitido que las empresas tengan acceso los recursos, porque esto al
final hay que redactarlo, hay que regularlo, hay que acordarlo, y este es
el trabajo en el que nos hemos empeñado y en el que estamos.
Comparto absolutamente lo que decía acerca del cambio de la matriz
productiva, de la transformación del país. Estos recursos son una
oportunidad para transformar el país e invertir en las cosas en que hace
dos años ya decíamos que teníamos que invertir. Creo que esto es
relevante. No estamos creando nada, estamos construyendo sobre lo que ya
habíamos trabajado. Cuando presentamos la agenda del cambio hace un par
de años nos preguntábamos acerca de cuáles eran los retos que debíamos
abordar respecto a la transición ecológica, la digitalización, la
igualdad de género, la cohesión social y territorial o el reto
demográfico. Esos retos no desaparecieron con la pandemia. Es más, se ha
puesto de manifiesto que es más urgente que nunca abordarlos. Por tanto,
si se analizan los proyectos que están en el plan, responden a las
recomendaciones que nos han hecho las instituciones, como las
recomendaciones país de la Unión Europea, y, desde luego, al análisis y
al diagnóstico que teníamos como Gobierno.
Comparto el diagnóstico sobre las especiales características que en España
tienen que ver con las deficiencias del mercado de trabajo, el tamaño
empresarial o la estructura productiva. Creo que son muchos los factores
que influyen respecto al tamaño empresarial. Algunos tienen que ver con
barreras normativas, umbrales, medidas que hay que tomar cuando se crece,
y tenemos que analizar la cuestión. Es un tema absolutamente relevante.
No sé si hay alguna cuestión adicional. Yo creo que más o menos he dado
respuesta a todo, pero sí creo que es importante insistir en cuáles han
sido las medidas que han generado el incremento en la deuda y el déficit,
qué impacto han tenido en las empresas y en el mantenimiento del tejido
productivo y cómo tendremos que producir luego el ajuste que yo creo que
todos afortunadamente compartimos que habrá que acometer cuando
recuperemos una senda de crecimiento. Yo veo que el diagnóstico es
bastante compartido.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias por sus explicaciones. Cerramos aquí
esta comparecencia. (Pausa).
- DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO DE TELECOMUNICACIONES E INFRAESTRUCTURAS
DIGITALES (SÁNCHEZ SÁNCHEZ). A SOLICITUD DE LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS
CIUDADANOS (número de expediente 212/000764); VOX (número de expediente
212/000671); POPULAR EN EL CONGRESO (número de expediente 212/000541);
SOCIALISTA Y CONFEDERAL DE UNIDAS PODEMOS-EN COMÚ PODEM-GALICIA EN COMÚN
(número de expediente 212/000900).
La señora PRESIDENTA: Continuamos con la sexta comparecencia. Damos la
bienvenida al secretario de Estado de Telecomunicaciones e
Infraestructuras Digitales, don Roberto Sánchez Sánchez, a quien damos ya
la palabra.
El señor SECRETARIO DE ESTADO DE TELECOMUNICACIONES E INFRAESTRUCTURAS
DIGITALES (Sánchez Sánchez): Buenas tardes, señora presidenta.
Señorías, es un honor acudir a esta Comisión para informar por primera vez
sobre las previsiones presupuestarias de la Secretaría de Estado de
Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales para el próximo ejercicio
2021. Como saben, esta Secretaría de Estado se adscribe al Ministerio de
Asuntos Económicos y Transformación Digital y, junto con la Secretaría de
Estado de Digitalización e Inteligencia artificial, cuyo titular
comparecerá a continuación, aglutina todas las competencias relevantes
para impulsar y coordinar la transformación digital de nuestro país. Por
lo que se refiere al ámbito concreto de esta Secretaría, nuestra
vocación, objetivos y quehacer diario es garantizar la capacidad, la
calidad, la seguridad y la resiliencia de las redes de telecomunicaciones
y su disponibilidad para toda la ciudadanía y todas las empresas en todo
el territorio, además de atender al resto de aspectos derivados de la
ordenación de las telecomunicaciones, la planificación y gestión del
espectro radioeléctrico y la ordenación de los servicios de comunicación
audiovisual, entre otros.
Volviendo a las redes de telecomunicaciones, si la importancia de su
extensión era un aspecto conocido y en el que ya estábamos trabajando, la
pandemia del COVID-19 ha venido a confirmarnos la necesidad y la
urgencia, pues, aunque en España disponemos de uno de los mayores
despliegues de redes de alta capacidad en Europa y probablemente en el
mundo, también en el ámbito rural, ha puesto de manifiesto que aquellos
que no disponían de acceso a las redes no han podido continuar su vida de
la misma manera que los que sí han podido desenvolverse en el espacio
digital, en el espacio online. Sin embargo, la transformación digital no
puede generar o agrandar brechas sociales o económicas, y por eso una
parte muy importante de los presupuestos que hoy les presento están
dedicados a eliminar las brechas actuales. Los presupuestos de 2021 son
unos presupuestos sociales y para la inversión. Su diseño, su ámbito de
actuación y sus objetivos vienen determinados por el desarrollo de la
Estrategia España Digital 2025, con una inversión prevista en 2021 de
3750 millones de euros, la mayor parte de la cual será financiada por los
nuevos programas comunitarios del Mecanismo de Recuperación y
Resiliencia, que es la palanca para relanzar el crecimiento económico, la
reducción de la desigualdad, el aumento de la productividad y el
aprovechamiento de las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías.
En concreto, nuestro presupuesto contribuirá a desarrollar los ejes de
conectividad digital, impulso de la tecnología 5G y España: polo de
atracción de inversiones y talento del sector audiovisual. Cada eje se
materializará mediante un plan de actuaciones concretas, que están
incluidas en la documentación presupuestaria. Como no podía ser de otro
modo, estas acciones conforman la contribución de esta Secretaría de
Estado al Plan de
Recuperación, Transformación y Resiliencia, España Puede, presentado por
el presidente del Gobierno. En particular, en los próximos tres años se
dedicarán a los programas de conectividad y 5G un presupuesto de 3500
millones de euros y al impulso de España como hub audiovisual otros 200
millones.
Volviendo al proyecto de presupuestos de 2021, que es hoy el objeto de mi
comparecencia, el importe total para ejecutar asciende a más de 1160
millones de euros, lo que supone multiplicar por tres nuestro presupuesto
del ejercicio actual. Este presupuesto se dedicará al desarrollo de
políticas y actuaciones que la crisis sanitaria ha demostrado de
extraordinaria importancia para el bienestar de la ciudadanía y la
resiliencia de nuestra economía. Nuestro presupuesto se divide entre el
presupuesto ordinario, recogido en el servicio 12 de nuestro ministerio,
con una dotación de 168,75 millones de euros, ya que el grueso de las
actuaciones se ha llevado al Fondo de Recuperación, y los programas
incluidos en el servicio 50 del
ministerio, que, como saben, es el instrumento presupuestario habilitado
para ejecutar el Fondo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea,
para el que presentamos un proyecto de presupuesto de 992,3 millones de
euros.
Empezaré presentándoles el presupuesto del servicio 12, el presupuesto que
había denominado ordinario, con el que esta Secretaría de Estado
desarrolla sus funciones habituales de gestión de las telecomunicaciones
y del sector audiovisual. Estas actividades, como ya señalé
anteriormente, abarcan el impulso del despliegue de redes de banda ancha
-la parte que no incluimos en el servicio 50-, la gestión y planificación
del espectro radioeléctrico, el seguimiento e inspección de las redes, la
atención a los usuarios y consumidores de los servicios de
telecomunicaciones y el seguimiento de los servicios audiovisuales, entre
otros. Permítanme que cuantifique algunas de las actuaciones que
realizamos en la Secretaría de Estado y así ilustrar cuál es la finalidad
del presupuesto de este servicio. Comienzo con la gestión de la
convocatoria anual del programa de extensión de banda ancha. Una vez
hayan sido ejecutados los proyectos que se adjudican en este año 2020, la
conectividad de muy alta velocidad llegará a otras 653 000 unidades
inmobiliarias -hogares y empresas- que antes no disponían de ella.
También quiero destacar el proceso del segundo dividendo digital,
mediante el cual una parte de las frecuencias asignadas a la TDT han sido
liberadas para su uso por los servicios de 5G. Ha sido un proceso
complejo que ha afectado a más de 800 000 edificios y por el que más de
21 millones de personas han tenido que adaptar sus antenas colectivas. El
proceso sufrió un ligero aplazamiento debido al impacto de la crisis
sanitaria, pero se ha desarrollado sin incidencias relevantes. Aprovecho
esta tribuna para reconocer la labor de todos los que lo han hecho
posible, no solo en las distintas administraciones, sino también en el
sector privado. También, para poner algo de dimensión, quisiera enumerar
algunas de las otras muchas actuaciones realizadas en los tres primeros
trimestres de este año en esta Secretaría de Estado y que continuarán en
el año que viene. Se han aprobado más de 2000 proyectos de
infraestructuras comunes de telecomunicaciones y redes de comunicaciones
en los edificios, se han realizado más de 16 000 medidas de nivel de
exposición de emisiones radioeléctricas, se han estudiado y evaluado más
de 37 000 proyectos de estaciones emisoras de diversos servicios, como
telefonía móvil, televisión digital terrestre o FM, se han autorizado y
certificado más de 21 000 estaciones emisoras, se han atendido cerca de
50 000 consultas de usuarios de telecomunicaciones y se han tramitado más
de 15 000 reclamaciones. No quisiera finalizar esta breve exposición de
las actividades generales que se financian con este servicio sin
mencionar a las jefaturas provinciales de inspección de
telecomunicaciones. Estas jefaturas son uno de los medios más importantes
con los que cuenta esta Secretaría de Estado para realizar su labor, ya
que desplegadas sobre el territorio realizan las actuaciones de
supervisión e inspección de las que somos competentes. Entre otras, su
labor es de crucial importancia para acelerar la resolución de las
incidencias sobre las redes en el entorno rural, la localización,
identificación y eliminación de interferencias perjudiciales y de
emisiones no autorizadas, así como el ejercicio de control de los niveles
de exposición a las emisiones radioeléctricas.
Señorías, paso a describir los aspectos cuantitativos del presupuesto más
relevantes de este servicio 12. En el capítulo 1, los gastos de personal
ascienden a 19 millones de euros. El capítulo 2, de gastos corrientes en
bienes y servicios, se incrementa hasta los 120 000 euros. Este
incremento está motivado por la sustitución del modelo de inversión,
equipamiento técnico y vehículos de transporte por un modelo de
arrendamiento más eficiente en el medio plazo. En lo referente al
capítulo 4, transferencias corrientes, asciende a 2,8 millones,
manteniéndose estable. El capítulo 6, de inversiones reales, asciende a
19 millones de euros, aumentando este presupuesto en 6,13 millones
respecto del anterior, un incremento que se ha considerado necesario para
hacer frente a la gestión de los programas financiados por los fondos
europeos, que se han multiplicado por seis con ocasión del Fondo de
Recuperación y Resiliencia. Por su parte, el capítulo 7, de
transferencias, tiene un presupuesto reducido de 7,35 millones de euros,
que se complementa con capítulo 8, ya que las acciones para promover el
despliegue de redes se ha reubicado casi totalmente en el servicio 50. El
presupuesto de este capítulo se destinará a la convocatoria del programa
de extensión de banda ancha complementaria de la convocatoria de 2020
para financiar proyectos en las doce provincias donde no fue posible
adjudicar ninguno dado que las solicitudes que se presentaron no cumplían
con los requisitos mínimos exigidos de la convocatoria ordinaria.
Finalmente, en el capítulo 8 se han presupuestado 120 millones de euros
para acciones de apoyo al despliegue de redes con financiación Feder.
Por lo que se refiere a la parte más cuantiosa del presupuesto, como les
decía, se ha ubicado en el servicio 50, y a continuación voy a
presentarles las acciones que se prevé realizar, que, sin duda,
contribuirán a la transformación y reconstrucción del país tras el impacto
de la crisis sanitaria. Como saben, la digitalización y la conectividad
están en el centro del Plan de Recuperación, Transformación y
Resiliencia, suponiendo el 33 % de la inversión prevista en el mismo. Son
tres los grandes bloques de actuación de esta Secretaría de Estado que se
han incluido dentro de este servicio, que se nutrirá financieramente de
las transferencias correspondientes al Fondo de Recuperación y
Resiliencia, acciones destinadas a extender la conectividad de alta
velocidad a todas las personas y empresas, impulsar el despliegue de la
tecnología 5G y promover España como polo de atracción de inversiones del
sector audiovisual. Todas estas actuaciones, como decía al principio,
están incluidas en la Estrategia España Digital 2025. En conjunto, todo
ello supone un presupuesto en 2021 de 10,3 millones para inversiones en
el capítulo 6, también 942 millones de euros en transferencias del
capítulo 7 y 40 millones en capítulo 8. A continuación les iré
facilitando la cantidad presupuestaria para cada uno de los tres bloques
de actuación, pero antes quiero destacar el papel de la colaboración
público-privada para multiplicar el impacto de estos fondos, para lo cual
contaremos con el asesoramiento de los consejos consultivos puestos en
marcha por el ministerio durante este año. El primer bloque de acciones
está incluido en el Plan para la conectividad de las personas, empresas y
territorios que desarrolla el primer eje de la Estrategia España Digital
2025. El plan lo presentaremos próximamente y tiene el objetivo de
garantizar en 2025 una conectividad digital adecuada a 100 megabytes por
segundos para el cien por cien de la población, promoviendo la
desaparición de la brecha digital entre zonas rurales y urbanas. Quiero
subrayar que es un objetivo ambicioso pero realizable porque, como ya he
mencionado, partimos de ser el tercer país de la Unión Europea con mayor
cobertura poblacional de fibra óptica, con un 80,4 % según los últimos
datos del DESI de 2019, solo superados por países con mucha menor
superficie y población como son Letonia e Islandia. Además, estamos
situados en el quinto puesto en cobertura rural de fibra óptica, con un
46,4 %, muy por delante no solo de la media europea, sino también de
países como Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. El plan contiene
actuaciones en dos grandes áreas: conectividad para todos, con medidas
para asegurar ese cien por cien de cobertura de 100 megabytes por
segundo, y conectividad para transformar la economía, con medidas para
impulsar la competitividad de las empresas, especialmente de las pymes,
mediante su transformación digital, pero también del conjunto de sectores
tractores relevantes de nuestra economía: el agroalimentario, salud,
movilidad, turismo y comercio. Pues bien, dentro del plan para la
conectividad vamos a dar un redoblado impulso en 2021 y en los años
siguientes para completar la conectividad de alta velocidad para todos,
eliminando las brechas territoriales y personales. Pero además de la
cobertura territorial, como decía antes, promoveremos el desarrollo
económico y la productividad. Para ello el plan contempla la extensión de
la conectividad a polígonos industriales y otras islas tecnológicas,
acompañando las actuaciones de los proyectos tractores de digitalización
sectorial. Asimismo, apoyaremos el fomento de la demanda mediante bonos
de conectividad para las pymes. Concluyendo con las acciones que
desarrollaremos dentro del plan para la conectividad, impulsaremos el
desarrollo y la participación de España en los proyectos europeos de
interés común de carácter disruptivo en el ámbito de las comunicaciones
satelitales seguras y las infraestructuras digitales para servicios en la
nube, necesarios para cimentar la soberanía digital europea. En el año
2021 este plan para la conectividad contará con una financiación de 583
millones de euros. Todas estas inversiones irán acompañadas de la reforma
del marco legal de las telecomunicaciones como consecuencia de la
transposición del Código europeo de comunicaciones electrónicas, que
recientemente hemos sometido a audiencia pública a través del
anteproyecto de ley general de telecomunicaciones.
En el servicio 50 hemos incluido también el presupuesto de las acciones
para acelerar el despliegue de la tecnología 5G en nuestro país. Como
saben, la quinta generación de telefonía móvil dispone de características
de alta capacidad, baja latencia y alta densidad de dispositivos
conectados que la convierten en un factor clave de la transformación
digital que ya estamos viviendo. España parte de una situación de ventaja
en la carrera del 5G. Si antes aludí a nuestra relevante posición en los
despliegues de fibra óptica, el Observatorio Europeo de 5G también
resalta en su informe de septiembre nuestra avanzada posición en la Unión
en experiencias piloto: 32 de las 245 que se están realizando en la Unión
Europea en este momento, y en ciudades con ofertas disponibles de
servicios 5G: 21 según el informe, aunque este último número aumenta
semanalmente con las medidas que anuncian los operadores. Muy
significativa dentro de esos proyectos piloto es la variedad de casos de
uso, más de 120.
Como se señala en España Digital 2025, queremos consolidar los resultados
del esfuerzo realizado; con este fin hemos incluido, dentro del proyecto
presupuestario ya para el año 2021, 260 millones de euros de
transferencias en el capítulo 7 y 40 millones en el capítulo 8. Dado el
enorme potencial
transformador de la tecnología 5G, queremos impulsar los despliegues en
aquellas áreas en las que los operadores tardarían en llegar con sus
modelos de despliegue convencionales, un despliegue de 5G que permita
obtener beneficios transformadores desde un primer momento. Dentro de ese
modelo de despliegue que se quiere impulsar, uno de los elementos
importantes son los corredores de transporte tanto viales como
ferroviarios. En particular, dado que el objetivo principal de
financiación de la Unión son los grandes corredores transfronterizos, lo
complementaremos con actuaciones para el despliegue de 5G en las vías
secundarias. Finalizando con este bloque dedicado al 5G, con las
lecciones aprendidas de los proyectos pilotos apoyados desde Red.es
promoveremos el uso de 5G en los proyectos tractores de digitalización
sectorial que había comentado antes.
Por último, esta secretaría de Estado presupuesta también la ejecución de
acciones del proyecto Spain Audiovisual Hub incluidas tanto en la Agenda
España Digital 2025 como en el Plan de Reconstrucción España Puede. El
objetivo de este proyecto es mejorar el atractivo de España como
plataforma europea de negocio, trabajo e inversión en el ámbito
audiovisual con la meta de incrementar la producción audiovisual en
España. El proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado que les
presentamos recoge la ejecución de trasferencias en el capítulo 7 por
valor de 109 millones de euros. Estamos frente a una oportunidad que no
podemos dejar pasar y contamos con un sector dinámico y consolidado a lo
largo de toda la cadena de valor, la ventaja de que nuestras producciones
se realicen en suelo europeo, abriéndonos las puertas al mercado único
digital y un mercado potencial adicional de casi 600 millones de personas
con las que compartimos lengua.
Para consolidar a España como un país atractivo para la producción,
negocios e inversiones internacionales en el sector audiovisual, nos
proponemos, entre otras actuaciones, promover la presencia internacional
de nuestras empresas del sector, simplificar los trámites administrativos
que nos permitan atraer talento y negocio e impulsar diversas
convocatorias de ayudas a la industria. Estas acciones irán acompañadas
también de la trasposición de la directiva audiovisual, que propiciará un
marco favorable a su desarrollo al crear un entorno amigable para la
inversión.
Concluyo. La digitalización acelerada que estamos viviendo con motivo de
la crisis sanitaria ha sacado a la luz en estos meses nuestras fortalezas
en el ámbito digital. España cuenta con excelentes infraestructuras
digitales, parte de una posición avanzada en el despliegue del 5G y ha
desarrollado un atractivo ecosistema audiovisual. Los presupuestos que
hemos presentado prevén actuaciones para que esas fortalezas sean
palancas de recuperación económica e impulsoras del empleo. Pero la
pandemia también ha puesto de manifiesto aquellos aspectos en los que es
necesario avanzar, que antes eran prioritarios y ahora son además
urgentes. Hemos vislumbrado el riesgo de que parte de nuestra ciudadanía
y empresas queden al margen de los beneficios de la digitalización. El
proyecto de presupuestos que presenta esta secretaría de Estado tiene
como objetivo que lleguemos juntos y rápido a una sociedad -y una
economía- que ya es digital, donde tengamos las mismas oportunidades, que
sea más inclusiva y contribuya a un futuro más próspero. Como decía al
principio, estos son unos presupuestos sociales y para la inversión.
Muchas gracias, y quedo a su disposición para contestar a las preguntas
que consideren oportunas. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Pasamos al turno de portavoces de los diferentes grupos. Les solicitaría y
rogaría que respetaran los cinco minutos, porque todavía nos queda una
comparecencia más.
Tiene la palabra, la señora Muñoz Vidal del Grupo de Ciudadanos.
La señora MUÑOZ VIDAL: Gracias presidenta. Buenas tardes, señor
secretario.
Voy a cumplir a rajatabla los cinco minutos porque ya es tarde y estamos
cansados y voy a ir directamente al grano. Su secretaría de Estado tiene
por delante una de las leyes más importantes del sector como es el
desarrollo de la nueva Ley General de Telecomunicaciones que traspondrá
un amplio número de normas comunitarias. Además de esta labor normativa,
en el documento de presupuesto se han establecido los siguientes
objetivos como son la mejora de la disponibilidad y la calidad de los
servicios de telecomunicaciones y servicios digitales, la gestión
eficiente del espectro radioeléctrico, el desarrollo, expansión y
despliegue de la tecnología 5G, la extensión y mejora de la
disponibilidad de las nuevas redes de telecomunicaciones.
Respecto a estos últimos, desde mi grupo parlamentario nos gustaría hacer
alguna indicación y plantearle alguna cuestión que nos pudiera resolver
en su turno de respuesta. Usted ha hablado de la
colaboración público-privada y me gustaría saber qué papel va a tener
concretamente el sector privado en la consecución de estos objetivos
planteados en los presupuestos para su secretaría. Quiero preguntarle
también si cree que la fiscalidad del sector de las telecomunicaciones
contribuye favorablemente al avance del sector, si cree que esa
fiscalidad puede influir en la capacidad inversora del sector y si prevén
algún tipo de modificación en este aspecto en cuanto a la fiscalidad en
la nueva Ley General de Telecomunicaciones.
Querría también saber cuáles son los objetivos que se ha marcado su
secretaría en los ámbitos que antes he mencionado y cuál sería el avance
de los indicadores que manejan. Respecto al uso de los fondos europeos,
su secretaría de Estado tiene asignada 1800 millones para innovación
tecnológica de las telecomunicaciones y me gustaría, si tiene usted
tiempo y tiene a bien, que nos contase un poco más en detalle el uso de
esos fondos.
Gracias, presidenta y gracias, secretario.
La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Confederal de Unidas Podemos tiene la
palabra el señor Guijarro.
El señor GUIJARRO GARCÍA: Gracias, presidenta. Buenas tardes, señor
secretario de Estado. También voy a intentar ir al grano para agilizar un
poco este maratón de comparecencias en la que andamos metidos.
En primer lugar, querría destacar, sobre todo, el buen trabajo que se ha
venido haciendo a lo largo de estos últimos meses, incluso años, en la
extensión de la banda ancha por el territorio y me quiero centrar
específicamente en algo que usted ya ha detallado, pero que para mi grupo
parlamentario resulta fundamental, que es precisamente la extensión en
zonas rurales. Siempre hemos dicho que el desarrollo digital tiene que
ser un motor fundamental de transformación para este país en los próximos
años, pero siempre hemos advertido de que el mismo corre el riesgo, si no
se toman las medidas pertinentes, de ahondar en una brecha digital que ya
viene de alguna forma magnificando determinadas desigualdades que se han
dado en el país. De ahí la importancia que para nuestro grupo
parlamentario tiene que el Gobierno se preocupe de evitar que esas
brechas digitales acaben por sumarse a otro tipo de brechas y más bien al
contrario, que el proceso de desarrollo digital sirva más bien para
reducirlas no solo en lo territorial, como hemos dicho, sino que también
hay un factor de género, de clase y de la distribución territorial que
tiene España no tanto ya entre rural y urbano, sino norte y sur,
etcétera. En ese sentido quiero pensar, usted mismo lo acaba de
confirmar, que se va a seguir trabajando en esa dirección y, de alguna
forma, vamos a seguir evolucionando hasta alcanzar cotas que ya
actualmente son en sí muy importantes.
Su secretaría tiene un fuerte peso del mecanismo de recuperación y
resiliencia. Por otro lado, es razonable pensar que, efectivamente, si
hemos acordado todos que el vector digital va a ser estructurante, es
normal que una línea tan potente como esta que acabo de mencionar acabe
siendo gestionada por su secretaría de Estado para muchos de los
proyectos que usted mismo ha detallado.
En ese sentido, quiero destacar la importancia que va a tener esta
digitalización no ya para superar esta crisis de aquí a los próximos dos
años, sino que quiero colocar el horizonte un poco más allá, a diez años,
porque -me gusta mucho insistir en ello- ese cambio de transformación
productiva en el que estamos inmersos tiene esa perspectiva como
horizonte y reducirla seguramente comprometería los propios objetivos
estructurales. En ese sentido, los avances que se están haciendo son
notables.
Solo quiero o hacerle una pregunta muy específica -por lo demás, me doy
por contestado con su intervención-, que tiene que ver con la seguridad
de las redes españolas. Usted ha mencionado la soberanía europea a nivel
digital como uno de los objetivos y no puedo estar más de acuerdo. Es uno
de los objetivos primordiales que tenemos por delante, entre otras
razones por lo que se ha sabido de años pasados. Resulta que hay países
que tienen la mala costumbre de espiar las comunicaciones digitales de
ciertos países europeos. Me remito al episodio del año 2013, en que el
señor Edward Snowden reveló hechos que resultan muy, muy preocupantes
para todas aquellas personas de bien -o que nos consideramos de bien- y
que tenemos un cierto afecto a esto del secreto de las comunicaciones.
Quizá ese es uno de los retos mayúsculos no que tiene España, sino el
continente, Europa. Si me pudiera dar algún detalle que explicase en qué
dirección se está trabajando, se lo agradecería, pues va a ser un cauce
muy productivo.
Le agradezco sus comentarios y el esfuerzo que ha hecho por detallarlos y
por ser didáctico a una hora en que ya las cabezas empiezan a flojear.
Insisto, muchas gracias.
Por el por el Grupo VOX tiene la palabra el señor Jiménez.
El señor JIMÉNEZ REVUELTA: Muchas gracias, señora presidenta.
Estimado señor Sánchez, muchas gracias por su presencia y por su
exposición. No tengo el gusto de conocerle personalmente, pero recibí el
saludo en el evento del futuro digital en Europa, en el cual tuvo el
honor de participar en la Fundación Telefónica con algunos de los
portavoces que hoy han intervenido. Tiene usted una dilatada experiencia
al haber desempeñado diferentes cargos públicos. En el Ministerio de
Asuntos Económicos, donde se incardina la Secretaría de Estado de
Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, que usted dirige,
también se encuentra la Secretaría de Estado de Digitalización e
Inteligencia Artificial, que con posterioridad a su comparecencia también
intervendrá. Esperemos que no sea muy tarde. Son competencias de su
secretaría -lo ha mencionado- las relativas a la política de impulso al
sector de las telecomunicaciones, de los servicios de comunicación
audiovisual, el despliegue de infraestructuras y servicios para
garantizar la conectividad de la ciudadanía y empresas e impulsar la
productividad y el crecimiento económico. Nos ha explicado exactamente
las partidas que tienen que ver con su secretaría, pero, si me lo
permite, me gustaría evaluar en general las partidas que componen el
Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, sobre todo las
que tienen que ver con el mecanismo de recuperación y resiliencia. Usted
las ha mencionado por encima y no ha profundizado en ellas. En este
presupuesto que presenta el ministerio se puede apreciar que se trata de
un conjunto de programas que no consumen gastos de personal ni gastos
corrientes, consumiendo los recursos casi en su totalidad en inversiones
reales unos 1005 millones de euros, y transferencias de capital por
importe de 2592 millones, que resultan muy poco transparentes en cuanto a
su aplicación final efectiva. Yo creo que deberíamos exigir más
concreción en estos programas. Las cifras, por redondas, se nota que
están calculadas de cualquier manera y que el único objetivo de las
mismas es aprovechar las ayudas europeas, pero, si no se acompañan de los
correspondientes programas detallados que exige la Unión Europea, se
quedarán en nada. Por tanto, existe el peligro de aplicar dichos gastos,
puesto que están presupuestados sin que las ayudas lleguen finalmente.
Una crítica parecida cabe con las transferencias corrientes al exterior
por importe de 480 millones de euros. Y otra crítica más es el
presupuesto que este ministerio destina al importe dedicado al personal
eventual, 1,3 millones de euros -digo el ministerio en general, no su
secretaría- para cargos de libre designación. Recordemos que este
ministerio y estoy convencido de que también su secretaría tienen
funcionarios con muy alta capacitación, por lo que no parece necesario
tanto personal de estas características. Ha desglosado en tres o cuatro
partidas los 120 000 millones que van a recibir, pero si fuese un poco
más preciso con el destino de estos fondos se lo agradecería.
Vuelvo con las partidas para el Mecanismo para la Recuperación y la
Resiliencia por importe de 3700 millones, que están repartidos entre su
Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y la Secretaría de Estado de
Digitalización que viene a continuación. Con sinceridad, señor Sánchez,
estos presupuestos del Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia
nos parecen etéreos y no creíbles, además de condicionados, por supuesto,
a su cumplimiento. Si fuese tan amable, díganos: estas dotaciones al
Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia, ¿cuántos puestos de
trabajo garantizan? ¿Cuántas pymes y autónomos se van a ver beneficiados
por estos fondos? Yo creo que estos fondos deben fomentar la creación de
empleo y generar estabilidad, seguridad y certidumbre, y no tanta
incertidumbre como se ha comentado hoy durante todo el día en las
distintas comparecencias que ha habido. La sensación de este grupo
parlamentario es que estos fondos están presupuestados simplemente para
cuadrarlos, obligados por su cumplimiento.
Y aprovechando su presencia, me gustaría saber su opinión sobre el
anteproyecto de Ley General de Telecomunicaciones. Una vez examinado, el
Gobierno dice que se realiza con el objetivo de evitar o frenar que se
den casos de mal uso o de abuso de las infraestructuras por parte de
particulares o administraciones y, al referirse al abuso de particulares,
hace pensar que se va a emplear para otros fines más arbitrarios
amparados en supuestos de excepcionalidad y orden público -como los que
podemos tener ahora- y va a provocar una situación de inseguridad
jurídica sin precedentes basada en supuestos y situaciones que se van a
emplear para motivar la suspensión o intervención de las redes, las
comunicaciones y el acceso a Internet; es decir, acceso a webs de
cualquier tipo, canales de YouTube, perfiles en redes sociales, canales
de Telegram, etcétera. Por tanto, si me lo permite, vamos a pasar de la
famosa frase "¿de quién depende la Fiscalía?" a ¿de quién depende la
censura en la red? Pues, eso, del Gobierno.
Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Cortés.
El señor CORTÉS CARBALLO: Buenas noches ya, señor secretario de Estado.
Como usted bien sabe, hemos tenido la ocasión de encontrarnos a lo largo
de nuestra vida profesional en varios momentos y tengo que decirle desde
aquí que como profesional le tengo en mucha estima, tanto por su rigor
como por su seriedad. A lo largo de los diferentes cargos que usted ha
desempeñado así lo ha demostrado. Quizá por eso desentone en este
Gobierno un poco instalado en el marketing y en el humo y falto de
experiencias en la gestión pública. ¿Por qué digo esto? Porque, como
usted ha visto, se han reducido sensiblemente las competencias de su
secretaría de Estado de la anterior legislatura a esta. Se le ha quitado
la competencia de Red.es y del Incibe, se le ha bajado el presupuesto, se
le ha quitado personal y se le han quitado las competencias de
transformación digital. Eso a mí particularmente me produce desazón,
porque quizás en sus manos hubieran estado mejor gestionadas esas
competencias. Pero, si además quitáramos los fondos de resiliencia de la
gestión, como usted mismo ha dicho, se le queda un presupuesto exiguo de
168 millones de euros y un personal escasísimo de 560 personas, teniendo
en cuenta todas las jefaturas provinciales de inspección. Esto se lo
cuento ahora porque ya verá cómo terminaré al final la intervención. Y
digo de quitar esos fondos porque, primero, esos fondos no han sido
autorizados por Europa -por lo tanto, los programas no sabemos si van a
ser validados- y, segundo, porque muchos de esos fondos se están
utilizando en estos presupuestos para financiar programas ya existentes y
tampoco tengo muy claro si la Unión Europea va a permitir este tipo de
maniobras. Si a eso le sumamos la incertidumbre que tiene la Unión
Europea y que estos fondos no van a estar disponibles por lo menos hasta
mediados del próximo año, le hago entonces una primera pregunta. ¿Cómo va
a afrontar la secretaría de Estado los compromisos presupuestarios ante
este hecho? ¿Cómo van a poder financiarse los programas plurianuales
comprometidos si los fondos no estarán disponibles? También convendrá
conmigo en que estos no son unos presupuestos que precisamente supongan
un revulsivo para la sociedad en un momento de dramática crisis sanitaria
y una extrema situación económica. Son unos presupuestos continuistas,
totalmente ajenos e indolentes a las emergencias sanitaria, social y
económica que sufre nuestro país. ¿Por qué le digo esto? Porque
básicamente las líneas de trabajo son las mismas que hubieran sido si no
hubiera pandemia. La estrategia es la de siempre -usted lo ha dicho-,
pero simplemente con una lluvia de millones para desarrollarla. Incluso
hablaba del año 2025; o sea, ha hecho un discurso magnífico si no fuera
porque estamos en una emergencia sanitaria. Por lo tanto, creo que esta
situación nos obliga más a dar una respuesta contundente, rápida y
urgente a la situación que vive hoy nuestro país. Y de ahí mi segunda
pregunta. ¿Qué aportan estos presupuestos en la lucha contra el Covid
desde la óptica de infraestructuras de telecomunicaciones, en centros
sanitarios, residencias, teleasistencia sanitaria a personas mayores, a
ciudadanos en sus hogares y, sobre todo, en entornos rurales donde la
conectividad aún es deficiente? ¿Qué aportan para favorecer la
conectividad, el fomento del teletrabajo, la educación con aulas
virtuales o algo tan simple como el comercio electrónico en muchas zonas
donde ni siquiera hay conectividad aún? Lo digo desde la óptica tanto de
la demanda como de la propia oferta de empresas que podrían estar
vendiendo por Internet sus productos. Además, quisiera saber cómo van a
mejorar la competitividad de las empresas, y no solo evidentemente las
del sector de las telecomunicaciones, que esta lluvia de millones les va
a ayudar, evidentemente, en su cuenta de resultados, sino también esas
otras empresas -usted lo hablaba- que van a necesitar o que necesitan
actualmente de la conectividad para los servicios en la nube. Y luego le
hago una sugerencia o pregunta. Quisiera saber si contempla usted la
conectividad vía satélite como una solución de emergencia urgente para
desarrollar en los próximos meses precisamente para estas zonas blancas.
Y digo urgencia porque, como bien saben, estamos en la segunda ola, la
vacuna no sabemos cuándo vendrá, no sabemos siquiera si habrá una tercera
ola, y precisamente las necesidades de acción son ahora y no, como decía
usted, para el año 2025.
Por otro lado -enlazo con lo que decía del personal-, tengo serias dudas
-espero que usted pueda tranquilizarme- de la capacidad estructural de su
secretaría para abordar la ejecución de todos los fondos de resiliencia.
Como le decía, la situación del personal es ya muy deficiente, y tiene
serios problemas para poder abordar la cantidad de trabajo que tienen las
jefaturas provinciales de inspección. A todo esto, súmele las
jubilaciones que está habiendo de los distintos cuerpos, en este caso del
Cuerpo de Ingenieros de Telecomunicación, que ya es una rara avis en su
propia secretaría de Estado. Y le hago las siguientes preguntas. ¿Cómo
tiene pensado ejecutar estos programas ante el escaso personal que
tiene su secretaria? ¿Tiene pensado incorporar más personal? ¿Cuándo se
volverán a abrir las convocatorias para el Cuerpo de Ingenieros de
Telecomunicaciones del Estado? Por último, quisiera saber si, ya que no
tiene medios, piensa subcontratar tanto el diseño como la ejecución de
los programas. Si eso es así, al retraso de los fondos de la Unión
Europea hay que sumarle el retraso de las contrataciones, con lo que
vamos a dilatar aún más toda la gestión de esos fondos.
En resumen, tengo serias dudas de que sea capaz de ejecutar el presupuesto
con los medios que usted tiene a día de hoy para el año 2021. Y no dudo
de su capacidad, que es sobradamente reconocida, lo digo precisamente por
la falta de apuestas reales del Gobierno en darle a usted medios para
ejecutar todas estas políticas.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Gracias.
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra la señora Marra.
La señora MARRA DOMÍNGUEZ: Muchas gracias, presidenta.
Permítame que pueda contestar muy brevemente a algunas de las cuestiones
que planteaba el señor del Partido Popular, porque ustedes mismos se
contradicen en el planteamiento que han realizado. Estamos en una
situación de emergencia, de una emergencia sanitaria, económica y social
y, sin embargo, dicen que no van a apoyar o que dudan de estos
presupuestos, y precisamente lo que pretenden estos presupuestos es
avanzar en la digitalización, en la conectividad, en las infraestructuras
digitales para hacer frente a esa pandemia. Lo hemos visto durante todos
estos meses de pandemia, en el empleo, en la educación, en el ocio, en el
comercio, en los negocios, en la investigación; prácticamente en toda
nuestra vida se ha acelerado el avance digital, esa conexión que realizan
los ciudadanos a las redes. Por tanto, más que nunca son necesarios estos
presupuestos.
Dicho esto, en nombre del Grupo Parlamentario Socialista, permítame que
pueda dar la bienvenida al secretario de Estado de Telecomunicaciones e
Infraestructuras Digitales en esta primera comparecencia en esta Cámara
para informar sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2021 de su
departamento.
Estos presupuestos son excepcionales, en un momento excepcional, por
cuanto no solo materializan soluciones para hacer frente a la crisis del
COVID, sino que permiten impulsar las grandes transformaciones necesarias
para fomentar una economía más competitiva y social a largo plazo, y lo
hacen precisamente a través de la digitalización. La actuación en ámbitos
estratégicos de futuro se materializa, por lo tanto, en medidas que son
efectivas para aumentar la productividad de nuestra economía, para
generar más y mejor empleo, para invertir en capital humano y
tecnológico, para la digitalización, la transición ecológica, la cohesión
social y territorial y para la igualdad de género. Movilizan el mayor
gasto social de la historia de España, pero además constituyen una
oportunidad única para nuestro país al dotar de un volumen inmenso de
recursos de la Unión Europea para recuperarnos de lo social y de lo
económico como consecuencia del COVID. Esta cantidad de recursos sin
precedentes, estamos hablando de 27 000 millones de euros, que procederán
de la Unión Europea y que se canalizarán, como bien recogió el
secretario, a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia europeo,
mejorarán la calidad de vida de los españoles y las españolas,
establecerán la transición hacia una economía competitiva a largo plazo.
Por tanto, estos son presupuestos para las personas, para que nadie se
quede atrás. Y hay tres objetivos centrales, que son reconstruir España
tras la pandemia, modernizar el modelo productivo y fortalecer el Estado
del bienestar. Desde el Grupo Parlamentario Socialista consideramos que
la digitalización es ese eje vertebrador clave para contribuir a la
modernización del modelo productivo y generar un crecimiento sostenido
inclusivo a largo plazo, y para ello las infraestructuras digitales son
ese pilar del mundo digital, la pieza fundamental para la digitalización
y la vertebración territorial y social, clave para el desarrollo de
nuestras tecnologías, ya sea la inteligencia artificial ya sea el
Internet de las cosas, la robótica, etcétera. Por tanto, el compromiso de
este Gobierno es firme con la transformación digital, y muestra de ello
son las partidas que se plasman en estos presupuestos.
Hay tres ejes que, como comentó el secretario de Estado, son centrales en
estos presupuestos y que suponen incrementar el presupuesto de esta
secretaría por tres; es decir, se pasa de 338 millones de euros a más de
1161 millones de euros, en tres ejes estratégicos. El primero de ellos es
garantizar la conectividad digital adecuada para el cien por cien de la
población, promoviendo la desaparición de la brecha digital en zonas
rurales y urbanas. La meta es que en 2025 el cien por cien de la
población
presente una cobertura de 100 megas. Este objetivo, como bien señaló el
secretario, se va se materializa a través del Plan para la Conectividad.
El segundo eje estratégico es continuar liderando en Europa el despliegue
de la tecnología 5G, incentivando su contribución al aumento de la
productividad económica, del progreso social y de la vertebración
territorial. La meta es que en 2025 el cien por cien del espectro
radioeléctrico esté preparado para el 5G y la estrategia se plasma en el
impulso a la tecnología 5G. El último eje es mejorar el atractivo de
España como plataforma europea de negocio, trabajo e inversión en el
ámbito audiovisual. Para dicho objetivo, se está diseñando el Plan Spain
Audiovisual Hub. El objetivo es reforzar la competitividad de la
producción audiovisual española, su internacionalización, que ha
experimentado una vertiginosa evolución a lo largo de los últimos años,
principalmente durante esta pandemia, así como incrementar el atractivo
de España como destino de inversiones y actividad económica vinculada a
la producción audiovisual de empresas extranjeras.
Como no quiero extenderme mucho más, porque estos son los principales
ejes, me tiene que permitir, presidenta, unos segundos para hacer
referencia al Plan PEBA de nueva generación, un Plan PEBA que va a seguir
impulsando esta secretaría de Estado y que va a permitir, precisamente,
hacer frente a esa brecha territorial. Hay que destacar aquí que el
Gobierno del Partido Popular dio la espalda a la despoblación; de hecho,
abandonó la España interior. Hay que recordar que el Gobierno del Partido
Popular no impulsó la cobertura de operadores que fueron aprobados en el
año 2011. Es gracias, precisamente, a este Gobierno que se están
ejecutando esas obligaciones y, en torno a finales de este año 2020, el
94 % de ciudadanos de municipios con menos de 5000 habitantes tendrán
acceso a la conexión, como mínimo, de 30 megas.
Finalizo, presidenta. Señorías, los presupuestos de esta Secretaría de
Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales para 2021 son
unos presupuestos de país más necesarios que nunca. Prima la eficiencia y
ponen sobre la mesa cuestiones urgentes para la sociedad y para la
economía; cuestiones que deberían estar libres de todo debate político,
porque creo que es innegable que tenemos que aprovechar la conectividad y
las infraestructuras digitales para seguir impulsando la digitalización
en nuestro país, como eje vertebrador clave para modernizar nuestro
tejido productivo y generar crecimiento sostenible e inclusivo, que
permita situar a las personas en el centro mismo de esta transformación,
es decir, para que nadie se quede atrás.
España, señorías, necesita estos presupuestos. Se apela, por lo tanto, a
la responsabilidad y al sentido de Estado de todos los grupos. El Partido
Socialista considera que lo son y estamos orgullosos de estos
presupuestos.
Muchas gracias, presidenta. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Ahora tiene la palabra el señor secretario de Estado
para contestar.
El señor SECRETARIO DE ESTADO DE TELECOMUNICACIONES E INFRAESTRUCTURAS
DIGITALES (Sánchez Sánchez): Muchas gracias, presidenta.
Muchas gracias, señorías, por sus intervenciones y por el tono de las
mismas. Intentaré contestar de manera agrupada a los distintos temas que
se han ido suscitando.
Primero, me gustaría llevar a su ámbito de pensamiento que no lo vemos
como una foto en un momento determinado, sino que esta es una secuencia
continua que abarca desde ahora, porque estamos en un horizonte de
transformación digital del país, de aprovechar la digitalización para
transformar económicamente el país, y eso es un ejercicio de medio y
largo plazo. Tenemos actuaciones que cubrimos con este presupuesto de
2021 y actuaciones que van hasta 2025. ¿Significa esto que lo que hacemos
ahora no va a servir para 2025? No, claro que no. ¿Significa que vamos a
cumplir este año todos los objetivos de 2025? No, claro que no. Estamos
en un escenario en el que iniciamos un camino, y lo que decimos es: vamos
a aprovechar lo mejor posible esos fondos que nos llegan de la Unión
Europea para trazar ese camino y tener una economía más rica y una
sociedad con mayor bienestar. Ese es un poco el objetivo fundamental. Por
lo tanto, es compatible; no es incompatible que tengamos un presupuesto
ahora y que el fondo de recuperación esté disponible a partir del mes de
junio, por ejemplo, porque eso va a durar dos o tres años y nos va a
llevar a conseguir objetivos en 2025. Pues claro, entre otras cosas,
porque tenemos que ser conscientes de que cuando hablamos de actuaciones
de esta secretaría de Estado, en muchas ocasiones de lo que hablamos es
de infraestructuras, y construir infraestructuras no es aprobarlas. Las
infraestructuras de los proyectos que hemos aprobado este año 2020
estarán disponibles en el año 2022, seguramente; y ese recorrido hay
que hacerlo. Me gustaría que quedase claro que estos presupuestos lo que
hacen es aprovechar el primer año de los fondos de reconstrucción para
iniciar un camino, que es el camino de transformación de la economía a
medio y largo plazo. A mí me parece que eso es muy relevante y es lo que
se refleja aquí.
Agradezco mucho las palabras de reconocimiento hacia mi persona, pero, en
realidad, es el reconocimiento hacia el equipo que trabaja en la
secretaría de Estado, no hacia mi persona; yo lo interpreto así. Decimos:
es que se ha debilitado la secretaría de Estado. Bueno, yo no creo eso.
Yo lo veo al revés, creo que hemos reforzado la estructura dedicada a la
transformación digital del Gobierno de España y, por eso, tenemos dos
secretarías de Estado. No es que hayamos debilitado nuestra secretaría de
Estado; al revés, la hemos reforzado porque tenemos dos secretarías de
Estado, cada una dedicada a un ámbito y, por lo tanto, con mayor
capacidad de generación de ideas, recursos, propuestas, etcétera. En ese
sentido, lo veo como algo positivo, no como algo negativo; yo me siento
cómodo trabajando en aquello para lo que he tenido el honor de haber sido
designado.
También se comentaba si las líneas de trabajo son las mismas de siempre.
Yo no creo que eso sea así. Si ponemos en el genérico el titular de que
la línea de trabajo es extender las redes, si nos quedamos en eso, claro
que son las mismas, pero no las mismas de antes, las mismas de toda la
vida, porque toda la vida ha habido líneas de trabajo para extender las
redes. Pero si entramos en los detalles de lo que estamos haciendo, si
entramos en los detalles de esta estrategia España Digital 2025 y en los
detalles de cómo se van a desarrollar cada uno de esos ejes, yo le puedo
asegurar que no se parece en nada y no se va a parecer en nada. ¿Por qué?
Porque hasta ahora hemos tenido proyectos, en general, para, por ejemplo
en el caso de la banda ancha, extender la cobertura en el territorio,
atendiendo únicamente -entre comillas "únicamente", porque es muy
importante- a las conexiones personales al llegar las redes a los
hogares.
El modelo de transformación en el que nos estamos instalando ahora es
distinto; es un modelo en el que, además de atender las necesidades de
las personas, queremos transformar la economía, queremos llevar a un
punto más allá la digitalización. Es verdad que en lo que yo les he
contado ahora no está todo comprendido, faltan cosas, faltan medidas
complementarias, que son las que les contarán en la comparecencia
siguiente, porque es ahí donde se verán todos los temas asociados con la
digitalización, capacitación digital, etcétera, etcétera. Por lo tanto,
yo también creo que hay que verlo como el conjunto de las medidas que se
adoptan a través de dos secretarías de Estado y que van a desarrollarse
de una manera coordinada. Nosotros solo nos dedicamos a una de las
partes. Cuando hablo de esta cuestión, en muchas ocasiones digo que
nosotros nos dedicamos a la oferta, que nos dedicamos a poner las redes
-esto es la oferta, aquí está la red-, y la otra secretaría de Estado se
dedica a la demanda, a impulsar los sectores, a impulsar el uso de esas
redes. Cada una nos dedicamos a una parte y el conjunto es lo que será
realmente transformador, y lo verán a continuación.
Hay algún otro aspecto que se ha comentado que me parece muy importante, y
es el tema de la seguridad. Nosotros estamos generando -se ha generado
ya, pero estamos avanzando en su generación- un nuevo espacio de
relaciones personales, profesionales, empresariales y asistenciales, que
es el espacio digital, y en ese espacio digital nosotros estamos
acostumbrados a desenvolvernos. Tenemos reglas, buenas reglas, y nos
hemos acostumbrado a ellas, para desenvolvernos en el espacio físico; no
tenemos reglas ni estamos tan educados para desenvolvernos en el espacio
digital. Entonces, lo que tenemos que hacer es trasladar estas reglas a
las que estamos acostumbrados en el espacio físico al mundo digital,
porque es un nuevo espacio en el que desarrollamos toda nuestra
actividad. Ahí hay bastantes actividades, desde temas relacionados con
ciberseguridad -que, por cierto, también es una de las componentes que
incluimos para financiar los fondos de reconstrucción- a temas de
ciberseguridad específicos del 5G, que esos sí son competencia de esta
secretaría de Estado y están relacionados especialmente con el hecho de
que si el 5G es una tecnología a través de la cual se van a realizar
muchas actividades industriales, muchas actividades de nuestra vida o
económicas, está claro que necesitamos tener la garantía de que van a
seguir funcionando, que no pueden ser hackeadas fácilmente, etcétera,
etcétera. Imagínense un vehículo autónomo o una operación de cirugía que
se esté realizando a través de una red 5G que es hackeada en ese momento.
Tenemos reglas especiales y también tenemos reglas relacionadas con la
seguridad de las propias redes, con cómo se accede a ellas o si los datos
que circulan a través de ellas lo hacen de una forma segura, en relación
con lo que comentaba el señor Guijarro.
También se ha cuestionado la capacidad de gestionar estos fondos, estas
grandes inversiones. Primero, el Cuerpo de Ingenieros de
Telecomunicaciones ya no existe desde hace algún tiempo; hoy día tenemos
el Cuerpo de Sistemas y Tecnologías de la Información y
Telecomunicaciones, que realiza convocatorias periódicamente y desde el
que de vez en cuando nos vamos nutriendo para ir completando las bajas
que se van produciendo. Es verdad que venimos de unos años muy duros en
los que los Gobiernos anteriores habían prohibido la reposición de los
puestos que quedaban vacantes por jubilación. Ahora ya no estamos en esa
situación, sino que estamos reponiendo esos puestos que se van quedando
vacantes. También es verdad que hemos incorporado en este presupuesto -y
creo que lo he mencionado antes y, si no, lo menciono ahora- algunas
partidas del capítulo 6 para obtener asistencias externas que nos
permitan crear oficinas técnicas de programas, porque esa es una
actuación que va a ser puntual, durante el tiempo que duren los fondos de
reconstrucción, que es donde tendremos el gran pico de gestión. Por lo
tanto, probablemente sea mejor hacerlo con oficinas técnicas controladas
por empleados públicos, pero de apoyo.
También se ha mencionado anteriormente, creo que por la portavoz de
Ciudadanos, el tema de la colaboración público-privada, cómo se va a
articular la colaboración público-privada. Nosotros hemos creado un
consejo consultivo para la transformación digital con dos comisiones
permanentes y grupos de trabajo asociados a ellas, en los que estamos
discutiendo; vamos a convocar pronto la comisión permanente para
presentar los borradores de los planes en su formato actual, que son los
planes de conectividad digital y de 5G, y a partir de esas reuniones con
estos comités permanentes, estableceremos los mejores mecanismos de
colaboración público-privada. Ahí todas las figuras son posibles: desde
inversiones conjuntas a consorcios o convenios. Utilizaremos todos los
elementos que tenemos en la Administración a nuestro alcance para poder
cumplir con ese criterio.
También se ha mencionado -lo ha hecho el señor diputado de VOX- el tema de
las condiciones que establece el anteproyecto de ley General de
Telecomunicaciones en relación con la intervención de redes y ese tipo de
cosas. Tengo que tranquilizarle porque esto lleva así desde la Ley
General de Telecomunicaciones del año 1998 y nunca se ha utilizado; es
decir, nadie se debe alarmar porque esto lleva así desde la Ley General
de Telecomunicaciones del año 1998 y se ha ido incorporando a todas las
leyes generales. Lo único que se ha hecho distinto, la única
incorporación distinta ha sido que, por aplicación de la Directiva por la
que se establece el código de comunicaciones electrónicas, se considere
en el ámbito de esa protección no solamente a la propia red, el cable de
fibra óptica, por decirlo así, o la central de conmutación, sino también
las instalaciones necesarias para que la red funcione; por ejemplo, la
energía que suministra a la red o los conductos. Es la única
incorporación que se ha hecho en el anteproyecto de ley General de
Telecomunicaciones, que verán más adelante.
Yo creo que, básicamente, más allá de volver a agradecerles sus
intervenciones, he contestado a todo, pero me gustaría plantear dos
cosas: una es volver a agradecerles muy sinceramente sus intervenciones,
porque yo creo que han sido muy abiertas, y, otra, que me gustaría
-permítanmelo- despedirme con una reflexión personal en tono de ilusión
en medio de la tragedia que vivimos, que es esta pandemia. Yo creo que el
conjunto de la sociedad hemos tomado plena conciencia de la importancia
de la digitalización y de cómo nos hace más resilientes, más resistentes
y nos permite mantener una buena parte de nuestra actividad personal y
profesional en circunstancias tan excepcionales como las que hemos vivido
y estamos viviendo; también de esa facilidad de adopción y de cómo la
conectividad es la base imprescindible para su desarrollo. Nuestra
situación de partida, la inyección de los fondos de recuperación y
resiliencia y su reflejo en los presupuestos que hoy estamos presentando,
nos proporciona una palanca para asegurar un crecimiento económico más
duradero, sostenible e inclusivo, basado en ese gran impulso de la
trasformación digital que, junto con la transición hacia una economía
verde, dibuja el futuro de nuestra sociedad. Les aseguro que esa es una
tarea ilusionante en la que pondremos todo nuestro empeño; desde luego,
yo lo pongo diariamente.
Muchas gracias. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias por las últimas palabras de ilusión y
de esfuerzo. Con esto damos también por terminada esta comparecencia.
(Pausa).
- DE LA SEÑORA SECRETARIA DE ESTADO DE DIGITALIZACIÓN E INTELIGENCIA
ARTIFICIAL (ARTIGAS BRUGAL). A SOLICITUD DE LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS
CIUDADANOS (número de expediente 212/000762); PLURAL (número de
expediente 212/000948); VOX (Número de expediente 212/000669); POPULAR EN
EL CONGRESO (número de expediente 212/000539); SOCIALISTA Y CONFEDERAL DE
UNIDAS PODEMOS-EN COMÚ PODEM-GALICIA EN COMÚN (número de expediente
212/000899).
La señora PRESIDENTA: Vamos a seguir con la última comparecencia. Damos la
bienvenida a la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia
Artificial, doña Carmen Artigas Brugal. Sin más, le doy la palabra para
que haga su exposición.
La señora SECRETARIA DE ESTADO DE DIGITALIZACIÓN E INTELIGENCIA ARTIFICIAL
(Artigas Brugal): En primer lugar, quiero agradecer que a estas horas
estén todos aquí atendiendo mi comparecencia. Es para mí un verdadero
honor comparecer por primera vez en esta Cámara para explicar el proyecto
de Presupuestos Generales del Estado 2021 de la Secretaría de Estado de
Digitalización e Inteligencia Artificial. Muchas gracias por darme la
oportunidad de defender unos presupuestos cruciales para nuestro país. Es
la oportunidad que llevábamos años esperando. En primer lugar, por su
carácter transformador, por permitirnos invertir en aquellas reformas
estructurales que sabemos desde hace años que hay que hacer, pero que no
se han podido abordar por falta de visión o por falta de recursos. En
segundo lugar, por su carácter transversal, atendiendo a la prioridad
actual de reconstruir la economía con un claro enfoque social y pensando
en el futuro con inversiones que transformen nuestro modelo productivo
hacia una economía más justa, sostenible e inclusiva.
Permítanme que les recuerde que esta secretaría de Estado es de nueva
creación y le corresponde el desarrollo de políticas de impulso a la
digitalización de la sociedad y de la economía. Asimismo, como órgano
dependiente, la Secretaría General de Administración Digital tiene la
vital tarea de impulsar la administración digital y los servicios
públicos digitales de la Administración General del Estado y sus
organismos públicos, así como los procesos de innovación fundamentales en
este proceso transformador. En definitiva, señorías, esta secretaría de
Estado fue creada para la digitalización de España y de la economía de
nuestro país, cuyos presupuestos, que detallaré a continuación,
permitirán cumplir con este objetivo.
En estos Presupuestos Generales del Estado definimos las prioridades de
las políticas públicas del Gobierno bajo el contexto único del impacto
económico y social de la pandemia. Presentamos unas cuentas públicas
históricas, orientadas a la reconstrucción, unos presupuestos
transformadores para fortalecer el Estado del bienestar y reactivar la
economía, que sientan las bases para cambiar el tejido productivo y
orientarlo hacia los grandes retos que tenemos: la digitalización, la
transición energética, la igualdad y la cohesión social. Como saben, una
de las principales trasformaciones de nuestro tiempo es la trasformación
digital, que es urgente. Lo digital ya no es opcional, es una necesidad.
Nuestra economía será digital o no será.
Señorías, la digitalización es un elemento absolutamente clave para el
proceso de transformación de nuestra estructura productiva hacia un
modelo de crecimiento más sostenible y resiliente. Estos son, por tanto,
unos presupuestos con un claro carácter expansivo y de incremento de
gasto público e inversión. En el ámbito que me compete, los presupuestos
de esta secretaría de Estado están englobados en las políticas de gasto
asociadas al eje investigación, desarrollo e innovación y digitalización,
el cual está dotado de 11 483 millones de euros, lo que supone un 80 %
más que en 2020. De esta cifra, un total de 3069 millones de euros serán
los recursos para el impulso digital, gestionados directamente por esta
Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.
Nos hemos marcado un gran objetivo: situar a España en una posición de
liderazgo digital entre las principales economías de la Unión Europea,
dotando a nuestro país de las capacidades necesarias para adaptarse a las
grandes transformaciones tecnológicas. Quiero destacar que tenemos la
hoja de ruta para la trasformación digital del país, la Agenda España
Digital 2025, que se presentó el pasado mes de julio. Para poner en
marcha esta agenda digital necesitamos recursos y los hemos incluido en
este proyecto de presupuestos: una firme apuesta y compromiso con una
economía digital sostenible que nos permitirá recuperar el impacto de la
pandemia, impulsar la reconstrucción y trasformación económica, y blindar
la protección social; unas cuentas de país orientadas a apoyar y orientar
el tejido productivo para que la recuperación se haga en línea con los
grandes vectores de transformación y modernización, es decir, avanzar en
digitalización, en economía verde, en igualdad de género, así como en
cohesión social y territorial, que son los ejes vertebradores del país.
Señorías, la digitalización de la economía española, sin dejar a nadie
atrás, es lo que nos permitirá estar a la cabeza de la recuperación
europea. A continuación, voy a desglosar el presupuesto total de esta
secretaría de Estado para 2021, que, como les he dicho anteriormente,
asciende a 3069 millones de euros; un incremento que multiplica casi diez
veces el presupuesto prorrogado de 2020. Es una cifra sin precedentes
para la digitalización de España, que contempla la actividad de esta
secretaría de Estado y que incluye también la Secretaría General de
Administración Digital, la entidad pública empresarial Red.es, el
Instituto Nacional de Ciberseguridad y, en gran parte, los fondos
asociados al Mecanismo de recuperación y resiliencia de la Unión Europea.
Del total de este presupuesto, 3069 millones de euros, 410 corresponden al
presupuesto ordinario de la Secretaría de Estado de Digitalización e
Inteligencia Artificial, sin tener en cuenta los fondos europeos del
Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. De esos 410 millones de euros de
presupuesto ordinario, un total de 360,3 corresponden al servicio 08 de
la secretaría de Estado y 50,29 corresponden al servicio 09 de la
Secretaría General de la Administración Digital; es decir, los 410
millones de euros del presupuesto ordinario se complementan con el resto,
2659 millones de euros asociados al Mecanismo de Recuperación y
Resiliencia de la Unión Europea. Un 86,62 % de este presupuesto, por
tanto, corresponde a estos fondos. Con ello, la Secretaría de Estado de
Digitalización e Inteligencia Artificial gestiona el 73 % del presupuesto
asociado al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia dentro del Ministerio
de Asuntos Económicos y de Transformación Digital, y esto es una clara
evidencia de lo que les comentaba anteriormente, que la digitalización es
un eje de actuación clave para la Unión Europea y un pilar fundamental
para España en este proyecto de presupuestos transformadores de país.
El presupuesto está desglosado en los siguientes seis capítulos que paso a
detallarles muy rápidamente. El capítulo 1, de gastos de personal,
asciende a 17,44 millones de euros. El capítulo 2, de gastos corrientes
en bienes y servicios, cuenta con 16,95 millones de euros. El capítulo 4,
de transferencias corrientes, es de 4,73 millones de euros. El capítulo
6, de inversiones reales, asciende a 1032 millones de euros. El capítulo
7, de transferencias de capital, es de 1687 millones de euros. El
capítulo 8, de activos financieros, cuenta con un total de 311,8 millones
de euros. En total, 2757 millones para operaciones no financieras y 311,8
millones de euros para operaciones financieras. Como les señalaba
anteriormente, gran parte de la actividad de esta secretaría de Estado se
desarrolla a través de la Secretaría General de Administración Digital,
de la entidad pública empresarial Red.es y del Instituto Nacional de
Ciberseguridad, Incibe.
La Secretaría General de Administración Digital, SGAD, tiene la importante
labor de impulsar la modernización del sector público con un conjunto de
inversiones y reformas necesarias para alcanzar una administración del
siglo XXI, donde la relación con la ciudadanía y las empresas, y la
gestión de los servicios públicos se realice de forma digital por
defecto. Si bien me referiré más adelante a los principales proyectos en
materia de digitalización del sector público, me gustaría destacar que la
Secretaría General de Administración Digital cuenta con un presupuesto
ordinario de 50 millones de euros, de los cuales el 44 % corresponde a
inversiones reales del capítulo 6. Hablamos, por tanto, de un incremento
del presupuesto propio de la SGAD del 9,72 %. Pero, además, dentro del
Mecanismo de Recuperación y Resiliencia esta secretaría general será
responsable de impulsar proyectos para la transformación digital de la
Administración por valor de 336 millones de euros.
Por su parte, la entidad pública empresarial Red.es desempeña un papel
clave para la digitalización de España, canalizando a través de todo el
territorio nacional programas de innovación, emprendimiento, formación
para jóvenes y profesionales o apoyo a pymes. Estos presupuestos para
2021 asignan a Red.es 456 millones de euros en forma de transferencias
corrientes y de capital y activos financieros. Esto supone un 284,54 %
más respecto al presupuesto prorrogado para 2020, principalmente debido a
un incremento en las partidas de presupuesto ordinario dedicadas a la
innovación en inteligencia artificial y apoyo a la digitalización de las
pymes, y por las partidas de Fondo de Recuperación y Resiliencia, que
ascienden a 312 millones.
Finalmente, Incibe desempeña una importante labor para afianzar la
confianza digital, elevar la ciberseguridad y la resiliencia, y
contribuir al mercado digital, de manera que se impulse el uso seguro del
ciberespacio en España. Sin duda, la ciberseguridad es un elemento
crítico para que los procesos de transformación digital lleguen a buen
puerto, para dar respuesta a las amenazas y a los riesgos relacionados
con la seguridad digital y, también, porque la ciberseguridad es una
excelente oportunidad para el desarrollo del tejido productivo y, en
consecuencia, la generación de empleo y atracción de talento. Incibe
recibirá 253 millones de euros en forma de transferencias corrientes y de
capital. El incremento del
presupuesto ordinario es del 9 %, pasando de los 3,2 a los 3,5 millones de
euros, pero con el Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia y la
clara apuesta por la ciberseguridad se incrementa en 249,6 millones de
euros.
Señorías, permítanme ahora centrarme en desarrollar los grandes bloques y
principales proyectos de transformación digital de estos presupuestos,
unos proyectos que nos permitirán, entre otras cuestiones, uno, seguir
avanzando en aquellos aspectos en los que nos situamos ya en una buena
posición como país, como es una Administración digital avanzada; dos,
afrontar enormes retos para nuestro país, como es la digitalización de
las pequeñas y medianas empresas, el desarrollo de las competencias
digitales, la transición a una economía del dato o el impulso de
tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial; y tres, cerrar
las brechas digitales que persisten aún por diversas razones y que con la
pandemia se han puesto aún más de relieve: las brechas de género,
socioeconómicas y territoriales, entre otras.
A continuación, paso a detallarles los principales programas y partidas
que contienen los presupuestos de esta secretaria de Estado y que
reflejan los ejes de actuación de la Agenda España Digital 2025. El
primer eje es el impulso de las competencias digitales del conjunto de la
ciudadanía. Para aprovechar las oportunidades de la transformación
digital es necesario desarrollar políticas públicas que promuevan la
adquisición y el desarrollo de competencias digitales de forma inclusiva
para todos y todas. Les voy a dar dos datos, señorías; casi la mitad de
la población española, el 43 %, carece de competencias digitales básicas
e, inmersos en plena transformación digital, en España la proporción de
especialistas en el ámbito tecnológico y digital en el empleo total es
tan solo del 3,2 %, porque la demanda de esos países crece hasta cuatro
veces más rápido que su oferta. Por tanto, tenemos un reto que hay que
afrontar con urgencia y, para ello, contemplamos en estos presupuestos
casi 1098 millones de euros, que se destinarán principalmente al Plan
Nacional de Competencias Digitales y a los programas Educa en Digital y
Uni Digital, estos dos últimos gestionados a través de Red.es; un Plan
Nacional de Competencias Digitales con el que nos hemos marcado claros
objetivos: capacitar a la ciudadanía en la era digital e impulsar la
inclusión digital; luchar contra la brecha digital de género; capacitar a
los trabajadores y a las trabajadoras del sector público y del sector
privado para la era digital; formar a expertos digitales e impulsar el
talento investigador del ámbito digital; capacitar a los estudiantes y a
los docentes para la educación digital y desarrollar contenidos
educativos digitales. Como parte de este plan, destacan los 597 millones
de euros destinados al Programa de Ciudadanía Digital, que consiste en
formación digital para mujeres y niñas y el fomento de carreras STEM, es
decir, de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, con 56 millones
de euros; el desarrollo de competencias digitales básicas con 60 millones
de euros; la formación para desempleados con 150 millones de euros de
dotación o la formación para pymes con 331 millones de euros. A su vez se
impulsará la formación en ámbitos clave como la inteligencia artificial o
la ciberseguridad, con un total de 60 millones de euros. Adicionalmente,
el programa Educa en Digital, con un total de 155,6 millones de euros
asignados en estos presupuestos y gestionados a través de Red.es, nos
permitirá apoyar la transformación digital del sistema educativo en
colaboración con las consejerías de Educación de las comunidades
autónomas y el Ministerio de Educación y Formación Profesional; un
programa consistente en la dotación de dispositivos, de recursos
educativos digitales, la adecuación de las competencias de los docentes y
acciones que conlleven la aplicación de inteligencia artificial para la
educación personalizada. Por último, el programa Uni Digital, dotado con
26 millones de euros, también a través de Red.es que, en colaboración con
el Ministerio de Universidades, permitirá impulsar los procesos de
digitalización en la educación superior, con refuerzo y mejora de la
infraestructura digital universitaria y el fomento de las competencias
digitales de su profesorado.
El segundo eje de actuación es la ciberseguridad. Señorías, esta
transformación digital debe realizarse en un entorno de confianza y
seguro, por un lado, para dar respuesta al daño causado por los
incidentes de ciberseguridad y mejorar la confianza en el uso de las
tecnologías y, por otro lado, para aprovechar las oportunidades del
sector ciberseguridad para el desarrollo del tejido productivo español y,
en consecuencia, para la creación de empresas y de empleo y atracción del
talento, tan necesarios en este momento. Nos hemos marcado tres grandes
objetivos: el impulso al ecosistema empresarial; identificar, desarrollar
y retener talento en ciberseguridad, y fomentar y extender una cultura de
la ciberseguridad entre ciudadanos y empresas. Para lograr estos
objetivos, los principales programas en materia de ciberseguridad
disponen de un total de 213 millones de euros en estos presupuestos, más
los 40 millones de formación en ciberseguridad que ya les había indicado
anteriormente, articulados a través de las transferencias al Incibe. El
70 %, aproximadamente 150 millones de euros, se destinarán para impulsar
el ecosistema empresarial del sector de ciberseguridad con apoyos al
emprendimiento, a la incubación, al desarrollo del
tejido empresarial y de la industria de ciberseguridad. A la línea de
ayuda de ciberseguridad 017 irán destinados 16 millones de euros. Además,
ponemos en marcha un programa de fortalecimiento de la ciberseguridad de
ciudadanos, pymes y profesionales con 42,4 millones de euros para
acciones de concienciación y comunicación, capacitación o soluciones y
herramientas de ciberseguridad para pequeñas y medianas empresas.
Igualmente, 3,5 millones de euros para aumentar la visibilidad de España
como un actor clave a nivel europeo y mundial en materia de
ciberseguridad, convirtiéndonos en nodo internacional en el sector; por
ejemplo, apoyando, como saben, la candidatura de España para albergar el
Centro Europeo de Ciberseguridad en León, una medida de claro compromiso
con la vertebración territorial.
El eje número tres aborda la transformación digital del sector público.
Señorías, como les mencionaba anteriormente, necesitamos una
Administración del siglo XXI. Por ello, uno de los ejes protagonistas en
estos presupuestos es la modernización del sector público y el impulso de
los servicios públicos digitales accesibles, personalizados y multicanal,
porque si bien España se sitúa entre los países más avanzados en el
desarrollo de la Administración electrónica en Europa, ocupando la
segunda posición en el índice DESI de economía social digital 2020 de la
Comisión Europea, es necesario seguir avanzando para que nuestras
administraciones públicas innoven de manera permanente, sean uno de los
motores de la transformación digital del país y mantengan su compromiso
permanente para ofrecer los mejores servicios públicos posibles también
en el ámbito digital. Este objetivo lo vamos a alcanzar a través de las
actuaciones de la Secretaría General de Administración Digital que, como
les comentaba anteriormente, cuenta con un presupuesto propio de 50
millones de euros y con otros 336 millones de euros a través de
inversiones reales del capítulo 6 de los fondos del Mecanismo europeo de
Recuperación y Resiliencia. La cifra más elevada de este eje de
actuación, con 240 millones de euros, es para infraestructuras digitales,
necesarias para la modernización de la Administración. Destaca el
proyecto de implantación del puesto de trabajo del siglo XXI para los
empleados públicos, la puesta en marcha de arquitecturas de procesamiento
de datos bajo modelo híbrido, así como inversiones de eficiencia
energética en los centros de procesamiento de datos. Este esfuerzo
permitirá escalar la capacidad de servicio de la Administración digital,
adaptando las actuales infraestructuras a un modelo más ágil que pueda
asumir las cargas de trabajo sobrevenidas y la mayor demanda previsible
en un proceso intenso de digitalización de la economía y la sociedad.
Señorías, quisiera destacar también los 53 millones de euros que se
destinarán a una Administración orientada a la ciudadanía con acciones
para mejorar los servicios públicos innovadores, como es el impulso de
una factoría de desarrollo de aplicaciones y servicios móviles en código
abierto u open source. Pero también debemos mejorar la calidad, cantidad
y eficiencia de los servicios y procesos de gestión y tramitación de las
administraciones públicas a través de la utilización de tecnologías de
automatización inteligente. Destinaremos 28 millones de euros a esta
simplificación de procedimientos. Estos presupuestos contemplan también
31 millones de euros para la Oficina del Dato, es decir, para definir un
modelo de gobernanza de los datos públicos e instrumentar nuevos modelos
de compartición de datos entre entidades de la Administración, así como
la creación de una plataforma de datos compartidos y un laboratorio de
innovación de la Administración General del Estado, que permita mejorar
la experiencia en el uso de servicios públicos digitales a través de la
cocreación e innovación en servicios. Todo ello, como pueden ver, a favor
de la transparencia. Por último, destacar los 17 millones de euros para
mejorar la ciberseguridad en la Administración pública, especialmente
para la puesta en marcha del centro de operaciones de ciberseguridad, que
permita mejorar las capacidades de prevención, vigilancia, deteción y
respuesta frente a ciberincidentes en los sistemas de la Administración
General del Estado y sus organismos públicos.
Señorías, permítanme pasar ahora a otro de los temas claves para lograr un
crecimiento sostenible y un empleo de calidad en la economía digital: el
emprendimiento. En la actualidad los emprendedores y emprendedoras se
enfrentan a muchos obstáculos y barreras, y esto debe cambiar. Debemos
apoyar y facilitar la iniciativa emprendedora, hacer de España una
verdadera nación emprendedora y apostar por la innovación para una
economía más fuerte. En estos presupuestos encontrarán un total de 154
millones de euros para iniciativas en materia de emprendimiento. De este
importe, 126 millones son fondos asociados al Mecanismo para la
Recuperación y Resiliencia. Quisiera poner de relieve la línea de
préstamos participativos, por importe de 17 millones de euros a través de
Enisa, para el apoyo específico de startups lideradas por mujeres
emprendedoras. Además, en los capítulos 7 y 8 encontrarán 21 millones
para Red.es, para actuaciones de talento y emprendimiento y el desarrollo
de la estrategia "España nación emprendedora". Asimismo, 24 millones
serán para la Oficina Nacional de Emprendimiento, ONE,
un centro de apoyo y plataforma virtual que actúe como punto de encuentro,
aglutine esfuerzos y sirva de referente a pymes, autónomos y empresas de
nueva creación en todo lo relativo al emprendimiento digital. Entre otros
programas quiero destacarles la partida de 31 millones de euros para un
programa de colaboración de proyectos de apoyo al emprendimiento
innovador y 18 millones para el apoyo al ecosistema emergente de
innovación del sector público, acercando la innovación generada por
startups, scaleups y pymes digitales a los retos de las instituciones
públicas españolas.
Señorías, les acabo de hablar de emprendimiento, sin embargo, no podemos
hablar de digitalización sin poner el foco en la digitalización de
nuestro tejido empresarial, formado principalmente por pymes y de
nuestros principales sectores productivos. Sin la digitalización de
nuestras pymes no habrá digitalización de España. Por ello, en el
capítulo 7, asociado al Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia,
encontrarán 219 millones de euros para un plan de impulso a la
digitalización de las pymes con actuaciones y ayudas dirigidas a impulsar
los procesos de digitalización, la utilización de nuevas tecnologías y
big data o la puesta en marcha de herramientas digitales. Asimismo,
destaco los 330 millones dedicados a competencias digitales de pymes, que
les comentaba en el primer eje, y los 26,4 millones de euros en el
capítulo 7 destinados a Red.es para el programa Acelera Pyme, que ya está
en marcha. Apostamos por una digitalización transversal del tejido
empresarial y eso debemos hacerlo también a través de sectores
productivos clave. Estos presupuestos contemplan de manera única 315
millones de euros para el impulso de proyectos tractores de
digitalización en sectores claves de nuestra economía que generarán, sin
duda, un efecto arrastre sobre el conjunto del modelo productivo,
impulsando proyectos en cinco sectores estratégicos -agrotech, salud
digital, turismo inteligente, movilidad sostenible y comercio
electrónico-, que se impulsarán de manera conjunta con los departamentos
ministeriales competentes y que incluirán programas para, entre otras
cosas, el desarrollo de espacios y datos compartidos, la innovación para
la digitalización y la analítica avanzada de datos y el desarrollo de
productos y servicios digitales en estos sectores clave.
Como sexto eje de actuación, señorías, permítanme pasar ahora a un ámbito
clave de presente y de futuro: la inteligencia artificial y la economía
del dato. La inteligencia artificial es la nueva electricidad de esta
economía digital y los datos son la nueva materia prima de los modelos de
negocio. España debe aprovechar las oportunidades que presenta la
disrupción de la inteligencia artificial y otras tecnologías
habilitadoras digitales. A tal efecto, está Secretaría de Estado de
Digitalización e Inteligencia Artificial desarrollará la estrategia
nacional de inteligencia artificial en colaboración con otros
departamentos, órganos u organismos con competencias en esta materia. El
objetivo es muy claro, situar a España en línea con los principales
países europeos en el ámbito de la inteligencia artificial, promoviendo
la creación de empleo cualificado, estimulando el talento español y
atrayendo talento global para incorporar también la inteligencia
artificial como mejora de la productividad de la empresa española. Todo
ello desde un enfoque ético y garantista con los derechos de la
ciudadanía, situando a la persona en el centro del desarrollo
tecnológico. Las distintas partidas de inteligencia artificial y economía
del dato contempladas en estos presupuestos suman un total de 330
millones de euros para el 2021. Algunas cifras que me gustaría destacar
son: 13,2 millones para actuaciones en espacios de datos de
supercomputación; 14,4 millones de euros para centros científicos y de
investigación relacionados con la inteligencia artificial; 24 millones de
euros para programas de compra pública innovadora para la introducción de
soluciones de inteligencia artificial; 25 millones de euros para
financiar proyectos que incluyen la inteligencia artificial en la
industria, y además en el capítulo 7 hemos incluido, entre otros, 204
millones para convocatorias de proyectos de innovación e inteligencia
artificial, así como de desarrollo tecnológico, economía del dato y
contenidos.
Terminaré con el último eje de actuación, los derechos digitales, porque
las tecnologías dan lugar a nuevos escenarios, contextos y retos que
deben resolverse. Debemos garantizar que los derechos se equiparan en los
mundos analógicos y digitales, y ello con tres claros objetivos: reforzar
los derechos de la ciudadanía, generar certidumbre y aumentar la
confianza de la ciudadanía. Vamos a destinar 15 millones de euros a
actuaciones como una campaña de sensibilización y difusión de la futura
carta de derechos digitales y, también, a acciones para el fomento del
humanismo tecnológico, entre otras actuaciones.
Señorías, permítanme finalizar esta presentación con unas conclusiones.
Los Presupuestos Generales del Estado para 2021 son los presupuestos para
la transformación digital de España, unos presupuestos sin precedentes
para la digitalización, pero absolutamente necesarios para nuestro
presente y nuestro futuro. Estas cuentas nos van a permitir impulsar
medidas transversales y generar impactos directos en
nuestra economía empleando la tecnología de lo digital para la
reconstrucción económica y un crecimiento sostenible de futuro, más
productividad, más empleo de calidad y más inclusión social. Señorías,
tenemos la voluntad y la absoluta convicción de que las políticas
públicas en el ámbito digital van a ser una prioridad para España.
Tenemos el conocimiento, tenemos la hoja de ruta y tenemos la oportunidad
única de aprobar unos presupuestos que materializan los recursos
necesarios para que esta transformación digital sea un éxito sin
precedentes para la modernización de nuestro país.
Muchas gracias. (Aplausos).
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Pasamos al turno de los grupos parlamentarios. La señora Muñoz Vidal tiene
la palabra por el Grupo de Ciudadanos.
La señora MUÑOZ VIDAL: Gracias, presidenta.
Buenas tardes -o noches ya-, señora Artigas, gracias por su intervención y
su comparecencia. La felicito de corazón porque yo tenía unas cuantas
cosas preparadas para preguntarle y me he quedado casi sin argumentos por
su excelsa y bien armada intervención. Ha hablado usted de que su
secretaría va a ser destinataria de 1100 millones de euros del Fondo de
Recuperación y Resiliencia para los tres proyectos de Red.es, para
convocatorias de desarrollo tecnológico de economía del dato y
contenidos, para convocatorias de inteligencia artificial y, en el caso
del Incibe, para programas de ayuda la seguridad. En la memoria de
descripción de los proyectos se detallan una serie de objetivos: desde
reforzar las competencias digitales de los trabajadores a reforzar la
capacidad española en ciberseguridad, impulsar la digitalización de las
administraciones públicas, acelerar la digitalización de las pymes, de
las pequeñas y medianas empresas, entre otros, y, desde luego,
personalmente y en mi grupo parlamentario no podemos sino estar
totalmente de acuerdo con estos objetivos que ya se incluyeron además en
ese plan de España Digital 2020-2025.
Insisto en que ha respondido de antemano a todas las cuestiones, pero sí
me gustaría que nos pudiese especificar qué regulación está preparando el
ministerio en materia de uso de datos, inteligencia artificial,
ciberseguridad, plataformas digitales y otros ámbitos para avanzar en
estos indicadores que se incluyeron en el plan España Digital. Por otro
lado, ha hablado de la colaboración con el Ministerio de Educación y
Formación Profesional para realizar programas de formación para mejorar
habilidades, incorporar contenido formativo en etapas de educación
obligatoria y universitaria en materia de digitalización, pero o no la he
escuchado bien o no me ha quedado resuelto si se van a articular
mecanismos de formación para los trabajadores que ahora mismo se
encuentra en ERTE y que, a lo mejor, no pueden volver a sus puestos de
trabajo habituales, y si se plantea algún tipo de formación digital de
cara a esa nueva economía digital a la que queremos llegar en nuestro
país.
Muchísimas gracias.
La señora PRESIDENTA: Gracias.
Por el Grupo Confederal de Unidas Podemos, tiene la palabra el señor
Guijarro.
El señor GUIJARRO GARCÍA: Muchas gracias, presidenta.
Bienvenida a esta Comisión, señora Artigas. Solo lamento que sea usted la
última y nos pille a todos un poco cansados porque, por lo demás, el tema
que usted ha presentado es apasionante. Me hubiera gustado que nos
hubiera pillado a todos un poquito más frescos para poder dedicar más
exhaustividad a un tema tan crucial en estos momentos y, además, tan
apasionante.
Quería empezar por destacar su trayectoria profesional. Por lo que he
podido informarme, la verdad es que su trayectoria de la última década es
impresionante y en ese sentido la evolución que ha tenido usted en el
sector privado debería ser ejemplo para muchas emprendedoras y muchos
emprendedores de este país. Querría destacar que por lo visto en el año
2016 Insight Success, una de las revistas norteamericanas más importantes
en temas de digitalización, la colocaba usted como una de las treinta
personas más influyentes del mundo en estos temas, la única española en
esa misma lista. En fin, por algo debe ser.
Me ocurre también algo parecido a lo que ha comentado la señora Muñoz, yo
tenía aquí varios temas de interés que esperaba poder preguntar para
sacar algún detalle, pero la verdad es que usted ha sido tan exhaustiva
en su presentación que me ha resuelto muchas de esas dudas. Una de las
cuestiones que más preocupa a mi grupo parlamentario, y dando por hecho
que la digitalización, efectivamente, es una
locomotora para poder avanzar en los próximos años, es que ese proceso
venga acompañado de un proceso de aumento de las desigualdades, como ha
ocurrido en otros procesos históricos comparables a lo largo de la
historia. Usted ha hecho mucho énfasis en su intervención en la necesidad
de atender estas brechas, y no solo la brecha de género -y usted ha
mencionado algún programa específico para la atención a la mujer
emprendedora que me parece relevante-, sino que, además, en alguno de los
proyectos que usted ha desgranado ha dejado entrever lo que aportaría o
lo que aportará -permítame que lo ponga ya en futuro y no en condicional-
este proceso de digitalización al propio proceso de transformación
productiva y a la necesidad de hacer de nuestra economía una economía más
verde. Me parece que esos avances también van a ser claves.
Por último, usted ha mencionado la ciberseguridad, que es un tema que
también obsesiona mucho a mi grupo parlamentario. Yo lo vincularía
también con el último tema que usted ha desgranado, el de los derechos en
la red, porque me parece que están íntimamente unidos. Tradicionalmente,
o por lo menos hasta ahora, han sido dos temas que han quedado un poco
medio colgando, casi como apéndices, y ahora veo que con su secretaría o
con su liderazgo esto empieza a tomar, digamos, el cariz que debería
tomar siendo una cuestión tan relevante.
Como le digo, no tengo más preguntas ni nada más allá de felicitarla por
su exhaustividad y por su capacidad de síntesis.
Gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por en el Grupo VOX, tiene la palabra el señor Jiménez.
El señor JIMÉNEZ REVUELTA: Muchas gracias, señora presidenta.
Señora Artigas, gracias por su presencia en el día de hoy y por su
exposición. La verdad es que voy a coincidir en lo que han dicho mis
anteriores compañeros, yo también traía unas anotaciones, pero lo cierto
es que su exposición ha sido extensa y bastante clarificadora, aunque hay
algunas partidas que sí me gustaría comentarle, si a usted le parece
bien.
Tanto la Secretaría de Telecomunicaciones como la de Digitalización e
Inteligencia Artificial que usted dirige están dentro del Ministerio de
Asuntos Económicos, para el que hay una partida de unos 4900 millones de
los cuales, ya lo ha comentado usted, el 74 %, según nuestros datos,
pertenecen al Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia. Usted ha
estado desgranando el destino de cada partida. Sí quiero hacer una
crítica al presupuesto del ministerio dedicado al personal eventual. Se
destinan 1,3 millones de euros, sobre todo, a cargos eventuales de libre
designación. Nosotros entendemos que los funcionarios de este ministerio
y de su secretaría tienen muy alta capacitación, por lo que no parece
necesario tanto personal de estas características. Me gustaría que me
dijera cuántos cargos de libre designación corresponden a su competencia.
Y luego hay dos partidas que aparecen en su secretaría -me gustaría que me
contestase luego-, por importe de 68 y 90 millones de euros, que hacen
referencia a la España Digital 2020-2025 y que no me han quedado claras.
¿Puede ser más precisa? Porque manifestar que van a España Digital
2020-2025 no me dice nada, si pudiese ser más precisa y decirme a dónde
se destinan, se lo agradecería. Después yo tenía apuntado -me ha
sorprendido en su exposición- que su secretaría destinaba cinco millones
de euros a Enisa para apoyar a startups lideradas por mujeres
emprendedoras. Sin embargo, usted ha dicho que son 17 millones, cosa que
me parece fantástica. Sigo pensando que 17 millones es una cantidad
escasa no solo para las mujeres, sino para cualquier emprendedor. Es
verdad que usted ha citado otras cantidades y ha hablado de fomentar el
emprendimiento, algo en lo que estamos totalmente de acuerdo, y lo dice
alguien que viene de asesorar a muchísimas startups. Lo único que no
entiendo es que siempre están ustedes con el asunto del género, y yo creo
que lo que se debe hacer es premiar el mérito y la capacidad y no el
género. Como le decía, sobre todo por mi experiencia en el sector privado
en el que he asesorado a multitud de startups, usted habla de 17 millones
en préstamos participativos por parte de Enisa, y me parecen escasos
porque hay muchísimas startups, cada día hay más, todas relacionadas con
el mundo tecnológico y, por supuesto, digital. Creo que es una partida
que se debería ampliar, sobre todo porque muchas de esas startups al
final acaban financiándose con fondos propios y con ayuda de empresas
familiares para poner en marcha esos proyectos. Además, las startups son
imprescindibles ahora mismo, pues generan empleo, algo necesario en los
momentos en los que nos encontramos, y bienestar para la economía. Me
gustaría preguntarle -si es de su competencia o si lo sabe- para cuándo
una ley de startups. Y con respecto a los datos que ha desglosado en
relación con el Mecanismo
para la Recuperación y Resiliencia, 3653 millones, lógicamente el destino
de esa cantidad está obligado a un cumplimiento. ¿Qué sucedería si ese
cumplimiento no se produce? Y, si es posible -entiendo que es difícil-,
dígame cuántos puestos de trabajo van a garantizar y cuántas pymes y
autónomos se van a ver beneficiados por estos fondos. No sé si han hecho
ustedes algún cálculo.
Por último, el plan España Digital 2020-2005 contempla la puesta en marcha
durante 2020-2022 de un conjunto de reformas estructurales que
movilizarán un importe de 70 000 millones -en los presupuestos que usted
ha presentado hay unas cantidades que si luego puede desglosarme, se lo
agradecería-, pero, además de esos 70 000 millones, hay 20 000 millones
que son presupuestos públicos y a ellos se sumarían 50 000 millones de la
empresa privada. Dadas las circunstancias excepcionales que estamos
viviendo con esta segunda ola de la pandemia, para la que se ha aprobado
un decreto de estado de alarma con fecha de vencimiento 9 de mayo del
2021, aunque tendrá que pasar por el Congreso para su aprobación, me
gustaría preguntarle si sigue pensando que esa cantidad de 50 000
millones será efectiva en el tiempo estipulado.
Por mi parte, nada más y muchísimas gracias por todo. Muy amable.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.
Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Pedreño.
El señor PEDREÑO MOLINA: Muchas gracias, presidenta.
Muchas gracias, señora Artigas, por comparecer aquí esta tarde. Le habrán
dicho ya que nosotros valoramos estas cuentas sobre un escenario
macroeconómico que realmente no es nada realista. Hay un aumento del
gasto tremendo y es un aumento del gasto que se apoya fundamentalmente en
los fondos de recuperación y resiliencia, sobre los que se está
construyendo un presupuesto realmente engañoso. Esta mañana el propio
gobernador del Banco de España decía que estos fondos generan muchos
riesgos. Mientras tanto, usted es la responsable de la digitalización en
España y nos presenta unos presupuestos para digitalizar empresas.
Nosotros nos preguntamos a veces qué empresas, porque, obviamente, no
estamos de acuerdo con la gestión que está haciendo el Gobierno de toda
esta crisis y no sé qué empresas van a quedar. Ahora mismo ya llevamos
100 000 empresas cerradas en lo que va de pandemia y esta mañana nos
daban los datos de una estimación del 22 % de desempleo para el tercer
trimestre. Además, las cifras de la transformación digital conllevan unos
gastos que probablemente se tengan que derivar luego a resolver la
pandemia. Es decir, los dos temas que interesan ahora a la ciudadanía son
la salud y el empleo. Esas son las preocupaciones reales y yo creo que es
a donde al final va a ir ese dinero.
Le voy a hablar del Plan España Digital 2025 que usted ha comentado.
Cuando lo anunció el Gobierno, había una cantidad de 70 000 millones de
euros, de los cuales 50 000 millones eran de aportación privada, 15 000
eran de fondos europeos y los otros 5000 entendemos que salían del
presupuesto. Yo le pregunto: ¿dónde están esos 5000 millones de euros que
aporta el Gobierno en el período 2020-2022, teniendo en cuenta que vamos
a finalizar prácticamente 2020? Luego, hay varias partidas en el capítulo
8. Estamos en un momento en el que España no necesita más préstamos; más
préstamos al final implican más deuda. Yo le pregunto: ¿qué actuaciones
ha hecho a día de hoy sobre el epígrafe de España Digital que, como digo,
se anunció en julio de este año?
Ya, ciñéndome un poquito más a los presupuestos, efectivamente, hay una
cantidad muy importante, pero, si excluimos a la Secretaría General de
Administración Digital, hay casi un 90 % de fondos del Mecanismo para la
Recuperación y la Resiliencia, que son los que sustentan este
presupuesto. Además, hay que tener cuidado, porque parte de este fondo
europeo que usted ha mencionado lleva también incluido el Plan de
Conectividad que nos presentaba antes el secretario de Estado y que se va
cubrir con fondos europeos. ¿Qué pasa si no se dan esos proyectos? ¿Qué
pasa si esos fondos realmente no vienen? ¿Qué va a pasar con esa
conectividad? Tal y como se han empezado a planificar los fondos, al
final las comunidades autónomas van como pollo sin cabeza, porque se
están escribiendo proyectos que no tienen unos indicadores claros y
tampoco hay unas bases de convocatoria. Nuestra preocupación es qué pasa
si no se aceptan, qué pasa si esos proyectos que no están todavía
aprobados por la Unión Europea no se validan y no se aprueban. ¿Hay algún
presupuesto alternativo para esto? Tampoco sabemos el reparto que se ha
hecho por ministerios y nos gustaría saberlo.
Además, hay otro tema importante, el tema de la ejecutabilidad. Hay
proyectos que se pueden presentar y que luego tienen un gasto sostenido
en el tiempo. Esta mañana el propio gobernador del Banco de España decía
que por su carácter temporal estos fondos europeos no deberían
comprometer gasto a futuro. Eso es importante, porque al final se pueden
presentar muchos proyectos -de hecho, se
están presentando- que lo que hacen es dotar de instalaciones que luego
con el tiempo habrá que mantener. Esta es una cosa absolutamente
excepcional y eso ya lo ha advertido el propio gobernador del Banco de
España.
También le quiero preguntar cómo se han repartido por comunidades
autónomas estos fondos de recuperación europeos y si hay alguna fecha ya
para las conferencias sectoriales con las comunidades autónomas para
hacer precisamente esos repartos. Si no hay ninguna fecha, de 2021 nos
podemos olvidar. (El señor vicepresidente, Meijón Couselo, ocupa la
Presidencia).
Ahora le voy a preguntar más a fondo sobre algunos detalles del
presupuesto. Le quiero preguntar sobre la prioridad que tiene la
Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, porque realmente en este
año de legislatura no sabemos qué se ha hecho con esta estrategia y ahora
se aporta un dinero para un plan nacional.
Respecto a la transformación digital de la Administración -termino ya,
señor presidente-, hay que tener cuidado, porque hay un concepto que es
la inteligencia artificial aplicada a la Administración. No es lo mismo
la transformación digital de la Administración, que meter el concepto de
la inteligencia artificial. Creo que es un paso en el cual todavía no
estamos.
Por último -termino con esto-, hay una parte importante de Red.es dedicada
al préstamo, y yo creo que no estamos para préstamos. Asimismo, hay una
partida para Nación Emprendedora. Aquí yo también quería preguntarle qué
pasa con el Alto Comisionado para España Nación Emprendedora, ya que está
en otro ministerio.
Muchas gracias.
El señor VICEPRESIDENTE (Meijón Couselo): Muchas gracias, señor Pedreño.
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra la señora Ángeles Marra.
La señora MARRA DOMÍNGUEZ: Gracias, presidente.
En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, quisiera dar la bienvenida a
la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y
agradecerle su primera comparecencia en esta Cámara para informar sobre
el proyecto de presupuestos para el año 2021 de su departamento.
Señorías, estos presupuestos son sumamente importantes. Son sumamente
importantes porque son unos presupuestos indispensables, progresistas,
unos presupuestos de país y unos presupuestos más necesarios que nunca.
Son los presupuestos que van a permitir transformar nuestro modelo
productivo para tener un crecimiento económico sostenible e inclusivo a
largo plazo. Pero es que además, señorías, estos presupuestos permitirán
avanzar en digitalización, en economía verde, en igualdad de género, en
cohesión social y territorial, puesto que son el eje vertebrador para el
crecimiento económico a largo plazo de nuestro país. Para ello, señorías,
la digitalización es clave.
Por ello, no entendemos los argumentos del Partido Popular cuando pone en
duda que España puede avanzar a través de la transformación digital. No
lo entendemos, porque la digitalización es precisamente el eje
vertebrador sobre el que tiene que pivotar la transformación y la
modernización de nuestro sistema productivo, es el eje sobre el que se
tiene que impulsar el crecimiento sostenible e inclusivo a largo plazo.
Las cantidades que se traen a esta Comisión por parte de la secretaria de
Estado son espectaculares. De hecho, son los presupuestos que van a
permitir hacer que este país sea más competitivo, más próspero y más
justo a través de la digitalización. Tenemos una oportunidad única,
señorías, la oportunidad de poder disponer de un volumen inmenso de
recursos procedentes de la Unión Europea para convertir a España en una
verdadera España digital hasta el año 2025. Porque, en línea con la
estrategia digital europea, la Agenda España Digital 2025 presentada por
el presidente del Gobierno en el mes de julio es la hoja de ruta que
permitirá modernizar nuestro país, aumentar la productividad, reducir
desigualdades y generar crecimiento sostenible a largo plazo. (La señora
presidenta ocupa la Presidencia).
De hecho, las acciones más urgentes de este plan se ejecutarán en estos
presupuestos en el año 2021. ¿Qué se presenta? Un conjunto de reformas
que son estructurales, concretadas en cincuenta medidas que movilizarán
inversión pública y privada, hasta 70 000 millones de euros, para el Plan
España Digital 2025. Por lo tanto, son unos presupuestos espectaculares.
De hecho, los presupuestos para I+D+i y digitalización se incrementan en
un 80 % y alcanzan los 11 486 millones de euros, una partida histórica
por parte de este Gobierno. Son siete los ejes principales, estratégicos,
de esta Agenda España Digital 2025, que están recogidos en estos
presupuestos de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia
Artificial. Es un presupuesto que alcanza los 3069 millones de
euros. Por tanto, es un presupuesto sin precedentes para convertir en
presente el futuro digital de nuestro país y mejorar la vida de las
personas.
Estos presupuestos abordan todas las actuaciones que son necesarias
acometer en nuestro país, y permítanme que haga referencia a algunas de
ellas. En primer lugar, reforzar las competencias digitales de
teletrabajadores y del conjunto de la ciudadanía, desempleados, pymes o
mujeres y niñas, con un objetivo claro, el de reducir la brecha de
género. La meta es que, en 2025, del 80 % de las personas con
competencias digitales básicas, el 50 % sean mujeres. La formación en
inteligencia artificial o en ciberseguridad a través del Incibe o el Plan
Educa en Digital o Uni-Digital constituye una de las bases fundamentales
para reforzar esas competencias digitales.
En segundo lugar, reforzar la capacidad española en ciberseguridad a
través del Incibe, consolidando su posición como uno de los polos
europeos de capacidad empresarial. La meta es que en 2025 haya veinte mil
nuevos especialistas en ciberseguridad, en inteligencia artificial y en
datos.
En tercer lugar, impulsar la digitalización de las administraciones
públicas. Nuestro país, de hecho, está bien posicionado, gracias al apoyo
del Gobierno, pero la meta es que en 2025 el 50 % de los servicios
públicos pueda estar disponibles a través de una app móvil.
En cuarto lugar, emprender, a través de la Red.es, el desarrollo de la
España Nación Emprendedora, apoyo a startups lideradas por mujeres
emprendedoras, colaboración de proyectos de apoyo al emprendimiento
innovador.
En quinto lugar, acelerar la digitalización sectorial de las empresas, con
especial atención a pymes con el Plan de Impulso Digital para pymes, y en
ello está el Plan Acelera Pyme.
En sexto lugar, fortalecer el tránsito hacia una economía del dato, como
bien señaló la secretaria de Estado, garantizando la seguridad y
privacidad y aprovechando las oportunidades que ofrece la inteligencia
artificial.
Y en séptimo lugar, garantizar los derechos de la ciudadanía en el nuevo
entorno digital. La meta es fomentar el humanismo tecnológico y que
podamos tener una carta nacional sobre derechos digitales.
En definitiva, señorías, estos presupuestos marcan una hoja de ruta clara
y una voluntad política férrea para convertir España en un país digital
que nos gustaría dejar a las próximas generaciones. Son los presupuestos
de país para la transformación y la modernización de nuestro sistema
productivo, sobre la base de la digitalización, pero, sobre todo, son los
presupuestos de las personas, para que nadie se quede atrás. Son unos
presupuestos excepcionales por la pandemia, pero que, en nuestra opinión,
en opinión del Grupo Parlamentario Socialista, son indispensables,
progresistas y más necesarios que nunca. Apoyar, señorías, este proyecto
de presupuestos, es apoyar a todos nuestros ciudadanos.
Muchas gracias, presidenta.
La señora PRESIDENTA: Gracias.
Doy la palabra a la secretaria de Estado para que pueda contestar.
La señora SECRETARIA DE ESTADO DE DIGITALIZACIÓN E INTELIGENCIA ARTIFICIAL
(Artigas Brugal): Muchísimas gracias a todos los portavoces por todas sus
preguntas, por su amabilidad y su gran acogida y, sobre todo, por las
consideraciones sobre las políticas y presupuestos de esta Secretaría de
Estado. Algunas de las preguntas que planteaban han quedado parcialmente
respondidas por la diputada del Grupo Parlamentario Socialista, y por
tanto, si me lo permiten, me ceñiré estrictamente a algunas de las
cuestiones específicas que me han planteado.
En primer lugar, a la señora Muñoz le agradezco el apoyo a esta apuesta
por las competencias digitales nacionales de este país y que valore
positivamente la dotación económica que estamos haciendo en este campo.
Me ha preguntado por la parte de regulación. Estamos trabajando en la ley
de startups, que estamos volviendo a retomar porque había un compromiso
del antiguo Ejecutivo y ya estamos debatiendo entre distintos
ministerios. Esperamos a que esté mucho más madura para poderla pasar ya
a consulta pública. Estamos esperando también a la trasposición de la
Directiva Digital Services Act, que usted bien conoce como parte de la
Comisión Europea. Estas van a ser las grandes reformas que vamos a hacer
en los próximos meses, tanto alrededor de la Digital Services Act y de la
Data Act también y todo lo que va a ser la futura regulación de la
inteligencia artificial a nivel de la Comisión Europea, que, por
supuesto, traspondremos apropiadamente al sistema legislativo español.
También tenemos distintas estrategias relacionadas con el resto de
contenidos que se han mencionado, como el Plan Nacional de Competencias
Digitales o la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial. Si no me
equivoco, me ha preguntado por los ERTE. En este momento estamos ya
ultimando el
detalle del Plan Nacional de Competencias Digitales, estamos trabajando
con todos los ministerios afectados, con el de Educación, con el de
Empleo y con el de Universidades. En concreto, estamos definiendo todas
las actuaciones concretas de formación digital en distintos colectivos, y
especialmente con los más desfavorecidos. Obviamente el colectivo ERTE es
un colectivo que queremos aprovechar para formar a estas personas,
justamente por el parón temporal, porque probablemente sean personas que
se hayan ido de un puesto de trabajo y cuando vuelvan a él este haya
cambiado y sea mucho más digital. Ahí estamos ultimando acciones
específicas con los ministerios competentes en este ámbito.
Señor Guijarro, muchas gracias por sus palabras y por su valoración, y en
general, a todos, por el aguante que están teniendo a estas horas. Me
hubiera encantado tener un debate extenso con usted sobre nuestras
propuestas y estaré encantada de poderlo hacer cuando tengamos
oportunidad. Quiero agradecerle que ponga en valor la apuesta por la
reducción de brecha digital de género en el ámbito de las mujeres
emprendedoras y de crecimiento. Nada de lo que hagamos es suficiente, yo
creo que tenemos que hacer una apuesta específica para no dejar a nadie
atrás, por lo que le agradezco su mención.
Al señor Jiménez, del Grupo VOX, quiero agradecerle que vea positivo el
apoyo que estamos haciendo en el ámbito empresarial, el sector del
emprendimiento y el sector de las pymes, como no puede ser de otra
manera. Hablaba usted de la asignación del personal eventual del
ministerio. En nuestro caso concreto, debe tener en cuenta que es una
Secretaría de Estado de nueva creación, que al crearse y dividirse con la
anterior Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, parte de los
recursos asignados a la antigua sede del Estado de Avance Digital pasaron
a Telecomunicaciones y nos quedamos con vacantes. Debe tener en cuenta
también que cuando hablamos de personal eventual incluye funcionarios y
eso significa personal de libre designación. En nuestro caso, hay algunos
perfiles que probablemente los busquemos fuera del ámbito público por su
especificidad y por su necesidad de competencias absolutamente nuevas en
ámbitos como inteligencia artificial, ciberseguridad y de la gestión de
los datos, que no es tan fácil encontrar dentro de los cuerpos actuales
de TIC o de funcionarios, aunque parte importante del Plan de
competencias digitales va a ir destinado, justamente, a desarrollar estas
competencias nuevas y requeridas dentro de los funcionarios públicos de
la Administración General del Estado.
Las partidas que usted ha mencionado, efectivamente, en Enisa son 5
millones asociados al capítulo 8, pero ha de sumar los otros 12 millones
del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Por eso hay un baile de
cifras entre 5 y 12, pero ambas partidas que son ciertas: 5 millones del
capítulo 8 y 12 millones del MRR.
Usted también preguntaba sobre el impacto de las pymes, estamos intentando
llegar a un impacto mínimo de un millón de pymes con el plan de
digitalización. Todo esto son planes que en las próximas semanas, antes
de finales de diciembre, van a ver presentados con detalle: el Plan
Nacional de Competencias Digitales, el Plan Nacional de Digitalización de
las Pymes y la Estrategia Nacional de Inteligencia artificial. Todo eso
son proyectos en los que ya hemos trabajado estos meses, que durante la
pandemia tuvieron ciertamente un parón, pero que hemos retomado con
muchísima energía y que nos comprometemos a presentar en detalle antes de
final de diciembre.
En cuanto a la intervención del señor Pedreño, quería decirle que es muy
importante que rememos todos en la misma dirección y que confiemos y
luchemos para que estos fondos lleguen a España, y el primer paso es la
aprobación de estos presupuestos. Los mecanismos y los fondos europeos no
son algo aislado de las líneas de la política que este Gobierno quiere
promover, justamente, con estos fondos el impacto va a poder ser mayor en
esas líneas. Además de poder hacer cosas distintas que no teníamos
previsto hacer, tenemos la oportunidad única de poder adelantar
muchísimos años de digitalización de España que están pendientes y que no
nos podemos permitir el lujo de seguir retrasando.
El proyecto que España enviará a Bruselas, estamos convencidos de que es
un proyecto sólido, que está liderado por la vicepresidenta Calviño, y
cuyos detalles serán públicos, como no puede ser de otra manera, en su
debido momento. También recuerdo que el presidente del Gobierno ya
presentó el detalle de estas líneas en el Plan España Puede.
En cuanto a lo que comentaba el Alto Comisionado, me consta que el viernes
comparece el Alto Comisionado de España en la Acción Emprendedora, pero
tengan bien seguro que la estrategia que va a presentar está
absolutamente alineada con nuestra Secretaría de Estado, ya que somos los
que tenemos justamente el presupuesto y la capacidad de actuación para
implantar esas líneas estratégicas y convertirlas en planes de actuación.
Por lo tanto, todas las líneas que estoy mencionado se han trabajado
previamente con el Alto Comisionado y reflejan, en el fondo, esta visión
estratégica al más alto nivel que
se impulsan desde el Alto Comisionado, y que se traduce en planes y
medidas concretas en estos Presupuestos Generales del Estado que
presentamos aquí desde esta Secretaría.
También comentaba otra vez el tema de la Estrategia Nacional de
Inteligencia Artificial. Es cierto que es una estrategia que se empezó a
gestar, que teníamos que presentarla coincidiendo con la pandemia y que
estamos ya ultimando para su presentación en el próximo mes, y
entremedias hemos creado un mecanismo muy importante, como ha sido el
Consejo Nacional de Inteligencia Artificial, que también está colaborando
en la revisión de esta estrategia que presentaremos públicamente y que va
a ser muy potente porque abordará tanto ámbitos científicos y académicos
como el ámbito del desarrollo empresarial y de un nuevo sector que, sin
duda alguna, va a promover el crecimiento económico en nuestro país, la
creación de empresas y la generación de empleo de calidad.
Sin más, porque es muy tarde, quiero agradecerles de nuevo sus amables
intervenciones. Yo me quedo con un mensaje, y es que creo que es muy
positivo que con los portavoces de los distintos grupos parlamentarios
hayamos coincidido en un punto, en la necesidad de digitalizar nuestro
país, en la oportunidad de aprovechar este momento para cambiar el paso y
que España pueda ser una economía competente en el ámbito digital dentro
de la Unión Europea y, por tanto, yo creo que es muy positivo que
compartamos todos este diagnóstico.
Para finalizar, quiero recordar que yo les presento este presupuesto muy
ilusionada. Pienso que es un proyecto histórico, un presupuesto de país
que nos va a permitir abordar como nunca la reconstrucción económica que
España necesita y en clave digital, y solo voy a darles un dato. Hoy en
día si contáramos la economía digital en España actualmente esta aporta
el 19 % del producto interior bruto, solo detrás del sector de la
construcción, y que la proyección del producto interior bruto a nivel
europeo va a ser del 40 % en lo digital. Por tanto, España no puede
quedar atrás en la reconstrucción y en la adaptación del sistema
productivo para que también pueda tener este 40 % de contribución en lo
digital a su producto interior bruto en los próximos años.
Son estos unos presupuestos transformadores que nos permitirán trabajar y
sentar las bases, por tanto, para cambiar el tejido productivo y
transitar hacia una economía digital, sostenible e inclusiva para todos y
todas. Estamos hablando, para resumir, de 410 millones de presupuesto
ordinario y 2659 millones de euros asociados al Mecanismo para la
Recuperación y Resiliencia para poder digitalizar este país, es decir,
3069 millones para digitalizar la economía desde la Secretaría de Estado
de Digitalización e Inteligencia Artificial. Nos jugamos mucho, nos
jugamos poder reconstruir nuestra economía o no hacerlo, nos jugamos
poder cerrar las brechas digitales o que estas sigan creciendo, situar a
España en una posición de ventaja para aprovechar las oportunidades de
futuro digital o quedar rezagados del cambio y tener que ir adaptándonos
a marchas forzadas. Yo les pediría que no perdamos ni un minuto más, que
aprovechemos la oportunidad que nos brindan los fondos europeos para
hacer de España una auténtica potencia en economía digital. No tengan
duda de que estos presupuestos para 2021 son las cuentas transformadoras
para la digitalización de nuestro país y para el cierre de brechas
digitales. Reconstruyamos nuestro presente y diseñemos nuestro futuro
para todos y todas en clave digital.
Muchísimas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias.
Hemos podido comprobar cómo, a pesar de las horas, su intervención ha
suscitado un gran interés. También quiero dar las gracias a todos los
diputados y diputadas por su participación y su trabajo en esta intensa
jornada.
Sin más, se levanta la sesión.
Eran las nueve y cincuenta y cinco minutos de la noche.
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